Cartaphilus escribió: ↑31 Jul 2025, 13:15
SAAB escribió: ↑31 Jul 2025, 10:56
Pero antes de todo, deberían redefinir o refundar las Fuerzas Armadas Argentinas en su totalidad,y formularse:
¿Que son?¿Que quieren?¿Que necesitan?¿Cuánta plata?¿Como se hace?
Evidentemente. En Argentina, todo empieza por formular qué se espera de las FFAA. La Constitución dice una cosa (que no se cumple), dentro de la institución se piensa otra (o al menos se seguía pensando hasta hace no mucho, hablo de los alzamientos Carapintadas contra la democracia), y en la sociedad, se percibe algo muy distinto.
- Oficialmente, las FFAA son la salvaguarda de la soberanía, integridad e independencia de la nación. Eso ya sabemos que no es así. Las FFAA argentinas no puede salvaguardad la soberanía de la nación, porque si Reino Unido, Chile o Brasil quisiesen mandar a la Edad de Piedra a Argentina destruyendo sus principales centrales eléctricas, lo pueden hacer sin ningún obstáculo. Y, visto desde otro lado, sin FFAA reales (con capacidad de combate) desde hace varias décadas, Argentina ha seguido siendo un país íntegro y soberano, así que parece que no es tan imprescindible la institución. Si se quiere esto de las FFAA (una garantía de soberanía), habría que dotarlas de capacidad de combate real. Que sean algo similar a lo que hoy es Chile, por ejemplo.
- Internamente, he dicho que no sé qué pensará el generalato actual argentino. Pero los oficiales de finales de los años 80 (la generación que hoy debería formar el generalato) seguía pensando que las FFAA eran una especie de reserva moral del país, con la potestad de intervenir en política y patear el tablero cuando les diese la gana porque estaban por encima de la sociedad civil y el marco legal. No sé si eso perdura en la mentalidad castrense. Lo que sí perdura es el sentimiento de pertenecer a una casta que debe ser privilegiada, por encima de otros funcionarios del estado, con sus prerrogativas, clubes hípicos, cócteles, fiestas, residencias para sustentar cuarteles y bases vacíos... Si esto es lo que los uniformados quieren de las FFAA (una reserva espiritual del país, intervencionista y privilegiada), no hay que invertir nada en tanques, fragatas, submarinos, cazabombarderos... Basta con tener muchas bases abiertas en el país para tener presencia y mantener corruptelas, coimas y chiringuitos, y una fuerza basada en camiones con los que transportar soldados de un lugar a otro. No se necesita más.
- Y a nivel social, las FFAA argentinas, generalizando, siguen teniendo el desprestigio que les trajo su intervencionismo en política y su inoperatividad en una guerra real provocada por ellas mismas. Para la izquierda, sigue vivo el discurso del miedo a la represión. Todos recordamos cómo la izquierda y sus medios se llevó las manos a la cabeza cuando Macri empezó a tantear unas fichas (comprar unos cuantos Stryker, F-16 y un LPD, nada del otro mundo) y a preguntarse si Macri quería eso para llevar al país a la guerra o para iniciar la represión interna. La ultraizquierda, minoritaria y residual, sigue en los parámetros de Gorriarán Merlo. La ultraderecha, también residual, comparte los valores del punto de arriba (las FFAA como bastión católico, conservador y custodio de las esencias). Y la derecha liberal no sabe muy bien qué hacer con ellas. Porque Macri ya vimos lo que hizo (más bien lo que no hizo), y Milei no se atreve a meter su motosierra en las FFAA, pero tampoco quiere convertirlas en algo digno de ese nombre. Así que tanto la izquierda como la derecha institucionales (las que tienen opción de gobierno) optan por dejar a las FFAA como un museo militar, y emplear a la industria militar local como un aparato de propaganda nacionalista.
Como Argentina no quiere resolver este dilema sobre qué son y deben ser las FFAA, se perpetúa la indefinición de las últimas décadas, cuyos años han ido destruyendo a las FFAA hasta convertirlas en el meme trágico que hoy encarnan.