Amigo Valerio,
Gracias por el noble plazo que me has dado para exponer mi razonamiento. Me quedo con esto último, para continuar mi exposición
Francia, mientras tanto, forjó una férrea monarquía absoluta, la cual llegó a su máximo exponente con Luis XIV; Luis XVI la heredaría.
Realmente las monarquías absolutas del XVIII no fueron tan absolutas como hoy entendemos. En realidad cualquier presidente de la III República (por no hablar de la V) tuvo más poder de lo que jamás gozó ningún monarca absoluto. Hoy, el jefe del gobierno de una República ejerce su autoridad a través de funcionarios sentados detras de un mostrador. Funcionarios que son eternos e inmutables y aplican las leyes y reglamentos sin excepciones (al menos en los países serios). A diferencia de Luis XIV, un presidente de la V República es todopoderoso, sus decretos están apoyados por una policía activa que cubre todo el territorio y que tiene competencias en todos los lugares, una magistratura dócil (aquí tenemos al bueno ese de Don Pascual, alias Piel de Gallina, alías Fiel Miembro del Partido) y un ejército de masas (como jamás hubiera tenido el Rey Sol). El que detenta el poder hoy en día, a diferencia una vez más del Borbón, forma censos, registra todo, espía a todo el mundo (con unos medios que Fouché, y hablo de otra época, ni soñar pudo).. hoy el Presidente conoce nuestros ingresos, nuestros gastos, dónde vivimos, qué marca de coche tenemos, qué seguros, dónde pasamos las vacaciones. Sabe si tocamos el piano, si hablamos idiomas, , si poseemos perros y de qué raza, si nos gusta el ciclismo o el fútbol. Instruye y manipula a nuestros hijos, nos vende el tabaco y la gasolina y fija sus precios. A diferencia del Estado de Luis XVI... el Estado de la V República es un estado armador, industrial (propietario de industrias), comerciante, sanitario.. lo controla absolutamente TODO, nada escapa a su control absoluto de la vida humana, desde el mismo nacimiento a la defunción. Poseé tierras (Más que nadie), controla las comunicaciones, es propietario de los ferrocarriles y de sus vías, nos obliga a hacernos reconocimientos médicos y ese ESTADO conoce el ritmo de nuestro corazón, nuestra presión, nos pesa, nos mide, nos registra en todo... nada de eso hacía el supuesto "Rey Absoluto"... en realidad el monarca "absoluto" sólo es "absoluto" por ser el único legal en tener ejércitos (una vez que los monarcas autoritarios habían logrado imponerse a las mesnadas de la Nobleza).
Esta concepción actual del
ESTADO ABSOLUTO, formado por millones de funcionarios dedicados a espiar y controlar a los administrados, a incluso decirles cómo deben vivir y en qué deben creer y pensar, que hace una leye única para todos y en todo lugar es
lo más contrario que existe a la MONARQUÍA ABSOLUTA. Ni los más grandes teóricos de esta forma de gobierno, ni sus más grandes reformadores, como
Bossuet, Colbert, Machault o
Lamoignon hubieran concebido jamás algo semejante, para ellos ni siquiera la "uniformidad territorial" era concebible. El Reino era uno en la Persona de su Rey, y múltiple en sus instituciones y territorios.
Así, tenemos que Luis XIV mandaba mucho menos, pero muchísimo menos que cualquier presidente de la III República, ya fuera Thiers, o Carnot, por un ejemplo. En 1668 cuando el Franco - Condado pasó de España a Francia, Luis XIV firmó un documento ante los representantes de ese país cuyo artículo 1º decía "
Todas las cosas quedarán en el Franco Condado en el mismo estado en que se hallan actualmente en cuanto a privilegios, franquicias e inmunidades", el artículo 2ª garantizaba la vigencia de las leyes y edictos españoles, el artículo 3º prohibía el establecimiento de impuestos no aprobados por sus propios estados, el artículo 4º conservaba la academia de Besançon, el 5º prometía a Dôle que sería la Capital donde se reunirían los Estados Generales del Franco-Condado. Y finalmente, Luis XIV firmaba la siguiente declaración:
Su Majestad promete y jura sobre los Santos Evangelios, que ella y sus augustos sucesores las conservarán y mantendrán bien y lealmente en todos y cualesquiera de sus PRIVILEGIOS, FRANQUICIAS Y LIBERTADES, ANTIGUAS POSESIONES, USOS, COSTUMBRES y ORDENANZAS, y, en general, hará todo aquello que un príncipe y conde palatino de Borgoña está obligado a hacer.Esto firmado por Luis XIV, el paradigma de Monarca absoluto, que en el Franco Condado actua como Conde palatino de Borgoña, sin poder modificar los priviegios, franquicias, usos, costumbres, libertades etc etc etc que reconoce a las Cortes (Estados Generales) de Drôle como únicas con capacidad legislativa, normativa en ese territorio, sería
IMPENSABLE para cualquier presidente de la República. Pues imagínaos, cuantos parlamentos, Países de Estado, privilegios etc etc existían en el territorio de la Corona de Francia bajo Luis XIV.. y bajo Luis XVI.. con razón se quejaba su ministro
Calonne: "
no puede darse un paso en este reino sin encontrar leyes diferentes, usos contrarios, privilegios, excepciones, franquicias de impuestos, derechos y pretensiones de toda especie"
Si a esto añadimos los privilegios personales... apaga y vámonos.
Saludos
Nunca jamás hubo un monarca absoluto que tuviera ni el 10% de poder que tuvo cualquier Presidente de la República... o Jefe de gobierno actual... Luis XIV ni soñar podía con tener el poder que acumula Rajoy I, o Zapatero "el de las Mercedes". Por lo tanto, la Monarquía Absoluta no era lo que creen los escolares de la ESO... un poder TOTAL, ABSOLUTO, sin Limite alguno... al contrario, era una monarquía limitadísima. (El Zar Nicolás II tuvo mucho más poder que Luis XIV, o Federico II.