AFOCES escribió:“Miembros del Tercio de Armada (TEAR) de Infantería de Marina protagonizaron, en la madrugada de ayer, el abordaje de un barco en el Océano Indico que portaba, entre su carga de cemento, quince proyectiles Scud. La operación se saldó sin bajas, si bien Estados Unidos autorizó la devolución de los proyectiles al Yemen, que al parecer era su propietario”. (Primera plana del Diario de Cádiz del 12-12-02).
(1).Lo que antecede expresa claramente que la acción tuvo dos fases, totalmente diferenciadas, una militar y otra política. Solo trataré la fase militar, que pretendo exponer con la mayor objetividad que me permiten los datos de que dispongo. Pero antes de entrar en la acción, permítanseme tres consideraciones, de carácter general, sobre la información aparecida en algunos medios, tanto militares como civiles, del momento.

El Tercio de Armada (TEAR) es una unidad en la que todas sus unidades subordinadas tienen idéntico carácter - y el mismo nivel de adiestramiento - sin más diferencias que las debidas al cometido específico para el que cada una está expresamente concebida. No tiene, pues, sentido hablar de una parte de las unidades del TEAR como fuerzas de élite como se hace frecuentemente. La fuerza de élite – como está, ahora, de moda denominar – es el TEAR como un todo.

El TEAR – como todas las unidades del Cuerpo - es una unidad naval, con doctrina y mentalidad navales, de las que gozan sus unidades subordinadas. Y cuando unidades de Infantería de Marina embarcan o se integran en buques de la Armada – para realizar una operación anfibia u otros cometidos - la fuerza resultante es una Fuerza Naval con las capacidades correspondientes a los componentes en ella integrados.

Y así, en el caso que nos ocupa, la fragata “Navarra”, o el buque de aprovisionamiento de combate “Patiño” , porque embarcaban unidades de Infantería de Marina tenían unas posibilidades operativas que sin ellas no tendrían y, sin ellas, no habrían podido cumplir la misión encomendada tal como se realizó, es decir mediante el empleo de los medios disponibles, cada uno para lo que está concebido, con decisión y de manera impecable y sincronizada.
SITUACIONDe manera muy sencilla se puede describir la situación general – en la que se desarrolló la acción - diciendo que unidades navales españolas, integradas en una Coalición, intervenían en la operación “Libertad Duradera” que se había planeado después del 11-S - bajo los auspicios de las NNUU y liderada por los EEUU – para luchar contra el terrorismo internacional, evitando el tráfico ilegal de armamento, en la tan sensible zona del Golfo Pérsico.
El 5 de Diciembre de 2002, los servicios de inteligencia de los EEUU informan de la presencia, en la zona, de un buque sospechoso que se dirigía a algún punto de Oriente Próximo y que se creía transportaba armamento ilegalmente. El buque – un carguero - se dirigía a la zona de responsabilidad de la “Task Force-150”, en el Golfo de Adén, que desde el 1 de noviembre estaba bajo mando español (CA Moreno) que enarbolaba su insignia en la fragata “Navarra”. En esta Fuerza Operativa estaban integrados buques españoles, norteamericanos, alemanes, franceses y británicos.
El buque sospechoso fue identificado como el “So San” y aparecía, en los listados de la inteligencia militar OTAN, como susceptible de ser utilizado por adversarios hostiles. Una vez localizado – en ello jugó un importante papel un avión de reconocimiento electrónico, “Orion/P-3”, del Ejército del Aire español – resultó que no enarbolaba pabellón nacional alguno, estaba matriculado en Phnom Pemh y el último puerto que había tocado era chino.
La Fuerza Operativa (TF-150) era la agrupación naval más próxima al curso seguido por el buque “So-San” - que se encontraba a unas 100 millas al Este de la isla Socotora y de ahí el nombre de la operación - pues patrullaba por el estrecho de Bab-el-Mandeb, que separa Yibuti de Yemen del Sur y da acceso al Mar Rojo. Y debido a esa proximidad, el día 5, el mando de la operación “Libertad Duradera” alerta al CTF-150
“....para que lleve a cabo acciones de vigilancia sobre el buque “MV So San” y que esté preparado para llevar a cabo una visita y registro”. Para cumplir dicha petición el almirante Moreno destacó, a la zona, a dos buques españoles : la fragata “Navarra” y el buque de apoyo “Patiño”. En estos buques estaban embarcadas, dos helicópteros y dos unidades del Tercio de Armada – una del 3er Estol de la UOE (“Patiño”) y otra de la SERECO (Sección de Reconocimiento) del 2º Batallón de Desembarco (Fragata “Navarra”). La agrupación naval estaba constituida, pues, por
tres elementos de la Armada: buques, helicópteros y unidades de infantería de marina. Los tres con la misma mentalidad y doctrina que constituyendo un equipo equilibrado le permitió, sin dilación alguna, enfrentarse a una situación inesperada, resolverla de manera sincronizada, en tiempo mínimo y sin problemas.
Una operación de inspección y registro, en la mar, no representa dificultad alguna. Se realiza de manera rutinaria, de acuerdo con las normas internacionales, y normalmente la colaboración del buque a ser inspeccionado es total. Pero no es tan sencilla cuando el barco se niega a ser investigado e incluso pone todos los medios a su alcance para huir; cuando no enarbola bandera alguna y es difícil – por sus características y actitud – de ser abordado; cuando la tripulación es excesiva para ese tipo de buque – y por tanto lo convierte en sospechoso - o cuando la acción se desarrolla en un ambiente de terrorismo internacional y, en consecuencia, la disposición de la tripulación puede ser peligrosa. Pues bien, todas estas características se daban en este caso. (Los servicios de inteligencia estadounidenses expresaban que...
“la conducta de la tripulación podía ser inamistosa... ” y, por tanto, podía resistirse a ser abordada e, incluso, no era descabellado pensar que al verse capturados, posibles miembros de Al Qaida o simpatizantes pudieran realizar, con los españoles a bordo, alguna acción peligrosa ...
EJECUCION El día 8 se recibe una fotografía del ”So San” en la que se observa la existencia de unos cables, en diagonal hacia el centro de la cubierta, que impiden insertar unidades por medio de helicópteros y que, por tanto, sería necesario eliminar caso de tener que emplear estos medios.
La acción de asalto comenzó al amanecer del lunes día 9/12/02. Ese día se intercepta, en aguas internacionales, el mercante que navega sin bandera. Se inicia el protocolo legal y se le insta a que reduzca su velocidad para que pueda ser inspeccionado. El capitán del buque mercante se niega a ello, aumentando la velocidad a más de 11 nudos, informa que solo transporta cemento e incluso trata de evitar que se conozca la nacionalidad de la tripulación que resultó ser norcoreana. Ante la negativa - y tras varias horas de instar al capitán a detenerse e incluso amenazarle con abrir fuego si no lo hacía - el mando español toma la decisión de entrar en acción. La fragata “Navarra” realiza disparos disuasorios para que el buque se detenga pero, lejos de obedecer, incluso incrementa su velocidad de huida, por lo que resulta preciso entrar en una acción de abordaje definitiva. Esta se desarrolló en las siguientes fases:
Fase 1.- Ante la actitud evasiva del buque, y para obligar a detenerlo, se disparan, desde la fragata, disparos de aviso (a 200 y 100 metros de la proa e, incluso, algún disparo en casco y chimenea). El carguero sigue adelante, por lo que se pasa a la fase siguiente. El abordaje del buque, al no detenerse, se ejecutará por medio de helicópteros ya que realizarlo en lanchas neumáticas es demasiado arriesgado dada la velocidad del barco y el estado de la mar.
Fase 2.- Primero había que despejar la cubierta del carguero, pues los cables de la arboladura hacían muy peligrosa, sino imposible, la aproximación y estacionamiento de helicópteros. Esta operación se efectuó por medio de disparos realizados con las ametralladoras de la “Navarra” y de precisión por dos francotiradores de Infantería de Marina (SERECO). Los tiradores, emplearon fusiles de precisión “Accuracy AW” y “Barret M95”. (Los disparos de los francotiradores fueron realizados a unos 200 metros - desde la cubierta de la fragata “Navarra” con el buque navegando en paralelo con el “So San” - y a pesar de los movimientos de balanceo de los buques, y con el carguero a toda máquina, tuvieron éxito sobre unos blancos tan reducidos).
Fase 3.- Una vez despejada la cubierta, dos helicópteros – con gran decisión de sus pilotos – se aproximan al buque. Un helicóptero SH-3D de la 5ª Escuadrilla, protegido por un SH-60 de la “Navarra”, transporta, desde el “Patiño” un elemento de asalto (UOE), constituido por 7 hombres, que en 12 segundos alcanza la cubierta, mediante “fast rope”, y en rápida acción toma el puente, reduce a varios miembros de la tripulación y fuerza al capitán a detener el buque..
Fase 4 . Detenido el buque, un Elemento de Control, constituido por 5 hombres de la UOE se aproxima, por medio de una lancha semirrígida, y embarca para localizar y controlar el resto de la dotación. Finalmente, una vez el buque asegurado, embarca un equipo de Visita y Registro de la “Navarra”, para comprobar la nacionalidad de la tripulación, la documentación e inspeccionar la carga.
En el registro se encuentran 15 cuerpos completos de misiles Scud, 15 cabezas de combate de HE, 23 tolvas de ácido nítrico, utilizado como combustible propulsor de los misiles, y 84 bidones con productos químicos. Todo este material de guerra estaba camuflado entre 40.000 sacos de cemento. (El manifiesto de carga del buque declaraba que solo transportaba cemento y el capitán del carguero cambió varias veces su declaración con respecto al puerto de destino).
Fase 5 .- El día 10 llegan a la zona buques norteamericanos. Al equipo español de registro se une otro de la Coalición para una inspección detallada de la carga. Una vez finalizada la inspección, se da por finalizada la operación “Socotora”, cumplida eficazmente dentro de las responsabilidades internacionales de cooperación asumidas por España.
OBSERVACIONES FINALES.
La acción fue reconocida por las más altas autoridades americanas como realizada con profesionalidad, limpieza, eficacia y brillantez. La operación que en situaciones normales carece de dificultad, se tornó en este caso, por la hostilidad del buque carguero, en peligrosa y delicada. Sin embargo se ejecutó de manera magnífica con ingenio en el planeamiento y con decisión en la ejecución. Algunos comentarios :
“Fue una operación de enorme dificultad y peligro por la rotunda negativa del buque a colaborar y porque no sabíamos cual sería la respuesta de la tripulación del “So San” una vez que asaltáramos el barco...”.(Comandante de la fragata “Navarra” Rodríguez Garat. Diario ABC 13/12/02).

William Zafire, en una de sus habituales crónicas en “The New York Times” el 19/12/02 :
“... un auténtico aliado que, por petición nuestra, puso en peligro la vida de sus hombres...”.
“...A España, que participaba en la lucha organizada contra el terrorismo internacional, le ha correspondido la nada fácil tarea de detener el barco, ocuparlo, registrar sus entrañas, descubrir la mercancía clandestina y mortífera y entregarlo al mando de la Coalición de países que vigila el tráfico ilegal de armamento ...” (El barco pirata. J.Campany).

El Maj General USMC (Comandante de la 2ª división USMC, y designado CJTF, desde el USS “ Mount Whitney) dirige al CJTF 150 el siguiente mensaje .
“ 1.- Ayer seguimos su muy profesional Interceptación, abordaje y detención del buque “So San”. Un gran día para España y su Armada, para el CTF-150 y la guerra global contra el terrorismo. Sus marineros e infantes de marina enfrentados a una situación muy peligrosa, la resolvieron heroicamente...”
. 
El personal de la SERECO había embarcado, en Rota en la fragata “Numancia”, el 4 de septiembre y la acción se desarrolló 3 meses más tarde. Este hecho habla por si solo del nivel de adiestramiento en el momento del embarque y de su mantenimiento durante períodos de embarque prolongados. Lo mismo se puede decir del personal de la UOE.

Las armas empleadas por los tiradores fueron un fusil “Accuracy” calibre 308 y un “Barrer” de 12’7 milímetros. Este arma, con un tremendo retroceso que soporta el tirador, realizó más de 80 disparos. En los helicópteros iban dos francotiradores, de la UOE y de la SERECO, así como personal de sanidad.
Estas citas, como se podrían añadir otras, se mencionan como muestra del mérito que la acción merece. La operación fue divulgada por todos los medios de comunicación tanto nacionales como extranjeros. Para todo aquel que conozca el TEAR no constituyó sorpresa alguna la actuación de sus unidades. Pero si constituyó una muy agradable impresión, la normalidad con la que el personal - participante en la acción - valoró su actuación, que fue como si de un ejercicio rutinario se hubiese tratado y fruto natural de un duro y continuo adiestramiento.
Y la acción relatada se desarrolló mientras otros infantes de marina participaban en otras misiones con no menor entusiasmo y valor : unos luchando contra el “chapapote” en las playas del norte de España, otros en misiones de paz en los Balcanes y todos ellos - detrás de su lema
“Valientes por tierra y por mar “ - miembros de un Cuerpo con una relación coste/eficacia muy difícil de mejorar.
http://www.youtube.com/watch?v=91HeEkJ1Lag Nota :
1).- Aunque el Diario del día 12/12/02 dice :.....”en la madrugada de ayer...” en realidad la acción comenzó en la madrugada del día 9/12/02. Saludos