Siempre se podrá apelar al legalmente nulo Tratado de Madrid, que en no se sabe qué cláusula secreta obligaba a desmantelar TAMSE y Domecq García, y a mandar al chatarrero al vetusto Karel Doorman. En México, el otro titán del ultranacionalismo en Hispanoamérica, tienen una versión similar, el Tratado de Bucarelli, para explicar por qué el país carece de unas FFAA dignas de ese nombre.
Para nada estaba alejado de la realidad siempre y cuando este el presupuesto
Madre mía...

Claro, es evidente. Ningún programa militar está alejado de la realidad, si se riega de dinero. Porque el dinero y la realidad son una y la misma cosa. Con dinero, España podría tener ocho (o veinte) portaaviones, pero a nadie se le escapa que eso es algo alejado de la realidad. El programa submarino argentino estaba alejado de la realidad porque aspiraba a ocho unidades (2 209 y 6 TR-1700), unas cifras que no se sostenían en ese contexto. ¿Qué país Iberoamericano tuvo esa cantidad? Sí, ya sé, Perú llegó a acumular en los 80 hasta 12 submarinos, pero la mitad eran reliquias de los años 50. Dos o cuatro unidades ha sido lo usual. Chile se mueve desde los años 70 con 4 submarinos. Argentina sobre el papel ha llegado a tener un máximo de 4, pero en condiciones reales, no más de 3. En Malvinas, sólo un GUPPY podía navegar (bueno, tampoco el Salta, que era nuevo, podía navegar). Y los 2 209 y 2 TR apenas llegaron a coincidir tres o cuatro años, porque el San Luis entré en ese astillero siniestro del que nunca vuelven a salir los submarinos. Cuando Argentina aspiraba a 8 submarinos, ese era el número que tenían España e Italia. Canadá, sólo tres. Australia, media docena. Países Bajos, siete. Así que sí que era un plan alejado de la realidad. "Con el presupuesto sí era posible". Claro. Y su mi abuela tuviese ruedas sería un Vespino.
Como he dicho, la realidad y el dinero son la misma cosa. Argentina planificó unas FFAA a finales de los 70 con unos presupuestos de un país del norte de Europa, no con los de una caótica república de monocultivo como lo eran las hispanoamericanas en esos años. Con la economía manifiestamente destrozada, las ARA seguía totalmente ajena a la realidad y en el año 2000, como una declaración abierta de demencia, redactaba su Plan Apolo, que contemplaba nada menos que un portaaviones con catapultas, dos fragatas antiaéreas, modernizar las 10 unidades MEKO, 1 AOR, un par de LPDs/LSDs, tres submarinos nuevos, cazaminas, lancha lanzamisiles, una nueva escuadrilla de helicópteros ASW, otra adicional de aviones de ataque, dos de apoyo y transporte para la IMARA, un buque polar... Eso era lo que la ARA postulaba en 2000 (con De la Rúa en el poder, tela marinera) para 2020. Ya sabemos lo que era la ARA en 2020. Tres fragatas y seis corbetas obsoletas, ningún submarino, ningún medio anfibio, la IMARA y el COAN desmantelados...
Cada cual debe saber en qué liga juega. Argentina siempre ha creído que estaba en una categoría superior, y hoy sus FFAA, como las ecuatorianas, por poner un ejemplo, aspiran simplemente a sobrevivir sobre el papel. Brasil también, y por eso ha hecho cosas rarísimas, como sacrificar su flota de combate de superficie en nombre de un programa submarino absurdo y un proyecto de aviación naval sobre portaaviones que se quedó sin portaaviones. Chile siempre ha tenido clarísimo en qué liga juega, y por eso tiene las FFAA mejor gestionadas del hemisferio sur.