Gobierno del PSOE y 7 mas

[Gaspacher]

El otoño que se avecina

[Gaspacher]

Sanchismo en estado puro

[Cartaphilus]

Así que me reafirmo. Si el PSOE no lográ romper con Sánchez y sanearse en los próximos dos años, veremos cosas muy interesantes, no de inmediato pero a diez años vista la cosa puede cambiar mucho.

En España los dos partidos del sistema siempre han sido fuertes internamente, y por encima de los liderazgos personales a pesar de haber tenido a figuras tan potentes como González o Aznar, o tan endebles como Hernández Mancha o Almunia. Uno sabe que siempre va a haber PSOE y PP en el futuro, porque ambos partidos tradicionalmente han estado por encima de sus líderes al ser prácticamente instituciones del Estado. En los partidos nuevos no. Han sido y son personalistas, y en cuanto el líder se evapora, el partido se hunde. Pasó con el CDS de Suárez, con UPyD de Rosa Díez, con Ciudadanos de Rivera, con Podemos de Iglesias...

Pero con el PSOE ha pasado una cosa curiosísima. Y es que, a diferencia de los anteriores secretarios generales, la era Sánchez ha logrado una total identificación entre partido y líder. El PSOE pasó de ser un partido al servicio de Polanco a ser un partido al servicio de la familia Sánchez. Movilizado para defender las corruptelas de su mujer y su hermano, y entregado a un líder que ha purgado hasta a las señoras de la limpieza. Page es disidencia controlada (por eso no pide la factura, se va y quema el carné del partido). La identificación entre PSOE y su líder es total. Eso es bueno para Sánchez, que dispone de un ejército de cargos y votantes para defender a su familia, pero malo para el PSOE. Porque digo yo que en algún momento este hombre dejará de presidir el Gobierno (aunque nos queda esta legislatura y la que viene). Y cuando no esté, el partido, que hoy es SU partido, se encontrará alienado e incapaz de reconocerse.

Siendo, como he dicho, instituciones del Estado, creadas para lo que debía ser, o esa era la idea, un sistema bipartidista, PP y PSOE tienen unos problemas de liderazgo enormes, en los que se han metido ellos solitos. El PSOE porque, como he dicho, se ha entregado a una familia (ya teníamos el antecedente de Podemos, que no era un partido liderado por un matrimonio, sino un matrimonio que tenía o tiene un partido). Y el PP porque sigue obcecado en un liderazgo débil con el que no va a ir a ningún sitio. Sánchez es un psicópata, un tipo que, si hubiese vivido en la Europa de los años treinta, habría pasado a la historia como el mayor déspota de la historia contemporánea. Un psicópata de manual. Y a un psicópata en política sólo lo puede vencer otro. Feijoo no lo es. Pero el PP sí tiene una psicópata que a día de hoy es la única persona capaz de echar del poder a Sánchez. Y se empeña en tenerla haciendo memes en Madrid, mientras que el gallego no sabe ni por dónde sopla el viento, y Sánchez cada día está más fuerte. Porque, no lo podemos negar, Sánchez sale fortalecido de cada crisis. Como el gigante Anteo, que cada vez que en un combate caía al suelo recuperaba la fuerza porque se la daba la Tierra (Gea, su madre), cada vez que Sánchez tiene un escándalo que en cualquier país normal sería motivo para convocar elecciones generales, su apoyo popular se fortalece. Es increíble lo de este hombre.