ISLAS MALDIVAS, 23 de marzoEl Tte de navío Moreno había sido nombrado gobernado militar del archipiélago y ahora trabajaba febrilmente para organizar el apostadero, aunque los militares de mayor rango presentes en la isla pertenecían al Estado Mayor del tte Gral Borja, quien estaba coordinando las acciones de desembarco durante la campaña de regreso a Filipinas. De entre estos oficiales tan solo faltaba el también Tte general Primo de Rivera, el cual permanecía embarcado en el acorazado Juan del Águila dirigiendo los desembarcos en los diferentes objetivos, adquiriendo así una vital experiencia en operaciones anfibias.
El pequeño archipielago había sido conquistado sin resistencia a primeros de mes, sustituyendo el ejército a la administración civil británica. Inmediatamente la flota partió de nuevo, dejando tras de sí la escuadra de acorazados pre Dreadnought y tres submarinos clase C para la protección del nuevo apostadero, que se encargó además de paralizar el trafico mercante enemigo en aquella zona. Una tarea sencilla teniendo en cuenta que no había enemigos de entidad en aquel océano.
Mientras la flota se dirigía a encontrarse con los transportes de tropas que debían guiar a sus nuevos objetivos, los propios transportes que habían llevado a la brigada que ahora guarnecía las Maldivas regresaban a la península en busca de nuevas unidades. Si todo marchaba conforme a lo previsto en unos días estarían de regreso, justo a tiempo de dar el salto a las islas Andaman, cuya invasión se había planeado para el 1 de abril. Al fin y al cabo el plan de operaciones español era apoderarse de sucesivas estaciones de “transito” conforme se acercaban de nuevo a las Filipinas. Las propias Maldivas eran la segunda estación de transito tras Suez, siendo Socotora, Mombassa,las Seychelles y Diego García estaciones alternativas que debían proteger el flanco de la operación, enviándose a aquellos apostaderos, algunas divisiones de submarinos o torpederos debidamente apoyadas por vapores reconvertidos en buques de soporte.
http://www.geographicguide.com/pictures ... -ocean.jpgCuando cayesen las Andaman, la flota aprovecharía para reaprovisionarse mientras llegaban las divisiones de acorazados y cruceros de batalla que ya debían estar finalizando su mantenimiento en España. Una vez agrupado el grueso de la flota, esta partiría rumbo a Borneo, en la cual debían desembarcar a finales de abril o primeros de mayo. Únicamente cuando ocupasen aquella bahía, podrían empezar a trasladar el Cuerpo Expedicionario de Oriente, una tarea que requeriría meses de esfuerzo y viajes de los transportes y buques de suministros.
La demora era por supuesto necesaria pues debían llevar suficientes tropas como para emprender operaciones a gran escala y suministros para facilitar esas operaciones. Unos meses preciosos y vitales que serían utilizados para que la Armada realizase un desembarco secundario en la bahía de Da Nang, en la Indochina francesa y tratar de destruir la flota enemiga. Mientras tanto los submarinos que serían trasladados hasta aquellas aguas volverían a llevar la guerra a las aguas de Filipinas, aplicando una guerra sin restricciones para privar al enemigo de suministros.
Para que eso ocurriese dos compañías de ingenieros adecuaban las infraestructuras ya existentes en las Maldivas, preparándolas para apoyar la flota de operaciones. Para ello estaban montando una estación de carboneo automatizada, con la que poder acelerar las labores de repostaje de los buques. Igualmente estaban construyendo varias grúas con las que proveer a la flota del resto de suministros necesarios para su subsistencia. Por supuesto nada de eso serviría de nada si no descargaban y almacenaban el carbón y los suministros necesarios para esas operaciones, y en ello empleaba a cientos de trabajadores y a los marineros de los propios mercantes. De forma lenta pero sin pausa el pequeño archipiélago se estaba transformando.
Pronto llegaría el momento de realizar el siguiente salto.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.