Comentarios Un soldado de cuatro siglos

[Gaspacher]

Desde el móvil, así que perdón por anticipado...

Puedo estar equivocado porque hay un desfase de un lustro entre las vivencias de nuestro cirujano y donde dejamos al del Puerto y más de tres décadas entre este y Sánchez Pomares, pero no, no sé había inventado la lejía. Entre otras cosas porque el único proceso industrial que conozco implica la electrólisis y aún no se han adentrado en la electricidad.

De hecho, creo que tampoco se ha descubierto el fósforo, que fue el primer elemento identificado a finales del xvii. Aunque es de suponer que en esta ltu los descubrimientos se acelerarán, aún estamos a falta de dar ese primer paso. Y cuando se dé, aún tendrá que buscarse la forma de llevar estos descubrimientos al terreno industrial, pero de momento, nada de nada.

La única forma en la que veo esto posible es que don Francisco es capaz de producir cloro... Y monóxido de carbono.

Otra cosa es, como menciona Domper, la necesidad de emplear elementos de la mayor pureza para mayor seguridad.

Un saludo

[reytuerto]

Oh, estimado SH! Más confianza en Don Pedro, que el Llopis es un hombre de muchos recursos, HCl el espíritu de la sal de los alquimistas, reaccionando con óxido de manganeso y diluido en agua destilada, y tienes Lejía. De hecho, más o menos en la época del Directorio, a las afueras de París se producía agua de Javel, que era justamente hipoclorito de sodio perfumado.

Sí, sin electrolisis no vas a tener volúmenes enormes, pero ¿no dejaras al endodocista de la película sin cloro para desinfectar conductos, no?

[Gaspacher]

Pues mejor que sea el cirujano el que pueda innovar y lograr ese desinfectante porque el de Llopís no tenía ni idea de ese proceso... ni de lo necesaroi para obtener óxido de manganeso.

[Heavy Metal]

Los problemas históricos con la nitrocelulosa son varios. Primero, por supuesto, la pureza de las materias primas; después viene el lavado para eliminar los restos de ácido y encontrar estabilizantes que retrasen la degradación del compuesto. Los dos primeros son esencialmente problemas de control de calidad, el tercero es más difícil de solucionar ya que depende más de un conocimiento de la química que aún no se tiene. Incluso sabiendo todo esto, sigue siendo un producto muy peligroso que hay que manejar con sumo cuidado, pero en principio las mismas precauciones que ya se tenían con la pólvora deberían valer.

Más gracioso puede ser si alguien se da cuenta de los problemas de fiabilidad que tiene el fulminato de mercurio y en uno de estos experimentos locos encuentra la azida de plomo. Entonces sí que nos íbamos a reír.

[Gaspacher]

Es que el problema para desarrollar la química, no es solo "descubrir" los elementos sino encontrar la forma de trabajar con ellos con seguridad, su depuración y hallar los usos que puedan tener. Es un trabajo de años.

[reytuerto]

Hola, un favor. ¿Es factible incluir un fragmento de audio (pero no you tube) a uno de los textos?

[Heavy Metal]

Es que el problema para desarrollar la química, no es solo "descubrir" los elementos sino encontrar la forma de trabajar con ellos con seguridad, su depuración y hallar los usos que puedan tener. Es un trabajo de años.

Sería interesante ver hasta que punto se puede avanzar. Llegar a la teoría atómica de Dalton (que está a poco más de un siglo de distancia) no parece descabellado. Desde luego, llegar al enunciado de la ley de proporciones definidas y descubrir el oxígeno deberían estar al alcance del cirujano. De ahí, pasar a la ley de proporciones múltiples y la determinación de la masa atómica es un paso relativamente pequeño.

Anticipar la tabla periódica, aunque sea sin explicar el principio subyacente, ya sería la repera.

[reytuerto]

Oh, SH Gaspacher, confianza en la dupla Paco-Pedro . Tal vez no se conozca mucho el óxido de manganeso, pero la pirolusita la conocian los vidrieros de la edad media para el verde de los vitrales. Confianza! Que lejía vamos a tener!

[Gaspacher]

¿Cómo?

Estamos dando saltos de gigante que no cuadran con los conocimientos y los desarrollos que puedan haberse realizado y que hemos relatado. ¿Pirolusita? Seguramente nadie sabría de qué estaba hecha porque no se conocía la tabla elemental y tan solo la utilizaban por su capacidad colorante, yo mismo acabo de descubrir su existencia. Y ahí está el problema. Sin haber desarrollado la química no puede pedirse pirolusita, cuyo nombre histórico puede variar por zonas y un buscame una piedra que se use para lograr colorante verde puede acabar con un carro de arsénico en casa...

Personalmente opino que los desarrollos, los inventos, tienen que tener un sustrato que los haga posibles para que encajen dentro de la propia esencia del relato. Para obtener lejía no nos basta juguetear con la idea, hay que desarrollar la química o tirar por el camino de la electricidad y hallarla como un subproducto experimental. Claro, luego quedara el tema de justificar que algo recien descubierto es indispensable para su empleo sanitario, pero ese es otro cantar...

No digo que no pudiera tenerse, digo que una justificación adecuada requeriría de años de desarrollo y hasta ahora, hemos dejado química y electricidad totalmente abandonadas. Mi intención era poner a Ignacio con la electricidad a partir de 1640. La verdad, creo que sería mucho más útil apostar por una revolución electrica antes que por una de vapor. No solo porque España es muy adecuada para ello (presas hidroeléctricas) mientras tiene poco carbón, sino porque a largo plazo la electricidad revestiría una importancia capital. Por desgracia ello significó que la química quedó olvidada y ahora es imposible de justificar.

Un saludo.

[Domper]

Hay una manera de hacer trampas.

¿Alguien ha leído el libro de Nivel «El martillo de Lucifer»? Trata de un cometa que se la pega contra nuestro pobre planeta y de lo que ocurre después. Resulta que un superviviente (al principio hay muchísimos, luego les va peor) es un científico que, antes de dejar su casa, almacena en un lugar seguro un buen número de libros, los que él cree necesarios para reconstruir la civilización. Hay de todo, desde la Enciclopedia Británica hasta manuales de cómo apañárselas para producir productos químicos, fabricar máquinas, herramientas, etcétera. Que conste que esa parte la había leído mucho antes de saber si quiera que existía este foro.

Un buen supervivencialista bien haría en hacerse con una lista así, conseguir las obras (aunque sean piratas), meterlas en una tablet o un teléfono, y llevar un cargador solar.

No sé qué llevaría el cirujano en su mochila, pero ya dicho que había puesto en funcionamiento su tablet. Pues eso.

Saludos

P.D.: respecto la electricidad y el vapor, ya hemos hablado. En mi discreta opinión, antes empezaría por el vapor, aunque sea a pequeña escala, mientras se desarrolla la más compleja electricidad, que para eso están los discípulos. Aparte que España tendrá poco carbón, pero no le resultaría tan difícil conseguir aceite de piedra, o petróleo, como lo llaman algunos.

[Gaspacher]

Desde el móvil, así que perdón por anticipado...

Por supuesto hay formas de hacer trampas, de hecho hemos hecho algunas

Cuando al principio del relato desmontaron un reloj de pulsera para copiar su mecanismo, es un tipo de trampa. Pero claro, llevar un reloj es habitual, aunque gracias a los burrowacht cada vez menos, que los relojes serán inteligentes pero me da la impresión de que la tecnología está creando ejércitos de burros.

Pero se supone que el viaje no está preparado. Los crononautas no forman parte de un experimento Filadelfia o un Caballo de Troya sino son simples personas sorprendidas por un evento cósmico. Supongo que nuestro dentista podría llevar consigo algún manual de medicina o algo relacionado con un hobby, pero no creo que nadie lleve en su dispositivo todos los libros necesarios para rehacer la civilización si mañana hay una grieta temporal que lo lanza a ¿¡Quién sabe dónde!?

Tal vez en nuestro caso el cirujano sea un Walter White en potencia y lleve consigo manuales de química, pero volvemos a lo mismo. No existe la química. Antes de hacer nada necesita desarrollarla. Al menos identificar algunos elementos iniciales, porque sin ellos no tiene con que trabajar y desarrollar métodos de purificación, centrifugación, filtración, etc., y ya de paso desarrollar herramientas de laboratorio más adelantadas a las ya existentes.

Poder, puede hacerse, pero se necesita de tiempo y esfuerzo para justificarlo. A estas alturas lleva dos décadas por aquellos lares... Y lo dije más de una vez. En lugar de tanto discípulo necesitaba publicar el mismo sus "hallazgos"

El camino del vapor sabemos cómo acaba... yo hubiera intentado evitar o al menos retrasar el cambio climático, no adelantarlo. Aprovechar el siglo XVII para desarrollar la electricidad y cuando aparezca el vapor en el XVIII, tener ya una infraestructura eléctrica básica y trenes eléctricos, relegando el carbón a la navegación y poco más.

Un saludo.

[Domper]

Todo eso dependerá de lo que lleve en el móvil. Yo lo empleo para leer, y tengo muchas cosas ahí. Como no me ha dado por la química recreativa, de eso no llevo tanto. Pero, en su día, me llamó la atención ese pasaje del libro de Larry Niven. Hasta me planteé piratear alguna enciclopedia, no por si tocaba cataclismo, sino para consultar donde no tuviera acceso a la wifi sin gastar datos.

Eso sí, entiendo los problemas que puede plantear hacer según qué en el siglo XVII. Ahora estoy escribiendo un capítulo nuevo para la primera parte (se titula «El cuarto jinete» y es una continuación de «Muerte en el Guadalquivir», te los enviaré cuando los tenga) y, por cuestiones que no pienso decir aquí, resulta muy importante controlar la temperatura. Y entonces nos metemos en un buen fregado. Se supone que no costaría demasiado construir un termómetro de mercurio o de alcohol. A fin de cuentas, hacer tubos muy finos se sabía, y para calibrarlo bastará con agua con hielos, y con agua hirviendo. Pero…

Pero el problema es que necesito medir temperaturas como veinticinco, treinta y cinco y sesenta grados. Podrá ser 65°, pero no 70°, o el invento se va a la porra. La cuestión es que, si el tubo tiene irregularidades, ya la hemos liado, porque no bastará con poner una escala entre cero y cien.

Mi solución es encargar una serie de tubos muy finos a los mejores cristaleros, probarlos con temperaturas crecientes (todos a la vez) e ir marcando cómo sube el mercurio (o el alcohol). Si se consigue que haya uno muy regular (y un valor promedio vendrá bien, y para eso están las matemáticas guillenianas (sí, las ideadas por Guillén de Apiés, algunos las llaman estadística). Entonces, emplear ese termómetro como referencia, y calibrar con ese los otros. Vamos, un trabajo de chinos solo para medir con fiabilidad una temperatura. Mejor no hablemos los problemas del Doctor Lastanosa con el templado del acero (huy, si no han leído «Alma de metal» no los conocerán).

También es muy divertida la cuestión de los gelificantes, tanto que estoy pensando en sacarme de la manga a un japonés cristiano rescatado. De nuevo, el problema no está en la idea, sino en los detalles.

Del vapor y la electricidad. Sí y no.

Desde luego, prefiero la electricidad. Nos evitamos la minería, con los problemas sociales que conlleva, y la contaminación. Pero es que no lo veo tan sencillo lo de saltar a la electricidad. Simplemente, construir kilómetros de alambre de cobre va a ser un problema sin máquinas.

Mi idea era una primera «vaporización» destinada a las primeras fábricas, al transporte ferroviario y al marítimo. Obviamente, los ferrocarriles no aparecerán de un día para otro: en lo que yo escrito transcurren sesenta años desde el salto temporal, que no es poco. Parecido con el transporte marítimo o las fábricas. Hasta 1670, a ojo, no se alcanzaría algo parecido a lo de Europa en 1820 o 1830, y solo en algunos campos. La idea es que esa primera industrialización apoyada en el vapor sería la que permitiría dar aplicación práctica a la electricidad. Por ejemplo, para tener alambre de cobre en cantidad y a precio razonable va a ser preciso un tren de laminado (en caliente y en frío) y otro de trefilado. Me parece difícil conseguirlo apoyándonos solo en sistemas hidráulicos.

Por otra parte, el ferrocarril me parece clave. Desde luego, construir carreteras con el sistema Mac Adam (más sencillo e igual de eficiente que las vías romanas, y factible en la época) va a ser muy útil, pero el transporte terrestre va a ser muy ineficiente, y en España es imposible tender una red de canales como las de Francia, Inglaterra o el norte de Alemania. Esos canales fueron claves en la primera industrialización. El ferrocarril es el medio ideal para superar las limitaciones y permitir un desarrollo económico que no se limite a la costa y al cauce bajo del Guadalquivir. Lo ideal, que fuera eléctrico, pero es que primero hay que industrializarse.

Eso sí, una vez disponible la electricidad (mucho antes que en la realidad) el interés por la maquinaria de vapor disminuirá. Un motor eléctrico es más sencillo y eficiente, tanto para fábricas como para el ferrocarril. Solo quedaría la navegación, donde le veo poca alternativa (y la navegación también será fundamental para un imperio marítimo).

De ahí mi insistencia en el vapor. Sé lo que conlleva, pero me parece un paso necesario.

Saludos

P.D.: de rebote, la minería de carbón, o el petróleo, evitarán la terrible deforestación que sufrió Europa durante el XVIII y comienzos del XIX. No hay mal que por bien no venga.

[Domper]

Para los cuatro o cinco que siguen con paciencia lo que escribo.

Esos capítulos que cito en el mensaje anterior estarán incluidos en la novela «Acero y rayo» que, con un poco de suerte, espero que esté disponible a mediados del año próximo (si puedo, antes, pero no prometo nada). Los capítulos serán (marco con asterisco los ya publicados):

– Entre dos tiempos.
– El regalo del ingeniero (*).
– Muerte en el Guadalquivir.
– Lejano país (*).
– California te llama.
– La tierra del sur (*).
– Horizontes lejanos (lo tengo a medias).
– ¡Alto a la Guardia Civil!
– La costa más lejana del mundo (por escribir, no es seguro que se incluya).
– Ikigai.
– El cuarto jinete (estoy en ese).
– Alma de metal.
– Agua grande.
– Viaje al amanecer (*).
– La isla del tesoro (*).
– Epílogo (publicado como Interludio madrileño).
– Addenda (publicado en gran parte como fragmentos sueltos).

Podéis ver que más de la mitad será nuevo. Además, las partes ya publicadas van a estar reescritas y modificadas (hasta cambian los protagonistas).

Por otra parte, sigo con la historia principal. Ahora tocará seguir con las andanzas de Don Lorenzo Bielsa en los ejércitos del rey. Luego acompañaremos al almirante Abaria en sus peripecias por el Egeo, tocará volver a Palestina para relatar la batalla de Ascalón, y hasta habrá un capítulo que transcurre en un harén; por desgracia, lo he perdido por un accidente informático, pero lo estoy reescribiendo.

Saludos

[Silver_Dragon]

No sé qué llevaría el cirujano en su mochila, pero ya dicho que había puesto en funcionamiento su tablet. Pues eso.

Saludos

P.D.: respecto la electricidad y el vapor, ya hemos hablado. En mi discreta opinión, antes empezaría por el vapor, aunque sea a pequeña escala, mientras se desarrolla la más compleja electricidad, que para eso están los discípulos. Aparte que España tendrá poco carbón, pero no le resultaría tan difícil conseguir aceite de piedra, o petróleo, como lo llaman algunos.

En los antiguos post de reytuerto, casi desde el principio, el ha estado trastejando con electricidad, no solo para cargar la bateria de la tablet (que ha dicho que tiene una buena cantidad de libros y documento), sino escribiendo absolutamente todo.... y poniendolo en practica... no digamos con la medicina y con muchos otros temas, en si, los compañeros han tocado temas que de repente "han desaparecido"... como los aeroestatos y demás.

[Domper]

No es lo mismo, en mi discreta opinión, fabricar un cargador para un dispositivo móvil, que la electricidad industrial. Se van a necesitar generadores, transformadores, kilómetros de cable, motores, qué sé yo. Por algo el vapor se adelantó a la electricidad. De ahí que yo crea que para poder crear esa «nación eléctrica» será preciso recurrir al carbón y el vapor, aunque sea provisionalmente.

Insisto, además, en lo crucial que será el ferrocarril. No para esa generación sino para la siguiente, desde luego. Si Holanda consiguió resistir a España fue por estar en el «cruce de caminos» de Europa, donde confluyen los principales ríos navegables y se comunican mediante canales. Asimismo, la Revolución Industrial comenzó en tierras relativamente llanas y muy lluviosas donde había canales: Inglaterra, el Norte de Francia, Bélgica y el norte de Alemania, después la llanura del Po. En la Península Ibérica y en gran parte de Italia es imposible por el relieve. Si se quiere desarrollo económico se precisa industria, y eso necesita o canales, o ferrocarril. Pretender que se adelante la electricidad puede conllevar un retraso de decenios.

Ya indiqué que, en mi opinión, cuanto antes se llegue a la «Pax Hispánica» y a un desarrollo similar al actual, mejor, porque en lugar de haber ocho mil millones de habitantes tal vez no se haya pasado de tres mil millones. Con las consecuencias ecológicas y sociales que conlleva. Por eso, a taparse la nariz y a tirar de vapor, aunque solo sea temporalmente.

Saludos