Pero serio tampoco es...
Humor Militar, Humor de la Vida Cotidiana ...
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Humor Militar, Humor de la Vida Cotidiana ...
Solo los muertos han visto el final de la guerra (George Santayana).
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Humor Militar, Humor de la Vida Cotidiana ...
HITLER CONTRA LA DESCONOCIDA POTENCIA
PARTE 3
Por Xent Anset
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En la tarde del 14 de mayo de 1943, el submarino U-176 emergió de las aguas del mar y quedó flotando a profundidad de periscopio, con las máquinas apagadas. Su comandante Reiner Dierksen, condecorado con la Cruz de Hierro por los numerosos mercantes hundidos, se dispuso ahora a cumplir la orden de su Führer: ¡destruir la ciudad de La Habana! La orden recibida era muy clara mas... ¿dónde estaba La Habana?
Comandante Reiner: *A su segundo que miraba por el periscopio* ¿Ya localizó esa miserable ciudad?
Segundo: Aún no, mi comandante. Si aún estuviera Cuba en los mapas... Y para colmo hay niebla.
Comandante: Bah, un lobo de mar experimentado no necesita de mapas para localizar esa ciudad de pacotilla.
Segundo: ¿De veras? Pues... no se me ocurre cómo.
C: Para ello basta con conocer las primitivas costumbres que tienen allí.
S: ¿Y cuáles son?
C: Desde hace siglos, cuando Cuba pertenecía a España...
S: Ufff, españoles, tan salvajes como los cubanos.
C: Si, pero prosigo, los españoles implantaron una costumbre muy extraña: todas las noches, a las 21.00 exactamente, se disparaba un cañonazo, dicen que era para anunciar que a esa hora se cerraban las murallas de La Habana. ¡Y la costumbre se ha quedado hasta hoy!
S: ¿Murallas dice? ¿Y aún siguen cerrando sus puertas a esa hora?
C: No las pueden cerrar porque las murallas ya no existen, pero la costumbre se ha quedado.
S: ¡Disparar un cañonazo todas las noches para anunciar el cierre de murallas que ya no existen! Me parece absurdo.
C: ¡Lo es! Nuestra total racionalidad de seres superiores se resiste a aceptar costumbres tan bárbaras! Pero ahora nos será útil.
S: ¿Y para qué nos será útil?
C: ¡Para localizar La Habana sin importar que no esté en los mapas y encima haya niebla! Sólo tenemos que esperar aquí muy tranquilos a que sean las 21.00 y cuando oigamos que los salvajes disparan su absurdo cañonazo ¡ZAS!, les disparamos nuestros torpedos especiales guiándonos por el ruido!
S: ¡Genial, mi comandante! El Führer nos premiará con la Cruz de Hierro de Primera Clase.
* * *
Y por fin llegó la tan ansiada hora.
Comandante: ¡Las 21.00! Preste oído.
Segundo: *Tras esperar varios segundos en silencio* No oigo nada. ¿Está seguro de que los salvajes aún disparan ese cañonazo?
C: Pues sí, hasta donde sé nada los ha hecho nunca perder esa extraña costumbre. Ni la demolición de las murallas, ni que España dejara de ejercer soberanía sobre Cuba, ni la intervención de EEUU, ni que la isla de Cuba se proclamara independiente. Nada los hizo nunca perder esa absurda costumbre.
Pasaron varios minutos, media hora, una hora completa, dos.
C: Por alguna extraña razón hoy no dispararon su cañonazo. Como si se hubieran olido que estábamos esperando eso como cosa buena.
S: ¿Y ahora qué hacemos?
C: Ya hoy es inútil intentarlo. Volvamos mañana a la misma hora y espero que tengamos más suerte.
Para no perder el día, el comandante Reiner dispuso que el U-176 le diese caza a cualquier mercante cubano o estadounidense que surcara aquellas aguas. Ya de día, avistaron una flotilla de mercantes al parecer indefensa.
C: ¡Listos los torpedos! ¡Las presas a nuestro alcance! Desde luego, torpedos comunes, los "especiales" son para la despreciable ciudad que Ud. conoce.
S: ¡A la orden!
Pero no podían imaginar que aquellos mercantes cubanos, al parecer indefensos, estaban protegidos por un pequeño barquichuelo de apenas 45 toneladas de desplazamiento. Pero... el barquichuelo en cuestión era un cazasubmarinos de la Marina de Guerra Cubana, el CS-13, que al detectar la presencia del submarino alemán, le soltó una serie de cargas de profundidad que enviaron éste a lo profundo de los mares para siempre.
Lo que nadie podía imaginar, es que el submarino se fue al fondo llevando los más mortíferos torpedos jamás construidos. Torpedos protónicos experimentales, que de haber sido lanzados contra La Habana la hubiesen borrado literalmente de la faz de La Tierra. Y ahí siguen aún.
Mas... ¿Por qué aquella noche del 14 de mayo de 1943 los cubanos no dispararon su Cañonazo de las 9 pese a haber acostumbrado a hacerlo durante siglos? Muy sencillo: el presidente de Cuba durante aquellos años, Fulgencio Batista (presidente de 1940 a 1944) había dispuesto que luego de declararle Cuba la guerra a Alemania, se dejase de disparar el cañonazo para ahorrar pólvora y para evitar que La Habana fuese detectada por los submarinos alemanes que rondaban aguas cubanas y ya habían hundido varios barcos en ellas. Orden que algunos calificaron de absurda pero que, sin que nadie se enterase de ello, ¡había salvado de la destrucción a la ciudad de La Habana!
FIN
PARTE 3
Por Xent Anset
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En la tarde del 14 de mayo de 1943, el submarino U-176 emergió de las aguas del mar y quedó flotando a profundidad de periscopio, con las máquinas apagadas. Su comandante Reiner Dierksen, condecorado con la Cruz de Hierro por los numerosos mercantes hundidos, se dispuso ahora a cumplir la orden de su Führer: ¡destruir la ciudad de La Habana! La orden recibida era muy clara mas... ¿dónde estaba La Habana?
Comandante Reiner: *A su segundo que miraba por el periscopio* ¿Ya localizó esa miserable ciudad?
Segundo: Aún no, mi comandante. Si aún estuviera Cuba en los mapas... Y para colmo hay niebla.
Comandante: Bah, un lobo de mar experimentado no necesita de mapas para localizar esa ciudad de pacotilla.
Segundo: ¿De veras? Pues... no se me ocurre cómo.
C: Para ello basta con conocer las primitivas costumbres que tienen allí.
S: ¿Y cuáles son?
C: Desde hace siglos, cuando Cuba pertenecía a España...
S: Ufff, españoles, tan salvajes como los cubanos.
C: Si, pero prosigo, los españoles implantaron una costumbre muy extraña: todas las noches, a las 21.00 exactamente, se disparaba un cañonazo, dicen que era para anunciar que a esa hora se cerraban las murallas de La Habana. ¡Y la costumbre se ha quedado hasta hoy!
S: ¿Murallas dice? ¿Y aún siguen cerrando sus puertas a esa hora?
C: No las pueden cerrar porque las murallas ya no existen, pero la costumbre se ha quedado.
S: ¡Disparar un cañonazo todas las noches para anunciar el cierre de murallas que ya no existen! Me parece absurdo.
C: ¡Lo es! Nuestra total racionalidad de seres superiores se resiste a aceptar costumbres tan bárbaras! Pero ahora nos será útil.
S: ¿Y para qué nos será útil?
C: ¡Para localizar La Habana sin importar que no esté en los mapas y encima haya niebla! Sólo tenemos que esperar aquí muy tranquilos a que sean las 21.00 y cuando oigamos que los salvajes disparan su absurdo cañonazo ¡ZAS!, les disparamos nuestros torpedos especiales guiándonos por el ruido!
S: ¡Genial, mi comandante! El Führer nos premiará con la Cruz de Hierro de Primera Clase.
* * *
Y por fin llegó la tan ansiada hora.
Comandante: ¡Las 21.00! Preste oído.
Segundo: *Tras esperar varios segundos en silencio* No oigo nada. ¿Está seguro de que los salvajes aún disparan ese cañonazo?
C: Pues sí, hasta donde sé nada los ha hecho nunca perder esa extraña costumbre. Ni la demolición de las murallas, ni que España dejara de ejercer soberanía sobre Cuba, ni la intervención de EEUU, ni que la isla de Cuba se proclamara independiente. Nada los hizo nunca perder esa absurda costumbre.
Pasaron varios minutos, media hora, una hora completa, dos.
C: Por alguna extraña razón hoy no dispararon su cañonazo. Como si se hubieran olido que estábamos esperando eso como cosa buena.
S: ¿Y ahora qué hacemos?
C: Ya hoy es inútil intentarlo. Volvamos mañana a la misma hora y espero que tengamos más suerte.
Para no perder el día, el comandante Reiner dispuso que el U-176 le diese caza a cualquier mercante cubano o estadounidense que surcara aquellas aguas. Ya de día, avistaron una flotilla de mercantes al parecer indefensa.
C: ¡Listos los torpedos! ¡Las presas a nuestro alcance! Desde luego, torpedos comunes, los "especiales" son para la despreciable ciudad que Ud. conoce.
S: ¡A la orden!
Pero no podían imaginar que aquellos mercantes cubanos, al parecer indefensos, estaban protegidos por un pequeño barquichuelo de apenas 45 toneladas de desplazamiento. Pero... el barquichuelo en cuestión era un cazasubmarinos de la Marina de Guerra Cubana, el CS-13, que al detectar la presencia del submarino alemán, le soltó una serie de cargas de profundidad que enviaron éste a lo profundo de los mares para siempre.
Lo que nadie podía imaginar, es que el submarino se fue al fondo llevando los más mortíferos torpedos jamás construidos. Torpedos protónicos experimentales, que de haber sido lanzados contra La Habana la hubiesen borrado literalmente de la faz de La Tierra. Y ahí siguen aún.
Mas... ¿Por qué aquella noche del 14 de mayo de 1943 los cubanos no dispararon su Cañonazo de las 9 pese a haber acostumbrado a hacerlo durante siglos? Muy sencillo: el presidente de Cuba durante aquellos años, Fulgencio Batista (presidente de 1940 a 1944) había dispuesto que luego de declararle Cuba la guerra a Alemania, se dejase de disparar el cañonazo para ahorrar pólvora y para evitar que La Habana fuese detectada por los submarinos alemanes que rondaban aguas cubanas y ya habían hundido varios barcos en ellas. Orden que algunos calificaron de absurda pero que, sin que nadie se enterase de ello, ¡había salvado de la destrucción a la ciudad de La Habana!
FIN
- Ismael
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Humor Militar, Humor de la Vida Cotidiana ...
Uno que va al foso de los cocodrilos
Si Dios me hubiere consultado sobre el sistema del universo, le habría dado unas cuantas ideas (Alfonso X el Sabio)
Debemos perdonar a nuestros enemigos, pero nunca antes de que los cuelguen (H.Heine)
Debemos perdonar a nuestros enemigos, pero nunca antes de que los cuelguen (H.Heine)
- Xent Anset
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Compadezco al barquero, ¡fusilado con un cañón antiaéreo! por despeinar al máximo líder.
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Solo los muertos han visto el final de la guerra (George Santayana).
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La ironía (involuntária) del nombre de la operación que reúne a soldados chinos y norteamericanos en Brasil está siendo muy comentada.
Operación militar reúne tropas de Brasil, EE.UU. y China en el entorno
Operación Formosa 2024 promueve actividades con más de 3 mil combatientes, en 14 días de ejercicios militares en el municipio de Goiás
https://www.metropoles.com/distrito-fed ... no-entorno
Operación militar reúne tropas de Brasil, EE.UU. y China en el entorno
Operación Formosa 2024 promueve actividades con más de 3 mil combatientes, en 14 días de ejercicios militares en el municipio de Goiás
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- General de Brigada
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Solo los muertos han visto el final de la guerra (George Santayana).
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Solo los muertos han visto el final de la guerra (George Santayana).
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Solo los muertos han visto el final de la guerra (George Santayana).
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Lepero bebido
Comienza la música y un lepero que estaba un tanto bebido ve una señora elegantemente vestida de negro. Tambaleante, se acerca a ella y le dice:
- Madame, ¿Me concede el placer de este baile?
- No
- ¿Y por qué no?
- Pues por cuatro motivos:
Primero, porque usted está borracho.
Segundo, porque esto es un velatorio.
Tercero, porque el Ave María no se baila.
Y cuarto porque madame será su madre. ¡Yo soy el cura!
Comienza la música y un lepero que estaba un tanto bebido ve una señora elegantemente vestida de negro. Tambaleante, se acerca a ella y le dice:
- Madame, ¿Me concede el placer de este baile?
- No
- ¿Y por qué no?
- Pues por cuatro motivos:
Primero, porque usted está borracho.
Segundo, porque esto es un velatorio.
Tercero, porque el Ave María no se baila.
Y cuarto porque madame será su madre. ¡Yo soy el cura!
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