Jorge R escribió: ↑23 Jul 2022, 18:24
Columna de salud Hernández en semana:
Un Ministro de Defensa contra Uribe, la Policía y el Ejército
La designación también da pistas de las prioridades del Ejecutivo petrista en materia de seguridad. La Policía sale de Defensa y se va al idealista Ministerio de la Paz, propio de Dinamarca. Se suprime el Esmad y que cada ciudadano vea cómo defiende su propiedad de los vándalos.
La Policía se vuelve citadina y en los pueblos tipo El Tarra o Convención del Catatumbo les retiran las trincheras y los dejan sin protección. Argumentarán que no serán necesarias porque el ELN, las Farc y los Gaitanistas, con Petro a la cabeza, se volverán pacifistas.
Algo que la Policía agradecerá será no erradicar matas de coca, un trabajo duro y peligroso, máxime para ellos que casi nunca son campesinos.En cuanto al Ejército, poco le costará que se crucen de brazos. Ya lo hicieron en la segunda etapa de Juan Manuel Santos. Frenó varios operativos contra jefes criminales y los oficiales y suboficiales pronto comprendieron que lo bueno era hablar maravillas de la paz y la reconciliación. Ser militar tropero era lo peor. Por eso le fue tan bien a Mejía, un deshonroso oficial que supo bailar al son que convenía.
Santos dejó todo listo para que crecieran las bandas criminales y Duque, a pesar de cortar varias cabezas de importantes mafiosos de todo signo, no logró recuperar territorios copados por el narcotráfico y la minería de oro ilegal. Y el esfuerzo por interceptar cargamentos de cocaína y arrancar matas de coca no fue suficiente por falta de recursos y la presión de las comunidades que no los dejaron actuar.
El ejemplo más claro lo tienen en Argelia, Cauca. Las Farc y el ELN dejaron una red de asociaciones campesinas muy bien estructuradas, capaces de reunir 2.000 y 3.000 labriegos en minutos. Entre los corregimientos de El Plateado y El Mango conté 17 laboratorios de base de coca al pie de la carretera, y eso que estaba Duque al mando. Ahora que saben que el Ejército no los perturbará, vivirán aún más sabroso.
Igual que en Suárez, el pueblo de la vicepresidente Francia Márquez. Los cultivos cocaleros están disparados y aunque dieron de baja a Mayimbú, un asesino en toda regla, las Farc están muy bien organizadas y seguirán felices con el narco, igual que el ELN, también presente en la zona.
Por supuesto que no más bombardeos de campamentos, podrán abandonar las profundidades de la selva e instalarse cerca de las poblaciones. A partir de la declaración de los diferentes ceses al fuego, la única restricción será no dar bala a policías y militares. Los demás crímenes, como ocurrió con Santos, quedan santificados. La extorsión, el secuestro y asesinato de civiles, traficar con estupefacientes, no entrarán en el trato.
Que es necesario limpiar las Fuerzas Militares de corruptos, no tengo la menor duda. Yo misma he denunciado varias veces a altos mandos sin éxito alguno.
Y si habrá un sector afectado por la designación, será el ganadero. Si ya el robo de sus reses importaba poco, a partir de ahora vale huevo. Tampoco llamen a militares ni policías si les invaden sus fincas. Perderán el tiempo.
A partir del 7 de agosto, los objetivos de alto valor estarán en el interior de las Fuerzas Militares y la Policía. Y en El Ubérrimo.
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