El sábado, en Barcelona, los manifestantes pedían que el gobierno de la Generalidad cumpliese una sentencia del Supremo que “obliga a incluir en los formularios de prescripción una casilla en la que los padres puedan escoger la lengua de escolarización de sus hijos”. En el caso de Santiago fue contra la imposición del gallego en las escuelas. O sea lo que pedían era que se cumpliese la Constitución - la defensa del bilingüismo y la libertad de los ciudadanos para elegir - . Y ante la “abstención” del Gobierno, y el envalentonamiento de los nacionalistas, miles de españoles se han visto obligados a salir a la calle en defensa de sus derechos.
Grupos independentistas radicales intentaron reventar las pacíficas manifestaciones y la más violenta fue la de Santiago en la que jóvenes arrojaron, contra los manifestantes, botellas y piedras y obligó a la Policía Nacional a cargar contra ellos con un saldo de diez detenidos, todos radicales, y dos heridos, uno de los arrestados y un manifestante - lo que indica la violencia desatada -.
Importantisimo, a ver si la gente empieza ya a abrir los ojos de una vez. Y a esos nacionalistas cualquier castigo es poco.
No se porque extraña razón, en este país se ha cogido la manía de que grupos nacionalistas gobiernen en diferentes comunidades autonomas y a hagan barbaridades con la nación y se la estén cargando, deberia ya unirse los dos partidos grandes y frenar esto antes de que sea tarde.