La FAA ha volado cazabombarderos fabricados por un aliado británico de primera mano durante décadas. Lo estuvo haciendo durante treinta años después de la derrota en las Malvinas. La disponibilidad de los Mirage III y 5 siempre fue mucho mayor que la de los A-4Ar, volaban más y en mayor cantidad, y si fueron retirados (aparte de por su evidente obsolescencia) no fue porque Francia ejerciese ningún tipo de veto, sino simplemente porque no había manera de encontrar repuestos. Pakistán se preocupó durante décadas no sólo de comprar cuanto Mirage III y 5 fuese dado de baja en el mundo (tenían, además de los suyos, los franceses, australianos, libaneses o españoles), sino también toneladas de repuestos y herramientas. Argentina, por algún motivo que nadie acaba de entender, prefirió no acaparar repuestos y agotó los pocos que tenía, pero los aviones estuvieron volando durante treinta años post Malvinas y algunos aún conservaban muchas horas remanentes (básicamente los III). Lo mismo puede decirse de los Super Etendard, otro avión fabricado por un aliado británico. Y si los SuE argentinos no vuelan desde hace años no es por ningún tipo de bloqueo, sino por idéntica razón: Argentina no compró repuestos y anda ahora mendigando un par de cajones llenos de chatarra que no es capaz de pagar, pese al anuncio oficial."... Por ejemplo, cuál sería el modelo de caza que NO tenga equipos de fabricación inglesa, ni que tampoco los tenga de países aliados al UK? Ninguno, verdad?..."
No olvidemos el Tratado de Madrid, otra de las bestias negras que se supone que tienen la culpa de que la FAA esté hoy al nivel de la uruguaya o la boliviana.si a estas alturas que ya a quedado claro que es mas un problema económico mas que político seguimos dando vueltas a lo mismo y echado culpas a bloqueos ..............
En realidad el asunto pasa por ese modus operandi único en el mundo, inventado por Argentina, consistente en hacer creer a sus ciudadanos que el país está armado hasta los dientes, y como por allí el personal no tiene tampoco demasiadas luces, sigue votando a partidos que han renunciado a la soberanía nacional y han convertido a la nación en un estado fallido. El procedimiento lo conocemos todos, llevamos años viéndolo: el ministro X llama a la prensa y comunica que se ha decidido la incorporación de tal o cual caza, o la construcción de un submarino nuclear, o la modernización de no sé qué tanque. La prensa o pica el anzuelo ya que busca dar noticias, o sencillamente es servil al poder y entra en el juego como agente activo. Van pasando los meses, y pese a las declaraciones ministeriales o incluso la firma de papeles (no digo ya cartas de intención, sino también contratos), no se adquiere nada. Pero como el ministro X, o su sucesor, no vuelve a convocar a la prensa para anunciar que esos programas difundidos a bombo y platillo al final no se ejecutan, la borregada de la calle sigue creyendo (y no sin razón) que continúan en ejecución. En ningún papel o declaración se ha dicho que el programa Patagón se cancelase, pero murió al cuarto o quinto vehículo. Ningún ministro de Defensa ha rectificado el anuncio de esa vieja repugnante y su submarino nuclear. Ni han tenido a bien informar sobre el estado de las negociaciones con Brasil y Suecia que hace cuatro años presuntamente se abrieron con la solemne y famosa carta de intención. Como no se ha anunciado la cancelación de estos proyectos, la turba, que es biempensante y no escarmienta de la gentuza a la que puntualmente vota cada cuatro años, no tiene por qué creer que los proyectos no siguen en marcha. De manera que, para el argentino de a pie, seguramente ya hay Gripens volando con la escarapela albiceleste y la botadura del submarino nuclear es cosa de días.
Tenemos, así, unas fuerzas armadas virtuales, creadas mediante palabras por politicuchos encumbrados por una masa votante francamente mamertizada y sostenidas por una prensa o idiota o cómplice del poder, y con eso basta. Si tuviesen la decencia de, al igual que montan fiestas grotescas como la reapertura del Domecq García, la no-botadura del San Juan o aquella cosa horrible de FADEA, la línea de fabricación del Pampa y la Kirchner por ahí rebuznando, llamar también a la prensa para anunciar que los acuerdos se suspendían, la gente al menos se enteraría de que militarmente Argentina anda a la par que Liberia, Bután o Samoa. Pero creo que eso es pedirle peras al olmo.