Entiendo que los acuerdos de la naturaleza que plantee no estén en directa correlación con los objetivos del gobierno de Maduro, más sin embargo es imposible lograr un consenso nacional sin antes instalar una plataforma que permita verificar la legitimidad de un proceso consultivo. Es decir, resulta imperioso saber qué piensa la población venezolana acerca de lo que ocurre a nivel nacional y para eso lo primero es asegurar y garantizar que las elecciones muestran indefectiblemente su soberanía. Una vez dado ese paso, que si se aplica bien debería ser intransigente y de común acuerdo de todos, deberíamos tener luz verde de Maduro, ¿Cómo podría negarse el gobierno de maduro ante una solicitud formal y bien estructurada del resto de los gobiernos de América latina a que se inspeccionen y verifiquen las condiciones en que se llevan a cabo las elecciones? Una cosa es echarse al FMI, al banco mundial y a la OEA al bolsillo, tal como lo ha venido haciendo el gobierno de maduro acusando injerencia, pero no puedo por ningún motivo tomar la misma actitud con vecinos regionales, con los cuales comparte indiscutibles lazos políticos, sociales y económicos. Eso desde la parte de Maduro, desde el lado de los vecinos, poco se ha hecho para levantar una posición de diálogo razonable.
Eso en primer término, pues una vez que se garantice que en Venezuela el sistema de elecciones funciona, y que de acuerdo a sus resultados es posible llegar a entablar un diálogo con el sector mayoritario de la población, se podrá llegar eventualmente a efectuar las posibles soluciones. En este punto, es donde la comunidad internacional, (entiéndase que aquí sólo incluyo países sudamericanos), participan mediante el diálogo con ese sector proponiendo vías económicas y políticas para restablecer a la normalidad el país, a la vez que se respalda también a la minoría, lo realmente esencial, es demostrar que por medio de la integración regional es posible sacar al país de una crisis respetando siempre su soberanía.
Respecto a las organizaciones regionales, aparte de que ya les queda poco margen para nuevas sanciones/exigencias al Régimen Madurista, se debe recordar tanto la naturaleza consensual de sus resoluciones y que pese a la retorica victimista habitual...dichas organizaciones carecen de la capacidad de coercibilidad y/o de sancion (efectiva) indispensables para obligar o forzar su cumplimiento y/o para que, en este caso el Régimen, cesen de una determinada conducta.
Lo mismo se aplica a los gobiernos regionales, que a pesar que los debo suponer conscientes de los posibles desenlaces de la actual situación de Venezuela; a lo sumo y de ponerse de acuerdo podrían solamente incrementar el nivel y magnitud de las sanciones económicas.
Pero es dudoso, no solo que hubiera, el necesario consenso sino su factibilidad y dadas las características de las economías regionales, de su posible efectividad.
En efecto. La comunidad internacional que representa América latina carece de instrumentos de coacción capaces de persuadir o obligar a un estado a seguir una linea de acción determinada. Esto en buena medida a que la situación de los organismos regionales, como la Unasur y la CELAC, no se han planteado como verdaderas organizaciones de integración y de responsabilidad regional, más lo único que han hecho ha sido proliferar en el campo económico sin que eso establezca mayores lazos de conexión política. Ha sido una constante lógica de acuerdos sobre grandes proyectos que no tienen mucha relación con lo que ocurre a nivel social ni en la esfera de la política interna. Distinto es lo que sucede en la UE, por ejemplo, en donde el problema de un estado es básicamente el problema de todos, y eso debería ser aquí de igual forma, si no por temas de conflictos o crisis económicas, al menos en lo que al margen político y social respecta entendidos en forma de crisis. Y en Venezuela, tenemos dos de esos problemas en forma de crisis, económica y social/política.
Yo creo que la acción de los gobiernos regionales ha sido débil y lo poco que ha hecho ha sido en dirección contraria a la lógica de lograr acuerdos verdaderos. De hecho, el grupo de Lima desde un comienzo ha sentenciado al gobierno de maduro a un Régimen, incluso de tiranía, y ha excluido la posibilidad de que representantes de ese país estén presenten es una mesa de negociación internacional. En otras palabras, 14 estados se reúnen en santiago para decir que el proceso llevado a cabo por la ANC es ilegítimo, pero cabría preguntarse qué hicieron realmente para llegar a la concreción de una solución real, pues la exigencia debe contar con un mínimo de piso de realidad donde sustentarse.
A mi juicio, las cancillerías han fallado estrepitosamente en llegar a una solución en buena parte porque no existe una comunidad de intereses. La falta de un carácter estratégico a largo plazo, la carencia de instrumentos, la falta de una dialéctica apropiada a nivel diplomático, y la ausencia de liderazgos han contribuido a que hoy el ministro venezolano diga que el Grupo de Lima pretende "alentar la violencia, la intolerancia y la muerte entre los venezolanos". También hay que destacar que la linea de acción política a nivel internacional está fuertemente ligada a intereses ideológicos de carácter nacional, por ejemplo, nuestro futuro canciller, Roberto Ampuero, es un anti-madurista acérrimo ¿Es el personaje adecuado para llegar a acuerdos de carácter internacional? Evidentemente no. Las pasiones no conducen a nada constructivo y el supuesto accionar idealista de los principios fracasa cuando choca con la dura expresión de la realidad. Por eso un tipo como Ampuero no sirve en este plano, y muchos otros cancilleres y lideres políticos, que no desean un proceso de transición pacífico, sino un golpe de estado, no son los indicados para llevar el diálogo. Este también es el resultado de representantes mediocres en materia de política exterior.
Para Maduro y al resto de la caterva lo único que les importa es conservar el poder y su fuente de riquezas...todo lo demás es secundario a ese objetivo y por supuesto todo y todos los que lo amenacen y/o que asi sea percibido...seran sus enemigos y lo anunciaran como ataque a la 'soberanía de su Nación' y 'al pueblo'...el mismo que están parasitando.
Aqui no hay indicios de que se desate una guerra civil, pero si de una hambruna sin precedentes en la historia del pais.
De hecho, la producción petroleo venezolana se está desplomando. ¿Cuál será la riqueza real de aquí a un año más? Ciertamente no figura auspiciosa. Por cierto que actualmente es poco probable la insurrección armada, eso se explica a que las fuerzas armadas estan ideologizadas, el problema será que para mantener esa ideología fluctuando en los cuarteles es necesario dinero. Y sin dinero, es altamente probable que mandos medios, de tenientes a coroneles, se muestren insatisfechos si la situación continúa con el mismo curso. Obviamente nadie quiere una guerra civil, pero es lo que se puede imaginar uno que ocurrirá en un futuro próximo conforme a las circunstancias.
Por cierto, un anexo que creo que se me va. Aquí no podemos cometer la ingenuidad de pensar que todos los problemas de Venezuela residan unicamente en la acción interna de ese país. Sería algo que violaría las normas de la economía y de las relaciones internacionales. Hay grandes grupos de interés, en Europa y Estados unidos empeñados en que Maduro caiga del modo que sea, y eso se ha dado entender con las sanciones económicas y los distintos recursos políticos que han empleado para deteriorar la situación interna de Venezuela. Es por eso que cuando clamo por una comunidad internacional, no me refiero a la ONU, ni a la OEA, ni menos la Unión Europea, que son capaces de vender el destino de un país al caos si es necesario, tal y como lo hicieron en Libia. Cuando hablo de regionalismo y comunidad de intereses, me refiero unicamente a Sudamérica. Es ahí donde veo la responsabilidad inmanente de actuar adecuadamente.
Saludos.
PD: Sé que mi teoría es demasiado exigente con la realidad actual, de hecho, el mismo planteamiento de obligar a la UNASUR a tomar una linea de acción como la que indiqué es algo extremadamente difícil, pues dicha organización no está diseñada ni cuenta con los medios para hacer posible tales comisiones. De hecho, el contenido de mi mensaje en este punto es obvio: La creación de una nueva entidad internacional que resguarde la comunidad de intereses de los países que la conforman, con una lógica similar a la UE.