



El Comercio, Quito
En dos años desertaron 675 conscriptos en las Fuerzas Armadas
La cárcel de los desertores del Ejército es un complejo amurallado dentro del cuartel Eplicachima. La puerta metálica de entrada es negra y en los cuatro muros que la cercan son notorios los alambres de púas. Actualmente, ese frío lugar, con piso de cerámica y estrechas camas de madera, es la morada de ocho militares. Según las autoridades de Justicia militar, ellos son desertores.
Según el artículo 135 del Código Penal Militar, desertores “son los miembros de tropa que faltan al cuartel por más de 11 días, sin notificación previa”. Las sanciones van desde uno a tres años de prisión en época de paz y hasta 12 años de reclusión cuando se producen conflictos.
En el Eplicachima, seis de los detenidos son miembros de tropa y dos son ex conscriptos. Emilio Álava es uno de ellos.
Sentado en un destartalado banco del comedor del recinto, él cuenta su drama: hace tres años se presentó al acuartelamiento. Fue trasladado a Quito a la unidad del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Allí realizó su conscripción por siete meses, hasta que se enteró de que su esposa dio a luz.
Entonces solicitó permiso y viajó a Ventanas para conocer a su primogénito: Robin. Sin embargo, nunca regresó al cuartel. “Tenía que trabajar para comprar pañales”, dijo, mientras agachaba la cabeza en señal de resignación.
Los dos años siguientes trabajó en diferentes oficios; pero, por no tener la libreta militar, no podía conseguir un empleo como guardia, que era su mayor aspiración. Entonces resolvió regresar a Quito para acuartelarse nuevamente y terminar su servicio militar.
No tuvo inconvenientes y fue enviado a la Brigada 55 Putumayo, en Nueva Loja. Ahí estuvo tres meses y medio hasta que un oficial descubrió que era desertor.
Por ello, desde el 10 de junio pasado está detenido en el Eplicachima, a la espera de una sentencia. En el momento de su detención, su esposa estaba nuevamente embarazada. Ahora él está preocupado porque su cónyuge no tiene los medios para mantener a sus dos hijos.
En la justicia militar también hay demoras. Según el secretario de la Corte Marcial, Carlos Espinoza, esta se debe a la cantidad de pruebas y declaraciones que se presentan en la etapa de investigación o sumario. Cuando se acaba esta etapa, se llama a juicio al militar y el juez resuelve.
En el proceso -según las autoridades de la Corte- la única defensa de los desertores son sus declaraciones. No caben los abogados. El Tribunal solo emite la sanción.
La Dirección de Personal de la Fuerza Terrestre informó que en los dos últimos años 675 reclutas han desertado, de un total de 38 240 enlistados. Los datos antes del 2005 son un secreto oficial.
Pero ¿por qué hay deserciones? El secretario Espinoza dice que el 80 por ciento es por falta de adaptación a la vida militar y por la necesidad de ciertos conscriptos de mantener a sus familias.
En ello coincide un miembro de la Policía Militar que pidió la reserva. “Se dan cuenta que la vida aquí es muy dura y por eso se escapan”.
Álava está desesperado por salir o al menos por hacer algo productivo. Su sentimiento es compartido por su compañero Wilson Almachi, quien se escapó de la Brigada Patria en Latacunga, en junio.
Todos los días, los ‘desertores’, se levantan a las 05:30, desayunan, limpian las instalaciones (podan el césped, limpian el baño…) Pero durante la tarde, el tedio es abrumador. “No hacemos nada”, reconoce Álava con impotencia.
Para el ex militar y experto en seguridad Luis Hernández, la detención en este caso es un castigo para evitar que los conscriptos se fuguen. “Los reclutas manejan armas y eso entraña una responsabilidad. Por ello, es necesario aplicar este tipo de castigos”.
Mientras dure la etapa de sumario, el conscripto puede solicitar una fianza, que oscila entre los 40 y 60 dólares, y salir de la prisión. No obstante, la mayoría no tiene dinero y continúa encerrada.
En promedio, los juicios duran siete meses, pero si el condenado no está de acuerdo con la sentencia puede apelar ante la Corte de Justicia Militar, que puede revocar, confirmar o reformar la sentencia. Esta es de última instancia. En el último año, se han resuelto alrededor de 50 casos, según autoridades de esa dependencia.
Álava espera que su caso se resuelva pronto. “Quiero conocer a mi hija, que aún no tiene nombre a la espera de que yo salga”, contó desesperado el ex conscripto.
La deserción no está contemplada en la Ley
Según el artículo 135 del Código Penal Militar, la deserción está sancionada con prisión de uno a tres años para todo el personal de tropa.
El Código de las Fuerzas Armadas se expidió en 1938 y desde entonces, con base en el artículo 135 también han sido castigados con prisión los conscriptos.
Sin embargo, en el artículo 7 de la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas se establece claramente que los conscriptos no están considerados dentro como personal de tropa. Ellos tienen una clasificación especial.
En el numeral 10 de la misma Ley se explica esta diferenciación. Ahí se especifica que el personal de tropa es “aquel que posee el grado de soldado a suboficial mayor en las Fuerzas Terrestres y Aérea, o, de marinero a suboficial mayor en la Fuerza Naval”. Es decir, los conscriptos no están contemplados en esta definición.
Según un informe de inspección a los juzgados militares entregado a la Corte castrense, los conscriptos no deben ser juzgados por deserción, ya que no existe ningún artículo del Código Penal Militar que los sancione.
Por ello, dicho informe sugiere al Tribunal que “al no estar tipificados conscriptos en el Código es recomendable que tome decisiones sobre este asunto”.
Según el jurista experto en legislación militar Ramiro Román, las Fuerzas Armadas ecuatorianas no deberían sancionar a los conscriptos, ya que no forman parte de la tropa; ellos son personal civil y por lo tanto deberían someterse a las leyes civiles.
“Ellos entran a la conscripción como civiles, y en la Ley de Personal se los define como un ciudadanos que han sido incorporados a las Fuerzas Armadas para cumplir con el servicio militar. Por lo que deben ser tratados como civiles que cumplen una labor en unidades militares”.
Sin embargo, las Fuerzas Armadas –explicó Román- ven al conscripto como un ciudadano asimilado en la vida militar y por eso se los juzga de acuerdo con sus leyes.
El Código Penal Militar determina que “son infracciones militares las cometidas por individuos pertenecientes a las Fuerzas Armadas, en servicio activo”.
Adiutrix escribió:Interesante artículo sobre uno de los (tantos) temas "tabú" para las FF.AA.El Comercio, Quito
En dos años desertaron 675 conscriptos en las Fuerzas Armadas
La cárcel de los desertores del Ejército es un complejo amurallado dentro del cuartel Eplicachima. La puerta metálica de entrada es negra y en los cuatro muros que la cercan son notorios los alambres de púas. Actualmente, ese frío lugar, con piso de cerámica y estrechas camas de madera, es la morada de ocho militares. Según las autoridades de Justicia militar, ellos son desertores.
http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp ... _seccion=4
ecuatoriano escribió:Adiutrix escribió:Interesante artículo sobre uno de los (tantos) temas "tabú" para las FF.AA.El Comercio, Quito
En dos años desertaron 675 conscriptos en las Fuerzas Armadas
Interesante tema, otro tema que no se habla mucho es el de los conscriptos muertos durante el servicio militar por maltratos o accidentes en condiciones negligentes o falta de atención médica. Probablemente se dan un par de casos al año.
Iris escribió:¿Y no hay investigacions oficiales civiles?, y las familias pasan por ello?. Increible, si eso llega a pasar en un país europeo a los dos días están todos los jefes de su regimiento en la carcel. Saludos.
Iris escribió:Hablas de Rusia, un país en el que sucede lo mismo, por lo que cuentas que en el tuyo, ya que Rusia, hay cantidad de etnias diferentes, europeos, siberianos, asiáticos, mongoles, etc.,... y cada vez pasa menos, han tomado severas medidas y además parece ser que quieren ir a un ejército extricta y puramente profesional. Los gitanos que dices en España, casi todos se libraban del SMO (cuando existía), y los que iban, (muchos voluntarios), tenían el mismo trato que cualquier soldado normal. Te lo garantizo. Saludos.
Iris escribió:¿Y no hay investigacions oficiales civiles?, y las familias pasan por ello?. Increible, si eso llega a pasar en un país europeo a los dos días están todos los jefes de su regimiento en la carcel. Saludos.
ecuatoriano escribió:makaay escribió:Una pregunta... ¿Cuántos kfir fueron actualizados a c10? y que matriculas tienen.
Según mis datos 8 Kfir C2 fueron upgradeados a CE: los numerales son FAE901,FAE902,FAE905,FAE906,FAE908,FAE909,FAE914,FAE915.
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