Lanzarote era el cuartel general del integrismo marroquí para toda Europa
Theo Van Gogh.
PD
19/12/04, 09.45 horas
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La célula del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) desarticulada por el Cuerpo Nacional de Policía en Lanzarote dirigía y coordinaba desde Canarias toda la actividad terrorista de los extremistas marroquíes en Europa. El jefe de la grupo, Hassan El Haski, al que el juez Juan del Olmo buscaba por su implicación en el 11-M, viajaba constantemente a Francia, Bélgica y Holanda y está considerado por las Fuerzas de Seguridad como el jefe operativo del GICM para Europa.
En estos países, según las mismas fuentes, contactaba con células islamistas allí asentadas a las que daba instrucciones sobre posibles objetivos terroristas, coordinaba planes de actuación, estructuraba nuevas células y reclutaba entre ellas islamistas decididos al martirio para utilizarles como «kamikazes» en acciones suicidas. También les proveía de documentación falsa.
Los agentes de la Comisaría General de Información, que han llevado a cabo el operativo de desarticulación del grupo en Lanzarote, se han incautado de un gran volumen de documentación, cartas en árabe y ordenadores. Entre esas pruebas buscan la presunta implicación del grupo en los atentados de Casablanca, Atocha y en el asesinato en Amsterdam del polémico cineasta Theo Van Gogh.
Los investigadores también rastrean entre la documentación descubierta planes terroristas que el grupo pudiera estar ultimando en Europa.
Una vez más, el teléfono ha sido la línea de investigación que conduce a la detención de un terrorista islamista. «Abu Hamza» -Haski utilizaba el mismo apodo que el imán de Al Qaida encarcelado en Londres- no tenía un lugar de residencia fijo y sus desplazamientos eran frecuentes entre Alemania, Holanda y Bélgica.
De hecho, fue el servicio secreto de uno estos países el que informó a la Policía española de que de las numerosas llamadas telefónicas que hacía Haski, parte de ellas tenían por destino Lanzarote. En concreto a Abdallah Mourib, imán de la mezquita de Puerto de El Carmen, detenido también en la operación desarrollada el pasado viernes.
Cuatro meses en Canarias
Fue, por tanto, siguiendo la pista del teléfono como agentes de la Comisaría General de Información localizaron a Haski hace aproximadamente un mes, aunque se sospecha que desde hace cuatro se escondía en Lanzarote a raíz de la desarticulación de células islamistas en Francia y Bélgica.
Haski se instaló en la isla canaria al considerar que se trataba de un lugar seguro y para ello contó con el apoyo de Mourib y de otros marroquíes. «Abu Hamza» quería establecer en Lanzarote una base logística desde la que dirigir y planificar una ofensiva de atentados en Europa. La Policía se incautó de abundante documentación, disquetes, cartas y croquis que podrían corresponder a lugares donde pensaban cometer acciones terroristas.
Para esta misión, Haski, además del imán de Puerto de El Carmen, contaba con el apoyo de Ali Fahimi, miembro también del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, y de Brahim Atia El Hammouchi, detenidos por orden del juez Garzón. Los cuatro vivían en dos casas, y unos trabajaban en la construcción y otros en un almacén.
De los tres servicios secretos que han colaborado con la Policía española, es el holandés el más interesado en la detención de Hassan el Haski, al considerar que tuvo una relación directa en el asesinato del cineasta Theo Van Gogh. Por su vinculación con este atentado, cometido el pasado 2 de noviembre en Amsterdam, fueron detenidos Mohammed Bouyeri -como presunto autor material-, Mohamed Fahmi Boughaba y Jammir Azzouz.
De confirmarse la implicación de Haski en el asesinato del cineasta, sería la segunda detención que se produce en España en relación con este hecho. La anterior fue la de Abdeladim Akoudad, alias «Nadufel». El pasado noviembre, Garzón ordenó el arresto de este marroquí encarcelado desde octubre de 2003 tras ser detenido en Badalona (Barcelona) por su relación con los atentados de Casablanca.
En el auto de procesamiento, el juez señala que habría participado a lo largo de 2003 «al menos en la estructuración y coordinación de diversos grupos terroristas integristas islamistas en Holanda y España». Acusa también a «Nadufel» de estar relacionado con una célula del Grupo Islámico Combatiente Marroquí desarticulada en Bélgica.
Hassan el Haski no sólo fue detenido por orden de Garzón, sino también por el juez Juan del Olmo, que le vincula con los atentados del 11-M. Fuentes de la investigación no albergan duda alguna de que el capturado en Lanzarote tiene pleno conocimiento sobre cómo se planificó la matanza. Subrayan, en este sentido, que «activistas destacados» de la célula del 11-M, como Jamal Zougam -encarcelado como presunto autor-, Said Berraj -en paradero desconocido- y Mohamed Afalah -que huyó el mismo 11-M, al parecer, con destino a Bélgica u Holanda- pertenecen al Grupo Islámico Combatiente marroquí, del que Hassan el Haski es jefe en Europa.
Cincuenta policías
Haski y los otros tres detenidos fueron trasladados ayer desde Lanzarote a Madrid en un avión militar que aterrizó en la base de Getafe. Cincuenta policías, de la Comisaría General de Información y del Tedax, custodiaron a los arrestados durante el viaje. Desde el 11-M, agentes de la unidad de desactivación de explosivos han participado en las operaciones contra el terrorismo islamista para evitar hechos inesperados, como el de Leganés

Esto va de mal en peor cuando uno señala la luna muchos miran el dedo. Pero ya lo decía Serrat cada loco con su tema