- 7 MiG-29 9.12 Fulcrum-A.
- 24 MiG-29 9.13 Fulcrum-C.
- 2 MiG-29UB 9.51 Fulcrum-B.
En 1992 Moldavia los heredó tras la desintegración de la URSS. En el país reinaba el caos porque una minoria eslava en el este, conocido como Transdniester, no aceptaba la autoridad del gobierno de Chisenau. Los combates no tardaron en empezar y en ellos se vieron involucrados Ucrania, Rusia y Rumanía. Los MiG-29 heredados apenas estaban operativos porque no había personal técnico y pilotos moldavos. Rápidamente se intentó traer de vuelta a pilotos moldavos de aviones, repartidos por toda la URSS. A pesar de los esfuerzos, sólo se encontraron 4 pilotos. En cualquier caso, los MiG-29 fueron utilizados en el conflicto, y 1 fue derribado.

MiG-29 Fulcrum-C

MiG-29 Fulcrum-A moldavo en EEUU. A destacar el camuflaje en tonos verdes.
A mediados de los 90 la situación económica de Moldavia no permitía operar los MiG-29, por lo que muchos países se interesaron por ellos. Yemen compró 4 pero según todas las fuentes no quedaron muy satisfechos porque el estado de los aviones era muy deficiente.
La venta más sorprendente fue la de EEUU. Irán había mostrado interés por estos Fulcrum, algunos de los cuales contaban con capacidad de utilizar armamento nuclear. EEUU decidió adelantarse y evitar que estos aviones terminasen en Irán, y adquirió 21: 14 Fulcrum-C, 6 Fulcrum-A y 1 Fulcrum-B. Junto a los aviones vinieron gran cantidad de repuestos y 500 misiles aire-aire
Lo más probable es que los Fulcrum fuesen estudiados por la USAF. Aunque ya se había accedido a los MiG-29 de la Luftwaffe, esta compra permitió acceder a la versión Fulcrum-C. Hoy en día algunos aparatos han sido ubicados en museos y bases como adornos.
Rumanía recibió 1 Fulcrum-C en 1992. La transferencia probablemente se deba al apoyo suministrado durante el conflicto. Moldavia recibió equipos militares (50 TAB-71) y asesores. La fuerza aérea rumana también quería acceder a algunos sistemas utilizados no disponibles en sus Fulcrum por ser versiones de exportación, como el jammer "Gardenya". A la hora de la inspección, los rumanos descubrieron que los jammer habían sido retirados cuando los rusos transfirieron los aviones. El alcance del radar se rumoreó que era un 30% superior.
Hasta día de hoy los 6 Fulcrum restantes siguen en Moldavia. en los últimos años se han intentado subastar, con un precio inicial de sólo 8.5 millones de $. El problema es que están en mal estado porque llevan años sin mantenimiento. El gobierno ha afirmado que si no consigue venderlos los desguazará.