Es interesante lo que comentas sobre los nuevos calibres. He conocido análisis bastante positivos al respecto. Sin embargo no visualizo tan fácilmente el que se opte en Chile por cualquiera de estas alternativas (ni siquiera lo ha hecho USA) atendiendo a que ha costado bastante encaminarse hacia el estandar 5,56 OTAN -que por lo demás es el marco en el que buena parte de las operaciones chilenas (sino todas) deberán tener en el futuro.
¿Cómo lo ves tú?
Es que yo hablo desde el punto de vista eminentemente técnico, que es dotar a las tropas de una herramenta lo mejor posible y no desde el punto de vista económico-logístico-político, aunque sin obviarlos del todo...me explico:
Hay pequeños avances, entiendo que ya muchas unidades de tropas especiales de USA están ocupando calibre 6,8 SPC, como también hay pedidos, entiendo del Ejército de Jordania (Guardia), que equipará a todas sus tropas en este calibre.
El problema se reduce a mi juicio, a que el .223 Rem., es un proyectil bastante capaz, liviano y pequeño, lo que tiene indudables ventajas logísticas y económicas (munición barata, abundante y que puede cargarse en mayor cantidad), pero con efectos terminales y balísticos limitados dentro del rango óptimo hasta las 150-170 yardas, que es por velocidad y precisíon, el rango en que esta bala se "expande violentamente" (mas bien se fragmenta, ya que son balas full metal jacket o compactas) al interior del organismo, produciendo la muy común herida por "estallido y fragmentación" tan difícil de tratar médicamente y que la distingue de la profunda penetración propia de los proyectiles rusos, que producen un solo canal o cavida permanente de pequeño diámetro.
El otro "pero" de esta munición, es su pobre performance balística y de efectos mas allá de los 250 metros y con mayor razón, luego de los 300 o mas metros. Una punta de 55 o 62 grains (comunes), a solo 10 MPH de viento lateral (una ligerísima brisa), se desvía de su objetivo en razón de 6-8 pulgadas cada 100 metros, es decir, que en los 200 metros, estás errando a un blanco del tamaño de un hombre, eso sin contar las desviaciones que se producen en este cartucho pequeño por ramas, hojas u otros obstáculos que afecten su trayectoria.
En este mismo orden de ideas, a los 300+ metros tenemos 2 problemas mas: 1º si tomamos que la mayoría de los cazadores para caza mediana (CPX2), parten de la base que en un animal de piel blanda de hasta 140 kilos de peso necesitas de una energía (transferencia) de mas o menos 1000 libras/pie para tumbarlo convenientemente (balas expansivas, prohibidas en la guerra), y que cualquier experto en balística terminal habla de necesitar unos 440 a 500 libras/pie de energía para causar lesiones importantes e incapacitación para continuar agrediendo en un humano, y tenemos una balita que a los 300 metros está al límite de ambas categorías, con unos 400-500 libras/pie de energía (fusiles de asalto mas comunes) y con proyectiles compactos/blindados, ni siquiera expansivos y con un blanco "que no tiene piel blanda", tiene ropa a veces gruesa, casco balístico, y es cada vez mas común, verlos cubierto de armadura balística, adrenalizados y preparados sicológicamente en condiciones de combate. En resumen, ya no estamos acertando ni incapacitando al adversario tan fácil y 2º a esas distancias, especialmente con carabinas de menos de 16" de barrell (M-4 de 14, 75" por ejemplo), aparte de la peor performance balística, el proyectil no producirá el efecto de "estallar" ni habrá posibles efectos por shock, sino que veremos una pequeña penetración de no mas de 20-25 centímetros, un solo canal de entrada con bajo diámetro y daño.
Estos problemas someramente descritos, son los que sufren a diario las tropas de la OTAN en Afganistán y antes en Irak, en que los adversarios, conscientes de las limitaciones de las armas y cartuchos de las fuerzas de la OTAN, atacan desde distancias superiores a los 300 metros con viejos Enfields en .303 (7,7 mm.) o Dragunovs en 7,62X54 mm., para luego huir sin mayor daño.
Las soluciones propuestas, el 6,8 SPC y 6,5 Grendel, son cartuchos intermedios entre el 5,56X45 y el excelente (pesado, y etc.), 7,62X51, que no efectan tanto la logística por cuanto un cargador de 30 balas, puede fácil cargar 26 y su equivalente en tamaño, peso y dinero, las municiones son bastante similares al 5,56X45 en tamaño y presión en la recámara, lo que implica modificaciones menores en el cajón de mecanismos en las armas actuales (mas el cañón obviamente), pero que por otro lado, proporciona una mejora notable en performance balística y en efectos terminales mas allá de las 300 yardas respecto del 5,56 OTAN, sin el inconveniente del excesivo peso del fusil y la munición 7,62 OTAN.
Además, si partimos de la base que la renovación de la fusilería sería amplia y para todas las ramas, especialmente SIG,s del Ejército, Galil de la FACH y H&K33 y M-16 de la ACH (todos fusiles de largo recorrido en nuestras fuerzas), hablamos de unos varios miles (30-40 mil por lo menos), tenemos motivos para pensar en un producto "integral" (menor precio x volumen), con la ventaja de que también el cartucho permite su uso en ametralladoras de apoyo y en fusiles de precisión, sin sacrificar mayormente sus prestaciones, implicaría por tanto, contar con un cartucho polivalente, standar y con mucho mejores características y capacidades que el 5,56x45 actualmente en uso, reemplazando también de paso el 7,62X51, sin un grave deterioro de las prestaciones de este cartucho, por uno mas pequeño, bastante capaz, barato y ÚNICO cartucho para todas las ramas de nuestras FFAA, para todas sus armas mas comunes y para todos los climas de nuestro querido Chile...he dicho!!!...jejeje.
Saludos cordiales
