Un asunto más, la madera procedente de los naufragios es muy mala opción para calentarse y aún peor para cocinar alimentos. No olvidemos que se empleaba brea para calafatear los buques y esta puede ocasionar varios tipos de problemas, no solo cáncer a largo plazo, sino también envenenamiento a corto plazo, aunque no debería llegar a ser mortal.
Claro, si no hay más remedio habrá que emplear lo que se pueda, pero no estaría de más que nuestro cirujano añadiera recomendaciones de aireación (como calefacción puede emplearse en un medio indirecto como el hipocausto/gloria, quemando la madera fuera del habitaculo). Para cocinar alimentos, se me ocurre que al menos debería evitarse cocinar directamente sobre el fuego y emplear ollas cerradas, y aún así, ir con cuidado.
Un saludo.
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A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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De cuestiones químicas, pienso lo mismo. En la novela que digo, se supone que consiguen productos químicos de una tienda de disolventes y pinturas, que no sé si habrá en Hara en el siglo XVII. Respecto a la seguridad, tres cuartos de lo mismo. Además, habiendo napalm, no sé si se necesita todo eso, pero…
De sanidad. Hay un famoso tópico, de que los cadáveres propagan epidemias, y no entiendo por qué. Sí que ocurre que sus parásitos buscan otro huésped en cuanto empieza a enfriarse, de ahí el peligro que suponían las víctimas de la peste o, tal vez, las del tifus exantemático. Pero, por lo general, los cadáveres huelen muy mal, favorecen que haya ratas (que tampoco es el bicho menos peligroso del mundo), pero es mucho más peligrosa una letrina mal hecha que un millar de muertos.
La cuestión es doble. De sanidad, tal vez el campamento esté bien, pero como haya moscas en las letrinas ya tienen un agente para difundir gérmenes. Además, está el problema de los que ronden las trincheras de primera línea, que lo tendrán peor.
Sobre todo, está la cuestión de la comida. El castillo de Hara está en un sitio muy inconveniente para los sitiadores, en una península abrupta con el volcán Unzen en medio. Dudo que hubiera mucho más que caminos de herradura. Lo malo es que habrá que mover muchas cargas:
- Un guerrero va a necesitar comida. Pongamos cuatro mil calorías diarias: un soldado actual recibe unas 3.800 diarias en combate, pero de alimentos bien preservados, sin pérdidas. Eso viene a ser unos 800 g de arroz más 400 g de otros alimentos (verduras, pescado, que tienen mucho desperdicio). Es decir, unas ciento veinte toneladas diarias. Pero para cocinar todo eso se precisan unas 80 Tn diarias de leña o carbón: el ejército, simplemente para comer, necesita 200 Tn diarias. Pongamos que hay surte y la leña y parte del alimento se consiguen localmente y solo se necesita la mitad, unas 100 Tn.
- Una mula o un caballo puede cargar, cada día, unos 40 Kg (y ya es mucho) para recorrer 40 Km. Significa que cada día tendrán que llegar dos mil quinientas mil cargas.
- El istmo de la península de Shimabara está a 60 Km del istmo que la une a la zona de Nagasaki. Esa mula necesitará tres días para cargar, ir, descargar y volver. Si se le apura, se morirá. Es decir, necesitamos entre seis mil y ocho mil animales de carga.
- Si añadimos a la ecuación caballería (cada caballo necesita entre treinta y cuarenta Kg de forraje y cereal cada día), lo que comen las dichosas mulas, los servidores que puedan tener los samuráis (no me los imagino cociéndose su arroz) y demás, las necesidades se pueden duplicar.
- Lo más divertido es que los caminos de la península van por la costa, expuestos a ataques desde el mar y a sorpresas (de ahí que me gusten más las encamisadas para las líneas de suministro).
Con unos pocos barcos se pueden llevar todos esos suministros sin despeinarse; DE ahíla gran importancia que tuvo el apoyo holandés en la realidad. Por tierra, casi imposible.
Así que los sitiadores van a tener que emplear embarcaciones quieran o no, frente al dominio naval español, y me da que las embarcaciones de Cereceda se van a poner las botas. Y que los sitiadores de Hara estarán delgaditos y pasarán frío.
Saludos
P.D.: había no sé qué dicho de aficionados y de logística.
De sanidad. Hay un famoso tópico, de que los cadáveres propagan epidemias, y no entiendo por qué. Sí que ocurre que sus parásitos buscan otro huésped en cuanto empieza a enfriarse, de ahí el peligro que suponían las víctimas de la peste o, tal vez, las del tifus exantemático. Pero, por lo general, los cadáveres huelen muy mal, favorecen que haya ratas (que tampoco es el bicho menos peligroso del mundo), pero es mucho más peligrosa una letrina mal hecha que un millar de muertos.
La cuestión es doble. De sanidad, tal vez el campamento esté bien, pero como haya moscas en las letrinas ya tienen un agente para difundir gérmenes. Además, está el problema de los que ronden las trincheras de primera línea, que lo tendrán peor.
Sobre todo, está la cuestión de la comida. El castillo de Hara está en un sitio muy inconveniente para los sitiadores, en una península abrupta con el volcán Unzen en medio. Dudo que hubiera mucho más que caminos de herradura. Lo malo es que habrá que mover muchas cargas:
- Un guerrero va a necesitar comida. Pongamos cuatro mil calorías diarias: un soldado actual recibe unas 3.800 diarias en combate, pero de alimentos bien preservados, sin pérdidas. Eso viene a ser unos 800 g de arroz más 400 g de otros alimentos (verduras, pescado, que tienen mucho desperdicio). Es decir, unas ciento veinte toneladas diarias. Pero para cocinar todo eso se precisan unas 80 Tn diarias de leña o carbón: el ejército, simplemente para comer, necesita 200 Tn diarias. Pongamos que hay surte y la leña y parte del alimento se consiguen localmente y solo se necesita la mitad, unas 100 Tn.
- Una mula o un caballo puede cargar, cada día, unos 40 Kg (y ya es mucho) para recorrer 40 Km. Significa que cada día tendrán que llegar dos mil quinientas mil cargas.
- El istmo de la península de Shimabara está a 60 Km del istmo que la une a la zona de Nagasaki. Esa mula necesitará tres días para cargar, ir, descargar y volver. Si se le apura, se morirá. Es decir, necesitamos entre seis mil y ocho mil animales de carga.
- Si añadimos a la ecuación caballería (cada caballo necesita entre treinta y cuarenta Kg de forraje y cereal cada día), lo que comen las dichosas mulas, los servidores que puedan tener los samuráis (no me los imagino cociéndose su arroz) y demás, las necesidades se pueden duplicar.
- Lo más divertido es que los caminos de la península van por la costa, expuestos a ataques desde el mar y a sorpresas (de ahí que me gusten más las encamisadas para las líneas de suministro).
Con unos pocos barcos se pueden llevar todos esos suministros sin despeinarse; DE ahíla gran importancia que tuvo el apoyo holandés en la realidad. Por tierra, casi imposible.
Así que los sitiadores van a tener que emplear embarcaciones quieran o no, frente al dominio naval español, y me da que las embarcaciones de Cereceda se van a poner las botas. Y que los sitiadores de Hara estarán delgaditos y pasarán frío.
Saludos
P.D.: había no sé qué dicho de aficionados y de logística.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
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