Alfonso_Gatsu escribió:VALHAL escribió:Pues no es por crear una nueva polémica, o retornar a un vieja -puesto que este tema ya lo hemos debatido alguna vez- pero yo sigo siendo de la clara opinión de que el acceso de la mujer a La Legión y a otras muy determinadas Unidades debería estar restringido.
Y para aquellos que me vayan a poner a parir tildándome de retrógrado, machista y antidemocrático, primero que se lo digan a un tal Sarkozy y a todos los franceses, que pudiendo darnos alguna que otra lección de democracia, siguen manteniendo ese veto a la mujer en la Légion Étrangère.
Saludos.
Hombre, en cierto modo tiene su punto de vista correcto, porque en un principio fue asi, teniendo en cuenta que la legión es un cuerpo "de costumbres", el prohibir la entrada a la mujer podría ser una de ellas, ¿Pero que más razones hay para vetarle la entrada?
¿En un principio? Estas muy equivocado...
Esto ha sido así no en un principio, sino durante toda la Historia de La Legión, desde su creación el 28 de enero de 1.920 hasta hace dos días, pues aún durante toda la década de los 90 estubo vetada la entrada de la mujer a La Legión -excepto desde 1.996 en el Grupo Logístico, por no ser dicho Grupo una Unidad "táctica u operativa"-.
No creo que el hecho de que La Legión "sea un cuerpo de costumbres" convenciera mucho a la mayoría de la gente para mantener ese veto, aunque sí es cierto que es un hecho que podría contribuir a justificarlo, por cuanto la presencia de "Damas Legionarias" atenta radicalmente contra la esencia de esta Unidad de "Novios de la Muerte", de camisa abierta enseñando el pecho, "por si la Muerte aparece, pues tal Señora merece, no hallar cerrada la puerta".
En definitiva, en una Unidad eminentemente tradicionalista, dotada de un importantísimo componente místico, esta incorporación de la mujer irrumpe como un elefante en una cacharrería.
Pero, repito, no creo que sea éste el principal argumento que se pueda utilizar para reinstaurar ese veto que siempre existió a la servidumbre oficial del personal femenino en La Legión, de cara a convencer a la mayoría de la sociedad. (De hecho creo que, con la actual comedura de tarro colectiva acerca de lo "políticamente correcto", se va a hacer más bien imposible lograr ese convencimiento, por muy buenos argumentos que se muestren).
Un argumento eminentemente práctico ya lo he ofrecido, y es la comparativa con otra Unidad con la que hasta hace no demasiado compartió bastantes similitudes en cuanto a forma de ser y funcionar, con las peculiaridades lógicas de cada una: la Légion Étrangère. O con otras de países con los que compartimos alianza, en los que determinados puestos, por sus especiales características, sí están vetados al personal femenino; y nadie se hecha las manos a la cabeza, ni llama antidemócratas, machistas o retrógrados a sus políticos.
Otro motivo, y ya que últimamente leo bastante por los hilos de este foro que "La Legion ya no es lo que era, es ahora una unidad de infantería más", es el tremendo bajón que en la exigencia y disciplina del Legionario se ha producido puesto que, no nos engañemos, la forma sumamente estricta de actuar antiguamente en los Tercios, que tan buenos resultados dio, no se puede mantener con personal femenino (ni de coña). Es decir, nos encontramos que esta incorporación provoca una pérdida de disciplina y rigidez en las Unidades, con la consecuente pérdida de eficacia en las acciones de las mismas.
Se podría debatir también sobre el efecto que la pérdida de un compañero de sexo femenino provoca en la psicología del resto de sus compañeros, y las consecuencias adversas en que ésto puede derivar en una guerra. Desde luego, es éste un tema que ya se ha tocado más de una vez en este tipo de debates...
Finalmente, y a los hechos me remito, está claro que el porcentaje de personal femenino que puede aguantar el ritmo de una Unidad de combate, cuando las exigencias de dicha Unidad de combate se llevan al extremo, como ocurre por las características e Historia de La Legión, es ínfimo.
De esta manera, es lamentable ver en un desfile a 180 pasos por minuto cómo algunas "legionarias" no pueden ni con su alma, corriendo más que desfilando; y más lamentable aún es comprobar como algunos, no se sabe convencidos por quién, siguen alabando las virtudes de la incorporación femenina, haciendo observaciones sobre cómo "pueden desfilar perfectamente como cualquier legionario".
Si esto es así, mucho más en una marcha con equipo y armamento, o en un paso ligero, que a mí me ha tocado más de una vez observar cómo lo que antes eran compañías compactas cuyas alineaciones no se rompían en absoluto a paso ligero, pudiendo observarse hasta las diagonales, ahora se convierten en ristras de chorizos en las que la cola desperdigada está constituida fundamentalmente por alguna culona que no puede con su alma, y algún culón también que mejor estaría de ranchero o en una oficina -con todos mis respetos, que yo también he sido oficinista y he hecho servicios de cocina- que en una compañía de fusiles.
La diferencia es que, en el caso del personal femenino, la que aguanta el ritmo suele ser la excepción, o en todo caso es el ritmo de la compañía el que se tiene que adaptar al ritmo de la legionaria.
Al final muchas veces este veto que siempre existió con toda lógica y que ahora ha desaparecido teóricamente, termina dándose en la práctica, siendo las "legionarias" destinadas finalmente a tareas en la Plana de Mando o en otros menesteres menos exigentes físicamente que un puesto de fusileros; así que, que me expliquen dónde está esa supuesta conquista de la igualdad...
Pero bueno, si esta incorporación sirve para que más de uno y más de una se crea que somos los más progresistas y democráticos, y los más guays, pues nada, sacrifiquemos la calidad de nuestra Defensa y nuestra Seguridad en haras del supremo bien de la igualdad (mal entendida).
Y para aquél que ahora me venga a contar cómo tiene una conocida suya que es Rambo VI y se come a toda su compañía de fusileros en la XXIII Bandera de La Legión en Alcantarilla, decirle que me consta que hay mujeres muy válidas como militares, y que sirven más y mejor que muchos militares hombres, pero son las excepciones, y no se puede legislar para una excepción, sino para la generalidad y el bien de la mayoría.
Saludos.