pacopin escribió: ↑12 May 2024, 12:55Sin duda que lo son, pero yo quiero saber cual es la torpeza esa. Por ejemplo esa ocasión en la que los gobiernos occidentales condenaron que Israel entrara en un hospital en el que estaba el principal centro de mando y control? ¿Qué debía hacer Israel? ¿Hacerles caso, no entrar y quedarse mirando en la puerta?
Ni tú te crees eso.
¿Qué torpeza?
Como tengo tiempo, empecemos desde antes del 7-O: ¿Acaso no es una torpeza todo el asunto de la colonización de Cisjordania? Una torpeza que llevan cometiendo desde hace décadas y que predispone a una parte de la opinión pública mundial contra Israel y a favor de los palestinos, y eso por no entrar en que es un obstáculo para llegar a un acuerdo de paz con los palestinos moderados, que es a los que Israel debería intentar promover para que aislen a los radicales. En este hilo he leído justificaciones, que Palestina nunca ha existido, etc... Eso no son más que pamplinas y tecnicismos. Es asumido por gran parte del mundo que Palestina existe, reconocida o no, y que su territorio incluye Gaza y Cisjordania. Pretender que Israel no sea percibido de forma negativa mientras va ocupando Cisjordania poco a poco es de una torpeza infinita, y bastante bien librados han salido de ese tema en los últimos 30 años, en los que se ha disparado el número de asentamientos.
Una vez tuvieron lugar los atentados, evidentemente Israel tenía que responder, entrar en Gaza y desmantelar la estructura de Hamás. En este hilo había quien abogaba por no hacer nada, pero esa es una solución fantasiosa y que no resolvería nada. Una vez asumido que iba a haber una batalla urbana en Gaza, potencialmente con decenas de miles de víctimas civiles, Israel debería haberse esforzado al máximo por contrarrestar el relato del "genocidio" que iba a vender Hamás y sus partidarios, conscientes o inconscientes, en Occidente. ¿Cómo? Pues poniéndose al frente del envío de ayuda humanitaria en lugar de entorpecerlo con excusas justificadas o no. Evacuando ellos mismos a los civiles a campos de refugiados temporales protegidos por el ejército israelí, en zonas seguras de verdad, e incluso en territorio israelí si hacía falta (para eso podrían pedir ayuda a Occidente), y dejando claro en todo momento que su guerra era contra Hamás, que no pretendían erradicar a los palestinos y que les devolverían el territorio una vez concluidas las operaciones militares. ¿Han hecho todas esas cosas? No. Lo que están haciendo es reforzar los prejuicios anti-israelíes que han anidado en gran parte de la opinión pública mundial, hasta el punto de que se vea bien acosar a una cantante de 20 años en un festival musical.
Además, al mismo tiempo, deberían haber planteado una solución definitiva al conflicto con los palestinos moderados, para dejar bien clara la separación entre ellos y Hamás, presentando esta guerra como un punto de inflexión y añadiendo una zanahoria jugosa: el desmantelamiento de al menos una parte de los asentamientos en Cisjordania, y tal vez compensaciones territoriales a cambio del reconocimiento por parte palestina de algunos de los más grandes.
Por último, tampoco hubiera hecho daño a la causa israelí que Netanyahu hubiera dimitido y dejado en manos de otros la gestión del conflicto (y no son pocos los israelíes que piensan lo mismo que yo). El problema es que, con el nivel de radicalización de la política israelí, dudo mucho que en estos momentos sean capaces de reunir a un gobierno capaz de llevar a cabo una estrategia coherente y razonable para solucionar el embrollo en el que están metidos. De hecho, estoy seguro de que los más radicales preferirían morir antes que aceptar algunas de las soluciones obvias que he mencionado.