Exacto, el Raptor cada vez le aumentaron más el precio, los políticos lo que hacen es crearle propaganda y decir que es lo mejor de lo mejor, aquí algunos accidentes:
Los problemas con las unidades de producción
Pasaron muchos años sin problemas aparentes, mientras el aparato entraba en producción y se trabajaba en su desarrollo final. Pero lo no resuelto en la época de despilfarro pronto comenzaría a cobrarse su costo.
El primer choque de un Raptor de producción ocurrió casi dos años después de la entrega de la primera unidad, durante un despegue en la Base Aérea de Nellis, el 20 de diciembre de 2004. El piloto pudo ejectarse antes del impacto y no recibió heridas de consideración. La investigación determinó que una breve interrupción eléctrica durante el apagado del motor previo al vuelo causó un malfuncionamiento en los sistemas automáticos de control de vuelo.
http://www.youtube.com/watch?v=faB5bIdk ... r_embedded
Se corrigió este problema para que no volviera a suceder. Se trató, en definitiva, de uno de tantos accidentes que cualquier avión avanzado tiene cada tanto, sobre todo cuando se acumulan las primeras miles de horas de vuelo.
Sin embargo, cosas más curiosas comenzaron a pasar cuando el aparato comenzó a entrar en servicio. 2006 y 2007 serían años marcado por estos raros incidentes, particularmente porque, con muchos Raptors en vuelo, sus problemas salían a flote más rápidamente.
Imágenes del rescate del piloto atrapado en la cabina en el incidente del 10 de abril de 2000. Sin duda una situación bastante insólita. El Raptor no sufrió solo el corte de la cúpula, sino que el interior quedó sucio de esquirlas y aceite, así como también su exterior (véanse las manchas en la segunda fotografía).
Tal vez lo más extraño sucedió el 10 de abril de 2006, cuando un piloto sencillamente no pudo abrir su cabina para salir del aparato. El sistema había informado que, aunque cerrada, la cúpula no estaba asegurada para el vuelo. El piloto reseteó el sistema varias veces, pero éste quedó trabado, encerrándolo. Luego de 5 horas de intentarlo todo, el personal de mantenimiento tuvo que tomar una insólita decisión: marcar sobre la cúpula de policarbonato una ventana y cortarla con una sierra. Los bomberos realizaron la tarea y el piloto pudo salir. Aunque el costo de la pieza no era extremadamente alto (unos 180.000 dólares), fue una derrota moral para un diseño que había invertido tantos años y dinero en ser lo mejor de lo mejor. La causa del problema no se supo.
Pocos días antes, el 3 de mayo, se hizo público un reporte que detallaba un serio problema en las primeras 80 unidades del Raptor. Una sección frontal hecha de titanio no había sido adecuadamente tratada durante su fabricación, al no recibir el calor necesario por el suficiente tiempo. Esto hizo que el metal fuera menos dúctil de lo esperado, acortándose así la vida útil de las células de estos Raptor. Confirmado esto, se comenzó a trabajar en su reparación.
El febrero de 2007, mientras se realizaba el primer despliegue a larga distancia del F-22, seis de ellos volaron desde Hawaii hasta Japón. Al cruzar la línea de cambio horario internacional la computadora sufrió un súbito apagón. Los subsistemas de combustible, navegación y algunos de los de comunicación se apagaron. Afortunadamente el grupo viajaba acompañado de aviones tanqueros, los cuales pudieron darle apoyo técnico y los guiaron de regreso a Hawaii, en donde el problema fue solucionado: algunas líneas de código defectuoso en el sistema operativo del avión. Aunque fue solo un susto, de haber estado acompañados o si hubieran estado en una situación climática peligrosa, podrían haberse perdido tanto los aparatos como los pilotos.
En octubre de 2007, se supo que grandes partes del Raptor, en particular ciertos paneles de acceso, sufrían problemas de corrosión o comenzarían a tenerlos en el futuro. Lo peor es que la empresa fabricante del aparato sabía que estas piezas presentarían ese problema desde hacía 10 años. Este incidente no ayudó en nada a mantener la confianza de los políticos que, en ese momento, decidían qué sucedería con el F-22. La USAF tuvo que gastar bastante dinero en hacer pasar a sus Raptors en servicio por la base aérea de Hill, en donde las piezas debían ser reemplazadas. Se calcula que solo cambiar cuatro paneles de acceso principales costó unos 50.000 dólares por avión.
Por si fuera poco, por esas fechas se supo que la parte trasera del aparato no podría cumplir la cantidad de horas de vuelo estipuladas. A los primeros 41 Raptors se les debía agregar un refuerzo de aluminio para solucionar ese problema.
La USAF también tuvo que reparar las uniones de las alas en 61 unidades, posiblemente las primeras. Aunque la empresa fabricante tomaba nota de todos estos problemas y los solucionaba sobre la marcha, los gastos constantes de la USAF en reparaciones le hacía perder dinero que podría haberse usado mejor en otras áreas, además de minar la endeble opinión de los políticos sobre el Raptor.
A comienzos de 2008, a la seguidilla de errores se le agregó problemas con el pegamento que unía el material absorvente al radar con la célula y las alas. Como consecuencia este material se desprendía, haciendo más visible al aparato en el radar. Según se sabe, el año anterior el motor de un Raptor había absorvido un trozo de este material, causando daños por 1,2 millones de dólares.
Los extraños accidentes e incidentes del cual el Raptor ha sido protagonista no han ayudado nada a ganarse un respaldo político. Si bien los militares estadounidenses no paran de decir que es lo mejor que ha volado y volará en décadas, los responsables civiles están bastante descontentos por su costo.
Así como en otro momento el Congreso y muchos analistas desconfiaron de los planes del US Army, el programa del Raptor les ha dado muchos argumentos a una nueva generación de políticos y especialistas. La creencia de que el gobierno de EEUU lanza toneladas de dinero en el gran pozo negro de las empresas de armas, que luego la malgastan en resultados medriocres, se ha afirmado. Se dan muchas excusas, como la complejidad del aparato y lo avanzado de ciertas partes. Lo cierto es que desde el programa ATF ya han pasado más de 25 años (el Raptor debía entrar en producción en 1994), y muchos errores han sido de diseño y fabricación, nada relacionados al avanzadísimo sistema de radar o de computación.
En años de guerra y enormes gastos militares y de seguridad, hubiera sido poco probable que el Congreso de EEUU hubiera aprobado más fondos para la compra de un volumen mayor de Raptors. Sin embargo, los constantes problemas que arrastra el proyecto lo han ido hundiendo lentamente. En este sentido, el F-22 está por enfrentar su mejor o su peor hora. Cuando los primeros escuadrones afronten situaciones reales de combate y tengan que ser desplegados a diversas partes del mundo, demostrará de una vez por todas si es lo que pretende ser, o un gran fiasco. Muchos ojos están esperando una cosa o la otra.
[/URL
]
[URL=http://img266.enlaceno.us/i/f22incidente05.jpg/]
Imágenes del rescate del piloto atrapado en la cabina en el incidente del 10 de abril de 2000. Sin duda una situación bastante insólita. El Raptor no sufrió solo el corte de la cúpula, sino que el interior quedó sucio de esquirlas y aceite, así como también su exterior (véanse las manchas en la segunda fotografía).
Extraído de
http://cssbl.com/aire/f22-incidentes.htm
Lo del choque dolió mucho

y más

, pero la cabina, uff
