General Ochoa

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y la historia militar cubana. La DAAFAR y sus MiGs. MGR. Bahía de Cochinos, Crisis de los Misiles, Guerras de Angola, Etiopia, 1895 y otras.
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alejandro_
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General Ochoa

Mensaje por alejandro_ »

Este año es el 20 aniversario del arresto y fusilamiento del general Ochoa junto a otros oficiales. Un artículo publicado en El País:

Cuba: el sable del general Ochoa

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FAR) nunca han utilizado sus fusiles para reprimir a la población. El eficaz aparato policial de la dictadura ha hecho hasta ahora innecesaria su intervención. Pero el grado de insatisfacción de los cubanos es cada vez mayor. El Gobierno teme que se produzca una revuelta popular como el maleconazo de 1994, sólo que esta vez no sería para pedir democracia y libertad, sino el final del permanente periodo especial en que vive la isla desde el hundimiento de la Unión Soviética, y que se ha agravado en los últimos meses por la escasez de alimentos y los cortes de luz. En las calles de La Habana han comenzado a aparecer carteles con la leyenda "Abajo Raúl".

El dilema es cómo van a responder las FAR en el caso de que miles de personas se lancen a la calle para pedir alimentos. Salvo la cúpula militar que goza de las mismas prebendas que la nomenclatura, los oficiales del Ejército cubano y sus familias sufren las mismas penalidades de la población civil. Por si fuera poco, no se han recuperado todavía del malestar que les produjo el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa, el militar más popular, el más condecorado, el vencedor de la guerra de Angola, distinguido con el galardón de Héroe de la República de Cuba, que fue ejecutado como un delincuente hace 20 años, el 13 de julio de 1989.

El general Ochoa y tres altos oficiales, el coronel Antonio de la Guardia, el mayor Amado Padrón y el capitán Jorge Martínez Valdés, fueron procesados en un juicio sumarísimo por el delito de alta traición a la patria y a la revolución y ajusticiados. La conmoción que produjeron aquellas ejecuciones y las subsiguientes purgas que se llevaron por delante, entre otros, al poderoso ministro del Interior, el general José Abrantes, permanece en el inconsciente colectivo. Con aquellas muertes, los hermanos Castro reforzaron su poder al matar dos pájaros de un tiro: por un lado, borraron las huellas que implicaban al Gobierno cubano en el narcotráfico; y por otro, se deshicieron de un rival en un momento muy peligroso para la revolución, tres meses después de la visita a la isla de Mijaíl Gorbachov, cuando la perestroika se discutía abiertamente en los cuarteles.

En 1975, Cuba desplegó el primer contingente de los más de 40.000 soldados que fueron enviados a luchar a la lejana Angola. La muerte del Che Guevara en Bolivia y el fracaso de la insurgencia apoyada por Cuba en América Latina llevaron a Fidel Castro a dirigir a otras tierras el concurso de sus "modestos esfuerzos". Las legiones cubanas se desplegaron en el Congo, Eritrea y sobre todo en Angola. Pero el Gobierno cubano, a pesar de la ayuda soviética, no contaba con los recursos necesarios para financiar esas guerras. El coronel Antonio de la Guardia dirigía entonces el Departamento MC (Moneda Convertible) del Ministerio del Interior. Desde Panamá, donde operaba, había tejido una compleja trama de sociedades comerciales para aprovisionar a Cuba de equipos y tecnología, difíciles de conseguir debido al bloqueo estadouniden

-se. Todo ese entramado sirvió de sostén a las tropas expedicionarias en Angola, que se autofinanciaron con el contrabando de oro, diamantes, marfil y también con droga, algo común en las guerrillas de América Latina.

En su libro Dulces guerreros cubanos, Norberto Fuentes asegura que Fidel Castro estaba al tanto de las operaciones de narcotráfico y pone en boca de su hermano Raúl estas palabras: "Fidel dice que en definitiva todas las guerras coloniales en Asia se hicieron con opio. Entonces nada más justo que los pueblos devolvamos la acción, como venganza histórica".

En 1983, el presidente de Estados Unidos Ronald Reagan afirmó que funcionarios cubanos de alto rango estaban involucrados en el narcotráfico. Fidel Castro dio la callada por respuesta. Pero seis años después, a comienzos de 1989, la DEA, la agencia antidroga del Gobierno estadounidense, descubrió que el departamento MC del Ministerio del Interior cubano estaba implicado en una operación del cartel colombiano de Medellín, dirigido por Pablo Escobar, para enviar un cargamento de cocaína a Estados Unidos. La bomba tanto tiempo oculta podía estallar de un momento a otro. Fidel Castro podía ser acusado de complicidad en el tráfico de drogas. El comandante tenía que hacer algo sonado para despejar cualquier duda sobre su honorabilidad.

El 12 de junio de 1989 el general Arnaldo Ochoa y sus más próximos colaboradores fueron detenidos y acusados de narcotráfico. La sorpresa, sobre todo en los cuarteles, fue general. Sólo unos pocos enterados estaban al tanto de los hechos y se imaginaron que era una maniobra de distracción. Dariel Alarcón Ramírez, alias Benigno, superviviente de la guerrilla del Che en Bolivia, entonces muy cercano al poder, escribió en su libro Memorias de un soldado cubano. Vida y muerte de la Revolución que "corría el rumor por todo el Palacio de que iban a juzgar a Arnaldo (Ochoa), Tony (Antonio de la Guardia) y los demás para aplacar a los norteamericanos y, sobre todo, para sacar a Fidel del atolladero. Después los escondería en algún sitio, bien protegidos. Se habló mucho de Cayo Largo para Ochoa. La verdad es que no estábamos preocupados".

Durante el juicio, retransmitido por televisión, el propio Ochoa se mostró despreocupado al principio y luego arrepentido. "Creo que traicioné a la patria y, se lo digo con toda honradez, la traición se paga con la vida", le dijo a su conmilitón, el general Juan Escalona Reguera, fiscal de la causa.

La autoconfesión del general Ochoa, algo común en todos los procesos estalinistas, como ha ocurrido recientemente con Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, formaba parte de la farsa. Pero contra todo pronóstico, Arnaldo Ochoa y sus compañeros de armas fueron condenados a muerte y fusilados. La sorpresa fue mayúscula. Brian Latell, analista de la CIA en temas cubanos, escribió en su libro Después de Fidel. La historia secreta del régimen cubano y quién lo sucederá que Fidel Castro urdió la crisis. "El único crimen de Ochoa -escribe Latell- fue cuestionar la autoridad de Castro (...) Fidel pensó que Ochoa debía ser condenado por crímenes realmente horribles (...) para así excluir toda posibilidad de alguna reacción violenta de los militares (...). Los cargos de narcotráfico eran una cortina de humo".

Durante los 20 años que han transcurrido desde aquellas ejecuciones, los oficiales del Ejército cubano, principalmente los capitanes y comandantes educados en los ideales que encarnó el general Ochoa, han visto cómo los hermanos Castro y los altos oficiales de las FAR han seguido celebrando el banquete de la victoria, mientras el pueblo cubano iba de peor en peor. Ahora que la fiesta toca a su fin, los oficiales jóvenes temen perder su derecho de primogenitura sin la esperanza de poder ocupar las vacantes que inexorablemente van a dejar los viejos generales. Asisten, como el resto de la población, a los funerales de una revolución que les ha condenado a vivir miserablemente en casas ruinosas, castigados por los apagones y la falta de agua; padecen las deficiencias de un sistema de salud seriamente enfermo, y hacen largas colas en las bodegas para comprar los productos cada vez más escasos de la libreta de racionamiento. Y tienen también que resolver, es decir tienen que robar como los civiles para poder sobrevivir. En medio de esa debacle crece cada vez más la posibilidad de un estallido social o de un nuevo éxodo hacia Estados Unidos, y con ello la probabilidad de que les ordenen salir a la calle para "defender" a la revolución de las víctimas que ha creado la propia revolución.

El general Arnaldo Ochoa murió fusilado hace 20 años, sin que su sable hubiera sido utilizado nunca contra la población civil. Los que llegado el caso se vean obligados a empuñarlo tendrán que decidir en qué dirección van a dirigir el mandoble.

Vicente Botín fue corresponsal de Televisión Española en Cuba y es autor del libro Los funerales de Castro.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/ ... iopi_4/Tes


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Col Raspeguy
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Mensaje por Col Raspeguy »

General Arnaldo Ochoa

Justamente 30 días transcurren desde el arresto del “Héroe de la República de Cuba” y su fusilamiento por “graves delitos contra la Patria”. El “Héroe” es un militar que ha servido dúctilmente al régimen. La “Patria” es Castro quien, temeroso de la popularidad del General de División, quiere culparlo de los delitos autorizados por el propio dictador y que ya los tribunales norteamericanos habían comenzado a juzgar.

Persigue Castro dos propósitos: salir así del incomodo general y desligar su propio nombre del proceso de narcotráfico iniciado, precisamente en Miami, por un Gran Jurado Federal que lo complicaba, junto al General Manuel Antonio Noriega, en actividades relacionadas con drogas.

El 11 de junio, dos días antes del arresto del General Arnaldo Ochoa, la Prensa Asociada había dado a conocer que funcionarios de la Administración del Presidente Bush mostraban su preocupación con el reciente aumento del tráfico de drogas con una aceptación o participación directa de autoridades cubanas. Ya, antes, otro Gran Jurado había acusado al Vicealmirante Aldo Santamaría Cuadrado –Jefe de la Marina Cubana- de haber aprovisionado y protegido barcos que llevaban drogas de Cuba, procedentes de Colombia a los Estados Unidos.

Castro prefirió proteger a Aldo Santamaría, que, no comandando fuerzas militares, no era para él un estorbo, y salir, desacreditándolo, del militar que se había cubierto de tanto prestigio (se ignoraban sus deplorables acciones) en el Cuerno de África: Etiopía, Somalia y Eritrea, que le hace merecedor al regimiento del Ejército Occidental, del que es jefe, de ser declarado “Unidad Iniciadora de la Emulación Socialista”, y que desarrollará en Angola, el corazón de África, la primera gran batalla mecanizada desde la Segunda Guerra Mundial. Allá llegará, designado como “Jefe de la Misión Militar”.

Cuito Cuanavale, Lubango, Teshipa, Calueque, son batallas libradas por Ochoa a quien Castro, desde su “Cuarto de Operaciones” instalado en la segura y lejana Habana, le envía instrucciones –que no son atendidas- de cómo mover las tropas, la artillería, los tanques. Pero Castro, a espaldas de Ochoa, ha convenido en una solución no militar. Entrará en negociaciones que conllevan la retirada de las tropas cubanas.

Ya Ochoa no es útil. Es el momento de prescindir de él. De retirarlo y desacreditarlo. El miércoles 14 de junio se informa en la prensa escrita y en la radio que “el General de División Arnaldo Ochoa Sánchez había sido arrestado y sometido a investigación por graves hechos de corrupción”.

Primero –serán las más largas horas de su vida- lo harán comparecer ante un Tribunal de Honor formado por la totalidad de los 47 generales de las Fuerzas Armadas. Lo presidirá el General de División Ulises Rosales del Toro, el mismo que en 1963 participó en Argelia como jefe del grupo táctico de combate durante la guerra con Marruecos, sirviendo a las órdenes del entonces Comandante Efigenio Ameijeiras.

Ochoa se sabía perdido. Tal vez tratando de evitar la aplicación de la pena máxima afirmó al concluir este juicio:

“La Revolución me tiene a su servicio, y si se me impone esta condena que pudiera ser fusilamiento, en ese momento, les prometo a todos, que mi último pensamiento será para Fidel Castro por la gran Revolución que le ha dado a este pueblo. Gracias”.

De poco le sirvió. Seguirán las amargas horas el “Héroe de la República de Cuba”. El viernes 30 se radica el Juicio Sumarísimo de la Causa No. 1 del Tribunal Militar, presidido por el General de División Ramón Espinosa, aquel comandante que, quince años antes, en Angola, mientras otros combatían, desempeñará la triste labor de proteger las instalaciones petroleras de la Gulf. Actuará de fiscal el General de Brigada Juan Escalona Reguera quien, aunque médico de profesión, en los primeros años de haber llegado Castro al poder se había distinguido como implacable fiscal en distintos juicios revolucionarios. El jueves 6 se dicta la sentencia: la pena capital para Arnaldo Ochoa.

Ya Castro ha responsabilizado en el proceso y en la condena a la totalidad de los generales que componen las fuerzas armadas. Exigirá, ahora, el apoyo a la sentencia de todos los demás oficiales y funcionarios. Para ello ordena celebrar la reunión del Consejo de Estado al que tendrán que concurrir los 29 miembros que lo integran, exigiendo que “cada uno emita su opinión y vote”. Todos lo hacen. Todos condenan la “traición a nuestro pueblo, a nuestro Partido, a la Revolución” cometida por Ochoa. Sin excepción, de forma unánime, el Consejo de Estado expresó su pleno apoyo a la sanción impuesta.

El 13 de julio de 1989 –a los 30 días de haber sido arrestado- la sentencia a la pena capital dictada por el Tribunal Militar Especial fue aplicada al amanecer poniéndole fin a las más amargas horas del General de División Arnaldo Ochoa Sánchez, “Héroe de la República de Cuba”.

Saturno seguía devorando a sus propios hijos.


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guerra1
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Hola

Mensaje por guerra1 »

Seria bueno conversar de las campañas de Ochoa,como la del Ogaden donde derroto al ejercito somali.


BKU
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Mensaje por BKU »

Hola a todos !!! temita caleinte este :conf: . Estaba yo en la academia del MININT cuando ocurrio todo lo de OCHOA, me hice eco de rumores hechos por hijitos de generales los cuales no mencionare; solo dire que de la antes presa ahora un charquito de NIÑA BONITA se extrajo una buena cantidad de armamento de asalto( eso yo lo vi ), "que segun tengo entedido" estaban destinadas a soldados de la unidad de tropas especiales que esta cerca del Aeropueto de BARACOA(provicia habana) con un solo objetivo; un supuesto "golpe de estado", "segun comentarios" a El general OCHOA se le permito miles de cosas, "pero segun comentariso tambien" despues de su misión en Angola "descuidada por el mismo" el solicita ante su ascenso a GANERAL DE CUERPO DE EJERCITOS( como si descuidas una misión tevoy ascender , no entiendo y mas, a un grado militar nuevo para este tiempo, Cuba nunca los habia tenido, pero bueno), pide la fuerza aereas del occidente cosa que no venia dentro de su responsabilidad o que no se subordinaba a este grado militar por su importacia y es que," segun comentarios" se practica una investigación profunda y se descubre sus supuesta inteciones de acometer un golpe de estado y es condenado por alta tración no a la patria pero si a Fidel.. por que digo esto?; comentarios tambie? era el unico oficial de mas alto rango que quedaba de la vanguardia del ejercito rebelde( Che y Camilo) y por eso le podia decir la verdad en la cara a cualquiera de los altos oficiales incluyendo a los hermanos Fidel y Raul; golpes en la mesa gritos en la cara etc, ahora; quizas esto no sea como para publicar , pero estoy como que cansado de oir lo mismo , que si la droga , cuando todos sabemos que lo de la droga no fue motivo ni lo sera , el trafico en africa, que general no trafica en Cuba?, lo de descuidar la misión en Angola, hasta cuando con eso si todos sabemos que la guerra en Angola era un centro de esperimantación donde productores de armas de guerra de guerrillas provaron miles porquerias e invetos, esa guerrita tenia ojos por todas partes , quizas esto sean comentarios de pasillos y chismes de hijitos de generales y alguin mas , Pero..." cuando el rio suena es por que piedras tiene en el fondo ... "saludos


Blanco
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