Relato: 2008. La Llamarada del Fénix

Las guerras y conflictos en la región latinoamericana, desde la Conquista hasta las Malvinas y el Cénepa. Personajes y sucesos históricos militares.
Interor
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Relato: 2008. La Llamarada del Fénix

Mensaje por Interor »

Sigo con ansiedad su relato, acompañándolo con la imaginación de la escena.


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flanker33
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Mensaje por flanker33 »

Hola Interor,

en breve espero poder subir algunas ilustraciones para el relato. Mientras tanto dejo otro fragmento del mismo.

Saludos.


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flanker33
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Mensaje por flanker33 »

5 de marzo. Mar Caribe, a 10 millas al oeste de Fort de France. Martinica

Eran las 5 y pocos minutos de la mañana y hacía algo más de una hora que había entrado de guardia. Miguel Alejandro Rodríguez, 1er Oficial del buque, se encontraba en el puente de mando coordinando y preparando la maniobra de recalada en el puerto de la capital de Martinica, cuyo atraque tenía previsto una hora después. La motonave “Andrea”, un mercante de bandera chipriota que transportaba carga general a la isla, pertenecía a una naviera holandesa que tenía su principal área de negocios en el Caribe. Su tripulación estaba compuesta principalmente por filipinos y algunos centroamericanos en la marinería, con oficiales de maquinas ucranianos, y los oficiales de cubierta conformados por un panameño y dos venezolanos; incluido el primer oficial, un experimentado marino mercante de 46 años y ex-oficial de la Armada venezolana. El comandante de la nave era el capitán Tobias Baum, un amargado lobo de mar de nacionalidad alemana que consideraba aquel destino lejos de su hogar como una especie de expiación por algún pecado cometido en mares europeos.

Rodríguez estaba concentrado en actualizar la posición de la nave y estar atento al trafico en la zona a la vez que hablaba con las autoridades portuarias, mientras el capitán se encontraba taciturno en su sillón de mando y el timonel hacia de serviola en el alerón de babor haciendo un chequeo visual de todo el trafico circundante.
-Mr. Rodriguez, are you aware that there is a ship close to our port bow?. – dijo el capitán con tono sarcástico.
-Yes sir, CPA 1,3 miles in 9 minutes, speed: 23 knots – respondió Rodríguez, casi que mecánicamente.
-Keep an eye on it.- dijo el capitán. Acomodándose en su silla y escondiendo una sonrisa que dejaba ver como le complacía molestar a su primer oficial.

El primer oficial miró al capitán, y tan solo hizo un gesto con la cabeza, como no dándole importancia al asunto. “De acuerdo” pensó Rodriguez. Pero no por ello dejó de seguir sus labores, sabiendo la importancia que tiene el estar atento al mínimo detalle en una maniobra de recalada a puerto, y tras unos minutos volvió a acercarse al radar para actualizar su posición. Efectivamente iba a pasar cerca, pero no había riesgo de colisión, sin embargo le había llamado la atención que llevase apagado el sistema AIS (Automatic Identification System, por sus siglas en ingles) el cual le permite a otros buques conocer su rumbo, velocidad, destino y carga entre otras informaciones.
Esto le dio curiosidad, y tomando los binoculares oteo el horizonte y observo el buque para asegurarse una vez mas que pasarían “roja con roja”.
Aunque faltaba algo más de media hora para que amaneciera, las noche era clara y la visibilidad suficientemente buena como para ver el perfil del buque que pasaba poco mas de una milla por la amura de babor. Rodríguez se sorprendió por lo que veía. No tuvo duda alguna...aquel cañón en la proa, aquel mástil de sensores y antenas, otro cañón más pequeño en la cubierta de popa y aquel punto de aterrizaje para helicópteros lo identificaban casi sin lugar a dudas como una de las fragatas ligeras de la Armada Colombiana.
El Primer Oficial había leído los informes de que les habían remitido de la naviera sobre unas maniobras navales multinacionales en las aguas adyacentes a Martinica, y las zonas restringidas durante algunos días según los reportes en los Notices to Mariners. Aquello cuadraba. Una FFL colombiana que estaba en aquellas maniobras, ¿a donde se dirigía?, ¿seria posible que estuviese volviendo a Colombia?. Una hora después aun podía verse en el radar como mantenía el mismo rumbo y velocidad, el AIS apagado... era muy posible que como resultado de la tensa situación entre Venezuela y Colombia, recibiera ordenes de volver a sus aguas...tenía que comunicar la posición, hora, rumbo y velocidad a la Comandancia General de la Armada de Venezuela lo antes posible.

Se dirigió a la sala de radio, con toda la intención de comunicarse con un antiguo compañero de promoción que estaba asignado a la comandancia, pero antes de salir del puente necesitaba que Baum le autorizara a abandonarlo y hacer uso de los equipos para otros fines que no fueran las maniobras propias para recalar en el puerto.

-Captain, may I go out for the radio room for a minute ? I need to make an urgent call.

Baum lo miró con suspicacia. La relación entre ambos hombres no era demasiado buena.

-¡Nein! – respondió- you are on duty, it's not the time for calling any girlfriend!.

“Mierda, maldito amargado, como le gusta joderlo a uno”, pensó Rodríguez mientras buscaba algún modo de poder burlar la orden de su capitán.
Al final, y bajo la atenta mirada del teutón, no la encontró, y hubo de continuar con su trabajo.

Cuando ya se suponía que debían haber atracado, todavía aguardaban casi en la misma posición, y para aumentar mas la tensión del momento, las autoridades portuarias informaban por el radio que tendrían que esperar un poco más, debido al mucho tráfico en el puerto y no tener prioridad para entrar a la rada.

“coñ*, lo que me faltaba”,- penso Rodriguez- todavía tardaría más en poder comunicar su avistamiento a las autoridades de su país. Aquel encuentro había sido un golpe de suerte, pero parecía que no iba a poder aprovecharlo.
“Paciencia” se dijo, “la fragata todavía está lejos de sus costas y tardará en llegar”.


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Mensaje por GUARIPETE »

Flanker primero que todo disculparme por la llegada tarde, en descargo estaba de Vacaciones hasta el Lunes pasado y me "desconecte" literalmente y es apenas hoy que veo tu magnifico aporte hermano querido, recuerdo como bien dices al principio que debido al exito de las inmejorables historias que escribistes en la sección Naval y aérea hace ya algún tiempo, te decía que por que no Latinoamerica?, al fin el buen arquitecto del universo te puso en la ruta, apenas estoy cogiendo el hilo, prometo colaborar en este proyecto por que lo siento en parte un poco hijo mio también, fuerte abrazo y cuenta conmigo.


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flanker33
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Mensaje por flanker33 »

Hola Guaripete,

me alegra verlo por aquí, y no se preocupe, que apenas acabamos de comenzar...llega justo a tiempo para el inicio de las hostilidades a gran escala. Espero que le guste.

Saludos.


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Mensaje por flanker33 »

Hola a todos,

los siguientes pasajes que suba durante los próximos días, transcurrirán durante los combates que tengan lugar el día 5 de marzo, pero quería avisar que si bien he tratado de ponerlos en orden cronológico, unos fragmentos acaban a una determinada hora, que puede ser más tarde de la que empiece el siguiente, es decir, que un pasaje puede iniciarse por la mañana y durar hasta la tarde, y el siguiente pasaje, volver a iniciarse durante la mañana, aunque eso si, en escenarios y con personajes diferentes. Lo comento por si ayuda a facilitar la compresión cronológica de los acontecimientos.

Saludos.


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Mensaje por flanker33 »

5 de marzo. En los cielos de Venezuela y Colombia.

En las primeras horas del día 5 de marzo, las fuerzas aéreas de Colombia y Venezuela habían concluido su despliegue operativo.

La FAC había dispersado los 8 Kfir que el Grupo de Combate 11 tenía operativos en aquel momento (dos estaban realizando tareas de mantenimiento en la Base Aérea de Palanquero y uno se había perdido el día anterior) en dos Bases Aéreas Avanzadas de dispersión en la zona centro-norte del país. En la situada más al norte, compartían su espacio con algunos Dragonfly y Super Tucanos del Grupo de Combate 31, mientras que el resto de estos aparatos del Grupo se encontraban en su propia base avanzada, la denominada pista de San Mateo muy cerca de la península de la Guajira. Respecto a los Mirage 5COAM, cuatro operarían desde una base avanzada similar al sur de Colombia, junto a algunos T-27 Tucanos. En el centro del país, desde la Base Aérea de Apiay volaban los dos últimos Mirage 5 operativos, así como algunos Super Tucanos, mientras que otros de estos aparatos y los OV-10 Broncos de Yopal, se desplegaban entre esta base y la base avanzada de Marandua, cerca de la región de Los Llanos. Complementando a este dispositivo, y dispersos en diversas bases se encontraban los AC-47T Fantasmas y los helicópteros de combate Arpía y Rapaz.

Por su parte, la FAV había redesplegado sus escuadrones de combate y el material necesario para operarlos a bases más cercanas a la frontera colombiana, y así los 20 Sukhoi-30 de Barcelona operaban ahora desde El Sombrero, y los 8 Mirages 50 y 9 F-16 desde Barquisimento, mientras que los F-5 lo hacían en Maracaibo, junto a los OV-10 Broncos y AT-27 Tucanos del Grupo Aéreo de Operaciones Especiales nº15, aunque un pequeño número de aviones de esta unidad habían sido enviados al aeropuerto de Santo Domingo, cerca de la región de Los Llanos y la frontera con Colombia. La mayoría de los Mi-35 y algunos otros helicópteros artillados se habían desplegado cerca de la Guajira, aunque unos pocos también se mantenían cerca de Los Llanos.

.....

Poco antes del amanecer, pero todavía en la oscuridad de la noche, 12 Sukhoi 30 de la AMBV despegaban desde la Base Aérea “Manuel Rios” en El Sombrero, para dirigirse hacia el oeste, donde tras unos minutos de vuelo la formación se dividió por la mitad. Seis Flankers, entre ellos el del Teniente Coronel Rafael Paez, siguieron rumbo oeste para encontrarse con seis Mirage 50EV en las cercanías de la Base Aérea “Teniente Vicente Landaeta Gil” de Barquisimento de donde habían partido, mientras que la otra mitad de Su-30 viraban hacia el suroeste y se encontraba con media docena de F-16, procedentes también de Barquisimento, a medio camino entre esta ciudad y Merida. El escuadrón compuesto de 6 Flankers y 6 Mirage que se dirigían al oeste, recibía el indicativo “Cunaguaro”, mientras que el que se dirigía al suroeste con los Su-30 y F-16 respondía por “Jaguar”.
Aunque durante una fase del vuelo habían volado en un perfil que les mantenía por debajo del horizonte radar para no ser detectados hasta que fuera inevitable, finalmente ganaron altura por cuestiones de economía de combustible y ambos escuadrones fueron detectados antes de internarse en Colombia, tanto por el radar de Riohacha como por el de Marandua.
En un primer ataque aéreo clásico contra la red de defensa aérea de otro país, aquellos radares hubieran sido blancos prioritarios, pero dichas instalaciones de radar eran propiedad de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de Norteamérica, y operados conjuntamente por personal colombiano y norteamericano, por lo que atacarlos supondría destruir material de los EEUU y la posibilidad de causar muertos o heridos entre su personal, así que finalmente se decidió que el riesgo era demasiado elevado para las ventajas que podía acarrear, y es que la ausencia de sistemas de misiles antiaéreos, reducía mucho el peligro de adentrarse en cielo colombiano para la Fuerza Aérea Venezolana. Pero estos radares siempre podían avisar a los reactores de la FAC y además prever donde atacarían dando un preaviso para que estuvieran preparados las tropas en tierra. El aviso de los radares provocó que el centro de mando de la FAC en Bogotá, diese la alarma a todas las bases de la Fuerza Aérea Colombiana.


En la Base Aérea Avanzada “Vencedora”, una de las bases de dispersión de la FAC cerca de Puerto Boyacá, la actividad se tornó frenética.
Los turnos de guardia quisieron que de nuevo el capitán Arnaldo Córdoba estuviese asignado para volar uno de los cuatro Kfir C7 que habían llegado la tarde anterior a aquella base. La base en si consistía en un fracción de unos cuatro kilómetros de una recta carretera, lo suficientemente ancha y bien asfaltada como para que pudieran operar los estilizados cazas de origen israelí. En la cabecera, unas instalaciones ganaderas al lado de la carretera, con amplias naves y diversos edificios, ocultaban en realidad las instalaciones fijas de la base avanzada. Los cazas se podía ocultar en las naves, pero también en algunos caminos perpendiculares a la pista bajo arboles y redes miméticas, mientras que los edificios albergaban al personal y todo el material para mantener en vuelo a aquellos cuatro cazabombarderos durante una semana de operaciones. Además existían otras pequeñas instalaciones móviles traídas a toda prisa para asegurar la operatividad de toda la base en su conjunto.

-Escuadrilla “Víctor” a Control. Listos para despegar – informó el Teniente Coronel Olarte, al mando de aquella sección de dos Kfir que se aprestaban a despegar. En el otro caza, el capitán Córdoba también aguardaba la autorización para despegar.
-Atención “Víctor” atención “Víctor”. Aquí Control. Aviones venezolanos a punto de entrar en nuestro espacio aéreo. Designación “Bandido 1”. Despegue autorizado. Mantengan perfil de vuelo bajo hasta punto “Zulu” y aguarden instrucciones.
-Copiado. Comenzamos rodaje de despegue.
-Buena suerte.

Aunque ambos escuadrones de cazabombarderos venezolanos tenían previsto cruzar la frontera a la misma hora, el escuadrón “Jaguar” fue el primero en penetrar en espacio aéreo colombiano por unos minutos y marcar el inicio de la fase aérea y de toda la operación “HUYA”.
Llevaban un rumbo general suroeste que bien podría servirles para atacar las instalaciones petroleras de Barrancabermeja, las más grandes del país, o desviarse ligeramente hacia Bogotá, aunque su objetivo más probable era la Base Aérea “Capitán Germán Olano”, también conocida como Base Aérea de Palanquero y que albergaba al CACOM 1 de la FAC.
Una vez en vuelo, la escuadrilla “Víctor” se pegó al terreno y se dirigió al sureste, hacia el punto “Zulú”, que no era otro que la ciudad de Bucaramanga, donde los dos cazas colombianos se encontrarían en buena posición para interceptar a los aviones enemigos.
Cargados con dos depósitos de combustible subalares supersónicos de 500 litros y dos misiles Pythoon 3, los dos cazas colombianos tenían por misión interceptar a la fuerza enemiga y destruir el máximo número posible de aviones enemigos. Pero no se hacían muchas ilusiones. El mando de la FAC había preferido reservar a sus cazabombarderos más potentes para que pudieran atacar y luchar durante más tiempo contra las fuerzas enemigas, y no jugárselo todo a una carta en una primera batalla aérea contra los modernos y poderosos cazas de origen ruso de la FAV. Así que aquella salida era una operación para hacer visible a la FAC, que no se la pudiera acusar de no actuar, pero sobre todo para decir a la Fuera Aérea Venezolana que en cualquier momento y desde cualquier lugar, sus elegantes cazas Kfir podían darles un buen susto a los atacantes, y obligarles a que si atacaban objetivos en Colombia, los bombarderos tuviesen que ir escoltado por los Sukhoi, rebajando así también la capacidad de estos aparatos de llevar a cabo misiones de ataque.

Cuando los Kfir, tras un corto vuelo y volando entre terreno montañoso, llegaron a las inmediaciones de Bucaramanga sin ser detectados, el Centro de Mando Aéreo de la FAC contactó con ellos.

-Atención “Víctor 1”, Atención “Víctor 1”, aquí “Dédalo”. Adelante.
-Aquí “Victor 1” adelante “Dédalo”.
-“Bandido 1” se encuentra a 12 millas al sureste de su posición. Rumbo dos-dos-cero. Velocidad cuatro-siete-cero. Altitud quince mil.
-Copiado.
-Proceda a rumbo uno-nueve-cinco para intercepción. Aumente velocidad a cinco-ocho-cinco. Buena caza.
-Recibido. Vamos a por ellos – y tras cerrar la comunicación, Olarte y Córdoba maniobraron sus aparatos según las indicaciones recibidas.

En las alturas, cuatro Flankers en formación abierta “peinaban” la zona unas 10 millas por delante del escuadrón “Jaguar”, mientras que dos Sukhoi más, acompañaban y protegían la retaguardia de los Vipers de ataque, a dos o tres millas de distancia.
Mientras los cazas colombianos se colocaban en posición para comenzar el ataque, el capitán Córdoba pensaba que enfrentarse en inferioridad numérica a un caza más moderno, potente y maniobrable quizás no era lo más inteligente, pero tenía que hacerse y él tenía ordenes. Por supuesto, en la táctica que iban a emplear no se esperaba que los Kfir luchasen cuerpo a cuerpo contra los Sukhoi o los F-16. El plan era simple y directo, aparecer rápido bajo la fuerza atacante, lanzar sus misiles y salir de allí a toda velocidad con la esperanza de evitar el contraataque enemigo...y se comenzó a ejecutar en el mismo momento que estuvieron en posición justo debajo del escuadrón “Jaguar”.


-Ahora, “Víctor 2”, arriba – ordenó el Teniente Coronel Olarte.
-Recibido. Vamos a por ellos – respondió el capitán.

Los dos pilotos presionaron hacia adelante la palanca de gases y conectaron la postcombustión y un segundo después tiraron de la palanca de mando hacia ellos. Tras sentir un fuerte empujón que los pegó al asiento, ascendieron casi en vertical ganando altitud muy rápidamente, a la vez que la velocidad comenzaba a descender pese a toda la potencia que salía de su motor J-79. Las cabezas buscadoras de los Pythoon 3 pronto encontraron blancos a los que guiarse, pero los aviones colombianos habían sido detectados. Al abandonar el vuelo a baja cota, el RWR de los Kfir comenzó a iluminarse con la presencia de varios radares, algunos colombianos, pero al menos uno venezolano, un radar de tierra que avisó al escuadrón “Jaguar” al mismo tiempo que desde la cabina de los Su-30 situados a retaguardia de la formación, los pilotos de los cazas detectaban visualmente a los dos aviones enemigos ascendiendo frente a ellos.
Olarte vio que los dos cazas venezolanos maniobraban para enfrentarse a ellos, a la vez que los F-16 se dispersaban en el cielo como un bando de moscas. Rápidamente dio instrucciones a su punto.


-”Victor 2” dispara dos misiles a un mismo blanco para tratar de asegurarlo, no tenemos tiempo de más.
-Recibido...blanco fijado. Disparo – anunció Córdoba cuando la señal de su HUD le indicó que el misil aire-aire había adquirido un objetivo.

El primer Pythoon salio de su rail y se dirigió a toda velocidad a buscar a su presa, pero el misil del ala izquierda se negó a desprenderse de su soporte

-...¿que carajo le pasa a ese trasto? Mierda. Segundo misil inefectivo, no puedo lanzarlo – le comunicó a su líder mientras reducía potencia y comenzaba un cerrado viraje descendente hacia el sur.

“Victor 1” había disparado sus dos misiles y se encontraba realizando la misma maniobra que el capitán, mientras los dos Sukhoi trataban de encontrar una buena posición de tiro para sus misiles. Pero los misiles colombianos llegaban a sus blancos en primer lugar. El lanzado por Córdoba se guió hacia un F-16 cargado de bombas que tuvo que soltarlas, como también los tanques de combustible, para poder maniobrar al percatarse que estaba siendo rastreado por la cabeza buscadora del misil. El caza venezolano lanzó bengalas y realizó fuertes virajes a un lado y a otro mientras cambiaba de nivel. La suerte le acompañó y el Pythoon se perdió a un lado incapaz de seguirle. Sin embargo, menos suerte tuvo el F-16 atacado por Olarte, que fue alcanzado por los fragmentos de los dos misiles que accionaron sus espoletas de proximidad a pocos metros del caza, produciendole daños irreversibles y volviéndolo ingobernable, lo que hizo que el piloto tuviera que saltar para salvar la vida. Pero la escuadrilla “Victor”, no pudo ver el derribo. Estaban muy atareados intentando escapar de los Flankers venezolanos.
Los pilotos colombianos volvieron a conectar postcombustión y arrojaron los exhaustos tanques de combustible para ganar velocidad y capacidad de maniobra, y así volvían a picar hacia el suelo a gran velocidad, mientras los cazas venezolanos les seguían en su descenso. En ese momento, los Su-30 lanzaron también dos misiles R-73 (AA-11) contra cada Kfir. Cuando estos se percataron, cortaron gases y comenzaron a lanzar una buena cantidad de bengalas a la vez que viraban como podían en un picado tan pronunciado. Olarte tiró de la palanca de mando para recuperarse del descenso y tratar de evadirse maniobrando, pero no le dio resultado, uno de los Archer le alcanzó y su tobera desapareció en un penacho de fuego y humo. Córdoba pudo ver como su superior alcanzaba a saltar en paracaídas, mientras el todavía luchaba por su vida. Uno de los R-73 que le buscaba se había dejado “seducir” por las bengalas, pero el segundo todavía le perseguía. El capitán esperó más a recuperarse del picado y cuando finalmente lo hizo, llegó a estar tan cerca del suelo que los habitantes de una cercana aldea casi pudieron verle el blanco de los ojos...
Pero aquella maniobra seguramente le salvó la vida y a su avión, ya que el R-73 confundido por el calor del sol que se reflejaba en el suelo o por cualquier otro motivo, no llegó a seguirlo y se estrello en tierra, sin producir más que un tremendo susto a los habitantes de la aldea.
Córdoba había vuelto a conectar la postcombustión, iba ahora muy rápido y bajo, pero tras la tensión que le había supuesto evadir los misiles, tampoco pudo relajarse. Pilotar tan bajo y a tanta velocidad era de por si muy exigente, y más si tenías un par de cazas que querían acabar contigo. Pero la velocidad y rumbo del Kfir le alejaba muy rápidamente del escuadrón “Jaguar”, y los Flankers perseguidores se estaban alejando mucho de sus protegidos. Siempre cabía la posibilidad de que aquel ataque no fuera más que un señuelo para distraerlos de una ataque mayor que saturará a los demás cazas de la escolta y produjera más bajas entre los F-16 de ataque. Por ello y por que el viaje desde El Sombrero era largo y no podían malgastar demasiado combustible en persecuciones con el postquemador encendido, decidieron abandonar la cacería, no sin antes hacer un último intento con el lanzamiento de un R-27 (AA-10 Alamo) cada uno.
Ambos misiles ganaron velocidad rápidamente hasta alcanzar Mach 4 y se acercaron peligrosamente a los cazas colombianos, cuando a unas cuatro millas de ellos, uno de los “Alamo” se desvió y se perdió en el cielo, bien debido a algún mal funcionamiento de su sistema de guía o bien a los “chaffs” lanzados por los Kfir. Pero el otro misil se acercaba inexorablemente a “Víctor 2”, y a unos 10 metros del caza, la espoleta de proximidad hizo detonar los 39 kg de alto explosivo de la cabeza de guerra del misil. Tan solo un fuerte viraje realizado en el último suspiro por el capitán Córdoba, logró que los fragmentos del misil que impactaron en el Kfir no fueran suficientes como para derribarlo. Pese a todo, el caza colombiano había recibido daños y una estela de humo salía de su aparato, a la vez que varias lucecitas comenzaron a encenderse en el panel de alarmas de la cabina.
Los Sukhoi, decidieron que era suficiente y que debían volver a su tarea principal, la protección de los F-16. Aquél caza colombiano no volvería para molestarlos, de eso estaban seguros.
Por suerte para el capitán Arnaldo Córdoba, pudo recuperarse en la Base Aérea de Apiay tras realizar un aterrizaje de emergencia. Cuando descendió del caza, el personal de tierra lo llevó al interior de un hangar para iniciar de inmediato las reparaciones necesarias para ponerlo de nuevo en condiciones de vuelo. Esta vez había escapado por muy poco a la muerte, y aunque no había conseguido ningún derribo como supo más tarde, al menos había corrido mejor suerte que sus dos últimos compañeros de misión...



Pero la acción de la escuadrilla “Víctor” no había detenido el ataque del escuadrón “Jaguar” contra la Base Aérea de Palanquero, por que era este y no otro el objetivo del escuadrón. Y mientras el Kfir huía a toda velocidad, los F-16 venezolanos supervivientes se preparaban para el ataque.
Dos Vipers iban armados con 6 bombas antipistas “Durandal” (el tercero en esa configuración había sido el abatido por Olarte) mientras que los tres restantes lo estaban con 2 bombas guiadas por láser Lizard de 907 kg, aunque uno no pudo participar en el ataque al haber soltado su carga para evadir el misil de Córdoba.
La Base Aérea, el hogar en tiempos de paz de los reactores de combate de altas prestaciones de la FAC, era un moderna y amplia base, con capacidad para albergar a varios cientos de hombres, hangares de dispersión reforzados y con la pista de mayor longitud de todas las bases de la Fuerza Aérea Colombiana.
Pero pese a ser un objetivo de tan alto valor, tan solo estaba protegida ante ataques aéreos con una batería de 4 cañones antiaéreos Bofors de 40 mm que operaban conjuntamente con un radar de alerta temprana ELTA EL/M 2016 y un sistema Eagle Eye de guiado electro-óptico además de varias ametralladoras pesadas de 12,7 mm.
El ataque lo abrieron dos F-16 que atacaron dos grandes hangares situados al sur de la pista y cuyas 4 LGB, dos sobre cada blanco y con casi 900 Kg de alto explosivo por hangar atacado, causaron unas fortísimas explosiones en ellos, causando graves daños en su interior, destruyendo maquinaria, repuestos, y algunos aviones allí ocultos, incluidos 4 T-37, un Arava y dos helicopteros.
Y sin dejar un respiro a los defensores, los dos F-16 restantes realizaron dos rápidas pasadas de ataque contra la pista de vuelo. A 500 nudos y a poco más de 200 pies de altitud, de las doce Durandal que portaban entre ambos, seis alcanzaron su objetivo produciendo igual número de “cortes” en la pista, cuatro en la parte central de la misma y dos en la zona sur. Lanzadas a más de 60 metros de altitud, las bombas antipista de fabricación francesa habían impactado a una velocidad de 270 m/s impulsadas por su motor cohete, y con esa energía cinética y los 100 kg de alto explosivo de su cabeza de guerra principal conseguían penetrar más de 40 cm en el interior de la pista, y tras un segundo de retardo explotaba la carga secundaria de 15 kg que completaba el proceso destructivo, creando un cráter de buen tamaño.

Con tan solo un F-16 alcanzado por un par de impactos en una zona no vital del caza y que no repercutían mayor gravedad que algunas reparaciones de circunstancias, el escuadrón “Jaguar” dio por finalizado el ataque y puso rumbo a Venezuela.
La Base Aérea de Palanquero había sido dañada pero no destruida, cosa poco probable dado el tamaño de la base, el escaso número de aviones atacantes y las bajas y perdidas de armamento que costó el rápido ataque de los Kfir colombianos. Se necesitarían al menos otros dos ataques para dañar suficientemente la base como para declararla inefectiva durante un buen tiempo. De momento quedaba inutilizada hasta que se reparasen los cráteres de la pista, y la labor que se desempeñaba en el interior de los hangares atacados, así como las piezas y aeronaves almacenados en ellos, habían sufrido un serio castigo. El escuadrón de cazabombarderos venezolanos regresaron a sus bases sin más contratiempos.


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Mensaje por flanker33 »

...Y mientras todo esto tenía lugar, el escuadrón “Cunaguaro” se dirigió a su objetivo primario, la Base Aérea de Barranquilla, hogar del CACOM 3, que compartía instalaciones con el aeropuerto internacional “Ernesto Cortissoz”.
Cuatro de los Sukhoi iban en configuración aire-aire, mientras que otros dos portaban sendas bombas KAB-500L de guiado láser, seis bombas GP de 250 kg y seis misiles aire-aire. Por su parte la mitad de los Mirage 50 portaban dos depósitos de combustible, dos misiles R-550 Magic 2 y una canasta con 18 pequeñas bombas antipistas BAP 100, y los otros tres cazas de origen francés, sustituían las armas antipista por dos bombas de caída libre SAMP de 400 kg.
El trayecto del escuadrón, que les había llevado por encima de la sierra del Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta en un periplo de unas 120 millas náuticas en el interior del espacio aéreo colombiano, fue mucho más tranquilo que el del escuadrón “Jaguar”. Nadie salió a su paso ni intentó detenerlos, y al llegar a su objetivo, tan solo unas pocas ametralladoras pesadas y medias los recibieron.
En un esquema de ataque similar al llevado a cabo por los F-16 en Palanquero, los Mirage 50EV armados con las bombas SAMP atacaron otros dos enormes hangares situados en la parte militar del aeropuerto, produciendo daños y destruyendo al menos un AC-47T Fantasma y un C-95 Bandeirante en el interior de ellos, aunque dos de las bombas fallaron el objetivo.
Acto seguido una pareja de Mirage atacó la pista de aterrizaje en una pasada transversal a la misma, en vuelo horizontal y a baja altitud. Dejaron caer tres regueros de 18 bombas BAP 100 de 32,5 kg cada una, que produjeron cinco “cortes” o cráteres en el medio de la pista, que en conjunto produjeron destrozos en 200 m2 de superficie. Finalmente el tercer Mirage, tripulado por el mejor piloto del escuadrón, intentó hacer una pasada longitudinal para lanzar sus bombas a lo largo de un trozo mayor de pista, lo cual repercutiría en un mayor daño y tiempo de reparación.
Pese a lo preciso de su sistema de ataque y a su habilidad, el ataque falló por unos escasos 12 metros, y no produjó daño alguno de consideración. Había sido un buen intento, y de haberlo logrado, el daño en la pista hubiera sido enorme. Habría que esperar a la próxima vez, por que como en Palanquero, la Base Aérea de Barranquilla necesitaría más “visitas” para ponerla fuera de combate.
Además, el piloto que realizó ese último ataque, tampoco tuvo suerte al salir de la pasada de bombardeo, ya que un proyectil de 12,7 mm le alcanzó en la parte trasera del fuselaje produciendo daños en el motor del avión, pese a lo cual pudo regresar a su base, junto con el resto de los Mirage y 4 de los Flankers, para que fuera reparado convenientemente, dando el escuadrón “Cunaguaro” por concluido el ataque sobre su objetivo primario.

Imagen

Mirage bombardeando la Base Aérea

Pero mientras los Mirage bombardeaban la Base Aérea de Barranquilla, 2 Su-30 habían virado y seguido rumbo suroeste. “Cunaguaro 5 y 6” tenían la misión de atacar el objetivo secundario de aquella misión, y al no necesitar escolta, pudieron dirigirse allí sin esperar a los demás Flankers que protegían a los bombarderos.
El Teniente Coronel Rafael Paez y su WSO, el mayor Luis Rondón iban a bordo de “Cunaguaro 5” y ejercían de líder de la pareja de Sukhois. Los dos Flaners tenía la misión de atacar la Base Naval de Cartagena, alargando algo más de 100 millas el alcance total de su vuelo respecto al resto del escuadrón.

-Esto está demasiado tranquilo – dijo el piloto a su oficial de sistema de armas – no me gusta.
-Relajate, no hay de que preocuparse. Todo va a ir bien, ya lo veras. De momento es un viaje de placer.
-Ya estamos otra vez con tu optimismo desbordante...la última vez que dijiste eso, acabamos envueltos en una batalla aérea, derribamos un caza colombiano y perdimos un compañero ¿te acuerdas?
-La excepción que confirma la regla – dijo sin inmutarse, y haciendo perder ligeramente los nervios a Paez, que no acababa de acostumbrarse a aquel optimismo sin medida de su compañero de cabina.

El piloto volvió a concentrarse en los controles de su magnifico y moderno cazabombardero. La verdad es que estaba encantado con aquel pájaro, y aunque como piloto veterano de un F-16 le había costado algo en un principio adaptarse a los sistemas y procedimientos rusos, una vez dominados, le estaba sacando todo el partido a tan formidable máquina.
Su sistema de navegación los condujo hasta un punto al norte de Cartagena donde dejaron la costa y se adentraron en el Caribe, para luego girar al sur hasta dejar la ciudad y la base naval al noreste, antes de volver a virar y alinearse para el ataque.

-Contacto visual – anuncio Paez al ver en todo su esplendor la ciudad y su puerto. - ¿Tenemos objetivos?
-Espera...si, afirmativo. El sistema de ataque detecta un objetivo. Parece que está en el muelle de la Base Naval, tal y como esperábamos.
-Perfecto. Prepara el armamento guiado para su lanzamiento.
-Recibido.

Los sensores habían detectado la energía láser reflejada en el dique flotante “Mayor Jaime Arias”, que estaba siendo “iluminado” por el jovial y agradable “señor Arroyo” desde su habitación en el hotel. Este no había mantenido contacto por radio con los cazabombarderos por miedo a que sus emisiones fuesen interceptadas o incluso interferidas, así que lo único que tenía era una hora bastante aproximada de la presencia de los dos aviones que iban a realizar el ataque contra la Base Naval. Y allí estaban, con menos de cinco minutos de retraso, vio a lo lejos como dos puntitos se acercaban por el suroeste a gran altura. Tenían que ser ellos. Por su parte, todo estaba listo, tenía en su punto de mira al dique flotante, pero sobre todo a los dos minisubmarinos SX-506 que albergaba en su interior.

En el interior de “Cunaguaro 5”, Paez realizó las últimas comprobaciones. Los parámetros de vuelo eran los correctos. El objetivo estaba a su alcance.

-Luis, estamos listos. Lanzalas cuando lo tengas.
-Ya casi esta...si, ¡ahora! ¡Bombas fuera! – siempre le gustaba decir aquello cuando soltaba alguna bomba.
-Bien, salgamos de aquí, no quiero sorpresas.
-Que te decía ningún problema. Ahora a esperar el impacto.

Habían soltado las dos bombas a tres kilómetros de distancia, y tras un vuelo parabólico corregido por sus aletas que seguían las indicaciones de la cabeza rastreadora, impactaron en el dique flotante colombiano, estremeciéndolo de proa a popa e inflingiendole graves daños.


Imagen

El dique flotante “Mayor Jaime Arias” en llamas.

“¡Blanco! Dos minisubmarinos menos de los que preocuparse” pensó Cesar Herrera, conforme con el resultado. Rápidamente buscó su nuevo objetivo, apuntó y “disparó” el láser. Sintió no tener algo mejor que ofrecer a los bombarderos, pero como todos los buques importantes se habían hecho a la mar, tras el dique flotante y los minisubmarinos, solo quedaba el helicóptero Bo-105 que había estacionado en el pequeño helipuerto cercano a uno de los extremos de la Base Naval. “Bueno” pensó “además de destruir el helicóptero, dañaremos la pista y tendrán que repararla antes de poder operar de nuevo desde ella”, pero no era consuelo. Le hubiese gustado poder identificar instalaciones más importantes en la Base, como la central de suministro de combustible o el polvorín de la base donde se guardaba el armamento, pero este último estaba situados en la isla de Tierrabomba, fuera de su alcance, y el deposito de combustible no había podido localizarlo.

Mientras pensaba en todo ello, mantenía el designador láser apuntando a su pequeño objetivo, hasta que dos fuertes explosiones sacudieron el helipuerto, destruyendo en el acto al Bo-105. Herrera se permitió un momento para ver como la alarma cundía en la Base Naval colombiana y hombres y equipos contra incendios iban de un lado para otro intentando minimizar los resultados del ataque aéreo, ataque que para él había sido un éxito en la medida que podía serlo, y que había llegado a su fin en lo que a él concernía. Era hora de largarse de allí.

Pero para los dos Flankers atacantes, el trabajo no había terminado. Tras un largo giro sobre el Caribe, volvieron para dirigirse sobre el polvorín de la base en Tierrabomba. En la primera pasada, los dos Sukhoi lanzaron una docena de bombas de 250 kg sobre las instalaciones, y aunque no consiguieron alcanzar la munición almacenada bajo tierra en refugios protegidos, si destruyeron bastante de las instalaciones de superficie, elevándose una importante columna de humo al cielo. Finalmente, y tras comprobar con una última pasada sus impactos en la base y en el polvorín, pusieron rumbo a casa, bastante satisfechos de su ataque.

El vuelo de regreso para “Cunaguaro 5 y 6” fue tranquilo hasta llegar a las inmediaciones de Valledupar, donde Rondón avisó a su piloto que tenía algo en el radar.

-¿Que es?
-Vuela bajo y a poca velocidad. Si tuviera que apostar diría que es un helicóptero o una avioneta.
-¿Rumbo?
-Se dirige al norte..espera, no son dos. Parece como si volasen en formación.
-De acuerdo, voy a echar un vistazo – dijo el piloto a la vez que maniobraba para enfocar su sistema IRST OEPS-30 operando conjuntamente con el radar.

Perdió altitud durante unos segundos hasta detectar el blanco a unos 12 kilómetros. Poco después pudo identificarlo. Dos helicópteros y por la imagen diría que militares, del tipo Black Hawk.
Paez accionó los mandos con rapidez y seleccionó un R-73 para disparar a la vez que reducía velocidad. A medida que se acercaba rápidamente la pareja de helicópteros, dirigió su visor del casco hacia uno de ellos y los designó para uno de sus misiles.

-“Cunagauaro 6”, voy a por el de la izquierda. Tu a por el de la derecha.
-Recibido. Procedo.

Tres segundos después, dos misiles Archer salieron en busca de los Black Hawk, que solo en el último momento se enteraron de que estaban siendo atacados por los cazas rusos. Uno recibió el impacto directo del misil de Paez y estalló en el aire, mientras que el otro realizó una brusca maniobra y solo fue alcanzado por fragmentos del misil, que sin embargo le obligó a realizar un aterrizaje de emergencia dejando un rastro de humo tras de si.

“Estupendo, ya tengo dos derribos” dijo para sí.

-¡Ya tenemos otro derribo! – gritó Rondón, trayendo a la realidad de los cazas biplazas a Paez.

Volvieron a ganar altitud y regresaron al rumbo que los llevaría de vuelta a casa. No hubo más contratiempos en el resto del viaje de regreso.
“Todo ha ido bien. Hemos cumplido con la misión y hemos derribado un helicóptero, sin sufrir ningún daño, ni si quiera ningún ataque. Esto ha salido del carajo”. Paez comenzaba a contagiarse del optimismo de su compañero.




... mientras tanto, navegando en aguas del Caribe a 6 nudos de velocidad y a unas 30 millas de Puerto Bolivar, en el puente de mando del carguero colombiano "Antón R" se acababan de enterar de los ataques llevados a cabo por las FFAA venezolanas contra su país desde primera hora de la mañana. Con especial preocupación, pero también con disimulado alivio, recibieron especialmente la noticia del ataque a la base Naval de Cartagena. Las recientes noticias no hicieron sino confirmar a sus tripulantes, lo importante que era que la difícil misión que se les había encomendado tuviese éxito.
El capitán caminó sobre la cubierta principal hacia la popa del buque y vio por su aleta de estribor a través de los remolinos dejados por la estela de la embarcación en el agua, y navegando a ambos lados de la misma, apenas visibles a escasos metros bajo la superficie del mar, dos pequeñas siluetas oscuras que dejaban su propia estela. Pero el capitán estaba tranquilo, desde cualquier otro angulo o distancia apenas sería perceptible y se confundiría con la del carguero, o al menos esa era la idea...



Credito de la lamina: "Lord Henry"
Última edición por flanker33 el 21 Abr 2013, 20:30, editado 4 veces en total.


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Mensaje por GUARIPETE »

Buen Relato, a mi me tiene pegado a la silla y frente a la pantalla del computador y sospecho que a mas de uno de lado y lado del Arauca tambien, asumo que la "retaliacion" de la ARC va ser de las de cojer palco, bien por la AMBV en su incursion auque la FAC en tu relato tampoco es mocha.
grande Flanker Espero la continuacion...


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Mensaje por Parmo »

Joer que buen relato y ambientacion de los escenarios. Los fragmentos de la segunda incursion aerea de los venezolanos bien vaeln para hacerles llegar una copia a los señores del MinDefensa y la FAC.

Espero ansioso los siguientes fragmentos.


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Andrés Eduardo González
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Mensaje por Andrés Eduardo González »

:cool: :cool: Flanker describe bien lo que se haría. Como no hay defensas AA, lo importante se saca y se dejan las bases a su suerte...

Aunque son pérdidas de instalaciones, no son dramáticas ni afectan el funcionamiento de la estrategia de defensa....


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Mensaje por Juan David »

Muy bien Flanker, nos tienes a todos pegados!

Si bien para todos nosotros lo que sucede es "lógico", Flanker recrea muy bien las cosas.... :popcorn: :popcorn: :lee1:


Adelante Colombia!
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Mensaje por flanker33 »

Hola a todos.

Muchas gracias por vuestros comentarios, me alegro sinceramente que os esté gustando.
He subido las primeras laminas para ilustrar un poco el relato, las podeis ver en la primera pagina del hilo. Dentro de poco seguirán más. Desde aquí mi agradecimiento a la artista por su tiempo y desinteresado esfuerzo.

Saludos.


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Mensaje por GUARIPETE »

Los Dibujos estan DPM :thumbs: pero solo falta la cereza del pastel, si la amiga Erika Matheus pudiera dibujar el combate entre los cachorros y los Falcons amen de el Bombardeo de las Grullas a Cartagena, seria el no va mas.
un abrazo


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KL Albrecht Achilles
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Mensaje por KL Albrecht Achilles »

GUARIPETE escribió:Los Dibujos estan DPM pero solo falta la cereza del pastel, si la amiga Erika Matheus pudiera dibujar el combate entre los cachorros y los Falcons amen de el Bombardeo de las Grullas a Cartagena, seria el no va mas.
un abrazo


Un saludo Guari, una lamina del bombardeo en Cartagena esta en el horno, vamos a ver si Erika puede hacer la del combate aereo, se aceptan sugerencias. :thumbs:

Saludos :cool2:


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