101 Batallas y combates en México

Las guerras y conflictos en la región latinoamericana, desde la Conquista hasta las Malvinas y el Cénepa. Personajes y sucesos históricos militares.
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Ricardo R. D.
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Saludos, hoy con algo de tiempo retomo este tema y agrego una batalla más, en esta ocación pongo una referente a la acción más famosa de Francisco Javier Mina, es decir famosa en su época puesto que su victoria le dio mucha fama, y cundio por las ciudades de México a tal velocidad que causo mucho desasosiego al gobierno virreinal que se esmero en organizar fuerzas para destruirlo.

Guerra de Independencia de México ==> 025 Batalla de Hacienda Peotillos (15 de junio de 1817)

Esta acción tiene tintes epicos dado que se trato de un combate muy disparejo entre la cantidad de efectivos desplegados por ambos bandos, mientras que Mina contaba con apenas exactamente 287 hombres, el coronel Benito Armiñán quien pertenecía al Batallón europeo de Extremadura y había salido de la ciudad de Altamira con el fin de atacar a Mina, contaba con 680 soldados de los regimientos europeos de Extremadura y America y 1100 de la caballería de Rio Verde y Sierra Gorda a estos se les suma una retaguardia de 300 jinetes, asi que se trata de 2080 hombres, se puede decir una relación de 7 a 1 a favor de los realistas.

El 14 de Junio Mina y su tropa llegaron a la hacienda de Peotillos, agotados y hambrientos ya que habian hecho marchas forzadas para eludir a Armiñan y por eso mismo no habian comido ese dia, pero al ocupar la hacienda se enteraron de que el mayordomo habia huido llevandose la servidumbre y dejando solo algunas aves de corral y algunos cerdos, como el sueño y descanso eran lo que mas necesitaba la tropa se consolaron con la idea del almuerzo del dia siguiente. Así, pués, temprano por la mañana de ese 15 de junio la tropa se animaba ante la perspectiva de un buen almuerzo, pero a eso de las 8:30 los vigias avisan de que la vanguardia enemiga esta a 2 millas; asi que Mina y sus hombres suben a una colina que domina toda la llanura, esta estaba sembrada de maiz en muchos lugares, pero se encontraba invadida por arbustos de 10 pies de alto. La avanzada enemiga estaba formada a la orilla de uno de estos matorroles, con un claro al frente junto a un campo de maiz solidamente bardeado.

Mina reconocio que no se podia evadir el combate, valora rapidamente que con su infanteria fatigada por las marchas forzadas de los dias previos asi como que las monturas estaban tambien agotadas tratar de huir era inutil y que si se retiraban a la hacienda serian rodeados y eliminados, por lo que decide dar un par de golpes que si salian bien podrian sacarlo del apuro al menos de momento; se dio cuenta de que la vanguardia enemiga esperaba al resto de la tropa asi que tomo 170 hombres a su mando y marcho en dirección a un flanco, procurando rodear y ocultarse entre los arbustos y sembradios, el otro grupo de tropas, marcho directo a la formación enemiga con quienes intercambian disparos, despues se retiran provocando un avance impetuoso de esas tropas realistas que cuando alcanzan la loma donde habian huido los hombres de Mina, estos se detienen y se dan la vuelta y atacan, a su vez Mina y sus hombres estan en posición y cuando llega el resto de la tropa realista de modo precipitado al lugar, los reciben con un fuego de fusileria que los sorprende totalmente, ante esto la caballeria realista carga en dirección a donde ven a las tropas en combate en la loma pero su acción se ve obstruida por su propia vanguardia asi que retornan a reagruparse; mientras que dispersos en el area, la infanteria realista busca a los hombres de Mina en medio de los arbustos y maizales, pero sufren muchas emboscadas, entonces sucede que un tambor llama a reagruparse a las tropas realistas, estas van a donde estan sus banderas, la infanteria marcha por delante de la caballería y entonces de modo totalmente sorpresivo una vez mas Mina aparece con sus 170 hombres y a la bayoneta cargan sobre esas fuerzas que marchan a reorganizarse; esto produce confusión y panico en los caballos que se desbocan y se produce una estampida que arrolla a los infantes realistas, el caos es completo, todo orden se pierde, por ahi empieza un incendio en unos arbustos, se oyen voces de que mas insurgentes estan llegando y se produce lo increible una desbanda general, donde la propia caballeria realista es la que destroza a su infanteria en su huida, a Mina y sus hombres solo les queda regocijarse de que el enemigo huye y deja un campo lleno de despojos, Mina retorna a sus líneas y es aclamado por todos sus hombres en pie aún los heridos, la victoria es tan completa y el hambre tan grande de Mina da la orden de que se desbanden por la comida a la hacienda, pero para su mortificación encontraron que los cocineros habian ido a ayudar en el combate y habian dejado las ollas y demas recursos que fueron asaltados por los perros de la hacienda quienes se dieron un festin, asi que hubo de volver a preparar proviciones y entonces Mina organizo el proceso de buscar y atender a los heridos asi como recoger algunos de los frutos de al victoria, debido a la distancia que habia entre la hacienda y la zona de combate y a que no contaban con los medios de transporte necesarios, estas tareas no terminaron sino hasta el caer de la noche.

Asi que al termino del combate las fuerzas de Mina perdieron 60 hombres entre muertos y heridos, los realistas tuvieron unas 150 bajas entre muertos y heridos y quedaron muy dispersos; pero mas importante fue que estos soldados dispersos a donde llegaban informaban de los hechos y exageraban las cosas tanto la cantidad de hombres de que disponia Mina como su arrojo y habilidad en el combate, todo esto le dio una ventaja psicologica a Mina sobre sus oponentes quienes tardaron mucho en reorganizarse.

Conciente Mina de que los realistas sabian cuantos hombres tenia y que quizas motivados por la verguenza de una derrota tan grande le atacarán en masa al dia siguiente organizo todo para salir de Poetillos en la madrugada, al medio dia del dia 16 llegaron a un rancho bien provisto de recursos en donde acamparon y ahi se enteraron de que su victoria habia sido total y puesto que ya no les perseguian se quedaron ahi hasta el dia siguiente que reanudaron la marcha.

Ciertamente este hecho de armas es algo excepcional y un hito en los anales militares, esta acción junto con otras realizadas en condiciones muy dificiles justificadamente le dieron razón al sobrenombre que alguien le dio Francisco Javier Mina, "el rayo de la insurgencia".
Última edición por Ricardo R. D. el 25 Abr 2010, 21:59, editado 1 vez en total.


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Ricardo R. D.
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Saludos después de un mes muy movido en otras áreas, hoy retomo este tema para poner información sobre un combate naval que si bien no ocurrio en territorio Mexicano si involucro a la marina y era en el lapso de recien terminada la guerra de Independencia.

Consolidación de la Independencia ==> 026 Combate Naval de Mariel (10 de Febrero de 1810)

El 28 de septiembre de 1821, México adquirió su independencia después de varios años de guerra contra la corona de España. Sin embargo, a pesar de ello España todavía poseía colonias importantes en el mar Caribe, tales como Puerto Rico o Cuba, y las autoridades mexicanas temían que éstas sirvieran como base a expediciones de reconquista.

El gobierno de México inició el proyecto de expulsar a los españoles de Cuba y para este fin comenzó a formar la flota necesaria. El nuevo gobierno mexicano esperaba ganar las batallas sin contar con los recursos necesarios para ello. Una escuadra compuesta de tres bergantines, el Hermon, el Bravo y el Guerrero, fue confiada al comodoro de origen angloamericano David Porter al servicio de México, con la misión de hostigar las líneas enemigas de comunicación en la región, lo que, a falta de forzar a los españoles a dejar Cuba, permitiría por lo menos ser informado sobre sus intenciones y posiblemente hostigar, e incluso impedir sus tentativas de reconquista.

Al principio del año 1828, la pequeña escuadra mexicana comenzó a patrullar en las aguas cubanas. El 10 de febrero, el bergantín Guerrero comandado por el capitán David Henry Porter, el sobrino menor del comodoro David Porter, percibió a la altura de Mariel, varias embarcaciones españolas de comercio, escoltadas por el bergantín Marta y la goleta Amélia. El Guerrero pasó al ataque y forzó la huida de los barcos hacia La Habana a la altura de Mariel. Las autoridades de La Habana fueron avisadas en seguida del incidente y reaccionan con gran celeridad envíando a la fragata Lealtad, armada de cincuenta y cuatro cañones.

A las 5 de la tarde, el Guerrero fue interceptado por la Lealtad. La embarcación mexicana intentó huir a Cayo Hueso, pero la fragata española era más rápida y llegó a hostigarlo, lo que logró hacer en la madrugada del día 11. La alternativa ofrecida a David Henry Porter fue simple: rendirse o librar combate. Sabiendo que la fuerza de la embarcación española es superior a la del bergantín, no dudó en contestar y, después de una consulta con la tripulación, optar por la salida más difícil: el combate. El combate comenzó a las seis de la mañana. El combate tuvo una duración de dos horas y media y en el transcurso del cual es muerto por una bala rosa de cañón el capitan David Henry Porter, cuando ya el consejo de oficiales del barco conformado por Carlos E. Hawkins y Alejandro Thompson, además de los dos hijos de David Porter, David Dixon Porter y Thomasse Porter habían tomado la determinación de rendirse ante las fuerzas españolas por haberse agotado el parque mexicano. Murió ese mismo día en 1828. Las autoridades españolas enviáron su cuerpo a Veracruz, donde sería sepultado. El gobierno mexicano decretó duelo nacional y otorgó una pensión a su viuda, que residía en México. Todo el personal de la Armada de México portó un listón de luto en la manga izquierda por treinta días.

A pesar de esta difícil y costosa derrota, pues la Armada Mexcinana no contaba con muchas embarcaciones de guerra, la escuadra mexicana continuó con sus operaciones de crucero, logrando el Bravo 13 capturas más y el Hermon, que era comandado por el teniente Charles E. Hawkins, 4 capturas, siendo una de ellas el bergantín Amelia, todas ellas integradas a Veracruz. Segun todas las previsiones se hizo realidad el hecho de que desde Cuba partio en 1829 una expedición que desembarcó en Cabo Rojo, siendo derrotada por las tropas del General Antonio López de Santa Anna y acabando definitivamente los últimos esfuerzos españoles de reconquista.

Cabe mencionar que la modesta Armada Mexicana en 1825 fue clave para reducir a la rendición a la Fortaleza de San Juan de Ulua y habia tenido mucho éxito en sus misiones, fue esta batalla su primera derrota en la campaña por consolidar la soberania nacional.


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Una vez más lo saludo y retomo este espacio para compartir algunos datos historicos referentes a las batallas acaecidas en México, desde luego este mes esta señalado en relieve por la Batalla de Puebla del 5 de Mayo de 1862, y era mi intención poner un post jsuto ese dia pero diversos ausntos me hicieron posponer lo que tenia en mente, pero hoy lo puedo llevar a cabo, asi que la idea es iniciar comentando el combate previo a la Batalla de Puebla y que en mi opinión dia la pauta para dicha victoria; se trata de:

Guerra de Intervención francesas ==> 027 Batalla de las Cumbres de Acultzingo 28 de abril de 1862.

Este combate se ve opacado por la batalla mayor de Puebla, pero a mi modo de ver es importante por los efectos y usos que tuvo en sus respectivos comandantes, por un lado el general franceses Lorencez al final del combate reafirma su confianza y considera que se ha demostrado que sus tropas son muy superiores en armamento, orden y aptitud de combate a sus oponentes y esto le sirve para expresar que su marcha a la ciudad de México y superar las defensas que se le opongan sera facil y sin grandes esfuerzos, me parece que este combate le hizo ser excesivamente confiado al momento de enfrentarse al Ejercito de Oriente en Puebla, además es muy probable que estuviera enterado del desastre de San Andres Chalchicomula del 6 de marzo de 1862 en el que la 1era. brigada de Oaxaca habia sido diezmada por la explosión del polvorin de los cuarteles y que dejaba un saldo de 1500 bajas, esto debilitaba al ejercito mexicano no solo por los hombres sino también por los suministros y materiales de guerra destruidos, asi que consideraba que las fuerzas mexicanas estaban desmoralizadas y divididas pues se sabia que el general conservador Marquez amagaria al ejercito de Oriente por la retaguardia para apoyar el avance frances, asi que su confianza le hizo menospreciar cualquier esfurzo mexicano por detenerle.

Por su parte Zaragoza si que estaba afectado por lo acontecido en San Andres pues esas eran tropas veteranas de la Guerra de Reforma también porque tenia poco como comandante en jefe del Ejercito de Oriente, recien el 15 de febrero de 1862 habia sustituido al general José López Uraga en el puesto y estaba en plena reorganización de la unidad; Zaragoza tomo el combate de las Cumbres como un ejercicio de entrenamiento y evaluación de aptitudes de sus tropas asi como una forma de conocer a su oponente, asi que mientras Zaragoza se aplico en aprender de la experiencia y usarla para mejorar sus tropas, Lorencez se afianzo en sus ideas preconcebidas que a la postre le perjudicaron en Puebla.

Las acciones.

Al comenzar el avance francés, su jefe se encuentra con que el camino hacia el interior se hallaba bloqueado por montañas difícilmente superables para el ejército, a excepción de un paso de montaña conocido como las Cumbres. En vista de lo cual y analizando la situación táctica, el general mexicano Ignacio Zaragoza decide estorbarle al invasor y defender el acceso al altiplano, agrupando a 4 000 soldados y tres baterías de montaña, aprovechando el combate que presentaría para foguear a sus soldados, muchos faltos de experiencia pues eran sólo reclutas que se habían dado de alta apresuradamente ante el prospecto de una invasión extranjera. La fuerza invasora francesa estaba compuesta por 6 000 soldados expedicionarios.

Sólo se registraron escaramuzas aisladas por la mañana del día 28, dado que la zona era cubierta de mucha vegetación, asi hubo tiroteos y golpes de mano entre grupos pequeños que avanzaban y retrocedian siendo bloqueados los franceses sobre el camino principal hasta la tarde, puesto que el camino era estrecho y se amontonaban las tropas francesas estaban muy expuestas al fuego enemigo asi que trataron de forzar el paso enviando zuavos e infantería a través de senderos de montaña para tratar de tomar por asalto las baterías mexicanas. El general José María Arteaga logra batir una columna de franceses formada por los zuavos y penetrar hasta las reservas francesas pero cae abatido por la artillería enemiga, es retirado herido del combate. Lorencez ordena al coronel Valazé que con un batallón de cazadores y la cabellería del capitán Foucault reemprendieran el ataque en el que habian fracazado los zuavos contra una posición llamada "El Presido", estas fuerzas logran superar la primera linea y desarmar las baterias, la segunda línea mexicana en un lugar llamado "Puente Colorado" detuvo el avance frances con la ayuda de las tropas de Profirio Diaz; asi llegaba la penumbra previa al anochecer, Zaragoza comprendía que el paso de montaña estaba perdido desde el principio del combate, por lo que ordenó un repliegue ordenado al caer la noche; sin embargo, nunca fue su propósito bloquear en toda forma la posición, sino causarle la mayor cantidad de bajas posibles a los franceses antes de presentarle formal resistencia al invasor en la ciudad de Puebla, como lo efectuó el cinco de mayo siguiente. Las tropas francesas ocupan la posición al dia siguiente y acampan para reorganizarse.

Asi termino la batalla de las Cumbres de Acultzingo, un combate de 6 horas bajo el sol, la humedad y la selva.

Segun los partes de Guerra las tropa francesas sufrieron unas 400 bajas entre muertos y heridos y las tropas de Zaragoza unos 100 entre muertos, heridos y desaparecidos. Asi quedo puesto el escenario para el siguiente combate en Puebla.


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Saludos despues de un periodo largo de ausencia, pero es que como todos sabemos la vida requiere atención en muchas áreas, hoy regreso con este post sobre la batalla mas famosa acaecida en territorio mexicano:

Intervención Francesa ==> 028 Batalla de Puebla 5 de Mayo de 1862.

Antecedentes.- Después de la Batalla de las cumbres de Acultzingo del 28-29 de abril, el general frances Lorencez estimo que su marcha a ciudad de México seria relativamente facil dado que habian superando al ejercito oponente y este habia puesto un gran trecho de distancia entre ellos; además las noticias de que una brigada del viejo ejercito conservador se organizaba a espaldas de la ciudad de Puebla le daban la impresion de que contaban con cierta aceptación y que la division politica y las ambiciones personales asi como la ineficacia de los altos mandos del ejercito mexicano continuaban vigentes tal y como habia sido en 1847 y que esos factores fuesen los principales para la derrota del gobierno criollo ante los Estados Unidos; por otra parte el ejercito frances de la época tenia la reputación de ser el mejor del mundo, en concreto las fuerzas destacadas en México eran todas unidades veteranas tanto en tropa como en mandos, con campañas en Europa, Africa y Asia; en los campos de batalla italianos, en 1857, el fusil frances habia demostrado que la precisión de su tiro no admitia comparación alguna con otro en servicio, la artilleria era de notable calidad y contaba con menos de 2 años de uso, además las turbias motivaciones politicas y economicas le daban acicate pues despues de que un "gobierno civilizado" como presumia el frances, traicionara los acuerdos firmados en la Soledad con un gobierno "amigo" y reconocido, solo podrian vindicar su accion con una victoria rapida y contundente; todo esto le indujo a marchar a toda velocidad a Puebla donde sabia le espera el ejercito del general Zaragoza, se sabe que Lorecens estaba al tanto de la situacion del genral Zaragoza por cortesia de los agentes conservadores que espiaban para su causa, menos precio a Zaragoza por su juventud y porque la experiencia de Zaragoza era solo contra tropas locales de los conservadores, desde su punto de vista el era un comandante muy experimentado y además menos preciaba a los oficiales mexicanos si todos eran como los conservadores que el conocia muy tendientes a la comodidad, a mandar pero no a obedecer y muy dados al abuso.

Por su parte Zaragoza junto todo lo que tenia tanto en calidad como en cantidad, el ejercito resentia las bajas del desastre de la explosión del polvorin de San Juan Chalchicomula tanto en material como en hombres experimentados; el 40% eran reclutas recien alistados, todos los demas eran fuerzas que convergian de diferentes estados de la republica, y este detalle es muy relevante ya que a diferencia de 1847 en que diversos estados procuraron separarse de México y otros no enviaron ayuda oficial, en esta ocación las tropas eran agrupadas y provistas por los gobernadores y ciudadanos, las tropas regulares estaban muy fogueadas a raiz de que todos participaron en las campañas de la Guerra de Reforma y los mandos a diferencia de 1847 eran ciudadanos que si bien no eran egresados del colegio militar tampoco formaban parte de la "casta militar criolla" tan deficiente, corrupta y comodina cuyo mejor exponente fue Antonio Lopez de Santa Ana, asi mismo la mayoria eran muy jovenes para los cargos, el general Zaragoza contaba 33 años para el puesto de comandante en Jefe del Ejercito de Oriente y ostentaba el titulo principal de general en Jefé de toda las fuerzas nacionales gozaba de la maxima confianza del presidente Don Benito Juaréz y ya desde muy pequeño tenia una cualidad "interesante", era muy mexicano pues nacio en la Texas que se robaron los gringos, su papa habia sido militar y este le habia enseñado a amar su tierra y a su patria, el 23 de octubre de 1846 radicando en Zacatecas solicita ser incluido en el regimiento de husares de la guardia nacional de Nuevo León para combatir la invasion de los EU y porque no, recuperar la tierra donde nacio y a la que nunca volveria a ver.

Asi tenemos 2 comandantes muy diferentes, con motivaciones radicalmente distintas y con unas circunstancias tan dispares.

Asi se llega a la Batalla.-

El ejercito expediconario frances cuenta segun el parte de guerra con 6,048 hombres enla vispera de la batalla, de estos algunos fueron destacados a cubrir las rutas pues eran hostigadas por las guerrillas, de modo que al ataque de la ciudad de Puebla concurren 5576 hombres, por parte del Ejercito de Oriente se considera una fuerza 6700 hombres pero el 4 de mayo, los exploradores mexicanos vuelven con noticias de que los remanentes conservadores, al mando del General Leonardo Márquez se disponen a socorrer a los franceses. El general Ignacio Zaragoza envía una brigada de 1900 hombres al mando del General Tomas O´Horan a Atlixco, con el fin de detener a Márquez, y se dispone a preparar la defensa de la posición, evitando así su arribo a la Ciudad de México. Organiza sus fuerzas para la defensa, contando con dos Batería de Artillería de Batalla y dos de Montaña, cubriendo Loreto y Guadalupe con 1.300 hombres, formando a los otros 3.500 en cuatro columnas de infantería con una Batería de Batalla, y una Brigada de Caballería. El dia 5 de mayo hay 4800 soldados defendiendo la ciudad

El ala derecha mexicana la cubren las tropas de Oaxaca al mando de Porfirio Díaz. El sitio de honor, al centro de la línea lo ocupan Berriózabal y Lamadrid con las tropas del Estado de México y San Luis Potosí. La izquierda se apoya en los cerros de Loreto y Guadalupe, con el general Miguel Negrete a la cabeza de la Segunda División de Infantería. La artillería sobrante es colocada en los fortines y reductos dentro de la Ciudad de Puebla quedando al mando del General Santiago Tapia.

A las nueve con quince minutos de la mañana del 5 de mayo, los franceses aparecen en el horizonte, cruzando fuego con las Guerrillas de Caballería que se batían en retirada, cuyos jinetes no se repliegan hasta que la milicia francesa está formada y lista para avanzar.

La batalla se inicia a las once y cuarto de la mañana, anunciándose el inicio con un cañonazo y acompañado por los repiques de las campanas de la ciudad. El Ejército Expedicionario Francés se divide en dos columnas de ataque, la primera compuesta por aproximadamente 4000 hombres, dirigiéndose hacia los cerros de Loreto y Guadalupe, protegida por su artillería, quienes arribaron delante de la infantería. Mientras que la segunda columna compuesta del resto de la infantería queda como reserva.

El 6° Batallón de la Guardia Nacional del Estado de Puebla (confundido y generalizados erróneamente como "los zacapoaxtlas", cuando estos únicamente formaban una compañía de dicho batallón(de 26 hombres) al igual que los xochiapulquenses (26 hombres), mientras que los tetelenses conformaban el grueso del batallón (115 hombres, encontrándose entre estos los Jefes y Oficiales más distinguidos del cuerpo de guerra) ocupó el puesto de honor y gloria ya que fue el primer cuerpo de guerra del Ejército de Oriente en hacer frente al enemigo y el primero en rechazar su ataque.

El general Ignacio Zaragoza comprendió de inmediato el plan de Lorencez y dio las órdenes convenientes. Haciendo avanzar al general Felipe Berriozábal a paso veloz entre las rocas y situándolo entre la hondonada que divide Loreto y Guadalupe. Mientras que el general Antonio Álvarez, con su brigada protege la izquierda de los reductos.

La línea de batalla mexicana forma un ángulo que se extiende desde el Fuerte de Guadalupe hasta la Plaza de Román, frente a las posiciones enemigas.

Dispone en ese momento el general Lamadrid proteger el camino que conecta a la ciudad con la Garita de Amozoc, colocándose al frente de las tropas potosinas y con dos piezas de artillería de las cuáles disponía. La derecha de la línea de batalla mexicana la cierra el general Porfirio Díaz con la División de Oaxaca, auxiliado por los Escuadrones de Lanceros de Toluca y Oaxaca.

Los franceses continúan su avance, colocando sus baterías frente a Guadalupe y devuelven el fuego mexicano que nace de aquella posición.

Los "zuavos" (regimiento de infantería francesa) ascienden hacia el Fuerte de Guadalupe, perdiéndose de la vista de los fusileros mexicanos. De repente, aparecen frente al Fuerte de Guadalupe, el cual rompe fuego de fusil sobre la columna, que para en seco ante el fuego mexicano.

En ese instante, el general Felipe Berriozábal da la bienvenida con bayoneta a los zuavos, quienes se retiran en buen orden hasta ponerse fuera de tiro. Un momento fue suficiente para que repusieran su moral y se lanzaran de nueva cuenta intentando tomar el Fuerte de Guadalupe.

Los franceses, apoyados por el Primero y Segundo Regimiento de Infantería de Marina se abalanzan entonces sobre el resto de la línea mexicana, siendo recibidos con la bayoneta. La columna francesa es rechazada en Guadalupe y en Loreto, siendo igualmente repelidos los ataques perpetrados por parte de otras columnas francesas desplegadas en el momento.

En aquel momento, el Coronel José Rojo avisa al general Antonio Álvarez que era tiempo de que la caballería mexicana entrara en acción para alcanzar una victoria completa. Ordenando a los Carabineros de Pachuca, cargar sobre los restos de la columna, disparando sus carabinas y lanzando mandobles de sable sobre los franceses, siendo totalmente retirados de la posición.

Lorencez se dispone a dar el último asalto, organizando una columna con los "Cazadores de Vincennes" y el "Regimiento de Zuavos", dirigiéndola al Fuerte de Guadalupe, mientras pone en marcha una segunda columna de ataque compuesta de los restos de los cuerpos de batalla, excepto el 99º de Línea, el cuál queda de reserva en el campamento francés; la segunda columna ataca la derecha de la línea de batalla mexicana.

Ante esta situación, salen los Zapadores de San Luis Potosí al mando del general Francisco Lamadrid, librándose un terrible combate a la bayoneta. Una casa situada en la falda del cerro es el objetivo. Los franceses la toman y se guarecen en ella, siendo desalojados por los Zapadores; la tornan a recobrar y de nuevo son expulsados de ella por las valientes tropas de Lamadrid. El Cabo Palomino se mezcló entre los zuavos y se batió cuerpo a cuerpo con los arrogantes soldados franceses, posesionándose de su estandarte como botín de guerra al caer muerto el portador del mismo.

Una fuerte tormenta cae sobre el campo, reblandeciendo el terreno, difícil de mantener para las tropas francesas, al tiempo que Zaragoza mandaba el parte telegráfico al presidente en la Ciudad de México. Envía al Batallón Reforma de San Luis Potosí en auxilio de los cerros donde los frances se disputaban la victoria con las tropas mexicanas. En el Fuerte de Loreto había un cañón de 68 mm. que causaba enormes estragos en la filas francesas. Los zuavos hacen un empuje desesperado y se abalanzan sobre la pieza. El artillero, sorprendido por la rapidez de la columna francesa, tiene en sus manos la bala de cañón que no alcanzó a colocar en la boca de fuego. Aparece frente a él un zuavo y tras éste el resto del cuerpo que, una vez apoderados de ese fortín, levantarían la moral francesa y podría perderse la victoria conseguida. El artillero, arrojó la bala al soldado francés, que herido mortalmente por el golpe en la cabeza, rodó al foso del parapeto. Luego de estos acontecimientos el general Conde de Lorencez les ordena retroceder, siendo perseguidos por el Batallón Reforma de San Luis Potosí.

Cuando la segunda columna llega al Fuerte de Guadalupe, protegidas por una formidable línea de tiradores, Porfirio Díaz que acude en auxilio de los Rifleros de San Luis Potosí, que estaban a punto de ser rodeadas por el contrario. Movió en columna al Batallón Guerrero, a las órdenes del Coronel Jiménez, ganándole el terreno a los franceses.

En apoyo del Batallón Guerrero, el general Porfirio Díaz envió al resto de las tropas de Oaxaca, con los Coroneles Espinoza y Loaeza a la cabeza, dando impulso a los mexicanos, que expulsaron al enemigo de las cercanías. El éxito alentó al general Díaz, que destacó al Batallón Morelos con dos piezas de artillería a la izquierda, mientras por la derecha los Rifleros de San Luis Potosí se reponían de la pelea, antecedidos por una formidable carga de los Lanceros de Oaxaca, dirigida por el mismísimo Díaz, trabándose un combate cuerpo a cuerpo muy reñido según lo relata el parte oficial del general Díaz, haciendo retroceder en su totalidad a los atacantes.

En aquellos momentos las destrozadas columnas del general Conde de Lorencez huyen en completa dispersión, siendo rechazadas en su último ataque, replegandose a la Hacienda de Los Álamos. Se dice que Lorencez no pudo evitar el llanto de la derrota, con lo que decidió retirarse hacia Amozoc.

La batalla termina con la caida de una fuerte lluvia, los franceses se retiran en orden y los defensores al dia siguiente celebran al victoria cuya noticia es transmitida a la ciudad de México donde se celebra.

Comentarios finales.-

Esta batalla es la mas celebrada en México desde luego por ser una victoria pero más aún porque fue un logro realizado por una combinación entre gobierno y ciudadanos, sí celebramos una victoria sobre un oponente sobresaliente en calidad material, pero sobre todo celebramos que la nación mexicana estaba unida, desde los de "abajo" hasta los de "arriba", incluso asi como hubo militares conservadores apoyando a la intervención hubo otros que se unieron a la causa de la defensa nacional en la misma ciudad de Puebla, el indio, el mestizo y el criollo codo a codo combatieron y sangraron por la misma causa, nunca antes se habia dado una conciencia nacional fuerte y esta victoria marco el fin definitivo de las aspiraciones de los que estaban educados y adoctrinados por el "viejo orden" que venia de la epoca del virreinato, los defectos heredados de la herencia virreinal, del sistema criollo y de la ausencia de liderazgo politico nacional quedaron enterrados en ese campo de batalla, México es una nación mestiza unida por la tierra y la combinación de gentes, no somos amerindios, no somos españoles, ya no somos criollos ni somos blancos todos en México somos mestizos y cuando esta verdad domine la politica, la ciencia y la educación, los defectos culturales t de costumbres que afectan a México seran curados y podremos dar pasos de evolucion consistentes y solidos.


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Saludos, un mes despues regreso con este ejercicio de reseña historica, en esta ocación y después de buscar sobre el último combate de la guerra de Independencia encontre lo siguiente:

Guerra de Independencia ==> 029 Batalla de Azcapotzalco 19 de agosto de 1821

Enfrentamiento entre el Ejército Imperial de las Tres Garantías, al mando de Luis Quintanar y Anastacio Ruiz de Bustamante contra el Ejército Realista bajo las órdenes de Manuel de la Concha y Francisco Bucelli. La mayoría de los sitios citados aún existen en Azcapotzalco.

Después de enfrentarse los dos ejércitos en Tepozotlán, el general de la Concha decide continuar su retirada hasta la ciudad de México, llegando a Tacuba se acantona en la Hacienda de la Clavería. Los trigarantes avanzan hasta la Hacienda de Santa Mónica donde establecen su cuartel, de ahí sale una expedición para conocer el campo y saber cómo están dispuestas las fuerzas de la Concha, mientras tanto, Bustamante recorre las haciendas de Careaga, El Cristo y Echegaray. El primer enfrentamiento se realiza entre Azcapotzalco y la Clavería, en el puente llamado El Rosario(calzada de Azcapotzalco y Heraldo), retirándose los realistas hasta Tacuba y los trigarantes a la hacienda de El Cristo.
Posteriormente hay un enfrentamiento en el mismo punto, replegándose para Azcapotzalco los independentistas, hasta donde son perseguidos por los realistas, alertados por los disparos, Bustamante corre a apoyar a sus tropas obligando a sus enemigos a retirarse hasta Clavería. Conseguido este triunfo, marcha con sus soldados rumbo a Santa Mónica siendo atacado cerca de la Hacienda de Careaga (Unidad Habitacional El Rosario) por las fuerzas de Bucelli en el puente hoy denominado de Guerra (antiguo camino de Azcapotzalco a Tlalnepantla, hoy llamado Aquiles Serdán).

Bustamante contra ataca con fiereza y empuja al enemigo hacia Azcapotzalco, donde se parapetan en el atrio de la parroquia, el convento y algunas casas principales, los trigarantes entablan combate y después de un nutrido fuego y con un cañón emplazado en la plazuela del Zacate, dieron cuenta de los artilleros que defendían la plaza. La lucha dura hasta el anochecer, llueve y los campos inundados impiden obrar a la caballería de Bustamante, éste ordena la retirada y que el cañón fuese removido a cabeza de silla por los de a caballo, operación que llevaron a cabo el viejo insurgente el “Pachón” Encarnación Ortiz y elteniente Manuel Arana perteneciente a los Fieles de San Luis, ambos son acribillados al tratar de sacar la pieza atascada en Tecompa (antiguo camino de Azcapotzalco a Tlalnepantla y San Mateo). La muerte del “Pachón” exacerbó a los independentistas quienes atacaron a sus agresores tomando las casas en las que se parapetaban para entrar al atrio (por estos hechos, con fecha del 26 de junio de 1923, el recinto parroquial es declarado Monumento Nacional Histórico y Artístico, ratificándose el 15 de febrero de 1932 (Ferrer , 1939; INAH, 1987).
Bustamante ordena sepultar a Encarnación Ortiz en el atrio de la parroquia de Azcapotzalco y al resto de los muertos en los atrios de las iglesias del barrio de Santa María Xocoyohualco y del pueblo de San Lucas Tepetlacalco en su paso hacia Santa Mónica.

Después de la Batalla de Azcapotzalco los realistas abandonaron Clavería, Tacuba, Popotla y San Jacinto, para establecer su avanzada en el Hospicio de Santo Tomás. Según las consejas, de Santa Mónica pasan los trigarantes a la hacienda de Careaga en espera de la llegada de Agustín de Iturbide y de Vicente Guerrero, en este sitio permanecen hasta su entrada triunfal a la ciudad de México.

En conjunto hubo unos 3200 combatientes entre ambos bandos, y unos 250 muertos mas los heridos, al final este fue el ultimo combate ya que los acuerdos entre Iturbide y O'donoju se hicieron efectivos concretando la independencia.


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Ricardo R. D. escribió:Saludos, un mes despues regreso con este ejercicio de reseña historica, en esta ocación y después de buscar sobre el último combate de la guerra de Independencia encontre lo siguiente:

Guerra de Independencia ==> 029 Batalla de Azcapotzalco 19 de agosto de 1821

Enfrentamiento entre el Ejército Imperial de las Tres Garantías, al mando de Luis Quintanar y Anastacio Ruiz de Bustamante contra el Ejército Realista bajo las órdenes de Manuel de la Concha y Francisco Bucelli. La mayoría de los sitios citados aún existen en Azcapotzalco.

Después de enfrentarse los dos ejércitos en Tepozotlán, el general de la Concha decide continuar su retirada hasta la ciudad de México, llegando a Tacuba se acantona en la Hacienda de la Clavería. Los trigarantes avanzan hasta la Hacienda de Santa Mónica donde establecen su cuartel, de ahí sale una expedición para conocer el campo y saber cómo están dispuestas las fuerzas de la Concha, mientras tanto, Bustamante recorre las haciendas de Careaga, El Cristo y Echegaray. El primer enfrentamiento se realiza entre Azcapotzalco y la Clavería, en el puente llamado El Rosario(calzada de Azcapotzalco y Heraldo), retirándose los realistas hasta Tacuba y los trigarantes a la hacienda de El Cristo.
Posteriormente hay un enfrentamiento en el mismo punto, replegándose para Azcapotzalco los independentistas, hasta donde son perseguidos por los realistas, alertados por los disparos, Bustamante corre a apoyar a sus tropas obligando a sus enemigos a retirarse hasta Clavería. Conseguido este triunfo, marcha con sus soldados rumbo a Santa Mónica siendo atacado cerca de la Hacienda de Careaga (Unidad Habitacional El Rosario) por las fuerzas de Bucelli en el puente hoy denominado de Guerra (antiguo camino de Azcapotzalco a Tlalnepantla, hoy llamado Aquiles Serdán).

Bustamante contra ataca con fiereza y empuja al enemigo hacia Azcapotzalco, donde se parapetan en el atrio de la parroquia, el convento y algunas casas principales, los trigarantes entablan combate y después de un nutrido fuego y con un cañón emplazado en la plazuela del Zacate, dieron cuenta de los artilleros que defendían la plaza. La lucha dura hasta el anochecer, llueve y los campos inundados impiden obrar a la caballería de Bustamante, éste ordena la retirada y que el cañón fuese removido a cabeza de silla por los de a caballo, operación que llevaron a cabo el viejo insurgente el “Pachón” Encarnación Ortiz y elteniente Manuel Arana perteneciente a los Fieles de San Luis, ambos son acribillados al tratar de sacar la pieza atascada en Tecompa (antiguo camino de Azcapotzalco a Tlalnepantla y San Mateo). La muerte del “Pachón” exacerbó a los independentistas quienes atacaron a sus agresores tomando las casas en las que se parapetaban para entrar al atrio (por estos hechos, con fecha del 26 de junio de 1923, el recinto parroquial es declarado Monumento Nacional Histórico y Artístico, ratificándose el 15 de febrero de 1932 (Ferrer , 1939; INAH, 1987).
Bustamante ordena sepultar a Encarnación Ortiz en el atrio de la parroquia de Azcapotzalco y al resto de los muertos en los atrios de las iglesias del barrio de Santa María Xocoyohualco y del pueblo de San Lucas Tepetlacalco en su paso hacia Santa Mónica.

Después de la Batalla de Azcapotzalco los realistas abandonaron Clavería, Tacuba, Popotla y San Jacinto, para establecer su avanzada en el Hospicio de Santo Tomás. Según las consejas, de Santa Mónica pasan los trigarantes a la hacienda de Careaga en espera de la llegada de Agustín de Iturbide y de Vicente Guerrero, en este sitio permanecen hasta su entrada triunfal a la ciudad de México.

En conjunto hubo unos 3200 combatientes entre ambos bandos, y unos 250 muertos mas los heridos, al final este fue el ultimo combate ya que los acuerdos entre Iturbide y O'donoju se hicieron efectivos concretando la independencia.


Solo mencionaría que gran parte de los hombres mandados por de la Concha eran de los batallones expedicionarios realistas que se habían negado a unirse al Ejército Trigarante.

Saludos cordiales.


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Hola de nuevo, una vez mas por aqui dandole vida a este post, en esta ocación toca otra batalla de la Revolución de 1910 la segunda mas importante se trata de

Revolución Mexicana ==> 030 Toma de Zacatecas 23 de junio de 1914

Ferrer de Mendiolea menciona: "el día 23 de junio, a las 10 horas, se inicia la batalla más táctica que tuvo la Revolución y que culmina a las 17 horas con la entrada de los primeros revolucionarios"

Se trata de la batalla que liquido al ejercito huertista, que estaba formado por unos 11000 hombres en la ciudad de Zacatecas contra 23000 hombres del ejercito del Norte al mando de Pancho Villa

Este hecho de armas trascendió al extranjero. En la revista francesa L´Illustration Française apareció el siguiente artículo firmado por Reginald Kann:

La inferioridad de los federales no quita nada al mérito de los vencedores. Los dispositivos tomados para el ataque, prueban que el comando posee un seguro instinto de la guerra y de la utilización del terreno. La ejecución es tan notable por la rapidez del movimiento ofensivo y su vigor poco común, que para obtener en tan poco tiempo un resultado tan completo, precisa una organización relativamente avanzada y procedimientos de combate que mucho se aproximan a los nuestros, lo que no se creía, generalmente.

Agrega, "que la ejecución fue obra del mando de oficiales valientes y de la intrepidez de los soldados de la División del Norte"

En este link .- http://www.iih.unam.mx/moderna/ehmc/ehmc01/104.html
encontraran un interesante estudio de EL SIGNIFICADO DE LA TOMA DE ZACATECAS por Arturo Langle Ramírez.

Refugio de generales derrotados

Los militares federales habían estado combatiendo al ejército de Villa por varios meses sin lograr derrotarlo. De hecho, huían de estas tropas rebeldes que ya tenían el control del estado de Chihuahua y de la parte sur de Coahuila, razón por la cual se refugiaron en la capital de Zacatecas. Era una ciudad segura por estar ubicada en la sierra y, por tanto, rodeada de cerros, de difícil acceso para un asalto frontal. Los federales intentaban recuperarse moral y físicamente de las diversas pérdidas sufridas a manos de los villistas.

Aquí se concentraron diversos generales para reorganizarse y continuar, posteriormente, los combates contra los revolucionarios, pero éstos avanzaron para atacar dicha ciudad. Sus habitantes esperaban con temor el arribo de los sublevados.

El ejército que apoyaba al presidente Huerta empezó los preparativos para recibir a sus rivales. Colocó a sus artilleros en los cerros más altos que bordean la población -conocidos como El Grillo y La Bufa-, para que con sus cañones impidieran el avance de los villistas sobre los mismos. Estos emplazamientos elevados para los cañones eran pieza clave para la defensa. La situación no iba a ser fácil para los revolucionarios, porque con el enemigo cazándolos desde las alturas eran prácticamente un blanco seguro.

Los federales tuvieron oportunidad de comprobar la efectividad de esta decisión antes de enfrentar a las tropas del Centauro, ya que en los primeros días de junio de 1914 lograron derrotar en dos ocasiones a las tropas revolucionarias de Pánfilo Natera, quien había sido enviado por Venustiano Carranza para tomar la ciudad. En virtud de ese fracaso, las tropas del general Villa avanzaron hacia Zacatecas para enfrentar a las tropas huertistas, esto se hizo desobedeciendo las instrucciones de Carranza ya que este temia a la popularidad qua Villa ya tenia y que se podia ampliar si tenai éxito en Zacatecas, originalmente Carranza queria que Natera conquistara la ciudad.

La necesidad de una nueva estrategia

Antes, las diferentes batallas enfrentadas -y ganadas también- en Chihuahua por la División del Norte, fueron por lo regular sobre terreno más o menos plano, lo que permitió que la táctica utilizada con mayor eficacia por Villa consistiera en las cargas de caballería. Era común que iniciara así sus acometidas, pero en esta ocasión el tipo de terreno era otro y, de no variar su manera de atacar, era previsible un gran número de bajas o posiblemente el fracaso.

El Centauro comprendió que en este caso se requería otro tipo de maniobra, y por ello encargó su diseño al general Felipe Ángeles, militar de profesión y especialista en artillería. Lo primero que hizo el colaborador de Villa fue un recorrido por la zona, acompañado del general Natera, quien conocía muy bien la región, para examinar el terreno en que se libraría el combate, observar las posiciones donde estaban colocados los cañones del enemigo y con esto poder planear el contraataque.

Para neutralizar los cañones enemigos ubicados en los cerros ideó una táctica de engaño. Desplegó su artillería de manera provisional -simulando que desde ahí dispararía-para luego, durante la noche previa a la batalla, establecerla en posición definitiva y sorprender a la fuerza rival. Después de cada cañonazo, la infantería avanzaría sobre los cerros en sincronía exacta para evitar bajas por fuego "amigo". La toma del Grillo y La Bufa eran el principal objetivo y, para que el resultado fuera exitoso, la coordinación entre ambas fuerzas era importante.

El resto de las tropas -la caballería- rodearían la ciudad y atacarían por todos los frentes al mismo tiempo. También, para asegurar que ningún federal escapara, bloquearon los caminos que conectaban con otras poblaciones. Las tropas del gobierno quedaron completamente cercadas, sus opciones inevitables serían: vencer o morir, porque la huida era prácticamente imposible.

En la víspera, el general hizo un movimiento que dejó perplejo al enemigo: retiró las piezas de artillería de sus posiciones originales y las emplazó en sitios imperceptibles y muy cerca de las líneas defensivas de los federales. Los últimos tres días convenció a los huertistas que ya tenía definidas sus posiciones.

El 23 de junio de 1914 inició el combate con enfrentamientos por todos lados. El disparo de un cañón a las diez de la mañana en punto anunció el inició de la batalla. Los villistas avanzaron por los cuatro puntos cardinales intentando arrebatar a los federales sus posiciones en la Bufa, el Grillo, la Sierpe, Loreto y el cerro de La Tierra Negra. Cuarenta cañones –28 por el norte y 12 por el sur- entraron en acción al mismo tiempo para apoyar el despliegue de la infantería que ascendía presurosa por los cerros que rodeaban la ciudad.

Los veintidós mil hombres de la División del Norte se movían en completa armonía bajo la dirección de Ángeles. El general había logrado la perfecta conjunción entre las brigadas del ejército villista. “La artillería obrando en masa –escribió Ángeles- y con el casi exclusivo objeto de batir y neutralizar las tropas de la posición que deseaba conquistar la infantería y ésta marchando resueltamente sobre la posición en donde la neutralización se realizaba. ¡Qué satisfacción la de haber conseguido esta liga de las armas!”

Ángeles estaba enardecido; parecía encontrarse en una dimensión diferente al resto de los hombres, en un sitio privilegiado, exclusivo para el guerrero. Las granadas estallaban encima de su punto de observación o lo rebasaban por completo. Con sus binoculares alcanzaba a divisar al abanderado que corría al frente de su brigada avanzando sin parar. Entonces calibraba nuevamente los cañones y alargaba el tiro para apoyar el asalto final de la infantería sobre alguna posición.

En medio del fuego de la fusilería, Ángeles tomó su caballo para cerciorarse del estado que guardaban otros puntos de la batalla. En camino a Loreto encontró a Villa. Ambos generales con sus estados mayores, cabalgaron juntos mientras escuchaban “alegremente” los disparos de la artillería villista. Los cañones federales intentaban pegarle al numeroso grupo; sus tiros, sin embargo, quedaban cortos.

Una granada explotó a escasos tres metros de donde se hallaban Ángeles y Villa observando el combate. El humo cubrió por algunos instantes a los dos jefes y a sus hombres. Cuando el humo desapareció había varios cadáveres mutilados. Para mala fortuna no había sido disparado por del enemigo. El proyectil era villista, explotó en manos de un artillero que preparaba su lanzamiento. Para evitar que los soldados entraran en pánico o pensaran en el riesgo que corrían al manejar las bombas, Ángeles gritó: “No ha pasado nada, hay que continuar sin descanso; algunos se tienen que morir, y para que no nos muramos nosotros es necesario matar al enemigo. “¡Fuego sin interrupción!”.

Hacia las 5:40 de la tarde, el triunfo de la División del Norte estaba cerca. El enemigo abandonaba sus posiciones y huía de manera desorganizada. “No los veíamos caer, pero lo adivinábamos –escribió Ángeles-. Lo confieso sin rubor, los veía aniquilar en el colmo del regocijo; porque miraba las cosas bajo el punto de vista artístico, del éxito de la labor hecha, de la obra maestra terminada. Y mandé decir al General Villa: ¡Ya ganamos, mi general! Y efectivamente, ya la batalla podía darse por terminada, aunque faltaran muchos tiros por dispararse”.

Unos minutos después, las tropas villistas tomaban posesión de la Bufa y del Grillo y avanzaban sobre la ciudad. Las calles de Zacatecas presenciaron una de las peores matanzas de la revolución. Los revolucionarios acabaron con todos los soldados federales que encontraron a su paso. Saquearon casas, edificios y oficinas. En algunos casos arremetieron incluso contra la población civil. Los siete kilómetros que mediaban entre Zacatecas y la población de Guadalupe terminaron tapizados de cadáveres impidiendo el tránsito de carruajes.

El ejercito huertista habia quedado aniquilado y el camino ha la capital estaba abierto y una página nueva se abrio en la historia de México.


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Ricardo R. D.
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Saludos, ya tenia un lapso de tiempo largo de ausencia, hoy retomo este post con una batalla de la Revolucion Mexicana que fue clave en la evolucion del país y en su historia y que significo el ocaso de la División del norte y de Pancho Villa; si Villa hubiera triunfado nunca hubiera habido un partido politico como el PRI, el PAN o el PRD, ni uno solo de los individuos que han ocupado la presidencia hubiera estado ahi; la historia seria muy distinta pero eso queda en el limbo de la especulación. Esas Batallas en Celaya fueron entre los Convencionistas respaldados por Villa y los Constitucionalistas respaldados por Obregon.

Revolución Mexicana 1910 ==> 031 Batallas de Celaya, Primera 6 y 7 de abril, Segunda 13-14 y 15 de Abril

Preambulo de las Batallas.

El 7 de marzo de 1915 se produjo el primer enfrentamiento entre constitucionalistas y convencionistas en Estación Peón, donde el General de División Eugenio Martínez(enviado por el General Alvaro Obregón desde la Ciudad de México como vanguardia extrema para dar inicio al histórico enfrentamiento contra el grueso del ejército del General Francisco Villa) fue atacado por la caballería villista al mando de los Generales Agustín Estrada, Canuto Reyes y Joaquín de la Peña, quiénes se replegaban hacia Querétaro con motivo de alejar lo más posible a los constitucionalistas de las posiciones convencionistas. El triunfo, a pesar de la superioridad numérica y esfuerzos hechos por todos éstos generales correspondió finalmente al General Eugenio Martínez, quien tomó el control de la zona e informó del éxito de esta importante primer batalla, abriendo así camino para la continuación de la avanzada obregonista. Dos semanas después llegó el General Álvaro Obregón a Estación Cazadero, en donde se le incorporó el General Alfredo Elizondo, procedente de Michoacán. El General Francisco Villa, al saber la proximidad de Álvaro Obregón abandonó precipitadamente Torreón para dirigirse a Irapuato y una vez por todas derrotarlo, a pesar de los consejos del General Felipe Ángeles. Por su parte, el General Álvaro Obregón ocupó Irapuato el 31 de marzo y el 4 de abril Celaya, mismo día en que Francisco Villa llegaba a Irapuato. Ambos se aprestaron a tener varias batallas que habrían de resultar decisivas para la historia de la Revolución mexicana. El ejército villista, era superior en ese momento al constitucionalista: numéricamente tenía 22, 000 mil hombres aproximadamente, que por supuesto contaban con una moral alta, producto de las constantes victorias del general Villa; eran dueños de gran parte de la República, siendo el norte su principal territorio y tenían un brillante historial tanto político como militar; su armamento era muy bueno y las municiones eran suficientes; la artillería villista era muy abundante y comandada por oficiales ex federales que daban ejemplo de experiencia y confianza a sus soldados y la caballería se había hecho legendaria por sus violentísimas cargas. Por el lado constitucionalista se contaba apenas con 11,000 mil hombres, bien armados y con suficientes municiones; para su fortuna tenían a su favor un factor defensivo: el mando y las acciones políticas con Estados Unidos de Venustiano Carranza. Contaban con buenos generales y con la innegable capacidad y astucia del General Álvaro Obregón. Los combates se iniciaron casi de inmediato al saber ambos la proximidad sus fuerzas. El 5 de abril, Alejo Gonzáles y Alfredo Elizondo capturaron Acámbaro, mientras otra columna constitucionalista al mando de los Generales Gonzalo Novoa y Porfirio González recibía la instrucción de destruir la vía de San Luis en Empalme González. A su vez, el General Obregón permaneció en Celaya mientras que la vanguardia del General Fortunato Maycotte marchaba hasta El Guaje, a unos 18 kilómetros al norte, distancia desproporcionada para una vanguardia. Resultaba muy peligroso dispersar su caballería tan exageradamente, pero Obregón pretendía “desorientar al enemigo”.

Primera Batalla de Celaya

El 5 de abril Francisco Villa pasó revista en Salamanca a sus tropas. Al día siguiente, decidió acabar de una vez por todas con el General Álvaro Obregón, inició su avance con tres columnas: al norte la caballería, al mando del General Agustín Estrada; al centro la infantería, constituidas por las brigadas de los Generales José Herón González, ex alumno del Colegio Militar, Dionisio Triana, Bracamontes y San Román; al sur otra de caballería, al mando del General Abel B. Serratos; a retaguardia del centro marchó artillería. A las pocas horas se trabó un furioso combate: los villistas chocaron contra la brigada del General Fortunato Maycotte, en El Guaje. Viendo la situación desesperada, Maycotte informó al General Obregón, quién ordenó su inmediato refuerzo, enviando primero al General Manuel Laveaga, con 1,500 hombres, para luego ir él personalmente. Obregón llegó al Guaje tan sólo para comprobar la derrota de sus tropas; a pesar de ello y con gran presencia de ánimo, en unión de Maycotte logró que las tropas se retiraran en buen orden, evitando que aquello se convirtiera en una desbandada. Las bajas constitucionalistas se elevaron a ochocientos hombres entre muertos, heridos y dispersos. Aprovechando la victoria de El Guaje, las tropas villistas continuaron impetuosamente su ataque sobre Celaya. Ahí cometieron el primero de sus errores tácticos, pues no modificaron su dispositivo de ataque ni esperaron el necesario apoyo de su artillería. El General Álvaro Obregón había ordenado al General Benjamín Hill, segundo comandante del Ejército de Operaciones y comandante de la Infantería, que procediera a analizar el terreno y dispusiera convenientemente a las tropas. Así se hizo, por lo que, al presentarse frente a las posiciones constitucionalistas, los villistas se encontraron frente a un muro de fuego. El choque fue muy violento; sin embargo, para las últimas horas de ese día 6 decreció el ímpetu villista gracias a la eficaz coordinación de los fuegos de fusilería y ametralladoras y al apoyo de artillería. Al principio de la noche se efectuaron los últimos ataques: apoyados por el grueso de la artillería, que malgastó proyectiles en fuego nocturno, los villistas se pudieron retirar a sus posiciones de origen, a pesar de ello, los informes de Obregón a Venustiano Carranza eran peor que pesimistas. Más allá de los negros presagios, el General Álvaro Obregón reacciono y dejo de pensar en la retirada; a cambio, ordenó a los Generales Alfredo Elizondo, Alejo González y Porfirio González que rápidamente marcharan a Celaya como refuerzos. La brigada de Alejo González fue alcanzada en la Hacienda de Cacalote, regresando de inmediato; la de Porfirio González no llegó a tiempo para tomar parte de la batalla del 7 de abril. En las primeras horas de ese día la situación pareció mejorar para los constitucionalistas, ya que habían arribado las brigadas de los generales Elizondo y Porfirio González. El General Grajales, en el análisis escribe al General Álvaro Obregón algo alentador para las fuerzas constitucionalistas: “El dispositivo previsto para el ataque del día siguiente (7 de abril) lleva implícito el germen de la derrota. En la distribución de sus fuerzas no se advierte ninguna idea de maniobra, ningún propósito de obtener la superioridad en determinado sector o dirección, ni siquiera el deseo de formar una reserva general. La acción será simultanea y sobre todo al frente”. Al iniciarse el día 7 comenzó el ataque villista, que poco a poco fue aumentando en intensidad: las cargas de caballería se sucedían ininterrumpidamente, dejando sobre el campo muchos cadáveres; la artillería disparó sobre Celaya dirigida por los coroneles José M. Jurado y José Saavedra y la caballería por el Coronel Pedro González. A las nueve de la mañana se produjo una crisis en el campo constitucionalista: Los batallones 5o, 9º., 17º. y 22º habían consumido sus municiones y comenzaron a abandonar la línea de fuego; en esos momentos el General Álvaro Obregón ordenó al General Cesáreo Castro que le mandara tropas para cerrar la brecha, petición que satisfizo enviando al General Jesús Novoa con su brigada. Mientras el General Obregón activaba personalmente el reamunicionamiento se le ocurrió un ardid que hoy pudiera llamarse acción de guerra psicológica, al ordenar a un joven corneta del 9º Batallón tocar “diana”, lo que creó confusión en las tropas villistas. En esos momentos se produjo otro desconcierto, el General Maximiliano Kloss, comandante de la artillería constitucionalista, ante la desesperación en combate durante una carga villista, ordenó precipitadamente la retirada de sus piezas, decisión que motivó al General Álvaro Obregón a ordenar su fusilamiento, aunque más tarde las cosas se aclararon y no se llegó a esa medida. Mientras tanto y dándose cuenta de esta situación, Francisco Villa ordenó un ataque general. Los villistas iniciaron nuevamente el ataque, pero una vez más fueron contenidos. Para entonces era evidente el desgaste moral y material de los atacantes villistas. Durante ese día dieron más de cuarenta cargas de caballería, habiendo sido rechazados en todas ellas. Inmediatamente después los constitucionalistas pasaron a la ofensiva. La caballería al mando de los Generales Cesáreo Castro, Maycotte, González y Novoa actuó con resolución, llevando a cabo un doble envolvimiento sobre el enemigo. El General González atacó por el norte, llegando hasta donde estaban los trenes villistas que comenzaban la huida. La existencia de canales de riego impidió que la caballería consumara su acción. Horas después se había consumado la primera derrota villista. Todavía la caballería constitucionalista persiguió a los derrotados a unos 20 kilómetros, deteniéndose al caer la tarde en Crespo y El Guaje; la infantería lo hizo en los alrededores de Celaya. Las bajas fueron por los constitucionalistas 4 jefes, 27 oficiales y 527 de tropa muertos; heridos fueron 5 jefes, 20 oficiales (Diódoto Ramírez entre ellos) y 340 de tropa; las bajas villistas fueron 1,800 muertos, entre ellos los Generales Agustín Estrada y Francisco Natera, 3,000 heridos y 500 prisioneros, así como gran cantidad de material y ganado. Las diezmadas huestes villistas se retiraron a Salamanca con objeto de reorganizarse, recibir refuerzos, curar las heridas y sobre todo preparar su nueva operación. La primera batalla de Celaya había terminado con un notable triunfo para el General Álvaro Obregón, pero la lucha no había terminado, pues el general Francisco Villa no se daba por vencido tan fácilmente.

Segunda Batalla de Celaya

Después de la primera batalla las fuerzas del General Álvaro Obregón fueron convenientemente reforzadas, pues llegaron la primera División de Oriente con tres regimientos de caballería, un batallón de infantería y una sección de ametralladoras; dos fracciones de la Brigada Gavira; fracciones de la Brigada de Novoa; dos “Batallones rojos” de obreros, y la Brigada completa del General Joaquín Amaro Domínguez con sus “rayados”. Con estos refuerzos el efectivo del Ejército de Operaciones subió a 15,000 hombres fuertemente armados, de los que 8,000 eran de caballería, con trece piezas de artillería y más de 100 ametralladoras. El día 12 llegó un convoy de municiones al mando del General Antonio Norzagaray, con lo que quedó solucionado este aspecto para los constitucionalistas. Por su parte el General Francisco Villa también se reforzó: se le sumaron las Brigadas de los Generales José I. Prieto, José Ruiz y César Moya; tropas de infantería y artillería de Jalisco, al mando de los Generales Francisco Carrera Torres y Pánfilo Natera García, así como importantes remesas de municiones que desde Ciudad Juárez le envió su hermano el General Hipólito Villa. El día 13, como lo había dicho Francisco Villa en una carta que le enviara al General Álvaro Obregón, se inició la segunda batalla. Del lado constitucionalista todo estaba dispuesto: se había aprovechado al máximo el terreno, que como estaba lleno de zanjas y construcciones, iban a servir como un magnífico obstáculo para la caballería villista, la que avanzó en dos grupos, uno al norte y otro al sur de la vía férrea; la infantería transportada por tren desembarcó en Estación Crespo, a ocho Kilómetros de Celaya, y la artillería marchó a la retaguardia de la infantería. El General Álvaro Obregón tomó otra vez la defensiva, manteniendo una gran reserva. La batalla se inició en la tarde, con ligeros tiroteos y acciones de reconocimiento. Una hora después el combate se había generalizado, principalmente en el sector de la 2ª. Brigada del General Francisco Manzo. La artillería constitucionalista abrió fuego, el que fue contestado por la villista, entablándose un duelo artillero. Poco después se combatía en todo el frente. La táctica seguida por los villistas era la misma que la de la batalla anterior: furiosos ataques frontales, violentas cargas de caballería que se estrellaban ante el fuego de la infantería constitucionalista. La estrategia de Álvaro Obregón estuvo próxima a fracasar, debido a que los constantes disparos de artillería generaban gran escasez de municiones ante los ataques villistas. Venustiano Carranza, comprendiendo la situación desesperada de los que combatían, envió con toda rapidez un tren con municiones. Durante el día 14 el ataque villista fue una repetición de los anteriores: las caballerías buscaban el lugar vulnerable que permitiera la ruptura. Indudablemente que fue muy dura la presión sufridas por las tropas constitucionalistas, pero el General Obregón sabía que a ese ritmo de batalla, las tropas villistas quedarían pronto agotadas. En la madrugada del día 15 el General Obregón consultó con sus comandantes subordinados sobre el estado de sus tropas, para saber si estaban en aptitud de sostenerse en sus posiciones a fin de poder iniciar su ofensiva a las primeras horas de ese día, mediante un doble movimiento envolvente de su caballería. El agrupamiento de su caballería del lado norte quedó formado por el General Cesáreo Castro, aunque tomó el mando el General Fortunato Maycotte por enfermedad de Césareo, más la caballería del General Dionisio Triana. El del sector sur quedó constituido por las Brigadas del General Joaquín Amaro Domínguez y Antúnez, más las brigadas de caballería Jaimes y Gavira. Así, las tropas constitucionalistas pasaron a la ofensiva, por lo que el enemigo fue sacado del balance por la sorpresa; el propio Obregón marchaba al centro de la fuerza atacante. De inmediato la batalla se generalizó: Los villistas aunque desconcertados, se defendieron valientemente, pero fueron desplazados de Estación Crespo a la Hacienda de Las Trojes, por el norte; por el centro las tropas constitucionalistas habían hecho retroceder más rápidamente a los villistas, quedando tan sólo aislado el núcleo de Las Trojes, que posiblemente por falta de información se aferraba a su posición perdida. Para el medio día la batalla estaba decidida a favor del constitucionalismo: era muy clara la derrota villista y ya se notaban los síntomas que preceden a una retirada desordenada. Al caer la noche con la caída de los últimos villistas en Las Trojes que lucharon hasta el último hombre se consumó la derrota de Villa.

Fue en palabras del escritor Gary Brecher la derrota de una fuerza de finales del siglo XIX (Villa) por una fuerza de principios del siglo XX (Obregon), es decir que las tropas de Villa se basaban en la carga de caballeria y Obregon uso una defensa “profundizada” que fue muy eficaz contra la ofensiva y las técnicas de la artillería usadas en aquel momento, y se baso en su estudio del conflicto de trincheras de la Primera Guerra Mundial que entonces debastaba Europa. Aunque las líneas de Obregón se debilitaron ocasionalmente, él tenía suficientes reservas para recuperarse en cualquier momento. Pero mas decisivo fue que Obregon conocia muy bien el caracter psicologico de Villa y lo aprovecho en favor suyo, además también conocia el modo de pelear de las tropas Villistas y desde tiempo atras al igual que Villa intuyo que se medirian en combate y se preparo para ello, Villa no hizo igual e incluso ignoro a su mejor lugarteniente el General Felipe Angeles; asi pues una mente lucida, "mañosa" y previsora supero a una mente voluntariosa, precipitada y carismatica.


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batalla de Tepeaca y Cordoba en 1821

Mensaje por Codigo Cordoba »

Saludos a los foristas

estoy tratando de reunir informacion sobre dos batallas ligadas entre si en la etapa de los trigarantes en la indepencia, y son la batalla de Tepaca y la posterior batalla de Còrdoba o de la Casa Quemada

si tienen alguna informacion se los agradeceria mucho


El Voltigero
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Re: batalla de Tepeaca y Cordoba en 1821

Mensaje por El Voltigero »

Codigo Cordoba escribió:Saludos a los foristas

estoy tratando de reunir informacion sobre dos batallas ligadas entre si en la etapa de los trigarantes en la indepencia, y son la batalla de Tepaca y la posterior batalla de Còrdoba o de la Casa Quemada

si tienen alguna informacion se los agradeceria mucho


De lo poco que sé es que hubo una participación muy activa de varios oficiales peninsulares y de las unidades expedicionarias durante esta etapa final de la guerra (después de haber sido proclamado el Plan de Iguala), entre ellos Francisco Hevia (del batallón de Castilla, Juan Ráfols (del batallón de Extremadura) y Ciriaco de Llano. Al final estos cuerpos expedicionarios fueron quienes ofrecieron la resistencia final en la batalla de Azcapotzalco, batalla que puedes encontrar en los posts anteriores. Seguramente en la Historia de México de Lucas Alamán podrás encontrar mucha más información.

Saludos cordiales.


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Codigo Cordoba
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Batallas de Tepeaca y Córdoba

Mensaje por Codigo Cordoba »

Gracias El Voltigero por contestar

Efectivamente, del lado de los realistas, principalmente fueron soldados expedicionarios los principales protagonistas en las dos batallas: Del llano como brigadier tenía el mando principal pero permaneció en Puebla, Hevia comandaba a los realistas tanto en Tepeaca y Córdoba, falleció aquí en Córdoba de un tiro en la cabeza y lo sustituyo Blas del Castillo y Luna de los expedicionarios Ordenes Militares.

Sobre Juan Ráfols, no tengo ningún dato si tienes alguno te lo agradecería


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Ricardo R. D.
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Mensaje por Ricardo R. D. »

Saludos Codigo Cordoba, ya te envie un mensaje con mis comentarios sobre lo que solicitas y ya que me diste dos temas a colocar aqui, pongo de una vez lo que he encontrado para reanudar este post; también aprovecho para agradecer a todos lo que han pasado por aqui y han leido lo expuesto. :D

Guerra de Independencia ==> 032 Batallla de Cordoba o de la Casa Quemada 21 de Mayo de 1821.

Antecedentes:
El 06 de Marzo se proclama el Plan de Iguala de forma oficial en esta villa, los cordobeses se dividieron en dos grupos: por una parte, los simpatizantes de las ideas de libertad: y por otra, los adictos a Fernando VII.
La Villa, aun en el poder de los realistas, se encontraba indefensa, porque el coronel Bellido, sustituto del coronel Francisco Hevia, solo disponía de un pequeño contingente; en tal virtud solicito el auxilio del gobernador realista de Veracruz, no obstante el refuerzo resulto insuficiente, tal como lo demuestra cuando se tuvo que rendir y entregar la plaza al insurgente Joaquín Herrera con el jubilo y los aplausos de los cordobeses.
La villa de Córdoba se mantuvo sujeta por más de dos siglos a la corona de España y al régimen virreynal. El 1° de Abril de 1821 dejo de estarlo cuando se rinde el comandante militar y entrega la plaza a los insurgentes.

El 10 de Mayo d 1821 comenzó a circular el rumor d que los españoles del ejercito realista se encontraban en Naranjal, por lo que en la cuidad se comenzó a fortificar bajo la dirección de Don Antonio Guardaelmuro y Don Francisco Calatayud, ante la eminencia de un desesperado ataque realista.

Córdoba se presto a la defensa: 250 voluntarios se ofrecieron para proteger la villa junto con 20 amatecos encabezados por el indómito indio Pascual de los Santos García, quienes también llegaron a ofrecer sus servicios.

Los Combates:

El día 12 de Mayo, Don José Joaquín Herrera con 200 hombres de Infantería y 100 de caballería, entre los que venia el valiente militar Félix Luna salieron a buscar a las fuerzas realistas. El día 15, en la Barranca de Metal, el jefe de las fuerzas al servicio del virrey se encontró con Luna, trabándose entre ambos grupos un nutrido fuego, sin embargo al cabo de unas horas de lucha, Hevia, el jefe realista, decidió emprender la maniobra para atacar las fortificaciones en Córdoba considerando que estaria mermada su defensa y que con sus 500 soldados veteranos podria tomar la plaza, así fue como a las 15:30 hrs. del mismo día Hevia penetraba hasta el barrio de San Juan Sebastián, en cuya plazuela estableció el cuartel. En la madrugada del siguiente día, los cordobeses se metieron a las fortificaciones enemigas, y tras reñido combate, hicieron que los intrusos se replegaran mas y mas.

Francisco Hevia dirigía las maniobras de ataque contra la casa de Bernardo Herrera, cuando una bala certera disparada por el fusil que empuñaba el amateco Pascual de los Santos García, lo hizo rodar por tierra sin vida.

Hevia fue sustituido por el teniente coronel San Blas del Castillo y Luna, este penetro por segunda vez a la manzana donde se libraba la parte principal de la lucha, prendiéndole fuego, pero fue rechazado entre las llamas que pronto fueron sofocadas. Solo la casa inmediata a la calle en posesión de los enemigos ardió toda y por mucho tiempo se le conoció con el nombre de “La Casa Quemada”, ubicada en lo que hoy es la calle 7 esquina Av.5, donde actualmente existe un monumento erguido en memoria de los participantes de dicha acción.

Todo el vecindario de la villa, carente de armas, con azadones y demás instrumentos de labranza y hasta con piedras y palos, ayudaba a los hombres de Herrera. El 18 se redoblo el fuego por parte de los realistas, y organizados los cordobeses, no cejaron en la defensa de sus fortificaciones. Por la mañana de ese mismo día llego Don Antonio López de Santa Anna con 300 hombres de infantería y 250 de caballería, pero los españoles no abandonaron sus posiciones.

El día 20 volvieron los soldados del teniente coronel Blas de Castillo y Luna a reiniciar la batalla, pero ya sin el brío de los primeros días. A través de su jefe, pidieron una tregua para celebrar una junta de guerra. Al anochecer, los enemigos de la independencia rompieron nuevamente el fuego, pero este fue contestado por los de la plaza, con más vigor. Los realistas se empeñaban en vencer a los vecinos de la villa, auténticos héroes, quienes habían tomado una determinación: sostener la pelea hasta alcanzar la victoria o perder la vida. El tiroteo cesó a la madrugada cuando se confirmo que los realistas estaban abandonando sus posiciones, Herrera ordeno a la caballería que persiguieran al enemigo que fue hostilizado hasta La Garita de Orizaba. En la madrugada del 21 de mayo regreso la caballería la cual fue recibida con repique de campanas y con un contagioso y feliz entusiasmo de todos los cordobeses.

Comentarios:
En realidad la batalla por Cordoba duro 5 dias, del 15 de mayo al 20 de mayo ya que la columna de caballeria estaba de regreso en Cordoba el dia 21 por la madrugada y ese dia realmente no se combatio sino que se celebro la victoria y por convención popular se designo al dia 21 como el de la batalla en lugar de decir que era el dia de la celebración.

Militarmente hablando las tropas realistas estuvieron a un triz de tomar la plaza pero la hostilidad de la población les complico sus intenciones y con motivo de ello los realistas fueron mas feroces en sus ataques; para estos combates se puede decir que eran muy pocas tropas en un área muy amplia, solo 500 realistas contra 570 insurgentes en los primeros dias, solo cuando el dia 18 llega Santa Ana los insurgentes tienen superioridad numerica.

Considerando el numero de combatientes la batalla fue muy larga.


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Loïc
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Mensaje por Loïc »

Hola, y naturalmente, con anticipacion, a nuestros compañeros Méxicanos feliz Cinco de Mayo
y como hemos mencionado tambien las banderas en este hilo
para este 5 de Mayo algunos guiones originales y bien conservados de los Zapadores en 1863-1867 :

banderin de la Compania de Zapadores de Rojas perdido el 28 de enero de 1865
http://www.photo.rmn.fr/CorexDoc/RMN/Me ... 520167.jpg

guion del Batallon de Zapadores de Zacatecas Sanchez y Roman
http://www.photo.rmn.fr/CorexDoc/RMN/Me ... 522827.jpg
de la batalla de Cerro Borego junio de 1862

Banderin de Zapadores que proviene de la batalla de San Lorenzo
http://www.photo.rmn.fr/CorexDoc/RMN/Me ... 528390.jpg
Última edición por Loïc el 03 May 2011, 12:40, editado 2 veces en total.


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Loïc
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Mensaje por Loïc »

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Ricardo R. D.
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Mensaje por Ricardo R. D. »

Saludos Camarada Loïc, gracias por las felicitaciones a nombre de México :D ; sin duda un excelente material el que nos compartes y esto me da material para trabajar e investigar varias cosas; me llaman la atención 3 puntos, primero el que exista un banderin que incluya uno de mis apellidos :wink: ese es totalmente nuevo para mi y además que sea del cuerpo de zapadores, eso me recordo que durante mi servicio militar estuve encuadrado en un batallón de zapadores en la ciudad de México; segundo que 2 de los banderines llevan un ancla bordada, supongo que esas unidades eran de la marina :conf: y tercero, me parecen muy buenas las fotos ¿donde estan actualmente esos banderines, de donde consegusite tan buenas fotos? evidentemente eres un estudioso de la historia y te felicito por ello y por cierto ya que estamos con esa idea de las banderas incluire ese tema en este hilo del foro y te solicito algo ¿seria posible una foto o imagen de la bandera del batallón egipcio que vino a México en la época de la Intervención? ya que nos compartiste una imagen de sus uniformes estaria genial saber que bandera llevaban.

Bueno pues de nuevo gusto en verte por aqui.


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