Ozires escribió:Dan pena, señores! lo peor de todo es saber que son sur americanos - aunque aparentemente contra su voluntad - como nosotros.
Son abusrdamente dantescos, saben de outra, el estándar de comportamiento de estos dos especímenes que se apesentam en este espacio es relativamente el promedio de los argentinos, incluyendo a su prensa, completamente ajeno a realidad de su país, viven en otra dimensión, si Einstein estuviera vivo, tal vez él saberia explicar mejor.
Son bizarros, pero bueno, son lo que son, argentinos ciertamente.
Señor Ozires.
No se cual es su problema y poco me importa.
Simplemente no voy a aceptar ese tipo de insultos generalizados hacia un pueblo que conozco y aprecio, dentro del cual cuento con familiares y buenos amigos. Pueblo que como todos tiene defectos, pero también mas virtudes aún.
el estándar de comportamiento de estos dos especímenes que se apesentam en este espacio es relativamente el promedio de los argentinos,
Esta Ud confundiendo a la generalidad, o en sus palabras al "relativo promedio de los argentinos" con unos especímenes aislados.
Ya lo he dicho y lo sostengo, si, tienen un número de fanfarrones, fantasmones y fantoches, cierto, que es relativamente mas elevado que el promedio, diría que un 10% de ellos son así,
pero vaya como se hacen notar.
Aquello suele llevar a la falsa percepción de que se puede meter a todos los argentinos en la misma mal oliente bolsa. Eso puede calificar de error común, que puede ser disculpable en base al desconocimiento de ese pueblo.
Pero deja de ser un simple error común el realizar esas afirmaciones desde
la ignorancia a la que se ha sometido voluntariamente, no dándose el trabajo de conocer mas allá de la superficie a todo un pueblo al que 4 bolsas ociosas llenas de aire caliente jamás van a representar.
Por tanto le voy a solicitar, esta vez, con el mayor de los respetos debidos, se abstenga Ud en lo sucesivo a realizar dicho tipo de generalizaciones que amén de erróneas son infamantes y mueven a indignación.
Saludos
Llorad por él, llorad hasta que mojen, mujeres, vuestras lágrimas la tierra, la tierra que él amó, su idolatría.
Llorad, guerreros ásperos de Chile, acostumbrados a montaña y ola, este vacío es como un ventisquero, esta muerte es el mar que nos golpea.