El Comercio
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas emitió el pasado jueves 16 el comunicado oficial 024-2009 en el que daba cuenta de la explosión accidental de una granada en la base de Pichari. Allí murieron dos reclutas: Filemón Carbayo Odicio y Jordy Arévalo Picón. Lo que no decía en ese documento era que el segundo de los reclutas mencionados solo tenía 16 años, denunció ayer la Defensoría del Pueblo.
Eso no es todo. En la lista de heridos también aparece el soldado Silver Saldaña Salas, otro menor de edad, según la denuncia presentada por su madre, Rosario Salas. Él habría sido reclutado de manera irregular.
La Defensoría del Pueblo ha pedido a la Fiscalía de la Nación que se encargue de investigar estos hechos que configuran una violación a las leyes.
OTRA IRREGULARIDADAyer también se conoció que la Defensoría del Pueblo remitió un oficio al comandante general del Ejército, general EP Otto Guibovich Arteaga, para que se investiguen estos casos, pues en una comunicación que él envió a la Defensoría del Pueblo aseguraba que “ya queda un solo menor de edad en el Ejército del Perú”, según se consigna en el oficio 089/CGE/E-1/2009.
Como se recuerda, en abril pasado se produjo también la muerte de un menor de edad que prestaba servicio en el Ejército, lo que motivó la reacción de las autoridades nacionales.
En el oficio mencionado líneas arriba, el general EP Guibovich Arteaga señalaba: “Se ha determinado en muchos casos lamentables documentación fraguada para poder ingresar al Ejército, que como comprenderá, muchas veces logran su cometido. No significando ello la negación de la responsabilidad en diversos niveles institucionales hacia quienes se han derivado las acciones correctivas que la situación impone”.
Guibovich Arteaga agrega: “En todos los casos, sin excepción, se han abonado los pasajes que por ley le corresponde a este personal, y en la mayoría de los casos, han sido trasladados por oficiales del Ejército a sus lugares de origen donde se han recabado constancias de entrega”.
En el caso del recluta muerto se conoció que, efectivamente, él regresó a su comunidad, pero luego volvió a ser enrolado en el Ejército. No se conoce, sin embargo, si el menor regresó al servicio por voluntad o fue nuevamente enrolado por el Ejército. En todo caso, su presencia en el cuartel ya configura una irregularidad pues aún no alcanzaba la edad para formar parte de la tropa en servicio.
CLAVESA En el 2008, la Defensoría del Pueblo recibió 120 quejas por reclutamiento de menores de edad en todo el país.
B La mayoría de estas quejas se refería a la indebida incorporación al servicio militar de adolescentes entre los 14 y 17 años.
C Hay casos de menores de edad, especialmente de bajos recursos, que deciden enrolarse para mejorar sus condiciones de vida (tener alimentación, estipendio mensual y otros beneficios).
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