Voy a probar suerte, por si alguien me puede ayudar a recordar un fusil (mosqueton) que utilice en su dia y, que por el paso del tiempo, y las cosas de memoria, ahora no soy capaz de saber cual es, para intentar adquirirlo.
Necesitaba saber quien me puede decir el tipo de fusil/mosqueton/rifle que se utilizaba por los francotiradores en el ET entre los años 1982 y 1985.
Estoy entre dos opciones: el Santa Barbara P-98 y el Mauser Coruña modelo 1943.
Me consta que el que se utilizaba tuvo modificaciones, la culata era estilizada, tipo caza como el modelo P-98, con el enganche de la cinta de transporte de la culata lateral.
Tambien se que el calibre que se utilizaba era el 7,62 x 51 y si la informacion que me dieron es valida, un visor ENOSA.
Alguien me comento que la palanca del cerrojo podia ser acodad, pero la verdad que ese dato no lo puedo confirmar.
Lo utilice en Burgos, COE 61 adscrita al Regimiento San Marcial nº 7
Gracias de antemano a toda la informacion que me puedan aportar
De los Santa Bárbara, las últimas versiones derivadas del K98 están el
- Oviedo (tercerola), y el FR8
- Coruña (fusil).
El Coruña, con visor Enosa, fue utilizado como arma de tiro de precisión. Parece ser que algunas comandancias de la GC lo tienen todavía asignado. En el resto de unidades de las FAS se tiene como arma de palo para representación.
Hace escasas semanas vendí un Oviedo (no me hacía al sistema de carga, que hacía que tuviera que desencarar).
Ah, del Coruña, se hizo una versión de caza que se utilizó como base para un arma de paqueo (el C75). Actualmente tiene una segunda vida tras la sustitución por los Accuracy, ya que le han cambiado en alguna unidad de la Armada el visor por un Tasco 3-9x56E con retícula iluminada y estadimetría.
En este enlace se ve que algunas compañias de la COE utilizamos este tipo de arma para francotirador. No se si se ditribuyo entre todas las compañias el mismo modelo de fusil, o en las partidas habia diferentes modelos.
Pero hay cosas que no me cuadran y creo que pudo haber modelos que de alguna manera se hubieran modificado. Por eso queria asegurarme.
Tengo la total certeza que el FR-8 y los Oviedo no fueron. De ahi mi duda si podrian ser del modelo Coruña o K-98, aunque parece ser que de estos ultimos hubo mas bien pocos en el ET para las secciones que comento.
El pensar que se modificaron al llegar ha utilizaros por las secciones de francotiradores es el cambio de municion pasando del 7,92 al 7,62.
Siento la escasez de datos, pero es uno de estos dos modelos.
La foto es de un Coruña (acción 98). El Oviedo lleva acción creo que 93.
El FR 8 también además de ser arma de dotación para fusileros, también fue de dotación en algunas unidades como arma de paqueo (por ejemplo en la Policía Militar).
El Oviedo es el Mauser modelo 1913 y 1916. El mío era de 1916.
No entiendo mucho eso de "desencarar". De hecho, cuando disparo, siempre tengo que desencarar cuando llevo el arma a posición de carga. Así que soy todo oídos. Un abrazo.
PS: Te estoy enviando unas preguntas. Gracias anticipadas.
Muy sencillo.
En la acción 98, el cerrojo se monta sin que tengas que hacer fuerza, mientras que en las acciones anteriores, el cerrojo se monta cuando atacas el cartucho a la recámara (envías el cerrojo hacia adelante) y sobre todo cuando lo giras para afianzar los tetones del cerrojo. Tienes que aplicar bastante fuerza, y como yo no ando sobrado de ellas, tenía que desencarar (quitar el fusil de la posición de apunte y disparo) para cargar, por lo que si me iba de caza, perdía tiempo suficiente para que la pieza se escapara.
Con las acciones Mauser 98, Rem 700 y derivadas, la carga es muy suave, pudiendo mantener el encare y por tanto puedes seguir muy bien a la pieza y hacer rápidos disparos. Si estás bien adiestrado en el uso del fusil de estas características y con la técnica de no desencarar, puedes llegar a hacer un ritmo de fuego similar a un fusil semiautomático.
El mosquetón modelo 1943, o modelo Coruña, se produjo en esa fábrica de armas desde 1943. Era una versión española del mosquetón Kar-98 alemán, pero inspirado en la variante checa , el Vz-24. El modelo 1943 abandonaba así el cerrojo sistema Mauser 1892 y el cal. 7 mm, pasando al estándar alemán, cerrojo tipo 1898 y cal,. 7,92 mm.
Posteriormente Santa Bárbara produjo en la fábrica gallega una versión de estilo civil llamado modelo Coruña C75 cal. 7,62x51 NATO, que ha sido usado por la policía y por el ET (si no me equivoco). El cerrojo era derivado del del modelo 1943.
Caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese y no hubo nada.
Estimado CVR: Es decir, después de la GCE, el armamento español de infantería quedó uniformado en 7.92 x 57 (tanto en la versión española de la ZB, como en el mosquetón Coruña). Se que hubo una ametralladora denominada Alfa, que venía dos versiones en calibre NATO y con la bala alemana, pero tengo entendido que esta arma fue de los anos 5Os; asi que la pregunta es, entre el fin de la guerra y la adopción de la mencionada ametralladora Alfa, cuál fue la ametrallladora estándar del Ejercito de Tierra? Una pregunta adicional: Qué pasó con los enormes stocks de armas y municiones en calibre 7.62 x 54R? Y con los otros muchos calibres que llegaron a España entre 1936-39?. Saludos cordiales y como siempre, gracias anticipadas por tus acertadas respuestas.
Estimado reytuerto, la cuestión tiene su dificultad porque falta información, pero de lo que yo sé, se podría resumir la cuestión como sigue:
Terminada la guerra la Guerra Civil Española el ejército vencedor se encontró con un armamento totalmente falto de uniformidad. Antes de la guerra eran reglamentarios el fusil mod. 1893 y el mosquetón mod. 1916 (sistema Mauser 1892/93), el fusil-ametrallador Hotchkiss modelo 1925 (en proceso de sustitución) y la ametralladora Hotchkiss modelo 1914, todos en cal. 7 mm. Las exigencias de material durante el conflicto llevaron a que ambos bandos importaran numerosos tipos de armas de calibres variopintos. Agrupando el armamento por calibres, tendríamos de forma resumida:
El bando nacional tenía en servicio material de cuatro calibres: 7 mm Mauser de preguerra; 6,5 mm Carcano y 7,92 mm Mauser en el suministrado por sus aliados italianos y alemanes y finalmente 8 mm Lebel, en material proveniente de Italia o capturado.
En el bando republicano la diversidad era mayor, siendo los principales calibre: 7 mm Mauser de las armas de preguerra y las suministradas por México; 7,92 Mauser del proveniente principalmente de Polonia y Checoslovaquia (y otros); 7,62 Mosin, de los importantes suministros soviéticos y el 8 mm Lebel (material suministrado por Francia, Polonia y la URSS) y en menores cantidades el .303 británico y el 7,65 mm Mauser. Todas estas armas pasaron al finalizar la guerra por captura al bando nacional.
El nuevo Ejército Español de posguerra se encontró así con cuantioso material aptó para el servicio activo, cuando menos de cuatro calibres: 7 mm y 7,92 Mauser; 7,62 Mosin y el 6,5 mm Carcano. Se trató de racionalizar en lo posible su distribución, enviando por ejemplo las armas de 6,5 mm (fusiles, fusiles-ametralladores y ametralladoras) a las Islas Canarias, o dotando a la Guardia Civil (gendarmería española) con armas de 7,62 mm (Mosin-Nagant, Degtyarev DP-28 y Maxim), …
Dado que las existencias eran inmensas, en los parques se almacenó buena parte del material sobrante para en caso de movilización dotar a las nuevas unidades. También se pensó vender parte del material sobrante, pero la compleja situación internacional lo impidió.
Con la modernización de los años 50, amparada por los EE.UU., mucho del material más antiguo fue vendido a la firma Interarms de Alexandria (USA) pasando a coleccionistas norteamericanos, y otro mucho, incluido de 7,65x54 mm, quedó en los parques para armar a las reservas. Desconozco su destino final, pero imagino que o bien se vendió a empresas de excedentes militares como la citada o fue al martillo pilón, como han ido muchas piezas dignas de estar en un museo.
Volviendo al armamento de posguerra, estaba por un lado una enorme cantidad de material proveniente del conflicto, pero por otro en las fábricas de Oviedo y La Coruña continuaba la producción de armas de 7 mm: fusiles y mosquetones Mauser sistema 1893, fusiles ametralladores O.C. (evolución del vejo Hotchkiss mod. 1925 que dio un resultado mediocre) y ametralladoras Hotchkiss mod. 1914.
Del arsenal existente, se consideran como las armas más adecuadas para dotar al ejército varias de 7,92 mm llegadas durante la guerra: los mosquetones sistema Mauser polacos Vz. 29 y checoslovacos Vz. 24 y el fusil ametrallador de diseño checoslovaco ZB-26 (la República había adquirido 25.000 mosquetones polacos kbk wz. 1898 y 1929 de F.B. Radom, 50.000 mosquetones vz. 24 de Ceskoslovenska Zbrojovka y 1.000 fusiles ametralladores ZB-26/30 de Zbrojovka Brno). Aparte existían otros modelos de 7,92 mm en buen uso, como fusiles y mosquetones Mauser 98 de origen alemán (Gew. 98 y Kar. 98a provenientes de la Primera Guerra Mundial), polaco, etc., o los fusiles ametralladores MG-13 alemanes y Browning wz. 28 (BAR) polacos o las ametralladoras Maxim MG08 y Colt-Browning wz. 30 polacas.
Los fusiles Mosin se consideraban armas muy confiables y duras, pero poco suaves de manejo por lo que gustaba más el Mauser. También eran muy fiables las ametralladoras Maxim de 7,62 pero estaban anticuadas y eran demasiado pesadas (como lo eran las Hotchkiss de 7 mm).
Se planteaba así como reequipar al ejército en una situación internacional enrarecida. Una primera posibilidad hubiera sido continuar con los modelos de 7 mm en producción en las fábricas militares (fusil o mosquetón Mauser sistema 1892/93, el fusil ametrallador O.C. y ametralladoras Hotchkiss mod. 1914), pero eran armas ya superadas. Una segunda opción era pasar a los modelos de 7,92 mm más modernos y cuya munición tenía ciertas ventajas técnicas y además existía la posibilidad de su adquisición en el extranjero dada la escasa capacidad productiva, especialmente de armas automáticas.
Se optó por esta última opción, en base a tres modelos de 7,92 mm:
1) El mosquetón Coruña modelo 1943 (sistema Mauser 1898) inspirado en el vz. 24 checo, que se produciría en la fábrica de armas de La Coruña.
2) Apreciando su calidad demostrada en la guerra, en 1943 se contrató con los alemanes (dueños ahora de Zbrojovka Brno, rebautizada como Waffenwerke Brün) el suministro de 5.000 fusiles ametralladores ZB-26 (de los que llegarían solamente 100), así como la compra de la licencia de fabricación para su manufactura en la fábrica de armas de Oviedo. Ésta no se inició hasta los años 50 (debido a que la guerra impidió el apoyo técnico) con el nombre de FAO (acrónimo de la factoría).
3) Como ametralladora media se eligió otra arma de la prestigiosa firma checa Zbrojovka Brno, la ZB 53 de 7,92 mm, alias TK vz. 37, MG 37(t) o BESA, (junto con su hermana mayor, la ZB-60 de 15 mm como arma AA), de la que Alemania había suministrado 1.000 unidades, pero incompletas. No sé si la idea era estandarizarla como ametralladora media o se adquirió como medida provisional, ya que estaba disponible y Alemania la suministraba a países amigos como Rumanía.
Sin embargo las urgencias de la guerra [Alemania las necesitaban para su ejército, donde se las denominaba MG 26(t) y MG 37(t)] impidieron la adquisición de los productos de Zbrojovka Brno en las cantidades deseadas. Finalmente como nueva ametralladora media se optó por un arma diseño español, la ametralladora ALFA modelo 1944 calibre 7,92 mm producida en la fábrica de armas de Oviedo.
Hay poco escrito sobre la ametralladora ALFA (el viejo libro de Fernando de Salas López “Empleo táctico del armamento”, con varias ediciones en los 60-70, y poco más). Algunos autores extranjeros la hacen derivar de la Breda Mod. 37, pero no es así. Solo su trípode posiblemente tenga influencia de la Breda, pero creo yo que la ALFA era un híbrido entre la ZB 53 y la Hotchkiss, lo que no es raro dado que ambas eran usadas por nuestro ejército. Así el sistema de cierre estaba tomado de las ZB 53 en tanto que la arquitectura general del arma estaba inspirada en la vieja Hotchkiss, y su sistema de gases era claramente similar al de ésta, con tubo de gases corto y pistón exterior.
La ametralladora ALFA modelo 1944 era un arma poco novedosa pero de características aceptables, pesaba 14 kg, 37,5 con el trípode incluido (frente a los 52 de la Hotchkiss), se alimentaba con cintas metálicas engarzables de 100 tiros (que se podía meter en un tambor, tipo alemán, inspirándose posiblemente en la ZB), una notable mejora sobre las tiras rígidas de la Hotchkiss, su cadencia de tiro era de 780 d/m (que no estaba mal) y su cañón era fácilmente recambiable.
La ALFA dio buen resultado y estuvo en servicio muchos años y cuando se adoptó el 7,62 mm NATO (y el fusil de asalto CETME) apareció una nueva versión (conversiones y de fabricación nueva), denominada ALFA modelo 1955 de cal. 7,62x51 mm, que fue reglamentaria hasta la adopción de la MG42.
En el campo de subfusiles o metralletas se eligió al Erma EMP alemán, produciéndose en la Fábrica de Armas de La Coruña con la denominación de subfusil modelo C (o Coruña) de 9 mm largo (9x23 mm), en dos variantes (modelos 1940 y 1942). Aunque poco tiempo después de su adopción fue sustituido por el Star Z-45 (versión española del MP-40), fabricado por la firma Bonifacio Echeverría a partir de 1946, la metralleta Coruña fue bastante usada en la posguerra por el Ejército y la Guardia Civil (especialmente en la lucha contra el maquis). De hecho fue un arma característica de este cuerpo policial hasta bien entrados los 50 ya que tardó años en recibir los Z-45 (se dio preferencia al Ejército).
Por último, y en el campo de las pistolas, la ASTRA modelo 1921 de 9 mm largo fue sustituida en 1946 como arma reglamentaria por la “STAR A SÚPER” del mismo calibre, inspirada en la Colt 1911, arma excelente que no fue sustituida hasta los años 80.
Fuentes principales:
* “3 siglos de armamento portátil en España” de Bernat Barceló Rubí.
* “Armamento Guardia Civil 1844-2002” de Jesús Núñez Calvo.
* “1840-1940, Cien Años de Pistolas y Revólveres Españoles” de Juan L. Calvó.
* “Revólveres y pistolas en las FF.AA. Españolas 1855.1955” de Juan L. Calvó.
* “Empleo táctico del armamento” de Fernando de Salas López.
* “Anexo a las directivas circunstanciales de orden táctico relativo al armamento de infantería”, 1938.
* “Lo que el suboficial debe saber de armamento, municiones y explosivos”. De Domingo Castresana, 1941.
* “Las armas de la Guerra Civil Española” de José María Manrique García y Lucas Molina Franco.
* Diversos artículos de Juan L. Calvó, Artemio Mortera Pérez y Lucas Molina Franco.
Caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese y no hubo nada.
