Cuba en la Invasión de Granada

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y la historia militar cubana. La DAAFAR y sus MiGs. MGR. Bahía de Cochinos, Crisis de los Misiles, Guerras de Angola, Etiopia, 1895 y otras.
Cancio

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Amigo Rojo

Encontre hoy este articulo sobre Tortolo en Granada y Angola, escrito por un compañero de Tortolo en Angola. Preferi ponerlo aqui porque trae mas sobre Granada que sobre Angola, aunque es interesante lo que narra sobre la actitud de Tortolo en Afica. Si es asi, me retracto del criterio que tenia de Tortelo. En definitiva yo tambien fui influenciado por la propaganda en contra de el.

La mordida del tigre

¿Inmolarse o vivir? El coronel Pedro Tortoló demostró que las órdenes de Castro son transgredibles, sobre todo si atañen a un holocausto.

por MIGUEL CABRERA PEñA, Santiago de Chile

Morir resulta un suceso efímero, un instante en que el hombre como ente biológico da una vuelta y termina —quizá— de cabeza en la nada. Pero vivir con el baldón de cobarde en una sociedad tan machista como la cubana, andar en boca popular, protagonizando burlas y chistes, es peor que morir, mucho peor. Y Pedro Tortoló Comas sufrió —sufre— una de las más terribles construcciones de la realidad y de la historia que ha urdido Fidel Castro.

En octubre pasado se cumplieron 20 años de la invasión norteamericana de Granada, un capítulo más de la guerra fría. La verdadera historia del tema, empero, está por hacerse, particularmente en Cuba. En un país donde el ayer se mitifica, se selecciona y se empuja como un todo hacia el futuro, a un lego llamaría la atención que no se hayan dedicado las parrafadas que, para mantener en el tintero otros sucesos del pasado, acostumbra la prensa nacional. En su actuación en Granada acumuló Fidel Castro, en pocos días, la más numerosa cifra de errores consecutivos de su biografía.

El ejemplo del detalle es inhábil a veces. Para algunos expertos la primera equivocación de Castro con respecto a Tortoló fue designarlo para liderar una resistencia en Granada que no le avenía. El entonces coronel y jefe del Estado Mayor del Ejército Central, era un militar que se había graduado en la academia soviética. Su especialidad eran las agrupaciones de tanques y en esta arma peleó en más de una batalla "internacionalista".

La fractura política, social y moral que en octubre de 1983 afectaba a Granada, el asesinato del primer ministro Maurice Bishop y varios de sus seguidores, los poco favorables accidentes geográficos y la pequeñez del territorio adonde se le despachó, convertían en imposible no sólo el triunfo sino la resistencia. Tampoco existía —por lo dicho y otros avatares— convicción moral para la lucha.

Algunos entendidos pensaron que lo que necesitaba Castro era un guerrillero muy experimentado, que no faltaba a la sazón entre los militares isleños. De cualquier modo, la práctica en la lucha irregular, por mucha que fuera, tenía asegurada la derrota. Finalmente Castro decidió, en desmedro de otros más expertos.

Debiera recordarse que el "comandante" se negó a que Ernesto Guevara incluyera entre los hombres que llevaría a Bolivia al hoy general Enrique Acevedo —hermano del general de división y presidente del Instituto de Aeronáutica Civil, Rogelio Acevedo—. La causa de la negativa asombra: los hermanos se querían mucho y la separación sería dolorosa (Secretos de generales). O sea, Castro no envía a cualquiera a misiones suicidas, a pesar de que le había dicho a Guevara que eligiera a sus futuros compañeros de armas.

El "comandante", en fin, dio su orden a Tortoló, que si no era el más idóneo para la resistencia de tipo guerrillero sí podía calibrar —como pocos en Cuba— a qué se enfrentaría. A esta decisión añadió el enviarlo cuando ya la invasión estadounidense avistaba las costas granadinas.
Dos años antes, como escribió Stephen Zunes (The US Invasion of Grenada: A twenty Year Retrospective), en la base de Vieques, en Puerto Rico, se habían realizado maniobras en las cuales paracaidistas ocupaban sitios claves de la geografía de Granada, apoyados por anfibios de asalto y aviación. Desde entonces se maduraban planes bélicos contra un proceso que acabaría destruyéndose a sí mismo.

¿Tenía el comandante una idea real de lo que era la 82 División Helitransportada Reforzada?

Este último adjetivo permite sumar a todas las fuerzas armadas de Estados Unidos, incluidas las nucleares. Los efectivos norteamericanos, apoyados simbólicamente por huestes del Caribe oriental, crecieron en pocas horas de 1.200 a 7.000, y continuaron creciendo. Se ha escrito que llegaron a 20.000. Pronto cubanos y pequeños grupos de granadinos fueron rodeados. Era la operación más grande del Pentágono después de la debacle de Vietnam.

Si Castro pudo equivocarse, Tortoló no. Cálculos de este tipo estaban bien metidos en su especialidad, y él tendría ocasión de comprobar in situ que lo habían mandado a capitanear un suicidio colectivo, sin esperanza alguna. Era una latitud diferente pero un escenario igual, en esencia, a la trampa que había desandado en Bolivia Ernesto Guevara. El error en la designación sería, paradójicamente, un beneficio en vidas conservadas para el país, pues sólo murieron 24 cubanos de un total de 784.

¿Quién dice que un grupo de obreros, por el hecho de ser cubanos, lesiona la moral propia y la de su país si se marcha de un lugar que va a ser militarmene invadido por Estados Unidos? Esta fue la principal excusa de Castro para mantenerse en Granada, cuando cualquier gobierno lo primero que exige es la salida de sus ciudadanos de países en peligro de guerra, venga ésta de donde venga. No es tema político, sino humano.

El tipo de armas que poseían los cubanos, su vejez y el bajo calibre de las mismas serían violines comparadas con la masiva maquinaria bélica puesta en función por el Pentágono. Los isleños, constructores en su mayoría, no contaban con entrenamiento suficiente —ni físico ni en conocimientos— para lo que sobrevendría. Por si fuera poco, debían defender el aeropuerto que estaban construyendo —diría el propio Castro por la televisión—, con lo que se suprimía todo intento de movimiento táctico. Además, Castro expresó públicamente que los cubanos nunca atacarían primero, sino que se defenderían. Al conejo, en suma, lo obligaba a esperar la mordida del tigre.

Si a Tortoló transmitió en privado ideas distintas, Castro mentía, desembozadamente, a Cuba y el mundo. Su subordinado, sin embargo, sería un rehén de tal duplicidad.
Como estratega, el "comandante" ha olvidado más de un vez aquel dicho de Lenin en torno a que en una guerra o se avanza o se retrocede, es decir, que las medias tintas no existen. Su empantamiento en Angola y el resultado en la isla caribeña son consecuencia de ese olvido.

Seguramente confundió esta batalla con lo que llama "resistencia" en la circunstancia política cubana. Arduo resulta adivinar dónde se oculta la maravilla de su cerebro de estratega, tan publicitada.
Es imposible pensar que Castro creyera que los estadounidenses no tomarían el aeropuerto por la sencilla razón de que había allí un grupo de hombres dispuestos a la muerte secuaz en observancia de la promesa pública del caudillo. Tal conjetura se estrella contra el hecho incuestionable de que la toma del aeropuerto constituía uno de los objetivos primordiales de la invasión, que la Casa Blanca miraba como una escala para el trasiego de tropas y armamentos hacia distintos confines.

La historia colocó a Tortoló delante de un cruce de destinos, persuadido como estaba del crimen que implicaba proseguir el combate. De continuar la resistencia, exponía a sus compatriotas a ser víctimas de una carnicería total, que era lo que deseaba Castro: la inmolación. De quedarse en semejante ratonera, si no moría a mansalva, obligatoriamente sería tomado prisionero, con todo lo que eso significaba para un oficial de su cargo y jerarquía. Decidió entonces burlar individualmente el cerco y más tarde introducirse en la embajada soviética en Saint George's.

Pero si se supone que milagrosamente Tortoló hubiera sobrevivido a la pugna que anhelaba Castro y hubiera conseguido arribar a su país, ¿cuál sería el recibimiento, luego de perder a sus hombres en la encerrona? ¿No hubiera sido de todas formas un jefe derrotado? En este caso, la orden de Castro quedaría meridianamente en entredicho y los "errores" y "cobardías" de Tortoló, esta vez por perder a sus subordinados, se hubieran inventado de igual manera.

El oficial optó por la honradez militar y humana en tales circunstancias. Difícilmente, por cierto, un hombre de su talento no entrevió al menos, desde el primer instante, lo que le esperaba en La Habana. Pero su imaginación estaba lejos de alcanzar las cimas de la capacidad demoledora de Castro.

Un factor a tener en cuenta es que el coronel protagonizó en Granada la acción individual quizá más trascendente de la historia cuartelaria cubana desde 1959. Demostró que las órdenes del "comandante" son transgredibles, sobre todo si atañen a un holocausto. Un día los cubanos le agradecerán en voz alta su lucidez, su conciencia en aquellos instantes. Y la del ex coronel no es precisamente una lección para el pretérito de nuestra historia.

Aunque las comparaciones pueden lucir a veces como traídas por los cabellos, esta acción evoca la que tomó en Stalingrado el general Von Paulus, quien prefirió poner fin a las hostilidades en lugar de obedecer las órdenes del Tercer Reich, que garantizaban la muerte de decenas de miles de soldados alemanes. Aislado, sin esperanza de mínimos refuerzos, mal armado, sin posibilidad de maniobra, Tortoló estaba aún en mayor desventaja que Paulus, con varios ejércitos bajo su mando.
Las lógicas militares, por cierto, casi siempre son del mismo corte. Si Berlín le ofreció a Paulus el ascenso a Mariscal de Campo para que insistiera —sitiado, carente de combustible para mover sus blindados y constantemente castigado por la aviación y la artillería soviética— en los combates, Castro compararía en La Habana a Tortoló con Antonio Maceo, convencido de que no se apartaría un ápice de su orden, otra prueba de su incorregible inclinación a disponer de la existencia física de los demás.
Castro necesitaba la inmolación colectiva porque, por un lado, obtendría una fuerte condena y rechazo en el seno de la comunidad internacional, más allá de la ONU, contra el gobierno de Ronald Reagan, y por el otro, cavaría —como ha dicho un autor— una fosa infranqueable entre cubanos y norteamericanos, y así pondría más odio a reinar; odio que constituye el asiento de su tiranía y la humareda de sus altares.

Ya se conoce que nunca existió información desde Saint George's sobre los últimos cubanos que teatralmente murieron abrazados a la bandera nacional. Esta fue idea de Castro, quien redactó en su oficina la falsedad no porque hubiera recibido noticia de tal traza, sino porque esa era su expectativa, según ha dicho Florentino Aspillaga, ex agente de la inteligencia cubana.

A propósito, no era esta la primera ocasión en que el "comandante" creaba imágenes de parecida naturaleza. A Salvador Allende también se lo ofertó a los cubanos en la Plaza de la Revolución, una década atrás, envuelto en la bandera chilena en sus minutos finales, cuadro que desacreditan los que estaban a su lado y hasta los testimonios menos veraces. Son metáforas recurrentes de su fantasía.
Resulta sintomático, por otro lado, que Castro advirtiera años después a Sadam Husein —con la intención de persuadirlo para que sacara sus tropas de Kuwait— del poderío militar que Washington desataría contra su régimen. Para hacer más gráfica la advertencia preparó a una delegación que se reunió en Bagdad con su colega, como en crónica elocuente narra Alcibíades Hidalgo. No se le ocurrió antes similar análisis en torno a sus compatriotas en Granada, a quienes situaría en circunstancia inmensamente más comprometida que la de Husein.

Pero Castro no soporta que lo desobedezcan, y mucho menos de manera pública, en Cuba. El error por no viabilizar la salida inmediata ante la amenaza que significaba la invasión para los constructores, que era la masa fundamental de cubanos en Granada en octubre de 1983 —algo que él mismo reiterara infatigablemente en esos días—, había que subvertirlo, echar las culpas sobre otro, pues, ante todo, había cadáveres de por medio y él no podía ser, de ningún modo, el gestor de esas muertes.
Si a Tortoló no se le puso en el paredón de fusilamiento, fue porque ya había sangre derramada en un contexto nacional lacerado sentimentalmente y donde una medida de este tipo evidenciaría las verdaderas intenciones. Se tuvo incluso que decretar un día de duelo nacional. Además, la prensa norteamerican no coincidió ni mucho menos en explicar la invasión como una gran victoria militar, sino como un triunfo político, pues era sobradamente conocido que las fuerzas en la liza eran muy desiguales.

Teniendo en cuenta la actuación de Tortoló, un periodista norteamericano enviado a La Habana en ocasión del regreso de los cubanos, llegó a preguntarle si no esperaba un ascenso a general por intentar una respuesta en condiciones tan desproporcionadas. El periodista estaba perdido en su noble inocencia. Raúl Castro, en un vídeo para militantes del partido único, diría: "Tortoló debió pegarse un tiro".
En el oscuro proceso de desviar la culpas y hacer pagar la desobediencia, se transformaría a Tortoló en un cobarde, y las pruebas de esa cobardía no podían faltar. La maquinaria propagandística del régimen le enfiló sus cañones. Tal maquinaria influyó también, desgraciadamente, sobre buena parte de la población, a la cual se le describió Granada como una defensa del territorio nacional, el honor cubano y, desde luego, el internacionalismo socialista, mientras escarbaba en los más hondos sentimientos patrios y humanos.

Los hechos se distorsionaron, se inventaron posibilidades de mayor resistencia, se buscaron testigos propicios y se divulgaron —oralmente, por la prensa y en vídeos para militantes— anécdotas degradantes hasta ahora no comprobadas por ningún ojo imparcial.
Uno de los testimonios que más conmovió a la opinión nacional fue el de un caballero que dijo a la prensa —desde una silla de ruedas— estar al lado de Tortoló cuando algo explotó, pero que luego del estallido ya el oficial no estaba para ayudarlo. ¿Cómo es posible que la explosiónno afectara también a Tortoló si realmente se encontraba allí?
Corrió por esos días en La Habana que una de las equivocaciones de Tortoló fue no colocar un obstáculo en la pista del aeropuerto, lo cual supuestamente impediría el aterrizaje de la aviación norteamericana. Se le "olvidó" informar al régimen que hacia ese lugar el Pentágono destinó sobre todo helicópteros artillados, capaces de aterrizar —si era necesario— en pocos metros de tierra. Quien haya presenciado la intensidad destructora de estos pájaros de fuego tendrá una idea de lo que se echó sobre los constructores. Un autor aduce que las balas de los fusiles rebotaban sobre las sólidas estructuras.

Como una acción pusilánime se divulgó el hecho de que Tortoló fuera a protegerse, luego de burlar el cerco y otras peripecias, en la embajada soviética. Retirarse de un combate perdido es la más vieja ley de la guerra, y en Granada una retirada colectiva era impensable. Políticos y militares norteamericanos ya habían advertido que su objetivo no eran los cubanos. Si existieron, fueron incluso pocas las humillaciones que recibieron como prisioneros, al punto que Castro no pudo hacer al respecto su propaganda. El coronel, en fin, no dejó a sus hombres en manos de asesinos ni mucho menos. Había un compromiso que se cumplió.

Valdría dar otra vuelta a las páginas de la historia. ¿Qué hicieron Castro y otros luego del ataque al Moncada, sino huir, postura además muy lógica? ¿Y qué hicieron los revolucionarios después de ser sorprendidos en Alegría de Pío, sino huir de manera tan desordenada que perdieron contacto entre ellos por muchos días? Chanez de Armas recuerda que se dirigió al lugar donde se dijo debía estar el Estado Mayor durante este combate, y no halló allí a jefe alguno que le diera orientaciones. Y nadie duda hoy del arrojo de varios de los que optaron por salvar sus vidas.

La verguenza, acaso la humillación más visceral que puedan sufrir un militar y su familia, la soportó Tortoló, cuyo valor personal fue sin duda la primera característica que analizó Castro cuando lo puso como responsable del plan. Y un militar valiente no lo es hasta que no evidencia, reiteradamente, esa valentía.
Degradado y moralmente destruido, fue al cabo enviado a Angola. El autor de estas líneas escuchó en el país africano, más de una vez, que Tortoló pedía las misiones más arriesgadas o planeaba y proponía, para ejecutarlas, acciones casi imposibles, para las que no se ofrecían ni los militares más curtidos. Con uno de los jefes de la Agrupación de Tropas del Sur —fuerzas cubanas conocidas como ATS— pude convencerme de que era verdad. Este alto oficial me confesó que Tortoló lo que quería era que lo matarán, que su única ansia era morirse.

La vida de cada hombre, sin embargo, oculta siempre sus caminos finales. También salió, aunque enfermo, de la guerra en Angola. Pocos saben que ha sido de Tortoló, que desde hace bastante tiempo se dice que dejó de ser un subordinado ideológico del régimen. Pero en cualquier lugar de Cuba en que se encuentre debe ser respetado por lo que hizo —desobedecer— para salvar muchas vidas de cubanos en Granada


rojo
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Mensaje por rojo »

Hola Cancio,
Mira lo mejor es preguntarle al mismito Tortolo lo que piensa , una pregunta me viene, estara aun vivo ? si esta vivo ese hombre deberia escribir un libro pienso que serviria bastante.

Aqui una conversacion donde se polemisa sobre de que si los cubanos eran civiles o militares. Yo en esto concuerdo con lo que ya ha escrito Maikel, lo pongo porque siempre es curioso saber lo que piensa un marines veterano de Granada :
http://yarchive.net/mil/grenada.html

Un saludo.


Cancio

Mensaje por Cancio »

Amigo Rojo

Yo concuerdo contigo de que lo mejor seria que Tortolo escribiera un libro pero dudo que lo dejen si es que esta vivo o en Cuba.

Despues de leer lo que dice este compañero de Tortolo comprendo que incluso aunque todos los cubanos alli hubieran sido militares, no habia razon alguna para inmolarlos y mucho menos moral para exigirles que se inmolaran la tenian como dice él quien huyo sin ni siguiera entrar al cuartel Moncada para despues entregarse, o que huyo tambien en Alegria de Pio. A mi si me consta que Raul en el discurso que se paso por las unidades expreso que tenia que haberse dado un tiro.

Yo no creo que Von Paulus ni los alemanes que tan fieramente combatieron en Stalingrado hayan sido unos cobardes porque tuvieron que rendirse.

Mi vision sobre Granada cambia con respecto a los cubanos que estaban alli incluyendo Tortolo. Sin embargo analizo ahora que la actitud y posicion de los dirigentes cubanos se hace mas irresponsable al haber organizado a civiles en compañias y armarlos dandole justificacion al enemigo para haberlos podido matar. Eso es todavia mas condenable.

Creo que desde que se produce la caida de Bishop hasta que se produce la invasion habia tiempo suficiente para evacuar a todos los cubanos. Con solo dos AN-26 se podia haber hecho un puente aereo hasta Barbados y de alli con los IL-62 se hubieran llevado a Cuba en solo siete vuelos.

Me parece que una vez mas como sucedio con el General Ochoa quisieron romper la soga por lo mas fino.

Saludos


ecuatoriano
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Mensaje por ecuatoriano »

Cancio escribió:Degradado y moralmente destruido, fue al cabo enviado a Angola. El autor de estas líneas escuchó en el país africano, más de una vez, que Tortoló pedía las misiones más arriesgadas o planeaba y proponía, para ejecutarlas, acciones casi imposibles, para las que no se ofrecían ni los militares más curtidos. Con uno de los jefes de la Agrupación de Tropas del Sur —fuerzas cubanas conocidas como ATS— pude convencerme de que era verdad. Este alto oficial me confesó que Tortoló lo que quería era que lo matarán, que su única ansia era morirse.



Alguien sabe a que grado fue degradado Tortoló??? a soldaro raso??? a teniente coronel???, cuanto tiempo pasó en Angola???


Cancio

Mensaje por Cancio »

Amigo Ecuatoriano

Fue degradado a soldado raso y enviado para Angola. Estuvo mas de tres años. A todos los compañeros que le he preguntado nadie sabe que ha sido de él.

Saludos


ecuatoriano
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Mensaje por ecuatoriano »

Gracias Cancio

De coronel a soldado raso, drástico el castigo, me recuerda a los rusos en la SGM, una vez Zukov degradó a centenares de oficiales a su rango inmediato inferior por no recoger a dos soldados heridos a la vera del camino durante una retirada.

Otra pregunta... ¿el presonal para Angola era voluntario?, ¿se tenía un tiempo de servicio tope como en Vietnam donde los gringos solo tenian que cumplir un año? (tour of duty).

Saludos,


Cancio

Mensaje por Cancio »

Amigo ecuatoriano
A los militares profesionales se les asignaba la mision y tenian que cumplirla. A los militares de la reserva se les llamaba a filas y se les enviaba al igual que los conscriptos del servicio militar obligatorio. Por lo general el tiempo de estancia en Angola era de dos años y medio.
Podias negarte a ir pero eso significaba tu salida del cuerpo de oficiales e inmediato licenciamiento. Lo cual a su vez te hacia un paria en la sociedad ya que donde quiera que fueras a buscar empleo te perseguiria esa fatal decision.
Hubo muchos oficiales que pasaron por Angola hasta tres veces. Especialmente los pilotos de helicoptero.

Saludos


ecuatoriano
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Mensaje por ecuatoriano »

Gracias Cancio.

Según las opiniones que he leido en esta conversación Granada era insostenible, la mayoría de cubanos presentes no eran militares, no tenían planes de defensa, enviaron a un coronel 48 horas antes de la invasión, lo que cabia hacer era una retirada del personal antes de la llegada de los gringos.


Cancio

Mensaje por Cancio »

Incluso con el AN-26 que habia alli tenian tiempo suficiente de evacuar el personal hasta Barbados. Simplemente la Habana no tenia esas intenciones.

Saludos


Zósimo
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Lo que yo he leído

Mensaje por Zósimo »

Por lo que yo he leído en Fuerzas Especiales del Mundo, Editorial Libsa, los estadounidenses se quedaron sorprendidos de la resistencia y sobre todo la organización de la resistencia en la isla de Granada lo que hacía pensar que detrás de aquella organización estaban los Comando de Operaciones Especiales. Fue una resistencia que no esperaban encontrar y eso sí lo refleja fielmente la película El Sargento de Hierros.

Informes no confirmados mantienen que tras la resistencia encontrada en Granada la invasión de Cuba era, sino por imposible, si tremendamente incierta y a un coste de vidas quizá por encima de los razonable para Estados Unidos. Pero como digo estos informes de la inteligencia estadounidense no están confirmados, por lo menos lo que yo he leído.

Según David L. Robb la unida que realizó las operaciones recreadas por Eastwood fueron los paracaidistas de la Airborne, pero únicamente la infantería de Marina aceptó ceder sus medios para la película y permitir que el Sargento saliera cometiendo un crimen de guerra y diciendo palabrotas sin cesar.

Las imágenes de marines estadounidenses rompiendo las banderas cubanas de sus mástiles y tomando prisioneros sin cesar eran muy necesarias en el imaginario colectivo de Estados Unidos pues, según Jonathan Shell, fue una ocasión de vencer y retirarse, cosa que no pudo hacer en Vietnam. Cosa que también se dice en la película mencionada, pero que fuera de la mentalidad estadounidense no resulta fácil de entender por lo ínfimo de la victoria contra un enemigo reducido de medios y más reducido aún de fuerzas. Hasta Gran Bretaña se distanció porque Granada era miembro de la Commonwelth.


LMK
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Mensaje por LMK »

Saludos foristas.

Sobre el tema de la invasión yanqui a Granada se han expuesto aquí y en el foro de Cuba en el Golán diversas opiniones y argumentos por diferentes autores con cuestiones que no voy a citar directamente como acostumbro, por razones en este momento de disponibilidad del Internet, no obstante, trabajando de memoria sobre la base de lo que he leído y utilizando excelente bibliografía, no publicada precisamente en el periódico Granma, vamos a desmentir y desmitificar algunos de los planteamientos antes expresados con velado interés político o por desconocimiento, vaya usted a saber. Además, recordaremos algunos de los papelazos de las “victoriosas” tropas de EE.UU. y de su entonces Presidente Reagan en esta aventura, que hasta ahora aquí no se han publicado.

El juego de pelota va a ser al duro, como decimos en Cuba.

Sobre la “supuesta” y tremenda presencia militar cubana en Granada.

Los datos son muy simples:

-Total de cubanos en Granada: 784 personas, entre ellos 44 mujeres.
-Total de militares cubanos en Granada: 43 miembros del MINFAR (22 oficiales, el resto traductores y personal de servicios), nueve miembros del MININT, más los dos compañeros responsabilizados por el MINFAR y el Comité Central del PCC para asumir la dirección del personal cubano. (En total 54 militares).
-Total de cubanos en Granada pertenecientes a otros ministerios de colaboración civil: 730 personas.

Si se divide el total del personal militar contra el total de cubanos en Granada se obtiene que el promedio de soldados profesionales cubanos en Granada fue solo de un 0,05.

¡Ahh!, que estas 730 personas o colaboradores civiles contaban con algún tipo de preparación militar. Si, es cierto, muchos de ellos eran reservistas o integraban en Cuba las Milicias de Tropas Territoriales (MTT), pero para que se tenga una idea de la capacidad del armamento con que contaban, solo diremos, que los fusiles de infantería que disponían los cubanos en Granada estaban a 0,9 módulo, es decir, menos de 300 balas por fusil (muchos de los constructores hablan de cien balas por persona).

Para hablar las cosas con más criterio todavía, si algún interesado desea que yo le facilite las copias escaneadas con nombres y apellidos, lugar de procedencia, edad, profesión y ministerio al que pertenecía cada uno de los cubanos en Granada, adelante… Yo estoy en condiciones de facilitarlas.

Por qué insisto en esta cuestión:

1.-Porque evidentemente los que opinan, cuestionan, tergiversan y hasta mienten no disponen de esos datos que son muy reveladores para que yo pueda afirmar lo anterior.
2.-A modo de ejemplo concreto. En un artículo del sitio web ACIG.org con autoría de Tom Cooper y Sanjay Badri-Maharaj, es increíble el cinismo de ambos cuando señalan en el mismo primer párrafo la presencia de “turistas” cubanos en Granada (cuando en realidad eran trabajadores colaboradores civiles). Lo inaudito es cuando ellos mismos plantean más adelante en ese trabajo y cito:
“Sin embargo, después de ensayar la inteligencia puesta al día sobre la situación en Granada se puso en claro que las tropas americanas tenían que esperar más fuerte resistencia con el nuevo dictador de Granada que no permitiría nada similar. Al contrario, la resistencia feroz se esperaba de entre 1.200 y 1.500 miembros del PRA, y entre 2.000 y 5.000 milicianos, mientras el estado de 700 obreros cubanos e instructores del ejército era tan incierto como de un grupo pequeño de SPETSNAZ- soviéticos que se conocía también que estaban en Granada.”
De ahí en adelante Cooper y Sanjay rebasan con suma rapidez la delgada línea mezclando a colaboradores civiles e instructores militares y hasta soldados profesionales que lo mismo disponían de AAA, blindados BTR-60, posible apoyo de MiG-23BN y el copón bendito. Con los datos expuestos aquí mismo antes y la referencia documental que fue la que se presentó en ese momento por Cuba a la Cruz Roja Internacional se desmitifica el asunto de la supuesta abrumadora presencia militar cubana en Granada.
3.-Por cierto ¿Quién fue el primero que habló de soldados profesionales cubanos en Granada para justificar su criminal invasión? RESPUESTA: El mentiroso de Ronald Reagan.

En la heroica resistencia perecieron enfrentando a los invasores yanquis 24 cubanos (de ellos 22 colaboradores civiles). Otros 57 cubanos fueron heridos o enfermaron en el curso de los acontecimientos. ACIG dice que fueron 25 cubanos. Yo tengo los nombres y apellidos de cada uno de ellos pero ACIG y Wikipedia, que no tienen esos datos aseguran 25.

Un dato muy revelador e interesante. Ninguno de los colaboradores cubanos después de ser capturados por las tropas norteamericanas aceptó las invitaciones y provocaciones de deserción de los yanquis en Granada.

Sobre el desempeño militar de EE.UU. en Granada.

Recordemos que contra Granada, el 25 de octubre de 1983, las Fuerzas Armadas de los EE.UU. llevaron a cabo la Operación "Urgent Fury". Esta intervención constituyó el más grande operativo militar de ese país desde la guerra de Vietnam y una de las primeras demostraciones de fuerza de la administración reaccionaria de Ronald Reagan. Es importante consignar que la invasión a Granada fue la vigésimo sexta intervención militar de EE.UU. en países latinoamericanos en el siglo XX, y para nada la última.

En la descomunal invasión contra un territorio que cabe más de 27 500 veces dentro de la superficie de los EE.UU., los norteamericanos emplearon una fuerza de tarea con hasta quince unidades navales (incluyendo el portaaviones USS CV-62 “Independence” y un portahelicópteros), un batallón de infantería de marina reforzado, dos batallones de "rangers", dos brigadas de la 82da División Aerotransportada y otras pequeñas unidades especiales, de apoyo y aseguramiento.

Justificándose en 19 mentiras expresadas públicamente por el Presidente Reagan y otros funcionarios de su administración (más adelante se transcribirán una por una) y también públicamente desmentidas por el Comandante en Jefe Fidel Castro, EE.UU. ganó la repulsa internacional por semejante abuso y demostración de fuerza militar.

Expresa el autor norteamericano Richard A. Gabriel en su libro “Military incompetence”, Nueva York: Hill and Wang, 1985, y citamos textualmente respetando hasta los signos de puntuación:

“Incluso Granada, donde “triunfamos”, hace surgir más dudas que esperanzas. Los infantes de marina y los rangers del ejército se desempeñaron bien allí. Pero la otrora élite 82da División Aerotransportada lo hizo muy mal frente a unos pocos cientos de constructores cubanos. Avanzó solamente 5 kilómetros en tres días, tan lentamente que en un momento el Presidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor telefoneó al jefe de la 82da División Aerotransportada y le dijo: “Tenemos dos compañías de infantes de marina caminando por toda la isla y miles de efectivos del ejército sin hacer nada, ¿Qué diablos está sucediendo?”. La disciplina se desmoronó en algunas unidades de la 82da División. Un oficial de gran experiencia que monitoreó las comunicaciones por radio de la división, dijo posteriormente que se oía como si toda la división estuviera al borde del pánico. Posteriormente, el ejército entregó 9 800 medallas por las acciones de Granada, cuando solamente unos 7 000 soldados estuvieron en la isla”.

Sobre las bajas norteamericanas en la invasión a Granada, según datos del Almanaque Militar:

-19 muertos en acción
-70 heridos. ACIG y Wikipedia elevan esta cifra a 116

Sobre el desempeño de la aviación de combate:

La médica sueca Margaretta Andre testimonió a la prensa de Estocolmo que las Fuerzas Aéreas de EE.UU. atacaron con cohetes un jardín de la infancia destruyendo el edificio de la institución infantil. A la mañana siguiente la aviación destruyó un hospital y muchos de los 130 enfermos granadinos que allí se encontraban perecieron. Cayeron víctimas de aquel ataque aéreo 17 niños y 47 adultos.

El encapsulado a continuación es nuestro:

[Que viejas y frecuentes son las historias de CRIMENES DE GUERRA de las Fuerzas Armadas de EE.UU., si, me refiero a lo que ellos mismos denominan ERRORES o DAÑOS COLATERALES].

Sobre el desempeño de los helicópteros yanquis expresa el mismo autor Richard A. Gabriel:

“En Granada perdimos por lo menos nueve helicópteros en solo tres días, contra un enemigo débil”.

Sin embargo, otros autores norteamericanos como Gary Hart y Williams S. Lind admiten que las pérdidas de helicópteros en Granada pueden haber sido de 18, o lo que es lo mismo de alrededor del 20% de la fuerza desplegada.

Muy interesantes son las versiones difundidas por ACIG sobre los fracasos de las operaciones helitransportadas en Granada. Es una pena que con Tortoló Comás no hubiesen viajado 20 lanzacohetes portátiles C-2M o SAM-7 con su operador y cinco cohetes cada uno, que lástima señores.

Sobre el desempeño de los míticos SEAL:

En Granada se emplearon dos grupos SEAL de cuatro hombres, uno se infiltró la noche antes de la invasión en la zona del aeropuerto de Pearl en la parte norte de la isla, informando que la costa no era apropiada para un desembarco. El otro grupo destinado a explorar Punta Salinas, se ahogó antes de cumplir su misión.

En declaraciones al Philadelphia Inquirir en reportaje sobre Granada un soldado norteamericano expresó sin ambages: “Al detener gente inocente me siento uno de la GESTAPO”.

Sin comentarios…

Los elementos políticos enarbolados por EE.UU. como pretextos:

Pretextos (todos ellos burdas mentiras) expresados públicamente por el Presidente Ronald Reagan para justificar la invasión yanqui a Granada:

1.-Cuba tuvo responsabilidad en el golpe de Estado y la muerte de Bishop.
2.-Los estudiantes norteamericanos, corrían el peligro de ser tomados como rehenes.
3.-El objetivo principal de la invasión fue proteger la vida de los ciudadanos norteamericanos.
4.-La invasión fue una operación multinacional a solicitud del señor Scoon y de los países del Caribe Oriental.
5.-Cuba pensaba invadir y ocupar Granada.
6.-Granada se estaba convirtiendo en una importante base militar soviético – cubana.
7.-El aeropuerto en construcción no era civil sino militar.
8.- Las armas en Granada servirían para exportar la subversión y el terrorismo.
9.-Los cubanos tiraron primero.
10.-Había más de mil cubanos en Granada.
11.-La mayoría de los cubanos no eran constructores sino soldados profesionales.
12.-Las fuerzas invasoras se cuidaron de no destruir ni causar bajas civiles.
13.-Las tropas norteamericanas estarían una semana en Granada.

Además, otros portavoces políticos de EE.UU. afirmaron que:

14.-Se estaban construyendo silos para cohetes en Granada.
15.-El barco “Vietnam Heroico” transportaba armas especiales.
16.-Cuba fue advertida de la invasión.
17.-Quinientos cubanos combatían aún en las montañas de Granada.
18.-Cuba dio instrucciones de tomar represalias contra ciudadanos de EE.UU.
19.-La prensa fue excluida para proteger la seguridad de los periodistas.

Es completamente inútil intentar creer o hallarle lógica a uno solo de los 19 RIDICULOS pretextos expresados por Reagan y sus acólitos. Pero, qué más se podía esperar del cowboy devenido en terrorista de Estado, un hombre incapaz de leer tres folios seguidos sin agotarse y que en sus ocho años de gobierno fue famoso por sus frecuentes disparates, embustes y descaros. Agregamos que estas características distintivas de Reagan solo pudieron ser superadas inobjetablemente por Bush Jr.

Recordemos también que la ONU condenó la agresión imperialista el 28 de octubre de 1983 y solamente EE.UU. se manifestó contra la resolución aprobada por amplia y absoluta mayoría apelando al derecho de veto. La OEA, en reunión extraordinaria el día 26 de octubre, condenó también la invasión yanqui pues de manera deliberada EE.UU. violó los artículos 18, 20 y 21 de la Carta de esta organización, aunque por supuesto, a los yanquis les importó un bledo la condena internacional por sus repudiables actos de fuerza.

Y ya que se habla y cuestiona el valor del coronel Pedro Tortoló Comas, principal jefe militar cubano en Granada, me parece justo citar fragmentos de su testimonio en rueda de prensa para que tengamos la oportunidad de conocer su visión de estos hechos. Expresó el coronel Pedro Tortoló Comas en Cuba el viernes 5 de noviembre de 1983:

“Contamos en esas primeras horas más de 40 aviones, entre C-130, Galaxies y helicópteros… Había que ver aquello, la cantidad de técnica militar que se desembarcó en el aeropuerto, innecesaria para aniquilar las fuerzas de Granada.

Adueñados de la pista y apoyados por su superioridad numérica y técnica, iniciaron el avance y abrieron fuego contra las áreas de trabajo y los campamentos cubanos. Fue entonces que se trabó combate contra las tropas yanquis”.

El encapsulado a continuación es nuestro:

[Algunos detalles a notar: los cubanos pudieron abrir fuego a los paracaidistas durante su descenso, cosa que no hicieron, incluso, algún que otro paracaidista pereció al no abrirse su paracaídas (según ACIG saltaron a 220 metros de altura) y cayeron dando rebotes en la pista haciéndose papilla. Fueron los yanquis los que agredieron primero a los cubanos].

Seguimos con fragmentos del testimonio de Tortoló:

“No hay dudas de que los ataques del primero y segundo días estuvieron dirigidos contra los cubanos, porque incluso no se desplazaron en dirección a la capital, Saint George´s, hasta el 27. El Campamento Nuevo de los constructores fue destruido totalmente y las edificaciones de nuestra Misión Militar eran blanco directo y continuo de sus proyectiles y sus bombas”.

El encapsulado a continuación es nuestro:

[Tortoló orientó a sus compañeros replegarse a puntos elevados (Una acertada decisión militar, por cierto) y puntualizó que el escaso armamento y parque solo alcanzó para unos 600 compañeros. Yo no sé si los que leen este trabajo han tenido un AKM en sus manos y mucho menos si han disparado con él; yo he disfrutado de esa posibilidad y les aseguró que 300 balas para un AKM, equivalentes a diez cargadores, se van en una mañana de intenso combate, eso, administrando bien el fuego, nada de ráfagas largas propias de bisoños como la mayoría del personal cubano allí presente. Pues bien, los cubanos aguantaron con eso y hasta menos, alguna que otra ametralladora ligera y uno que otro RPG con solo tres cohetes per cápita durante TRES DIAS a las fuerzas invasoras yanquis. Es importante señalar que todo el armamento de los cubanos era ligero, no había nada pesado y lo poquito que había estaba en manos granadinas].

Seguimos con fragmentos del testimonio de Tortoló:

“(…) vimos a compañeros desarmados o ya sin municiones, sobre los cuales avanzaban tres vehículos blindados con cañones sin retroceso y ametralladoras, y nosotros sin poder hacer nada para no herir a los nuestros. Al capturarlos pensamos que harían lo mismo de esa mañana: usarlos como rehenes hacia nuestras posiciones”.

El encapsulado a continuación es nuestro:

[¡Muy revelador! Esa es otra de las heroicas tradiciones preferidas de las “gloriosas” fuerzas armadas yanquis a lo largo de su historia, usar PRISIONEROS COMO REHENES, algo por demás después repetido en Somalia por cierto. ¿Casualidad? No, no la hay. ¡Ese es el tremendo respeto de EE.UU. a la Convención de Ginebra sobre el trato a los prisioneros de guerra!].

Cabe destacar también que posteriormente Tortoló y parte de sus compañeros lograron romper el cerco de las tropas norteamericanas y este, herido en una pierna logró colarse en la embajada soviética, los yanquis no pudieron apresarlo y él nunca se rindió, cuestiones que dicen mucho de su capacidad militar, si bien es cierto que por razones políticas más tarde fue degradado, concretamente, por el hecho de no inmolarse (lo cual nadie en sus cabales haría).

Tortoló hizo lo que humanamente era posible resistiendo frente a fuerzas incomparablemente mayores en efectivos y armamentos. Esto lo puntualizo porque en la reacción de este militar no hay nada que censurar o al menos, ese no es un derecho que tengan personas que probablemente nunca hayan estado en combate en su vida y que quizás se han acobardado en alguna que otra oportunidad a lo largo de su existencia ante situaciones para nada comparables. Michael Brown, mercenario a cargo de la famosa revista “Soldier of fortune” tenía una frase en su buró que decía: “No digas que has vivido si no has estado cerca de la muerte”.

Veamos fragmentos de otro testimonio, en este caso del teniente coronel Orlando Matamoros López.

“Antes del 25 habíamos tomado algunas medidas preventivas, como por ejemplo, organizamos dos pequeños puestos médicos y las reservas de agua, alimentos y combustible para el caso de quedáramos aislados.

Al amanecer de ese martes me despiertan los disparos, me vestí rápido, cogí el fusil y la pistola y salí a ocupar y organizar la defensa en la posición asignada; yo era el jefe del sector del frente de la Misión. Los disparos eran de unos aviones que le tiraban a la base de la logística de las Fuerzas Armadas de Granada y la respuesta desde allí, con antiaéreas.

Así pasó un tiempo corto en que vimos descender a los paracaidistas sobre la pista y el desembarco de los medios técnicos. Esta operación duró un buen rato.

Nosotros teníamos la misión de mantener nuestros campamentos y proteger las áreas de trabajo, y que si no nos agredían no atacar a nadie. Pensábamos que los americanos iban a evacuar a sus estudiantes y se retirarían, pero con posterioridad a su desembarco, comenzaron a atacar nuestras posiciones y a tomar prisioneros.

Nuestras edificaciones estaban en un hoyo, por eso la defensa se organizó en puntos de resistencia en las elevaciones cercanas que cubrían parte de la Misión Militar, del Campamento Nuevo y del Campamento Viejo. Al poco rato de empezar a agredirnos se acercó una motocicleta con dos yanquis al lugar donde yo me encontraba, les disparamos y ambos cayeron… Siguieron los ataques. Tenían muchos francotiradores, se veía porque los disparos eran muy efectivos.

Así pasamos todo el día 25, repeliendo cada intento de ellos con la infantería; en ningún momento pudieron llegar a nuestras posiciones. Cuando cayó la noche me acerqué a donde estaba el coronel Tortoló, me abasteció de municiones y cargamos el cañón pequeño que habíamos recuperado con el objetivo de defendernos si utilizaban alguna técnica blindada.

(…) Cuando comienza a aclarar el día, ellos concentraron el fuego con todos los medios; nos tiraron con morteros, aviación, cañones, ametralladoras… el cuarto morterazo que cae es el que me hiere… Entonces Tortoló se preocupa por ver que yo tenía. Yo le grité que estaba herido en la cintura pero que estaba bien (…) que allí no se podía aguantar, que salieran de allí, que fueran para la loma por detrás de las oficinas para protegerse del tiro directo.

Eran como las 7 o 7 y pico y Tortoló llega hasta donde yo estoy con intención de evacuarme… Es en ese mismo momento que cae la granada que mata a Carlos Díaz y otro compañero que estaba junto a él. Ahí yo le dije a Tortoló que no esperara más, que se fuera, que aquello lo iban a destruir, que aprovechara que había una nube de polvo y humo.

(…) Ahí estuve hasta que se me agotaron las balas”.

Existen otros testimonios de cubanos allí a su disposición y otras cuestiones por desmitificar o desmentir, pero vamos a dejarlas para otro día.

Atentamente.

Siochy LMK.


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DANIEL VEGA
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Mensaje por DANIEL VEGA »

:claps: Muy buena nota amigo, sobre todo muy bien relacionados los datos estadisticos, quisiera por favor saber si tienes informacion sobre esos datos estadisticos acerca de la pesencia Cubana en Venezuela... sobre todo en el area de seguridad. :cool: :cool:


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Mensaje por LMK »

Saludos foristas.

Sr. Daniel Vega. A los historiadores nos gusta analizar los hechos con el paso de los años, es como degustar una botella de buena bebida, mientras más añeja mejor. (':wink:') Nada, en serio, de ese tema que me solicita no tengo HUMINT, aunque si tengo a dos buenos conocidos por allá por Venezuela con los que hace un tiempo hablé incluso de ese tema: el comandante médico Ricardo y el primo de Illich Ramírez, "el famoso Chacal", saludos para ambos si me leen.

Ahh, también tengo más detalles muy interesantes de Granada que pronto colocaremos por aca.

Atentamente.

Siochy LMK


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Mensaje por LMK »

Saludos foristas.

Intervenciones (y no precisamente militares) tan desafortunadas como la del obcecado indio con levita de Carlitos, constituyen una invitación para el desarrollo de investigaciones que contribuyan a que los lectores, puedan comprender, la naturaleza prepotente, estúpida, amoral, mentirosa, irracional, alocada y criminal (faltarían muchos adjetivos aún) que caracterizan a los políticos yanquis y como no, a muchos norteamericanos en la actualidad.

Para el logro de esa comprensión a la que me refería, con un conocimiento elemental de Psicología y de Historia Universal basta.

Cuestiones como esta se pueden rápidamente ratificar en la frase premonitoria de Simón Bolívar cuando expresó:

“Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la Libertad” (En Obras Completas, 1947, vol. II, p. 737.)

O como un lúcido eco profético de estas palabras, las del puertorriqueño Albizu Campos cuando en 1927 escribió:

“Estados Unidos es el peligro para la humanidad entera, especialmente para Iberoamérica, por su política absorvente”.

O como escribiera Augusto César Sandino en carta del 1 de abril de 1928 refiriéndose a los invasores yanquis opresores de su patria eran:

“(…) los lobos que llevan todavía en la frente el estigma de Nuevo México, Arizona, y el asesinato de los niños héroes de Chapultepec, de la Escuela Naval de Veracruz y de los patriotas de Filipinas y de Haití. ¿Y que diremos de Colombia, la heroica mutilada…? ¿Y qué de nosotros, que somos cazados como alimañas peligrosas y que para esto no omiten nada los “gloriosos ejércitos” que viene a combatir contra 1 500 patriotas, héroes que de antemano han dado sus vidas con la esperanza de que sea ésta la semilla de la verdadera libertad de nuestra América”.

O como dijera el Che en su “Mensaje a los pueblos del Mundo” a través de la Conferencia Tricontinental:

“Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: los Estados Unidos de Norteamérica”.

Y es que la desvergüenza yanqui, ese mal imperial, es tan antigua que personajes como el mayor general Smedley D. Butler, Jefe del US Marine Corps, en fecha tan lejana como 1935 reconocía con cinismo:

“Me he pasado 33 años y cuatro meses en el servicio activo, como miembro de la más ágil fuerza militar de este país: el Cuerpo de Infantería de Marina. Serví en todas las jerarquías, desde teniente segundo hasta general de división. Y durante todo ese período me pasé la mayor parte del tiempo en funciones de pistolero de primera clase para los Grandes Negocios, para Wall Street y para los banqueros. En una palabra, fui un pistolero del capitalismo (…) Así, por ejemplo, en 1914 ayudé a hacer que México, y en especial Tampico, resultasen una presa fácil de los intereses petroleros norteamericanos. Ayudé a hacer que Haití y Cuba fuesen lugares decentes para el cobro de rentas por parte del Nacional City Bank (…) En 1909 – 1912 ayudé a purificar a Nicaragua para la casa bancaria internacional de Brown Brothers. En 1916 llevé la luz a la República Dominicana, en nombre de los intereses azucareros norteamericanos. En 1903 ayudé a “pacificar” Honduras en beneficio de las compañías fruteras nortemericanas”.

Por eso, tras esta algo extensa introducción, me propongo en el trabajo de hoy demostrar cuan infames, mentirosos, pérfidos y criminales fueron cada uno de los pretextos yanquis que intentaron justificar la invasión a Granada, 1983. Eso no es muy difícil de lograr, pero lo interesante va a radicar, en cómo lo voy a demostrar.

Dijo Ronald Reagan:

1.- Cuba tuvo responsabilidad en el golpe de Estado y la muerte de Bishop.
Respuesta:

Lo particularmente increíble de esta historia es, que Cuba, fue el único país que apoyaba sin restricciones a Bishop. Las posiciones de los golpistas granadinos eran respaldadas por la URSS que preferían a Coard y por supuesto, ninguno de los dos les convenía a los EE.UU. Ahora, por cuáles razones el proceso revolucionario granadino era mal mirado por EE.UU. Simplemente porque en 1979 allí fue derrocada la tiranía de Eric Gairy, un testaferro británico bien conocido por sus extravagancias: aseguraba estar en contacto con extraterrestres y hasta con Dios Todopoderoso, llegó incluso a solicitar la celebración de una Conferencia Internacional sobre Platillos Voladores en Granada.

La revolución granadina de 1979 logró resultados como controlar los precios a productos de alto consumo; redujo el desempleo en un 75%; implantaron la enseñanza primaria gratuita; organizaron una campaña de alfabetización; uno de cada cien personas se hizo maestro profesional; se terminó con la discriminación de la mujer; se puso en práctica la construcción de viviendas; un 90% de los obreros ingresó a los sindicatos y el nivel de vida de la población aumentó en 1982 en un 7% por primera vez en la Historia. En todos esos logros fue fundamental la colaboración cubana. Por el contrario, desde fechas tempranas, EE.UU. a través de la VOA desató una campaña propagandística contrarrevolucionaria contra Granada.

2.- Los estudiantes norteamericanos, corrían el peligro de ser tomados como rehenes.
Respuesta:

Dejemos que los mismos estudiantes norteamericanos respondan a esta falacia.
-G. Downheed, estudiante de tercer año de medicina dijo: “El peligro para la vida de los ciudadanos norteamericanos surgió cuando allí desembarcaron unidades de marines y tropas aerotransportadas norteamericanas”.
-V. Meyer, otro estudiante dijo: “Por primera vez me enteré que mi vida corría peligro, cuando leí en los periódicos estadounidenses las declaraciones de los políticos de Washington”.
-P. Burne, docente de la Escuela de Medicina dijo: “En Granada nada amenazaba a los ciudadanos norteamericanos”.

3.- El objetivo principal de la invasión fue proteger la vida de los ciudadanos norteamericanos.
Respuesta:

Charles Modica, rector de la Escuela de Medicina en Granada declaró el 25 de octubre de 1983 que los 700 norteamericanos allí no estaban amenazados ni corrían peligro alguno. Que la invasión de EE.UU. era un grave error que ponía en peligro la vida de los norteamericanos en la isla.

4.- La invasión fue una operación multinacional a solicitud del señor Scoon y de los países del Caribe Oriental.
Respuesta:

El 28 de octubre del 83, “Times”, de Londres, publicó el artículo “Barbados declara que EE.UU. fueron los primeros en sugerir la invasión”. La historia de que Scoon envió una “petición escrita” fue desmentida por Canadian Press quien aseguró que la famosa carta fue firmada después de la invasión.

5.- Cuba pensaba invadir y ocupar Granada.
Respuesta:

Esa manía yanqui de juzgar a los demás por sus propios actos, los que ellos descaradamente siempre han practicado contra el mundo.

6.- Granada se estaba convirtiendo en una importante base militar soviético – cubana.
Respuesta:

Sí, los camiones, concreteras, los bulldozer lo atestiguan…

7.- El aeropuerto en construcción no era civil sino militar.
Respuesta:

Lo gracioso de este chiste es que la compañía que estaba dirigiendo la construcción era inglesa, la Plessey, para más señas y según ella, el proyecto era civil.

8.- Las armas en Granada servirían para exportar la subversión y el terrorismo.
Respuesta:

Justamente en una época en que EE.UU. exportaba la subversión y el terrorismo a Nicaragua, el Salvador, a Guatemala, entre otros…

9.- Los cubanos tiraron primero.
Respuesta:

Ya se demostró antes que fue todo lo contrario, ojala hubiesen tirado antes para que hubiesen caído más yanquis.

10.- Había más de mil cubanos en Granada.
Respuesta:
Ya se demostró antes las cifras exactas de cubanos 784, ni más ni menos.

11.- La mayoría de los cubanos no eran constructores sino soldados profesionales.
Respuesta:

Si, un 0,05 del total, una muy elevada cifra.

12.-Las fuerzas invasoras se cuidaron de no destruir ni causar bajas civiles.
Respuesta:

Sí, por eso destruyeron un Jardín de la Infancia, un hospital Psiquiátrico y barriadas de casas de civiles.

13.- Las tropas norteamericanas estarían una semana en Granada.
Respuesta:

Algunas, otras garantizaron la ocupación, la represión que siguió a la invasión yanqui.

Próximamente continuamos con más.

Atentamente.

Siochy LMK.


Carlos Manuel Rodriguez
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Mensaje por Carlos Manuel Rodriguez »

El que crea que ofender y lanzar improperios oculta la realidad, se equivoca, esto solo lo hacen los que no tienen argumentos ante la razon y la verdad.
Con un poco de conocimiento de Psicologia e Historia Universal solo se puede ver que Granada seria hoy igual que Venezuela, pais que esta sufriendo por la abnegada, altruista y solidaria ayuda del pueblo cubano (ahora el de las pendejadas soy yo); Granada tuvo suerte, pues con la ayuda de US se evito que proliferaran las raices de una ideologia fallida (Historia Universal) y que las ideas descabelladas de un LOCO (Psicologia)llevaran a otro pais a la destruccion economica, social y moral (Nocias de Actualidad).
Hoy por hoy en el mundo US tiene mas amigos que enemigos, y los enemigos que tiene son paises que envidian(por una u otra razon) la posicion de US en el mundo, casi todos con gobiernos militares, dictatoriales y doctrinas religiosas extremistas, pues estos gobiernos darian lo que no tienen por ese poder ; claro, tambien existe un atajo de ignorantes que sin beneficio alguno va por el mundo despotricando en contra de US y defendiendo lo indefendible; pero recuerden esos, la realidad no se puede tapar con ofensas, esta habla por si sola y es solo una cuestion de percepcion, en este caso la del perdedor o la del vencedor; en que bando tu estas?
Con respecto a las intervenciones no precisamente militares, aclaro que fui militar (cosa de la cual no siento orgullo), y conoci bien la capacidad del ejercito Cubano (casi nula), hoy me doy cuenta que en Cuba existe un porciento minimo de fuerzas con capacidad combativa respetable, los demas le hacen los mandados a los boyscouts.
Espero los comentarios de los oficiales de alto rango que quieran refurtar lo que he dicho.


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