
Los niños holandeses ilusionados con la llegada desde España de " San Nicolás" y su ayudante Pedrito que como cada año colocará en sus zapatos mientras duermen, regalos, naranjas y dulces.
Cuando los holandeses fundaron Nueva Amsterdam en Norteamérica se llevaron la tradición con ellos. Luego, cuando los británicos echaron a los holandeses y renombraron la ciudad a Nueva York , la tradición continuó. Pasaron muchos años. Sinterklaas derivó en Santa Klaus, y durante décadas apareció en cuentos y literatura y se hicieron cambios en su fisonomía hasta el más reciente, que fue el de la Coca-Cola...y ahí ya sabeis en que derivó todo esta parafernalia...