Distinta política industrial y diplomática del Eje.

Los Ejércitos del mundo, sus unidades, campañas y batallas. Los aviones, tanques y buques. Churchill, Roosevelt, Hitler, Stalin y sus generales.
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Eriol
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Mensaje por Eriol »

Super Mario escribió:PD: Eriol debe ser un poderoso mentalista o un "Chaman" com inmensos poderes de sugestión. :asombro2:

Claaaaro, no será que las cifras hablan por si solas.


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Lucas de Escola
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Mensaje por Lucas de Escola »

Los alemanes ni se imaginaban el estado de los caminos, ni el tiempo que le iba a llevar adaptar el sistema ferroviario, ni la pesadilla logística que iban a padecer, ni el barro y la nieve que se iba a devorar o romper los camiones y el sistema rodante.


Un pequeño inciso sobre hasta qué punto los alemanes no sabían dónde se metían cuando iniciaron Barbarroja. Günter Blumentritt, Jefe de Estado Mayor del IV Ejército en otoño de 1940, lo explica así:

-La obtención de mapas era muy difícil, pues los rusos daban a su geografía carácter de secreto militar. Aquellos de los que pudimos disponer eran imprecisos, cuando no incorrectos.

Y sigue con muchas otras apreciaciones como que:

-Nuestro espionaje no pudo informarnos sino de forma muy vaga e imprecisa sobre la potencia de los tanques rusos y las cifras de su producción mensual.... Ninguna valoración sobre el potencial bélico soviético era uniformemente aceptable.

Y continua con toda una serie de cuestiones a este respecto que no voy a relatar por no extenderme. En resumen, se lanzaron al ataque con una información compuesta fundamentalmente por vaguedades, incorrecciones y falsedades. Pero por mucho que inquietara a los militares esta forma de hacer la guerra, se llevó a cabo por la creencia de Hitler de que, a fin de cuentas, sería cuestión de unas pocas semanas. Nada de lo que pudieron alegar los que lucharon durante la IGM fue oído ni valorado.

Si esta precisa información la hubiese tenido que ofrecer el inefable Göering, se hubiese expresado, más o menos, así:

¿Estado de los caminos...? ¿Que caminos?
¿Vías de comunicación alternativas...? ¿Vías de qué...?
¿Redes ferroviarias...? ¡Seguro que habrá...!
¿Efectos adversos de la climatología...? ¡Nada que no pueda soportar el supersoldado alemán!.

¡Ni repajotera idea, oigan!
Última edición por Lucas de Escola el 09 Nov 2014, 03:06, editado 1 vez en total.


Un plan que no puede modificarse, no es un buen plan.
Super Mario
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Eriol escribió:Claaaaro, no será que las cifras hablan por si solas.

Ya lo creo que las cifras hablan por sí solas.
- 130.000 t mensuales en 1939
- 200.000 t mensuales durante la guerra.

Si Chepicoro pone cupos en Julio de 1940, manteniendo en 130 mil o 150 mil mensuales para la población, se ahorraría unas 50.000 t. mensuales.
En un año podría tener una reservas para Barbarroja de 600.000 toneladas de más.!!! (Sí que hablan por sí solas las cifras) :asombro2:

Saludos.

PD: Podrán sonar "Poco significativas" esas 600 mil toneladas, pero le alcanza de sobra para suministrar a las 10 divisiones mecanizadas de más para su Barbarroja Alternativo.


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Lucas de Escola escribió:Y continua con toda una serie de cuestiones que no voy a relatar por no extenderme. En resumen, se lanzaron al ataque con una información compuesta fundamentalmente por vaguedades, incorrecciones y falsedades. Pero por mucho que inquietara a los militares esta forma de hacer la guerra, se llevó a cabo por la creencia de Hitler de que, a fin de cuentas, sería cuestión de unas pocas semanas. Nada de lo que pudieron alegar los que lucharon durante la IGM fue oído ni valorado.

Si esta precisa información la hubiese tenido que ofrecer el inefable Göering, se hubiese expresado, más o menos, así:

¿Estado de los caminos...? ¿Que caminos?
¿Vías de comunicación alternativas...? ¿Vías de qué...?
¿Redes ferroviarias...? ¡Seguro que habrá...!
¿Efectos adversos de la climatología...? ¡Nada que no pueda soportar el supersoldado alemán!.

¡Ni repajotera idea, oigan!


Coincido 100%, estimado Lucas.
La improvisación con la que los alemanes comenzaron Barbarroja es asombrosa. Me sorprende que un ejército tan profesional haya cometido semejantes errores de apreciación.

En la página 28 de mi What IF "Imaginemos un Barbarroja en 2 etapas" (con fecha 14 de agosto del 2012) expuse un documento sobre el Exceso de confianza de los alemanes que es elocuente y en cierta forma habla de su IRRESPONSABILIDAD. (Porque esa es la mejor palabra que le cabe como "anillo al dedo").

El informe de inteligencia del General Kinzel fue no sólo pobrísimo, sino erróneo de cabo a rabo. (A Kinzel se le debió hacer un sumario por "Negligente" e impericia)

El "Prejuicio" es un sentimiento muy fuerte que nos hace ver las cosas a través de un cristal que todo lo distorsiona. Y los nazis eran expertos en "Prejuicios".

Su propia idelogía traía incubada el "Gérmen" de su propia destrucción y fracaso.

Saludos. :thumbs:

PD: En el siguiente Post copio y pego un brillante trabajo del prestigioso forista José Luis sobre el exceso de confianza, los errores de apreciación, los preconceptos que el Alto mando tenía sobre la URSS y sobre la percepción distorsionada de lo que era el sistema comunista.
Vale la pena leerlo.
Última edición por Super Mario el 08 Nov 2014, 02:43, editado 1 vez en total.


Eriol
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Mensaje por Eriol »

Super Mario escribió:Ya lo creo que las cifras hablan por sí solas.
- 130.000 t mensuales en 1939
- 200.000 t mensuales durante la guerra.

Si Chepicoro pone cupos en Julio de 1940, manteniendo en 130 mil o 150 mil mensuales para la población, se ahorraría unas 50.000 t. mensuales.
En un año podría tener una reservas para Barbarroja de 600.000 toneladas de más.!!! (Sí que hablan por sí solas las cifras) :asombro2:

Saludos.

PD: Podrán sonar "Poco significativas" esas 600 mil toneladas, pero le alcanza de sobra para suministrar a las 10 divisiones mecanizadas de más para su Barbarroja Alternativo.


Vale, ahora es cuando toca explicarte que dentro de esa parte de la producción de combustible destinada a la población civil tenían su parte las empresas civiles para sus camiones...

Por otro lado Chepicoro dice que durante la geurra fueron picos de 200.000 T ,picos supermarios, no generalices.

Saludos


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Eriol escribió:Por otro lado Chepicoro dice que durante la geurra fueron picos de 200.000 T ,picos supermarios, no generalices.


Si quieres lo reduzco en un 50%, a la mitad. Serían 25 mil toneladas mensuales, es decir 300.000 en 12 meses. Más que de sobra :militar16:

Pero seguro que debe ser imposible eso que yo digo por algún esotérico motivo. O seguramente encontrarás alguna referencia de algún ignoto libro que dice que eso era IMPOSIBLE por vaya a saber qué designio del destino.

EN FIN.
Última edición por Super Mario el 08 Nov 2014, 02:59, editado 1 vez en total.


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Expongo el brillante trabajo analizado por el prestigioso forista José Luis en el 2005, hace 9 años, sobre los errores de apreciación y los prejuicios del Alto mando.

Copio y Pego: (Lo único bueno que sé hacer, según Eriol)

El alto mando alemán (con ello me refiero a los principales líderes militares) estaba tan confiado en el éxito militar de la Operación Barbarroja que apenas mostró interés por la planificación de operaciones mayores que no fueran puramente de combate. Por una serie de razones que explicaré más adelante, la visión que tenía el alto mando alemán sobre los retos que entrañaba la invasión de la Unión Soviética no tenía en cuenta la posibilidad de la aparición de un movimiento de resistencia popular y, en consecuencia, no contaba con una solución creativa y eficaz para superar tal resistencia más allá de la que proporcionaba la utilización de los propios medios del ejército alemán.

Había dos preguntas cruciales absolutamente esenciales para el éxito político de la Operación Barbarroja que nunca se planteó seriamente el alto mando alemán antes de la invasión. En primer lugar: ¿Permanecería el pueblo ruso leal al régimen político comunista de Stalin y estaría dispuesto a sacrificar sus vidas a la luz de la “dura y brutal existencia” que siguió a la colectivización? Considerando la historia de la Unión Soviética, su pueblo y sus tradiciones: ¿Era previsible la aparición de una resistencia partisana que amenazara el control alemán en las áreas ocupadas? En segundo lugar: ¿Cuáles eran las alternativas para enfrentarse con una resistencia de esa naturaleza? ¿Tenía la sociedad rusa el potencial necesario para crear un ejército de voluntarios populares autóctonos para ayudar a asegurar la supervivencia del estado? Dejo las respuestas a estas preguntas a la consideración del Foro, pero adelanto que todas tienen una respuesta que pone de manifiesto la incompetencia y la soberbia del alto mando alemán por no enjuiciar en su justa medida antes de la invasión estas cuestiones absolutamente esenciales para el éxito de la Operación Barbarroja.

¿Cómo se explica esta actitud de militares alemanes profesionales altamente cualificados?
(Inexplicable desde mi modesto punto de vista)

El mayor Bob E. Willis Jr. da una respuesta muy razonada y ciertamente convincente en un monográfico titulado After the Blitzkrieg: The German Army’s Transition to Defeat in the East (U. S. Army Command and General Staff College, School of Advanced Military Studies, 250 Gibbon Ave., Fort Leavenworth, KS 66027, 2005). Dos factores explican, según Willis, el exceso de confianza del alto mando alemán por el éxito de Barbarroja y su desdén por los aspectos políticos que he mencionado previamente. El primer factor viene representado por los defectuosos métodos a través de los cuales se informó al alto mando sobre la naturaleza y el medio ambiente del enemigo. El segundo factor viene dado por las antiguas actitudes y creencias del alto mando sobre la Unión Soviética y su pueblo. Antes de examinar las ideas preconcebidas alemanas sobre la cultura y la sociedad rusas, será muy útil examinar cómo se informó el alto mando sobre la Unión Soviética. Este proceso siguió fundamentalmente tres canales.

En primer lugar, el conducto de información principal del alto mando se basó en las valoraciones desarrolladas por el Departamento de Extranjero y Contra-Inteligencia (Amt Ausland/Abwehr), dirigido por el almirante Wilhelm Canaris. La misión de la Oficina de Extranjero (Abteilung Ausland) consistía en recoger información de una variedad de fuentes sobre las políticas exteriores y las capacidades militares de otros estados, la Unión Soviética incluida. Segundo, dentro del mismo ejército, el Departamento Este de Ejércitos Extranjeros del Estado Mayor General (Fremde Heeres Ost) también recogía y valoraba la información relativa a las actividades político-militares en Europa oriental. Por último, también se informaba sobre la naturaleza de la Unión Soviética al alto mando a través del canal diplomático que discurría desde Moscú a través de la Oficina de Exteriores alemana. El embajador alemán, conde Werner von Schulenberg, dirigía la oficina de Moscú junto con el agregado militar de Alemania en la Unión Soviética, general Ernst Köstring.

Aunque el alto mando alemán poseía esos canales de información, aparentemente redundantes e independientes, todavía operaba en un estado de información parcial o sesgada. Es decir, el alto mando trabajaba en una situación en la que carecía de suficiente información para explicar o desafiar sus propias asunciones. En los años que precedieron a la invasión alemana, a medida que las relaciones germano-soviéticas se tensaban, la Unión Soviética llevó a cabo un trabajo efectivo para perturbar las actividades alemanas de inteligencia dentro del estado soviético. El agregado militar alemán de Moscú, Köstring, explicó al general Halder que los servicios de contrainteligencia soviéticos habían hecho imposible los trabajos de inteligencia alemana. Por otra parte, los intentos del Abwehr durante los años inmediatamente anteriores a la invasión alemana para infiltrar agentes en la URSS habían resultado infructuosos.

En lo que respecta al Fremde Heeres Ost, esta oficina sólo comenzó a realizar un estudio serio de la Unión Soviética a finales de 1939. El coronel Kinzel, un oficial si un entrenamiento especial en inteligencia y lejos de ser un experto en Rusia o un conocedor del país, preparó la estimación inicial de la situación del enemigo para el OKH entre el 22 y el 26 de julio de 1940. La estimación que presentó Kinzel fue presumiblemente la misma estimación que utilizó el general Marcks durante la preparación del “Borrador Operacional Este” en agosto de 1940. Posteriormente, el Fremde Heeres Ost llevó a cabo tres actualizaciones mayores de inteligencia entre octubre de 1940 y mayo de 1941, actualizaciones que sólo contenían modificaciones mínimas de la estimación inicial que había realizado Kinzel. Los errores de cálculo alemanes sobre la fuerza y número de unidades del Ejército Rojo, el potencial de los soviéticos para reposicionar fuerzas del Ejército Rojo del Extremo Oriente, y la existencia de los tanques T-34 y KV han concentrado una gran parte del interés histórico. Sin embargo, los errores de cálculo alemanes sobre el medio ambiente sociopolítico en la Unión Soviética fueron igualmente calamitosos. Sin hechos que lo corroboraran, las estimaciones alemanas asumían que la Unión Soviética era políticamente inestable, económicamente frágil y psicológicamente débil. Con esta diversidad de fuentes se dejó al Estado Mayor General para planificar una de las más grandes invasiones de la historia con el concurso de una ligerísima información sobre el enemigo y unas propias ideas preconcebidas erróneas.

Pero además, el Estado Mayor General se enfrentaba a un problema más serio que su carencia de información de inteligencia adecuada, y que venía dado por su reacción a la información que desafiaba sus propias asunciones. Por ejemplo, el 10 de agosto la Oficina de Geografía Militar del Estado Mayor General presentó su “Primer Borrador de un Estudio Geográfico Militar sobre la Rusia Europea”. Entre los problemas varios que el informe identificaba en el plan de invasión, se sugería que “incluso si todos los objetivos (Leningrado, Moscú y Ucrania) caían en poder de la Wehrmacht, la victoria no estaría asegurada”, basándose en sus valoraciones de la población, terreno y dimensiones geográficas del espacio de la batalla. La estimación disidente mantenía que “los soviéticos podían no rendirse o colapsar después de la caída de Leningrado, Moscú y Kharkov” y “la Unión Soviética podía mantener un estado de hostilidades por un período indefinido con apoyo de Asia”.

El general Marcks probablemente tenía conocimiento de ese informe antes de su emisión oficial, pero no tomó los pasos para manejar los riesgos identificados en el informe en la elaboración inicial del plan de Barbarroja. Halder ni siquiera se percató del espacio de transición en el plan de Marcks; “simplemente supuso que la destrucción de las fuerzas soviéticas y la ocupación de una cierta cantidad de territorio pondrían fin a la guerra”. En general, el alto mando no estaba interesado en la información que contradijera sus ideas preconcebidas. Cuando salieron a flote las objeciones los comandantes subordinados como von Bock en el Grupo de Ejércitos Centro o de expertos rusos como Köstring en Moscú, recibieron poca atención por parte del alto mando. No obstante, no era sólo el alto mando quien mantenía esa obstinada postura, sino también otros mandos subordinados menos sofisticados que siempre aceptaron la actitud del alto mando. Por ejemplo, durante la misión de la fase de planificación sobre el papel de su unidad en la invasión, el general Walter von Reichenau, comandante en jefe del Sexto Ejército alemán, redactó su propia orden en la que declaraba que “los valores históricos y culturales no tenían significado alguno”. Adicionalmente, como resultado del pensamiento estratégico de grupo del alto mando y la disposición de muchos altos comandantes para aceptar semejantes conclusiones infundadas, el ejército alemán cruzó la frontera con un exceso de confianza en su plan e ignorante de la posibilidad de que se pudiera formar un movimiento partisano tras el paso de su avance.

Como se demostrará, el problema de la comprensión de la Unión Soviética por parte del Estado Mayor General sólo estaba parcialmente relacionado con los grados variados de efectividad de su aparato de inteligencia; el otro aspecto era de modo de pensar. Cuando los altos líderes y principales planificadores del alto mando recibieron información útil, sus propios modelos mentales anularon su capacidad para utilizar la información con eficacia. El alto mando tenía una tendencia “particularmente insidiosa y negativa para aceptar ideas convenientes en lugar de hechos fríos, especialmente cuando el análisis dejaba el campo de las operaciones y se trasladaba a aspectos sociales, económicos y políticos”. Durante la planificación de la Operación Barbarroja, el trío clave del general Halder, general Kurt von Tippelskirch (segundo del Estado Mayor de Inteligencia) y general Eberhard Kinzel (jefe del Fremde Heeres Ost) “permitió que sus percepciones dominaran el proceso de la toma de decisiones”, especialmente cuando se enfrentó con información ambigua.
(Este es un defecto que le suele pasar a todos los seres humanos. Escuchamos lo que nos conviene y negamos lo que no nos gusta o es contrario a nuestros intereses).

¿Cuáles eran, pues, las percepciones sobre la Unión Soviética que dominaron el proceso de la toma de decisiones? El ejército alemán como institución colectiva tenía una muy antigua percepción de la Unión Soviética que parecía impermeable a la revisión, incluso durante el proceso de planificación que precedió a la invasión y ocupación del país. Sobresalen dos nociones claves. Primero, el retraso inherente y el carácter brutal del pueblo ruso, intensificado por la filosofía del bolchevismo, hacían de la Unión Soviética una amenaza natural a la cultura europea occidental. Segundo, veían a la Unión Soviética como un “coloso de barro: políticamente inestable, lleno de minorías descontentas, gobernado de forma ineficaz, y militarmente débil; colapsaría al primer gran golpe”. En una palabra, la población soviética había sido “bolchevizada completa e inalterablemente”; todo lo que se necesitaba era “un suave empujón de afuera, independientemente de la fuente o el medio” para provocar el colapso del imperio soviético. El general Alfred Jodl, jefe de Operaciones del OKW, ejemplificó cuán penetrante era esta idea preconcebida en el alto mando alemán cuando declaró que “el coloso ruso es como la vejiga de un cerdo; pínchala y reventará”.

Brillante.
E ilustra en forma cabal y luminoso lo que tú quisiste decir, estimado Lucas.

Salud y que lo disfruten. :militar-beer:

PD: Tiene razón Eriol cuando dice que para lo único que sirvo es para copy/paste, pero diganme sino es mucho mejor y da más placer leer a JL, que las sandeces inconducentes e inverosímiles que un "Soplagaitas" como yo pueda decir. :thumbs:


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Lucas de Escola
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Mensaje por Lucas de Escola »

Al hilo de todo esto, yo haría una apreciación, Supermario. No eran los "alemanes" quienes cometieron estos errores y despropósitos imbuidos de la arrogancia y la soberbia de Hitler. Fueron el propio Hitler y su camarilla de incapaces, gente sin talento ni experiencia; meros lameculos, cobardes y falsificadores de la realidad a los que les iba bien mantenerse afines y leales a las decisiones del Fürher, y que por muchos que fueran, eran una minoría frente a los Altos Mandos que pensaban, en público o en privado, que todo aquello era un disparate con el que todo quedaba a la suerte de una sola carta: que las apreciaciones del Líder se confirmasen aunque fuese por casualidad. Después, revelado que el Líder mesiánico no era más que un loco, el miedo a caer en desgracia, para sí o sus familias, hizo el resto.

Sobre la incapacidad de estos hombres, aduladores profesionales, tengo una anécdota que me hizo mucha gracia. La relata el Tte. Gral. Fritz Bayerlein, que en el 43 era Jefe de Estado Mayor del Mariscal Rommel. El contexto se sitúa en la Guarida del Lobo, en la Prusia oriental, con Rommel recuperándose en Alemania por órden de Hitler y con el África Korp en la línea de El Alamein a cargo del Gral, Stummel. Montgomery está a punto de comenzar su operación Pies Ligeros. Las mil promesas incumplidas sobre suministros y el ver completamente desatendido su comunicado enviado al Cuartel General antes de salir de África sobre las dificultades por las que pasaba el África Korp, llevan a Rommel a una nueva reunión con Hitler, aunque tiene perdida la esperanza de que aquellos hombres, ignorantes y ajenos absolutos a lo que ocurría, fuesen a proponerle otra cosa que vanas promesas y a minimizar y menospreciar cualquier problema que expusiese. Así, sin más preámbulos, añado a continuación lo que, textualmente, Bayerlein relata.

Durante la conferencia, Rommel pudo apreciar que el ambiente reinante era de un extraordinario optimismo. Göering, en especial, no daba importancia a las dificultades que pasábamos en África. Cuando Rommel dijo que los caza-bombarderos enemigos destruían nuestros tanques con proyectiles de 40 mm.,(fabricados por los USA) el mariscal del Reich reaccionó como si se tratase de una afrenta personal.
-¡Es imposible!- dijo- No son más que rumores despreciables. Los americanos no saben fabricar sino cuchillas de afeitar y refrigeradores.
Rommel, en previsión de lo que se iba a encontrar, había llevado consigo uno de aquellos proyectiles que había destruido uno de sus tanques. Lo hizo llevar a la sala de reuniones y dijo:
-Sólo desearía, señor mariscal del Reich, que pudiéramos contar con tal clase de cuchillas.


En fin, por no desvirtuar más el hilo, no continuó con las promesas de Hitler en aquella reunión para solventar los problemas de aquel "exagerado" de Rommel, promesas que incluían... ¡un centenar de Tigres!. :militar21: :militar21: :militar21: :militar21: :militar21:


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Mensaje por wilhelm »

Tenemos que tener en cuenta que tras la victoria en Polonia, la victoria en Francia, el paseo por Yugoeslavia, muchos obviaban o minimizaban los problemas, porque simplemente pensaban que la situación se repetiría, eran los que mejor sabían hacer la guerra y punto, y si alguien llamaba a la prudencia, se le miraba con cara rara. Cuan ciertas son esas palabras que dicen que de las derrotas se aprende más que de las victorias.


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Mensaje por Chepicoro »

wilhelm escribió:Tenemos que tener en cuenta que tras la victoria en Polonia, la victoria en Francia, el paseo por Yugoeslavia, muchos obviaban o minimizaban los problemas, porque simplemente pensaban que la situación se repetiría, eran los que mejor sabían hacer la guerra y punto, y si alguien llamaba a la prudencia, se le miraba con cara rara. Cuan ciertas son esas palabras que dicen que de las derrotas se aprende más que de las victorias.



De acuerdo, ahora sabemos que la URSS no se desmoronó y que resistió la embestida de los alemanes, pero en el verano de 1941 lo que se sabía era que Rusia había perdido una guerra contra Japón en 1905, a pesar de tener muchos más recursos, había vuelto a perder contra Alemania y Austro Hungría aunque estos solo destinaban una fracción de sus fuerzas a combatir a los rusos, acababa de tener un desempeño francamente malo en la guerra de invierno contra Finlandia y además el efecto de la purga de buena parte de los altos mandos militares aun era reciente y por otra parte Alemania ha vencido a Francia en un mes, lo que en la primera guerra mundial no consiguieron en 4 años... al menos había motivos para estar "borracho de victoria".


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Lucas de Escola
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Mensaje por Lucas de Escola »

A mi modo de ver, la "borrachera" acabó a mediados/finales del 42, dando paso a una dolorosa "resaca" que les llevó a perder la iniciativa en el Este, a estancarse y comenzar una retirada en África y con los norteamericanos desembarcando en Marruecos y Argelia, con Mussolini enfermo y en decadencia, con la RAF bombardeando duramente Colonia, Hamburgo, Esse, Bremen, Munich..., con el sueño de una Francia tranquila finiquitado, con los países neutrales decantándose por los aliados tras el Pacto de la Declaración de las Naciones Unidas...

Creo que a estas alturas no quedaba un sólo Alto Mando en Alemania que se precie, que no temiese, al menos privadamente, por la dura derrota que sufrirían, y el sacrificio que supondría para Alemania no llegar a una paz llevadera con el resto de Europa. Durante el 43, 44 y 45 sólo Hitler y su camarilla de incapaces, locos y aduladores se negaban a creerlo, falseando la realidad en un constante autoengaño. Sólo la propaganda, y la desinformación hacían soportable la realidad a la población. El sueño se había acabado y comenzaba una larga pesadilla en la que predominaba un miedo atroz al sistema y régimen inmisericorde que ellos mismos habían creado; aterrorizados por su propio monstruo.


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Mensaje por Super Mario »

Lucas de Escola escribió:Al hilo de todo esto, yo haría una apreciación, Supermario. No eran los "alemanes" quienes cometieron estos errores y despropósitos imbuidos de la arrogancia y la soberbia de Hitler. Fueron el propio Hitler y su camarilla de incapaces, gente sin talento ni experiencia; meros lameculos, cobardes y falsificadores de la realidad a los que les iba bien mantenerse afines y leales a las decisiones del Fürher, y que por muchos que fueran, eran una minoría frente a los Altos Mandos que pensaban, en público o en privado, que todo aquello era un disparate con el que todo quedaba a la suerte de una sola carta: que las apreciaciones del Líder se confirmasen aunque fuese por casualidad. Después, revelado que el Líder mesiánico no era más que un loco, el miedo a caer en desgracia, para sí o sus familias, hizo el resto.


Yo en parte concuerdo y en parte disiento, porque no se le puede atribuir sólo a Hitler y sus secuaces del nazismo los garrafales errores que se cometieron.

El documento expuesto por el prestigioso forista José Luis en ese aspecto es contundente y en cierta forma libera de "Culpa y cargo" a Hitler.

Hago un análisis de documento de JL:
Los errores de cálculo alemanes sobre la fuerza y número de unidades del Ejército Rojo, el potencial de los soviéticos para reposicionar fuerzas del Ejército Rojo del Extremo Oriente, y la existencia de los tanques T-34 y KV han concentrado una gran parte del interés histórico. Sin embargo, los errores de cálculo alemanes sobre el medio ambiente sociopolítico en la Unión Soviética fueron igualmente calamitosos.

Sin hechos que lo corroboraran
(es decir basado en PREJUICIOS no en un Análisis profesional), las estimaciones alemanas asumían que la Unión Soviética era políticamente inestable, económicamente frágil y psicológicamente débil.
Con esta diversidad de fuentes se dejó al Estado Mayor General para planificar una de las más grandes invasiones de la historia con el concurso de una ligerísima información sobre el enemigo y unas propias ideas preconcebidas erróneas.

Pero además, el Estado Mayor General se enfrentaba a un problema más serio que su carencia de información de inteligencia adecuada, y que venía dado por su reacción a la información que desafiaba sus propias asunciones.
Por ejemplo, el 10 de agosto la Oficina de Geografía Militar del Estado Mayor General presentó su “Primer Borrador de un Estudio Geográfico Militar sobre la Rusia Europea”.
Entre los problemas varios que el informe identificaba en el plan de invasión, se sugería que “incluso si todos los objetivos (Leningrado, Moscú y Ucrania) caían en poder de la Wehrmacht, la victoria no estaría asegurada”, basándose en sus valoraciones de la población, terreno y dimensiones geográficas del espacio de la batalla.
La estimación disidente mantenía que “los soviéticos podían no rendirse o colapsar después de la caída de Leningrado, Moscú y Kharkov” y “la Unión Soviética podía mantener un estado de hostilidades por un período indefinido con apoyo de Asia”.
(INCREÍBLE)

El general Marcks probablemente tenía conocimiento de ese informe antes de su emisión oficial, pero no tomó los pasos para manejar los riesgos identificados en el informe en la elaboración inicial del plan de Barbarroja. Halder ni siquiera se percató del espacio de transición en el plan de Marcks; “simplemente supuso que la destrucción de las fuerzas soviéticas y la ocupación de una cierta cantidad de territorio pondrían fin a la guerra”. (Se entiende la barbaridad de Halder, SUPONIENDO que los soviéticos se desplomarian.
Un general profesional NO SUPONE, sino que debe cerciorarse de que eso tenga un FUNDAMENTO SÓLIDO en base a inteligencia y deducciones racionales basadas en argumentos fiables y demostrables)

Luego el excelente trabajo del prestigioso forista José Luis nos da un dato REVELADOR:
En general, el alto mando no estaba interesado en la información que contradijera sus ideas preconcebidas. Cuando salieron a flote las objeciones los comandantes subordinados como von Bock en el Grupo de Ejércitos Centro o de expertos rusos como Köstring en Moscú, recibieron poca atención por parte del alto mando.

Y lo que sigue es clave para demostrar que no era Hitler el principal responsable de los errores, irresponsabilidades e imprevisiones de la planificación de Barbarroja:

No obstante, no era sólo el alto mando quien mantenía esa obstinada postura, sino también otros mandos subordinados menos sofisticados que siempre aceptaron la actitud del alto mando. Por ejemplo, durante la misión de la fase de planificación sobre el papel de su unidad en la invasión, el general Walter von Reichenau, comandante en jefe del Sexto Ejército alemán, redactó su propia orden en la que declaraba que “los valores históricos y culturales no tenían significado alguno”. Adicionalmente, como resultado del pensamiento estratégico de grupo del alto mando y la disposición de muchos altos comandantes para aceptar semejantes conclusiones infundadas, el ejército alemán cruzó la frontera con un exceso de confianza en su plan e ignorante de la posibilidad de que se pudiera formar un movimiento partisano tras el paso de su avance.

O sea que tanto como Halder, Kinzel, Marcks, Blumenttrit, Tippelskirch, Reichenau y varios más fueron los responsables (e IRRESPONSABLES) que hicieron que Barbarroja fracasara.
Hitler en la fase previa a la planificación de Barbarroja fue casi inimputable. Sí es cierto que durante la campaña Hitler cometió una serie de errores estratégicos.

Pero te puedo asegurar, estimado Lucas, que si Hitler hubiera muerto de un ataque al corazón el 1 de septiembe de 1941 y Halder hubiera asumido el mando de la Wehrmacht no les hubiera ido a los Alemanes mucho mejor.

A eso debes sumarle el EXCESO de confianza de los generales alemanes, que yo ya expliqué en mi ucronía, pero que en el siguiente Post lo voy a copiar y pegar porque es muy revelador.

Salud. :militar-beer:


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Mensaje por Super Mario »

El siguiente trabajo también fue expuesto por el prestigioso forista José Luis en otro Foro.

Copio y pego:
EXCESO DE CONFIANZA ALEMAN
La confianza en una rápida derrota de la URSS era generalizada entre el alto mando militar alemán; no era sólo una convicción de Hitler. En Andreas Hillgruber, “The German Military Leaders’ View of Russia prior to the Attack on the Soviet Union” en From Peace to War: Germany, Soviet Russia and the World, 1939-1941 (Berghahn Books, 1997) se confirma lo que digo. Por ejemplo, Brauchistch, 22 de julio de 1940, dijo a Hitler que el ejército alemán sólo necesitaría de cuatro a seis semanas para una campaña contra la URSS y que se necesitarían 80-100 divisiones, a las que se opondrían “50-75 buenas divisiones” soviéticas. Su única reserva contra una campaña oriental era Gran Bretaña, que se vería menos presionado en términos de ataques aéreos en caso de un ataque alemán a la URSS en el otoño de 1940, y Estados Unidos, que “suministraría a GB y URSS”. (p. 171).

También Brauchitsch, el 30 de abril de 1941, dijo que la guerra contra la URSS estaría acabada básicamente después de “cuatro semanas” de un “combate fronterizo probablemente duro” y que el resto serían operaciones de limpieza contra “mínima oposición” mientras se ocupaba la enorme extensión de territorio (p, 172).

El 4 de mayo de 1941, von Rundstedt le dijo a von Leeb “Bien, te veo en Siberia”, mientras le decía adiós (p. 181). Pocos días después, el 20 de mayo de 1941, Guderian le dijo a von Kluge sobre el blindaje ruso: “La fuerza blindada alemana en 1939 tenía once años” de preparación teórica. A pesar de eso tuvimos grandes dificultades en la primera fase de la guerra. Los grandes elementos blindados rusos, que sólo existen desde el invierno, no pueden estar preparados para la acción.

Blumentritt, 8 de mayo de 1941: [La historia de todas las guerras rusas muestra que el ruso, como combatiente medio-asiático y analfabeto, piensa y siente diferentemente. Por esta razón es insensible a los cambios climáticos, muy frugal, robusto, y no temeroso de ser herido o muerto. Así todas las guerras, desde Federico el Grande a la Gran Guerra, fueron sangrientas. A pesar de estas características por parte de los hombres, el imperio ruso casi nunca salió victorioso. El mando en el escalón inferior es esquemático, careciendo de independencia y flexibilidad. ¡En este punto nosotros somos muy superiores! Nuestros comandantes subordinados actúan decisivamente sin miedo de tomar la responsabilidad. El mando en el nivel superior, por otra parte, fue siempre inferior al nuestro, porque es vacilante, piensa en términos formales, y es desconfiado. Los pocos comandantes que permanecen en el escalón superior constituyen, con pocas excepciones, incluso una amenaza menor que los anteriores y bien entrenados generales zaristas rusos…. Puede haber duras batallas durante los primeros 8-14 días, pero luego tendremos éxito como antes, y saldremos ahí como vencedores. No deberíamos olvidar la reputación y aura de invencibilidad que precede a la Wehrmacht adonde quiera que vaya, y que tendrá un efecto especialmente agobiante sobre los rusos con su mentalidad menos “ofensiva”] (p. 182).

Y Halder, como jefe último de todos los oficiales de EMG, estaba igualmente convencido de la rápida victoria alemana; las anotaciones de su diario sobre los primeros días de la campaña son tan conocidas que me abstengo de citarlas.

Había otros que estaban convencidos de la victoria militar aunque tenían reservas sobre la viabilidad de imponer un fin político a la guerra. Así, von Bock, 2 de febrero de 1941, dijo a Hitler que mientras consideraba posible una victoria militar sobre el Ejército Rojo, no podía imaginar “cómo obligaremos a los soviéticos a hacer la paz” (p. 181).

Y eran menos los que no lo tenían claro como Ritter von Leeb ante la invasión de la URSS “¿Tenemos que hacer esto también? No tenemos recursos. Los políticos deberían intentar evitar esto” (p. 181), o Thomas, marzo de 1941: “La URSS ha escalado de un quinto puesto en el ranking de potencias industriales en 1929, a un tercer lugar por detrás de Estados Unidos y Alemania hoy” (p. 183).

Y, de los que entonces, antes de comenzar Barbarroja, expresaron su opinión, sólo conozco a un oficial superior del EMG alemán (que en Barbarroja fue jefe del EM de Rundstedt) que augurase una derrota; lo hizo como consecuencia de un ejercicio de mapa realizado en enero de 1941 y fue von Sodenstern: “Le queda claro que ahora hemos perdido la guerra”. (p. 183).

Después, una vez iniciada la invasión, comenzó a imperar, especialmente entre las tropas, un mal presentimiento a medida que se comprobaba que el soldado soviético era harina de otro costal, nada que ver con franceses, británicos o polacos. Y en agosto Hitler y el alto mando ya sabían que no podrían concluir la guerra con la URSS en 1941. Pero incluso así, no quisieron reconocerlo y huyeron hacia adelante. En este punto hubo una clara distinción entre lo que pensaban las tropas y comandantes de campaña y lo que creían los jerifaltes en el OKH y OKW, que vivieron bastante alejados de la realidad."


Como verán no sólo el Alto Mando o Hitler y sus secuaces estaban ensoberbecidos de confianza, sino que mandos de rangos inferiores también tenían plena confianza en un triunfo rápido.

Espero les haya resultado interesante e ilustrativo.

En el siguiente Post hago un análisis personal de mi punto de vista de porqué los Alemanes cometieron tantos errores antes y durante Barbarroja.

Saludos. :thumbs:


Super Mario
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Mensaje por Super Mario »

Voy a dar una explicación sicológica del motivo por el cual los alemanes cometieron tantos errores antes y durante Barbarroja:
- “Porque sus egos y su ambición los habían cegado, haciéndoles perder el sentido crítico. Los resonantes triunfos ante Polonia, los Países Bajos y Francia los había llenado de engreimiento y se creían invencibles. Rusia era vista bajo el cristal del prejuicio que les daba una imagen distorsionada, por lo tanto creían en una rápida victoria. Si habían derrotado en 6 semanas al ejército francés que era el más poderoso de europa, ¿cómo no iban a derrotar a un puñado de eslavos analfabetos que no tenían tradición en el "Arte de la Guerra"?. Aparte Moscú y todas las riquezas de la URSS era un imán que los obnubilaba y estaban dispuestos a arriesgar a todo un ejército con tal de conquistarla.”

Yo que no poseo preparación militar, analizo Barbarroja, veo la situación precaria de la Wehrmatch, analizo que el 75% era un ejército hipomovil, que su industria no estaba en "Pie de Guerra", analizo que más allá de Smolenko su logística se tensionaría, y me doy cuenta que era imposible derrotar al Coloso ruso con un ejército tan pequeño, con un plan tan improvisado y sin objetivos claros y concretos.

Pues entonces me pregunto:
- ¿Cómo ellos, que eran generales profesionales no se dieron cuenta?
Fácil de responder: Porque estaban cegados, porque estaban ensoberbecidos por los triunfos rutilantes de 1939 y 1940, porque se creían invencibles, porque habían comparado la estúpida teoría de que Alemania era una “Raza superior”, porque la arrogancia los confundía, porque los resonantes triunfos de 1939 y 1940 los habían llenado de ínfulas y porque su soberbia les había quitado sentido común y lógica.

En Francia, Los Países Bajos, los Balcanes y Polonia, la blitzkrieg funcionó muy bien gracias a que las distancias eran cortas y los caminos eran aceptables. Aparte el resonante triunfo ante Francia tapó todas las críticas y evitó que la Wehrmacht hiciera una autocrítica de los errores cometidos en Francia.

Aparte Francia era un país chico y con un buen sistema rodoviario y excelentes caminos.
Pero en Rusia NO, y por obvias razones.
Es suficiente ver el mapa de Rusia para darse cuenta que La Blitzkrieg era una quimera en los vastos territorios de la URSS.
Es más, yo que soy un neófito (más allá de mis conocimientos enciclopédicos), miro el mapa de Rusia y me pregunto: ¿Cómo es posible que generales tan inteligentes y preparados, con una sólida formación académica producto de siglos de tradición prusiana, no se hayan dado cuenta de algo tan obvio?.

Y tan sólo encuentro una sola explicación de origen psicológico: ESTABAN TOTALMENTE CIEGOS DE SOBERBIA.

Paradójicamente los triunfos resonantes contra Polonia, los Países Bajos, y más que nada Francia (el ejército más poderoso en esa época) en vez de sumar virtud, sabiduría y prudencia, funcionó como un LASTRE.
Esos éxitos los cegaron y los ensoberbecieron. Para el verano de 1941 Guderian, Hoth, Von Kleist, Manstein, eran belladonas, que cual rutilantes estrellas de cine se creían infalibles, cuya confianza lindaba con la arrogancia.

Para peor la idea que tenían del ejército soviético era muy confusa, por no decir difusa. Una mezcla de prejuicios y realidades los habían llenado de confianza en una victoria rápida.

Paradójicamente esos triunfos rutilantes los cegaron, los llenaron de ínfulas, pero perdieron la cordura y el sentido común.
Borrachos de triunfos, se transformaron en generales imprudentes que creían que se podían llevar al mundo por delante.

Para cuando planificaron Barbarroja se comportaron diametralmente distinto a como se habían comportado en 1939 y 1940.
Mientras que contra Polonia y Francia fueron generales responsables, cautos e inteligentes, con un gran sentido común. Contra la URSS fueron irresponsables, soberbios e improvisados.

El plan de Barbarroja era incompleto, difuso, ambiguo, sin objetivos concretos. Se daban una serie de supuestos que en la práctica nunca se lograron, a saber:
1) Una campaña que supuestamente debía durar no más de 16 semanas.
2) Contra un ejército que supuestamente era torpe y débil.
3) Contra un pueblo que supuestamente eran subhumanos.
4) Contra una estructura política que supuestamente estaba podrida.

Tantos "supuestos" no hacen más que dejar en evidencia las improvisaciones y los prejuicios con los que los generales prusianos planificaron Barbarroja.

A esos prejuicios del “Alto Mando” habría que sumarles los prejuicios raciales del nazismo y de gran parte del generalato. La imagen que tenían de Rusia era muy mala y en parte esa infravaloración estaba fundamentada en el pobre desempeño del ejército soviético contra Finlandia y Polonia.

Pero lo que los estrategas y generales alemanes no sabían era que no había forma de derrotar a la URSS en una BlitzKrieg. Rusia era un bocado más grande de lo que las mandíbulas de la Wehrmatch podían masticar.

El ejército Alemán se atragantó, luego vomitó, después se intoxicó y finalmente pereció de indigestión.

Los recursos con los que contaba la Wehrmatch eran simplemente insuficientes. (De allí mi insistencia de que Chepicoro debe poner mucho ÉNFASIS en las reformas económicas e industriales para poder contar con una Wehrmacht más poderosa).

Continuará.
Última edición por Super Mario el 10 Nov 2014, 20:27, editado 1 vez en total.


Super Mario
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Mensaje por Super Mario »

Nadie puede negar los problemas que representaron el invierno ruso, o la rasputiza, o la demora que representó la guerra de los Balcanes, o la trocha de los trenes, o el mal estado de los caminos, o la logística, o de la resistencia del soldado ruso, o por los T34, o por el error de no haber aprovechado el descontento del pueblo ruso contra los comunistas, o por la fenomenal capacidad industrial de la URSS.

Muchos de esos errores ya han sido remarcados y explicados por muchos autores. Pero yo pregunto:
- ¿Alemania perdió por esos errores o por no haberlos previsto?

La pregunta es central y yo tengo una respuesta:
- ALEMANIA PERDIÓ POR SU IMPREVISIÓN Y SU IRRESPONSABILIDAD.

Fue la IMPREVISIÓN de no haber contemplado todos esos factores, de no haberse dado cuenta de que todos esos problemas iban a aparecer, de desconocer aspectos tan elementales como la logística o el estado de los caminos, o la producción armamentística soviética, por culpa de haber tenido una inteligencia tan pobre.

Y esos errores elementales tan sólo tienen una raíz: La Arrogancia

No sólo Hitler, sino todos sus generales estaban ensoberbecidos, borrachos de triunfo, ciegos de egolatría, contaminados de triunfalismo, henchidos de confianza. Una confianza y un engreimiento que los transformó en generales irresponsables que creyeron que en 16 semanas la URSS caería rendida a sus pies.

Y en parte es comprensible tanto exceso de confianza. Piensen que en 6 semanas habían destruido y sojuzgado a los países bajos y al mejor ejército del mundo: El Frances

Tengan en cuenta que en 6 semanas y 35.000 bajas consiguieron lo que no habían podido conseguir en 60 semanas y 6 millones de bajas durante la PGM.

Para peor el desempeño de Rusia contra Finlandia en la guerra de invierno había sido pobrísimo, así que con más razón el 22 de junio se sentirían pletóricos de confianza en un éxito seguro y fácil.

Por lo tanto se combinaron una serie de hechos desafortunados que terminaron por contaminar la planificación de Barbarroja y de evitar que los generales alemanes se dieran cuenta que era imposible derrotar a la URSS en una Blitzkrieg.

Para derrotar a los soviéticos era (tal cual como dije) necesario contar con más aviones, más divisiones Panzer, más divisiones mecanizadas y motorizadas, con una logística gigantesca, con una gran flotilla formada por millones de camiones para transportarla (en Barbarroja tan sólo había 500.000 camiones, insuficientes para semejante territorio) y con una política de reemplazos que permitiera reponer las pérdidas de hombres y máquinas.

Y para ello era necesaria una sola cosa:
• Una política industrial y económica en pie de guerra, que permitiera grandes volúmenes de producción y que toda la energía, todas las horas hombres, todas las industrias se pusieran a producir al 110%, de tal manera que cada tornillo y cada gramo de acero se destine a la producción de pertrechos de guerra.

Alemania perdió por culpa de ese garrafal error. (Por eso insisto sobre lo importante que debe ser la política ECONÓMICA/INDUSTRIAL y en donde Chepicoro debe poner su mayor énfasis)

Pero en el siguiente Post deseo dar otra “Vuelta de tuerca” sobre mi teoría.

Continuará.


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