Von Kleist escribió:[Churchill] llegó incluso a calificar de "terrorista" la campaña de bombardeos de las ciudades alemanas que el mismo habia alentado con entusiasmo desde 1940... en fin, un personaje de marcados contrastes sin duda.
No solo eso, sino que en su discurso de la Victoria, a la hora de los agradecimientos excluyó de ellos al
Bomber Command, siendo la única excepción. Creo que al final se arrepintió de haber apoyado a Bomber Harris (un auténtico sicopata con galones), siguiendo los consejos de Lindemman y su malhadada
Dehousing policy.
En cuanto a la actitud de FDR, logicamente una guerra en Europa le convenía para sanear la economía useña con una fuerte entrada de divisas, además de las oportunidades de negocio que se presentarían cuando inversores europeos tuvieran que liquidar sus activos en Usa a precios de saldo, pero eso solo sería censurable si él hubiera estado de alguna manera movienlo los hilos bajo la mesa para conseguir que dicha guerra se iniciase; no siendo así, lo suyo era mero cálculo del provecho que podrían sacar
Por otro lado, una vez la guerra comenzó es bien cierto que le sacó los higadillos a GB con las armas que les vendió, pero también acabó implicando a la US Navy en la protección de convoyes hasta el punto de que llegó a haber algún enfrentamiento con los U-Boats y el gobierno nazi hubo de dar órdenes de no llegar tan lejos.
Por último, si tanta doblez interesada hubiera en él, por qué tras el ataque japo a Pearl Harbour se enunció el principio de "Germany first", en lugar de poner todo el empeño en derrotar promero a quien les había atacado en su suelo.
En mi opinión FDR, como buen americano, no veía con buenos ojos el imperio británico, de la misma forma que no veía bien el expansionismo japo en el sudeste asiatico. Por otro lado, creo que acabó cansándose de las "manías" churchillianas, que si a veces tenía clarividencia, muchas otras debía resultar bastante cansino y pretencioso, aparte de que logicamente, su mayor interés era preservar la integridad del imperio, cosa que al yanqui le daba cien patadas. Luego está el carácter de FDR, que no era ninguna hermanita de la caridad, aunque resultara absolutamente candorosa su pretensión de atraer a
oncle joe al buen camino.
Saludos.