Acciones previas a la Batalla de Sentinum
295
Apio Claudio Ceco permanecía frente al enemigo en Etruria con dos legiones y doce mil aliados.
Entran en funciones los cónsules Quinto Fabio Máximo Ruliano y Publio Decio Mus. Nada más comenzar sus labores surge un desacuerdo entre ambos.
A Fabio, si echar a suertes los destinos, se le asigna Etruria y las tropas de Apio Claudio, más las tropas de refuerzo que el cónsul considerase iba a necesitar:
"No tengo intención de alistar más de cuatro mil soldados de infantería y seiscientos de caballería, y llevaré conmigo a quienes de vosotros den sus nombres hoy y mañana. Me preocupa más que regreséis todos ricos a llevar una fuerza con muchos hombres"
Se dirige a la ciudad de Aharna y desde allí al campamento de Apio. Lo primero que manda es desmantelar el campamento ya que su intención era cambiar de posición frecuentemente.
Entrada la primavera deja la segunda legión en Clusium al mando de Lucio Escipión como propretor. Luego regresa a Roma para consultar al Senado respecto a las futuras operaciones. Este regreso a Roma puede tener dos explicaciones, o bien Fabio se dio cuenta que su ejército era incapaz de enfrentarse a cuatro pueblos que habían unido sus fuerzas o bien el senado tras ser informado por Apio Claudio decidió tomar otras medidas:
Algunos quieren hacer creer que se vio obligado a regresar, debido a la acción de Apio Claudio, que había enviado despachos alarmantes sobre el estado de cosas en Etruria y que ahora añadía preocupación con sus discursos en el Senado y ante la Asamblea. A su juicio, un general con un solo ejército era muy insuficiente para hacer frente a cuatro naciones; tanto si combinaban sus fuerzas contra él o si actuaban por separado, existía el peligro de que fuera incapaz de enfrentar por sí solo todas las emergencias. Había dejado allí sólo dos legiones, y con Fabio habían llegado menos de cinco mil infantes y caballería; él aconsejaba que Publio Decio se uniera a su colega en Etruria tan pronto como fuera posible. El Samnio podría ser encargado a Lucio Volumnio, o, si el cónsul prefería conservar su propia provincia, Volumnio iría en ayuda de Fabio con un ejército consular completo. Como los discursos del pretor estaban produciendo tanta impresión, se nos dice que Decio dio su opinión de que no se debía interferir con Fabio, sino dejarle libre de actuar como mejor creyera hasta que él mismo regresase a Roma, si podía hacerlo con seguridad para el Estado, o si enviaba alguien de su estado mayor por quien el Senado pudiera conocer el estado presente de cosas en Etruria, qué fuerza se pudiera necesitar y cuántos generales eran precisos.
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Mientras se debatía en Roma quien acompañaría a Fabio en Etruria los galos senones llegaron en enorme cantidad hasta Clusium con la intención de atacar el campamento romano y a la legión que estaba allí estacionada al mando de Lucio Escipión.
Escipión, en inferioridad numérica, intenta alcanzar una colina que se extendía entre su campamento y la ciudad. Pero al no haber efectuado un reconocimiento previo se da cuenta demasiado tarde que las alturas ya han sido ocupadas por el enemigo desde el otro lado. La legión es atacada desde el frente y la retaguardia quedando completamente rodeada. Y aquí entran en contradicción las fuentes de Livio:
Dicen algunos autores que toda la legión fue allí aniquilada, nadie quedó para llevar las noticias y que, aunque los cónsules estaban no muy lejos de Clusium para entonces, no les llegó ninguna información del desastre hasta que apareció la caballería gala con las cabezas de los muertos colgando del pecho de sus monturas o fijadas en las puntas de sus lanzas, mientras entonaban cánticos guerreros según su costumbre. Según otra tradición, no se trataba en absoluto de galos, sino de umbros, y tampoco se produjo un gran desastre; una partida de forrajeo, mandada por Lucio Manlio Torcuato, un legado, fue rodeada, pero Escipión envió ayuda desde el campamento y al final se derrotó a los umbros y se recuperó a los prisioneros y al botín. Lo más probable es que esta derrota fuera infligida por galos, y no por umbros, pues como en ocasiones anteriores, el miedo a una invasión gala se asentó en las mentes de los ciudadanos.
En Roma se había decidido que fuera el otro cónsul, Publio Decio Mus, el que acompañara a Quinto Fabio Máximo Ruliano.
El ejército romano que parte para enfrentarse al enemigo estaba compuesto por cuatro legiones y numerosa caballería reforzada con mil jinetes campanos; el ejército aliado y de los pueblos latinos, según nos cuenta Livio, era mayor que el romano.
A estos efectivos hay que sumar:
Pero además de esta gran fuerza, otros dos ejércitos estaban estacionados no muy lejos de la Ciudad, frente a Etruria; uno en territorio falisco y otro en los campos del Vaticano. Los propretores, Cneo Fulvio y Lucio Postumio Megelo, habían recibido órdenes de asentar sus campamentos en aquellas posiciones
Estos dos ejércitos no van a moverse de sus posiciones iniciales en un comienzo.
Escipión, en inferioridad numérica, intenta alcanzar una colina que se extendía entre su campamento y la ciudad. Pero al no haber efectuado un reconocimiento previo se da cuenta demasiado tarde que las alturas ya han sido ocupadas por el enemigo desde el otro lado. La legión es atacada desde el frente y la retaguardia quedando completamente rodeada. Y aquí entran en contradicción las fuentes de Livio:
Dicen algunos autores que toda la legión fue allí aniquilada, nadie quedó para llevar las noticias y que, aunque los cónsules estaban no muy lejos de Clusium para entonces, no les llegó ninguna información del desastre hasta que apareció la caballería gala con las cabezas de los muertos colgando del pecho de sus monturas o fijadas en las puntas de sus lanzas, mientras entonaban cánticos guerreros según su costumbre. Según otra tradición, no se trataba en absoluto de galos, sino de umbros, y tampoco se produjo un gran desastre; una partida de forrajeo, mandada por Lucio Manlio Torcuato, un legado, fue rodeada, pero Escipión envió ayuda desde el campamento y al final se derrotó a los umbros y se recuperó a los prisioneros y al botín. Lo más probable es que esta derrota fuera infligida por galos, y no por umbros, pues como en ocasiones anteriores, el miedo a una invasión gala se asentó en las mentes de los ciudadanos.
En Roma se había decidido que fuera el otro cónsul, Publio Decio Mus, el que acompañara a Quinto Fabio Máximo Ruliano.
El ejército romano que parte para enfrentarse al enemigo estaba compuesto por cuatro legiones y numerosa caballería reforzada con mil jinetes campanos; el ejército aliado y de los pueblos latinos, según nos cuenta Livio, era mayor que el romano.
A estos efectivos hay que sumar:
Pero además de esta gran fuerza, otros dos ejércitos estaban estacionados no muy lejos de la Ciudad, frente a Etruria; uno en territorio falisco y otro en los campos del Vaticano. Los propretores, Cneo Fulvio y Lucio Postumio Megelo, habían recibido órdenes de asentar sus campamentos en aquellas posiciones
Estos dos ejércitos no van a moverse de sus posiciones iniciales en un comienzo.
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NOTA:
Para dar una explicación a estos movimientos pongo este mapa aproximado:
La coalición contra Roma estaría, más o menos, al oeste• de Sentinum, en Umbría, ya que si nos fijamos era un lugar intermedio para la unión de los ejércitos etrusco, galo, umbro y samnita.
El lugar marcado I II (el II me ha salido un poco al norte pero bueno) son los dos ejércitos que, recordemos:
estaban estacionados no muy lejos de la Ciudad (Roma), frente a Etruria; uno en territorio falisco y otro en los campos del Vaticano. Los propretores, Cneo Fulvio y Lucio Postumio Megelo, habían recibido órdenes de asentar sus campamentos en aquellas posiciones
Si nos fijamos, además de estar alertas en previsión de un ataque contra Roma, cuidan el valle del Tíber por donde muy posiblemente (apreciación personal) se iba a dar el golpe a Roma tal y como hicieron los galos al mando de Breno, unos 90 años atrás. La otra posibilidad era a través de territorio etrusco hacia Sutrium (la "llave de Etruria"), pero también se cubría esa zona.
• Digo al oeste de Sentinum por estos párrafos de un post anterior:
-Apio Claudio Ceco permanecía frente al enemigo en Etruria con dos legiones y doce mil aliados
-(Quinto Fabio Máximo Ruliano) Se dirige a la ciudad de Aharna y desde allí al campamento de Apio
N - Apio Claudio iba siguiendo los movimientos del ejército enemigo y enviando despachos a Roma
AHARNA a town of Etruria, mentioned only by Livy (10.25) during the campaign of Fabius in that country, B.C. 295. He affords no clue to its position, which is utterly unknown. Cluverius and other writers have supposed it to be the same with ARNA but this seems scarcely reconcilable with the circumstances of the campaign. (Cluver. Ital p. 626.)
http://www.perseus.tufts.edu/hopper/tex ... aharna-geo
ARNA
ARNA (Ἄρνα: Eth. Arnas-ātis), a city of Umbria, mentioned both by Silius Italicus and Ptolemy, as well as by Pliny, who enumerates the Arnates among the inland towns of that province. (Sil. Ital. 8.458; Ptol. 3.1.54; Plin. Nat. 3.14. s. 19.) Both Silius and Ptolemy associate it with Hispellum, Mevania, and other cities in the western part of Umbria; and the inscriptions discovered at Civitella d'Arno, a small town on a hill about 5 miles E. of Perugia, but on the opposite side of the Tiber, leave no doubt that this occupies the site of Arna. Some remains of a temple still exist there, and besides inscriptions, some of which attest its municipal rank, numerous minor objects of antiquity have been discovered on the spot. (Cluver. Ital. p 626; Vermiglioli, Dell' antica Città d'Arna Umbro-Etrusca, 8vo., Perugia, 1800; Orell. Inscr. 90, 91.) Cluverius and others have supposed the Aharna, or Adharna of Livy (10.25), be the same with Arna, but this is probably a stake
http://www.perseus.tufts.edu/hopper/tex ... d=arna-geo
Para dar una explicación a estos movimientos pongo este mapa aproximado:
La coalición contra Roma estaría, más o menos, al oeste• de Sentinum, en Umbría, ya que si nos fijamos era un lugar intermedio para la unión de los ejércitos etrusco, galo, umbro y samnita.
El lugar marcado I II (el II me ha salido un poco al norte pero bueno) son los dos ejércitos que, recordemos:
estaban estacionados no muy lejos de la Ciudad (Roma), frente a Etruria; uno en territorio falisco y otro en los campos del Vaticano. Los propretores, Cneo Fulvio y Lucio Postumio Megelo, habían recibido órdenes de asentar sus campamentos en aquellas posiciones
Si nos fijamos, además de estar alertas en previsión de un ataque contra Roma, cuidan el valle del Tíber por donde muy posiblemente (apreciación personal) se iba a dar el golpe a Roma tal y como hicieron los galos al mando de Breno, unos 90 años atrás. La otra posibilidad era a través de territorio etrusco hacia Sutrium (la "llave de Etruria"), pero también se cubría esa zona.
• Digo al oeste de Sentinum por estos párrafos de un post anterior:
-Apio Claudio Ceco permanecía frente al enemigo en Etruria con dos legiones y doce mil aliados
-(Quinto Fabio Máximo Ruliano) Se dirige a la ciudad de Aharna y desde allí al campamento de Apio
N - Apio Claudio iba siguiendo los movimientos del ejército enemigo y enviando despachos a Roma
AHARNA a town of Etruria, mentioned only by Livy (10.25) during the campaign of Fabius in that country, B.C. 295. He affords no clue to its position, which is utterly unknown. Cluverius and other writers have supposed it to be the same with ARNA but this seems scarcely reconcilable with the circumstances of the campaign. (Cluver. Ital p. 626.)
http://www.perseus.tufts.edu/hopper/tex ... aharna-geo
ARNA
ARNA (Ἄρνα: Eth. Arnas-ātis), a city of Umbria, mentioned both by Silius Italicus and Ptolemy, as well as by Pliny, who enumerates the Arnates among the inland towns of that province. (Sil. Ital. 8.458; Ptol. 3.1.54; Plin. Nat. 3.14. s. 19.) Both Silius and Ptolemy associate it with Hispellum, Mevania, and other cities in the western part of Umbria; and the inscriptions discovered at Civitella d'Arno, a small town on a hill about 5 miles E. of Perugia, but on the opposite side of the Tiber, leave no doubt that this occupies the site of Arna. Some remains of a temple still exist there, and besides inscriptions, some of which attest its municipal rank, numerous minor objects of antiquity have been discovered on the spot. (Cluver. Ital. p 626; Vermiglioli, Dell' antica Città d'Arna Umbro-Etrusca, 8vo., Perugia, 1800; Orell. Inscr. 90, 91.) Cluverius and others have supposed the Aharna, or Adharna of Livy (10.25), be the same with Arna, but this is probably a stake
http://www.perseus.tufts.edu/hopper/tex ... d=arna-geo
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Los cónsules Quinto Fabio y Publio Decio parten al encuentro de las fuerzas enemigas y llegan a territorio sentinate (De Sentinum, actual Sassoferrato), en Umbría y allí sitúan el campamento a cuatro millas del enemigo.
Los cuatro ejércitos celebran un consejo y deciden establecer campamentos separados y no formar todos a la vez en el campo de batalla. Los galos se unen a los samnitas, los umbros a los etruscos. Una vez fijado día para la batalla se acuerda que samnitas y galos se enfrentarían al grueso del ejército romano mientras que umbros y etruscos atacarían el campamento y a las tropas de reserva en el transcurso del combate.
Pero estos planes se iban a ver frustrados por tres trásfugas de la ciudad de Clusium que durante la noche establecieron contacto con Quinto Fabio. Una vez que desvelaron los planes del enemigo fueron reenviados, con una generosa recompensa, con el fin de que comunicasen cualquier cambio de planes que pudiera haber.
Los romanos celebran un consejo y deciden mandar órdenes a los propretores Cneo Fulvio y Lucio Postumio Megelo para que trasladen rápidamente sus ejércitos desde los campos del Vaticano y territorio falisco en dirección a Clusium, y procedan a devastar todo lo que encuentren a su paso.•
Los etruscos son notificados de que sus tierras son atacadas y, junto a los umbros, se retiran para defender sus fronteras. Los cónsules intentan por todos los medios que se entre en combate mientras aquéllos estaban ausentes.
Los romanos incitan a pelear al enemigo durante dos días pero, aparte de ligeras escaramuzas, no consiguen que se entable batalla formal.
Al tercer día formaron en el campo de batalla todas las tropas.
• Roma no dejaba ningún frente desprotegido pues además de tener a los dos cónsules frente al ejército enemigo, Lucio Volumnio Flama (cónsul en 296), en calidad de procónsul, se encontraba en el Samnio con las legiones II y IV
NOTA: Con la reducción sufrida por el abandono de etruscos y umbros se estima entre 50 y 60.000 los efectivos galos y samnitas que van a participar en la batalla mientras que el número de tropas romanas que se suele dar es de 38.000 hombres
Los cuatro ejércitos celebran un consejo y deciden establecer campamentos separados y no formar todos a la vez en el campo de batalla. Los galos se unen a los samnitas, los umbros a los etruscos. Una vez fijado día para la batalla se acuerda que samnitas y galos se enfrentarían al grueso del ejército romano mientras que umbros y etruscos atacarían el campamento y a las tropas de reserva en el transcurso del combate.
Pero estos planes se iban a ver frustrados por tres trásfugas de la ciudad de Clusium que durante la noche establecieron contacto con Quinto Fabio. Una vez que desvelaron los planes del enemigo fueron reenviados, con una generosa recompensa, con el fin de que comunicasen cualquier cambio de planes que pudiera haber.
Los romanos celebran un consejo y deciden mandar órdenes a los propretores Cneo Fulvio y Lucio Postumio Megelo para que trasladen rápidamente sus ejércitos desde los campos del Vaticano y territorio falisco en dirección a Clusium, y procedan a devastar todo lo que encuentren a su paso.•
Los etruscos son notificados de que sus tierras son atacadas y, junto a los umbros, se retiran para defender sus fronteras. Los cónsules intentan por todos los medios que se entre en combate mientras aquéllos estaban ausentes.
Los romanos incitan a pelear al enemigo durante dos días pero, aparte de ligeras escaramuzas, no consiguen que se entable batalla formal.
Al tercer día formaron en el campo de batalla todas las tropas.
• Roma no dejaba ningún frente desprotegido pues además de tener a los dos cónsules frente al ejército enemigo, Lucio Volumnio Flama (cónsul en 296), en calidad de procónsul, se encontraba en el Samnio con las legiones II y IV
NOTA: Con la reducción sufrida por el abandono de etruscos y umbros se estima entre 50 y 60.000 los efectivos galos y samnitas que van a participar en la batalla mientras que el número de tropas romanas que se suele dar es de 38.000 hombres
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Batalla de Sentinum
Cuando los frentes estaban formados a pie firme, huyendo de un lobo que la había hecho salir de los montes, una cierva pasó corriendo por la llanura por medio de las dos formaciones; seguidamente, los dos animales dieron un giro en su carrera en direcciones opuestas, la cierva hacia los galos y el lobo hacia los romanos. Al lobo se le abrió calle entre las filas, a la cierva los galos la ensartaron. Entonces un soldado romano de los de primera fila dijo: "La huida y la muerte se decantan hacia el lado donde veis abatido el animal consagrado a Diana; a este lado el lobo de Marte, vencedor, sano y salvo, nos recuerda que somos estirpe de Marte y nos recuerda a nuestro fundador"
Los samnitas ocupan el ala izquierda, los galos la derecha. Quinto Fabio se coloca frente a los samnitas con las legiones I y III; Publio Decio ocupa el ala izquierda romana con las legiones V y VI:
Se produce el enfrentamiento inicial con un equilibrio de fuerzas:
de haber estado presentes los etruscos y los umbros, dondequiera que se hubieran dirigido, en el campo de batalla o en el campamento, se hubiera sufrido un descalabro
La lucha se desarrolla de forma muy diferente en el ala derecha y la izquierda. Las tropas de Quinto Fabio se mantienen a la defensiva tratando de alargar el combate ya que el cónsul pensaba que bastaba con aguantar la primera acometida y que, al prolongarse la batalla, galos y samnitas acabarían perdiendo fuerzas. Publio Decio, por el contrario, despliega todas las fuerzas con las que contaba y como el combate de infantería le parecía poco decisivo manda cargar a la caballería.
Por dos veces rechaza a la caballería gala que le había salido al encuentro pero al internarse en las filas de la infantería enemiga:
se vieron amedrentados por un género nuevo de lucha. El enemigo, armado de pie sobre carros de guerra y carruajes, se presentó con enorme estrépito de caballos y ruedas y espantó a los caballos de los romanos
Cuando los frentes estaban formados a pie firme, huyendo de un lobo que la había hecho salir de los montes, una cierva pasó corriendo por la llanura por medio de las dos formaciones; seguidamente, los dos animales dieron un giro en su carrera en direcciones opuestas, la cierva hacia los galos y el lobo hacia los romanos. Al lobo se le abrió calle entre las filas, a la cierva los galos la ensartaron. Entonces un soldado romano de los de primera fila dijo: "La huida y la muerte se decantan hacia el lado donde veis abatido el animal consagrado a Diana; a este lado el lobo de Marte, vencedor, sano y salvo, nos recuerda que somos estirpe de Marte y nos recuerda a nuestro fundador"
Los samnitas ocupan el ala izquierda, los galos la derecha. Quinto Fabio se coloca frente a los samnitas con las legiones I y III; Publio Decio ocupa el ala izquierda romana con las legiones V y VI:
Se produce el enfrentamiento inicial con un equilibrio de fuerzas:
de haber estado presentes los etruscos y los umbros, dondequiera que se hubieran dirigido, en el campo de batalla o en el campamento, se hubiera sufrido un descalabro
La lucha se desarrolla de forma muy diferente en el ala derecha y la izquierda. Las tropas de Quinto Fabio se mantienen a la defensiva tratando de alargar el combate ya que el cónsul pensaba que bastaba con aguantar la primera acometida y que, al prolongarse la batalla, galos y samnitas acabarían perdiendo fuerzas. Publio Decio, por el contrario, despliega todas las fuerzas con las que contaba y como el combate de infantería le parecía poco decisivo manda cargar a la caballería.
Por dos veces rechaza a la caballería gala que le había salido al encuentro pero al internarse en las filas de la infantería enemiga:
se vieron amedrentados por un género nuevo de lucha. El enemigo, armado de pie sobre carros de guerra y carruajes, se presentó con enorme estrépito de caballos y ruedas y espantó a los caballos de los romanos
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La caballería romana emprende la retirada sembrando el temor en las filas de su infantería, siendo arrollados algunos soldados de las primeras filas. Los galos viendo el desconcierto romano intentan quitarle la opción de replegarse:
Decio, al no poder contener la huida, llamando por su nombre a su padre Publio Decio dijo:
"¿A qué retrasar por más tiempo el destino de mi familia?. A nuestra estirpe se le ha encomendado la misión de ser la víctima expiatoria para conjurar los peligros públicos. Ahora yo voy a ofrecerme, y conmigo a las legiones enemigas, como inmolación a la Tierra y a los dioses Manes"
Tras pronunciar estas palabras manda llamar al pontífice Marco Livio para que le dictara la fórmula con que consagrarse a la muerte. Seguidamente, al igual que hizo su padre frente a los latinos, espolea su caballo hacia donde veía más compacto el frente galo y se lanza hacia allí; cae abatido por los dardos enemigos.
Los romanos, tras la pérdida de su jefe, cosa que en otras circunstancias causaría el pánico, frenan su huida y se enfrentan a los galos.
Mientras, el cónsul Fabio, al observar lo que ocurría en el ala izquierda, ordena a Lucio Cornelio Escipión y a Caio Marcio que tomen sus tropas que mantenía en reserva y se dirijan hacia allí para restablecer el combate. Se entera entonces de la muerte de su colega pero su intención es mantenerse a la defensiva.
El cónsul deja que transcurra el día y cuando se percata de que las fuerzas del enemigo van mermando ordena a los prefectos de la caballería que, en un movimiento envolvente, ataquen el flanco samnita mientras la infantería abandona su actitud defensiva y comienza a avanzar. Cuando ve que no hay resistencia lanza a todas las tropas auxiliares y al resto de las tropas que le quedaban de reserva. Los samnitas, incapaces de aguantar la acometida, emprenden la huida:
Los galos se mantienen firmes en formación cerrada. Fabio ordena que 500 jinetes campanos rodeen y ataquen por retaguardia la formación gala y que a continuación les sigan los soldados de la segunda línea de la legión III. Él se dirige mientras tanto hacia el campamento samnita que, tras un breve combate, es capturado.
Los galos, al ser rodeados, ya no ofrecen resistencia.
Fueron muertos aquel día veinticinco mil enemigos y hechos prisioneros ocho mil...del ejército de Publio Decio murieron siete mil hombres y del de Fabio mil setecientos
Decio, al no poder contener la huida, llamando por su nombre a su padre Publio Decio dijo:
"¿A qué retrasar por más tiempo el destino de mi familia?. A nuestra estirpe se le ha encomendado la misión de ser la víctima expiatoria para conjurar los peligros públicos. Ahora yo voy a ofrecerme, y conmigo a las legiones enemigas, como inmolación a la Tierra y a los dioses Manes"
Tras pronunciar estas palabras manda llamar al pontífice Marco Livio para que le dictara la fórmula con que consagrarse a la muerte. Seguidamente, al igual que hizo su padre frente a los latinos, espolea su caballo hacia donde veía más compacto el frente galo y se lanza hacia allí; cae abatido por los dardos enemigos.
Los romanos, tras la pérdida de su jefe, cosa que en otras circunstancias causaría el pánico, frenan su huida y se enfrentan a los galos.
Mientras, el cónsul Fabio, al observar lo que ocurría en el ala izquierda, ordena a Lucio Cornelio Escipión y a Caio Marcio que tomen sus tropas que mantenía en reserva y se dirijan hacia allí para restablecer el combate. Se entera entonces de la muerte de su colega pero su intención es mantenerse a la defensiva.
El cónsul deja que transcurra el día y cuando se percata de que las fuerzas del enemigo van mermando ordena a los prefectos de la caballería que, en un movimiento envolvente, ataquen el flanco samnita mientras la infantería abandona su actitud defensiva y comienza a avanzar. Cuando ve que no hay resistencia lanza a todas las tropas auxiliares y al resto de las tropas que le quedaban de reserva. Los samnitas, incapaces de aguantar la acometida, emprenden la huida:
Los galos se mantienen firmes en formación cerrada. Fabio ordena que 500 jinetes campanos rodeen y ataquen por retaguardia la formación gala y que a continuación les sigan los soldados de la segunda línea de la legión III. Él se dirige mientras tanto hacia el campamento samnita que, tras un breve combate, es capturado.
Los galos, al ser rodeados, ya no ofrecen resistencia.
Fueron muertos aquel día veinticinco mil enemigos y hechos prisioneros ocho mil...del ejército de Publio Decio murieron siete mil hombres y del de Fabio mil setecientos
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El año no iba a acabar con esta única victoria romana.
En Etruria, el propretor Cneo Fulvio derrota a las fuerzas unidas de Perusia y Clusium ocasionándoles más de tres mil muertos y capturando veinte estandartes.
Los samnitas que huían de Sentinum en número de cinco mil caen en una emboscada en territorio peligno perdiendo unos mil hombres.
Quinto Fabio deja al ejército de Publio Decio guarneciendo Etruria y marcha a Roma con sus legiones para celebrar el triunfo. Después que el cónsul hubo retirado su ejército:
los perusinos reanudaron las hostilidades, una fuerza de samnitas descendió a las comarcas que rodeaban Vescia y Formia, saqueándolas y corriéndolas a su paso, mientras que otro grupo invadía el distrito de Aserno y la región que rodeaba el río Volturno. Apio Claudio fue enviado contra estos con el antiguo ejército de Decio; Fabio, que había penetrado en Etruria, dio muerte a cuatro mil quinientos perusinos y tomó mil setecientos cuarenta prisioneros, que fueron rescatados a trescientos diez ases por cabeza; el resto del botín fue entregado a los soldados. Los samnitas, uno de cuyos cuerpos era perseguido por Apio Claudio y el otro por Lucio Volumnio, se unieron en territorio estelate, tomando posiciones allí, cerca de Cayacia junto con Apio y Volumnio. Se libró un combate desesperado; uno de los ejércitos estaba furioso contra aquellos que tantas veces habían tomado las armas contra ellos, el otro consideraba que aquella era su última esperanza. Los samnitas perdieron dieciséis mil trescientos muertos y dos mil setecientos prisioneros; por parte romana cayeron dos mil setecientos.
Livio es criticado a veces por esta clase de párrafos pero es bien consciente de lo que está escribiendo:
¿Qué clase de hombre sería el que encontrase aburrida la larga historia de estas guerras, aunque solo la narre o la lea, cuando no lo fueron para quienes estuvieron realmente implicados en ellas?
En Etruria, el propretor Cneo Fulvio derrota a las fuerzas unidas de Perusia y Clusium ocasionándoles más de tres mil muertos y capturando veinte estandartes.
Los samnitas que huían de Sentinum en número de cinco mil caen en una emboscada en territorio peligno perdiendo unos mil hombres.
Quinto Fabio deja al ejército de Publio Decio guarneciendo Etruria y marcha a Roma con sus legiones para celebrar el triunfo. Después que el cónsul hubo retirado su ejército:
los perusinos reanudaron las hostilidades, una fuerza de samnitas descendió a las comarcas que rodeaban Vescia y Formia, saqueándolas y corriéndolas a su paso, mientras que otro grupo invadía el distrito de Aserno y la región que rodeaba el río Volturno. Apio Claudio fue enviado contra estos con el antiguo ejército de Decio; Fabio, que había penetrado en Etruria, dio muerte a cuatro mil quinientos perusinos y tomó mil setecientos cuarenta prisioneros, que fueron rescatados a trescientos diez ases por cabeza; el resto del botín fue entregado a los soldados. Los samnitas, uno de cuyos cuerpos era perseguido por Apio Claudio y el otro por Lucio Volumnio, se unieron en territorio estelate, tomando posiciones allí, cerca de Cayacia junto con Apio y Volumnio. Se libró un combate desesperado; uno de los ejércitos estaba furioso contra aquellos que tantas veces habían tomado las armas contra ellos, el otro consideraba que aquella era su última esperanza. Los samnitas perdieron dieciséis mil trescientos muertos y dos mil setecientos prisioneros; por parte romana cayeron dos mil setecientos.
Livio es criticado a veces por esta clase de párrafos pero es bien consciente de lo que está escribiendo:
¿Qué clase de hombre sería el que encontrase aburrida la larga historia de estas guerras, aunque solo la narre o la lea, cuando no lo fueron para quienes estuvieron realmente implicados en ellas?
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294
Son elegidos cónsules Lucio Postumio Megelo y Marco Atilio Régulo siéndoles encomendado a los dos el Samnio.
Tras una larga serie de combates contra los samnitas, aquel año dio un giro significativo que supondrá el principio del fin de lo que restaba del poderío etrusco y lo que suponía su alianza con los samnitas:
El otro cónsul, Postumio, sin encontrar nada que pudieran hacer sus tropas entre los samnitas, las llevó a Etruria y empezó a arrasar el territorio volsinio
Tras rechazar a un ejército de Volsinii infligiéndole dos mil ochocientas bajas, Lucio Postumio se interna más al noroeste, en territorio de la ciudad de Rusellae. Allí, no solo asoló los campos sino que capturó la misma ciudad con un balance de unos dos mil enemigos muertos y otros tantos prisioneros.
NOTA: Livio presenta varias versiones de si fue sólo Postumio el que combatió en Etruria o lo hizo conjuntamente con su colega Marco Atilio. Sea como fuere, en los Fasti Triumphales aparecen los dos:
294/3 L. Postumius L.f. Sp.n. Megellus, consul (II), over the Samnites and Etruscans, 6 k.Apr. (27th March)
294/3 M. Atilius M.f. M.n. Regulus, consul, over the Volsones and Samnites, 5 k.Apr. (28th March)
http://www.attalus.org/translate/fasti.html
-En el enlace dice (final de página) que los Volsones son o un pueblo desconocido o una variación de Vulsinienses. Mario Torelli acepta el término de Volsonibus como referido a los etruscos, aunque se equivoca atribuyéndoselo a Lucio Postumio basándose en los Fasti Triumphales pero acierta (relativamente) basándose en Livio. Storia degli estruschi (1984)
Las principales ciudades de Etruria, Volsinii, Perugia y Arretium pidieron la paz. La tregua estipulada de 40 años así como la multa de medio millón de ases impuesta a estas tres ciudades indica claramente quiénes fueron las responsables de la alianza de Sentinum.
Era hora de ajustar cuentas con el principal enemigo.
Son elegidos cónsules Lucio Postumio Megelo y Marco Atilio Régulo siéndoles encomendado a los dos el Samnio.
Tras una larga serie de combates contra los samnitas, aquel año dio un giro significativo que supondrá el principio del fin de lo que restaba del poderío etrusco y lo que suponía su alianza con los samnitas:
El otro cónsul, Postumio, sin encontrar nada que pudieran hacer sus tropas entre los samnitas, las llevó a Etruria y empezó a arrasar el territorio volsinio
Tras rechazar a un ejército de Volsinii infligiéndole dos mil ochocientas bajas, Lucio Postumio se interna más al noroeste, en territorio de la ciudad de Rusellae. Allí, no solo asoló los campos sino que capturó la misma ciudad con un balance de unos dos mil enemigos muertos y otros tantos prisioneros.
NOTA: Livio presenta varias versiones de si fue sólo Postumio el que combatió en Etruria o lo hizo conjuntamente con su colega Marco Atilio. Sea como fuere, en los Fasti Triumphales aparecen los dos:
294/3 L. Postumius L.f. Sp.n. Megellus, consul (II), over the Samnites and Etruscans, 6 k.Apr. (27th March)
294/3 M. Atilius M.f. M.n. Regulus, consul, over the Volsones and Samnites, 5 k.Apr. (28th March)
http://www.attalus.org/translate/fasti.html
-En el enlace dice (final de página) que los Volsones son o un pueblo desconocido o una variación de Vulsinienses. Mario Torelli acepta el término de Volsonibus como referido a los etruscos, aunque se equivoca atribuyéndoselo a Lucio Postumio basándose en los Fasti Triumphales pero acierta (relativamente) basándose en Livio. Storia degli estruschi (1984)
Las principales ciudades de Etruria, Volsinii, Perugia y Arretium pidieron la paz. La tregua estipulada de 40 años así como la multa de medio millón de ases impuesta a estas tres ciudades indica claramente quiénes fueron las responsables de la alianza de Sentinum.
Era hora de ajustar cuentas con el principal enemigo.
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Legio Linteata
293
Son nombrados cónsules Lucio Papirio Cursor y Espurio Carvilio Máximo
Aquí Livio nos habla de la llamada Legio Linteata:
Habían pedido también el favor de los dioses al someter a los soldados a una especie de iniciación en una antigua forma de juramento. Se efectuó un alistamiento en todo el Samnio mediante una nueva normativa; cualquier hombre en edad militar que no se presentase a la convocatoria del comandante en jefe, o cualquiera que marchase sin permiso, sería ofrendado a Júpiter y perdería su vida. Se convocó a todo el ejército en Aquilonia, y cuarenta mil hombres•, toda la fuerza del Samnio, se concentró allí. Un espacio de no más de 200 pies cuadrados, casi en el centro de su campamento, vallado con tablas y maderos y cubierto con un paño de lino. En este recinto se llevó a cabo una ceremonia sacrificial, leyéndose las palabras de un viejo libro de lino por un anciano sacerdote, Ovio Pacio, que anunció que usaba aquel rito según el viejo ritual de la religión samnita. Era la liturgia que emplearon sus ancestros cuando planearon secretamente arrebatar Capua a los etruscos. Cuando el sacrificio se completó, el general envió un mensajero para convocar a todos los de nacimiento noble o a los que se habían distinguido por sus logros militares. Fueron introducidos en el recinto uno por uno. Conforme entraban, se les llevaba hasta el altar, más como una víctima que como alguien que participaba del culto, y se obligaba bajo juramento a no divulgar cuanto viera o escuchase en aquel lugar. Luego se le forzaba a prestar un juramento, expresado en el lenguaje más terrible, maldiciéndose a sí mismo, a su familia y a su raza si no marchaba al combate cuando sus jefes se lo ordenasen o si huía de la batalla o si no impedía, matándole enseguida, que lo hiciera cualquiera a quien viese huir. Al principio hubo algunos que se negaron a prestar este juramento; se les dio muerte junto al altar y sus cuerpos yacientes entre los restos de las víctimas resultaron una clara indicación para que el resto no rehusara. Después de haber obligado con esta terrible fórmula a los principales hombres de entre los samnitas, el general nombró especialmente a diez y le dijo a cada uno que escogiese un compañero de armas, y a estos, de nuevo, que eligiesen a otros hasta alcanzar el número de dieciséis mil. A estos se les llamó "la legión de lino", por el tejido con que se había cubierto el lugar donde juraron. Se les proporcionó una resplandeciente armadura y cascos emplumados para distinguirlos de los demás. El resto del ejército se componía de algo menos de veinte mil, pero no eran inferiores a la legión de lino ni en su aspecto personal, ni en sus cualidades militares ni en la excelencia de su equipo. Este fue el número de los que estaban en el campamento de Aquilonia, formando la fuerza completa del Samnio.
• En varias traducciones aparece el número de 60.000. Mirando un texto latino:
ad quadraginta milia militur quod roboris in Samnio erat convenerunt X 38.4
http://www.perseus.tufts.edu/hopper/tex ... ection%3D4
Aunque en otro texto:
Ad sexaginta milia militum quod roboris in Samnio erat conuenerun X 38.4
http://la.wikisource.org/wiki/Ab_Urbe_Condita/liber_X
En las traducciones el número de la Legio Linteata es de 16.ooo y para el resto:
El resto del ejército se componía de algo menos de veinte mil...- En esta traducción
El resto del ejército, constituido por algo más de veinte mil...- Biblioteca clásica Gredos (aquí dicen 60.000: "Se congregaron cerca de sesenta mil combatientes, toda la fuerza que había en el Samnio")
Por 20.000 arriba o abajo más 16.000 he dejado los 40.000 de esta traducción
Aunque el número de 60.000 se puede encontrar en muchas obras. Por ejemplo:
http://books.google.es/books?id=O2ARAgq ... &q&f=false
Pag. 250-251
Sea como fuere son dos legiones o cuerpos los que van a combatir en la zona de Aquilonia contra los romanos: los 16.000 de la Legio Linteata y otro cuerpo de unos 20.000 hombres
293
Son nombrados cónsules Lucio Papirio Cursor y Espurio Carvilio Máximo
Aquí Livio nos habla de la llamada Legio Linteata:
Habían pedido también el favor de los dioses al someter a los soldados a una especie de iniciación en una antigua forma de juramento. Se efectuó un alistamiento en todo el Samnio mediante una nueva normativa; cualquier hombre en edad militar que no se presentase a la convocatoria del comandante en jefe, o cualquiera que marchase sin permiso, sería ofrendado a Júpiter y perdería su vida. Se convocó a todo el ejército en Aquilonia, y cuarenta mil hombres•, toda la fuerza del Samnio, se concentró allí. Un espacio de no más de 200 pies cuadrados, casi en el centro de su campamento, vallado con tablas y maderos y cubierto con un paño de lino. En este recinto se llevó a cabo una ceremonia sacrificial, leyéndose las palabras de un viejo libro de lino por un anciano sacerdote, Ovio Pacio, que anunció que usaba aquel rito según el viejo ritual de la religión samnita. Era la liturgia que emplearon sus ancestros cuando planearon secretamente arrebatar Capua a los etruscos. Cuando el sacrificio se completó, el general envió un mensajero para convocar a todos los de nacimiento noble o a los que se habían distinguido por sus logros militares. Fueron introducidos en el recinto uno por uno. Conforme entraban, se les llevaba hasta el altar, más como una víctima que como alguien que participaba del culto, y se obligaba bajo juramento a no divulgar cuanto viera o escuchase en aquel lugar. Luego se le forzaba a prestar un juramento, expresado en el lenguaje más terrible, maldiciéndose a sí mismo, a su familia y a su raza si no marchaba al combate cuando sus jefes se lo ordenasen o si huía de la batalla o si no impedía, matándole enseguida, que lo hiciera cualquiera a quien viese huir. Al principio hubo algunos que se negaron a prestar este juramento; se les dio muerte junto al altar y sus cuerpos yacientes entre los restos de las víctimas resultaron una clara indicación para que el resto no rehusara. Después de haber obligado con esta terrible fórmula a los principales hombres de entre los samnitas, el general nombró especialmente a diez y le dijo a cada uno que escogiese un compañero de armas, y a estos, de nuevo, que eligiesen a otros hasta alcanzar el número de dieciséis mil. A estos se les llamó "la legión de lino", por el tejido con que se había cubierto el lugar donde juraron. Se les proporcionó una resplandeciente armadura y cascos emplumados para distinguirlos de los demás. El resto del ejército se componía de algo menos de veinte mil, pero no eran inferiores a la legión de lino ni en su aspecto personal, ni en sus cualidades militares ni en la excelencia de su equipo. Este fue el número de los que estaban en el campamento de Aquilonia, formando la fuerza completa del Samnio.
• En varias traducciones aparece el número de 60.000. Mirando un texto latino:
ad quadraginta milia militur quod roboris in Samnio erat convenerunt X 38.4
http://www.perseus.tufts.edu/hopper/tex ... ection%3D4
Aunque en otro texto:
Ad sexaginta milia militum quod roboris in Samnio erat conuenerun X 38.4
http://la.wikisource.org/wiki/Ab_Urbe_Condita/liber_X
En las traducciones el número de la Legio Linteata es de 16.ooo y para el resto:
El resto del ejército se componía de algo menos de veinte mil...- En esta traducción
El resto del ejército, constituido por algo más de veinte mil...- Biblioteca clásica Gredos (aquí dicen 60.000: "Se congregaron cerca de sesenta mil combatientes, toda la fuerza que había en el Samnio")
Por 20.000 arriba o abajo más 16.000 he dejado los 40.000 de esta traducción
Aunque el número de 60.000 se puede encontrar en muchas obras. Por ejemplo:
http://books.google.es/books?id=O2ARAgq ... &q&f=false
Pag. 250-251
Sea como fuere son dos legiones o cuerpos los que van a combatir en la zona de Aquilonia contra los romanos: los 16.000 de la Legio Linteata y otro cuerpo de unos 20.000 hombres
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Espurio Carvilio Máximo se hace cargo de las legiones de Marco Atilio, el cónsul del año anterior, y se dirige hacia el Samnio. Toma la ciudad de Amiterno; cerca de dos mil ochocientos hombres murieron allí y cuatro mil doscientos setenta fueron hechos prisioneros.
Lucio Papirio Cursor, con un ejército recién alistado, ataca con éxito la ciudad de Duronia. Hizo menos prisioneros que su colega, pero mató a un número algo mayor.
A continuación, los cónsules atravesaron el Samnio en diferentes direcciones; Carvilio, después de devastar el territorio atinate, llegó hasta Cominio; Papirio llegó hasta Aquilonia, donde estaba situado el grueso del ejército samnita. Durante algún tiempo, sus tropas, aunque no completamente inactivas, se abstuvieron de cualquier combate serio. El tiempo transcurrió acosando al enemigo cuando estaba tranquilo y retirándose cuando mostraba resistencia, amenazándole más que presentando batalla. De cuanto se hacía en Cominio, hasta de la escaramuza menos importante, se daba cuenta. El otro campamento romano estaba a unas veinte millas, pero Carvilio se guió en todas sus disposiciones por el consejo de su distante colega; sus pensamientos estaban más en Aquilonia, donde la situación era tan crítica, que en Cominio, que era la que, en realidad, estaba sitiando.
Lucio Papirio, preparado para entrar en combate al día siguiente, le comunica a Espurio Carvilio que ataque Cominio con todo su ejército para evitar que desde allí se mandasen refuerzos a Aquilonia. Carvilio está de acuerdo con el plan.
Se sabía perfectamente antes de la incursión en el Samnio que el grueso del ejército samnita estaba en Aquilonia.
Los dos cónsules van a intentar dar el golpe definitivo.
NOTA: Sobre la problemática de las ubicaciones geográficas y el recorrido efectuado por los cónsules:
Qual'era il Sannio descritto da Livio?
http://www.sanniti.info/cambria1.html
Lucio Papirio Cursor, con un ejército recién alistado, ataca con éxito la ciudad de Duronia. Hizo menos prisioneros que su colega, pero mató a un número algo mayor.
A continuación, los cónsules atravesaron el Samnio en diferentes direcciones; Carvilio, después de devastar el territorio atinate, llegó hasta Cominio; Papirio llegó hasta Aquilonia, donde estaba situado el grueso del ejército samnita. Durante algún tiempo, sus tropas, aunque no completamente inactivas, se abstuvieron de cualquier combate serio. El tiempo transcurrió acosando al enemigo cuando estaba tranquilo y retirándose cuando mostraba resistencia, amenazándole más que presentando batalla. De cuanto se hacía en Cominio, hasta de la escaramuza menos importante, se daba cuenta. El otro campamento romano estaba a unas veinte millas, pero Carvilio se guió en todas sus disposiciones por el consejo de su distante colega; sus pensamientos estaban más en Aquilonia, donde la situación era tan crítica, que en Cominio, que era la que, en realidad, estaba sitiando.
Lucio Papirio, preparado para entrar en combate al día siguiente, le comunica a Espurio Carvilio que ataque Cominio con todo su ejército para evitar que desde allí se mandasen refuerzos a Aquilonia. Carvilio está de acuerdo con el plan.
Se sabía perfectamente antes de la incursión en el Samnio que el grueso del ejército samnita estaba en Aquilonia.
Los dos cónsules van a intentar dar el golpe definitivo.
NOTA: Sobre la problemática de las ubicaciones geográficas y el recorrido efectuado por los cónsules:
Qual'era il Sannio descritto da Livio?
http://www.sanniti.info/cambria1.html
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Batalla de Aquilonia
Lucio Papirio da la señal para la batalla. Justo mientras formaban en sus posiciones, llegó un desertor con la noticia de que veinte cohortes samnitas, de cuatrocientos hombres cada una, habían llegado a Cominio. Inmediatamente el cónsul envía un mensajero para advertir a su colega de este movimiento.
Tras asignar sus puestos a las cohortes auxiliares pone al mando del ala derecha a Lucio Volumnio, al de la izquierda a Lucio Escipión. El mando de la caballería recae sobre los legados Caio Cedicio y Tito Trebonio; a Espurio Naucio le ordena que coja tres cohortes de auxiliares y reúna todas las mulas de carga con el fin de alcanzar una elevación cercana para que, desde allí, aparezca en pleno combate levantando la mayor polvareda posible.
Se da la señal de ataque y se entabla combate con los samnitas:
A cada parte le animaban, sin embargo, diferentes sentimientos. Los romanos entraron en combate anhelando el fragor, confiados en la victoria, encendidos contra el enemigo y ávidos de su sangre. Los samnitas marcharon, la mayoría de ellos, arrastrados en contra de su voluntad a la pura fuerza y por terror religioso, adoptando tácticas defensivas en lugar de ofensivas. Acostumbrados como habían estado durante tantos años a la derrota, no habrían aguantado ni siguiera el primer grito y la primera carga de los romanos de no haber estado poseídas sus mentes por un miedo aún más terrible que les impidió huir. Tenían ante sus ojos toda la parafernalia del rito secreto: los sacerdotes armados, los restos sacrificados de hombres y animales esparcidos indiscriminadamente, los altares salpicados con la sangre de las víctimas y de sus compatriotas asesinados, las terribles imprecaciones, las horrorosas maldiciones proferidas contra sus familias y raza; estas eran las cadenas que les impedían huir. Temían más a sus propios compatriotas que al enemigo
Los romanos presionan por ambos flancos y el centro cuando de repente aparece una polvareda parecida a la provocada por la llegada de un ejército; eran Espurio Naucio y las tres cohortes de auxiliares con las mulas. Esto engañó de igual modo a samnitas y a romanos. Acto seguido ordena a tribunos y centuriones que la infantería abra pasillos; Trebonio y Cedicio ya estaban advertidos de que cuando el cónsul levantara y agitara la pica lanzaran a toda la caballería contra el enemigo. A la vista de la señal se ejecuta todo como estaba previsto de antemano; se abren calles entre las filas y la caballería carga por ellas en dirección a los samnitas.
La caballería rompe las filas samnitas al primer embiste mientras Volumnio y Escipión, aprovechando el desconcierto, atacan desde las dos alas con la infantería. El ejército samnita huye al completo, unos en dirección a su campamento, otros a refugiarse tras los muros de Aquilonia; la nobleza y la caballería toman el camino hacia Bovianum.
La caballería persigue a la caballería, la infantería a la infantería. El ala derecha tras los que huyen hacia el campamento, la izquierda tras los que se dirigen a la ciudad.
Volumnio toma el campamento samnita rápidamente mientras que Escipión, consciente de que si duda, el enemigo puede atrincherarse tras los muros, alza su escudo por encima de la cabeza y se dirige hacia las puertas seguido por sus hombres en formación de tortuga. Tras entrar en la ciudad despeja los muros pero al contar con muy pocos hombres no se aventura hasta el interior.
La noche se va acercando y desde su posición Lucio Papirio observa que el campamento samnita ha caído pero había escuchado el fragor del combate proveniente de la ciudad; cuando se da cuenta que sus hombres han tomado los muros da orden a las tropas que tenía libres de que se internen en la ciudad. Entran por el punto más cercano y se detienen porque la noche ya había llegado.
Aquel día fueron muertos cerca de Aquilonia 20.340 samnitas y apresados 3.870; 97 enseñas militares fueron capturadas.
Lucio Papirio da la señal para la batalla. Justo mientras formaban en sus posiciones, llegó un desertor con la noticia de que veinte cohortes samnitas, de cuatrocientos hombres cada una, habían llegado a Cominio. Inmediatamente el cónsul envía un mensajero para advertir a su colega de este movimiento.
Tras asignar sus puestos a las cohortes auxiliares pone al mando del ala derecha a Lucio Volumnio, al de la izquierda a Lucio Escipión. El mando de la caballería recae sobre los legados Caio Cedicio y Tito Trebonio; a Espurio Naucio le ordena que coja tres cohortes de auxiliares y reúna todas las mulas de carga con el fin de alcanzar una elevación cercana para que, desde allí, aparezca en pleno combate levantando la mayor polvareda posible.
Se da la señal de ataque y se entabla combate con los samnitas:
A cada parte le animaban, sin embargo, diferentes sentimientos. Los romanos entraron en combate anhelando el fragor, confiados en la victoria, encendidos contra el enemigo y ávidos de su sangre. Los samnitas marcharon, la mayoría de ellos, arrastrados en contra de su voluntad a la pura fuerza y por terror religioso, adoptando tácticas defensivas en lugar de ofensivas. Acostumbrados como habían estado durante tantos años a la derrota, no habrían aguantado ni siguiera el primer grito y la primera carga de los romanos de no haber estado poseídas sus mentes por un miedo aún más terrible que les impidió huir. Tenían ante sus ojos toda la parafernalia del rito secreto: los sacerdotes armados, los restos sacrificados de hombres y animales esparcidos indiscriminadamente, los altares salpicados con la sangre de las víctimas y de sus compatriotas asesinados, las terribles imprecaciones, las horrorosas maldiciones proferidas contra sus familias y raza; estas eran las cadenas que les impedían huir. Temían más a sus propios compatriotas que al enemigo
Los romanos presionan por ambos flancos y el centro cuando de repente aparece una polvareda parecida a la provocada por la llegada de un ejército; eran Espurio Naucio y las tres cohortes de auxiliares con las mulas. Esto engañó de igual modo a samnitas y a romanos. Acto seguido ordena a tribunos y centuriones que la infantería abra pasillos; Trebonio y Cedicio ya estaban advertidos de que cuando el cónsul levantara y agitara la pica lanzaran a toda la caballería contra el enemigo. A la vista de la señal se ejecuta todo como estaba previsto de antemano; se abren calles entre las filas y la caballería carga por ellas en dirección a los samnitas.
La caballería rompe las filas samnitas al primer embiste mientras Volumnio y Escipión, aprovechando el desconcierto, atacan desde las dos alas con la infantería. El ejército samnita huye al completo, unos en dirección a su campamento, otros a refugiarse tras los muros de Aquilonia; la nobleza y la caballería toman el camino hacia Bovianum.
La caballería persigue a la caballería, la infantería a la infantería. El ala derecha tras los que huyen hacia el campamento, la izquierda tras los que se dirigen a la ciudad.
Volumnio toma el campamento samnita rápidamente mientras que Escipión, consciente de que si duda, el enemigo puede atrincherarse tras los muros, alza su escudo por encima de la cabeza y se dirige hacia las puertas seguido por sus hombres en formación de tortuga. Tras entrar en la ciudad despeja los muros pero al contar con muy pocos hombres no se aventura hasta el interior.
La noche se va acercando y desde su posición Lucio Papirio observa que el campamento samnita ha caído pero había escuchado el fragor del combate proveniente de la ciudad; cuando se da cuenta que sus hombres han tomado los muros da orden a las tropas que tenía libres de que se internen en la ciudad. Entran por el punto más cercano y se detienen porque la noche ya había llegado.
Aquel día fueron muertos cerca de Aquilonia 20.340 samnitas y apresados 3.870; 97 enseñas militares fueron capturadas.
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de guiner
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Ese mismo día:
Tal y como habían acordado, en el momento que Lucio Papirio arremete contra el grueso de las fuerzas samnitas, su colega Espurio Carvilio da la señal de presionar con todas sus tropas la ciudad de Cominio para evitar que desde allí se mandaran refuerzos a Aquilonia.
Sitúa a todos sus hombres al pie de las murallas creando un cordón que rodeaba la ciudad y estableciendo delante de las puertas fuertes retenes en previsión de una salida inesperada. En este momento llega el mensajero enviado por Papirio para advertirle de que veinte cohortes samnitas se dirigían hasta él. Carvilio se ve obligado a retrasar el ataque y a ordenar al legado Decimo Bruto Esceva que tomara una legión, diez cohortes auxiliares y la caballería para partir al encuentro de los refuerzos samnitas que se aproximaban.
Una vez hecho esto, con las tropas que le quedaban, inicia el asalto a Cominio llevando escalas por todo el contorno de los muros y efectuando un ataque contra las puertas de la ciudad.
De forma coordinada se echaban abajo las puertas y se asaltaban los muros desde todas partes. Los samnitas, tras una primera defensa, observan que los romanos están combatiendo y tomando varias partes de la muralla; abandonan sus posiciones y se agrupan todos en la plaza para una última defensa desesperada. Aunque tras una breve resistencia acaban arrojando las armas y rindiéndose en número de 11.400; los muertos fueron alrededor de 4.880.
Entre Aquilonia y Cominio, donde se esperaba una tercera batalla, no se encontró al enemigo. Parece ser que cuando las veinte cohortes samnitas se encontraban a siete millas de Cominio se pararon y no intervinieron en ninguna de las dos batallas.
Al anochecer les llegan noticias de ambas derrotas y pasan la noche sin saber que hacer. Al rayar el alba, indecisos de qué dirección tomar, repentinamente se dan a la fuga, presa del pánico, al ser avistados por la caballería romana que iba en persecución de las tropas derrotadas. Desde Aquilonia se envía infantería contra ellos pero no logran alcanzarlos; la caballería únicamente pudo dar muerte a 280 de los más rezagados.
En su pánico abandonaron gran cantidad de armas y 18 enseñas militares. El resto de las tropas lograron llegar en gran confusión a Bovianum.
Los cónsules entregaron las dos ciudades al saqueo y al fuego. El mismo día ardieron Aquilonia y Cominio.
La llamada Batalla de Aquilonia, que en realidad fueron dos acciones conjuntas bien coordinadas, había acabado. En el Samnio no quedaba ningún ejército capaz de hacer frente a los ejércitos consulares, situación que los romanos iban a aprovechar.
Tal y como habían acordado, en el momento que Lucio Papirio arremete contra el grueso de las fuerzas samnitas, su colega Espurio Carvilio da la señal de presionar con todas sus tropas la ciudad de Cominio para evitar que desde allí se mandaran refuerzos a Aquilonia.
Sitúa a todos sus hombres al pie de las murallas creando un cordón que rodeaba la ciudad y estableciendo delante de las puertas fuertes retenes en previsión de una salida inesperada. En este momento llega el mensajero enviado por Papirio para advertirle de que veinte cohortes samnitas se dirigían hasta él. Carvilio se ve obligado a retrasar el ataque y a ordenar al legado Decimo Bruto Esceva que tomara una legión, diez cohortes auxiliares y la caballería para partir al encuentro de los refuerzos samnitas que se aproximaban.
Una vez hecho esto, con las tropas que le quedaban, inicia el asalto a Cominio llevando escalas por todo el contorno de los muros y efectuando un ataque contra las puertas de la ciudad.
De forma coordinada se echaban abajo las puertas y se asaltaban los muros desde todas partes. Los samnitas, tras una primera defensa, observan que los romanos están combatiendo y tomando varias partes de la muralla; abandonan sus posiciones y se agrupan todos en la plaza para una última defensa desesperada. Aunque tras una breve resistencia acaban arrojando las armas y rindiéndose en número de 11.400; los muertos fueron alrededor de 4.880.
Entre Aquilonia y Cominio, donde se esperaba una tercera batalla, no se encontró al enemigo. Parece ser que cuando las veinte cohortes samnitas se encontraban a siete millas de Cominio se pararon y no intervinieron en ninguna de las dos batallas.
Al anochecer les llegan noticias de ambas derrotas y pasan la noche sin saber que hacer. Al rayar el alba, indecisos de qué dirección tomar, repentinamente se dan a la fuga, presa del pánico, al ser avistados por la caballería romana que iba en persecución de las tropas derrotadas. Desde Aquilonia se envía infantería contra ellos pero no logran alcanzarlos; la caballería únicamente pudo dar muerte a 280 de los más rezagados.
En su pánico abandonaron gran cantidad de armas y 18 enseñas militares. El resto de las tropas lograron llegar en gran confusión a Bovianum.
Los cónsules entregaron las dos ciudades al saqueo y al fuego. El mismo día ardieron Aquilonia y Cominio.
La llamada Batalla de Aquilonia, que en realidad fueron dos acciones conjuntas bien coordinadas, había acabado. En el Samnio no quedaba ningún ejército capaz de hacer frente a los ejércitos consulares, situación que los romanos iban a aprovechar.
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Tras los combates los cónsules celebran un consejo para decidir si sacaban los dos ejércitos del Samnio o, al menos, uno de ellos. Se estima que es mejor llevar la acción hasta el final por lo que deciden tomar direcciones diferentes. Ya no quedaba ningún ejército capaz de enfrentarse a los romanos, sólo quedaba una forma de guerra: el asalto a las ciudades.
Papirio parte al asalto de Sepino y Carvilio al de Velia.
Carvilio toma Velia, Palumbino y Herculáneo (las tres de ubicación desconocida). En estas tres ciudades fueron muertos o apresados unos 10.000 hombres, resultando ligeramente superior el número de prisioneros.
Papirio tuvo problemas a la hora de tomar Sepino pues tras varios combates campales tuvo que someter a la ciudad a un asedio en regla. Al tomar la plaza la matanza fue mayor a causa de la resistencia ofrecida muriendo 7.400 hombres y hechos prisioneros menos de 3.000.
Desde que se empezó la campaña de este año se produjeron varios levantamientos en Etruria, hecho que no hubiera sido relevante si no fuera porque los faliscos, aliados de Roma, se sumaron a los mismos. En el Samnio ya nevaba cuando los cónsules reciben la orden de que un ejército debe partir hacia Roma. Al echarlo a suertes, Etruria le corresponde a Carvilio.
El año acabó con Papirio estableciendo cuarteles de invierno en territorio vescino mientras que Carvilio asedió Troilo, en Etruria, tomando al asalto cinco fortines de la zona con un saldo de 2.400 enemigos muertos y unos 2.000 prisioneros. También obligó a los faliscos a pedir la paz previa firma de una tregua por un año, una multa de 100.000 ases librales y la paga de los soldados de aquel año.
Aunque la guerra se alargaría un poco más se le había asestado el golpe definitivo a los samnitas.
Fasti Triumphales:
293/2 Sp. Carvilius C.f. C.n. Maximus, cónsul, sobre los samnitas id.EN. (13 de Enero)
293/2 [L. Papiriu]s L.f. Sp.n. Cursor, cónsul, sobre los samnitas, id.Feb. (13 de Febrero)
Papirio parte al asalto de Sepino y Carvilio al de Velia.
Carvilio toma Velia, Palumbino y Herculáneo (las tres de ubicación desconocida). En estas tres ciudades fueron muertos o apresados unos 10.000 hombres, resultando ligeramente superior el número de prisioneros.
Papirio tuvo problemas a la hora de tomar Sepino pues tras varios combates campales tuvo que someter a la ciudad a un asedio en regla. Al tomar la plaza la matanza fue mayor a causa de la resistencia ofrecida muriendo 7.400 hombres y hechos prisioneros menos de 3.000.
Desde que se empezó la campaña de este año se produjeron varios levantamientos en Etruria, hecho que no hubiera sido relevante si no fuera porque los faliscos, aliados de Roma, se sumaron a los mismos. En el Samnio ya nevaba cuando los cónsules reciben la orden de que un ejército debe partir hacia Roma. Al echarlo a suertes, Etruria le corresponde a Carvilio.
El año acabó con Papirio estableciendo cuarteles de invierno en territorio vescino mientras que Carvilio asedió Troilo, en Etruria, tomando al asalto cinco fortines de la zona con un saldo de 2.400 enemigos muertos y unos 2.000 prisioneros. También obligó a los faliscos a pedir la paz previa firma de una tregua por un año, una multa de 100.000 ases librales y la paga de los soldados de aquel año.
Aunque la guerra se alargaría un poco más se le había asestado el golpe definitivo a los samnitas.
Fasti Triumphales:
293/2 Sp. Carvilius C.f. C.n. Maximus, cónsul, sobre los samnitas id.EN. (13 de Enero)
293/2 [L. Papiriu]s L.f. Sp.n. Cursor, cónsul, sobre los samnitas, id.Feb. (13 de Febrero)
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El libro X de Livio finaliza con un dato interesante. Fueron censados 262.321 habitantes:
Ese año se celebró el lustro por los censores Publio Cornelio Arvina y Cayo Marcio Rutilo. Los resultados del censo dieron una población de doscientos sesenta y dos mil trescientos veintiún habitantes. Esta fue la pareja vigésimo sexta de censores desde la primera, y el lustro fue el decimonoveno. Este año, por primera vez, a quienes fueron coronados por sus hazañas de guerra se les permitió llevar sus condecoraciones en los Juegos Romanos y luego, también por primera vez, se entregaron palmas a los vencedores según una costumbre tomada de Grecia. Este año también se pavimentó en toda su longitud el camino que iba desde el templo de Marte hasta Bovilas (Vía Apia) por orden de los ediles curules, que dedicaron a este fin las multas impuestas a los ganaderos. Lucio Papirio celebró las elecciones consulares. Los cónsules electos fueron Quinto Fabio Gurgites, el hijo de Máximo, y Décimo Junio Bruto Esceva
NOTA: Los hechos relatados en el hilo hasta ahora están compredidos entre los libros V y X de la obra de Tito Livio. No se conserva copia alguna de los libros XI al XX
http://es.wikipedia.org/wiki/Ab_Urbe_condita_libri
Aunque se conserva un epítome de su obra conocido como Periochae:
http://es.wikipedia.org/wiki/Ep%C3%ADtome_de_Tito_Livio
http://la.wikisource.org/wiki/Ab_Urbe_C ... _Periochae
Ese año se celebró el lustro por los censores Publio Cornelio Arvina y Cayo Marcio Rutilo. Los resultados del censo dieron una población de doscientos sesenta y dos mil trescientos veintiún habitantes. Esta fue la pareja vigésimo sexta de censores desde la primera, y el lustro fue el decimonoveno. Este año, por primera vez, a quienes fueron coronados por sus hazañas de guerra se les permitió llevar sus condecoraciones en los Juegos Romanos y luego, también por primera vez, se entregaron palmas a los vencedores según una costumbre tomada de Grecia. Este año también se pavimentó en toda su longitud el camino que iba desde el templo de Marte hasta Bovilas (Vía Apia) por orden de los ediles curules, que dedicaron a este fin las multas impuestas a los ganaderos. Lucio Papirio celebró las elecciones consulares. Los cónsules electos fueron Quinto Fabio Gurgites, el hijo de Máximo, y Décimo Junio Bruto Esceva
NOTA: Los hechos relatados en el hilo hasta ahora están compredidos entre los libros V y X de la obra de Tito Livio. No se conserva copia alguna de los libros XI al XX
http://es.wikipedia.org/wiki/Ab_Urbe_condita_libri
Aunque se conserva un epítome de su obra conocido como Periochae:
http://es.wikipedia.org/wiki/Ep%C3%ADtome_de_Tito_Livio
http://la.wikisource.org/wiki/Ab_Urbe_C ... _Periochae
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de guiner
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Vae Victis
292
Son elegidos cónsules Quinto Fabio Máximo Gúrgite y Décimo Junio Bruto Esceva.
Fabio consigue una victoria sobre los pentri, pueblo samnita, por lo que el senado le prorroga el mando al año siguiente.
291
Son elegidos cónsules Lucio Postumio Megelo y Cayo Junio Bubulco Bruto.
Al margen de varias polémicas suscitadas por el consulado de Postumio, en las fuentes encontramos que éste le arrebata el mando por la fuerza a Quinto Fabio Máximo Gúrgite, que actuaba en calidad de procónsul al mando de las tropas en el Samnio. Las fuentes (Dionisio frag., en especial) dicen que Postumio toma la ciudad de Venusia pero en los Fasti Triumphales encontramos:
291/0 [Q. Fabius Q.f. M.n. M]aximus [Gurges, procónsul, sobre los samnitas, ...]
El triunfo de Postumio fue anterior:
294/3 L. Postumius L.f. Sp.n. Megellus, consul (II), sobre los samnitas y etruscos
Por otro lado, Livio relata el desacuerdo de Postumio con el senado en 294:
Por estos servicios, el cónsul pidió al Senado que decretase para él la celebración de un triunfo. La petición se hizo más como una formalidad, para cumplir con la costumbre establecida, que por tener realmente esperanza de conseguirlo. Se encontró con que algunos de los que eran sus enemigos personales y otros que eran amigos de su colega, rechazaron su solicitud por diversos motivos: algunos alegando que había tardado mucho en salir en campaña, otros que había trasladado su ejército del Samnio a Etruria sin orden del Senado y unos terceros que actuaban por el deseo de consolar a Atilio del rechazo también recibió. En vista de esta oposición, se limitó a decir: "Senadores, no consideraré vuestra autoridad hasta el punto de olvidar que yo soy el cónsul. Con el mismo derecho y autoridad con los que he dirigido guerras, ahora que estas han sido llevadas a buen término, subyugado el Samnio y la Etruria, aseguradas la victoria y la paz, celebraré mi triunfo·. Y con esto abandonó el Senado.
-A partir de aquí voy a dejar aparte la problemática y las contradicciones de las fuentes limitándome a lo esencial, y lo importante de este año es la toma de Venusia.
Venusia era un punto vital al ser el cruce de los territorios samnita, lucano y apulio:
En Venusia se va a fundar la mayor colonia latina deducida hasta entonces (sobre 20.000 colonos van a ser enviados). Los continuos ataques a esta ciudad van a agotar las mermadas fuerzas de las tropas samnitas.
290
Son elegidos cónsules Publio Cornelio Rufino y Manio Curio Dentato. Los dos parten hacia el Samnio para devastar el territorio y acabar con los pocos focos de resistencia que quedaban.
Los samnitas se ven obligados a pedir la paz. La guerra había terminado.
El Samnio en 290
NOTA: En el mapa Venusia consta como Venosa (nombre actual). Sólo tomar en cuenta el color referido al Samnio, los demás se refieren a la expansión de Roma desde el 390
Son elegidos cónsules Quinto Fabio Máximo Gúrgite y Décimo Junio Bruto Esceva.
Fabio consigue una victoria sobre los pentri, pueblo samnita, por lo que el senado le prorroga el mando al año siguiente.
291
Son elegidos cónsules Lucio Postumio Megelo y Cayo Junio Bubulco Bruto.
Al margen de varias polémicas suscitadas por el consulado de Postumio, en las fuentes encontramos que éste le arrebata el mando por la fuerza a Quinto Fabio Máximo Gúrgite, que actuaba en calidad de procónsul al mando de las tropas en el Samnio. Las fuentes (Dionisio frag., en especial) dicen que Postumio toma la ciudad de Venusia pero en los Fasti Triumphales encontramos:
291/0 [Q. Fabius Q.f. M.n. M]aximus [Gurges, procónsul, sobre los samnitas, ...]
El triunfo de Postumio fue anterior:
294/3 L. Postumius L.f. Sp.n. Megellus, consul (II), sobre los samnitas y etruscos
Por otro lado, Livio relata el desacuerdo de Postumio con el senado en 294:
Por estos servicios, el cónsul pidió al Senado que decretase para él la celebración de un triunfo. La petición se hizo más como una formalidad, para cumplir con la costumbre establecida, que por tener realmente esperanza de conseguirlo. Se encontró con que algunos de los que eran sus enemigos personales y otros que eran amigos de su colega, rechazaron su solicitud por diversos motivos: algunos alegando que había tardado mucho en salir en campaña, otros que había trasladado su ejército del Samnio a Etruria sin orden del Senado y unos terceros que actuaban por el deseo de consolar a Atilio del rechazo también recibió. En vista de esta oposición, se limitó a decir: "Senadores, no consideraré vuestra autoridad hasta el punto de olvidar que yo soy el cónsul. Con el mismo derecho y autoridad con los que he dirigido guerras, ahora que estas han sido llevadas a buen término, subyugado el Samnio y la Etruria, aseguradas la victoria y la paz, celebraré mi triunfo·. Y con esto abandonó el Senado.
-A partir de aquí voy a dejar aparte la problemática y las contradicciones de las fuentes limitándome a lo esencial, y lo importante de este año es la toma de Venusia.
Venusia era un punto vital al ser el cruce de los territorios samnita, lucano y apulio:
En Venusia se va a fundar la mayor colonia latina deducida hasta entonces (sobre 20.000 colonos van a ser enviados). Los continuos ataques a esta ciudad van a agotar las mermadas fuerzas de las tropas samnitas.
290
Son elegidos cónsules Publio Cornelio Rufino y Manio Curio Dentato. Los dos parten hacia el Samnio para devastar el territorio y acabar con los pocos focos de resistencia que quedaban.
Los samnitas se ven obligados a pedir la paz. La guerra había terminado.
El Samnio en 290
NOTA: En el mapa Venusia consta como Venosa (nombre actual). Sólo tomar en cuenta el color referido al Samnio, los demás se refieren a la expansión de Roma desde el 390
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