En las costas dálmatas de la fachada adriática había proliferado desde antiguo la piratería, la cual solía interferir en el comercio de las ciudades griegas costeras e isleñas occidentales.
Lemboi iliriohttp://www.navistory.com/pages/antiquite/lemboi.phpEn el tiempo en el que estamos, Macedonia intentaba poner bajo su dominio el resto de los estados y ciudades de la Grecia continental. Sus intereses chocaban con los de la Liga Etolia y la Liga Aquea.
A mediados del siglo III ac., a lo largo de la costa iliria, se estaba creando un estado fuerte y centralizado que iba logrando la unión de los diferentes pueblos de la zona. Este estado comenzó una política de expansión cuyas primeras víctimas fueron las islas griegas que limitaban con la costa iliria, de las que sólo una, Isa, pudo mantenerse medianamente independiente.
• Isa ya ha aparecido en el relato de Apiano solicitando ayuda a Roma y siendo el desencadenante de la guerra.
El rey Agrón fallece dejando en el trono a su mujer Teuta en calidad de regente de su hijo Pinnes. La reina prosigue la política de expansión de su marido atacando Epiro y las ciudades costeras e insulares al sur de sus dominios. Durante el asedio de Isa se producirá la intervención romana.
• Ya comenté que habían dos versiones, la de Apiano y la de Polibio, siendo ésta la más aceptada y que culpa al asilo dado a la piratería y a las repetidas agresiones a mercantes itálicos.
Tanto si fue debido a la petición de ayuda por parte de Isa como a las repetidas quejas de los mercaderes Roma va a tomar parte en el asunto.
Se decide enviar una embajada para pedirle explicaciones a Teuta:
"Al recibir ahora el senado un mayor número de requerimientos, los romanos, que hasta entonces habían desoído las quejas sobre los ilirios, nombraron embajadores para Iliria a Caio y Lucio Coruncanio, quienes debían indagar los hechos mencionados. Había quedado Teuta, cuando llegaron a su presencia los bateles procedentes de Epiro, impresionada por la abundancia y hermosura del botín que transportaban -efectivamente, en aquellos tiempos era Fénice, con mucho, la ciudad epirota que más destacaba por prosperidad-, de manera que sus proyectos de atentar contra los griegos cobraron doble fuerza. Si a pesar de ello los sometió a una pasajera interrupción, fue a causa de los disturbios internos. Pero pronto consiguió arreglar la cuestión del levantamiento ilirio, y seguidamente emprendió el cerco de Isa (actual isla de Lissa), ciudad esta la única que todavía no le prestaba obediencia. En ese momento arribaron los embajadores romanos, quienes, cuando les concedió audiencia, expusieron los atropellos de que habían sido objeto. Mientras los escuchaba, y a lo largo de todo el encuentro, Teuta mantuvo una actitud general de arrogancia y altivez suma. Y una vez terminaron de hablar, afirmó que procuraría vigilar para que los romanos no sufrieran afrenta alguna por parte de la autoridad iliria; pero en lo tocante a la actividad de los particulares, sus usos no permitían que los reyes pusieran coto a las ganancias cobradas por los ilirios en el mar. Llevó a mal estas palabras el más joven de los embajadores, que recurrió a una franqueza meritoria, pero de ninguna manera oportuna. Pues dijo: «Entre los romanos, Teuta, es hábito preciadísimo que la autoridad pública persiga los agravios privados y lleve ayuda a los agraviados. Procuraremos por tanto, con apoyo de la divinidad, forzarte a una enérgica y pronta corrección de los usos que observan los reyes ilirios para con sus súbditos».
Pol. II, 8
Cuando los embajadores romanos regresan, la reina, vulnerando el derecho de gentes, ordena que se de muerte
"al del lenguaje franco".
En Roma se reclutan tropas y se apresta una escuadra.