TERRORISMO Y RETIRADA DE TROPAS DE IRAK.
El 18 de julio por la tarde se produjo en Nueva York - en su barrio más céntrico, Manhattan, y cerca de la Terminal de trenes más importante de la ciudad - una fuerte explosión que ocasionó un muerto, varios heridos, cortes de tráfico, el desalojo de varios edificios y... el caos, porque en la zona se hallaban numerosos personas (eran las seis de la tarde de un día laborable). Y el caos se produjo, inmediatamente, porque a la mente de los ciudadanos acudieron los terribles acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. Sin embargo fue un accidente, la explosión de una tubería de gas y, por tanto, se descarta que fuese un atentado terrorista. Este percance ya había sucedido más de una vez pero, en aquellas ocasiones, a nadie se le pasó por la cabeza que fuese un acto terrorista. Estamos pues ante una nueva situación, ya nada es igual tras el 11-S y ante un hecho, como el acaecido, el miedo se propaga con una rapidez que antes no sucedía. Y la actitud de los ciudadanos neoyorquinos, probablemente, sería la misma en cualquier otra capital de cualquier nación del mundo libre.
En las mismas fechas hemos visto por televisión la preparación de “dormitorios provisionales” para los senadores americanos. Se preveía una “maratoniana” reunión en el Senado para debatir la retirada de las tropas americanas de Irak en 120 días; finalmente no alcanzó los votos precisos, aunque el presidente Bush ya había anunciado su veto en caso de aprobación. En este tema creo que todos – los que estaban a favor de la intervención en Irak o en contra – reconocen que se ganó la guerra pero no se ganó la paz, que como se ha mostrado tantas veces es muchas veces más difícil de lograr.
Y, mientras tanto, los americanos, y algunos aliados, permanecen en Irak y Afganistán sin que parezca que la situación mejore ni se vea el “final del túnel”. Prácticamente todas las naciones europeas son favorables a la retirada de tropas – algunos, quizás, verían la justificación de la suya, otros su negativa a una participación activa –, pero nadie es capaz de hacer un pronóstico de las posibles catástrofes a que daría lugar tal retirada y, en consecuencia, de proponer otras acciones que consideran más adecuadas que la actual. Es posible que en caso de retirada aun sería criticada por los mismos que ahora la piden
(1). ¡Sería curioso que solo fuese aplaudida por Al – Qaeda!
¿Qué efectos produciría la retirada de los soldados norteamericanos y sus aliados?

¿Una guerra civil entre sunitas y chiitas?

¿Bases seguras para los terroristas en Irak, de adiestramiento y apoyo, como antes las tuvieron en Afganistán?

¿Qué actitud tomaría Irán, Siria y otras naciones de la zona como Paquistán con capacidad nuclear y el presidente Musharraf en una débil situación?

¿Cómo se desarrollarían los acontecimientos, después de la retirada de Irak, en Afganistán?
Y en fin, a mi juicio, además de lo tratado anteriormente, hay dos hechos muy relevantes sobre esta situación general, que merecen una profunda meditación:

Por una parte, la "reconquista"de Irak es muy importante para los grupos radicales islámicos, no hay que olvidar que, después de Arabia Saudita, es Irak la parte más emblemática para ese mundo. No en vano fue Bagdad la sede del Califato durante medio milenio.

Por otra parte resulta que el debate sobre la retirada de las tropas no favorece su eficacia combativa y menos su moral.
¿Quién expone su vida cuando le están diciendo que su “vuelta a casa” es inminente?
¡¡Vaya panorama!!
Nota :(
1).-“Desleal es aquel que desaparece cuando el camino es oscuro”. J.R.R. Tolkien. Autor de “El señor de los Anillos)
SALUDOS