La Infantería de Marina Española

Los infantes de marina españoles. Información sobre el cuerpo, historia, material, armamento. El Tercio de Armada (TEAR), la BRIMAR y la FGNE.
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Aniversario de la Escuela de Infantería de Marina.

Mensaje por AFOCES »

El 29 de octubre de 1.879, el Rey D. Alfonso XII inauguró la Academia General Central de Infantería de Marina, que ocupó los mismos locales de la antigua Escuela de Aplicación (San Fernando) y estuvo funcionando hasta el año 1898. Durante el período 1924 al 1931 se denominó Escuela de Infantería de Marina y a partir de 1945 tomó la denominación de Escuela de Aplicación del Cuerpo.

Hoy, el Centro está ubicado en Cartagena con el nombre de Escuela de Infantería de Marina “General Albacete y Fuster”. El general Albacete fue Director, de la Academia General Central, en el año 1880 y el primero que ostentó el grado y la denominación actual.

:D :D Saludos y felicidades :D :D


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El infante de marina García Roldán.

Mensaje por AFOCES »

Un infante de marina tiene que evocar con admiración y respeto la figura de Francisco García Roldán (1693), paladín esforzado de la caridad cristiana, quien aprovechaba las treguas en el combate para dedicarse a pedir limosna para socorrer a los necesitados. Era Roldán - hermano de la Cofradía de la Santa Caridad de Sevilla - hombre de gran corazón y amor a los menesterosos y, dondequiera que desembarcaba, pedía donativos para enfermos y necesitados. En Cartagena, atendía al enterramiento de los galeotes que eran allí abandonados. Pide para sus enfermos la ermita de la Guía y, entregada esta, trasporta a los que cuidaba en su propia casa, con un esfuerzo callado, desinteresado, tenaz y constante.

¿Qué movió a nuestro compañero a esa dedicación? Estamos en el siglo XVII y nuestro soldado embarcó en la galera San Miguel y pudo conocer la extraordinaria dureza de la vida de los galeotes. Dureza que incluso les llegaba a la hora de morir, pues muchos de sus cadáveres eran abandonados en el puerto de Cartagena, en el lugar de la ermita de la Guía, próxima a la Puerta del Muelle, con el fin de que una mano compasiva les diese sepultura.

LOS GALEOTES

Dura era aquella época en galeras donde la vida del remero era terrible. Aunque había remeros que trabajaban por un sueldo – normalmente antiguos galeotes incapaces de integrarse en la sociedad - la mayoría eran galeotes o sea delincuentes forzados a galeras : ladrones, blasfemos, testigos falsos, bígamos, desertores, huidos de prisión, vagabundos…

:arrow: “…don Quijote alzó los ojos, y vio que por el camino que llevaba venían hasta doce hombres a pie, ensartados como cuentas en una gran cadena de hierro por los cuellos, y todos con esposas en las manos. Venían con ellos dos hombres de a caballo y dos a pie, con dardos y espadas… Dijo Sancho : “ Esta es cadena de galeotes, gente forzada del rey, que va a las galeras…es gente que por sus delitos va condenada a servir al rey en las galeras, de por fuerza”. ( Don Quijote de la Mancha).

Estos delincuentes condenados a trabajos forzados iban encadenados al banco y por razones higiénicas – y para reconocimiento en caso de fuga - pelados al cero. El rigor del trabajo, la mala alimentación y las pésimas condiciones de la estancia ocasionaban altas tasas de mortandad. Los remos de las galeras eran enormes, de hasta 12 metros de longitud y 130 kilos de peso; cada uno era accionados por cuatro o cinco galeotes - que solo descansaban cuando soplaba viento favorable y se izaban una o dos velas triangulares – que pasaban todo el día a la intemperie, vestidos con pringosos harapos y llenos de todo tipo de parásitos. Dormían, comían y hacían sus necesidades en el propio banco. Las galeras apestaban tanto que con viento favorable podían ser detectadas a varios kilómetros de distancia. Cuentan las crónicas que los oficiales, rudos hombres de guerra, procuraban mitigar el hedor quemando sustancias olorosas y respirando a través de pañuelos perfumados. El ritmo de la boga era marcado a trompeta o tambor por un cómitre asistido por algunos vigilantes que recorrían el banco central propinando latigazos a los remeros que flojeaban. Los remeros odiaban a cómitres y oficiales y no eran raros los motines. Cervantes, que conoció esta vida cuenta un caso real :"Soltaron todos a un tiempo los remos y asieron al capitán… y pasándole de banco en banco, de proa a popa, le dieron bocados que a poco más que pasó del mástil ya había pasado su ánima al infierno”

EL INFANTE DE MARINA FRANCISCO GARCIA ROLDAN

Bueno pues esta vida tan dura fue vivida - y sentida - por el infante de marina García Roldán que, además de un guerrero, era un hombre sensible por lo que trató de hacer la vida más fácil a todo aquél que sufría. Nació Francisco en Rute (Córdoba) e ingresó en el Cuerpo procedente de la recluta de leva. Las circunstancias de la vida militar le llevan en su galera a los mares; pero no ceja en lo que considera su otra labor y, con el tiempo, logra implicar en la tarea a algunos compañeros, entre los cuales se tiene noticia de Alfonso Cervera, de la galera Santa Ana, natural de Montefrío (Granada) y de Francisco Martínez natural de Almería.

Francisco pedía donativos en sus viajes y compartía sus esfuerzos, dentro de su barco, con los pobres galeotes encadenados al banco y afligidos por el látigo del cómitre, responsable de la velocidad del buque. Extendió su tarea para dar cristiana sepultura a los muertos, socorrer a los enfermos y aspira a fundar un hospital. Regresa a Cartagena con otro infante de marina de la nave capitana, Francisco Bravo de Rosas (1696), y a ellos se les une un nuevo compañero de armas - soldado inválido de galeras - Antonio Rosique Pérez natural de Cartagena. Estos soldados, junto con Antonio Coca, natural de Almería, y Francisco Irsino – artillero de de la galera San José – logran agregar una casita a la ermita de la Guía en 1697. Y este es el origen de la fundación que llegó con el tiempo a ser el “Santo Hospital de Caridad de Cartagena” que hoy enorgullece a esta ciudad.

La guerra de Sucesión llevó a Roldán a Tortosa, en la compañía de don Lorenzo de de Mendosa, dejando su obra en manos de Rosique, dada su aptitud de inválido, quien después se hace franciscano y muere en una cama de su hospital en 1718. Por su parte Roldán partió desde Tortosa hacia América del Sur y el paso del tiempo, y su muerte, borraron sus huellas pero no su olvido. En “su hospital” se encuentra una estatua en honor al insigne infante de Marina y la ciudad le puso su nombre a una calle.

El infante de marina Roldán creó con sus compañeros una hermandad, con unos estatutos aprobados en 1701. En la actualidad, la junta de gobierno la forman 30 miembros que, una vez al año, salen por parejas a pedir limosna, vestidos de levita y con limosnera o capacha, en recuerdo de la cartuchera que Roldán usaba cuando pedía para su hospital, que continúa sosteniéndose con los donativos que recibe.

Referencias :1).- BIM julio 2005. 2).- Historia de de IM Rivas Fabal.

SALUDOS


AFOCES
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Don Juan Jose Navarro (Marqués de la Victoria).

Mensaje por AFOCES »

Hola amigos :

Cualquier día, cuando tenga más tiempo, entrará en estas páginas – con más extensión y como merece - don Juan José Navarro quien tal día como hoy, del año 1687, nacía en Augusta (Sicilia).

Este insigne infante de marina ingresó a los ¡¡ 8 años!! en el Tercio de Nápoles y tres años después pasa a la clase de soldado prestando sus servicios en el Tercio viejo de la Mar de Nápoles. Nombrado Alférez a los 16 años, asiste al sitio de Berrúa (1704) y campaña de Adda; cae prisionero en la defensa de San Oseto (1705) y canjeado vuelve a caer prisionero en Portoglio. Liberado continúa la campaña de Milán (1707).

Especializado en fortificación pasa, con su padre y su hermano, a Orán. Reveses del destino le llevan a ver a su padre cautivo y su hermano muerto. Vuelve a España, asiste a la toma de Alicante y, con su unidad, toma parte en el asalto de Brihuega - librándola del poder del inglés - y en la batalla de Villaviciosa. Sus múltiples conocimientos le llevaron a ser primer alférez de la compañía de Guardias Marinas y, desde entonces, este distinguido y bravo infante de marina, pasó a prestar sus servicios exclusivamente en la Armada, alcanzando el empleo de teniente general y mereciendo títulos y honores, como el de Marqués de la Victoria.

En tiempos de Carlos III recurría ante el rey, en respetuosa queja, a propósito de las fuerzas que servían en Marina, en estos términos :

:arrow: “ V.M. solo es dueño de combinar, cuando le convenga, la tropa de Marina a la del Ejército, porque sus batallones están instruidos para el servicio de mar y tierra. En lo demás, señor, el pretender mezclar dos diferentes oficios, con diferentes institutos y reglas, es querer que quién maneja bien la espada en la guerra de tierra igualmente sepa manejar el timón… Es una lisonja de la necesidad y un engañoso recurso del arbitrio el creer que la tropa de tierra, con sus oficiales, pueden sufragar a la falta de los soldados de marina”.

:arrow: “Aún llevándolos de transporte, raro es el que no se enferma en la mar. Y todas las veces que los embarcan para guarnición de los navíos ha sucedido… que el oficial, por celoso y lleno de pundonor que sea, en estando de guardia, se atonta; porque es para él jeroglíficos todo lo que mira y todo lo que ve practicar… Navíos tripulados por semejantes hombres ¿qué se puede esperar de ellos? Pregúntese esta verdad a sus mismos oficiales y se verá que de 50 soldados de tierra no habrá ni 10 que tomen amor al servicio de la mar”.

:arrow: “Una bien arreglada y determinada Marina es un órgano que, por todas partes que se toca, se encuentra melodía y consonancia. Y al contrario: en una donde todo es provisional, sin arreglo y sin encontrarse con cosa sin antemano prevista, sino comprada por la necesidad, donde la bondad es dudosa y el costo es seguro, que es duplicadamente subido…”


Pide por todo ello “El aumento de diez batallones, puesto que diez y ocho batallones de Marina costarían siete millones, seiscienteos mil reales menos que otros tantos de tierra”

Don Juan José Navarro, Marqués de la Victoria, fue gran defensor del soldado de marina y suya es la frase : “ Nada más importante, útil y necesario que la Infantería, en los navíos de guerra”.

SALUDOS


pablo1
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Mensaje por pablo1 »

Muy instructivo, Afoces.

Y, casualidades de la vida, otro Navarro de apellido -pero Pedro de nombre- cosechó laureles, cargos y título -Conde de Oliveto- en Italia y África.
En el primer caso, al servicio de Don Gonzalo Fernández de Córdoba en uno de los Tercios Viejos -ignoro si en cualquiera de los actuales Sicilia, 67 , Galicia 64, Soria, 9 o La Reina, 2 .

Más curiosidades asombrosas:
- Don Juan José se especializó en fortificación y Don Pedro entre otras, en contrafortificación.
- En el caso de que hubiera servido en el Soria, habría compartido unidad con Don Juan José.
- Si hubiera servido en el La Reina -antigüo Tercio de Lombardía- lo habría hecho en una unidad que comparte Brigada con el Córdoba, 10, antigüo Tercio Viejo de la Armada Real del Mar Océano. Lo cual, aunque algo forzado, no deja de ser curioso.


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tercioidiaquez
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Mensaje por tercioidiaquez »

En el primer caso, al servicio de Don Gonzalo Fernández de Córdoba en uno de los Tercios Viejos -ignoro si en cualquiera de los actuales Sicilia, 67 , Galicia 64, Soria, 9 o La Reina, 2 .


Una apreciación.
Los Tercios Viejos se crean en 1534 con el Gran Capitán fuera ya del servicio (hablo de memoria pero creo que ya había fallecido)..

El confundir al actual "de la Reina" nº 2 es bastante rrecuente, pero es inexacto. Todo se debe a que hubo dos tercios de Lombardía.
El original, el "Viejo", es el actual regimiento del Príncipe nº 3.
Perdón por el off-topic.


“…Las piezas de campaña se perdieron; bandera de español ninguna…” Duque de Alba tras la batalla de Heiligerlee.
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Lagarto-84
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Mensaje por Lagarto-84 »

Enhorabuena alfoces,y gracias,,,llevo 23 años en el cuerpo y tengo que reconocer que he aprendido cosas que no savia,se nota que llevas la IM
en la sangre,,,buen trabajo........


Fernandol
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Enriquecer su Historia.

Mensaje por Fernandol »

Deseo contactar con personas que quieran donar, cambiar o compravender material sobre la Infantería de Marina Española; y sobre todo sobre Uniformología.
Es para Museo.


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Re :La Infantería de Marina española.

Mensaje por AFOCES »

Amigo Lagarto-84 :

Felicidades por tus 23 años de servicio en el Cuerpo de Infantería de Marina y me alegro que las páginas que sobre él aparecen en este “subforo” te agraden. La verdad es que siempre me ha sorprendido que no se haya escrito una historia de la IM atractiva y amena cuando no le faltan impresionantes hechos para relatar, pues como dice Rivas Fabal - en la introducción de su historia de la infantería de Marina española - :

“…Este Cuerpo ha luchado siempre a la cabeza del ejército, en tierra y en la cubierta de los buques, y tiene por tanto glorias del Ejército y glorias de la Marina. Su sangre ha regado los campos de todas las partes del mundo y teñido de rojo todos los mares del globo, y su nombre se ha inmortalizado cada vez que la nación ha necesitado de su defensa.

Campañas de Flandes, Sicilia, Cerdeña, Tolón, Milán; Conchincina, Filipinas, Méjico … Ocaña, Rioseco, Tortosa… San Pedro Abanto, Tolosa… jalonan un itinerario de su ruta marcial. …Lepanto, Sicié, isla Tercera, Trafalgar… cabo San Vicente son hitos gloriosos de su ruta imperial.

Todo ello le hace acreedor del lema valiente por mar y tierra, que ostenta desde muy antiguo, y el de valor y disciplina, obtenido en la batalla de Tolosa de Francia como Cuerpo distinguido… En sus banderas flota la corbata de San Fernando, preciado y máximo galardón con que la patria premia las más grandes hazañas… Sabe que la lista de sus héroes es interminable y que como dice Don Perfecto Valdés en su <Misión y origen de las tropas de Marina> …: la historia de aquella marina es la de sus soldados , y los que con verdadero entusiasmo simbolizamos en la armada moderna la figura de aquellos guerreros, hemos de sentirnos cohibidos bajo el peso de sus laureles, por mucho que nos esforcemos en ser dignos de tradición tan excelsa”.


UN ABRAZO


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Lagarto-84
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Mensaje por Lagarto-84 »

Resumir la historia del glorioso Cuerpo de Infantería de Marina resulta difícil, sobre todo, teniendo en cuenta que desde el siglo XVI al XIX la hoja de servicios de un soldado del Cuerpo bien podría ser un extracto de la historia de España.



El infante de marina estuvo presente en todos los escenarios bélicos donde los intereses nacionales debían ser defendidos, demostrando su arrojo, disciplina y valentía, haciendo acreedor al Cuerpo de lemas como "valientes por tierra y por mar", y de títulos como "El Invencible" (dado al Tercio de Armada en el siglo XVIII), de privilegios como el que se concede por Real Orden de 1886 de "Ocupar en campaña el puesto de mayor peligro, el de extrema vanguardia en los avances y de extrema retaguardia en la retirada". Las principales acciones son hitos históricos del glorioso Cuerpo de la Infantería de Marina, como fueron la batalla de Flandes, Sicilia, Cerdeña, Tolón, Milán, Conchinchina, y Filipinas, Méjico, Cuba,Santo Domingo, Buenos Aires y Cartagena de Indias, Marruecos, Oran, Guinea y el Sáhara, Gibraltar, Ferrol, Bailén, Ocaña, San Pedro Abanto, Tolosa, la Muela de Sarrión y Contravieja, así como en combates navales como los de Lepanto, Islas Terceras, San Vicente, Trafalgar, Cavite y Santiago de Cuba.






Desde 1763 la Infantería de Marina es el Cuerpo de Casa Real, en premio de la heroica defensa que 600 infantes de marina hicieron del Castillo del Morro de La Habana frente a 12.000 soldados de la flota inglesa. Su uniforme mantiene, hoy en día, las "sardinetas" en su bocamanga y los colores azul y rojo de Tropas de Casa Real.



En sus filas han servido hombres como Miguel de Cervantes, soldado de marina en Lepanto y las Terceras; Pablo Murillo, soldado en Tolón, San Vicente y Trafalgar, y más tarde General de División y Conde de Cartagena; Martín Alvarez, granadero a bordo del navío San Nicolás de Bari, en el combate naval de Cabo San Vicente; y otros muchos que, casi en el anonimato, dieron muestra y son ejemplo de valor y sacrificio; el Teniente Coronel AlbaceteFuster, que después de duros combates contra Escudo Infantería de Marina 1537-1931los carlistas, al mando de su unidad rompió el frente de San Pedro Abanto, llegando hasta Murrieta en una brillante carga a la bayoneta (1874), acción por la que se le concede al 2º Batallón la Corbata Laureada de San Fernando; el Teniente Coronel Diaz de Herrera que al mando de su batallón y con un ímpetu y decisión logra detener a los carlistas y consolidar la posición en el barranco de Monlleó (1875), y se distingue en el asalto a la plaza de Cantavieja, donde muere a pocos metros de la muralla, por tales acciones y por Real Orden sus restos descansan en el Panteón de Marinos Ilustres; los soldados Rama y Cancela que rodeados por 1.800 insurrectos en Holguín (Cuba, 1895), defendieron su puesto a fuego y machete hasta perder la vida; el Teniente Ristori que por la heroica defensa del arsenal Cavite y luego en Bacoor en 1898, en donde pierde su brazo, se hace merecedor de la Laureada de San Fernando; el soldado Domingo Diaz Novalta que a bordo de la fragata Numancia en 1913, se hace merecedor de la misma condecoración; el soldado Manuel Lois García, perteneciente a la guarnición del crucero Baleares (1937), que por su heroica acción al arrojar con sus propias manos los saquetes de pólvora incendiados tras ser el crucero alcanzado por un proyectil y, con ello, logra salvar la vida de sus compañeros y posiblemente el propio buque, se le impuso la Medalla Naval Individual y posteriormente la Cruz Laureada de San Fernando.



No me he mareado ni una sola vez de todas las que he embarcado en los
buques de la Armada,,,(y despues de tantos años han sido muchas),,,
pero cuando leo cosas como que la IM deberia fusionarse en el ET,o simplemente desaparecer,se me revuelve el estomago,tengo mareos y sudores frios,,,(con todo mi respeto al ET),,,pero los que dicen esas cosas no tienen ni idea de lo que la IM significa para la mayoria de los que servimos en ella,ni de la historia de este glorioso cuerpo,para mi no es un trabajo,,,es una forma de vida,llevando el uniforme o no,,,y aunque respeto todas las opiniones (faltaria mas),espero que nunca lleguen a producirse,,,de lo contrario seria el momento del retiro,y lo lamentaria
mucho,ya que entré con 17 años y tengo 40,,,osea que aun me quedan muchos años por delante para estar en el unico sitio donde quiero estar...

una vez mas gracias por tu trabajo.
decirte si te sirve de algo,que he reeleido tus notas varias veces,,,las he imprido y las ha llevado para que las lean mis compañeros,que al igual que yo conocian muchas de ellas,pero otras no y han quedado gratamente sorprendidos...

un cordial saludo amigo...


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Re :La Historia de la Infantería de Marina española.

Mensaje por AFOCES »

Lagarto-84:

Gracias por tus palabras. Seguiremos difundiendo algunas páginas de nuestra historia que, como muy bien dices, es poco conocida, incluso por infantes de marina. Bien lo merecen nuestros antecesores, pues como hemos dicho:

"... la historia de aquella marina es la de sus soldados , y los que con verdadero entusiasmo simbolizamos en la armada moderna la figura de aquellos guerreros, hemos de sentirnos cohibidos bajo el peso de sus laureles, por mucho que nos esforcemos en ser dignos de tradición tan excelsa”

UN ABRAZO


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Batallones de Marina

Mensaje por AFOCES »

Muchos autores consideran la historia de la infantería de marina dividida en cinco épocas. Hasta aquí hemos tratado temas de la primera época; es decir la comprendida entre los años 1537 y 1717. De ese período poco sabemos de los nombres y apellidos de los bizarros oficiales – aquí hemos presentado, entre otros, a Pío de los Ríos, Pablo Morillo y Lope de Figueroa - que durante el transcurso de 180 años condujeron a tan valerosa Infantería de Armada al combate en la mar y desembarcando para luchar en tierra. (1)

La segunda época transcurre desde 1717 a 1827 y en ese período pretendo hacer hoy una “inmersión”. Es esta una época muy importante porque, en ella, se constituyen los Batallones de Marina que son mandados por oficiales de “mar y guerra”. Estos oficiales son los únicos oficiales en la Armada que, procedentes de la Real Compañía de Guardiamarinas, constituyen los mandos de los buques y de las tropas de marina. Esta segunda época comienza con el fin de la Guerra de Sucesión (1701-1713) librada por la disputa de la corona de España. La paz de Utrech da fin al conflicto y Felipe V se reconoce como rey de España.

La marina española, que había sido potente y formidable en todos los mares, quedó reducida en tiempos de Carlos II a menos de 16 bajeles (5) y era tan grande el desconcierto que reinaba en la Armada que con razón pudo decir un ilustre intendente : “Ni se quiere tener marina, ni quien la profese, ni quien la sepa manejar, sino solo el consumo de los intereses de la Real Hacienda, llegando a no tener un solo mediano bajel de cuenta de dicha hacienda para despachar a las Indias …” España, en esas condiciones, ante la falta de un Poder Naval que sirviese a los intereses del reino, acometió la reorganización de los escasos medios existentes. Felipe V, secundado por Alberoni, decidió la tarea que recayó en el Secretario de Marina Patiño a partir de 1717. La obra exigía no solo la renovación del material, es decir el impulso de la construcción naval, sino la formación y encuadramiento del elemento humano. Patiño se encontró en la Armada con oficiales de mar y oficiales de guerra y los refundió en uno solo anteponiendo la función de guerra a la de mar : “Es mejor enseñar al hombre de armas a navegar que no al hombre de mar a guerrear ”. Creó la Real Compañía de Guardias Marinas y nace el Cuerpo General, constituido por oficiales “graduados de mar y guerra” y que constituirán los cuadros de mando de buques y del Cuerpo de Batallones.

Hacia 1704, con Felipe V, los Tercios se convirtieron en Regimientos que en 1717 se desglosaron pasando una parte al ET y otra siguió en la Armada constituyendo el Cuerpo de Batallones de Marina. En realidad fueron los Tercios de Infantería de Armada los que dieron vida al Cuerpo de Batallones de Marina que fue organizado, fundamentalmente, sobre el antiguo Tercio de la Mar de Nápoles con agregaciones de algunas unidades de Infantería de Armada. El resto, como se dijo, pasó al Ejército de Tierra y, por eso, aún perduran las anclas cruzadas en los emblemas de algunas de sus unidades. En 1717 se crean los Batallones de Marina (Decreto de 28 de abril de 1717) que al principio fueron cuatro: “Armada”, “Marina”, “Bajeles” y “Océano”, añadiéndose al poco el “Mediterráneo” – compuesto por soldados procedentes de galeras - y en 1776 aumentaron hasta doce y recibieron designación numérica (4). Los oficiales, como se ha dicho, eran únicos (de mar y guerra) - y así fue durante 110 años - y para ellos “Batallones” era un destino más de plantilla de la Armada y, como es natural, las denominaciones de sus empleos eran las correspondientes a las del Cuerpo General de la Armada. Por eso veremos, en esta época, los mandos de batallones o regimientos con los empleos de capitanes de fragata o navío, o tenientes de navío como abanderados de las unidades.

Las instrucciones de don Jose Patiño, fechadas en Cádiz en 4 de marzo de 1717, decían en su artículo primero que “siendo indispensable el que para el perfecto armamento de los navíos haya gente de guerra que los guarnezca, se ha formado el Cuerpo de Tropas con el nombre de Batallones de Marina, los cuales han de hacer el servicio de mar y tierra en los bajeles puertos y plazas donde fuesen destinados”. El organizador de los batallones, por encargo de Patiño, el mariscal de campo Don José de Vicaría es elegido para mandarlos como Comandante – Inspector. Y nuestros soldados, para estrenar nueva organización, fueron equipados “elegantemente”. En efecto:

:arrow: El vestuario del soldado consistía en casaca, chupa y calzones de paño azul, con vueltas y forro colorado y botones de cobre dorado. Las medias eran coloradas y el sombrero bordado el canto con seda de color de oro. Tenían, además, barrelina de granadero de paño azul, con cartón al frente, no muy levantado, vestido de piel de oso negro. Para la mar y países ardientes usaban un casacón de lienzo crudo, con su cuello y tres ojales de lienzo azul a cada lado de la cintura; otro debajo del cuello y tres en cada vuelta de la manga”.

Necesaria y muy importante fue la reforma de las tropas pues, iniciada la de la marina, era indispensable la disponibilidad de una fuerza esencialmente militar que dependiese de la jurisdicción de la Armada, a fin de evitar los riesgos e inconvenientes del antiguo sistema de embarcar, a veces y en caso necesario, tropas de distintas procedencias…La misión de los Batallones se centró en la guarnición de buques - empleaban los fuegos de fusilería (6) durante los abordajes -, formar parte de las dotaciones de las piezas de artillería, y de realizar desembarcos formando “Columnas de Desembarco - constituidas por la suma de las guarniciones de los buques que intervenían en la acción - . El inconveniente de este tipo de desembarcos es que, por un lado, los buques quedaban desguarnecidos y, por otro, las “columnas de desembarco” carecían de la organización táctica necesaria para un eficaz combate en tierra. En realidad su actuación estaba ligada al buque que servían y en modo alguno se pretendían desarrollar técnicas o tácticas anfibias.

Hay quien considera que la fecha de 1717 divide en un antes y un después la historia de la infantería de Marina española. En ese momento se crea una fuerza unificada nacional conocida como “Cuerpo de Batallones” y se le dota de una estructura moderna. La plana mayor del Cuerpo tiene su base en Cádiz, aunque hay unidades destacadas en otros departamentos. A partir de 1748 el Cuerpo de Batallones, cuando Ferrol y Cartagena incrementan su importancia, se reparte en tres contingentes importantes, que cuentan con su propia organización. La Plana Mayor originaria pasa a ser una Plana Mayor departamental, pero dos de sus órganos la Comandancia General y la Inspección conservarán su condición de generales y superiores de mando. Se consagra así un sistema de larga duración… (7)

El Cuerpo de Batallones tuvo vigencia desde 1717 hasta 1827, es decir durante 110 años y, durante ese período, su actuación fue decisiva en múltiples ocasiones entre las cuales se pueden destacar :
:arrow: Conquista de Cerdeña (1717)
:arrow: Conquista de Nápoles y Sicilia (1732)
:arrow: Expedición a Pensacola , Florida.(1770)
:arrow: Defensa de la Habana(1762)
:arrow: Expedición a Argel (1775)
:arrow: Expedición a la isla Catalina y Colonia Sacramento(1776).
:arrow: Desembarco de Tolón (1793)
:arrow: Defensa de Ferrol(1800)
:arrow: etc

Referencias:

1.- Crónica de las promociones de Oficiales del Cuerpo de IM.- Antonio Sánchez Pastor. Editorial Naval.
2.- La Infantería de Marina durante la restauración. María del Carmen Cózar. Universidad de Cádiz.
3.- Historia de la IM. Rivas Fabal
4.-Al decir del general Gómez de Arteche, en su Historia Militar de España (1868) cada uno con 6 compañías de 168 de tropa y cuatro oficiales por compañía con un total de 5237 hombres y bajo la dirección de un comandante general.(ref.3 tomo II página 54)
5.- Historia de la IM. R. Rodríguez Delgado. Andujar 1927.
6.- Las posibilidades del abordaje disminuían, dada la mayor potencia de la artillería de los buques y, en consecuencia, disminuían los soldados fusileros y aumentaba la necesidad de “artilleros” con los que se desnaturalizaba la infantería de marina.
7.- La Infantería de Marina Española. Historia y Fuentes. Hugo O’Donnell.

SALUDOS .


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Don Juan José Navarro (Marqués de la Victoria)( 1687-1772)

Mensaje por AFOCES »

Hola amigos:


Hace tiempo – con motivo del aniversario de su nacimiento - prometí volver sobre el marqués de la Victoria con más extensión, como se merece, y hoy me decido a ello. Está considerado Don José Navarro como el más polifacético de los marinos españoles del siglo XVIII y el más apasionado valedor del Cuerpo de Infantería de Marina. Procedía de una estirpe de militares. Su abuelo había sido capitán de infantería y su padre murió siendo capitán de una compañía del Tercio de la Mar Océano.

Nació en la ciudad de Mesina el 30 de noviembre de 1687. En 1695, a los 8 años (1), obtiene plaza en una compañía del Tercio de Nápoles Fijo de su Real Armada (2), diferente de otro de infantería española de parecida denominación, el Tercio Nuevo de Nápoles donde había servido su padre. El Tercio Fijo era el heredero de 4 compañías que embarcaron para Lepanto y permanecieron en la Armada. En 1698, pasa al Tercio del Mar de Nápoles que se hallaba por aquellos tiempos guarneciendo el Milanesado (3) y, a pesar de su corta edad, ya se dedicaba al estudio de las Humanidades, Filosofía y sobretodo Matemáticas. Muere el rey Carlos II sin heredero y surge la Guerra de Sucesión y Navarro asiste a no pocas acciones y “ si bien de apenas 19 años, su pericia, en la arquitectura militar era notoria para los jefes de aquel ejército y plaza ”. Ni las campañas ni el cautiverio – cayó varias veces prisionero - le impidieron continuar con sus estudios mostrando grandes habilidades en el dibujo que ejercía como un verdadero artista. Al finalizar la Guerra de Sucesión contrajo matrimonio y se le confirmó la propiedad del mando de su compañía de granaderos.

Al finalizar el reinado de Carlos II el estado de la Armada española era tan lamentable que Vargas Ponce (biógrafo de Navarro) expone lo que era el poder naval “ … consistía en diez/quince navíos, cuatro de línea y el resto de poco porte y tan podridos que apenas podían resistir el fuego de sus propios cañones”. Fue cuando Alberoni, secundado por Patiño, en un período de tiempo que asombra por su brevedad lograron ver en la mar una excelente flota. Como es natural, comprendieron que no bastaba con poseer los buques, si no hay una organización que vele por su sostenimiento y unos hombres capaces de tripularlos. Se construyó la factoría de La Carraca, para la construcción de los navíos, a la que siguieron los astilleros de Ferrol (La Graña) y después el arsenal de Cartagena. Se crearon los batallones de Marina y la Compañía de Guardias Marinas a fin de disponer de oficiales profesionales. El regimiento del Mar de Nápoles se convirtió en Batallones de Marina y uno de sus capitanes D. Juan José Navarro fue elegido como primer alférez de la compañía de Guardias Marinas. Así entra en la Armada el que un día habrá de ser capitán general.

El motivo que movió a Patiño a tal designación era su extraordinaria preparación : eminente matemático, experto en Geometría (quizá el único en España según afirma Vargas Ponce), experto dibujante, dominaba el francés, italiano, holandés y latín … y para adornar estos conocimientos gozaba de ingenio, don de gentes, corrección , sociabilidad, simpático e, incluso, era un experto bailarín (4)

:arrow: En el año 1729 los reyes (Don Felipe y Doña Isabel) visitaron las obras de La Carraca, vieron botar el navío “Hércules” - primero construido en sus astilleros - , contemplaron la llegada de una flota de galeones y visitaron, también, el establecimiento de los guardiamarinas. Y allí, al demostrar éstos sus conocimientos, y entre ellos el baile (4), se hizo notable la destreza en la danza del alférez Navarro, todavía galán, aunque de 42 años cumplidos. Admiraron los reyes al hábil bailarín, y se enteraron de sus dotes, servicios y cualidades, tomándole una gran simpatía que siempre mantuvieron.

No es mi intención relatar los méritos militares y científicos de Navarro – que no cabrían en esta página - sino su relación con el Cuerpo en el que había servido y que jamás olvidó. Solo valgan de sus hechos unas pinceladas. En la escuadra que sale para la conquista de Cerdeña, y al frente de 100 guardiamarinas, va por primera vez en una empresa naval; manda el “Castilla” en la expedición contra Orán… El 22 de febrero de 1744 - en todo su apogeo la guerra de sucesión - la escuadra española estaba mandada por el jefe de Escuadra don Juan José Navarro, cuando se desarrolló el combate del Cabo Sicié contra la escuadra del almirante inglés Matthews. La escuadra franco-española partió de Tolón donde estaba bloqueada. La agrupación española algo rezagada tuvo que combatir sola contra la inglesa a la causó tanto daño que cuando los franceses viraron para intervenir, a los navíos ingleses no les quedó otra solución que retirarse. La corte española concedió a Navarro, que ya era sin duda el jefe de escuadra más prestigioso, el título de marqués de la Victoria..

:arrow: “El marqués de la Victoria parece ser conocido por su triunfo en Cabo Sicié; y con ser este un acontecimiento verdaderamente señalado en la historia naval de España, y legítimo timbre de gloria para el almirante de los quince navíos que lograron rechazar a la superior escuadra rival, gracias precisamente a la conducción que Navarro supo dar al combate… pueden equipararse a sus trabajos científicos y sus obras sobre la Marina, que le sitúan a la altura de otro sabios como Jorge Juan y Antonio de Ulloa…”(6).

De manera que aunque careciese de méritos puramente militares, su figura sería siendo colosal. Su obra científica es impresionante - y sin embargo poco conocida -. Sin ánimo de ser exhaustivo se pueden mencionar entre sus obras : “Evoluciones Navales”; “Teoría y Práctica de la Maniobra”;Traducción de los diccionarios de Marina francés y holandés; “El capitán de navío de guerra instruido en las ciencias y obligaciones de su empleo”; “Plan de Ordenanzas militares de Marina”;”Geografía nueva y método breve y fácil para aprehenderla”; “Vocabulario para el perfecto uso las voces y manejo de las maniobras en los navíos del Rey”…”Album del marqués de la Victoria” con 133 láminas perfectas sobre la construcción naval y … muchas obras más.

Pero, a pesar de todo eso, la vinculación de don Juan José Navarro a la infantería de marina, a la que perteneció, no se circunscribe a sus años mozos - vividos en la intensidad de su formación profesional - ni a las vicisitudes de la Guerra de Sucesión - en sus escenarios españoles e italianos - ni termina con su nombramiento como alférez de la Real Compañía de Guardia Marinas. Soldado de marina, su paso definitivo al Cuerpo de mando de la Armada no supondrá el olvido de su origen, ni el cese de su preocupación por una institución que siempre consideró imprescindible y a la que - desde los altos empleos a los que sus merecimientos le llevaron - supo servir, asesorando al mando o impartiendo sus propias ordenes.

En el año 1717 – creación de los Batallones de Marina – Don Juan José tiene 30 años y había combatido en cuatro batallas, en siete sitios y cuarenta acciones y había caído tres veces prisionero. Está, ahora, dedicado a la formación de los nuevos cadetes de la Armada, pero el interés por su antiguo Cuerpo no se perderá en su nueva etapa, sino que permanecerá vivo como se muestra en sus actuaciones afirmando :
:arrow: “ Ninguna cosa es más importante, más útil y más necesaria que la infantería en los navíos armados en guerra; pues es ella que contiene en disciplina y obediencia a todo un equipage”.

Su concepto del Cuerpo de infantería de marina es tan alto que procurará reducir las competencias y la marinería a bordo… La tropa reglada, tanto de Batallones como de Brigadas de Artillería, debidamente adiestrada, compartía las faenas generales y el atender con exclusividad al fuego de cañón… Su atención a la tropa de Marina se hace patente cuando - en 1750 como comandante general del departamento de Cádiz y director general de la Armada - están a él subordinados los Batallones con su comandante general. En 1753 el Cuerpo tenía ocho batallones, insuficientes en opinión repetida del ya marqués de la Victoria, lo que obligaba en numerosas ocasiones a embarcar tropas de tierra, con los inconvenientes que ello suponía, y que expone al rey en un escrito que ya hemos mencionado en el post escrito con motivo del aniversario de su nacimiento.

En otro memorial al rey muestra su conocimiento del entrenamiento de la tropa de Marina y señala sus deficiencias en armamento… Contrario al sistema habitual de levas propone un curioso método de captación que permite una selección de personal voluntario mediante una oferta digna indicando que tanto para la casa real – por razones de prestigio - como para soldados de Marina – en razón a su doble cometido -:

:arrow: “se debían escoger los más gallardos y robustos, no importando en su opinión que los destinados al Ejército fueran de menor talla, ya que había regimientos en Francia muy distinguidos a pesar de la pequeña estatura de la tropa”. En 1769 conseguirá que se destinen a Batallones a reclutas que no pasaran de los 35 años, que fuesen ágiles y robustos, carentes de delitos y conductas deshonestas, y de al menos 5 pies de altura (algo menos de 1,40 m. No, no, no es una errata, repito : 1,40m).

Preocupado por el bienestar de la tropa pide que se vuelva a imponer el antiguo sistema de ventajas… y a propuesta suya se concede en 1769 a los sargentos primeros, cabos, tambores y soldados un sustancial aumento de 8 reales y 8 maravedíes por mes… Clamó siempre porque se creasen casas de inválidos, aprovechando edificios oficiales en desuso, lo que se conseguirá por Decreto de 30 de abril de 1767. Y, en fin, fue uno de los mayores defensores de la antigüedad del Cuerpo para lo que elevó una razonada propuesta al rey reclamando la antigüedad de 1537…

Don Juan José Navarro, marqués de la Victoria, que falleció en 1772 siendo capitán general de la Armada - y mereció la gloria de ser enterrado en el Panteón de Marinos Ilustres - constituye hoy en día el más completo defensor del Cuerpo y, por tanto, merece el reconocimiento de todos los infantes de marina

Notas y referencias:
1.- A finales del reinado de Carlos II se introduce, en el ejército español, la costumbre francesa de educar para oficiales - desde muy pequeños - a los hijos de familias “castrenses” en las propias compañías en las que luego habrían de servir antes de cumplir los 18 años ( edad mínima para sentar plaza como soldado).
2.-La elección de la unidad se debió probablemente a que el Tercio del Mar, donde militaba desde el año anterior ,se encontraba con base provisional en el Milanesado. La nobleza de su madre, los méritos de su abuelo - que sirvió en la milicia 51 años y 7 fue veterano de varias campañas donde había perdido un brazo - y los 17 cumplidos por su padre, le bastaron para entrar a servicio del rey.
3.- Por un informe que había remitido al rey Carlos II sabemos que su Tercio estaba dedicado, antes de su asignación defensiva de las fronteras septentrionales italianas, a misiones marítimas y de protección de costas .Hasta 1695 no se tienen noticias de Navarro; en ese año sienta plaza en el Tercio Fijo , embarcando por turno de las compañías en las galeras del Reino, primer contacto de Navarro con la Armada y con el mar a través de una unidad de infantería de marina.
4.- The military experience in the age of reason. Christopher Duffy. Wordsworth Editions. “Los cadetes europeos de la época tenían en su plan de estudios : el francés, geografía, historia matemáticas y geometría… y la danza que “ es muy necesaria para una persona de buena educación y para un oficial… la hace indispensable en fiestas cuando se relaja en sus horas libres…”
5.- La infantería de Marina española . Historia y Fuentes. Hugo de O’Ddonnell y Duque de Estrada.
6.- Don Juan José Navarro Marqués de la Victoria. Ignacio de Oyarzabal. Revista General de Marina. Biblioteca de Camarote.
7.- Historia de la infantería de Marina. General de IM Rivas Fabal.


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PARCHES Y EMBLEMAS DE LA INFANTERIA DE MARINA

Mensaje por zapador.ea »

Hola Infantes. Os dejo una dirección web, para que podais ver mi colección de parches de la I.M., en total son 104 unidades.
Espero que os guste, y si por algún casual teneis alguno que yo no tengo y quereis cambierlo, donarlo o venderlo, no dudeis en poneros en contacto conmigo. Gracias.
Espero que os guste.

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La Escuela de Guardiamarinas.

Mensaje por AFOCES »

Epoca del Marqués de la Victoria.

El trabajo anterior fue dedicado al Marqués de la Victoria (1687-1772) – gran valedor del Cuerpo - y en el se han relatado, sucintamente, acontecimientos muy importantes tales como el estado de la Marina española, la creación de la Escuela de Guardiamarinas y de los Batallones de Marina. Ahora que Don Juan José Navarro (1) y su tiempo nos son un poco familiares podemos entrar en ellos con más calma.

La creación de la Academia de Guardiamarinas fue un acontecimiento muy importante ya que proporcionó, a la Armada, los oficiales tanto para el mando de buques como para el de las unidades de los Batallones de Marina – pues eran los mismos, “oficiales de mar y guerra”, y me interesa repetirlo para que se pueda comprender, sin extrañeza, como los mandos de las unidades de infantería de marina, con designaciones y distintivos navales, van a luchar por mar y por tierra con tanto valor y pericia -.

En el año 1717 se creó la Academia de Guardiamarinas aunque en su origen los alumnos fueron llamados Cadetes. La primera promoción constituida por 129 alumnos embarcó, en el año 1718, en varios navíos de la Armada para lo que hoy denominamos prácticas de embarque Durísimos eran aquellos tiempos y, para darnos una idea de lo que significaba ser marino, podemos decir que los 129 guardiamarinas terminaron de la siguiente manera: pasaron al Cuerpo de oficiales (General de la Armada) : 56; muertos en combate o a resultas de las heridas :9; ahogados :5; fallecidos de muerte natural :7; dados de baja : 26 y dados de baja por pasar al Ejército de Tierra :26. Es decir 73 (más del 60%) se quedaron sin llegar a oficial de mar y guerra. De aquellos morirían 21 por diferentes causas lo que refleja la dureza del servicio.

Los aspirantes a la compañía de Guardiamarinas procedían de las clases aristocráticas o hidalgas y se exigían, además, unas ciertas condiciones físicas y unas pruebas de suficiencia científica. Los Guardiamarinas eran muy jóvenes 12/20 años - aunque por RO de 1783 se reguló la edad desde los 16 a los 18 - . Después de los estudios pertinentes embarcaban para realizar prácticas y, para ascender a oficial, tenían que pasar una prueba que caso de suspender varias veces, el aspirante, era expulsado de la Armada. Los aspirantes sin condición de nobles solo podían alcanzar el empleo de alférez de fragata aunque, por expreso nombramiento del Rey, podían ascender por méritos de guerra. Había otros modos de entrar en la Armada por “méritos de Corso” o “los aventureros”. El “aventurero” prestaba servicio como meritorio, sin encuadrarse en las Compañías ni cobrar paga alguna. Vivía sometido a un régimen académico embarcando sin graduación ni paga y, cuando se consideraba preparado, se presentaba a examen para alcanzar el primer grado militar (alférez de fragata). También podía conseguirlo por méritos en campaña.

:arrow: “Los “aventureros” además de no cobrar no tenían uniforme, pero sí tenían alguna gratificación para la mesa, y alternaban con los guardiamarinas. En 1830 se abolió esta categoría. Santiago Liniers era un oficial francés, de un regimiento de tierra, que sacrificó su cargo por alistarse como aventurero en la Real Armada española, y que tras su buena actuación, en el ataque a Argel en 1775 a bordo del navío "San José", pudo entrar en las academias de guardiamarinas”.

Normalmente en la academia de guardiamarinas sólo podían formarse españoles, aunque hubo notables excepciones y se formaron, por ejemplo, oficiales rusos, - gracias a la amistad del zar de Rusia con los reyes españoles - y es que la enseñanza naval española gozaba de gran prestigio. Hubo extranjeros sirviendo en la Armada, y no sólo entre la oficialidad sino, también, entre la marinería y la tropa. Por RO del año 1754, se permitía la admisión de extranjeros en los Batallones del Cuerpo de Infantería de Marina; doce por compañía “con la condición de que fuesen católicos, tuviesen la robustez y la talla necesaria, y de que no se destinasen a las posesiones de América, sin contar antes con un año de servicio”.

Referencias:

1.- En este día – 5 de Febrero - del año 1772, fallecía en San Fernando, el capitán General de la Armada, Marqués de la Victoria, Don Juan José Navarro. Contó 76 años de servicios militares, mereció la confianza de 5 Reyes y se halló en 50 batallas. Fue insigne infante de marina, ingresando a los 8 años en el Tercio de Nápoles y a los 16 era alférez. Fue elegido primer alférez de la Compañía de Guardiamarinas y pasó a la Armada. Pero siempre mantuvo un gran amor al Cuerpo del que fue su mejor valedor.
2.- Manuales u Estudios: 1.- Fundamental y base de este trabajo : "La Armada y la Enseñanza Naval (1700-1840) en sus Documentos. Aproximación a las Reales Ordenanzas reguladoras, desde una perspectiva jurídico-administrativa y pedagógica". Don Miguel Alía Plana.2.- .- Historia de la infantería de marina.. R. Rodriguez Delgado. 1927. 3.- Historia de la infantería de marina. Rivas Fabal. 4.- Cesáreo Fernández Duro. Armada Española.


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Los Batallones de Marina (Epoca marqués de la Victoria)

Mensaje por AFOCES »

La dotación de un barco de la Real Armada estaba formada por la tripulación y la guarnición. La guarnición era la unidad o grupo de Infantería de Marina y de las brigadas de artillería que realizaban los servicios de armas y constituían la fuerza de desembarco y, eran también, la fuerza en la que se apoyaban los oficiales para administrar y mantener la disciplina a bordo. En una fragata de 36 cañones, y en tiempo de paz, embarcaban unos 50 soldados de infantería de marina; en un navío de 74 cañones de 100 a 120 soldados de marina (una compañía) y unos 200 en un buque de tres puentes - en tiempo de guerra el número era casi el doble -. Por ejemplo la fragata de S.M. Astrea de 36 cañones, en 1771, tenía como guarnición 2 sargentos, 1 tambor, 2 cabos y 42 soldados, de infantería de batallones de marina, más 1 condestable, 1 cabo y 6 artilleros de las brigadas de artillería de marina, que hacían un total de 55 hombres.

:arrow: :arrow: La escuadra de galeras del Mediterráneo quedó suprimida en 1748 “El antagonismo entre esta marina y la de naos, dejó de existir, con la supresión de una flota, que ofrecía el notable contraste de albergar juntas, en reducido espacio, a la nobleza de España y a la espuma de las prisiones del reino; a los Grandes y a los delincuentes de peor especie; a los titulados y a la chusma; a los caballeros vestidos de terciopelo y raso, adornados con plumas, brillantes y cadenas de oro, y a los remeros : hombres rapados y desnudos de cintura arriba, unidos por cadenas férreas; a los que se regalaban con manjares servidos en vajilla de plata y a los que se alimentaban todo el año con bazofia de habas” (6)

La Infantería de Marina llegó a tener hasta 12 batallones (1) en la época de su mayor apogeo, en 1786, con más de 12.000 hombres, a los que se añadieron unidades del Ejército para ser utilizados como infantería de marina, ya que la cantidad de infantes requeridos en tiempo de guerra para guarnecer tantos buques de la Armada (2) hicieron recurrir al Ejército para este cometido. Algo que por otra parte era normal en todas las marinas de la época. Hoy en día varios regimientos del Ejército de tierra lucen símbolos como anclas en sus escudos como muestra de este pasado marino. Las Ordenanzas Navales de 1748 incluían esta posibilidad:

:arrow: :arrow: Si se destinare regimiento o batallón entero del Ejército a servir en la Armada, en sus bajeles o arsenales, desde el día en que tome posesión de este destino hasta en el que cese, dependerá de la Jurisdicción de Marina, del mismo modo que depende de la del Ejército la tropa de Marina empleada fuera de las capitales de los Departamentos. Y tambien: “Si alguna vez se destinare tropa del Ejército a guarnecer bajeles de guerra quedará sujeto a la Jurisdicción de Marina como si fuera de ella”.

Los infantes de marina comprendían fusileros y granaderos, los primeros eran los más habituales y numerosos y daban el poder de fuego con sus mosquetes en los abordajes y combates navales. Los granaderos eran la fuerza de "élite" dentro de la infantería de marina y solían constituirse con los hombres más altos y “arrojados”, ya que su misión era lanzar granadas o bombas al buque contrario, lo cual tenían que realizar exponiéndose más que el resto. El típico gorro de piel de los granaderos es debido a este tipo de misión, ya que para lanzar sus proyectiles era mejor tener un gorro sin "alas" como los tricornios, bicornios o chisteras de los fusileros, que no entorpecieran el cometido. Por una Real Orden del año 1.776, se establecían las Compañías de Granaderos (1) en el Cuerpo de Batallones de Infantería de Marina, sacando de cada una de las seis Compañías que formaban el Batallón, once soldados escogidos y un cabo, además de dos Sargentos y un tambor por Batallón.

Los infantes de marina embarcados - que portaban, además de su reglamentario mosquete, un sable corto - eran soldados y así se sentían, pero podían ser requeridos también para trabajos más acordes con la gente de mar. Una de las tareas que se les solía encomendar era el manejo del cabrestante, que con mala mar y halando del cable del ancla era una de las maniobras más pesadas y que podía necesitar a varios centenares de hombres. Los sirvientes de los cañones eran de tropa de artillería pero, cuando era necesario, la infantería de marina también se ocupó de servir las piezas, algo que no agradaba a sus mandos ya que mermaba efectivos para dar cobertura de mosquetería en cubierta y para rechazar o preparar un abordaje. Las ordenanzas decían al respecto:
:arrow: :arrow: "Ayudará la tropa a la pronta ejecución de las maniobras con el trabajo material de halar, sobre cubiertas por los cabos de labor que fuere menester y virar por los cabrestantes... se empleará también en las bombas de achique y generalmente en desarbolos y otras urgencias, deberá trabajar en todo aquello que pueda ser útil a la mayor seguridad y presteza de las maniobras, sin exigirse por esto que se ocupen en lo peculiar del oficio marinero".

:arrow: :arrow: "Si alcanzase para ello el número de Artilleros de Brigada, no contados los que han de emplearse en pañoles, se destinará uno a cada cañón, para que le gobierne como Cabo, y él de Mar se colocará a su izquierda, para remplazarle si falta o es llamado a otra atención".

Notas y Referencias:

1.- Cada batallón constaba de 600 hombres y cada compañía de 10 sargentos , 16 cabos, un tambor, un pífano y 72 soldados, con un capitán y un teniente.. Los soldados se instruían en el servicio de granaderos para que “ siempre que llegue el caso de entrar en guarnición o hacer el servicio en tierra, se deberán escoger de cada compañía 6 soldados que hagan el servicio de tales granaderos, de forma que cada batallón forme una compañía de 36 soldados, y además dos sargentos, los más aptos del batallón y un tambor. Esta compañía será mandada por el capitán y teniente más antiguo del batallón…”(4).
2.- En 1732 se eleva el efectivo de las compañías a 120 hombres y en 1734 se aumentan 2 batallones, teniendo los seis - embarcados y presentes – en el mes de julio la fuerza siguiente : navíos del Mediterráneo : 1828; bajeles de América: 285; buques armados en la bahía de Cádiz : 1740 y presentes :266.(4).
3.- "La Armada y la Enseñanza Naval (1700-1840) en sus Documentos. Aproximación a las Reales Ordenanzas reguladoras, desde una perspectiva jurídico-administrativa y pedagógica". Don Miguel Alía Plana (.Fundamental y base de este trabajo)
4.- .- Historia de la infantería de marina.. R. Rodriguez Delgado. 1927.
5.- Historia de la infantería de marina. Rivas Fabal.
6.- Cesáreo Fernández Duro. Armada Española.


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