Marzo de 1941, cielos de Zaragoza
El Tifón orbitaba a unos 12000m de altitud en medio de una noche cerrada y tiempo nublado. Era una de esas noches en las que uno apreciaba quedarse en la cama bajo un juego de mantas bien gordas.
Con el sistema IRST activado, las luces de posición apagadas y empleando el radar en pulsos cada 15 segundos el comandante Pintado permanecía en silencio total de radio como había sido ordenado. Nada aparecía en sus pantallas ni se veía gran cosa fuera de la cabina mas allá de algún rayo a lo lejos...hasta que empezó a registrar ecos lejanos.
En menos de 30 segundos, sus pantallas reflejaban hasta 10 trazas que llevaban rumbo este a unos 300nudos....altitud 5000m, 75km de distancia. Pintado mantuvo rumbo y velocidad iluminando los blancos que iban acercando hacia su posición, unos 7000m por debajo sin romper el silencio de radio, observando la fuerza de ocho aparatos que aparecían por su pantalla en rumbo noroeste, ascendiendo de 4500m a 6000m y acelerando a 360nudos, fueron cerrando distancias con los diez blancos originales antes de romper en parejas y hacer una maniobra de pinza.
Al poco tiempo comenzó a oírse por radio "Enganche" de forma repetida para dar señal de fuego producido con los misiles aire aire que los interceptores llevaban montados. Una segunda pasada desde las seis de los bandidos que quedaban acabo con otro coro de "Enganche" que concluyo con la operación.
Desde las alturas, Pintado rompió el silencio de radio. "Ojo mágico a control, ejercicio completado. Volvemos a la base".
Mientras los aparatos rompían para volver a la base, los datos del ejercicio iban siendo transmitidos a la base de Zaragoza para su análisis. Antes de que la flota de 18 Halcones tomara tierra allí, y al tiempo que el Tifón se posaba en Madrid, los resultados preliminares estaban listos.
Los datalink de los Halcones habían funcionado a la perfección permitiendo compartir los datos de los sensores del Tifón con toda la flota de forma clara y eficiente, permitiendo la representación en la pantalla LCD de la cabina guiar a los pilotos hacia sus blancos. La simulación de enfrentamiento se había completado con la prueba de las gafas de visión nocturna que demostraron su eficacia para poder realizar blanco efectivo a cañón. El nuevo sistema de armas funcionaba.
No lejos de allí, de vuelta hacia la base de Torrejón, la pareja de pilotos de los Águilas se alegraba del resultado del ejercicio de tiro sobre el polígono de las Bardenas Reales. Habían lanzado bombas tontas, disparado cohetes, y acabado el ejercicio disparando dos bombas guiadas por laser de 250kg cada uno.
No solo la estabilidad de la plataforma era soberbia, sino que el pod designador laser de Tecnobit y los sistemas de guiado de Expal habían demostrado estar a la altura.
LA FRACTURA
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Urbano Calleja
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"Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado". Arturo Pérez-Reverte
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Domper
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LA FRACTURA
El 4 de abril de 1941 un estilizado avión recorrió la pista del aeropuerto de San Pablo y se elevó ágilmente.
Para el público presente en la terminal no se trataba sino otro de la pareja de F-5B que hacía sus pruebas en las instalaciones de C.A.S.A. No les prestaron mayor atención, y siguieron vigilando sus equipajes; pues aunque el mundo seguía en guerra, la escasez de petróleo ya no atenazaba a España, y se habían reiniciado los vuelos de línea a Canarias. Miles de españoles deseaban pasar lo que sabían que iba a ser una fría Semana Santa; los registros históricos apuntaban a que el tiempo iba a ser malo, y tanto las imágenes de los satélites como las observaciones meteorológicas dejaban pocas dudas.
Pero otros observadores, al ver como el aparato pintado de gris se elevaba, emitieron un suspiro de alivio, se dieron las manos y se palmearon las espaldas. Porque el aparato no era un F-5 sino el prototipo del C.A.S.A. C-19 Flecha.
El aparato apenas se diferenciaba de los F-5B originales. No porque los ingenieros no propusiesen mejoras: los cincuenta años de desarrollo aeronáutico desde que el F-5 volase por primera vez no habían pasado en balde. De la misma manera, los técnicos de ITP habían hecho todo tipo de sugerencias para que el ITP J3, la copia del General Electric J85, fuese más potente, más económico y más fiable. Al fin y al cabo ITP albergaba algunas de las mayores instalaciones de desarrollo y construcción de reactores en la Europa pre Fractura, y aunque no construían motores completos, lo hacían con algunos de los componentes sujetos a mayor estrés térmico. Para ITP mejorar un motor de cincuenta años antes había sido un juego de niños.
Pero las instrucciones del Ministerio de Defensa habían sido draconianas. Si algo faltaba tras la Fractura, era tiempo. La operatividad de los aviones de combate —Typhoon, F-18 y Harrier— era cada vez menor por falta de repuestos, y aunque los aviones de línea modificados estuviesen efectuando parte de sus misiones, como el reconocimiento aéreo e incluso el bombardeo con armas guiadas, la situación internacional era cada vez más tensa y se temía que el ataque alemán fuese inminente. Tras la derrota italiana en Libia que había puesto en manos inglesas los yacimientos petrolíferos de Libia, Hitler había comprendido que su esperanza de victoria pasaba por el Mediterráneo, lo que implicaba atacar a España y a sus tesoros tecnológicos.
Faltando tiempo, la única alternativa era la copia pura y simple. Solo se habían autorizado cambios para sustituir componentes que ya no se producían, tanto en el motor como en el avión: por ejemplo, la instrumentación era completamente digital. Algunas pequeñas modificaciones permitirían acelerar la producción. Pero en lo demás tanto aviones como motores eran semejantes, tornillo a tornillo, a los originales.
La urgencia había obligado a tomar decisiones antieconómicas. Así los primeros ejemplares del J3-0 (ejemplares de preserie del avión) requerían miles de horas de trabajo. Se había trabajado en tres turnos en los prototipos y se había contratado a un enorme número de ingenieros, muchos de ellos procedentes del extranjero pre Fractura (aparecidos en Guinea Ecuatorial). Además se había decidido correr un riesgo tecnológico importante: se había iniciado la producción en serie tanto del motor como del avión; el espectro de los Alcotán y Halcón desguazados por falta de motores se cernía sobre la factoría sevillana; pero tras consultar con el Ministerio, se decidió que la urgencia compensaba el riesgo: si se equivocaban, lo único que se perdería sería dinero. Por ello en la gran nave de San Pablo ya había media docena de células de la versión biplaza (B) y ocho de la monoplaza (A), en estados más o menos avanzados de finalización. Tras el vuelo de la primera unidad, que solo presentó problemas menores, se autorizó la producción de un centenar de Flecha A monoplazas y cuarenta Flecha B. Se esperaba que estos aparatos complementasen las plantillas del Ejército del Aire, mientras se finalizaba el desarrollo del mucho más avanzado Flecha C. Posteriormente serían cedidos a las fuerzas aéreas de países aliados.
En la nave de C.A.S.A. también estaba el prototipo del futuro C-19C, que incluía todas esas mejoras que no se iban a poder incorporar en la versión inicial de producción, y que se esperaba lo convirtiesen en un aparato intermedio entre el F-5 y el F-18: con un tamaño un 20% superior y motores J-33-4 mejorados, se diferenciaba de la versión inicial sobre todo en la deriva doble que mejoraría la estabilidad con elevados ángulos de ataque. También incorporaba otras características como una cabina sobrelevada con mayor visibilidad, extensiones del borde de ataque del ala, un radomo para un radar de intercepción aérea que le permitiría operar con misiles BVR, y una gran proporción de materiales compuestos. Se esperaba que el prototipo volase en unos meses, pero probablemente la producción en serie aun se demoraría bastantes meses; mientras tendrían que ser los Flecha A y B los que cubriesen el hueco.
Para el público presente en la terminal no se trataba sino otro de la pareja de F-5B que hacía sus pruebas en las instalaciones de C.A.S.A. No les prestaron mayor atención, y siguieron vigilando sus equipajes; pues aunque el mundo seguía en guerra, la escasez de petróleo ya no atenazaba a España, y se habían reiniciado los vuelos de línea a Canarias. Miles de españoles deseaban pasar lo que sabían que iba a ser una fría Semana Santa; los registros históricos apuntaban a que el tiempo iba a ser malo, y tanto las imágenes de los satélites como las observaciones meteorológicas dejaban pocas dudas.
Pero otros observadores, al ver como el aparato pintado de gris se elevaba, emitieron un suspiro de alivio, se dieron las manos y se palmearon las espaldas. Porque el aparato no era un F-5 sino el prototipo del C.A.S.A. C-19 Flecha.
El aparato apenas se diferenciaba de los F-5B originales. No porque los ingenieros no propusiesen mejoras: los cincuenta años de desarrollo aeronáutico desde que el F-5 volase por primera vez no habían pasado en balde. De la misma manera, los técnicos de ITP habían hecho todo tipo de sugerencias para que el ITP J3, la copia del General Electric J85, fuese más potente, más económico y más fiable. Al fin y al cabo ITP albergaba algunas de las mayores instalaciones de desarrollo y construcción de reactores en la Europa pre Fractura, y aunque no construían motores completos, lo hacían con algunos de los componentes sujetos a mayor estrés térmico. Para ITP mejorar un motor de cincuenta años antes había sido un juego de niños.
Pero las instrucciones del Ministerio de Defensa habían sido draconianas. Si algo faltaba tras la Fractura, era tiempo. La operatividad de los aviones de combate —Typhoon, F-18 y Harrier— era cada vez menor por falta de repuestos, y aunque los aviones de línea modificados estuviesen efectuando parte de sus misiones, como el reconocimiento aéreo e incluso el bombardeo con armas guiadas, la situación internacional era cada vez más tensa y se temía que el ataque alemán fuese inminente. Tras la derrota italiana en Libia que había puesto en manos inglesas los yacimientos petrolíferos de Libia, Hitler había comprendido que su esperanza de victoria pasaba por el Mediterráneo, lo que implicaba atacar a España y a sus tesoros tecnológicos.
Faltando tiempo, la única alternativa era la copia pura y simple. Solo se habían autorizado cambios para sustituir componentes que ya no se producían, tanto en el motor como en el avión: por ejemplo, la instrumentación era completamente digital. Algunas pequeñas modificaciones permitirían acelerar la producción. Pero en lo demás tanto aviones como motores eran semejantes, tornillo a tornillo, a los originales.
La urgencia había obligado a tomar decisiones antieconómicas. Así los primeros ejemplares del J3-0 (ejemplares de preserie del avión) requerían miles de horas de trabajo. Se había trabajado en tres turnos en los prototipos y se había contratado a un enorme número de ingenieros, muchos de ellos procedentes del extranjero pre Fractura (aparecidos en Guinea Ecuatorial). Además se había decidido correr un riesgo tecnológico importante: se había iniciado la producción en serie tanto del motor como del avión; el espectro de los Alcotán y Halcón desguazados por falta de motores se cernía sobre la factoría sevillana; pero tras consultar con el Ministerio, se decidió que la urgencia compensaba el riesgo: si se equivocaban, lo único que se perdería sería dinero. Por ello en la gran nave de San Pablo ya había media docena de células de la versión biplaza (B) y ocho de la monoplaza (A), en estados más o menos avanzados de finalización. Tras el vuelo de la primera unidad, que solo presentó problemas menores, se autorizó la producción de un centenar de Flecha A monoplazas y cuarenta Flecha B. Se esperaba que estos aparatos complementasen las plantillas del Ejército del Aire, mientras se finalizaba el desarrollo del mucho más avanzado Flecha C. Posteriormente serían cedidos a las fuerzas aéreas de países aliados.
En la nave de C.A.S.A. también estaba el prototipo del futuro C-19C, que incluía todas esas mejoras que no se iban a poder incorporar en la versión inicial de producción, y que se esperaba lo convirtiesen en un aparato intermedio entre el F-5 y el F-18: con un tamaño un 20% superior y motores J-33-4 mejorados, se diferenciaba de la versión inicial sobre todo en la deriva doble que mejoraría la estabilidad con elevados ángulos de ataque. También incorporaba otras características como una cabina sobrelevada con mayor visibilidad, extensiones del borde de ataque del ala, un radomo para un radar de intercepción aérea que le permitiría operar con misiles BVR, y una gran proporción de materiales compuestos. Se esperaba que el prototipo volase en unos meses, pero probablemente la producción en serie aun se demoraría bastantes meses; mientras tendrían que ser los Flecha A y B los que cubriesen el hueco.
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urquhart
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LA FRACTURA
LISBOA, ABRIL DE 1941
Pedro Jarowsky había tomado la que el creía decisión acertada... una decisión a la que había movido su historia personal. Su abuelo, era un reputado músico de Cracovia, movilizado en 1939 para hacer frente a la barbarie nazi. Capturado e internado en un campo de prisioneros de guerra en las cercanías de la nueva frontera ruso alemana, logró huir hacia Occidente vía Rumanía y Grecia; pero al contrario que otros evadidos polacos, no se dirigió a Francia pra unirse a las fuerzas del General Sikorkski, que luego pasarían a Reino Unido, o al Levante francés, donde se formó la Brigada de Cazadores Carpatos (1), base de la Brigada Polaca que combatiría en Tobruq.
El abuelo Jarowsky decidió dirigirse a la Argentina, donde prosperaba una importante colonia polaca, tanto católica como judía. Allí conocería a su mujer, otra polaca de la diaspora, con la que tendría un hijo, Javier, que se forjaría una importante carrera como productor musical.
Javier, casado con una reconocida música folk, Alicia, frecuentaría los círculos izquierdistas de la Argentina del tardoperonismo. Perseguido por los golpistas de 1976, Javier y Alicia buscaron refugio en una España que acababa de despertar en una aparente frágil democracia; pero donde sus negocios musicales les habían procurado varios contactos. La legislación vigente, paradojicamente franquista; permitió que Alicia obtuviera fácilmente el pasaporte español, como hija de españoles; y Javier la nacionalidad por matrimonio.
Corría el año 1978. En 1979, nacía Pedro. Continuador de la empresa familiar de representación artística, la caida de los régimenes pro soviéticos a partir de 1989, había ofrecido a los Jarowsky la oportunidad de hacerse con varias representaciones de artistas polacos; esencialmente músicos de orquetas filarmónicas y de Cámara. Con la entrada en la Unión Europea, la agencia crecía, decidiendose a abrir una delegación en Varsovia en 2012.
Los continuos viajes de Javier y Pedro les habían permitido observar como Polonia se transformaba a una velocidad endiablada. Orgullosos de sus raices, los Jarowsky iniciaron los trámites para la adopción de la nacionalidad polaca... sin perder la española.
Con la Fractura, la empresa familiar quebró, ni los artistas españoles actuaban en Polonia, y los polacos simplemente habían desaparecido.
Los fondos familiares, las reservas se agotaban. Con el cambio de año, unos agentes del CNI ofrecieron a Pedro un trabajo en una nueva Agencia, dedicada a mantener relaciones oficiosas con los Gobiernos exiliados en Londres, y a la recluta de expatriados de las naciones ocupadas por Alemania e Italia.
Sin ninguna formación diplomática, militar o de inteligencia, Pedro por contra disponía de un as en la manga para la Inteligencia española... hablaba polaco con fluidez. Y sabía Historia Polaca...
Su primera misión... enlace oficioso entre Madrid y el Gobierno del Presidente Raczkiewicz (2), a la vez que ofrecer a ese gobierno gotas de información acerca de lo que ocurríría, y cierto material para las fuerza polacas en Occidente... a cambio, información de lo que ocurría en Polonia, y el trato dispensado a los Untermenschen por parte de los alemanes.
De paso debía reclutar a Marian Rejewski (3), al servicio de la Inteligencia Polaca en la Francia de Vichy, y especialista en descifrado de mensajes rutinarios entre unidades de la WH estacionadas en Francia. Si lograba su pase a España, como había hecho en 1942, Marian podía instruir a decenas de miembros de la Inteligencia española que debían descifrar el innumerable volumen de información obtenida por los dispositivos instalados en Francia...
(1) https://en.wikipedia.org/wiki/Polish_In ... le_Brigade
(2) https://en.wikipedia.org/wiki/W%C5%82ad ... aczkiewicz
(3) https://en.wikipedia.org/wiki/Marian_Rejewski
PS: La historia de la familia Jarowsky, es cierta. Conozco personalmente al padre y nieto. El abuelo, huyó vía Rumanía en 1939 en dirección a Argentina. Evidentemente no se apellidan así, y aunque sus vidas dan para una novela, a groso modo la historia familiar es cierta. Huir de los nazis, pero también de la dictadura de Pilsidzky, y más tarde de los Junteros Argentinos...
Pedro Jarowsky había tomado la que el creía decisión acertada... una decisión a la que había movido su historia personal. Su abuelo, era un reputado músico de Cracovia, movilizado en 1939 para hacer frente a la barbarie nazi. Capturado e internado en un campo de prisioneros de guerra en las cercanías de la nueva frontera ruso alemana, logró huir hacia Occidente vía Rumanía y Grecia; pero al contrario que otros evadidos polacos, no se dirigió a Francia pra unirse a las fuerzas del General Sikorkski, que luego pasarían a Reino Unido, o al Levante francés, donde se formó la Brigada de Cazadores Carpatos (1), base de la Brigada Polaca que combatiría en Tobruq.
El abuelo Jarowsky decidió dirigirse a la Argentina, donde prosperaba una importante colonia polaca, tanto católica como judía. Allí conocería a su mujer, otra polaca de la diaspora, con la que tendría un hijo, Javier, que se forjaría una importante carrera como productor musical.
Javier, casado con una reconocida música folk, Alicia, frecuentaría los círculos izquierdistas de la Argentina del tardoperonismo. Perseguido por los golpistas de 1976, Javier y Alicia buscaron refugio en una España que acababa de despertar en una aparente frágil democracia; pero donde sus negocios musicales les habían procurado varios contactos. La legislación vigente, paradojicamente franquista; permitió que Alicia obtuviera fácilmente el pasaporte español, como hija de españoles; y Javier la nacionalidad por matrimonio.
Corría el año 1978. En 1979, nacía Pedro. Continuador de la empresa familiar de representación artística, la caida de los régimenes pro soviéticos a partir de 1989, había ofrecido a los Jarowsky la oportunidad de hacerse con varias representaciones de artistas polacos; esencialmente músicos de orquetas filarmónicas y de Cámara. Con la entrada en la Unión Europea, la agencia crecía, decidiendose a abrir una delegación en Varsovia en 2012.
Los continuos viajes de Javier y Pedro les habían permitido observar como Polonia se transformaba a una velocidad endiablada. Orgullosos de sus raices, los Jarowsky iniciaron los trámites para la adopción de la nacionalidad polaca... sin perder la española.
Con la Fractura, la empresa familiar quebró, ni los artistas españoles actuaban en Polonia, y los polacos simplemente habían desaparecido.
Los fondos familiares, las reservas se agotaban. Con el cambio de año, unos agentes del CNI ofrecieron a Pedro un trabajo en una nueva Agencia, dedicada a mantener relaciones oficiosas con los Gobiernos exiliados en Londres, y a la recluta de expatriados de las naciones ocupadas por Alemania e Italia.
Sin ninguna formación diplomática, militar o de inteligencia, Pedro por contra disponía de un as en la manga para la Inteligencia española... hablaba polaco con fluidez. Y sabía Historia Polaca...
Su primera misión... enlace oficioso entre Madrid y el Gobierno del Presidente Raczkiewicz (2), a la vez que ofrecer a ese gobierno gotas de información acerca de lo que ocurríría, y cierto material para las fuerza polacas en Occidente... a cambio, información de lo que ocurría en Polonia, y el trato dispensado a los Untermenschen por parte de los alemanes.
De paso debía reclutar a Marian Rejewski (3), al servicio de la Inteligencia Polaca en la Francia de Vichy, y especialista en descifrado de mensajes rutinarios entre unidades de la WH estacionadas en Francia. Si lograba su pase a España, como había hecho en 1942, Marian podía instruir a decenas de miembros de la Inteligencia española que debían descifrar el innumerable volumen de información obtenida por los dispositivos instalados en Francia...
(1) https://en.wikipedia.org/wiki/Polish_In ... le_Brigade
(2) https://en.wikipedia.org/wiki/W%C5%82ad ... aczkiewicz
(3) https://en.wikipedia.org/wiki/Marian_Rejewski
PS: La historia de la familia Jarowsky, es cierta. Conozco personalmente al padre y nieto. El abuelo, huyó vía Rumanía en 1939 en dirección a Argentina. Evidentemente no se apellidan así, y aunque sus vidas dan para una novela, a groso modo la historia familiar es cierta. Huir de los nazis, pero también de la dictadura de Pilsidzky, y más tarde de los Junteros Argentinos...
Tempus Fugit
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Domper
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LA FRACTURA
En respuesta por la demanda del Estado Mayor Imperial sobre el empleo de los cañones sin retroceso de 4,1’ (10,5 cm) de origen español en Marmárica y Cirenaica.
El Cañón Sin Retroceso de 4,1’ es un arma que opera por el principio de acción reacción, de forma paralela al cañón Davis utilizado por el Real Cuerpo Aéreo en el anterior conflicto. Al contrario que el cañón Davis, el retroceso no se compensa disparando un proyectil por la tobera trasera, sino proyectando varios chorros de gas a elevada velocidad. Gracias a la compensación del retroceso el Cañón Sin Retroceso de 4,1’ prescinde del sistema de amortiguación pudiendo utilizar cureñas muy ligeras. El peso total del Cañón Sin Retroceso de 4,1’ es la mitad del cañón antitanque de dos libras en uso por la Artillería Real, y puede ser remolcado por vehículos ligeros, aunque el método habitual de empleo es en vehículos ligeros con un afuste simple.
El Cañón Sin Retroceso de 4,1’ utiliza proyectiles de grandes dimensiones, y el peso de un disparo completo del Cañón Sin Retroceso de 4,1’ equivale al de ocho disparos del cañón de 2 libras, lo que supone un serio inconveniente táctico. El Cañón Sin Retroceso de 4,1’ consume grandes cantidades de propelente lo que supone un serio inconveniente para la producción de la munición. El tamaño y peso de los proyectiles hacen que la cadencia de tiro sea baja, que en combate ha sido de tres o cuatro disparos por minuto incluso por dotaciones entrenadas. Los proyectiles antitanque utilizan el principio de la “carga hueca” que les da gran capacidad destructiva: en combate se ha mostrado capaz de perforar la coraza de todos los tanques del Eje, causando en su interior daños muy graves, causando con frecuencia el incendio o la explosión del tanque. Dado el principio que emplea, la capacidad de sus proyectiles es independiente de la distancia. Son también son muy efectivos contra posiciones fortificadas o los muros de los edificios, comparables al obús de 12,7 cm. Se dispone también de proyectiles especiales muy efectivos contra la infantería al descubierto, que son similares a los botes de metralla que se distribuyen a los cañones antiaéreos de 9,4 cm.
El Cañón Sin Retroceso de 4,1’ al montarse en una cureña ligera puede ser ocultado con facilidad. Sin embargo, debido al método de compensación del retroceso el Cañón Sin Retroceso de 4,1’, se produce un fogonazo de grandes dimensiones por la tobera posterior, que impide su empleo desde lugares cerrados, y que delata la posición del cañón, obligando a cambiar la posición después del disparo, algo que se facilita cuando se emplea montado en vehículos ligeros.
El Cañón Sin Retroceso de 4,1’ utiliza un sistema mixto de puntería, con un visor estadimétrico combinado con un fusil de puntería de 0,5’ que dispara munición trazadora. Con él se ha revelado eficaz contra objetivos estáticos hasta a 1.200 yardas y a 800 yardas en movimiento. Esta distancia es superior al alcance efectivo de los cañones y ametralladoras de los tanques enemigos, salvo el del cañón de 7,5 cm de los tanques tipo cuatro alemanes.
En combate los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ se han utilizado montados en vehículos ligeros “Aníbal” también de origen español. Los Aníbal son resistentes, económicos de mantener y bien adaptado a su empleo en las condiciones extremas del desierto. El empleo de los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ montados en vehículos Aníbal ha multiplicado la potencia de fuego de las patrullas motorizadas, al dotarlas de un arma de similar potencia a la artillería de campaña enemiga, pero con movilidad similar a la de las armas ligeras. En los combates de Fort Capuzzo y de Bardia los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ destruyeron las posiciones italianas facilitando el asalto de los tanques de infantería Matilda. En el combate de Beda Fomm los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ destruyeron los tanques enemigos desde gran distancia, y en el combate de El Agheila destruyeron treinta y cuatro tanques alemanes perdiéndose solo cuatro cañones. Los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ han causado gran impresión al enemigo, que se repliega cuando divisa el característico fogonazo. La infantería cuando es acompañada por los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ adquiere gran confianza al disponer de un arma de acompañamiento que les permite superar cualquier obstáculo.
El Cañón Sin Retroceso de 4,1’ es un arma que opera por el principio de acción reacción, de forma paralela al cañón Davis utilizado por el Real Cuerpo Aéreo en el anterior conflicto. Al contrario que el cañón Davis, el retroceso no se compensa disparando un proyectil por la tobera trasera, sino proyectando varios chorros de gas a elevada velocidad. Gracias a la compensación del retroceso el Cañón Sin Retroceso de 4,1’ prescinde del sistema de amortiguación pudiendo utilizar cureñas muy ligeras. El peso total del Cañón Sin Retroceso de 4,1’ es la mitad del cañón antitanque de dos libras en uso por la Artillería Real, y puede ser remolcado por vehículos ligeros, aunque el método habitual de empleo es en vehículos ligeros con un afuste simple.
El Cañón Sin Retroceso de 4,1’ utiliza proyectiles de grandes dimensiones, y el peso de un disparo completo del Cañón Sin Retroceso de 4,1’ equivale al de ocho disparos del cañón de 2 libras, lo que supone un serio inconveniente táctico. El Cañón Sin Retroceso de 4,1’ consume grandes cantidades de propelente lo que supone un serio inconveniente para la producción de la munición. El tamaño y peso de los proyectiles hacen que la cadencia de tiro sea baja, que en combate ha sido de tres o cuatro disparos por minuto incluso por dotaciones entrenadas. Los proyectiles antitanque utilizan el principio de la “carga hueca” que les da gran capacidad destructiva: en combate se ha mostrado capaz de perforar la coraza de todos los tanques del Eje, causando en su interior daños muy graves, causando con frecuencia el incendio o la explosión del tanque. Dado el principio que emplea, la capacidad de sus proyectiles es independiente de la distancia. Son también son muy efectivos contra posiciones fortificadas o los muros de los edificios, comparables al obús de 12,7 cm. Se dispone también de proyectiles especiales muy efectivos contra la infantería al descubierto, que son similares a los botes de metralla que se distribuyen a los cañones antiaéreos de 9,4 cm.
El Cañón Sin Retroceso de 4,1’ al montarse en una cureña ligera puede ser ocultado con facilidad. Sin embargo, debido al método de compensación del retroceso el Cañón Sin Retroceso de 4,1’, se produce un fogonazo de grandes dimensiones por la tobera posterior, que impide su empleo desde lugares cerrados, y que delata la posición del cañón, obligando a cambiar la posición después del disparo, algo que se facilita cuando se emplea montado en vehículos ligeros.
El Cañón Sin Retroceso de 4,1’ utiliza un sistema mixto de puntería, con un visor estadimétrico combinado con un fusil de puntería de 0,5’ que dispara munición trazadora. Con él se ha revelado eficaz contra objetivos estáticos hasta a 1.200 yardas y a 800 yardas en movimiento. Esta distancia es superior al alcance efectivo de los cañones y ametralladoras de los tanques enemigos, salvo el del cañón de 7,5 cm de los tanques tipo cuatro alemanes.
En combate los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ se han utilizado montados en vehículos ligeros “Aníbal” también de origen español. Los Aníbal son resistentes, económicos de mantener y bien adaptado a su empleo en las condiciones extremas del desierto. El empleo de los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ montados en vehículos Aníbal ha multiplicado la potencia de fuego de las patrullas motorizadas, al dotarlas de un arma de similar potencia a la artillería de campaña enemiga, pero con movilidad similar a la de las armas ligeras. En los combates de Fort Capuzzo y de Bardia los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ destruyeron las posiciones italianas facilitando el asalto de los tanques de infantería Matilda. En el combate de Beda Fomm los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ destruyeron los tanques enemigos desde gran distancia, y en el combate de El Agheila destruyeron treinta y cuatro tanques alemanes perdiéndose solo cuatro cañones. Los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ han causado gran impresión al enemigo, que se repliega cuando divisa el característico fogonazo. La infantería cuando es acompañada por los Cañón Sin Retroceso de 4,1’ adquiere gran confianza al disponer de un arma de acompañamiento que les permite superar cualquier obstáculo.
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Domper
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LA FRACTURA
En los combates de Cirenaica el ejército británico ha desplegado varias armas de origen español con una potencia de fuego muy superior a las empleadas hasta el momento. Las dos más empleadas han sido un lanzacohetes antitanque portátil, y un cañón ligero sin retroceso, ambos de 10 cm de calibre. El cañón sin retroceso de 10,5 mm ha sido empleado en gran número y ha supuesto un grave efecto en las tácticas de las tropas acorazadas.
No se ha conseguido capturar ninguna unidad del cañón sin retroceso de 10 cm, pero parece un arma similar al cañón de montaña de 10,5 cm. En comparación con el cañón de montaña, tiene mayor velocidad inicial, necesaria al ser su empleo antitanque el principal, y suele operar montada en vehículos ligeros.
Utiliza proyectiles de “carga hueca” con gran rendimiento. Los efectos contra los tanques, incluso los más pesados, son muy graves, perforando la coraza y causando efectos muy importantes en el interior de los carros de combate, incendiando el combustible o las municiones. El estudio de los tanques alcanzados ha mostrado que la mayor parte han sido destruidos tras el impacto de un único proyectil. Solo una tercera parte de los tanques alcanzados son reparables, y como media las dotaciones han sufrido tres bajas en cada carro alcanzado. El alcance y potencia de los cañones sin retroceso hacen que puedan combatir a los tanques desde fuera del alcance de sus armas, por lo que solo pueden ser combatidos por la artillería de acompañamiento, que se enfrenta a serias dificultades dada la elevada movilidad de esos cañones.
La combinación de potencia de fuego y movilidad hacen que esos nuevos cañones supongan un serio adversario para las tropas acorazadas, que van a precisar desarrollar tácticas específicas para contrarrestarlos.
No se ha conseguido capturar ninguna unidad del cañón sin retroceso de 10 cm, pero parece un arma similar al cañón de montaña de 10,5 cm. En comparación con el cañón de montaña, tiene mayor velocidad inicial, necesaria al ser su empleo antitanque el principal, y suele operar montada en vehículos ligeros.
Utiliza proyectiles de “carga hueca” con gran rendimiento. Los efectos contra los tanques, incluso los más pesados, son muy graves, perforando la coraza y causando efectos muy importantes en el interior de los carros de combate, incendiando el combustible o las municiones. El estudio de los tanques alcanzados ha mostrado que la mayor parte han sido destruidos tras el impacto de un único proyectil. Solo una tercera parte de los tanques alcanzados son reparables, y como media las dotaciones han sufrido tres bajas en cada carro alcanzado. El alcance y potencia de los cañones sin retroceso hacen que puedan combatir a los tanques desde fuera del alcance de sus armas, por lo que solo pueden ser combatidos por la artillería de acompañamiento, que se enfrenta a serias dificultades dada la elevada movilidad de esos cañones.
La combinación de potencia de fuego y movilidad hacen que esos nuevos cañones supongan un serio adversario para las tropas acorazadas, que van a precisar desarrollar tácticas específicas para contrarrestarlos.
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LA FRACTURA
CASA C221 Águila
Paralelo al requerimiento del MinDef a Aernnova por un aparato de caza motorizado con el León, CASA recibió una petición por un bombardero ligero bimotor que pudiese encargarse de las operaciones de bombardeo empleando para ello el novedoso sistema de designación laser desarrollado por Tecnobit.
El aparato (que sería bautizado como Águila) permitiría operar con bombas guiadas por láser y cohetes, a gran altitud para los aparatos de la época, alta velocidad, y gran maniobrabilidad.
El diseño quedo detallado en Octubre de 1940, y la producción de prototipos se realizó de forma rapidísima empleando los beneficios de un diseño y manufactura modulares que empleando sistemas de diseño 3D permitió adelantar los trabajos de utillaje y corte de material en los distintos proveedores que fueron capaces de servir sus bloques constructivos en tiempo record.
Las primeras dos unidades fueron entregadas para su evaluación a mediados de Diciembre de 1940, elevando a seis unidades de pre serie disponibles a finales de Enero.
La evaluación resulto sorprendentemente fácil, detectándose solamente algunos problemas de vibración en vuelo a media velocidad que se corrigieron modificando ligeramente el diseño de la deriva y los timones de profundidad. Como resultado, la plataforma demostró una estabilidad impresionante, siendo muy fácil de volar y operar en parte gracias al uso de hélices operando en régimen de rotación opuesta que compensaba el brutal par del motor fabricado por SEAT.
Las pruebas realizadas en polígonos de tiro demostraron la eficacia del binomio Águila más designador laser –llamado Tridente-. El sistema de armas era capaz de lograr blancos con gran precisión empleando los nuevos kits EXPAL de bomba guiada por láser, y además, disponía de una pegada excelente empleando sus 4 cañones de 20mm y cohetes no guiados que podía montar.
Los resultados recomendaron la aceleración de su puesta en marcha de modo que la primera unidad en servicio operando el Águila se activó en Zaragoza en Marzo de 1941.
El Águila se demostró como un aparato de gran valía, permitiendo su operación penetrando a alta cota más allá de los Pirineos y permitiendo recabar datos, observar e incluso atacar blancos de forma segura empleando su excelente velocidad y capacidad de lanzar bombas guiadas desde más allá de los 8000m.
La entrada en servicio de los nuevos reactores no relevo al aparato de sus funciones, y no fue hasta que los F-18 de nueva manufactura (y los antiguos que empezaron a recuperarse) estuvieron disponibles que su empleo empezó reducirse.
Esto no supuso el final del Águila en el EdA, sino su transición a nuevos roles cuyo estudio había empezado ya en 1942.
Anticipando la entrada en servicio de redes de radar de forma más extendida, y el incremento de operaciones nocturnas tanto defensivas como ofensivas, el EdA hizo público una petición de presentar una versión del C132 que montase un radar, un sistema de rayos infrarrojos y equipos de interferencia e inteligencia electromagnética.
Gracias al espacio interno disponible en una célula de espacio relativamente generoso, y a la disponibilidad de la nueva versión del motor León, CASA presento un modelo derivado el C221, identificado como C222 y apodado Lechuza que fue empleado con éxito como caza nocturno de defensa y escolta, y en roles de ataque a las estaciones de radar enemigas y recopilación de inteligencia.
En su primer rol, se mostró como un aparato excelente logrando causar numerosas bajas entre bombarderos y cazas nocturnos enemigos, gracias al uso del radar AN/APG-65 y misiles aire-aire. Los cuatro cañones de 20mm conservados en la célula pero desplazados bajo la proa del aparato para dejar espacio al radar que se alojaba en un nuevo radomo, mantenían la potencia de fuego original.
El segundo rol se vio potenciado con la entrada en servicio en 1944 de los primeros misiles anti radiación que el Lechuza podía montar en su bodega interna.
Mientras los Águila que pasaban a segunda fila fueron pasando al mercado (desprovistos de sus equipos electrónicos vitales), acabando muchos de ellos en Latinoamérica, Asia y África, los Lechuza siguieron operando tras la guerra hasta bien entrados los años 50 cuando dejaron finalmente de operar pasando su rol de aparato de inteligencia y guerra electrónica a los nuevos F-18 desarrollados especialmente con ese fin.
CASA C132 Águila: 575 unidades producidas
CASA C133 Lechuza: 125 unidades producidas
Paralelo al requerimiento del MinDef a Aernnova por un aparato de caza motorizado con el León, CASA recibió una petición por un bombardero ligero bimotor que pudiese encargarse de las operaciones de bombardeo empleando para ello el novedoso sistema de designación laser desarrollado por Tecnobit.
El aparato (que sería bautizado como Águila) permitiría operar con bombas guiadas por láser y cohetes, a gran altitud para los aparatos de la época, alta velocidad, y gran maniobrabilidad.
El diseño quedo detallado en Octubre de 1940, y la producción de prototipos se realizó de forma rapidísima empleando los beneficios de un diseño y manufactura modulares que empleando sistemas de diseño 3D permitió adelantar los trabajos de utillaje y corte de material en los distintos proveedores que fueron capaces de servir sus bloques constructivos en tiempo record.
Las primeras dos unidades fueron entregadas para su evaluación a mediados de Diciembre de 1940, elevando a seis unidades de pre serie disponibles a finales de Enero.
La evaluación resulto sorprendentemente fácil, detectándose solamente algunos problemas de vibración en vuelo a media velocidad que se corrigieron modificando ligeramente el diseño de la deriva y los timones de profundidad. Como resultado, la plataforma demostró una estabilidad impresionante, siendo muy fácil de volar y operar en parte gracias al uso de hélices operando en régimen de rotación opuesta que compensaba el brutal par del motor fabricado por SEAT.
Las pruebas realizadas en polígonos de tiro demostraron la eficacia del binomio Águila más designador laser –llamado Tridente-. El sistema de armas era capaz de lograr blancos con gran precisión empleando los nuevos kits EXPAL de bomba guiada por láser, y además, disponía de una pegada excelente empleando sus 4 cañones de 20mm y cohetes no guiados que podía montar.
Los resultados recomendaron la aceleración de su puesta en marcha de modo que la primera unidad en servicio operando el Águila se activó en Zaragoza en Marzo de 1941.
El Águila se demostró como un aparato de gran valía, permitiendo su operación penetrando a alta cota más allá de los Pirineos y permitiendo recabar datos, observar e incluso atacar blancos de forma segura empleando su excelente velocidad y capacidad de lanzar bombas guiadas desde más allá de los 8000m.
La entrada en servicio de los nuevos reactores no relevo al aparato de sus funciones, y no fue hasta que los F-18 de nueva manufactura (y los antiguos que empezaron a recuperarse) estuvieron disponibles que su empleo empezó reducirse.
Esto no supuso el final del Águila en el EdA, sino su transición a nuevos roles cuyo estudio había empezado ya en 1942.
Anticipando la entrada en servicio de redes de radar de forma más extendida, y el incremento de operaciones nocturnas tanto defensivas como ofensivas, el EdA hizo público una petición de presentar una versión del C132 que montase un radar, un sistema de rayos infrarrojos y equipos de interferencia e inteligencia electromagnética.
Gracias al espacio interno disponible en una célula de espacio relativamente generoso, y a la disponibilidad de la nueva versión del motor León, CASA presento un modelo derivado el C221, identificado como C222 y apodado Lechuza que fue empleado con éxito como caza nocturno de defensa y escolta, y en roles de ataque a las estaciones de radar enemigas y recopilación de inteligencia.
En su primer rol, se mostró como un aparato excelente logrando causar numerosas bajas entre bombarderos y cazas nocturnos enemigos, gracias al uso del radar AN/APG-65 y misiles aire-aire. Los cuatro cañones de 20mm conservados en la célula pero desplazados bajo la proa del aparato para dejar espacio al radar que se alojaba en un nuevo radomo, mantenían la potencia de fuego original.
El segundo rol se vio potenciado con la entrada en servicio en 1944 de los primeros misiles anti radiación que el Lechuza podía montar en su bodega interna.
Mientras los Águila que pasaban a segunda fila fueron pasando al mercado (desprovistos de sus equipos electrónicos vitales), acabando muchos de ellos en Latinoamérica, Asia y África, los Lechuza siguieron operando tras la guerra hasta bien entrados los años 50 cuando dejaron finalmente de operar pasando su rol de aparato de inteligencia y guerra electrónica a los nuevos F-18 desarrollados especialmente con ese fin.
CASA C132 Águila: 575 unidades producidas
CASA C133 Lechuza: 125 unidades producidas
Última edición por Urbano Calleja el 01 Abr 2016, 13:44, editado 2 veces en total.
"Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado". Arturo Pérez-Reverte
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Carlos miro a su alrededor mientras estiraba su espalda tras horas de trabajo, como siempre nadie parecía dedicar especial atención a la actividad de los demás, sobre todo a los que no formaban su equipo. Con un gesto rápido rompió una junta de la bomba de combustible y volvió a montar la bomba como siempre. Cuando ese motor volase acabaría rompiéndose y provocando un fallo en cascada que destruiría el moderno caza a reacción.
…………………………….
Patxi volvió a mirar los planos de la central de gas mientras señalaba algunos puntos con sus correspondientes pegatinas. Eran los puntos débiles de la estructura, y su destrucción provocaría que el gas se extendiera con rapidez por los alrededores de la central, que ahora en pleno invierno estaba al máximo de su capacidad por estar los pozos trabajando a pleno rendimiento para atender la demanda invernal. Cuando el gas se hubiese extendido un poco, cargas de ignición cuidadosamente distribuidas le prenderían fuego causando una explosión de colosales proporciones que destruiría la refinería y con suerte afectaría de una u otra forma a gran parte de la zona industrial de la capital vasca.
Era el precio que había que pagar para lograr la independencia. Mañana por la noche la historia del mundo cambiaría.
…………………………………………..
Las protestas de los trabajadores por las condiciones de trabajo y las horas extra a las que se veían obligados para cumplir con las nuevas exigencias de la industria estaban creciendo conforme pasaban los días. Sobre todo los trabajadores de los turnos de noche se mostraban especialmente beligerantes por las especiales condiciones de trabajo a las que se veían sometidos.
A finales de noviembre ya era evidente para todos que la huelga general estaba cada vez más próxima…
…………………………….
Patxi volvió a mirar los planos de la central de gas mientras señalaba algunos puntos con sus correspondientes pegatinas. Eran los puntos débiles de la estructura, y su destrucción provocaría que el gas se extendiera con rapidez por los alrededores de la central, que ahora en pleno invierno estaba al máximo de su capacidad por estar los pozos trabajando a pleno rendimiento para atender la demanda invernal. Cuando el gas se hubiese extendido un poco, cargas de ignición cuidadosamente distribuidas le prenderían fuego causando una explosión de colosales proporciones que destruiría la refinería y con suerte afectaría de una u otra forma a gran parte de la zona industrial de la capital vasca.
Era el precio que había que pagar para lograr la independencia. Mañana por la noche la historia del mundo cambiaría.
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Las protestas de los trabajadores por las condiciones de trabajo y las horas extra a las que se veían obligados para cumplir con las nuevas exigencias de la industria estaban creciendo conforme pasaban los días. Sobre todo los trabajadores de los turnos de noche se mostraban especialmente beligerantes por las especiales condiciones de trabajo a las que se veían sometidos.
A finales de noviembre ya era evidente para todos que la huelga general estaba cada vez más próxima…
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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kaiser-1
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LA FRACTURA
La Casa, (CNI)
Sanz Roldán levantó la vista del informe que le había entregado su segunda al mando, Elena Sánchez Blanco.
- ¿Están confirmados por otras fuentes Elena?
- Sí, Félix, la UDEF del Cuerpo Nacional de Policía y la UDYCO de la Benemérita y varios de nuestros informantes lo confirman.
- ¿Porqué lo han callado en Sevilla?
- Creyeron poder solucionarlo por sus propios medios, pero los individuos involucrados en estos asuntos son fanáticos, se tomaron a mal el que quisieran comprarlos.
- Y por eso tenemos a dos directivos de CASA muertos, tres millones de euros perdidos y nada podemos hacer. ¿Y los barbudos?
- De momento se están quietecitos, no tienen ni idea de qué hacer. Con la llegada de refugiados de Europa a varios los han encontrado en malas condiciones por hablar contra los judíos y el resto de sus soflamas pasan desapercibidas.
- ¿Los terroristas de aquí?
- Parece que algo traman, sobre todo los vascos que parece que están intentando reorganizarse. Los demás parecen que aún no se han recuperado del soponcio, y el Estado de Sitio parece que los ha calmado bastante. No obstante el problema son los extremistas de izquierda y derecha. Hemos frenado a muchos que intentaban escapar con libros y dispositivos electrónicos, aunque a alguno ha resultado herido al resistirse al arresto, pero me temo que no será suficiente.
Sanz Roldán se quedó pensativo un largo tiempo, Elena, que conocía el modo que tenía de pensar en una posible solución a algún problema complicado, esperó.
- No me gusta. No me gusta nada. Tenemos que cortar de raíz esos sabotajes y los atentados. No me gusta, pero debemos actuar ya.
Se levantó y tras abrir la caja acorazada (paradójicamente un modelo de los años 40) y sacando un expediente de ella, se lo tendió a Elena.
Tras el sobresalto inicial, al ver la carpeta negra y el numero 1 en ella (señal de que no había más copias) y leer por encima la sinopsis de la Operación, denominada "Hammurabi", levantó la vista asombrada.
- ¿Es cierto?
- Sí. Por lo que me dices no se puede esperar. En este caso se debe hacer públicamente. Han de salir en las primeras planas de los periódicos, ser noticia de apertura en los telediarios, etc. Empecemos por Sevilla y Bilbao. Son de importancia crítica para nosotros ahora.
- Hablaré con Operaciones.
- No. Díselo en persona. Hay carta blanca siempre que tengamos pruebas contundentes y en estos veinte casos las tenemos de sobra. Se los presentaré al Presidente y al Rey mañana. Que preparen un informe expurgado para ellos.
- ¿No deberían conocerlo todo?
- Sólo necesitan saber lo necesario y es por orden suya. Si terminas de leer el informe lo verás.
- ¡Santo Cielo!
- No tan santo. Como dio un sabio, el camino al infierno siempre está pavimentado por buenas intenciones.
Sanz Roldán levantó la vista del informe que le había entregado su segunda al mando, Elena Sánchez Blanco.
- ¿Están confirmados por otras fuentes Elena?
- Sí, Félix, la UDEF del Cuerpo Nacional de Policía y la UDYCO de la Benemérita y varios de nuestros informantes lo confirman.
- ¿Porqué lo han callado en Sevilla?
- Creyeron poder solucionarlo por sus propios medios, pero los individuos involucrados en estos asuntos son fanáticos, se tomaron a mal el que quisieran comprarlos.
- Y por eso tenemos a dos directivos de CASA muertos, tres millones de euros perdidos y nada podemos hacer. ¿Y los barbudos?
- De momento se están quietecitos, no tienen ni idea de qué hacer. Con la llegada de refugiados de Europa a varios los han encontrado en malas condiciones por hablar contra los judíos y el resto de sus soflamas pasan desapercibidas.
- ¿Los terroristas de aquí?
- Parece que algo traman, sobre todo los vascos que parece que están intentando reorganizarse. Los demás parecen que aún no se han recuperado del soponcio, y el Estado de Sitio parece que los ha calmado bastante. No obstante el problema son los extremistas de izquierda y derecha. Hemos frenado a muchos que intentaban escapar con libros y dispositivos electrónicos, aunque a alguno ha resultado herido al resistirse al arresto, pero me temo que no será suficiente.
Sanz Roldán se quedó pensativo un largo tiempo, Elena, que conocía el modo que tenía de pensar en una posible solución a algún problema complicado, esperó.
- No me gusta. No me gusta nada. Tenemos que cortar de raíz esos sabotajes y los atentados. No me gusta, pero debemos actuar ya.
Se levantó y tras abrir la caja acorazada (paradójicamente un modelo de los años 40) y sacando un expediente de ella, se lo tendió a Elena.
Tras el sobresalto inicial, al ver la carpeta negra y el numero 1 en ella (señal de que no había más copias) y leer por encima la sinopsis de la Operación, denominada "Hammurabi", levantó la vista asombrada.
- ¿Es cierto?
- Sí. Por lo que me dices no se puede esperar. En este caso se debe hacer públicamente. Han de salir en las primeras planas de los periódicos, ser noticia de apertura en los telediarios, etc. Empecemos por Sevilla y Bilbao. Son de importancia crítica para nosotros ahora.
- Hablaré con Operaciones.
- No. Díselo en persona. Hay carta blanca siempre que tengamos pruebas contundentes y en estos veinte casos las tenemos de sobra. Se los presentaré al Presidente y al Rey mañana. Que preparen un informe expurgado para ellos.
- ¿No deberían conocerlo todo?
- Sólo necesitan saber lo necesario y es por orden suya. Si terminas de leer el informe lo verás.
- ¡Santo Cielo!
- No tan santo. Como dio un sabio, el camino al infierno siempre está pavimentado por buenas intenciones.
Última edición por kaiser-1 el 02 Abr 2016, 19:32, editado 1 vez en total.
- “El sueño de la razón produce monstruos”. Francisco de Goya.
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Gaspacher
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LA FRACTURA
BASE AÉREA ZARAGOZA
Los soldados permanecían formados mientras el capellán oficiaba la misa de difuntos por el capitán García, fallecido dos días atrás mientras volaba uno de los nuevos reactores del ejército, un C-21.
El accidente había tenido lugar mientras regresaba de un vuelo rutinario de entrenamiento en la zona de las Bardenas reales. Por razones aún desconocidas un fallo había provocado un incendio que había obligado a abandonar el avión y eyectarse, pudiendo hacerlo sin novedad. Por desgracia la zona de Zaragoza reinaba un fuerte viento de cierzo, con rachas de más de 100km/h, más del doble de lo permitido en saltos de paracaidistas. Tal era la fuerza del viento que García no pudo controlar su descenso y golpeo violentamente contra el suelo, siendo arrastrado varios cientos de metros hasta que el paracaídas se detuvo al enredarse en unos árboles cercanos. Para entonces García ya había fallecido.
U-47, Cerca de la costa asturiana.
Prien nunca había realizado una misión tan extraña como esta. Una semana atrás había recibido una misión de lato secreto y embarcado un comandante de las SS que dijo llamarse Klaus, aunque Prien pensaba que no era su verdadero nombre. Su misión consistiría en acercar a Klaus a la costa española y seguir allí sus directrices, viéndose obligado a acercarse hasta muy escasa distancia de la costa.
Una vez allí Klaus abrió la caja fuerte y saco de ella dos dispositivos, una del tamaño de una máquina de escribir pero con una extraña pantalla que coloco en la propia cabina del capitán, situando un guardia armado frente a la puerta. A continuación subió junto a Prien a la vela del submarino, y manipulo otro extraño dispositivo blanco de tamaño un poco mayor que una caja de cigarrillos pero mucho más estrecho, uno de cuyos lados que brillo en la noche mostrando letras y números.
Minutos después Klaus lazó una exclamación, había empezado a recibir datos, según explico. Una hora después ambos estaban en la cámara del capitán donde Klaus conecto ambos dispositivos para volcar los datos recibidos en el dispositivo pequeño en el grande. Allí pudo realizar una cosa que llamo “descomprimir”, dando acceso a diagramas, fotografías, y datos de un extraño motor que según Klaus ofrecería unas prestaciones asombrosas. Durante los días siguientes siguieron realizando la misma tarea una y otra vez, emergiendo de noche para acercarse a la costa y recibir datos, y alejándose durante el día para descansar en el fondo del mar.
Una semana después con una increíble cantidad de datos en el dispositivo mayor al que llamo “computer”, regresaron a su base. Klaus sabía que esos dispositivos habían llegado desde España y tenían unas prestaciones asombrosas, y aunque el gobierno español había bloqueado la “tarjeta de memoria” del móvil de Jaume, agentes alemanes habían logrado extraer varias tarjetas de reserva con las que ahora aprovechaban para extraer la información que les enviaban simpatizantes nazis españoles, aunque para ello tenían que acercarse a las fronteras españolas para entrar dentro del radio de acción de sus repetidores de señal.
Los soldados permanecían formados mientras el capellán oficiaba la misa de difuntos por el capitán García, fallecido dos días atrás mientras volaba uno de los nuevos reactores del ejército, un C-21.
El accidente había tenido lugar mientras regresaba de un vuelo rutinario de entrenamiento en la zona de las Bardenas reales. Por razones aún desconocidas un fallo había provocado un incendio que había obligado a abandonar el avión y eyectarse, pudiendo hacerlo sin novedad. Por desgracia la zona de Zaragoza reinaba un fuerte viento de cierzo, con rachas de más de 100km/h, más del doble de lo permitido en saltos de paracaidistas. Tal era la fuerza del viento que García no pudo controlar su descenso y golpeo violentamente contra el suelo, siendo arrastrado varios cientos de metros hasta que el paracaídas se detuvo al enredarse en unos árboles cercanos. Para entonces García ya había fallecido.
U-47, Cerca de la costa asturiana.
Prien nunca había realizado una misión tan extraña como esta. Una semana atrás había recibido una misión de lato secreto y embarcado un comandante de las SS que dijo llamarse Klaus, aunque Prien pensaba que no era su verdadero nombre. Su misión consistiría en acercar a Klaus a la costa española y seguir allí sus directrices, viéndose obligado a acercarse hasta muy escasa distancia de la costa.
Una vez allí Klaus abrió la caja fuerte y saco de ella dos dispositivos, una del tamaño de una máquina de escribir pero con una extraña pantalla que coloco en la propia cabina del capitán, situando un guardia armado frente a la puerta. A continuación subió junto a Prien a la vela del submarino, y manipulo otro extraño dispositivo blanco de tamaño un poco mayor que una caja de cigarrillos pero mucho más estrecho, uno de cuyos lados que brillo en la noche mostrando letras y números.
Minutos después Klaus lazó una exclamación, había empezado a recibir datos, según explico. Una hora después ambos estaban en la cámara del capitán donde Klaus conecto ambos dispositivos para volcar los datos recibidos en el dispositivo pequeño en el grande. Allí pudo realizar una cosa que llamo “descomprimir”, dando acceso a diagramas, fotografías, y datos de un extraño motor que según Klaus ofrecería unas prestaciones asombrosas. Durante los días siguientes siguieron realizando la misma tarea una y otra vez, emergiendo de noche para acercarse a la costa y recibir datos, y alejándose durante el día para descansar en el fondo del mar.
Una semana después con una increíble cantidad de datos en el dispositivo mayor al que llamo “computer”, regresaron a su base. Klaus sabía que esos dispositivos habían llegado desde España y tenían unas prestaciones asombrosas, y aunque el gobierno español había bloqueado la “tarjeta de memoria” del móvil de Jaume, agentes alemanes habían logrado extraer varias tarjetas de reserva con las que ahora aprovechaban para extraer la información que les enviaban simpatizantes nazis españoles, aunque para ello tenían que acercarse a las fronteras españolas para entrar dentro del radio de acción de sus repetidores de señal.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Domper
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LA FRACTURA
Borrado porque no pegaba con el resto de la historia.
Saludos
Saludos
Última edición por Domper el 02 Abr 2016, 18:21, editado 2 veces en total.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
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Domper
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LA FRACTURA
Cuando Karlos Irisarri iba a entrar en su casa, fue abordado por dos policías que, tras mostrarle su documentación, le obligaron a entrar en un vehículo que le llevó a la comisaría. Una vez en ella se le comunicaron sus derechos y que se le iba aplicar la Ley Antiterrorista. Poco después era trasladado a la capital, donde quedó incomunicado.
La investigación sobre el accidente del C.A.S.A. Flecha señalaba a una parada de motor secundaria a un fallo de la bomba de combustible como causa del accidente. Sin embargo, se trataba de un componente muy probado que raramente había dado problemas. Además se trataba de uno de los nuevos motores procedentes de la factoría de ITP de Zamudio, que había sido probado exhaustivamente al ser una de las primeras unidades de producción. La bomba de combustible, en concreto, se había comprobado a presiones mucho más altas de las de operación.
Tras el accidente se ordenó la inmovilización de los aparatos que llevaban el motor J2, la versión alavesa del TF-31. Los motores fueron desmontados y revisados. Ninguna de las bombas de combustible tenía problemas, pero en una unidad (la 17ª de producción) se encontró un álabe de la turbina de alta presión con una fisura. Algo imposible porque esos componentes habían sido radiografiados antes de su instalación. Se revisó el identificador del álabe, y resultó no ser el original, sino uno dado de baja. No había dudas: se trataba de un sabotaje.
Al ser ITP una empresa que producía componentes de alta tecnología y por tanto de gran valor para otras potencias, se habían instalado gran número de cámaras de vigilancia. Se revisó la trayectoria del motor 17º y del 23º (el del accidente). Las cámaras no mostraron nada sospechoso… inicialmente. Pero revisando tiempos se comprobó que los componentes averiados de los dos motores habían permanecido unos minutos sin ser vigilados. El saboteador había sido precavido y había actuado en un sector muerto para las cámaras. Sin embargo, no había tenido en cuenta que otras cámaras habían grabado las idas y venidas de los trabajadores. Revisando quiénes estaban en sus puestos, pronto las sospechas apuntaron hacia un tal Karlos Irisarri Garatea. No tenía antecedentes pero su nombre aparecía en una lista de relacionados con la kale borroka quince años antes.
Un servicio de vigilancia —con cámaras añadidas desconocidas para los operarios— pronto captó al sospechoso, manipulando un componente del motor número 42. El citado motor fue revisado a fondo, inicialmente sin encontrar nada: solo tras una segunda inspección se descubrió que un álabe de la turbina de baja presión —la sometida a mayor estrés térmico, por lo que era hueca para su refrigeración— había sido rellenada con arcilla. Los técnicos casi aplaudieron el ingenio del delincuente: el álabe hubiese funcionado buen número de horas hasta que por fin se hubiese roto, desequilibrando la turbina. Como mínimo implicaría la avería del motor, y tal vez un incendio.
Karlos Irisarri fue acusado de traición y de asesinato. Con la legislación actual, necesitaría un bastón cuando saliese de la cárcel… si salía: los delitos de traición eran muy mal vistos en la comunidad carcelaria, muchos de cuyos miembros estaban buscando la redención en la Legión.
La investigación sobre el accidente del C.A.S.A. Flecha señalaba a una parada de motor secundaria a un fallo de la bomba de combustible como causa del accidente. Sin embargo, se trataba de un componente muy probado que raramente había dado problemas. Además se trataba de uno de los nuevos motores procedentes de la factoría de ITP de Zamudio, que había sido probado exhaustivamente al ser una de las primeras unidades de producción. La bomba de combustible, en concreto, se había comprobado a presiones mucho más altas de las de operación.
Tras el accidente se ordenó la inmovilización de los aparatos que llevaban el motor J2, la versión alavesa del TF-31. Los motores fueron desmontados y revisados. Ninguna de las bombas de combustible tenía problemas, pero en una unidad (la 17ª de producción) se encontró un álabe de la turbina de alta presión con una fisura. Algo imposible porque esos componentes habían sido radiografiados antes de su instalación. Se revisó el identificador del álabe, y resultó no ser el original, sino uno dado de baja. No había dudas: se trataba de un sabotaje.
Al ser ITP una empresa que producía componentes de alta tecnología y por tanto de gran valor para otras potencias, se habían instalado gran número de cámaras de vigilancia. Se revisó la trayectoria del motor 17º y del 23º (el del accidente). Las cámaras no mostraron nada sospechoso… inicialmente. Pero revisando tiempos se comprobó que los componentes averiados de los dos motores habían permanecido unos minutos sin ser vigilados. El saboteador había sido precavido y había actuado en un sector muerto para las cámaras. Sin embargo, no había tenido en cuenta que otras cámaras habían grabado las idas y venidas de los trabajadores. Revisando quiénes estaban en sus puestos, pronto las sospechas apuntaron hacia un tal Karlos Irisarri Garatea. No tenía antecedentes pero su nombre aparecía en una lista de relacionados con la kale borroka quince años antes.
Un servicio de vigilancia —con cámaras añadidas desconocidas para los operarios— pronto captó al sospechoso, manipulando un componente del motor número 42. El citado motor fue revisado a fondo, inicialmente sin encontrar nada: solo tras una segunda inspección se descubrió que un álabe de la turbina de baja presión —la sometida a mayor estrés térmico, por lo que era hueca para su refrigeración— había sido rellenada con arcilla. Los técnicos casi aplaudieron el ingenio del delincuente: el álabe hubiese funcionado buen número de horas hasta que por fin se hubiese roto, desequilibrando la turbina. Como mínimo implicaría la avería del motor, y tal vez un incendio.
Karlos Irisarri fue acusado de traición y de asesinato. Con la legislación actual, necesitaría un bastón cuando saliese de la cárcel… si salía: los delitos de traición eran muy mal vistos en la comunidad carcelaria, muchos de cuyos miembros estaban buscando la redención en la Legión.
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Domper
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LA FRACTURA
NOVA GLADIO
El proyecto del avión que debía sustituir al Saeta y al Súper Saeta también avanzaba a buen ritmo, aunque poco se parecía ya al diseño inicial.
En los primeros momentos tras la Fractura se había pensado que reiniciar la producción del Hispano HA-200 Saeta resultaría una buena medida intermedia: el Saeta, el primer reactor español, era un aparato que combinaba una célula propia de un avión de motor de émbolos —el fracasado HA-100 Triana— con dos reactores que además eran de diseño muy simple: dos Turbomeca Marboré de compresor centrífugo, uno de los últimos reactores que usó esa tecnología.
Sin embargo la empresa ITP indicó que iniciar la producción de los Marboré costaría prácticamente el mismo tiempo que los mucho más eficientes J85. Pero el J85 aunque más estrecho era más pesado y largo que el original, y no podía instalarse en el morro. Se pensó en ponerlo en posición central, de manera similar al Hawker Sea Hawk británico de finales de los cuarenta. Pero entonces fueron los técnicos de Nova los que recomendaron no lastrarse partiendo de diseños obsoletos, sino producir un aparato completamente nuevo.
Solicitar al Ministerio que renunciase al Saeta o al Gladio —nombre del proyecto inspirado en el reactor de Hawker— seguramente sería como destapar la caja de los truenos, pues ya había costado que aceptasen el desarrollo del Alfanje y la demora en el Alacrán. Solo sería aceptada si se les presentaba una alternativa completa. Se reunió a los principales encargados en un “brainstorming” en el que se discutió no cómo sería el avión, sino qué se deseaba de él. Al fin y al cabo, ya se disponía del C.A.S.A. C-101 (que estaba siendo rediseñado) como avión de entrenamiento, del C.A.S.A. C-225 Flecha (copia del F-5) como caza y para entrenamiento de combate, del Nova Alfanje como aparato de ataque naval, y en un futuro no muy lejano del F-18.
Inicialmente parecía que el mercado de exportación sería la única opción, y probablemente no interesase al Ministerio, que para eso ya tendría al C-101. El ataque ligero sería misión del Nova Halcón y del C.A.S.A C-225 Flecha, que podrían usarse para misiones contar insurrección en la pléyade de guerras que seguramente sucedería al conflicto actual. Fue entonces cuando un joven ingeniero dio con la solución.
—El Nova Alfanje va a ser un avión embarcado ¿no es así? Me imagino que la marina precisará algún avión para formar a sus pilotos.
No era un mercado demasiado grande, pero pronto se sugirió que el avión podría actuar no solo como entrenador sino como avión de combate embarcado, pues en los años siguientes más de un portaaviones de los que ahora se estaban construyendo —tanto en España como en Inglaterra y Estados Unidos— acabaría en alguna marina pequeña. Un avión capaz de competir con los aviones terrestres con alguna garantía, que pudiese actuar como aparato de ataque ligero, y que pudiese operar desde portaaviones, resultaría suficientemente atractivo para más de una potencia. Ese aparato también podría venderse para ataque ligero terrestre o para entrenamiento: el que compitiese directamente con el C-101 no preocupaba demasiado a los ingenieros de Nova, a la que C.A.S.A. había intentado relegar a un papel secundario.
El Nova Gladio resultó ser bastante similar al antiguo North American T-2 Buckeye, aunque con una diferencia clave: en lugar de estar propulsado por dos J85, llevaría dos J2, es decir, dos TF-31: los motores turbofán proporcionarían al mismo tiempo economía y autonomía. El aparato era algo mayor que el Buckeye, y podría llevar dos ametralladoras (en las versiones de entrenamiento) o dos cañones de 20 mm (en las de combate). Además se consideró desarrollar una versión de exportación que llevaría, en lugar de los ITP J2, dos FASA J4: copia del primitivo Allison J35, que se pensaba construir para la exportación. Los J4 proporcionaban el mismo empuje que los J2, aunque con un consumo muy superior.
El proyecto del avión que debía sustituir al Saeta y al Súper Saeta también avanzaba a buen ritmo, aunque poco se parecía ya al diseño inicial.
En los primeros momentos tras la Fractura se había pensado que reiniciar la producción del Hispano HA-200 Saeta resultaría una buena medida intermedia: el Saeta, el primer reactor español, era un aparato que combinaba una célula propia de un avión de motor de émbolos —el fracasado HA-100 Triana— con dos reactores que además eran de diseño muy simple: dos Turbomeca Marboré de compresor centrífugo, uno de los últimos reactores que usó esa tecnología.
Sin embargo la empresa ITP indicó que iniciar la producción de los Marboré costaría prácticamente el mismo tiempo que los mucho más eficientes J85. Pero el J85 aunque más estrecho era más pesado y largo que el original, y no podía instalarse en el morro. Se pensó en ponerlo en posición central, de manera similar al Hawker Sea Hawk británico de finales de los cuarenta. Pero entonces fueron los técnicos de Nova los que recomendaron no lastrarse partiendo de diseños obsoletos, sino producir un aparato completamente nuevo.
Solicitar al Ministerio que renunciase al Saeta o al Gladio —nombre del proyecto inspirado en el reactor de Hawker— seguramente sería como destapar la caja de los truenos, pues ya había costado que aceptasen el desarrollo del Alfanje y la demora en el Alacrán. Solo sería aceptada si se les presentaba una alternativa completa. Se reunió a los principales encargados en un “brainstorming” en el que se discutió no cómo sería el avión, sino qué se deseaba de él. Al fin y al cabo, ya se disponía del C.A.S.A. C-101 (que estaba siendo rediseñado) como avión de entrenamiento, del C.A.S.A. C-225 Flecha (copia del F-5) como caza y para entrenamiento de combate, del Nova Alfanje como aparato de ataque naval, y en un futuro no muy lejano del F-18.
Inicialmente parecía que el mercado de exportación sería la única opción, y probablemente no interesase al Ministerio, que para eso ya tendría al C-101. El ataque ligero sería misión del Nova Halcón y del C.A.S.A C-225 Flecha, que podrían usarse para misiones contar insurrección en la pléyade de guerras que seguramente sucedería al conflicto actual. Fue entonces cuando un joven ingeniero dio con la solución.
—El Nova Alfanje va a ser un avión embarcado ¿no es así? Me imagino que la marina precisará algún avión para formar a sus pilotos.
No era un mercado demasiado grande, pero pronto se sugirió que el avión podría actuar no solo como entrenador sino como avión de combate embarcado, pues en los años siguientes más de un portaaviones de los que ahora se estaban construyendo —tanto en España como en Inglaterra y Estados Unidos— acabaría en alguna marina pequeña. Un avión capaz de competir con los aviones terrestres con alguna garantía, que pudiese actuar como aparato de ataque ligero, y que pudiese operar desde portaaviones, resultaría suficientemente atractivo para más de una potencia. Ese aparato también podría venderse para ataque ligero terrestre o para entrenamiento: el que compitiese directamente con el C-101 no preocupaba demasiado a los ingenieros de Nova, a la que C.A.S.A. había intentado relegar a un papel secundario.
El Nova Gladio resultó ser bastante similar al antiguo North American T-2 Buckeye, aunque con una diferencia clave: en lugar de estar propulsado por dos J85, llevaría dos J2, es decir, dos TF-31: los motores turbofán proporcionarían al mismo tiempo economía y autonomía. El aparato era algo mayor que el Buckeye, y podría llevar dos ametralladoras (en las versiones de entrenamiento) o dos cañones de 20 mm (en las de combate). Además se consideró desarrollar una versión de exportación que llevaría, en lugar de los ITP J2, dos FASA J4: copia del primitivo Allison J35, que se pensaba construir para la exportación. Los J4 proporcionaban el mismo empuje que los J2, aunque con un consumo muy superior.
Tu regere imperio fluctus Hispane memento
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APVid
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LA FRACTURA
JAPÓN.
El gobierno del príncipe Fumimaro Konoe se encontraba cada vez más débil e inestable ante el bruco cambio mundial.
Si bien inicialmente se vió con recelo, los datos filtrados a través de otras naciones habían llevado a que se enviaran agentes. Logrando una pareja de nikkei de América del Sur infiltrarse en Sevilla, gracias a que para el español común era difícil distinguir a un japonés de los españoles de origen chino que sorprendentemente había encontrado (y evitado) los agentes; y a que los servicios de inteligencia española se centraban en alemanes, soviéticos, anglosajones, musulmanes,..., pero no había una prevención especial hacia Japón.
La información transmitida había sido para los altos dirigentes imperiales como darse con un muro a alta velocidad. Y les había dejado un sabor tremendamente agridulce que no sabían como masticar.
Por un lado, los datos de la guerra del Pacífico confirmaban las mejores expectativas, durante los seis primeros meses, pero luego era una sucesión de derrotas hasta en el sagrado territorio nacional (con las ciudades arrasadas y hambrunas), hasta que el 15 de agosto del 20º año de la Era Showa tras sufrir más de 2,5 millones de muertos se rendirían incondicionalmente (el discurso del emperador anunciándolo les había dejado incluso en shock).
Por otro, el Japón del futuro, pacifista, pero ultravanzado, desarrollado, cuyos productos encontraban en España con marcas como Honda, Sony,..., era tremendamente tentador.
Ante todo ello, la política de Konoe y Matsuoka se había venido abajo. Ahora conocían que la alianza con Alemania no traería nada útil, que los esfuerzos de acuerdo con la URSS serían papel mojado y que la guerra contra los EE.UU. un desastre. Las consecuencias eran enormes, la Taisei Yokusankai se había desintegrado antes de nacer, el pacto Tripartito no había llegado a firmarse,..., es más había importantes movimientos en favor de restaurar como primer ministro a Mitsumasa Yonai, respaldado por Yamamoto, Inoue, Takagi,... y otros almirantes y generales contrarios ahora a la guerra o al menos deseosos de replantear la estrategia; mientras otros como Sugiyama habían caído en el rídiculo.
Finalmente, los datos dados por Alemania del petróleo en Manchuria, habían sacado del olvido a la Hokushin-ron (expansión hacia el norte) frente a la Nanshin-ron; pero matizada por los desastres frente a la URSS, lo que había llevado a adoptar ciertas medidas como el refuerzo del Ejército de Kwantung, la mejora de las defensas del norte, la busqueda de mejor material anticarro. Y también a formar un perímetro de defensa marítimo frente al sur, poniendo en contrucción cierto número de portaaviones a costa de cancelar todos los acorazados, multiplicando el alistamiento de pilotos, coordinando la construcción aérea entre el Ejército y la Armada,...
Pero el mayor problema político era China, que ahora sabían inconquistable, a pesar de que gracias a la información habían conseguido contener la Ofensiva de los Cien Regimientos.
El gobierno del príncipe Fumimaro Konoe se encontraba cada vez más débil e inestable ante el bruco cambio mundial.
Si bien inicialmente se vió con recelo, los datos filtrados a través de otras naciones habían llevado a que se enviaran agentes. Logrando una pareja de nikkei de América del Sur infiltrarse en Sevilla, gracias a que para el español común era difícil distinguir a un japonés de los españoles de origen chino que sorprendentemente había encontrado (y evitado) los agentes; y a que los servicios de inteligencia española se centraban en alemanes, soviéticos, anglosajones, musulmanes,..., pero no había una prevención especial hacia Japón.
La información transmitida había sido para los altos dirigentes imperiales como darse con un muro a alta velocidad. Y les había dejado un sabor tremendamente agridulce que no sabían como masticar.
Por un lado, los datos de la guerra del Pacífico confirmaban las mejores expectativas, durante los seis primeros meses, pero luego era una sucesión de derrotas hasta en el sagrado territorio nacional (con las ciudades arrasadas y hambrunas), hasta que el 15 de agosto del 20º año de la Era Showa tras sufrir más de 2,5 millones de muertos se rendirían incondicionalmente (el discurso del emperador anunciándolo les había dejado incluso en shock).
Por otro, el Japón del futuro, pacifista, pero ultravanzado, desarrollado, cuyos productos encontraban en España con marcas como Honda, Sony,..., era tremendamente tentador.
Ante todo ello, la política de Konoe y Matsuoka se había venido abajo. Ahora conocían que la alianza con Alemania no traería nada útil, que los esfuerzos de acuerdo con la URSS serían papel mojado y que la guerra contra los EE.UU. un desastre. Las consecuencias eran enormes, la Taisei Yokusankai se había desintegrado antes de nacer, el pacto Tripartito no había llegado a firmarse,..., es más había importantes movimientos en favor de restaurar como primer ministro a Mitsumasa Yonai, respaldado por Yamamoto, Inoue, Takagi,... y otros almirantes y generales contrarios ahora a la guerra o al menos deseosos de replantear la estrategia; mientras otros como Sugiyama habían caído en el rídiculo.
Finalmente, los datos dados por Alemania del petróleo en Manchuria, habían sacado del olvido a la Hokushin-ron (expansión hacia el norte) frente a la Nanshin-ron; pero matizada por los desastres frente a la URSS, lo que había llevado a adoptar ciertas medidas como el refuerzo del Ejército de Kwantung, la mejora de las defensas del norte, la busqueda de mejor material anticarro. Y también a formar un perímetro de defensa marítimo frente al sur, poniendo en contrucción cierto número de portaaviones a costa de cancelar todos los acorazados, multiplicando el alistamiento de pilotos, coordinando la construcción aérea entre el Ejército y la Armada,...
Pero el mayor problema político era China, que ahora sabían inconquistable, a pesar de que gracias a la información habían conseguido contener la Ofensiva de los Cien Regimientos.
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tercioidiaquez
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LA FRACTURA
Skorzeny estaba asombrado. Ese grupo sabía mas cosas de él de las que se podía imaginar, aunque muchas todavía no las había realizado...
Su entusiasmo era genuino, y el local lleno de banderas con la esvástica le reconfortó. Al que mas le gustó fue a Von Thoma, que al fin había visto una bandera española con el águila. Esa le resultaba mas familiar ya que todas las que había visto desde su llegada tenían otro escudo.
Los "auténticos patriotas" y camaradas, como ellos mismos se calificaban les habían atosigado a preguntas y les habían enseñado libros y películas en lo que llamaban "ordenador". También una cosa llamada FMG en algo que no habían entendido que se llamaba internet...
Bonhoeffer había demostrado su valía, pues era el que mas español sabía, bastante mas que Skorzeny y que Von Thoma juntos. Entre los españoles solo dos chapurreaban alemán y utilizaban traductores en unos teléfonos portátiles.
En un par de noches se acercarían a su primer objetivo, mientras Von Thoma intentaba localizar a alguno de los militares con los que había coincidido en la guerra.
Bonhoeffer solo hablaba para traducir, callado y reservado parecía fuera de lugar entre el entusiasmo de los nacionalsocialistas españoles.
Su entusiasmo era genuino, y el local lleno de banderas con la esvástica le reconfortó. Al que mas le gustó fue a Von Thoma, que al fin había visto una bandera española con el águila. Esa le resultaba mas familiar ya que todas las que había visto desde su llegada tenían otro escudo.
Los "auténticos patriotas" y camaradas, como ellos mismos se calificaban les habían atosigado a preguntas y les habían enseñado libros y películas en lo que llamaban "ordenador". También una cosa llamada FMG en algo que no habían entendido que se llamaba internet...
Bonhoeffer había demostrado su valía, pues era el que mas español sabía, bastante mas que Skorzeny y que Von Thoma juntos. Entre los españoles solo dos chapurreaban alemán y utilizaban traductores en unos teléfonos portátiles.
En un par de noches se acercarían a su primer objetivo, mientras Von Thoma intentaba localizar a alguno de los militares con los que había coincidido en la guerra.
Bonhoeffer solo hablaba para traducir, callado y reservado parecía fuera de lugar entre el entusiasmo de los nacionalsocialistas españoles.
“…Las piezas de campaña se perdieron; bandera de español ninguna…” Duque de Alba tras la batalla de Heiligerlee.
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Domper
- General de Ejército
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LA FRACTURA
El presidente no tenía ninguna duda sobre cuál sería la decisión correcta. Pero se trataba de una cuestión tan grave que tuvo que plantearla en la reunión del Gabinete.
—Señores, en los últimos meses se han producido ya dos ocasiones en las que podríamos haber tomado una acción decisiva que altere el curso de la actual guerra.
—¿Más de lo que la hemos alterado ya? —el Presidente ya esperaba la interrupción. Las reuniones del Gabinete estaban siendo un suplicio con ese profesor universitario que sin ser el más joven de los presentes, actuaba como un “enfant terrible” puntualizando todo lo que se decía.
—Creo que ninguno de los presentes tenemos dudas respecto al enorme cabio histórico que ha supuesto la Fractura. Pero tú, más que nadie, debieras saber de la fuerza de las tendencias históricas y de las ideologías.
—No se deben confundir las ideologías, que no son salvo elucubraciones filosóficas vacías, con el determinismo histórico.
Los cuatro presentes callaron unos segundos, pues a veces era mejor permanecer en silencio que decir lo que en realidad pensaban: que la ortodoxia marxista se basaba en unos principios filosóficos de hacía casi dos siglos, y tenía tanto valor científico como la teoría de los humores de Galeno. Al presidente, el único con formación científica —era ingeniero— le parecía tal absurdo discutir sobre materialismo científico como sobre el sexo de los ángeles. Decidió reencaminar la discusión.
—No estamos aquí para recibir lecciones sino para tomar decisiones de gran trascendencia. Aun suponiendo que la Historia sea determinista, las acciones humanas pueden crear mucho sufrimiento, y es posible que tengamos en nuestras manos abreviarlo. Les comento. Como ustedes ya saben, a pesar de los cambios en los sistemas criptográficos alemanes estamos consiguiendo romper el cifrado de sus mensajes con facilidad insultante, lo que nos permite acceder a las intenciones más íntimas del régimen nazi —no dijo que buena parte de ese conocimiento se debía a la intercepción de comunicaciones telefónicas y telegráficas, que los alemanes creían seguras; los dispositivos de escucha instalados en Francia y, en menor medida, en otros países ocupados, daban una imagen muy completa del despliegue alemán—. Pues, bien, en dos ocasiones hemos interceptado mensajes que hablaban de los preparativos para reuniones de la cúpula nazi, incluyendo a Adolf Hitler…
El más joven de los presentes expresó lo que a todos se les había ocurrido.
—Es decir, que podríamos haber acabado con esa panda de asesinos genocidas con una bomba.
—Si es así ¿Por qué no se ha hecho? Tenemos una oportunidad única —dijo el antiguo profesor universitario.
El presidente pensó que el mismo que antes hablaba de determinismo histórico ahora pensaba en personal. Eran las habituales contradicciones propias de los sistemas filosóficos. Para un ingeniero que se había formado en el empirismo, todas esas filosofías le parecían banales. Pero era mejor no ponerlo en evidencia. Incluso era posible que el economista apoyase al profesor, y no era momento para una crisis de gobierno.
—No teníamos datos suficientes. Los mensajes interceptados hablaban de reuniones pero no decían nada de horarios. Además una misión como la que están imaginando no es tan sencilla de organizar. En ambos casos se trataba de reuniones en Berlín, que está a tres horas de vuelo de nuestras bases, y eso suponiendo que los aviones despeguen en cuanto reciben la orden. Algo que por desgracia no es posible, porque mantener un grupo de aparatos en constante alerta agravaría aun más los problemas con los repuestos que está encontrando el Ejército del Aire. En cualquier caso, es probable que en algún momento lleguemos a saber dónde se va a encontrar la cúpula nazi, o al menos Hitler. En ese caso ¿los matamos o no? Espero que entiendan que una acción así podría significar la guerra. Aunque el Ejército del Aire ha diseñado un tipo de bombas guiadas que apenas dejan rastros, los alemanes no son tontos y supondrán lo que ha ocurrido.
A ninguno le pareció atractiva la posibilidad de una guerra. La izquierda era antibelicista —aunque tal vez hiciesen una excepción contra el demoniaco régimen nazi— y los políticos de derechas pensaban en la capacidad del Ejército del Aire, que estaba en su peor momento: los nuevos aviones apenas acababan de entrar en servicio, y la disponibilidad de los Typhoon y de los F-18 había caído al mínimo: aunque seguía siendo del 60%, tras una o dos semanas de operaciones continuadas la disponibilidad seguramente caería al 10 o al 20% a lo sumo.
Pero cuando la decisión de respetar la vida de la Bestia estaba casi acordada, el abogado recordó a los presentes que Hitler había causado la peor catástrofe del siglo XX, y que aunque parecía que la Fractura había hecho que el Holocausto se retrasase, en cualquier momento podría iniciarse el exterminio. La Historia condenaría el nombre de quienes pudiendo haberlo evitado, no lo hicieron. El argumento era demoledor, y la propuesta de acabar con Hitler si se presentaba la oportunidad fue aprobada por unanimidad. Sibilinamente, el abogado sugirió que se hiciese lo mismo con otros regímenes totalitarios. La propuesta también fue aceptada.
A la salida de la reunión el presidente hizo un aparte con el abogado.
—No entiendo el motivo de tu propuesta. Aunque el régimen fascista no nos guste, no se parece en nada al nazi, ni siquiera al que padecimos en España. Además estamos socavando la posición de Mussolini. Podemos acabar con el Duce cuando queramos —mientras que Hitler había adoptado unos hábitos de vida muy discretos, cambiando continuamente de residencia, Mussolini había preferido ignorar la amenaza que suponían las bombas guiadas y seguía residiendo en si villa.
—Presidente, es que no piensas a lo grande. Piensa en lo que nuestros queridos colegas han firmado. Tienes carta blanca para destruir a cualquier dictador totalitario genocida ¿no se te ocurre nadie más aparte de Hitler y Mussolini? ¿Uno que vive en Moscú?
—Señores, en los últimos meses se han producido ya dos ocasiones en las que podríamos haber tomado una acción decisiva que altere el curso de la actual guerra.
—¿Más de lo que la hemos alterado ya? —el Presidente ya esperaba la interrupción. Las reuniones del Gabinete estaban siendo un suplicio con ese profesor universitario que sin ser el más joven de los presentes, actuaba como un “enfant terrible” puntualizando todo lo que se decía.
—Creo que ninguno de los presentes tenemos dudas respecto al enorme cabio histórico que ha supuesto la Fractura. Pero tú, más que nadie, debieras saber de la fuerza de las tendencias históricas y de las ideologías.
—No se deben confundir las ideologías, que no son salvo elucubraciones filosóficas vacías, con el determinismo histórico.
Los cuatro presentes callaron unos segundos, pues a veces era mejor permanecer en silencio que decir lo que en realidad pensaban: que la ortodoxia marxista se basaba en unos principios filosóficos de hacía casi dos siglos, y tenía tanto valor científico como la teoría de los humores de Galeno. Al presidente, el único con formación científica —era ingeniero— le parecía tal absurdo discutir sobre materialismo científico como sobre el sexo de los ángeles. Decidió reencaminar la discusión.
—No estamos aquí para recibir lecciones sino para tomar decisiones de gran trascendencia. Aun suponiendo que la Historia sea determinista, las acciones humanas pueden crear mucho sufrimiento, y es posible que tengamos en nuestras manos abreviarlo. Les comento. Como ustedes ya saben, a pesar de los cambios en los sistemas criptográficos alemanes estamos consiguiendo romper el cifrado de sus mensajes con facilidad insultante, lo que nos permite acceder a las intenciones más íntimas del régimen nazi —no dijo que buena parte de ese conocimiento se debía a la intercepción de comunicaciones telefónicas y telegráficas, que los alemanes creían seguras; los dispositivos de escucha instalados en Francia y, en menor medida, en otros países ocupados, daban una imagen muy completa del despliegue alemán—. Pues, bien, en dos ocasiones hemos interceptado mensajes que hablaban de los preparativos para reuniones de la cúpula nazi, incluyendo a Adolf Hitler…
El más joven de los presentes expresó lo que a todos se les había ocurrido.
—Es decir, que podríamos haber acabado con esa panda de asesinos genocidas con una bomba.
—Si es así ¿Por qué no se ha hecho? Tenemos una oportunidad única —dijo el antiguo profesor universitario.
El presidente pensó que el mismo que antes hablaba de determinismo histórico ahora pensaba en personal. Eran las habituales contradicciones propias de los sistemas filosóficos. Para un ingeniero que se había formado en el empirismo, todas esas filosofías le parecían banales. Pero era mejor no ponerlo en evidencia. Incluso era posible que el economista apoyase al profesor, y no era momento para una crisis de gobierno.
—No teníamos datos suficientes. Los mensajes interceptados hablaban de reuniones pero no decían nada de horarios. Además una misión como la que están imaginando no es tan sencilla de organizar. En ambos casos se trataba de reuniones en Berlín, que está a tres horas de vuelo de nuestras bases, y eso suponiendo que los aviones despeguen en cuanto reciben la orden. Algo que por desgracia no es posible, porque mantener un grupo de aparatos en constante alerta agravaría aun más los problemas con los repuestos que está encontrando el Ejército del Aire. En cualquier caso, es probable que en algún momento lleguemos a saber dónde se va a encontrar la cúpula nazi, o al menos Hitler. En ese caso ¿los matamos o no? Espero que entiendan que una acción así podría significar la guerra. Aunque el Ejército del Aire ha diseñado un tipo de bombas guiadas que apenas dejan rastros, los alemanes no son tontos y supondrán lo que ha ocurrido.
A ninguno le pareció atractiva la posibilidad de una guerra. La izquierda era antibelicista —aunque tal vez hiciesen una excepción contra el demoniaco régimen nazi— y los políticos de derechas pensaban en la capacidad del Ejército del Aire, que estaba en su peor momento: los nuevos aviones apenas acababan de entrar en servicio, y la disponibilidad de los Typhoon y de los F-18 había caído al mínimo: aunque seguía siendo del 60%, tras una o dos semanas de operaciones continuadas la disponibilidad seguramente caería al 10 o al 20% a lo sumo.
Pero cuando la decisión de respetar la vida de la Bestia estaba casi acordada, el abogado recordó a los presentes que Hitler había causado la peor catástrofe del siglo XX, y que aunque parecía que la Fractura había hecho que el Holocausto se retrasase, en cualquier momento podría iniciarse el exterminio. La Historia condenaría el nombre de quienes pudiendo haberlo evitado, no lo hicieron. El argumento era demoledor, y la propuesta de acabar con Hitler si se presentaba la oportunidad fue aprobada por unanimidad. Sibilinamente, el abogado sugirió que se hiciese lo mismo con otros regímenes totalitarios. La propuesta también fue aceptada.
A la salida de la reunión el presidente hizo un aparte con el abogado.
—No entiendo el motivo de tu propuesta. Aunque el régimen fascista no nos guste, no se parece en nada al nazi, ni siquiera al que padecimos en España. Además estamos socavando la posición de Mussolini. Podemos acabar con el Duce cuando queramos —mientras que Hitler había adoptado unos hábitos de vida muy discretos, cambiando continuamente de residencia, Mussolini había preferido ignorar la amenaza que suponían las bombas guiadas y seguía residiendo en si villa.
—Presidente, es que no piensas a lo grande. Piensa en lo que nuestros queridos colegas han firmado. Tienes carta blanca para destruir a cualquier dictador totalitario genocida ¿no se te ocurre nadie más aparte de Hitler y Mussolini? ¿Uno que vive en Moscú?
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