Son cuestiones diferentes.Gaspacher escribió: ↑03 Abr 2024, 13:53 Como todo en la vida, sobre todo en la política, se redondea hacia donde más conviene, lo que es indudable es, por un lado que hay demasiada presión fiscal y por el otro que el común de los españoles de a pie no sabe cuanto paga el empresario por su puesto de trabajo en realidad.
De la presión fiscal y lo que paga el empresario, el que no lo sabe es porque no quiere, que lo pone en las nóminas y en la información para la Seguridad Social. Pero hay gente tan ceporra que le sale la declaración del IRPF a devolver y se alegran, sin pensar que han hecho un préstamo al Estado a un interés del 0%. Hace unos años poco importaba, pero hoy día no es difícil conseguir rentabilidades superiores al 3%. Lo más divertido, los que están pagando hipotecas y se alegran que les devuelvan.
De las declaraciones de la Monasterio. Pues resulta que me equivoqué, porque los impuestos son bastante menores de lo que pensaba. El salario bruto medio en España fue de 22.781€ en 2022 (pongamos 23.000€ el año pasado). Eso significa que el coste real para el empresario es de 30.400€ (que es el salario real). Las cuotas de la Seguridad Social suponen 7.400€ que pone el empresario y 1.460 que pone el trabajador (luego 8.460€), y la cuota del IRPF son 2.960€. Eso significa que el Estado se queda el 37%. Si solo tuviéramos en cuenta el salario bruto (que no es una cifra real), el Estado se queda el 19%. Ninguna de las cifras se acercan a la mitad, que es lo que ha dicho la Monasterio. Es decir, esa señora, una de dos. O ni es capaz de decirle a un asesor que le haga las cuentas (no se va a molestar en hacerlas ella y gastar cinco minutos), o ese «redondeo» es tan exagerado que algunos pueden considerarlo una mentira.
Respecto a que es una presión excesiva, en eso concuerdo. Ten en cuenta, de todas maneras, que en España entran en esas cifras cantidades que en otros países tendrías que pagar aparte. Por ejemplo, en Holanda el sistema sanitario es mediante una especie se seguros que hay que pagar aparte: la presión fiscal aparente es menor, pero luego acaban apoquinando lo mismo (y con prestaciones bastante peores, doy fe). También incluyen la educación, etcétera.
Ya pueden decir que en Estados Unidos los impuestos son menores, si luego hay que contratar un carísimo seguro médico, y la educación es aun peor. Hace un par de años un familiar hizo un intercambio en GeorgiaTech (una de las mejores de ingeniería). El alojamiento salió algo más caro que aquí, pero como era un acuerdo con la UCIII, pagó como en España (mil y pico euros) cuando lo que paga un norteamericano por un año allí supera los 40.000€. Desde luego, te puedes ir a una universidad comunitaria mucho más barata, y obtendrás un bonito diploma que quedará muy bien como adorno.
Así que, a la hora de decir si se paga mucho o poco, habría que ver que prestaciones están recogidas. En principio, soy partidario de liberalizar y de la iniciativa privada, aunque creo que eso no es beneficioso en todos los sectores. Pero, al final, lo que importa son tres cuestiones: la renta libre (lo que te queda después de pagar todo, sea al Estado o sea a entidades privadas), la eficiencia y la equidad. Sobre la equidad, me explico: yo tengo una buena renta y para mi sería mejor un sistema tipo Estados Unidos, de pagar muy poco al Estado y buscarme la vida por mi cuenta. Pero no se si mis vecinos pensarían lo mismo, y no estoy hablando de vagos envidiosos, sino de gente trabajadora que por las causas que sean tienen menor renta que yo.
Otra cuestión es que se pongan todo tipo de trabas a la iniciativa privada, y en eso nuestro querido país puede presumir. Está muy bien lo de poner impuestos altos a las empresas: es utilísimo para que en lugar de crearse aquí, se planten en Irlanda u Holanda para pagar bastante menos.
Saludos