La verdad es que me he despachado a gusto con Orenga desde la grada.
Si yo sabía que no debía ir y me emperré.
Pena de partido, fin de generación, y un cabreo de mil demonios...
Y encima, mañana, 300 km hasta Tudela...

para haber visto esta basura.
Y Felipe sin jugar...mientras Marc todavía estaba pensando en los pañales que va a tener que cambiar.
Nos pasa por chulos y prepotentes..
Como en Fútbol
saludos