
El talento y el chico accidente
Ya hemos dicho y oído muchas veces que esta temporada se presentaba de una manera muy especial, muchos campeones de ayer y de hoy congregados y por supuesto con potenciales campeones del mañana. Para no ser menos, las peleas entre equipos también están haciendo honor a lo esperado. La temporada esta siendo como un emocionante viaje por una intrincada y exigente montaña rusa. Este mundial no es uno más, se nota en el ambiente, sobre todo en la tensión entre pilotos, una tensión y nervios que van siendo mas exigentes y que crecen hasta limites insospechados. Exigencias para las que hay que estar muy preparado físicamente y, sobre todo, en el aspecto mental. Exigencias que sólo los grandes de verdad son capaces de sobrellevar.
Genio:
Ayrton Senna decía que el tenia su limite de sobrepasar la línea del riesgo un poco mas alta que los demás. Evidentemente el tope de esa línea solo se conoce cuando se ha sobrepasado y al hacerlo se entra en una dimensión distinta, donde el control sobre lo que se esta haciendo no depende solamente de uno mismo. Ayrton puede que efectivamente pudiera sobrepasar esa línea con facilidad y seguir manteniendo la mayor parte del control, quizá ese sea parte del secreto de su gran éxito. Pero no siempre fue así, no siendo pocas las veces que esa manera de flirtear con el riesgo del piloto brasileño le llevara a cometer grandes errores.
Talento:
Creo que esa forma de asumir el riesgo y llevarlo hasta el límite sin perder el control es primordial para ser un gran piloto y que estos pilotos en toda la historia, posiblemente se puedan contar con los dedos de las manos sin necesidad de utilizarlos todos. Y es aquí donde reside el verdadero talento. Algo que posiblemente no lo puedan fabricar ni la practica ni la experiencia, aunque si bien estas dos últimas características puedan imitarlo. Nunca llegaran a ser tan tajantes ni efectivas como esa reacción que nace naturalmente y se ejecuta instintivamente en la milésima parte de un segundo.
Juventud:
Hace unas semanas después de la carrera de Spa Paralelamente al debate del blog algunos de los conductores de ES internamente mantuvimos una acalorada discusión sobre la juventud y la poca experiencia de Vettel, no solo por el choque con Button si no por comportamiento general este año. No hace falta decir que es uno de los pilotos con más potencial, entre sus mejores o claras características esta el ser endiabladamente rápido y su reconocida agresividad. En su contra esta el ser uno de los pilotos de cabeza que mas errores ha cometido en momentos delicados. La pregunta del millón es si esos errores vienen dados por su razonable falta de experiencia, o si esa agresividad no controlada que le ocasiona tantos problemas viene dada por esa parte más profunda de la personalidad unívoca de cada individuo y por tanto mejor basada en el verdadero talento intrínseco como piloto, o a la ausencia del mismo.
Crash Kid:
Martin Whitmarsh en unas declaraciones bastante desgraciadas por decir algo, vino a darnos su respuesta personal diciendo que: Vettel es un niño accidente y sus travesuras al volante se adaptan más a una formula júnior. Él tiene la costumbre de chocar contra otros pilotos. En definitiva lo que Whitmarsh nos viene a decir es que es un problema de juventud. Lo paradójico de estas palabras del jefe de Mclaren esta en que en todas las casas cuecen habas y en la suya propia las cuecen por toneladas, ya que ese desafortunado mote de crash kid hoy se ajusta mas a Hamilton, con dos abandonos en sendos choques de su chico contra otros pilotos. Y por los que ha pagado el precio mas alto, perder el liderato del campeonato del mundo a falta de 4 carreras. El ultimo incidente quizá pueda ser compartido en responsabilidad a partes iguales con Webber, pero alguien debe recordar a Hamilton que adelantar no solo se basa en sobrepasar al coche que te antecede, si no en hacerlo sin olvidar que existe y que ese coche necesita un espacio material ya que al contrario que en la Play Station, en la vida real los coches no se volatilizan al ser adelantados.
Menos excusas puede encontrar Hamilton para el choque contra Massa aunque, él es capaz de encontrarlas a su página web me remito, en la que explica el desafortunado incidente, como que fue Felipe quien le toco con su rueda trasera. Acabáramos… no soy un experto en leyes físicas, pero creo que a Lewis nadie le ha dicho que el que pega por detrás siempre paga, “y se queda con los cascos”.
Volviendo al asunto me vengo preguntado estos días si Martin Whitmarsh se ha replanteado sus palabras sobre Vettel al ver como su chico mimado le quitaba el mote de chico accidente al risueño alemán, y si también cree que los accidentes con los que nos viene deleitando Hamilton son debidos a la inexperiencia. Bueno oficialmente desde Mclaren lo llaman mala suerte. Llamar inexperto a todo un campeón del mundo como que no queda muy bien.
Yo no creo que Hamilton sea un mal piloto, ni que la falta de experiencia sea la causa de los errores a los que nos tiene acostumbrados sobre todo en los momentos clave. Momentos en los que se requiere el talento de verdad y no imitaciones, momentos donde no solo vale ser un piloto muy rápido, ni tan siquiera el más rápido, si no donde ese instinto primigenio y único fluye como un torrente natural aunando cuerpo, mente y alma, llegando a cada músculo del cuerpo. Ese momento que Ayrton por las calles de Mónaco describió como hablar con dios y que distingue a los verdaderos pilotos del resto.
Creo que ese talento del que vengo hablando, es la cualidad que a Hamilton le falta por mostrar, desconozco si la tiene. Aunque desde muchos púlpitos no han dejado de alabarla desde que el chico puso sus pies por primera vez una pista a los mandos de un F1. Le reconozco grandes y valiosas cualidades, velocidad, agresividad “no controlada”, una gran capacidad de adaptación competitiva, y hambre de victoria cualidades todas de un buen piloto, pero… ¿suficientes para ser un gran piloto?.
Seguiré esperando que aparezca esa rara inspiración que diferencia los grandes pilotos del resto. Lewis la va a necesitar, no sólo el. La va a necesitar el piloto que quiera conquistar el titulo mundial. A no ser que cualquiera de los tres equipos en la pugna consiga alcanzar suficiente ventaja técnica, como para que el piloto que logre ser campeón del mundo no tenga que recurrir al verdadero talento para lograrlo, 2009 es un ejemplo de lo que digo. Esperemos que no sea así, y que este mundial termine ofreciéndonos una verdadera lucha entre pilotos. Y que ese piloto para el que la gloria aguarda lo sea por su verdadera excelencia.
Por Juglar/Efectosuelo.com
Saludos.