Manda narices que los tipos que dejaron de hacer horas extras (que cobran) con la consiguiente parada del ritmo de trabajo del S-82, se desentiendan del problema. Lo que debían ser dos años de diferencia con el S-81, está ahora mismo en cuatro años y medio (si lo cerrasen para junio, que ya dicen en la noticia que parece que no). Un caso único. La experiencia con el prototipo no sirve para acelerar las siguientes unidades.También denunciaron el incumplimiento del convenio de la empresa y expresaron el compromiso de toda la plantilla con los nuevos submarinos, porque son conscientes de que son el presente y el futuro de su astillero, indicaron fuentes del comité.
Es evidente que esto, tal y como dice la ministra, va a perjudicar a la Armada, pero básicamente anula cualquier posibilidad de exportación.
En la factoría de Cartagena trabajan unas 1.100 personas de plantilla más otras tantas de la industria auxiliar. Aún levanta ampollas el comentario de hace unos años de un sindicalista de la factoría de que los barcos los hacían "los más jóvenes, como toda la vida". No parece casual que la última carena de un S-70 (la que hacía el número 17 de ese modelo en esa factoría) se fuese a cinco años frente al año y medio habitual o que la reparación del cazaminas Turia que iba a ser de dos años, se alargue otro año y medio más.
Desde la finalización del último Scorpene malayo a finales de 2009 y pararse en 2012 el programa S-80 hasta rediseñarlo hacia finales de 2017, han estado cobrando religiosamente con una carga de trabajo mínima. Y cuando toca apretarse (cobrando esas horas extras) se niegan aludiendo al convenio.
Leemos que en Ferrol se va a adelantar el plazo para acabar los bloques de las F-110. En Bª de Cádiz se acaban en tiempo las corbetas saudíes, pero en Cartagena todo se retrasa. Los sindicatos de este centro han pisado el acelerador y tienen al S-82 como rehén. No les importa el daño a la compañía.
Lo del retraso de suministros debiera explicarse mejor, así como el área a la que afecta. Falta mucha transparencia. El otro día Kraken nos informaba que el AIP, pese al anuncio, aún no está para ser embarcado. Por eso, pese a estar en el astillero el S-82 con el casco sin cerrar y con todo los retrasos del mundo, nunca se plantearon incorporarlo.
Y todo esto ocurre pese al astillero 4.0, la maquinaria nueva para hacer domos y la incorporación de soldadura automatizada. Del S-83 y S-84, en los cuales se supone que la subcontratación tenía más peso, no sabemos cómo van respecto al planeamiento.