Que murió en combate en Italia hace 60 años, en una lucha desigual con las tropas alemanas, y debido a una gran valentía, eran reverenciados incluso por los enemigos
El mundo celebra el 60 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y los brasileños tienen mucho para estar orgullosos de las acciones valientes de los tres mineiros soldados. Baeta Geraldo da Cruz, entonces de 28 años, nació en Entre Ríos de Minas, Lucio Arlindo da Silva, de 25 años, de Sao Joao del Rei, y Geraldo Rodrigues de Souza, de 26 años, de Río Negro, murieron como héroes Montese Italia, escenario de una de las batallas más sangrientas del conflicto, con la participación de la Fuerza Expedicionaria Brasileña (FEB).
Miembros de una patrulla, los tres mineiros se encontraron cara a cara con una companhia alemana, formada por 100 hombres. Se les dijo que se rindieran, pero siguió luchando "hasta el último cartucho", como dicen en los cuarteles. Ametralladora el 14 de abril de 1945, recibió, en lugar de la fosa común, especial honores exércio alemán.
Sorprendido por la valentía y la fuerza de los mineiros, el comandante ordenó a enterrarlos en una tumba poco profunda y puso una cruz y una placa con la inscripción: "Drei Brasilianischen Helden", que dicen que en español significa "Tres héroes brasileños".
Después de la guerra, fueron trasladados al cementerio en Pistoia, Italia, y luego hasta el Monumento a la Segunda Guerra Soldado II en Flamengo, de Rio de Janeiro.
Muchos de los 25.334 brasileños que fueron a la guerra pueden ser considerados como héroes, pero el trío ganó el reconocimiento de los enemigos ", lo que los hace especiales," dijo el capitán Ary Roberto de Abreu, quien dirige el Museo del bien construido de la Asociación Nacional de veterano de febrero, en el Reglamento de Tiradentes, Sao Joao del Rei, en las laderas de campo, 185 km de Belo Horizonte.
En Sao Joao del Rei y la ciudad de Entre Ríos de Minas, Belo Horizonte 126 km, gran parte de esta historia está hecha de la gloria, el dolor, bayonetas, sangre, y la nostalgia. En el corazón de los familiares, la marca sigue siendo el día de salida para el frente, las noches de insomnio y la declaración sobre la muerte cruel.
"Todo esto no puede caer en el olvido de las generaciones más jóvenes", se pregunta la hermana de Gerard, Nathaniel Baeta Morais, de 79 años, que guarda como recuerdo, todas las cartas del soldado y medallas ganadas en los campos de Italia y un poco de ceniza el héroe.
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