La Guerra de la Triple Alianza

Las guerras y conflictos en la región latinoamericana, desde la Conquista hasta las Malvinas y el Cénepa. Personajes y sucesos históricos militares.
paraguayito
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Otro relato de la batalla

El Mariscal López, luego de la derrota sufrida por sus tropas en el combate de Piribebuy, al sentir amenazada su retaguardia por las fuerzas que avanzaban por Altos y Piribebuy al mando de los generales Emilio Mitre y José Antonio da Silva Guimaraes, resolvió retirarse, dividiendo sus tropas en dos divisiones, una de vanguardia, que confió al general Resquín, y otra de retaguardia, a las órdenes del general Bernardino Caballero. Y a las cinco de la tarde del 13 de Agosto se puso en marcha, con rumbo a Caraguatay, donde llegó a las ocho de la noche del día siguiente. De paso, mandó fortificar la entrada de la picada que conduce a dicho pueblo, dejando allí 1.200 hombres, con algunos cañones, a las órdenes del coronel Pedro Hermosa.

El movimiento de la columna paraguaya de retaguardia era, y tenía que ser, muy lento porque seguía el compás de la larga fila de carretas en que iban los bagajes de su ejército. La extrema flacura de los animales de tiro hacía que aquéllas apenas anduvieran. Y así pronto Caballero se vio separado de los suyos, solo en medio del enemigo, librado a su propia suerte. Era como el escudo del ejército en retirada, contra el cual se estrellaría todo el poder de la alianza.

Recién el 15 de Agosto entró el Conde D’Eu en Caacupé, donde se enteró de la retirada total de las fuerzas paraguayas. Esta noticia lo dejó anonadado, sumido en el desaliento. Decía el Mariscal J. B. Bormann: “Habían caído por tierra todas sus combinaciones y resultaron inútiles todos los sacrificios hechos. El desánimo y la tristeza fueron generales”. Pudiendo haber terminado la guerra después de Piribebuy, su ineptitud y su culpable irresolución habían hecho posible el alejamiento del Mariscal López, con lo que la penosa campaña se prolongaba indefinidamente. Nadie ocultó su disgusto.

Ante la noticia de que una fuerte columna paraguaya se retiraba lentamente por la picada de Diaz-cué, que conduce a la llanura de Barrero Grande, el Conde D’Eu ordenó al Mariscal Victoriano Carneiro Monteiro que marchara rápidamente hacia el pueblo de Barrero Grande, para cortarles la retirada, mientras él caía sobre la retaguardia de los paraguayos.

El mariscal Monteiro se alejó a las dos de la tarde del 15 de Agosto, llegando a su destino a las diez de la noche. Desde allí despendió una división de caballería, a las órdenes del general Cámara, con rumbo a Caraguatay, que fue detenida por el coronel Hermosa.

A las seis de la mañana del día siguiente se movió el primer cuerpo del ejército brasileño, acaudillado por el general José Luis Mena Barreto, que acababa de reemplazar al general Osorio.

Dos horas después, el general Vasco Alves Pereyra, que mandaba la vanguardia del ejército imperial, cambiaba los primeros tiros con la retaguardia de Caballero. Y resonaba a lo lejos el tronar de la artillería paraguaya, que rechazaba en ese momento las cargas del general Cámara en la boca de la picada de Caraguatay.

El Conde D’Eu precipitó la marcha de sus tropas y salió con todas ellas en Acosta-Ñu, sitio donde iba a librarse la batalla. Los paraguayos disponían de unos 4.500 hombres y algunos pocos cañones, y sólo contaba con un batallón de veteranos, el 6º de infantería, el resto eran niños y ancianos. Los niños fueron disfrazados con barbas postizas para que el enemigo los tome por adultos y les presente combate. Su caballería, escasa, cabalgaba en flacos rocines. Y le amenazaban dos cuerpos de ejército, sin contar las tropas que se aproximaban por Tobatí.

El general Caballero extendió, serenamente, su línea de batalla, destacando en su vanguardia al coronel Moreno, con dos cañones, y al comandante Franco a la cabeza de su batallón. Y dando frente a su enemigo, continuó el retroceso hacia el paso de arroyo Yukyry, que atraviesa de este a oeste la llanura. Su única salvación estaba en poder llegar a los bosques de Caraguatay.

Moreno y Franco hubieron de soportar en seguida la presión de nueve batallones y el fuego de numerosas piezas de artillería. Hostilizados después, en los dos flancos, por regimientos de caballería, supieron imponerse, luchando con extraordinaria gallardía.

El mismo Conde D’Eu reconoce en su Diario de Campaña “la gran desventaja” con que peleaban los paraguayos, por la manifiesta inferioridad de sus armas. “Nuestros fusiles a lo Minié –dice- llevaban la muerte hasta a sus reservas, al paso que a nuestros soldados más avanzados poco perjuicio sufrían”.

Con hábil maniobra, el general Caballero impidió que sus fuerzas fueran rodeadas y consiguió llegar a la orilla opuesta del arroyo, donde emplazó la artillería. El Conde D’Eu colocó sus cañones frente al paso y abrió un nutrido fuego contra la posición paraguaya. Y ordenó después una carga a fondo sobre el puente, que fue repelida.

La batalla llegaba a su momento culminante. Era ya mediodía, y desde el amanecer la lucha no tenía tregua ni descanso. Se produjo una nueva carga y nuevamente fue repelida por Caballero. El cauce del arroyo quedó colmado de cadáveres. Optó entonces el ejército imperial buscar un vado, para evitar fracasar en otro ataque frontal.

Caballero volvió a hacerse fuerte sobre el puente de Piribebuy, conteniendo con todo éxito el avance de sus persecutores. La tarde inclinaba. De pronto los paraguayos se vieron acometidos por la retaguardia, era el segundo cuerpo del ejército brasileño que llegaba. Se trataba de una fuerte columna de infantería, con ocho bocas de fuego, a las órdenes del general Resín, que obligó a dividir las escasas fuerzas de Caballero y a atender dos acometidas simultáneas.

Los veteranos de Franco (muerto en el combate) habían desaparecido en la larga pugna, y con ellos el nervio principal de la resistencia paraguaya. No le quedaban sino niños y jinetes montados en escuálidos caballos.

Dice Juan José Chiavenatto: “Los niños de seis a ocho años, en el fragor de la batalla, despavoridos, se agarraban a las piernas de los soldados brasileros, llorando que no los matasen. Y eran degollados en el acto. Escondidas en al selva próxima, las madres observaban el desarrollo de la lucha. No pocas agarraron lanzas y llegaban a comandar un grupo de niños en la resistencia”……. “después de la insólita batalla de Acosta Nú, cuando estaba terminada, al caer la tarde, las madres de los niños paraguayos salían de la selva para rescatar los cadáveres de sus hijos y socorrer los pocos sobrevivientes, el Conde D´Eu mandó incendiar la maleza, matando quemados a los niños y sus madres.” Su orden era matar "hasta el feto del vientre de la mujer".

Caballero formando un cuadro con sus tropas se defendió como pudo hasta que, dispersados los restos de sus fuerzas, confundido en el tumulto inmenso de la lucha, pudo cruzar, sin ser reconocido, entre regimientos y batallones, llevando en pos de sí a los que habían escapado de la matanza. El combate había terminado.

En la batalla de Acosta Ñu, 3.500 niños paraguayos enfrentó a 20.000 hombres del ejército aliado, lo que se tiene como un acto de heroísmo sin igual. Por la masacre producida, se conmemora ese día como el día del niño en Paraguay.


paraguayito
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Un relato commovedor de Rubén Luces León

Los vientos de agosto soplaban con mediana intensidad batiendo las matas de pastos y malezas altas. Más allá del campo abierto, el monte le oponía resistencia denunciándolo con el movimiento de las ramas. Todo parecía tranquilo, en esa mañana del 16 de agosto del año 1869.

La calma de la noche y el lúgubre siseo de los lechuzos y los animales nocturnos molestaban al silencio que precedió al día trágico.

Habían quedado ya muy pocos soldados, pero estaban todavía los ancianos, las mujeres y los niños. Hacia 3 días que Piribebuy, había rendido a la patria la vida de los últimos que la defendieron. Su comandante el Coronel Pedro Pablo Caballero, murió degollado frente a su esposa luego de haberse negado a rendirse.

Como en las funciones teatrales, entre bastidores, se preparaban los actores para representar el drama único en la historia de la humanidad.

El escenario era un campo raso, el arroyo Yuquyry y el bosque que esta detrás, todo estaba listo de manera natural, para ser el escenario de la batalla más brutal de la Guerra Grande.

Adelante estaban los hombres que no eran más de 500 y detrás habían niños que se disfrazaron de hombres para mentirle al enemigo con su número.

Esos niños eran muy chicos para confundirlos con adultos, sus estaturas pequeñas, sus caras infantiles, sus piernas y bracitos cortos, los ojos grandes, no los ayudaban para impresionar como maduros, eran más bajos que un fusil con su bayoneta calada, no podrían confundirlos tan fácilmente.

Sus propias madres y los mayores con carbón le pintaron bigotes y en las mejillas y la mandíbula les colgaron la crin de los caballos que cortados de sus colas simulaban barbas que le daban a los chicos el aspecto increíble de un disfraz singular y extravagante.

Ensayaron gestos adustos y desafiantes para provocar miedo; pero no lograban que una mueca, que en vez de temor producían: ternura y lágrimas en esos corazones de madres que prepararon a sus hijos a sabiendas de la misión de muerte que cargaron sobre las espaldas frágiles de esos querubines.

Las armas no alcanzaban para todos. En el transcurso de la guerra habían quedado abandonadas en los campos de batallas juntos a los miles de soldados muertos y no pudieron ser recuperadas. Y si en Piribebuy las mujeres apelaron a botellas y vidrios, a piedra y arena, junto a su uñas y sus dientes como postrer recurso. Aquí no quedaba más que la ficción como ultimo medio por falta de armamentos, ... era la pose, la simulación, el engaño, pero sin ingenuidad esperando la victoria, solo era, ... demorar la hora de la muerte.

Faltaba el armamento, entonces se cortaron ramas de los árboles y en ella se tallaron replicas burdas de fusiles, que los niños pusieron en sus hombros como si fueran ciertos y ensayaban apuntarlos como si tuvieran balas. Esas armas de juguete en mano de niños, completaban el atuendo para convertirlos en soldados. El enemigo debía creer que eran un ejército y con sus máscaras de barbas y bigotes empuñando fusiles de palo pretendían parecer expertos veteranos de la guerra.

Quiero imaginar que en la noche antes de la muerte, esos pequeños jugaron con sus armas de juguete, ensayando poses de adultos, de guerreros enardecidos y bravíos, fingiendo actitudes y asustándose entre ellos. Cuántas madres mientras disfrazaban a sus hijos en los momentos previos a sus muertes, habrán tenido el corazón estrujado, como nadie puede imaginarse.

Haga usted un esfuerzo para comprender el sufrimiento y valorar el espíritu indomable de esta raza de valientes, y trate de sentirse por un rato nada mas en el cuerpo de esa mujer que preparó a su hijo que iba a inmolarse en nombre de la patria,

Ellos eran niños frágiles y pequeños, como es el suyo o el mío, o el de algún vecino, su nieto o un sobrino, que en este momento, ... ahora, ... esta jugando, ... durmiendo o estudiando para ser un adulto el día de mañana.

3.500 infantes de caras pintadas con carbón y de barbas postizas, que aun no conocían la vida y que tampoco tenían la suficiente comprensión para entender la injusticia de la guerra, y la eternidad de la muerte. ... Corazones candorosos en donde no podían caber aun la maldad ni el odio. Imitando el ejemplo de sus mayores y de sus padres jugaban a la guerra en serio.

Batalla de antónimos y controversias. Niños que querían parecerse a adultos, a monstruos de la guerra, disfrazados para ahuyentar al enemigo impío. Enemigos que eran monstruos verdaderos, sobrados de crueldad y de barbarie, que no vencieron a esos niños que eran ángeles.

Los enemigos en esa batalla perdieron el honor y la vergüenza. Esos niños muertos ganaron la gloria y certificaron con su sangre el heroísmo jamás igualado por ningún pueblo de la historia de América y del mundo.

El 16 de Agosto en todo el Paraguay en su homenaje se recuerda el día del niño, en la memoria de aquellos héroes infantiles de Acosta Ñu.

Esos tres países enemigos de entonces ocultan en su recuerdo, la vergüenza de una cobardía sin limites, de ese acto cometido por sus gobiernos que avalaron la masacre, por eso ni en sus libros ni en sus relatos a los niños de las escuelas les cuentan esta historia.

Relata el columnista del diario del Dorado Brasil. Brígido Ibanhes....... Los enemigos extendieron en circulo los 20 mil soldados que disponían con la intención de cercar al ejercito paraguayo, que pretendía parecer muchos...

Al toque de clarín, atacó la caballería imperial. Se precipitó rasgando el suelo, y a golpe de espada iba degollando niños y mujeres que se agarraban con desesperación de muerte a las patas de los caballos en que iba montado el enemigo.

Al toque de clarín, atacó la caballería imperial. Se precipitó rasgando el suelo, y a golpe de espada iba degollando niños y mujeres que se agarraban con desesperación de muerte a las patas de los caballos en que iba montado el enemigo.

La lucha tenia violencia de furia infernal. ... Cuando las madres percibían que sus hijos se herían de muerte, se arrojaban sobre ese cuerpo infantil que era carne de su misma carne y los estrangulaban con sus propias manos, para que esos inocentes se murieran pronto. Y de inmediato ellas se tiraban contra la punta de las lanzas de los enemigos buscando en su propia muerte, el alivio a su desesperación de madre.

El refinado Gastón de Orleans o Conde D’ Eu cuando advirtió el engaño, en vez de detener la lucha ordenó incendiar el campo, como ya lo había hecho con el Hospital de Sangre de Piribebuy, hacia 4 días.

El fuego se extendió rápidamente alimentado por la maleza alta y por el viento fuerte y en medio del crepitar de las lenguas de fuego oíanse los gritos de dolor y de agonía y se veían cuerpos envueltos en llamas corriendo con las ropas incendiadas o con el cuerpo desnudo convertidos en antorchas humanas, para luego caerse y quedar tumbados, rígidos, como estatuas caídas de su pedestal, representando con su gesto último el dolor y la desesperación.

Cuerpos carbonizados, enjutos, retorcidos y de pequeñas dimensiones porque eran chicos que no tenían mas de 9 a 14 años.

En medio de las matas oscuras echando humo, mal iluminada por el resplandor claro rojizo del fuego que aun quedaba, se escuchaban por todas partes los quejidos y los gritos de dolor que salían de esos pechos infantiles moribundos. Era el propio lamento de una nación y de su raza que habían preferido la muerte a ser avasallada, exterminada en baño de sangre y de horror.
.... El olor fuerte, fétido de la carne carbonizada de los que habían muerto, fue la tortura del Dr. Jhon Smith, médico inglés al servicio del ejército invasor. Ya en la mañana del día 17, cuando el sol apenas había asomado en el horizonte y se mantenía aun el tufo caliente del incendio en aquel holocausto de inocentes, en medio de la cenizas y el carbón de los cuerpos calcinados, el medico parecía un alma en pena vagando por los vericuetos y rescoldos del infierno, dos auxiliares enfermeros y algunos soldados de patrulla lo acompañan, todos tapándose la nariz con una mano. El silencio era mortal en ese cementerio a cielo abierto, y cuerpos insepultos, recién inaugurado.

Lo que se ve es horror, que no conoce piedad ni se dobla de compasión ante el dolor y el sufrimiento, trozos de carne pisoteadas, cuerpos sin cabezas desparramados por el suelo, chicos tendidos, boca arriba con los ojos abiertos como interpelando el cielo; un bigote trazado con carbón en una cara infantil y el barbijo de crin corrido de la barbilla al costado de una oreja, eran una macabra burla a la cobardía enemiga y una tardía e inútil suplica a la injusticia de la muerte. En esos cuerpecitos retorcidos, las quemaduras hicieron que las carnes se desprendieran de los huesos como si fuera gelatina derretida.

El Dr. Smith, con el pañuelo anudado en la nuca, para proteger la nariz, estaba por sentarse en un tronco caído, cuando percibió que un soldado brasileño maniobró su fusil y apuntó en dirección a un conjunto de plantas de bananas.

Que vio soldado, le dijo.

- Allí Hay gente doctor.
- No tire!, ... le ordeno el médico.
El inglés se aproximó con cautela y vio un brazo infantil agarrado al tronco, después un par de ojos asustados y luego otros dos. ... Apartó la hoja seca del banano y con sorpresa descubrió entonces, ... dos criaturas abrazadas de espanto: un varón y una nena.

Aproximó la mano al más pequeño para tocarle la frente, pero el chiquito fue más ligero y escondió la cabeza entre las piernas adoptando la posición de quien espera el golpe de la muerte.
La nena entonces se abrazó al tronco del bananero y comenzó a temblar de miedo. El médico le tocó suavemente la mano y luego se agachó y acarició los cabellos del niño que continuaba paralizado por el pánico.
— Salgan, no vamos a lastimarles, les hablo en español.
De a poco los brazos en torno del banano se fueron aflojando y la cabeza escondida entres la piernas comenzó a levantarse, Aquellas dos criaturas milagrosamente, fueron las únicas sobrevivientes de la brutal carnicería.
— No tengan miedo...
El más chiquito con los ojos desorbitados miró hipnotizado al soldado con el arma todavía apuntando a su cabecita tambaleante.
— ¡Baje esa arma soldado, ...aquí ya no hay más nadie para matar!, ...le ordenó el galeno.

El Dr. Smith llevó a los niños y los crió en su estancia llamada “Casa Blanca”, en Concepción. Al varoncito le dio el nombre de Bernardo y a la nena la llamó Belén. ... Ya de grandes, como no eran hermanos, acabaron casándose y fue así que nació Narciso el abuelo de Raufi Marques el brasileño que cuenta esta historia en su libro “Ñande pá”

Mas allá de las fronteras y en la comodidad de sus despachos, se producían manifestación de estímulos a la masacre como las de Sarmiento: que escribe a Manuel R. García, ministro argentino en Washintong, diciéndole: “La guerra esta concluida, aunque aquel bruto (por Francisco Solano López), tiene todavía 20 piezas de artillería y dos mil perros que habrán de morir bajo las patas de nuestros caballos, ni a la compasión mueve ese pueblo rebaño de lobos”.

En otra carta expresa entre otras cosas, “ a los paraguayos hay que matarlos en el vientre de sus madres”. ... Dice José María Rosas, escritor e Historiador Argentino. ... “Y entre esos perros, ... irá Sarmiento a pasar sus ultimas horas.... Fue tanta la grandeza del pueblo paraguayo que hizo a su detractor el homenaje de poner su nombre a una calle de Asunción.”

Esa calle a la que se refiere, es la que corre al costado del Hotel del Paraguay y del Colegio Internacional en Asunción

Llevaba el nombre del blasfemo e injuriante que se llamó Domingo Faustino Sarmiento. Hoy la calle tiene nuevo nombre “De Las Residentas” dignificando a esos vientres que profanó Sarmiento y que nos gestaron a nosotros, los paraguayos que hoy somos...........

Y otra vez fue el fuego, ... y de nuevo en el mes de Agosto, el 1°, el 12 y el 16 todos del mismo mes. Ycuá Bolaños, Piribebuy, Acosta Ñu. Destino ígneo de tantos inocentes en el fatídico Agosto paraguayo de fuego y muerte.

El 16 de Agosto es el día del niño. Jamás podría considerarlo una fiesta.

No podría faltársele al respeto, ... a esos gigantes héroes de cuerpecitos diminutos muertos en Acosta Ñu, ... ¡no tenemos nada que festejar en este día de recuerdos!. ... Debemos guardar, para otra oportunidad, ... con disimulo, el gozo intimo de tener a nuestros hijos vivos. Sin hacer ostentaciones.

Esa fecha nunca será feliz en el Paraguay, ... como no puede ser el 1° de Agosto para los parientes y amigos de los que murieron en Ycuá Bolaños. Porque los niños y sus padres de hoy, son los deudos y herederos de ese pueblo de la guerra cuyos niños se murieron en Acosta Ñu, en esa fecha.

Sin embargo, los países que masacraron a nuestro pueblo, no tienen de que dolerse, festejan sin reproches el día de sus niños, en otra fecha propiciados por los comerciantes con la intención de aumentar sus ventas, ocultando un deseo mercantilista y especulador.

Nosotros no; esta conmemoración está fundada en el recuerdo imborrable del sacrificio de esos niños, en la muerte de ellos que nosotros recordamos con la presencia de nuestros hijos vivos... en la profunda sensibilidad de nuestro pueblo y en nuestro destino trágico. Búsquese otro día para fiestas, esta no es la fecha para la alegría o el jolgorio.

Viajero que vas rumbo al Este. Cerca de Barrero Grande, sobre la mano derecha de la ruta que va al este hay una cruz. Y un monumento, ... allí esta el campo en donde se desarrolló la batalla mas triste de la historia, gloria de la patria, baldón y oprobio para el invasor.

Recógete al pasar y guarda un momento de silencio para evocar en tu memoria, el sacrificio de estos niños, el dolor de sus madres y la gloria de la patria, ...Reza una oración corta si eres creyente, y si no, ... bésalos en tu corazón y promételes a esos niños muertos, que le contarás el drama a tus hijos y a tus nietos, para que ellos cuando enfrenten en sus vidas la dificultad o se sientan desfallecer ante el fracaso encuentren fuerza en el recuerdo del coraje de estos chicos que se imaginaron hombres para hostigar a la muerte, ... piensa en ellos, ... ¡todavía eran niños!


alejos
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Mensaje por alejos »

¿Sabes algun buen libro sobre la guerra de la trile alianza que se pueda descargar de internet?. Es un tema apasionante como un pequeño pais se defendio hasta el final de tan formidables adversarios.


paraguayito
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Mensaje por paraguayito »

Lamentablemente no conozco un libro sobre la guerra que se pueda descargar por internet
Sin embargo, hay un sitio paraguayo que publican varios libros sobre la guerra en internet. Se llama biblioteca virtual del paraguay. Recomiendo los tomos del libro "Memorias o reminiscencias históricas sobre la Guerra del Paraguay", de Juan Crisóstomo Centurión

Saludos


alejos
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Mensaje por alejos »

Muy bueno el enlace, es una pena que desde españa no se puedan comprar esos libros, si hay un pais apasionante por su pasado ese es el Paraguay, un pais de patriotas.


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uzi1982
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Mensaje por uzi1982 »

Esta guerra sin duda fue una irresponsabiliad de parte del lider paraguayo, pero aun así, habla del valor del pueblo paraguayo que practicamente debió ser masacrado para alcanzar la victoria, por separado, quien sabe, ¿hubiese vencido a brasileños, argentinos o uruguayos?


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Mensaje por Neptuno7 »

Lástima que una nación tan promisoria, por la irracionalidad de su gobernante, terminara desvastada.


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Mensaje por paraguayito »

De su gobernante y de los aliados


GIL
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Mensaje por GIL »

Neptuno7 escribió:Lástima que una nación tan promisoria, por la irracionalidad de su gobernante, terminara desvastada.


nunca mejor dicho.

como se puede entender que el hombre que ha llevado esa nación a eso sea rotulado de HEROÉ. (es el mundo al revés)

invaden território Argentino y se marchan a la brasileña Uruguaiana creyendose inmortales (o que despues de muertos volverian a nacer en assunción).

es que invaden 2 países como si nada y luego reclaman cuando llegán las hostias.


GIL
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Mensaje por GIL »

alejos escribió:Muy bueno el enlace, es una pena que desde españa no se puedan comprar esos libros, si hay un pais apasionante por su pasado ese es el Paraguay, un pais de patriotas.


en España hay una preciosa enciclopedia de varios tomos que se llama:

historia de iberoamerica, no me acuerdo el autor, en su momento la tenian en la biblioteca publica en Valladolid.

en la sección sobre la guerra del Paraguay explica detalladamente toda la guerra.
pero empieza hablando de Solano Lopez como un gobernante megalomano, egocentrico, vanidoso, ambicioso, entre otros adjetivos de naturaleza similar
y narra la guerra con una visión bastante similar a las versiones historicas brasileñas que he llegado a conocer.

no estoy seguro se era ese el autor, pero desde luego el titulo era ese:


Título: HISTORIA de Iberoamérica :Tomo II Historia Moderna
Editorial: Madrid : Sociedad Estatal para la Ejecución del Quinto Centenario : Cátedra, D.L. 1990
Descripción física: 1 v., 771 p. : il. ; 24 cm
Colección: Historia. Serie mayor
Notas:
Indice
Contiene : T. I. Historia moderna


Materias:
América española-Historia-S. XV-S. XIX
Autores:
Pérez-Mallaina Bueno, Pablo Emilio


si no llega a ser el volumen 2 seria entonces el volumen 3 el que abordaria esa guerra.


conde d'Eu
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Mensaje por conde d'Eu »

Te has dado cuenta de los infantiles argumentos de Gil? Por eso no quiero contestarlas. Que demuestre todos sus dichos o sino queda como simple charlatán

Increible cuanta arrogancia de los brasileros, afirman que solitos pueden con el resto de Sudamérica. Yo les hago el desafio, que osen enfrentarse HOY sólo con Venezuela, Colombia, Chile, Perú o Argentina por separado. Estoy seguro que si ganan, les costará muy cara la victoria...
Esto demuestra mi tesis que se arman para que MAÑANA se haga realidad sus sueños húmedos, de ser la única superpotencia militar regional
Brasil particularmente tiene una pobre historia militar, donde fue bapuleado en cada intento de meterse con naciones un poco más de su nivel. Ni quiero recordarles la paliza que les dio los argentinos en Ituzaingó en 1827. La única guerra victoriosa que tuvieron era contra un pequeño pais pequeño y mal armado, en cuya ocasión se aliaron con otros dos y a pesar de la ventaja abrumadora en armas, logística y hombres, no pudieron vencer a las fuerzas "diábolicas" de López, en cinco largos años, lo que demuestra la inutilidad del "glorioso" Ejército Brasileiro...
Y sobre las posibles alianzas entre hispano-sudamericanos, no creas mi estimado Gil, varias veces nos hemos unido ante una amenaza común. O qué pueden decir del ejército libertador de San Martín, donde paraguayos participaron, o el ejército de Bolívar, incluso podemos incluir la defensa del Rio de la Plata contra las invasiones inglesas. Tenemos antecedentes de alianzas y si alguna vez encontramos una amenaza común, estoy seguro que nos volveremos a unir. Recuerden amigos de sudamérica que nuestra unión en el peligro nos hizo libres hace 200 años.
Con respecto a la tan anunciada invasión de Brasil al Paraguay, no hay problema, podrán hacerlo cuando se les plazca, pero no seremos ingenuos como Lopez, la guerra no será limpia, será total y les puedo asegurar que tendrán su Vietnam...


Bien, no voy contestar lo dicho por el sr. paraguayito sobre encenarios de guerra con vecinos, unión de los hispanos contra nosotros, que somos arrogantes porque el tópic es destinado a discussión de historia, solamente eso, entonces voy empezar mi argumentación ahora.

"(...)Brasil particularmente tiene una pobre historia militar, donde fue bapuleado en cada intento de meterse con naciones un poco más de su nivel. Ni quiero recordarles la paliza que les dio los argentinos en Ituzaingó en 1827." (sic)

Brasil tuvo en sus casi 200 anõs pocas guerras y la mayoria no fueran provocados por nosotros, como la guerra contra las Provincias Unidas del Rio de la Plata o contra el Paraguay del dictator Solano Lopez. Sobre la primera, gano argentina, pero el más divertido es que la Batalla de Ituzaingó (Bajas argentinas: 141 Bajas brasileñas: 200 muertos), 'una paliza que los brasileños nunca olvidaremos' :lol: ocorrio en un local que hoy es la region oeste del Estado do Rio Grande do Sul :lol: :lol: o sea, todo en vano. Cual es el significado de todo eso? Siempre ganamos, de una manera o de otra. :cool:

De resto, nada sabe de nosotros. Brasileños ya fueran enviados por el Imperio de Portugal para luchar en Angola en fines del siglo XVII contra las invasiones holandesas, brasileños fueran los responsables por la invasion de Cayena en 1808, brasileños y aliados argentinos contrarios a Juan Manuel Rosas desfilaran en las calles de Buenos Aires despues de la victoria en la batalla de Montes Caseros (1858), civiles brasileños lograran la independencia del Acre despues de mucho sangre derramado contra el Ejército Boliviano, brasileños lucharan side by side con infantes americanos en el front italiano contra la Wehrmacht peleando (incluso mi abuelo) en los alpes con frio de -20° contra veteranos del front oriental en fortificación etc.

Pero lejos de tener una historia militar gloriosa y llena de conquista como a de Paraguay, me gusta más la idea oculta en una frase de GIL, que en un momento dijo: los diplomatas brasileños valen por ejércitos enteros.


"La única guerra victoriosa que tuvieron era contra un pequeño pais pequeño y mal armado, en cuya ocasión se aliaron con otros dos y a pesar de la ventaja abrumadora en armas, logística y hombres, no pudieron vencer a las fuerzas "diábolicas" de López, en cinco largos años, lo que demuestra la inutilidad del "glorioso" Ejército Brasileiro..." (sic)

Sin animo de ofender, pero debe ser una persona muy poco habituada a lectura. En las ultimas paginas hay posts memorables hechos por mi y otros foristas; lo invito a lerlos nuevamete. Si quieres una sistesis con las razones para los 5 años, lo hago ahora. Paraguay era un pais casi desconocido (los aliados tenian que hacer los mapas pues no tenian idea de la geografia local); Paraguay estaba en la selva, vegetación muy cerrada; el comando aliado no tenia cohesion y la guerra solo empezo a traer resultados positivos cuando Mitre abandonó el comando y el Duque de Caxias pasó a ser el Jefe; La triple alianza - Brasil, Argentina y Uruguay - eran 3 vs 1 solo en la teoria, porque Uruguay tuvo una participación simbolica y Argentina retiró sus tropas despues de Curupaity (1866), entonces Brasil quedo solo para sustener la campaña por más 4 años; cuando estalló la guerra con la invasión de su dictator Brasil tenia un ejército profesional, pero minusculo y totalemente disperso en nuestro imenso territorio continental, estonces fue necesario algun tiempo para llamar los hombres de las distantes provincias, crear los batallones y enviarlos al front. Antes la unica cosa que habia era la Guarda Nacional, especie de ejército local hecho para intervenciones de baja escala. Otro motivo, para decir que no soy chovinista o arrogante, el soldado paraguayo demonstro ser guerrero y peleo con ganas de vencer, solo tengo a lamentar las atrocidades cometidas por los hombres de Solano durante la invasión paraguaya a provincia de Mato Grosso.

Sobre el forista GIL, su unico error fue decir que la mayor causa de las bajas fue malaria, la verdade es que a cólera, que mató miles de brasilenõs y paraguayos. Entonces no hay motivo para el resentimento y complejo con nosotros, ya que no fuimos los agresores y ni los responsables por todas las muertes.

Att.

Conde D'eu


GIL
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Mensaje por GIL »

pues es bueno saber donde he fallado para menciones futuras del tema.

en la guerra del chaco paso lo mismo, por entonces ha muerto mas gente de efermedades que por balas.


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hugo cardozo
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Mensaje por hugo cardozo »

Editorial del diario La Nación de Argentina)

Qué gran verdad!! Me reconforta saber que aún hay paraguayos que, con valor, coraje y orgullo defiende su historia y su patria. Sí hermanas/os paraguayos, somos una raza de valientes a la que siempre quisieron doblegar, eliminar, pero "nunca" lo lograron!! Basta ya de sometimientos, de humillaciones y desprecios por parte de nuestros países vecinos!! No somos menos que nadie!! Somos un pueblo y una tierra bendecida por dios!!!

El diario “La Nación” de Buenos Aires cuestionó ayer en su editorial a la presidenta electa de Argentina Cristina Kirchner por defender la figura de Francisco Solano López y a las FF.AA. de su país por poner el nombre del Mariscal a un grupo de Artillería.

En su edición de ayer, el diario “La Nación” de Buenos Aires publicó un editorial con el título “Absurdo tributo a un dictador”.

En la nota cuestiona el hecho de que el Grupo de Artillería Blindada 2 de Rosario Tala, Entre Ríos, haya adoptado el nombre de “Mariscal Francisco Solano López”. “El Ejercito argentino ha reconocido el 14 de setiembre último, presuntos méritos extraordinarios a quien, como mandatario de Paraguay, dispuso, en 1865, la invasión del territorio argentino, provocó enormes daños, muertes de inocentes y el cautiverio de mujeres correntinas que soportaron crueles sufrimientos por su orden”, señala un párrafo del editorial.

Sostiene, además, que no es de extrañar que se haya adoptado tan absurda determinación, que pone una vez más en evidencia hasta qué punto se ignora maliciosamente la historia, cuando la propia presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, ha señalado hace unos días a López como “ese gran patriota, humillado por lo que yo llamo la alianza de la triple traición a Latinoamérica, a sus hombres y a sus mujeres”. Lo grave para el periódico es que al expresarse Cristina de esta forma, con tono de arenga, parecía que hablaba en nombre de todo el pueblo argentino.

El diario “La Nación” fue fundado en 1870, al término justamente de la guerra de la triple alianza, por Bartolomé Mitre, quien comandó el ejército aliado contra el Paraguay.

“La denominación de Mariscal Francisco Solano López a una unidad militar de un país cuya bandera el dictador pisoteó es tan absurda como inadmisible sería que Francia o Polonia llamasen Adolf Hitler a uno de sus regimientos”, compara en otro párrafo la nota editorial.

Indica que expresiones de la señora Kirchner y decisiones como la del Ejército no contribuyen a las buenas relaciones entre pueblos hermanos.


Leer editorial aquí http://www.larueda.com.py/rll019.1.htm



RESPUESTA A LA DIATRIBA DEL DIARIO LA NACIÓN DE BUENOS AIRES*

por dr. Rubén Luces Leó



Me resulta imposible mantenerme en silencio, cuando la indignación golpea mi conciencia. Callarse ante la infamia es hacerse cómplice de ella y eso no es falta de coraje sino cobardía.

Hay momentos en la vida de los hombres que el desafío es irrenunciable y avasallador. Momentos en que la provocación mueve a la reacción y acallarla ya no es cobardía sino traición.

Hace 46 años que vivo en este país y siempre he pensado lo mismo, pero nunca como hoy me he visto en la necesidad de gritar a los vientos, una verdad que mantenía la quietud que le impone la prudencia y que no se agitaba por la sensatez que obliga la cordura cuando se está en casa ajena además del respeto que merecen aquellos que por no conocer ni ser responsables pueden sentirse mortificados sin merecerlo.

En momentos de agitación, enfrentamientos, sangre y muerte en la Argentina, Francisco Solano López hijo del presidente del Paraguay Don Carlos Antonio López, y luego de la batalla de Cepeda en la que Mitre ve derrotado a su ejercito por el de la Confederación al mando de Gral. Urquiza; el que seria luego presidente del Paraguay. Como mediador voluntario, oficioso y eficiente, logra imponer la paz con el Pacto de San José de Flores, en cuya plaza en la actualidad se recuerda el memorable acontecimiento. Por el resultado de su gestión fue ovacionado el entonces Coronel Francisco Solano López por la población agradecida de Buenos Aires, cuyos habitantes a su paso le arrojaron flores.

El pacto que conformaron Uruguay, Argentina y Paraguay, para defenderse mutuamente ante la evidente pretensión expansionista y avasalladora del Brasil estableció el compromiso para el caso en que cualquiera de ellos fuera víctima de la pretensión lusitana.

Ninguno de los otros dos, ni el Uruguay de entonces, ni la Argentina, respetaron esa obligación y solamente el Paraguay con su presidente Francisco Solano López, con dignidad, entereza y hasta con ingenuidad; con esa inocencia que parecen tener aquellos que son respetuosos y fieles a sus principios en medio de la traición generalizada por él desconocida, acudió presuroso a defender al Uruguay cuando el Brasil lo atropelló en Paisandú.

Sin embargo, la Argentina con Bartolomé Mitre como su presidente y Venancio Flores, depuesto y asilado uruguayo en Buenos Aires, implorante y rastrero personaje, ya hacia algún tiempo habían determinado, juntarse con el Brasil, en el Tratado Secreto de la Triple Alianza, para someter al Paraguay: pacifica, prospera y brillante nación señera y ejemplar en toda América.

Con la candidez que tiene el probo y por desconocer las traiciones que se habían urdido en su perjuicio sigilosamente, el Presidente del Paraguay alerta a Mitre del atropello brasileño y solicita permiso para atravesar con sus ejercito el territorio Argentino con la intención de defender al Uruguay. Mitre guarda cobarde silencio y no contesta.

Por segunda vez vuelve a advertir López y solicita la correspondiente autorización para atravesar Corrientes y de nuevo el silencio artero del Presidente Mitre hace a todas luces, evidente el contubernio y la confabulación traidora.

Ante el compromiso asumido, frente a la dignidad del pacto y en defensa del Uruguay, la mudez cómplice y tramposa de Mitre precipita los acontecimientos, López no tiene otro camino mas que ingresar en territorio argentino para llegar hasta el Uruguay, que era su único objetivo. Mitre con indignación actuada y desbordante hipocresía se rasga las vestiduras y declara la guerra al Paraguay, por la invasión militar del territorio argentino.

Para los que entonces desconocían los detalles ocultos de los acontecimientos y ante el hecho de la penetración de tropas paraguayas, pudieron ver justificada la indignación del Gobierno argentino. Pero cuando posteriormente se conoce el Pacto secreto de la Triple Alianza firmado por los tres países con anterioridad a estos hechos, más la inequívoca intención de López de ir en defensa del Uruguay, le resta todo respeto y consideración a la actitud argentina asumida por decisión de su gobierno, de manera aviesa.

Sin embargo, se levantaron voces de genuinos representantes de la opinión pública que veían con claridad la injusticia de la traición ventajera y cobarde de los tres gobiernos.

Protestas como la de Juan Bautista Alberdi, José Hernández, Carlos Guido y Spano, los caudillos de masas que se negaron a ir a la guerra y muchos mas, reconfortan y dejan a salvo el honor del pueblo argentino, quien hablaba con ésas voces expresando su indignación. Ellas redimen a un pueblo que no aceptó la guerra, pero cubre aun más de ignominia y responsabilidad a su gobierno que siguió durante 5 años la masacre y el exterminio de toda la población, incluyendo sus mujeres, los ancianos y los niños.

Sus huestes mercenarias, alentadas y hostigadas permanente por el estipendio y las manifestaciones petulantes e impías de su presidente Domingo Faustino Sarmiento, quien sin disimulos manifestaba su desprecio y crueldad hacia ese pueblo devenido en ejercito al que no pudo doblegar, decía sin ambages: “... aun quedan unos pocos que morirán bajo las patas de nuestros caballos... ...No llama a compasión ese pueblo rebaño de lobos”, o su otra expresión mas canalla aun “... a los paraguayos hay que matarlos en el vientre de sus madres”.

Ya la guerra estaba terminada, los aliados tomaron Asunción, nombraron un gobierno sometido y elegido por ellos, con paraguayos traidores que habían llevado consigo en sus barcos para la invasión.

Continuaron luego, inútil ya, la matanza de un pueblo que honrando su decisión, prefirió morir, a darse por vencido; pero ellos junto a sus infames aliados no pudieron alzarse con la victoria, porque al Paraguay no lo vencieron, ¡lo mataron!, y matar al enemigo ya superado e indefenso, no es victoria, sino asesinato.

Pelear contra niños, mujeres y ancianos, con ventajas y hasta el exterminio, es honorable y glorioso solamente para los muertos víctimas del crimen de lesa humanidad, que con toda impunidad, los argentinos, los brasileños y los uruguayos, conscientes plenos y sin conmiseración, llevaron hasta el final en su macabra e inhumana decisión de eliminar a un pueblo heroico, al que no le asustó la muerte.

Ofender la memoria de mi pueblo en la persona de su máxima autoridad y representación, no tiene disculpa con ninguna excusa.

Comparar al Mariscal con Hitler, tiene una perfidia imperdonable. El editorialista del diario La Nación, no puede alegar desconocimiento oignorancia.

Hitler exterminó judíos y los persiguió hasta morir, invadió países vecinos, intentó imponer una ideología y someter al mundo. El Mariscal López y la nación paraguaya nunca tuvieron intenciones expansionistas con ninguna excusa, jamás ha objetado la presencia de ningún semejante por su raza, religión, condición o procedencia, fue y es cauto, moderado y hasta resignado ante el fracaso de imponer sus derechos y disputar sus posesiones frente a la ambición de los vecinos, como lo es hasta el presente.


Siempre ha sido atacado y despojado a lo largo de toda su historia y en la guerra del 70 ha sido masacrado sin piedad hasta el exterminio. Hitler atacó a los países de su entorno. López defendió al suyo del ataque y la ambición de sus vecinos. Hitler se suicidó. A López lo mataron porque no pudieron doblegarlo.

Alemania se entregó y se declaró derrotada. Al Paraguay nunca lo vencieron, lo eliminaron. No se rindieron; por eso los cobardes invasores no ganaron la guerra. El Paraguay no se entregó. ¡Terminó la guerra cuando el Paraguay murió!.

Finalmente el ignominioso comentario del diario La Nación aclara: que los Ministerios de Educación de los países involucrados “han decidido morigerar los términos ríspidos de la historia como para disimular los enconos”.

¡Absurda pretensión de inicuos continuadores sin arrepentimiento de hechos injustificables del pasado!.


¿Que significa esto?:
¿Ocultar la masacre de niños en Acosta Ñu, quemados en vida y degollados?
¿Obviar la mención de la quema del Hospital de Sangre de Piribebuy?
¿No mencionar el asesinato absurdo y ruin de Pedro Pablo Caballero y de los defensores de Piribebuy?
¿El saqueo de Asunción?
¿No considerar el despojo y desmembramiento del territorio del Paraguay luego de la guerra, concretado con el acuerdo cómplice del gobierno compuesto por traidores legionarios nombrados por los mismos invasores y al efecto, los que llegaron con ellos desde Buenos Aires?

¿Afirmar que nuestra Región Oriental terminaba en el Río Apa al Norte y nuestro Chaco al sur en el río Pilcomayo y que así fue siempre desde tiempos remotos?

¿No contar a nuestros niños que si no fuera por la mediación del Presidente Rutherford Hayes de los Estados Unidos todo nuestro Chaco hubiera sido arrebatado por la Argentina?

¿Y que esta sin más remedio y a duras penas, por la tremenda presión que significaba el acatamiento del fallo arbitral tuvo que conformarse únicamente con despojar al Paraguay y apoderarse del territorio que hoy le llaman Formosa?

¿Disimular y no contarle a nuestros hijos que incendiaron y destruyeron las industrias de la nación, arrasaron con las fundiciones de Ybycuí, e hicieron todo lo necesario para que el Paraguay se sumiera en la miseria y en la imposibilidad de recuperarse sin ninguna necesidad y de manera inútil para ellos?

Y por último: ¿debemos negar acaso, que frente a una sola víctima, para sentirse fuertes, reunir coraje, tres cobardes gobiernos se juntaron para salir de caza, asaltar al Paraguay y buscar un botín?

Hoy mas que nunca y frente a los hechos actuales, con esta provocación que reaviva mi memoria y me llena de indignación, creo firmemente que de manera oficial y publica, como una vez lo hiciera, con humildad, el Papa Paulo VI por la Inquisición que causó tanta muerte y sufrimiento, la Argentina debe reconocer la injuria y pedir perdón al Paraguay por el irreparable crimen.


Pero el arrepentimiento y la súplica del perdón carecen de valor si se limita solamente a su invocación; eso no le confiere más que un mérito formal a la aceptación de una verdad difícil de rebatir y ocultar.

Para que sea otorgada la absolución debe cumplirse tres condiciones por parte de quien la implora: *El reconocimiento de la culpa. El propósito de enmienda y la reparación del daño ocasionado.*

El reconocimiento lejos esta de la aceptación por parte de algunos como se evidencia en el articulo del diario La Nación de Buenos Aires.

El propósito de enmienda se halla tan distante de su cumplimiento como aquel, evidenciado en la pertinaz conducta del apoderamiento de nuestros recursos que tiene y luce el mismo ímpetu destructivo de la masacre de la Triple Alianza, en esta nueva guerra sin balas, por las represas de Yasyreta e Itaipú, con los mismos invasores de entonces: Argentina y Brasil.

Y la reparación del daño está más lejos todavía. El despojo que amputó nuestro territorio, concretado vilmente cuando los que defendieron la integridad y la honra de la nación, que eran los únicos que podían oponerse, ya no pudieron porque sus cadáveres aun frescos estaban caídos en el callejón de sangre que corre desde Paso Pucú hasta Cerro Corá, y no podían levantarse para gritarles la injusticia del despojo inicuo... ¡Eso merece reparación!.

Considerando, entre otros, la intencional aniquilación de la guerra consumada por tres “valientes” aliados, con el propósito de apoderamiento y exterminio de su pueblo; la destrucción de sus recursos y la complicidad de traidores legionarios que avalaron con su complacencia los despojos.

Concluyo con convencimiento honrado y absoluto: *Si la Argentina tiene suficientes razones, el Paraguay tiene mayor cantidad de argumentos para reclamar la restitución de los territorios arrebatados, que las que tiene la Argentina para demandar a Inglaterra las Malvinas.*

Aprecio a esta nación en la que vivo, pero a la Nación Argentina que me reconforta, la de Juan Bautista Alberdi y la de los nombrados mas arriba, a la de los caudillos de la provincias que se opusieron a la guerra, a la de los que pidieron justicia, e incluyo entre esos nombres a José María Rosas, a Garcia Mellid, historiadores argentinos contemporáneos. Agrego a esta lista a la presidente electa de los Argentinos: Sra. Cristina Fernández de Kischner que alivia con su gesto y con la claridad de su expresión el dolor memorioso e imborrable de mi pueblo.

Rubén Luces León

Médico
Residente en la ciudad de Buenos Aires Argentina.


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hugo cardozo
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Impunidad Historica

Mensaje por hugo cardozo »

IMPUNIDAD HISTÓRICA

Archivos militares de la guerra de la Triple Alianza quedaránen secreto

Lo decidió el gobierno de Lula por considerar que abrir los archivos sería "dinamita pura" yreavivaría conflictos. Uruguay, Argentina y Brasil pelearon contra Paraguay entre 1864 y 1870. Esta vez no habrá revisión de la historia. Brasil acaba de anunciar que jamás hará públicos los archivos secretos de la guerra de la Triple Alianzacontra Paraguay entre 1864 y 1870, considerada la entrada sangrienta del Cono Sur a la modernidad. Asíya no verán la luz los reales detalles sobre cómo se realizó el trazado de fronteras al finalizar el conflicto, un delineamiento que, se sabe sin documentación que así lo confirme, fue fraudulento. Sospechas, pues,que ahora morirán como tales.

La decisión de no revelar nunca aquellos documentos guardados celosamente bajo cuatro llaves latransmitió ayer el diario Folha de Sao Paulo e inmediatamente hubo repercusiones. Paraguay, paísarrasado y —según varios historiadores— jamás recuperado de los estragos del conflicto, considera hoy como un hecho del pasado la guerra que sostuvo con Brasil, Argentina y Uruguay, unidos en la TripleAlianza, y las consecuencias que esa conflagración del siglo XIX tuvo para su país (como la pérdida degran parte de su territorio y la aniquilación de la población masculina), admitió sin ánimos de reabrir viejasheridas, la canciller paraguaya Leila Rachid."Todo lo que forme parte de la historia es justamente eso, parte del pasado", sentenció la cancillercerrándole la puerta a cualquier roce diplomático.

Más de un siglo después "estamos viviendo en un momento absolutamente diferente en nuestra relación, no sólo con Brasil (sino también) con los miembros de Mercosur", agregó la ministra que justamente seencuentra en suelo brasileño en el marco de un encuentro integrador con colegas del bloque sureño, quese realiza en Belo Horizonte.

¿Por qué esta discusión ahora? Porque el gobierno brasileño acaba de decidir a principios de mes suintención de abrir viejos archivos secretos, incluyendo los de las dictadura de 1964 a 1985, entre otros documentos, en el marco de una intensa discusión sobre la apertura de los registros que involucranaquel los años de plomo. Pero inmediatamente se aclaró que los papeles clasificados en poder de lacancillería brasileña sobre la guerra de la Triple Alianza no saldrán de los cajones. Nunca.

La aclaración la recogió Folha de Sao Paulo de boca de un un ministro del gobierno del presidente LuizInacio Lula da Silva, cuyo nombre no fue revelado. Lo que aquellos documentos denunciarían y lo que justamente Itamaraty no desea que trascienda es cómo las autoridades brasileñas de la época sobornarona árbitros que demarcaron fronteras, y lograron ocupar así territorios que pertenecían a Paraguay. Existirían además, en esos archivos, documentos que relatan atrocidades practicadas por los ejércitos dela Triple Alianza, agregó el ministro.

Según la misma fuente, el mantenimiento del secreto fue acordado inicialmente en una reunión entre Lulada Silva y el canciller Celso Amorim, y fue confirmado en la noche del miércoles, durante la primerareunión de la comisión de ministros creada para analizar la apertura de los archivos de la dictadura militarbrasileña.

El gobierno considera que la divulgación de esos documentos sería "dinamita pura", y reavivaría antiguosconflictos con países vecinos, por lo que Lula dispuso que esos archivos permanecerán protegidos por el"secreto eterno".

Esta guerra que se cobró la vida de al menos a 166.000 paraguayos, 50.000 brasileños, 18.000 argentinos y 3.100 uruguayos — según los estudios más actuales— enfrentó al Paraguay de Francisco Solano Lópezcontra la Argentina de Bartolomé Mitre, el Brasil del emperador Pedro II y el Uruguay de Venancio Flores.El conflicto originó muchos mitos fundacionales, porque se enlaza con la construcción de cada uno de losEstados nacionales que combatieron, y de ahí, la importancia de difundir esos registros históricos.

Los archivos condenados a la oscuridad incluirían tambien a la Argentina


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hugo cardozo
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Mensaje por hugo cardozo »

El Conde D´Eu (diamante en bruto)

“Pero nada fue el degüello de los vencidos. Todavía quedaba por realizarse un horror sin precedentes en los anales de la humanidad”, se refería al hospital de sangre de Piribebuy, ” Pues bien, concluida la matanza, el conde D´Eu mandó incendiar la Iglesia, después de cerrar las puertas y ventanas, dejando que pereciesen centenares de desgraciados”, murieron muchos ahí, fue unos de los genocidios más recordados en la historia del Paraguay junto, al gran genocidio de niños en la batalla de Acosta Ñu, donde ocurrió una de las páginas más negras de la humanidad, acaecido el 16 de agosto de 1869, “…donde murieron 3000 niños menores de 14 años de edad”


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