38 años de la tragedia de las AzoresEn la actualidad aún se refleja en la mente el trágico accidente que silenció la vida de los jóvenes orfeonistas de la Universidad Central de Venezuela, a su director el maestro Vinicio Adames y a la tripulación del Hércules C-130, siglas 7772, quienes por adversidades de la vida tuvieron la desventura que esta aeronave viajaban se estrellara, por causa de la tormenta Emmy con vientos huracanados, el 4 de septiembre de 1976, en la base aérea de Lajes en la isla Terceira del Archipiélago de las Azores.Integrantes del Orfeón Universitario de la UCV.Unidos por un mismo dolor, los estudiantes de la UCV, la Aviación Militar Bolivariana y los familiares de los caídos recibieron los cuerpos sin vida el 7 de septiembre de 1976 en el Aeropuerto de Maiquetía, acompañada por los acordes de la marcha fúnebre interpretada por la Banda del Batallón Simón Bolívar.
Posterior a las ceremonias religiosas, los restos de los estudiantes fueron trasladados a Caracas hasta la Plaza Cubierta del Rectorado y los tripulantes del Grupo Aéreo de Transporte Nº 6 fueron llevados a Maracay donde se les rindieron los honores militares correspondientes a sus grados.
Finalmente, se recuerda las conmovedoras palabras que ofreció el coronel Juan Pablo Peñaloza donde se extrae lo siguiente: “Voz y alas de nuestra patria, concurrieron juntos al altar del sacrificio, para cobijar en el recuerdo de sus compatriotas, con las alas rotas y el silencio inmenso”.
Tripulación del Hércules C-130. De izquierda a derecha: Cnel. Ramírez Guzmán, Tcnel. Manuel Aureliano Vásquez Ocanto, Tcnel. Antonio Miguel López Boyer, capitán José Luis Criollo González, MT1 Antonio José Villegas Quesique, MT1 Alejandro Morales Barboza, MT1 Ángel Adrián Lobato, MT1 Ramón Aristides Pacheco y ST2 Carlos M. Caraballo Carmino.Tte. Katheryne Mendoza
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