No, no, si no pongo en duda lo que comentas, ni que no sea propaganda, te creo totalmente, simplemente es que no la entiendo, nada más.
Tambien decir que en algunos casos la propangada de guerra de los años 40 / 50 era un poco infantil. Por ejemplo la propaganda sobre la guerra nuclear en USA la ves y casi te da verguenza ajena...
Quizás sea eso, o quizás sea que yo este torpe y no lo pillo.
Saludos.
La actuación Italiana durante la Segunda Guerra Mundial
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de guiner
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Estimado Malcomn, se lo he preguntado a un amigo, pero no al que yo quería, y me ha dicho que todo parte de un discurso que pronunció Mussolini en Trípoli el 18 de marzo de 1937, en el cual se irguió en defensa de los intereses del mundo musulmán en una función anticolonialista contra los franceses e ingleses.
Los periódicos en Egipto lo ridiculizaron por el discurso diciendo, y cito a mi amigo: "hizo una aparición hollywoodiense montado sobre un caballo blanco que despuntaba desde una duna del desierto, seguido por 2.600 caballeros, mientras enarbolaba la flamígera espada del Islam, hecha de oro macizo".
También se añadía en los círculos sociales de El Cairo que "mientras cabalgaba, invocaba a Alá para que lo protegiera y que los asistentes lo proclamaron Protector del Islam". Para añadir más, digamos, cachondeo, decían que "los que proclamaban esto a viva voz eran hispano-árabes fascistas, guiados por un regidor cinematográfico, mezclados entre la multitud para añadir colorido a la coreografía propagandística".
Me añade que la noticia se usaría años después refiriéndose a la visita que hizo a Libia en 1942, de la que partía la anécdota.
Mi amigo me remite a:
"Il fascismo e l'Islam" , Enrico Galoppini, Edizioni all'Insegna del Veltro, Parma 2001.
PD. Aunque hasta que no pille al otro, que es una máquina, no me quedo del todo seguro.
Un saludo.
Estimado Malcomn, se lo he preguntado a un amigo, pero no al que yo quería, y me ha dicho que todo parte de un discurso que pronunció Mussolini en Trípoli el 18 de marzo de 1937, en el cual se irguió en defensa de los intereses del mundo musulmán en una función anticolonialista contra los franceses e ingleses.
Los periódicos en Egipto lo ridiculizaron por el discurso diciendo, y cito a mi amigo: "hizo una aparición hollywoodiense montado sobre un caballo blanco que despuntaba desde una duna del desierto, seguido por 2.600 caballeros, mientras enarbolaba la flamígera espada del Islam, hecha de oro macizo".
También se añadía en los círculos sociales de El Cairo que "mientras cabalgaba, invocaba a Alá para que lo protegiera y que los asistentes lo proclamaron Protector del Islam". Para añadir más, digamos, cachondeo, decían que "los que proclamaban esto a viva voz eran hispano-árabes fascistas, guiados por un regidor cinematográfico, mezclados entre la multitud para añadir colorido a la coreografía propagandística".
Me añade que la noticia se usaría años después refiriéndose a la visita que hizo a Libia en 1942, de la que partía la anécdota.
Mi amigo me remite a:
"Il fascismo e l'Islam" , Enrico Galoppini, Edizioni all'Insegna del Veltro, Parma 2001.
PD. Aunque hasta que no pille al otro, que es una máquina, no me quedo del todo seguro.
Un saludo.
Última edición por de guiner el 09 May 2010, 13:16, editado 1 vez en total.
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Malcomn
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Una posible opción, lo que comentaba antes Adiutrix del punto de vista humano, pienso que seria muy interesante, aunque comprendo que es un tema muy dificil tanto desde el punto de vista de los datos como sobretodo de llevar de forma neutral.
Sea como sea, cualquier tema que elijas sera sin duda muy interesante.
Saludos estimado, y reiterarte mi reconocimiento a estas aportaciones, son excelentes y nos hace aprender mucho a todos.
Sea como sea, cualquier tema que elijas sera sin duda muy interesante.
Saludos estimado, y reiterarte mi reconocimiento a estas aportaciones, son excelentes y nos hace aprender mucho a todos.
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de guiner
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Hola a todos.
Repasando algún que otro tema que tengo en mente pero que debido a que aun no tengo la documentación necesaria, momentáneamente, me voy a meter en un "berejenal" (nunca mejor dicho), como el que se mentieron los italianos:
Ataque a Grecia - Octubre de 1940
Todavía está viva la polémica entre los protagonistas políticos y militares, y entre los historiadores del ataque italiano a Grecia, decidido por Mussolini en octubre de 1940. Se trata pues, de un argumento difícil de afrontar. El primer elemento que causa controversia es aquel que busca la necesidad y la oportunidad de la empresa. ¿Es verdad, como declaraba la propaganda fascista de época, que el gobierno griego, mantenía desde hace tiempo un punto de vista faborable hacia los británicos y que desde las islas del Egeo y las costas helenas se cernía una grave amenaza para las fuerzas italianas presentes en Albania y las que operaban en el Africa septentrional?. O, por el contrario, ¿es verdad esa otra opinión de que Mussolini, en contra del parecer de su aliado alemán y contra el consejo de su Estado Mayor, quiso atacar a Grecia sólamente en función de su desmesurado orgullo?. La verdad es difícil de dilucidar en el conjunto de ambos argumentos.
Indudablemente, Grecia había asumido, desde abril de 1939 (fecha de la ocupación de Albania por parte de Italia) una actitud explícitamente contraria a los intereses del Eje. Varios documentos testimonian que por parte del gobierno heleno había con respecto a Albania una demagogia anti-italiana entre las poblaciones del Epiro septentrional, objeto de las miras expansionistas de Atenas desde el fin de la I Guerra. En cuanto al apoyo griego a las naves británicas que operaban contra la flota italiana, basta referirse a la admisión explícita del Almirante Andrew Browne Cunningham, Comandante de la flota británica en el Mediterráneo, en su libro de memorias "La odisea de un marino" («A sailor's odyssey»). Sin embargo parece excesivo el moralismo de ciertos censores de época que condenaron severamente el ataque italiano a Grecia sobre un plano ético mientras que no habían usado tanto rigor a la hora de juzgar la invasión anglo-soviética de Irán y otras operaciones análogas de los aliados (Entente anglo - ruso, por poner un ejemplo). La verdad es que un país en guerra no puede ser indulgente, sin causarse perjuicios a sí mismo, a la hora de tomar consideraciones de carácter moral y que los hechos de armas deben tener, en el marco histórico, sólamente una función: el de la utilidad.
Entre tantos juicios que se contraponen, todos los críticos del ataque a Grecia concuerdan en una cosa: una valoración totalmente negativa del modo en el que fue concebida, preparada y guiada la campaña. La responsabilidad recae, según los casos y siguiendo el escalafón jerárquico, en Mussolini, en Galeazzo Ciano, en Pietro Badoglio y en Visconti Prasca (por no hablar de Ubaldo Soddu, Mario Roatta y de Francesco Jacomoni di San Savino), pero el hecho es que diplomáticos y militares, políticos y técnicos, lo hicieron todo mal. Los políticos sobrevaloraron la capacidad de resistencia moral del pueblo griego, juzgándolo en base a la baja catadura moral de sus gobernantes y parlamentarios. Los diplomáticos declararon con complacencia que Grecia se vendría abajo proque estaba comprada por el oro italiano. Siendo así, es comprensible que Mussolini hubiera podido creer que la invasión de Grecia hubiera resultado un paseo militar, el cual hubiera podido competir en rapidez con la campaña polaca o con la Noruega. Allí estaban los militares para confirmarle este error de cálculo; esos militares que juzgaban al Epiro "liquidable" en una veintena de días gracias a una presunta superioridad numérica de dos a uno en la confrontación contra el adversario y que soñaban en una marcha triunfal sobre Atenas en no más de dos meses desde el inicio de la ofensiva.
Es aquí, en el sector militar, en donde hay que buscar las responsabilidades fundamentales a la hora de evaluar la ofensiva una vez comenzada. De hecho, la superioridad militar (numérica y técnica) fue siempre, en los primeros meses de la campaña, de los griegos, los cuales, puestos inmediatamente al corriente de las intenciones ofensivas por parte de Italia, habían tenido tiempo de tomar algunas clases. Mientras, la dificultad en los transportes, la falta de carreteras, la carencia de medios motorizados, la inclemencia de la estación, la ausencia de un plan claro estratégico, disminuían la ya de por sí escasa efectividad de las 8 divisiones que los italianos tenían en Albania. A estas divisiones (de las cuales 2 estaban en función de cobertura en la frontera yugoslava) se oponían no menos de 14 divisiones griegas, todas óptimamente armadas, que entre otras cosas, contaban con unos 350.000 hombres contra los 105.000 por parte italiana.
La premisa en base a la cual si se iniciaban las acciones en octubre de 1940, "la campaña de Grecia sería un paseo triunfal", no puede clasificarse más que como de infeliz.
No se puede comprender como el Estado Mayor del ejército italiano y los jefes militares en Albania no hubieron tratado en ningún momento de impedir el inicio de una empresa que no podía llevarse a cabo y que pondría al cuerpo expedicionario italiano en gravísimos riesgos. Además, a la escasa eficiencia de los puertos albaneses y la dificultad del transporte marítimo, hay que sumar el estado de las carreteras y caminos que dejaban al azar la posibilidad de hacer afluir, en caso de necesidad, adecuados refuerzos de tropas y material.
Fue una gran suerte, debida principalmente al heroismo desesperado de las tropas italianas, si una guerra que pudiera haberlos arrojado directamente al mar por el ejército griego, se resolviera (después del efímero efecto inicial) en forma de tenaz resistencia que bloqueó el paso al enemigo en la línea Tepeleni-Pogradec y que después, degastado y agotado el oponente, se transformó, en la primavera del 41, en un victorioso y concluyente avance hacia el corazón de Grecia.
Aun teniendo el caso de que el Estado Mayor italiano, personificado por Badoglio, reveló las graves deficiencias que tan trágicas experiencias hubieran de causar a Italia, la campaña greco-albanesa no fue una página de la que los soldados italianos tuvieron que avergonzarse. Un sólo nombre basta para redimir los errores cometidos, el nombre de la división alpina Julia, símbolo de heroismo y sobrehumana tenacidad. La actuación de la división Julia no fue un hecho aislado ya que el soldado italiano, mal armado, mal nutrido y peor vestido y calzado, en el fango y en el hielo, bajo las tormentas y bajo las bombas supo ganar la dura partida. Tanto es, que cuando el ejército alemán irrumpió desde Bulgaria en abril de 1941, el ejército griego había prácticamente agotado toda capacidad de resistencia.
La campaña de Grecia no fue en sí un hecho bélico importante, pero a la hora de darle un trato, llamémosle, estratégico que repercutiría en otros escenarios de la guerra, cabría destacar la ofensiva británica en el Africa Septentrional, el ataque a Yugoslavia, la contraofensiva italo-germana y muchos importantes episodios de la guerra aéreo-naval en el Mediterráneo, sin olvidar los acontecimientos que llevaron a la caida de las posesiones italianas en el Africa Oriental. Eventos estos, que tuvieron lugar durante los meses en que duró la lucha en Grecia.
PD. Este prólogo es la traducción de dos artículos, en los que no constaba el nombre de los autores, con algún que otro añadido mio.
Un saludo.
Repasando algún que otro tema que tengo en mente pero que debido a que aun no tengo la documentación necesaria, momentáneamente, me voy a meter en un "berejenal" (nunca mejor dicho), como el que se mentieron los italianos:
Ataque a Grecia - Octubre de 1940
Todavía está viva la polémica entre los protagonistas políticos y militares, y entre los historiadores del ataque italiano a Grecia, decidido por Mussolini en octubre de 1940. Se trata pues, de un argumento difícil de afrontar. El primer elemento que causa controversia es aquel que busca la necesidad y la oportunidad de la empresa. ¿Es verdad, como declaraba la propaganda fascista de época, que el gobierno griego, mantenía desde hace tiempo un punto de vista faborable hacia los británicos y que desde las islas del Egeo y las costas helenas se cernía una grave amenaza para las fuerzas italianas presentes en Albania y las que operaban en el Africa septentrional?. O, por el contrario, ¿es verdad esa otra opinión de que Mussolini, en contra del parecer de su aliado alemán y contra el consejo de su Estado Mayor, quiso atacar a Grecia sólamente en función de su desmesurado orgullo?. La verdad es difícil de dilucidar en el conjunto de ambos argumentos.
Indudablemente, Grecia había asumido, desde abril de 1939 (fecha de la ocupación de Albania por parte de Italia) una actitud explícitamente contraria a los intereses del Eje. Varios documentos testimonian que por parte del gobierno heleno había con respecto a Albania una demagogia anti-italiana entre las poblaciones del Epiro septentrional, objeto de las miras expansionistas de Atenas desde el fin de la I Guerra. En cuanto al apoyo griego a las naves británicas que operaban contra la flota italiana, basta referirse a la admisión explícita del Almirante Andrew Browne Cunningham, Comandante de la flota británica en el Mediterráneo, en su libro de memorias "La odisea de un marino" («A sailor's odyssey»). Sin embargo parece excesivo el moralismo de ciertos censores de época que condenaron severamente el ataque italiano a Grecia sobre un plano ético mientras que no habían usado tanto rigor a la hora de juzgar la invasión anglo-soviética de Irán y otras operaciones análogas de los aliados (Entente anglo - ruso, por poner un ejemplo). La verdad es que un país en guerra no puede ser indulgente, sin causarse perjuicios a sí mismo, a la hora de tomar consideraciones de carácter moral y que los hechos de armas deben tener, en el marco histórico, sólamente una función: el de la utilidad.
Entre tantos juicios que se contraponen, todos los críticos del ataque a Grecia concuerdan en una cosa: una valoración totalmente negativa del modo en el que fue concebida, preparada y guiada la campaña. La responsabilidad recae, según los casos y siguiendo el escalafón jerárquico, en Mussolini, en Galeazzo Ciano, en Pietro Badoglio y en Visconti Prasca (por no hablar de Ubaldo Soddu, Mario Roatta y de Francesco Jacomoni di San Savino), pero el hecho es que diplomáticos y militares, políticos y técnicos, lo hicieron todo mal. Los políticos sobrevaloraron la capacidad de resistencia moral del pueblo griego, juzgándolo en base a la baja catadura moral de sus gobernantes y parlamentarios. Los diplomáticos declararon con complacencia que Grecia se vendría abajo proque estaba comprada por el oro italiano. Siendo así, es comprensible que Mussolini hubiera podido creer que la invasión de Grecia hubiera resultado un paseo militar, el cual hubiera podido competir en rapidez con la campaña polaca o con la Noruega. Allí estaban los militares para confirmarle este error de cálculo; esos militares que juzgaban al Epiro "liquidable" en una veintena de días gracias a una presunta superioridad numérica de dos a uno en la confrontación contra el adversario y que soñaban en una marcha triunfal sobre Atenas en no más de dos meses desde el inicio de la ofensiva.
Es aquí, en el sector militar, en donde hay que buscar las responsabilidades fundamentales a la hora de evaluar la ofensiva una vez comenzada. De hecho, la superioridad militar (numérica y técnica) fue siempre, en los primeros meses de la campaña, de los griegos, los cuales, puestos inmediatamente al corriente de las intenciones ofensivas por parte de Italia, habían tenido tiempo de tomar algunas clases. Mientras, la dificultad en los transportes, la falta de carreteras, la carencia de medios motorizados, la inclemencia de la estación, la ausencia de un plan claro estratégico, disminuían la ya de por sí escasa efectividad de las 8 divisiones que los italianos tenían en Albania. A estas divisiones (de las cuales 2 estaban en función de cobertura en la frontera yugoslava) se oponían no menos de 14 divisiones griegas, todas óptimamente armadas, que entre otras cosas, contaban con unos 350.000 hombres contra los 105.000 por parte italiana.
La premisa en base a la cual si se iniciaban las acciones en octubre de 1940, "la campaña de Grecia sería un paseo triunfal", no puede clasificarse más que como de infeliz.
No se puede comprender como el Estado Mayor del ejército italiano y los jefes militares en Albania no hubieron tratado en ningún momento de impedir el inicio de una empresa que no podía llevarse a cabo y que pondría al cuerpo expedicionario italiano en gravísimos riesgos. Además, a la escasa eficiencia de los puertos albaneses y la dificultad del transporte marítimo, hay que sumar el estado de las carreteras y caminos que dejaban al azar la posibilidad de hacer afluir, en caso de necesidad, adecuados refuerzos de tropas y material.
Fue una gran suerte, debida principalmente al heroismo desesperado de las tropas italianas, si una guerra que pudiera haberlos arrojado directamente al mar por el ejército griego, se resolviera (después del efímero efecto inicial) en forma de tenaz resistencia que bloqueó el paso al enemigo en la línea Tepeleni-Pogradec y que después, degastado y agotado el oponente, se transformó, en la primavera del 41, en un victorioso y concluyente avance hacia el corazón de Grecia.
Aun teniendo el caso de que el Estado Mayor italiano, personificado por Badoglio, reveló las graves deficiencias que tan trágicas experiencias hubieran de causar a Italia, la campaña greco-albanesa no fue una página de la que los soldados italianos tuvieron que avergonzarse. Un sólo nombre basta para redimir los errores cometidos, el nombre de la división alpina Julia, símbolo de heroismo y sobrehumana tenacidad. La actuación de la división Julia no fue un hecho aislado ya que el soldado italiano, mal armado, mal nutrido y peor vestido y calzado, en el fango y en el hielo, bajo las tormentas y bajo las bombas supo ganar la dura partida. Tanto es, que cuando el ejército alemán irrumpió desde Bulgaria en abril de 1941, el ejército griego había prácticamente agotado toda capacidad de resistencia.
La campaña de Grecia no fue en sí un hecho bélico importante, pero a la hora de darle un trato, llamémosle, estratégico que repercutiría en otros escenarios de la guerra, cabría destacar la ofensiva británica en el Africa Septentrional, el ataque a Yugoslavia, la contraofensiva italo-germana y muchos importantes episodios de la guerra aéreo-naval en el Mediterráneo, sin olvidar los acontecimientos que llevaron a la caida de las posesiones italianas en el Africa Oriental. Eventos estos, que tuvieron lugar durante los meses en que duró la lucha en Grecia.
PD. Este prólogo es la traducción de dos artículos, en los que no constaba el nombre de los autores, con algún que otro añadido mio.
Un saludo.
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Von Kleist
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Buenas
En realidad, todo parece indicar que Mussolini decidió invadir Grecia no como respuesta a una eventual amenaza estratégica que pudiera provenir de territorio heleno, y desde luego no respondía a un plan calculado. Más bien, el Duce decidió ocupar Grecia como furibunda reacción al envio de la misión alemana a Rumania en Octubre de 1940, de la cual Hitler no había informado a su aliado. Mussolini, que consideraba Los Balcanes como una zona exclusivamente bajo el area de influencia italiana, quiso devolverle la moneda al Führer ordenando la invasión de Grecia sin previo aviso. Me permito citarme a mi mismo en el post que escribí sobre la campaña Griega:
En otras palabras, pese a que Mussolini había puesto sus ojos en Grecia tras la ocupación de Albania, solo se decidió a actuar cuando la intervención unilateral de su aliado en Rumania le indujo a creer que Italia iba a quedar subordinada a la estrategia alemana. Un ejemplo más de la muy deficiente coordinación político-militar de la alianza germano-italiana.
Saludos
Valerio escribió:Se trata pues, de un argumento difícil de afrontar. El primer elemento que causa controversia es aquel que busca la necesidad y la oportunidad de la empresa. ¿
En realidad, todo parece indicar que Mussolini decidió invadir Grecia no como respuesta a una eventual amenaza estratégica que pudiera provenir de territorio heleno, y desde luego no respondía a un plan calculado. Más bien, el Duce decidió ocupar Grecia como furibunda reacción al envio de la misión alemana a Rumania en Octubre de 1940, de la cual Hitler no había informado a su aliado. Mussolini, que consideraba Los Balcanes como una zona exclusivamente bajo el area de influencia italiana, quiso devolverle la moneda al Führer ordenando la invasión de Grecia sin previo aviso. Me permito citarme a mi mismo en el post que escribí sobre la campaña Griega:
El Duce, furioso y sintiendose engañado por su aliado, al entender que Alemania estaba extendiendo su área de influencia por zonas reservadas a la expansión italiana, decidió pasar a la acción inmediatamente, ordenando la invasión de Grecia. Al parecer exclamó "Hitler siempre me pone por delante un hecho consumado. Esta vez seré yo el que le sorprenda, cuando se entere por los periodicos de la invasión de Grecia".
En otras palabras, pese a que Mussolini había puesto sus ojos en Grecia tras la ocupación de Albania, solo se decidió a actuar cuando la intervención unilateral de su aliado en Rumania le indujo a creer que Italia iba a quedar subordinada a la estrategia alemana. Un ejemplo más de la muy deficiente coordinación político-militar de la alianza germano-italiana.
Saludos
Última edición por Von Kleist el 11 May 2010, 15:48, editado 1 vez en total.
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Von Kleist
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Hola otra vez
Se me pasó este comentario
De hecho, sí que hiubo cierta oposición en el seno del Alto Estado Mayor italiano a la invasión de Grecia. Cito nuevamente mi post sobre el tema:
Es decir, solo el jefe del ejército de Albania, ávido de una gloria militar que presumia fácilmente alcanzable contra el débil ejército griego, fue el que apoyó la invasión. Sin embargo Badoglio no dejó de poner de manifiesto las dificultades que un plan de invasión tan apresurado conllevaba.
Saludos
Se me pasó este comentario
Valerio escribió:No se puede comprender como el Estado Mayor del ejército italiano y los jefes militares en Albania no hubieron tratado en ningún momento de impedir el inicio de una empresa que no podía llevarse a cabo y que pondría al cuerpo expedicionario italiano en gravísimos riesgos.
De hecho, sí que hiubo cierta oposición en el seno del Alto Estado Mayor italiano a la invasión de Grecia. Cito nuevamente mi post sobre el tema:
El 15 de Octubre, en una reunión con el Comando Supremo, Mussolini expuso su plan de pasar a la ofensiva. Esta decisión topó con la opinión en contra del jefe de estado Mayor, Pietro Badoglio, quien alegó que era imposible preparar la invasión con tan poco tiempo. Sin embargo, el jefe del ejército Italiano en Albania, general Visconti Prasca, apoyó las tesis del Duce alegando que bastarían 3 divisiones de refuerzo para derrotar a los griegos en la zona de El Epiro. El mando italiano estimó que la campaña griega iba a ser una especie de paseo militar, al tiempo que Ciano, como ministro de asuntos exteriores, le aseguró a Mussolini que iba a presionar al gobierno de Bulgaria para que su ejército se uniese a la invasión.
Es decir, solo el jefe del ejército de Albania, ávido de una gloria militar que presumia fácilmente alcanzable contra el débil ejército griego, fue el que apoyó la invasión. Sin embargo Badoglio no dejó de poner de manifiesto las dificultades que un plan de invasión tan apresurado conllevaba.
Saludos
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de guiner
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Estimado Von Kleist, esa puede ser una buena tercera alternativa a las dos que he puesto.
A eso me refería en cuanto a la controversia. Aunque sería una cuestión que habría que remontarnos un tiempo atrás y no es mi intención polemizar al respecto.
¿Que todo parece indicar a lo que apuntas?; de acuerdo. Es otro punto de vista tan aceptable como tantos otros que puedan surgir.
PD. Como parece que estamos escribiendo al mismo tiempo, dejemos a Badoglio, que ese señor es un tema aparte; que también puso sus pegas anteriormente en los Alpes con el tema de sus ¿amigos? franceses.
Sobre Visconti Prasca veré si encuentro la conversación previa que tuvo con Mussolini a la invasión y pondré algún extracto.
Recibe un saludo cordial.
A eso me refería en cuanto a la controversia. Aunque sería una cuestión que habría que remontarnos un tiempo atrás y no es mi intención polemizar al respecto.
¿Que todo parece indicar a lo que apuntas?; de acuerdo. Es otro punto de vista tan aceptable como tantos otros que puedan surgir.
PD. Como parece que estamos escribiendo al mismo tiempo, dejemos a Badoglio, que ese señor es un tema aparte; que también puso sus pegas anteriormente en los Alpes con el tema de sus ¿amigos? franceses.
Sobre Visconti Prasca veré si encuentro la conversación previa que tuvo con Mussolini a la invasión y pondré algún extracto.
Recibe un saludo cordial.
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Von Kleist
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Buenas Valerio
De hecho, creo que es la más verídica. La reacción de Mussolini al envio de la misión alemana a Rumania está documentada en varios libros, por ejemplo, puede verse en The Second World War: The Mediterranean, 1940-1945 de David Murray Horner, cuya versión inglesa puede encontrarse por internet.
Saludos
Estimado Von Kleist, esa puede ser una buena tercera alternativa a las dos que he puesto.
De hecho, creo que es la más verídica. La reacción de Mussolini al envio de la misión alemana a Rumania está documentada en varios libros, por ejemplo, puede verse en The Second World War: The Mediterranean, 1940-1945 de David Murray Horner, cuya versión inglesa puede encontrarse por internet.
Saludos
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de guiner
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Estimado Von Kleist, no te lo voy a negar.
Puse dos alternativas como podía haber puesto tres, cuatro, cinco o más.
Mi intención es ser objetivo y por eso no doy mi opinión personal, o lo intento, en ninguno de mis post.
Si para tí es la alternativa más verídica, por mi parte no tengo nada que objetar.
Recibe un saludo cordial.
Puse dos alternativas como podía haber puesto tres, cuatro, cinco o más.
Mi intención es ser objetivo y por eso no doy mi opinión personal, o lo intento, en ninguno de mis post.
Si para tí es la alternativa más verídica, por mi parte no tengo nada que objetar.
Recibe un saludo cordial.
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de guiner
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Preliminares
Grecia estaba gobernada por un régimen nacionalista guiado por el primer ministro Ioannis Metaxas, ideológicamente más cercano a las fuerzas del Eje, aunque Grecia era un país tradicional e históricamente amigo de la corona británica.
El plan de invasión de Grecia estaba en los cajones del Estado Mayor italiano desde agosto de 1939.
El 15 de octubre de 1940, en el Palazzo Venezia de Roma, tuvo lugar una reunión secreta, en la cual estuvieron presentes Benito Mussolini, Gian Galeazzo Ciano, Pietro Badoglio, Ubaldo Soddu, Francesco Jacomoni di San Savino, Mario Roatta y Sebastiano Visconti Prasca, en la que se toma la decisión de invadir Grecia. En esta reunión no es requerida la presencia de los jefes del Estado Mayor de la marina y de las fuerzas aéreas, el almirante Domenico Cavagnari y el general Francesco Pricolo.(*)
El plan de invasión de Grecia, preparado por el Estado Mayor italiano, preveía una ofensiva desde territorio albanés para la conquista del Epiro, después de lo cual, las tropas recibirían los refuerzos necesarios para dirigirse contra Atenas y a continuación proceder a la conquista de todo el territorio.
Al planificar las operaciones los generales italianos no se preocuparon de efectuar un desembarco de tropas en la costa griega con el fin de encerrar al enemigo en una bolsa o al menos desviar fuerzas helenas de la valiosa frontera greco-albanesa.
Para el "casus belli", la justificación oficial del uso de la fuerza contra un pais neutral, el delegado italiano en Albania, Francesco Jacomoni di San Savino, predispuso incidentes fronterizos entre "ciamurioti" (una minoría étnica albanesa en territorio griego) y las autoridades griegas.
Aunque ya anteriormente, en vistas de una guerra contra Grecia, se habían producido algunas provocaciones tales como el incidente sucedido el 15 de agosto de 1940, cuando en el puerto de Tinos, pequeña isla del mar Egeo, durante la tradicional celebración de la festividad de la Virgen, el submarino italiano Delfino lanzó 3 torpedos, hundiendo el viejo crucero griego Helli, el cual participaba en las celebraciones.
En el ultimátum enviado por Italia al primer ministro griego, la mañana del 28 de octubre, se mostraban las intenciones italianas:
"Es manifiesto que la política del gobierno griego ha sido y es dirigida a transformar el territorio griego en una base de operaciones bélicas contra Italia. Esto no puede más que llevar a un conflicto armado entre Italia y Grecia, conflicto que el gobierno italiano tiene intención de evitar. El gobierno italiano ha llegado por tanto a la determinación de pedir al gobierno griego, como garantía de la neutralidad de Grecia y como garantía de la seguridad de Italia, la facultad de ocupar con las propias fuerzas armadas algunos puntos estratégicos en territorio griego...donde las tropas italianas encontraran resistencia, tal resistencia será doblegada con las armas".
El 28 de octubre, a las tres de la mañana, el embajador italiano en Atenas, Emanuele Grazzi, le entrega el ultimátum a Metaxas, concediéndole 3 horas para aceptar las reclamaciones italianas.
-La entrevista de Grazzi y Metaxas:
Apenas tomaron asiento, y ya que era un poco más de las tres de la mañana, Grazzi le dijo inmediatamente a Metaxas que su Gobierno le había encargado hacerle llegar un escrito, que no era otro que el ultimátum de Italia a Grecia, con el cual el Gobierno italiano exigía la disolución de las fuerzas armadas griegas, a partir de las 6 de la mañana del 28 de octubre de 1940. Metaxas comenzó a leerlo. Detrás de los vidrios de sus gafas, Grazzi veía los ojos de Metaxas en lágrimas. Cuando terminó de leerlo, le dijo con voz triste pero firme: "Alors, c'est la guerre" (Entonces, es la guerra).
No necesariamente, Excelencia, comentó Grazzi. Sí, es necesario, respondió el Primer Ministro.
Tres horas después las tropas italianas estacionadas en Albania se dirigieron hacia la frontera griega.
(*) Para más información: "L'esercito italiano nella campagna di Grecia", Mario Montanari , Ed. Ufficio storico, Roma 1999.
Un saludo.
Grecia estaba gobernada por un régimen nacionalista guiado por el primer ministro Ioannis Metaxas, ideológicamente más cercano a las fuerzas del Eje, aunque Grecia era un país tradicional e históricamente amigo de la corona británica.
El plan de invasión de Grecia estaba en los cajones del Estado Mayor italiano desde agosto de 1939.
El 15 de octubre de 1940, en el Palazzo Venezia de Roma, tuvo lugar una reunión secreta, en la cual estuvieron presentes Benito Mussolini, Gian Galeazzo Ciano, Pietro Badoglio, Ubaldo Soddu, Francesco Jacomoni di San Savino, Mario Roatta y Sebastiano Visconti Prasca, en la que se toma la decisión de invadir Grecia. En esta reunión no es requerida la presencia de los jefes del Estado Mayor de la marina y de las fuerzas aéreas, el almirante Domenico Cavagnari y el general Francesco Pricolo.(*)
El plan de invasión de Grecia, preparado por el Estado Mayor italiano, preveía una ofensiva desde territorio albanés para la conquista del Epiro, después de lo cual, las tropas recibirían los refuerzos necesarios para dirigirse contra Atenas y a continuación proceder a la conquista de todo el territorio.
Al planificar las operaciones los generales italianos no se preocuparon de efectuar un desembarco de tropas en la costa griega con el fin de encerrar al enemigo en una bolsa o al menos desviar fuerzas helenas de la valiosa frontera greco-albanesa.
Para el "casus belli", la justificación oficial del uso de la fuerza contra un pais neutral, el delegado italiano en Albania, Francesco Jacomoni di San Savino, predispuso incidentes fronterizos entre "ciamurioti" (una minoría étnica albanesa en territorio griego) y las autoridades griegas.
Aunque ya anteriormente, en vistas de una guerra contra Grecia, se habían producido algunas provocaciones tales como el incidente sucedido el 15 de agosto de 1940, cuando en el puerto de Tinos, pequeña isla del mar Egeo, durante la tradicional celebración de la festividad de la Virgen, el submarino italiano Delfino lanzó 3 torpedos, hundiendo el viejo crucero griego Helli, el cual participaba en las celebraciones.
En el ultimátum enviado por Italia al primer ministro griego, la mañana del 28 de octubre, se mostraban las intenciones italianas:
"Es manifiesto que la política del gobierno griego ha sido y es dirigida a transformar el territorio griego en una base de operaciones bélicas contra Italia. Esto no puede más que llevar a un conflicto armado entre Italia y Grecia, conflicto que el gobierno italiano tiene intención de evitar. El gobierno italiano ha llegado por tanto a la determinación de pedir al gobierno griego, como garantía de la neutralidad de Grecia y como garantía de la seguridad de Italia, la facultad de ocupar con las propias fuerzas armadas algunos puntos estratégicos en territorio griego...donde las tropas italianas encontraran resistencia, tal resistencia será doblegada con las armas".
El 28 de octubre, a las tres de la mañana, el embajador italiano en Atenas, Emanuele Grazzi, le entrega el ultimátum a Metaxas, concediéndole 3 horas para aceptar las reclamaciones italianas.
-La entrevista de Grazzi y Metaxas:
Apenas tomaron asiento, y ya que era un poco más de las tres de la mañana, Grazzi le dijo inmediatamente a Metaxas que su Gobierno le había encargado hacerle llegar un escrito, que no era otro que el ultimátum de Italia a Grecia, con el cual el Gobierno italiano exigía la disolución de las fuerzas armadas griegas, a partir de las 6 de la mañana del 28 de octubre de 1940. Metaxas comenzó a leerlo. Detrás de los vidrios de sus gafas, Grazzi veía los ojos de Metaxas en lágrimas. Cuando terminó de leerlo, le dijo con voz triste pero firme: "Alors, c'est la guerre" (Entonces, es la guerra).
No necesariamente, Excelencia, comentó Grazzi. Sí, es necesario, respondió el Primer Ministro.
Tres horas después las tropas italianas estacionadas en Albania se dirigieron hacia la frontera griega.
(*) Para más información: "L'esercito italiano nella campagna di Grecia", Mario Montanari , Ed. Ufficio storico, Roma 1999.
Un saludo.
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de guiner
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Las fuerzas en el campo
El despliegue de las fuerzas italianas en Albania contaba con 87.000 hombres: 75.000 a lo largo de la frontera griega y 12.000 (la 53ª división Arezzo, a las órdenes del general Feroni) a lo largo de la frontera yugoslava.
El comandante de las tropas, Sebastiano Visconti Prasca, disponía de 7 divisiones además de otras unidades menores a lo largo de la frontera greco-albanesa. Desplegadas de oeste a este:
Los griegos disponían en el Epiro de la 8ª división reforzada por una brigada de infantería y una de artillería; en la zona del Pindo desplegaban 3 batallones reforzados, mientras en Macedonia occidental tenían a la 9ª división, la 4ª brigada más 7 batallones de infantería en segunda línea.
En el reparto de fuerzas entre las tropas italianas y las griegas parecía haber, al menos sobre el papel, una clara superioridad italiana. La única superioridad real estaba en la fuerza aérea, en la que los italianos desplegaban 400 aparatos contra un centenar de anticuados aeroplanos griegos.
Para el resto, cabe hacer alguna observación.
La mayor parte de las divisiones italianas no tenían el orgánico completo, ya como en hombres y como en medios. Las divisiones italianas estaban formadas con sólo 2 regimientos (un dispositivo creado por el Estado Mayor para aumentar el número total de divisiones) a diferencia de las divisiones griegas, las cuales contaban con 3 regimientos.
En el sector macedónico, los griegos podían contar con una superioridad de fuerzas con respecto a las italianas.
Un saludo.
El despliegue de las fuerzas italianas en Albania contaba con 87.000 hombres: 75.000 a lo largo de la frontera griega y 12.000 (la 53ª división Arezzo, a las órdenes del general Feroni) a lo largo de la frontera yugoslava.
El comandante de las tropas, Sebastiano Visconti Prasca, disponía de 7 divisiones además de otras unidades menores a lo largo de la frontera greco-albanesa. Desplegadas de oeste a este:
- Raggruppamento Litorale a las órdenes del general Rivolta (5.000 hombres)
3° Regimiento Granatieri di Sardegna
7° Regimiento de caballería Milano
6° Regimiento de caballería Aosta
Un batallón CCNN (camisas negras) - XXV° Cuerpo de Ejército de la Ciamuria a las órdenes del general Carlo Rossi
51ª División de infantería Siena a las órdenes del general Gabutti (9.000 hombres)
23ª División de infantería Ferrara a las órdenes del general Zannini (12.000 hombres) + 3.500 voluntarios albaneses
131ª División acorazada Centauro a las órdenes del general Magli (4.000 hombres, 163 carros L y 24 piezas de artillería) - División alpina Julia, a las órdenes del general Girotti; comprendía 5 batallones, 2 destacamentos de artillería y un destacamento de voluntarios albaneses por un total de 10.000 hombres
- XXVI° Cuerpo de Ejército a las órdenes del general Gabriele Nasci
29ª División de infantería Piemonte a las órdenes del general Naldi (9.000 hombres)
49ª División de infantería Parma a las órdenes del general Grattarola (12.000 hombres)
19ª División de infantería Venezia a las órdenes del general Bonini (10.000 hombres)
Los griegos disponían en el Epiro de la 8ª división reforzada por una brigada de infantería y una de artillería; en la zona del Pindo desplegaban 3 batallones reforzados, mientras en Macedonia occidental tenían a la 9ª división, la 4ª brigada más 7 batallones de infantería en segunda línea.
En el reparto de fuerzas entre las tropas italianas y las griegas parecía haber, al menos sobre el papel, una clara superioridad italiana. La única superioridad real estaba en la fuerza aérea, en la que los italianos desplegaban 400 aparatos contra un centenar de anticuados aeroplanos griegos.
Para el resto, cabe hacer alguna observación.
La mayor parte de las divisiones italianas no tenían el orgánico completo, ya como en hombres y como en medios. Las divisiones italianas estaban formadas con sólo 2 regimientos (un dispositivo creado por el Estado Mayor para aumentar el número total de divisiones) a diferencia de las divisiones griegas, las cuales contaban con 3 regimientos.
En el sector macedónico, los griegos podían contar con una superioridad de fuerzas con respecto a las italianas.
Un saludo.
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de guiner
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Primeras operaciones
El problema de los suministros a las tropas operantes en el frente era particularmente arduo desde Albania, a causa de la escasez de puertos y de la casi absoluta inexistencia de líneas ferroviarias. Las pocas carreteras que partían hacia la frontera griega eran impracticables. Las tropas y materiales concentrados en Puglia tardaron casi un mes en ser operativas.
Valona y Durazzo fueron los únicos puertos de cierta importancia de los que se disponía en territorio albanés.
"Alpini" desembarcando en el puerto de Valona
Dada la estación del inicio de la ofensiva italiana en Grecia, se dieron condiciones metereológicas desastrosas; los destacamentos italianos se desplazaron desde sus posiciones albanesas bajo una lluvia torrencial, que no sólo dificultó el desplazamiento de las tropas y medios, sino que también obstaculizó las operaciones de la aviación, la cual no pudo dar el debido apoyo a las fuerzas terrestres. Los carros ligeros de la división acorazada Centauro se empantanaron sobre las carreteras fangosas ralentizando notablemente los planes de marcha de varios destacamentos.
Ingenieros reparando rupturas realizadas por tropas griegas
A pesar de esta dificultad, la penetración italiana en territorio griego resolvió, inicialmete, de forma positiva sus primeros encuentros con las unidades helenas.
A lo largo de la costa, los caballeros y "granatieri" del "Raggruppamento Rivolta" llegaron al río Kamalas con la intención de dirigirse hacia el puerto de Prevesa y la zona del golfo de Arte. Mientras, los "alpini" de la Julia subieron por los largos senderos del Pindo en dirección a Metzovo y Drisko al fin de evitar la posible unión de las fuerzas griegas de Tesalia y Macedonia con las del Epiro.
Ataque italiano
-Boletín de guerra italiano del 30 de octubre de 1940:
"Al alba de ayer, nuestras tropas desplegadas en Albania han cruzado la frontera griega y han penetrado por varios puntos en territorio enemigo; el avance prosigue. Nuestra aviación, a pesar de las adversas condiciones metereológicas, ha bombardeado repetidamente los objetivos militares asignados, golpeando diques, muelles, estaciones de ferrocarril y provocando incendios en el puerto de Patras; también han sido dañadas las instalaciones a lo largo del Canal de Corinto y de la base naval de Prevesa y las instalaciones aereoportuarias de la base aérea de Tatoi, cerca de Atenas. Todos nuestros aviones han regresado".
A partir del 31 de octubre, las tropas griegas, a lo largo de todo el frente, iniciaron gradualmente una oposición más tenaz. Los griegos habían hecho llegar nuevas divisiones provenientes de las fronteras de Bulgaria y Turquía, paises que habían expresado abiertamente su neutralidad y su intención de negarse a actuar contra los griegos.
También, unos días después del inicio de las hostilidades, Gran Bretaña empezó a enviar aviones y unidades de tierra a Grecia, primero a Creta y luego al Peloponeso. En pocos dias, los ingleses tomaron el control de los principales puertos griegos.
El avance italiano se detuvo; en muchos sectores del frente, las tropas griegas, gracias a su superioridad numérica, contraatacaron forzando a los italianos a pasar a una acción defensiva.
Un saludo.
El problema de los suministros a las tropas operantes en el frente era particularmente arduo desde Albania, a causa de la escasez de puertos y de la casi absoluta inexistencia de líneas ferroviarias. Las pocas carreteras que partían hacia la frontera griega eran impracticables. Las tropas y materiales concentrados en Puglia tardaron casi un mes en ser operativas.
Valona y Durazzo fueron los únicos puertos de cierta importancia de los que se disponía en territorio albanés.
"Alpini" desembarcando en el puerto de Valona
Dada la estación del inicio de la ofensiva italiana en Grecia, se dieron condiciones metereológicas desastrosas; los destacamentos italianos se desplazaron desde sus posiciones albanesas bajo una lluvia torrencial, que no sólo dificultó el desplazamiento de las tropas y medios, sino que también obstaculizó las operaciones de la aviación, la cual no pudo dar el debido apoyo a las fuerzas terrestres. Los carros ligeros de la división acorazada Centauro se empantanaron sobre las carreteras fangosas ralentizando notablemente los planes de marcha de varios destacamentos.
Ingenieros reparando rupturas realizadas por tropas griegas
A pesar de esta dificultad, la penetración italiana en territorio griego resolvió, inicialmete, de forma positiva sus primeros encuentros con las unidades helenas.
A lo largo de la costa, los caballeros y "granatieri" del "Raggruppamento Rivolta" llegaron al río Kamalas con la intención de dirigirse hacia el puerto de Prevesa y la zona del golfo de Arte. Mientras, los "alpini" de la Julia subieron por los largos senderos del Pindo en dirección a Metzovo y Drisko al fin de evitar la posible unión de las fuerzas griegas de Tesalia y Macedonia con las del Epiro.
Ataque italiano
-Boletín de guerra italiano del 30 de octubre de 1940:
"Al alba de ayer, nuestras tropas desplegadas en Albania han cruzado la frontera griega y han penetrado por varios puntos en territorio enemigo; el avance prosigue. Nuestra aviación, a pesar de las adversas condiciones metereológicas, ha bombardeado repetidamente los objetivos militares asignados, golpeando diques, muelles, estaciones de ferrocarril y provocando incendios en el puerto de Patras; también han sido dañadas las instalaciones a lo largo del Canal de Corinto y de la base naval de Prevesa y las instalaciones aereoportuarias de la base aérea de Tatoi, cerca de Atenas. Todos nuestros aviones han regresado".
A partir del 31 de octubre, las tropas griegas, a lo largo de todo el frente, iniciaron gradualmente una oposición más tenaz. Los griegos habían hecho llegar nuevas divisiones provenientes de las fronteras de Bulgaria y Turquía, paises que habían expresado abiertamente su neutralidad y su intención de negarse a actuar contra los griegos.
También, unos días después del inicio de las hostilidades, Gran Bretaña empezó a enviar aviones y unidades de tierra a Grecia, primero a Creta y luego al Peloponeso. En pocos dias, los ingleses tomaron el control de los principales puertos griegos.
El avance italiano se detuvo; en muchos sectores del frente, las tropas griegas, gracias a su superioridad numérica, contraatacaron forzando a los italianos a pasar a una acción defensiva.
Un saludo.
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de guiner
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Después de los primeros dias de ofensiva, las tropas griegas se batieron valerosamente para ralentizar el avance italiano, en espera de la llegada de refuerzos.
La población del Epiro septentrional, en su mayoría albanesa, acogió con simpatía a las tropas italianas y a las formaciones de voluntarios albaneses que los apoyaban.
El 1 de noviembre, en el sector central del frente, delante de Gianina, continuaban los ataques italianos contra las fuerzas griegas, las cuales comienzan a reorganizarse rápidamente y se disponen a ofrecer una rígida defensa en espera de refuerzos.
La actividad de la aviación italiana, escasa en los primeros momentos, se intensificaría en las semanas siguientes cuando la situación de las tropas se vió gravemente comprometida. Aunque careciendo de medios para apoyar a las fuerzas terrestres, se limitó a bombardear localidades, puertos y estaciones ferroviarias lejanas de la línea del frente, sin intervenir en los valles albaneses, estrechos y profundos, que no le eran accesibles.
Animados por la ayuda británica, los griegos pasaron a la contraofensiva a lo largo de todo el frente. Notable fue el aporte inglés en piezas de artillería, municiones, víveres y suministros de todo género.
Instructores británicos explicando el funcionamiento de una pieza antiaérea
Los italianos pasaron de atacantes a atacados.
Contraofensiva griega
En el frente de Macedonia, los griegos atacaron a los destacamentos italianos obligándolos a retirarse.
El dia 3 de noviembre, las primeras tropas griegas pasan la frontera albanesa.
Puntos de la contraofensiva
De los miles de voluntarios del Tomor, el mejor batallón albanés, sólo 120 se quedaron a luchar, todos los demás desertaron al primer golpe de fusil.
La sublevación de la población albanesa en territorio griego, auspiciada por los estrategas italianos, no sólo no se produjo, sino que faltó poco para que se revolvieran contra las tropas italianas.
Sobre las montañas del Pindo, los "alpini" de la Julia se encontraron cercados, sin enlace con el resto de tropas y sin poder recibir suministros; las primeras unidades de reabastecimiento aéreo llegaron a los agotados "alpini" el 5 de noviembre.
El dia 6, constatada finalmente la inferioridad numérica de las tropas italianas en todo el frente greco-albanés, el Estado Mayor decidió constituir el "Gruppo di Armate di Albania", con el envío de nuevas divisiones desde Italia.
El 8 de noviembre, en espera de los refuerzos de Italia, se ordena la suspensión de la ofensiva en Grecia, pasando de esta manera a una posición defensiva.
Carro italiano capturado con la inscripción griega "Vengad el Helli"
La división Julia se encontró en graves dificultades cuando el general griego Papagos lanzó su contraofensiva sobre el flanco izquierdo de las tropas italianas. La Julia, a pesar de su inferioridad numérica, repelió con extremo valor el duro ataque enemigo y logró, al precio de enormes pérdidas, mantener el frente en el sector en el cual estaba desplegada. Sólo por órdenes superiores, debido a la necesidad de evitar el flanqueo de la unidad, afianzada en el sector de Corcia y Erseke, se tuvo que replegar hacia Albania.
La división Julia inició su repliegue bajo fuego enemigo hacia Konitsa, y luego en dirección al puente de Perati, después de haber recibido la orden de defender el valle de Vojussa.
"Alpini" de la división Julia en Metzovo
El 9 de noviembre, Visconti Prasca es sustituido en el mando de las tropas italianas en Albania por el general Ubaldo Soddu, el cual, a pesar de las insistencias de Mussolini, no se arriesga a emprender ninguna operación ofensiva, limitándose a reorganizar las débiles líneas defensivas italianas.
Las tropas de refresco estaban llegando desde Italia pero a un ritmo muy lento; el transporte de hombres y medios fue obstaculizado por la acción de submarinos británicos en el Adriático y por las actuaciones aéreas de la aviación inglesa, cuyos aviones despegaban ya desde bases griegas.
Los puertos de Durazzo y de Valona no estaban debidamente preparados para acoger tanto material en tan poco tiempo, lo que llevó a la creación de un caos total. Los destacamentos italianos, apenas desembarcados, eran enviados a primera línea con el armamento y el equipamiento incompleto.
Con esta situación se logró reforzar el dispositivo defensivo en Albania, pero no a retomar la ofensiva.
Un saludo.
La población del Epiro septentrional, en su mayoría albanesa, acogió con simpatía a las tropas italianas y a las formaciones de voluntarios albaneses que los apoyaban.
El 1 de noviembre, en el sector central del frente, delante de Gianina, continuaban los ataques italianos contra las fuerzas griegas, las cuales comienzan a reorganizarse rápidamente y se disponen a ofrecer una rígida defensa en espera de refuerzos.
La actividad de la aviación italiana, escasa en los primeros momentos, se intensificaría en las semanas siguientes cuando la situación de las tropas se vió gravemente comprometida. Aunque careciendo de medios para apoyar a las fuerzas terrestres, se limitó a bombardear localidades, puertos y estaciones ferroviarias lejanas de la línea del frente, sin intervenir en los valles albaneses, estrechos y profundos, que no le eran accesibles.
Animados por la ayuda británica, los griegos pasaron a la contraofensiva a lo largo de todo el frente. Notable fue el aporte inglés en piezas de artillería, municiones, víveres y suministros de todo género.
Instructores británicos explicando el funcionamiento de una pieza antiaérea
Los italianos pasaron de atacantes a atacados.
Contraofensiva griega
En el frente de Macedonia, los griegos atacaron a los destacamentos italianos obligándolos a retirarse.
El dia 3 de noviembre, las primeras tropas griegas pasan la frontera albanesa.
Puntos de la contraofensiva
De los miles de voluntarios del Tomor, el mejor batallón albanés, sólo 120 se quedaron a luchar, todos los demás desertaron al primer golpe de fusil.
La sublevación de la población albanesa en territorio griego, auspiciada por los estrategas italianos, no sólo no se produjo, sino que faltó poco para que se revolvieran contra las tropas italianas.
Sobre las montañas del Pindo, los "alpini" de la Julia se encontraron cercados, sin enlace con el resto de tropas y sin poder recibir suministros; las primeras unidades de reabastecimiento aéreo llegaron a los agotados "alpini" el 5 de noviembre.
El dia 6, constatada finalmente la inferioridad numérica de las tropas italianas en todo el frente greco-albanés, el Estado Mayor decidió constituir el "Gruppo di Armate di Albania", con el envío de nuevas divisiones desde Italia.
El 8 de noviembre, en espera de los refuerzos de Italia, se ordena la suspensión de la ofensiva en Grecia, pasando de esta manera a una posición defensiva.
Carro italiano capturado con la inscripción griega "Vengad el Helli"
La división Julia se encontró en graves dificultades cuando el general griego Papagos lanzó su contraofensiva sobre el flanco izquierdo de las tropas italianas. La Julia, a pesar de su inferioridad numérica, repelió con extremo valor el duro ataque enemigo y logró, al precio de enormes pérdidas, mantener el frente en el sector en el cual estaba desplegada. Sólo por órdenes superiores, debido a la necesidad de evitar el flanqueo de la unidad, afianzada en el sector de Corcia y Erseke, se tuvo que replegar hacia Albania.
La división Julia inició su repliegue bajo fuego enemigo hacia Konitsa, y luego en dirección al puente de Perati, después de haber recibido la orden de defender el valle de Vojussa.
"Alpini" de la división Julia en Metzovo
El 9 de noviembre, Visconti Prasca es sustituido en el mando de las tropas italianas en Albania por el general Ubaldo Soddu, el cual, a pesar de las insistencias de Mussolini, no se arriesga a emprender ninguna operación ofensiva, limitándose a reorganizar las débiles líneas defensivas italianas.
Las tropas de refresco estaban llegando desde Italia pero a un ritmo muy lento; el transporte de hombres y medios fue obstaculizado por la acción de submarinos británicos en el Adriático y por las actuaciones aéreas de la aviación inglesa, cuyos aviones despegaban ya desde bases griegas.
Los puertos de Durazzo y de Valona no estaban debidamente preparados para acoger tanto material en tan poco tiempo, lo que llevó a la creación de un caos total. Los destacamentos italianos, apenas desembarcados, eran enviados a primera línea con el armamento y el equipamiento incompleto.
Con esta situación se logró reforzar el dispositivo defensivo en Albania, pero no a retomar la ofensiva.
Un saludo.
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Los refuerzos del "Gruppo d'Armate di Albania" fueron reorganizados junto a las tropas ya estacionadas en la zona en dos ejécitos:
En esta reorganización, vemos que los efectivos de refuerzo con respecto al despliegue inicial son las divisiones de infantería Arezzo y Bari, y la división alpina Tridentina.
El 14 de noviembre, el general griego Papagos ordena una nueva ofensiva en dirección a Coriza, en Macedonia. A la 9ª división y a la IVª brigada griegas se les habían unido 3 divisiones: la 7ª, la 10ª y la 11ª.
Los griegos atacaron primero Devol y después flanquearon las posiciones italianas del macizo de Morova, tanto desde el norte como desde el sur, en la zona de Erseke.
El objetivo principal de la ofensiva era el de dividir a las fuerzas italianas del XIº ejército de las del IXº.
Las tropas italianas aguantaron el envite inicial, pero cuando la presión griega fue más fuerte, el general Ubaldo Soddu ordenó un repliegue para poder disponer mejor a las tropas en posiciones defensivas. Coriza fue abandonada por los últimos destacamentos italianos la noche del 21 de noviembre.
El dia 28, con la caida de Pogradec, la nueva línea defensiva fue retirada hacia el oeste; ahora, las tropas griegas estaban combatiendo en pleno territorio albanés.
Patrulla griega en las cercanías de Tepeleni
También en el frente del XIº ejército la presión de los griegos se hizo extremadamente fuerte; los destacamentos especiales, montados sobre los famosos caballos de montaña macedonios, llegaron a infiltrase en las líneas italianas para participar en furiosos combates cuerpo a cuerpo.
La división alpina Julia se desangra
La retirada de los "alpini" de la Julia del monte Pindo no se rompió en ningún momento a pesar de la presión enemiga. El 16 de noviembre, los restos de los batallones de la división, diezmados por los combates de los dias anteriores, se habían instalado en el área entorno al puente de Perati, en el valle de la Vojussa.
La línea defensiva se formó con los batallones L'Aquila, Cividale y Val Tagliamento.
El 20 de noviembre, los griegos atacaron en el tramo defendido por el Val Tagliamento; los "alpini" repelieron la ofensiva enemiga combatiendo enérgicamente. Vista la tenacidad de los "alpini", los griegos intentaron golpear el flanco de las posiciones italianas. Después de 6 horas de durísimos combates, los mandos ordenaron un repliegue a lo largo del valle de la Vojussa, hacia Premeti y Ura Petrani, después de volar todos los puentes del río.
Para comprender la dureza de los combates, queda el testimonio del "alpino" Arturo Gazzini, del batallón Cividale:
"Combatiamos en el puente de Perati. Me encontraba en medio de aquella furibunda batalla: era el 21 de noviembre, pisoteábamos los muertos, saltábamos sobre los heridos, el bosque ardía; fuimos arrollados y destrozados por las granadas; los bersaglieri abandonaron sus medios para volverse alpini; desde lo alto ví saltar el puente. Los alpini y la artillería alpina combatiamos con furor para contener al enemigo y salvar lo insalvable".
Puente de Perati
El 1 de diciembre, la Julia fue atacada por el flanco en Mali Micianit; a pesar de su resistencia, los griegos pudieron abrir un paso y dividir a los "alpini" del 41º regimiento de la división Modena(*). Para tapar la brecha se tuvo que ordenar la retirada hacia allí de todos los destacamentos para evitar un posible cerco.
Línea del frente en diciembre
(*) La 37ª división de infantería Modena había llegado desde la zona de Belluno, en el Veneto, transferida al sector de Dervisciani , en donde operó inicialmente junto a la 47ª división de infantería Bari, la cual ocupaba el flanco derecho de la 23ª división Ferrara en el sector Sella Radati-Monte Bourato, al nordeste de Argirocastro.
PD. Para no extender el tema con el posicionamiento de las unidades, os dejo este enlace en el cual vienen los movimientos de la mayoría de las divisiones. Casi todas están en los apartados "Fanteria di linea" y "Fanteria da montagna":
http://www.regioesercito.it/reparti/fan ... nteria.htm
-Para las divisiones de "alpini":
http://www.regioesercito.it/reparti/alp ... antalp.htm
Un saludo.
- El IXº, a las órdenes del general Vercellino, fue desplegado entre Macedonia y el Pindo.
29ª División de infantería Piemonte
53ª División de infantería Arezzo
49ª División de infantería Parma
19ª División de infantería Venezia
3ª División alpina Julia
47ª División de infantería Bari
2ª División alpina Tridentina - El XIº, a las órdenes del general Geloso, fue desplegado en el Epiro.
23ª División de infantería Ferrara
131ª División acorazada Centauro
51ª División de infantería Siena
En esta reorganización, vemos que los efectivos de refuerzo con respecto al despliegue inicial son las divisiones de infantería Arezzo y Bari, y la división alpina Tridentina.
El 14 de noviembre, el general griego Papagos ordena una nueva ofensiva en dirección a Coriza, en Macedonia. A la 9ª división y a la IVª brigada griegas se les habían unido 3 divisiones: la 7ª, la 10ª y la 11ª.
Los griegos atacaron primero Devol y después flanquearon las posiciones italianas del macizo de Morova, tanto desde el norte como desde el sur, en la zona de Erseke.
El objetivo principal de la ofensiva era el de dividir a las fuerzas italianas del XIº ejército de las del IXº.
Las tropas italianas aguantaron el envite inicial, pero cuando la presión griega fue más fuerte, el general Ubaldo Soddu ordenó un repliegue para poder disponer mejor a las tropas en posiciones defensivas. Coriza fue abandonada por los últimos destacamentos italianos la noche del 21 de noviembre.
El dia 28, con la caida de Pogradec, la nueva línea defensiva fue retirada hacia el oeste; ahora, las tropas griegas estaban combatiendo en pleno territorio albanés.
Patrulla griega en las cercanías de Tepeleni
También en el frente del XIº ejército la presión de los griegos se hizo extremadamente fuerte; los destacamentos especiales, montados sobre los famosos caballos de montaña macedonios, llegaron a infiltrase en las líneas italianas para participar en furiosos combates cuerpo a cuerpo.
La división alpina Julia se desangra
La retirada de los "alpini" de la Julia del monte Pindo no se rompió en ningún momento a pesar de la presión enemiga. El 16 de noviembre, los restos de los batallones de la división, diezmados por los combates de los dias anteriores, se habían instalado en el área entorno al puente de Perati, en el valle de la Vojussa.
La línea defensiva se formó con los batallones L'Aquila, Cividale y Val Tagliamento.
El 20 de noviembre, los griegos atacaron en el tramo defendido por el Val Tagliamento; los "alpini" repelieron la ofensiva enemiga combatiendo enérgicamente. Vista la tenacidad de los "alpini", los griegos intentaron golpear el flanco de las posiciones italianas. Después de 6 horas de durísimos combates, los mandos ordenaron un repliegue a lo largo del valle de la Vojussa, hacia Premeti y Ura Petrani, después de volar todos los puentes del río.
Para comprender la dureza de los combates, queda el testimonio del "alpino" Arturo Gazzini, del batallón Cividale:
"Combatiamos en el puente de Perati. Me encontraba en medio de aquella furibunda batalla: era el 21 de noviembre, pisoteábamos los muertos, saltábamos sobre los heridos, el bosque ardía; fuimos arrollados y destrozados por las granadas; los bersaglieri abandonaron sus medios para volverse alpini; desde lo alto ví saltar el puente. Los alpini y la artillería alpina combatiamos con furor para contener al enemigo y salvar lo insalvable".
Puente de Perati
El 1 de diciembre, la Julia fue atacada por el flanco en Mali Micianit; a pesar de su resistencia, los griegos pudieron abrir un paso y dividir a los "alpini" del 41º regimiento de la división Modena(*). Para tapar la brecha se tuvo que ordenar la retirada hacia allí de todos los destacamentos para evitar un posible cerco.
Línea del frente en diciembre
(*) La 37ª división de infantería Modena había llegado desde la zona de Belluno, en el Veneto, transferida al sector de Dervisciani , en donde operó inicialmente junto a la 47ª división de infantería Bari, la cual ocupaba el flanco derecho de la 23ª división Ferrara en el sector Sella Radati-Monte Bourato, al nordeste de Argirocastro.
PD. Para no extender el tema con el posicionamiento de las unidades, os dejo este enlace en el cual vienen los movimientos de la mayoría de las divisiones. Casi todas están en los apartados "Fanteria di linea" y "Fanteria da montagna":
http://www.regioesercito.it/reparti/fan ... nteria.htm
-Para las divisiones de "alpini":
http://www.regioesercito.it/reparti/alp ... antalp.htm
Un saludo.
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