Sobre los altos oficiales de la Wehrmacht

Los Ejércitos del mundo, sus unidades, campañas y batallas. Los aviones, tanques y buques. Churchill, Roosevelt, Hitler, Stalin y sus generales.
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Von Kleist
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Mensaje por Von Kleist »

Buenas Shrike

Lástima que no hayas podido terminar tu exposición, para cerrar "mi" caso.. :wink: , de cualquier modo, un comentario:

Shrike escribió:Lo que para nosotros hoy quizás sea una acusación poco sólida y casi trivial, para el régimen soviético, en su expresión de un tribunal por crímenes de guerra, revestía de una extrema gravedad y era homologable con una acusación de responsabilidad por el asesinato de masas de ciudadanos soviéticos


A ese respecto, si tenemos en cuentas la actuación del NKVD en Ucrania, Bielorrusia, y las Repúblicas Bálticas (y en general, respecto a las nacionalidades no rusas de la URSS) en los años inmediatamente anteriores a la invasión alemana, quizás uno se explique que a los dirigentes rusos no les hacía gracia que "germanizaran" a unos pueblos que previamente Stalin había tratado de "rusificar" forzosamente. Las deportaciones masivas, asesinatos de nacionalistas y detenciones estaban a la orden del dia. En Ucrania, por poner un ejemplo, se estima que solo en la ciudad de Lvow el NKVD asesinó entre el 23-28 de junio de 1941 a más de 4.000 presos políticos ucranianos, para asegurarse de que no fueran lberados al retirarse el Ejército Rojo. Por ello, la acusación de Stalin contra Kleist es doblemente infame: por impresentable y por hipócrita.

En segundo lugar, sigo insistiendo en un punto. Llama mucho la atención de que altos comandantes alemanes, directamente implicados en la comisión de crímenes de guerra en la URSS como Von Manstein o Von Leeb, no fueran tan insistentemente reclamados por la justicia militar sovietica, mientras que Von Kleist, no solo fue extraditado sino que murió en prisión. Un dato que, como mínimo, invita a la reflexión sobre las motivaciones de Stalin y su actitud ante los criminales de guerra alemanes.

Saludos


Shrike
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Mensaje por Shrike »

Von Kleist escribió:En segundo lugar, sigo insistiendo en un punto. Llama mucho la atención de que altos comandantes alemanes, directamente implicados en la comisión de crímenes de guerra en la URSS como Von Manstein o Von Leeb, no fueran tan insistentemente reclamados por la justicia militar sovietica,


Creo que sólo se debería a que, con Ewald von Kleist, el régimen soviético tuvo la oportunidad de poder extraditarlo. Von Manstein y von Leeb fueron juzgados, respectivamente, por un tribunal militar británico y otro estadounidense, permaneciendo así a la espera de ser juzgados en las áreas de ocupación estadounidense y británica. Von Leeb no fué juzgado hasta Octubre de 1948, mientras que el de Manstein no tuvo lugar hasta 1949. Poco antes, había tenido lugar la famosas crisis del bloqueo de Berlín, así que es verosímil concluir que no fueron extraditados a la URSS debido a lo que se conoce como "guerra Fría".

Por otro lado, es dudoso que una petición de extradición contra Manstein prosperase. Entre otras cosas, porque un personaje tan significativo como Winston Churchill donó dinero para una colecta organizada por Basil Henry Liddell Hart en su país para reunir fondos para costear la defensa jurídica de von Manstein. Llegado el caso, estimo verosímil que Churchill hubiese hecho presión donde hiciese falta para evitar su extradición a la URSS.

En cambio, el caso de Kleist fué distinto. En 1946 fué extraditado a Yugoslavia, siendo juzgado allá y luego extraditado la Unión Soviética en 1948. Resulta evidente que entonces las relaciones diplomáticas entre la URSS y Yugoslavia no eran igual de frías que las mantenidas con Gran Bretaña y Estados Unidos...

Un saludo,


Shrike
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Mensaje por Shrike »

Von Kleist escribió: Por ello, la acusación de Stalin contra Kleist es doblemente infame: por impresentable y por hipócrita.


La propaganda política raramente se caracteriza por su sinceridad y hombría de bien :wink:

Creo que es más ajustado a los hechos entender en esa línea el proceso judicial abierto contra él en la URSS en 1948: mera propaganda para consumo interno.

Un saludo,


alejandro_
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Mensaje por alejandro_ »

La obra de Correlli Barnett "Hitler´s generals", contiene un capítulo sobre Ewald Von Kleist, escrita por Samuel W. Mitcham Jr. Si bien es una biografía centrada en sus operaciones militares, contiene información sobre sus políticas humanas en la URSS, que le costarían años de prisión tras la guerra.

Ironicamente, algunos de los éxitos a los que von Kleist debe su promoción lo fueron ignorando las instrucciones de Hitler en lo referido al tratamiento de los pueblos que habían vivido previamente bajo el régimen comunista. En Septiembre de 1942, Kleist afirmó: "Estos vastos espacios me deprimen. Y estas vastas hordas de gentes. ¡Estamos perdidos si no los ponemos de nuestro bando!. Y ganarselos se los ganó, por miles. Con gran previsión, incorporó en su estado mayor a dos antiguos representantes militares en la embajada de Moscú: Liutenant-General Oskar Ritter von Niedermayer y y Major-General Ernst Koestring. Niedermayer, que se había retirado del ejército en 1935, había sido profesor de geopolítica en la universidad de Berlín antes de volver a ser llamado a filas. Previamente había organizado y comandando la división de infantería 162, que incluía hombres de los territorios rusos de Georgia, Armenia, Azerbayán, Kazajstán y Turkestán, asi como voluntarios de Irán, Afganistán y otros territorios del este que se habían unido al ejército alemán para luchar contra los rusos y el comunismo. Como Kleist, Niedermayer era un crítico claro de la políticas nazi de tratar a los pueblos no germanos como subhumanos (Untermeschen).

Niedermayer y Koestring proporcionaron a Kleist con una asesoramiento realmente experto en el tratamiento de los territorios ocupados y sus etnias (no rusas). Como resultado de estas políticas, 825.000 hombres fueron reclutados para luchar contra el régimen de Stalin. Estos hombres incluían karachoevs, kabardinos, osetios, ingusetios, azerbaiyanos, kalmucks, uzbekos y especialmente cosacos. En Septiembre de 1944 Hitler permitió que algunos de estos hombres se incorporasen al ejército de liberación bajo el mando del antiguo general del ejército rojo Vlassov, pero para entonces Alemania había perdido todos los territorios capturados en la URSS y la guerra estaba perdida. Kleist, sin embargo, recibió permiso para utilizar estos reclutas como auxiliares y sobre todo para formar regimientos de caballería cosacos bajo mando alemán. Un cuerpo entero de cosacos fue formado más tarde con estos reclutas.

Fritz Sauckel, plenipotenciario para la importación de mano de obra (o sea, director para la importación de mano esclava en la Alemania nazi), y el Gauletier Erich Koch, el infame comisario del Reich para Ucrania protestaron -junto a otros- por las políticas humanas de Kleist ¡Kleist había llegado tan lejos como asegurarse que el programa laboral de reclutamiento "voluntario" fuese voluntario de verdad! Koch y Sauckel estaban furiosos, pero sus protestas no causaron ningún efecto en el antiguo jinete prusiano. Kleist llegó tan lejos como para llamar a oficiales de la Gestapo, "policía" y SS para decirles categoricamente, que no permitiría excesos en su zona de mando.

Las políticas humanas de Kleist fueron tan exitosas que hasta fueron medio alabadas por Joseph Goebbels, el ministro nazi de propaganda. Si las ideas de Kleist hubiesen sido implementadas en todo el este, es muy probale que hubiesen cambiado el curso de la guerra.


El autor define a Klist como un no-nazi más que un anti-nazi. Sin embargo no era el tipo de oficial que podía participar en una conspiración, sobre todo una vez después de haber jurado fidelidad a Hitler en 1934 (como el resto del ejército). Como mencioné en otros mensajes, Kleist pasó a la reserva junto Fritsch. A pesar de ser un retiro forzoso, Kleist recibió un importante honor: fue autorizado a llevar el uniforme del octavo regimiento de caballería. Esto le llenó tanto que siguió llevando las hombreras del octavo hasta ser ascendido a Mariscal de Campo. También recibi un retrato firmado de Hitler, una pista de que Hitler contaba con él para el futuro.

Kleist y Manstein eran generales en los que Hitler no confiaba a pesar de respetar su capacidad. La lista de aspectos de Kleist que molestaban a Hitler era larga:

- La constante insistencia en la retirada de Crimea.
- Su actitud humana con los "subhumanos".
- El consejo que dio en Noviembre de 1943, cuando recomendó nombrar un comandante en jefe de la Wehrmacht para dirigir las operaciones en el este.
- La mano dura que aplicaba con funcionarios del partido nazi y SS.
- Sus opiniones pro-monarquicas.
- La amenaza de tomar decisiones por su propia cuenta si no se autorizaba una retirada del río Bug.

Ya en Julio de 1943 Hitler afirmó: "No puedo confiar en Kleist y Manstein. Son inteligentes pero no nacional-socialistas". El final de ambos llegaría en Marzo de 1944. El avión privado de Hitler los trajo a Obersalzburg. Esa misma noche les condecoró con la cruz de caballero con hojas de roble y espadas y les relevó de sus mandos. Hitler les dijo que aprobaba lo que habían hecho en el frente este pero que los días de los grandes estrategas habían terminado y lo que necesitaba ahora eran comandantes que pudiesen sacar hasta el último suspiro de sus tropas. Incluso en este momento, Kleist recomendó a Hitler que negociase una paz con Stalin y terminar la guerra mientras Alemania pudiese obtener unos términos favorables. Hitler le aseguró que no hacía falta porque el ejército soviético estaba casi exhausto. Al enterarse de la noticia el general Zeitzler, jefe del estado mayor del OKH, presentó su dimisión, pero ésta fue rechazada. Este tipo de actitud muestra el por qué Hitler fue tan cuidadoso con Kleist y Manstein.

Fuentes y enlaces de interés

- Hitler's Generals, editado por Correlli Barnett. Weidenfeld and Nicolson, 1989.


Shrike
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Mensaje por Shrike »

Ante todo, quiero agradecer una vez más la valiosa colaboración de Alejandro en este hilo, en esta última ocasión sintetizando los datos sobre von Kleist en la colección de biografías editada por C. Barnett :D

Yo también dispongo, desde hace una semana, un ejemplar de esa misma edición, así que será fácil e interesante contrastar datos y puntos de vista. En cambio, ahora ando a la espera de que me llegue desde el otro lado del charco una obrita adicional que puede aportar algo de luz en esta recta final del "Caso Kleist". De ahí que, de momento, no vaya a comentar nada sobre el valor y fiabilidad de la biografía de von Kleist que elaboró Samuel Mitcham en 1989.

Así, hoy me limitaré a exponer el contexto desfavorable que existía en la URSS en 1948 para que prosperasen ante un tribunal, de modo específico, los cargos por las masacres de judíos en Bogdanovka, Mozdok, Nal'chik y Mezhinskoe perpetradas en Agosto y Septiembre de 1942.

Desde 1943, el régimen soviético llevó a cabo una febril labor en documentar los crímenes de guerra cometidos en territorio ocupado por parte tanto de las tropas como autoridades civiles invasores. Exactamente, el 2-XI-1942 se había creado la llamada Comisión Estatal Extraordinaria sobre los Delitos Cometidos por los Ocupantes Fascistas Alemanes y Sus Cómplices (SALOMONI, 2010: 176). Para el final de la guerra se había examinado más de 54.000 asuntos - entre ellas, el ya citado informe en el artículo de K. Feferman-, en los que se recopilaba en cada informe documentación y testimonios de todo tipo que pudiese ser empleada como prueba acusatoria en un futuro juicio (ver SALOMONI, 2010: 178).

Se abrieron expedientes individuales de miles de alemanes, desde oficiales de alto rango hasta soldados rasos y funcionarios civiles (SALOMONI, 2010: 177). Muy posiblemente, fuese uno de estos expedientes el que se remitió a las autoridades aliadas y al propio Ewald von Kleist en 1946 y que, recalco, él menciona explícitamente en su conversación con L. Goldensohn en Nuremberg - ya posteada y traducida en las primeras páginas de este hilo.

El primer juicio contra alemanes tuvo lugar en Jarkov en Diciembre de 1943, aunque ya algunos meses antes - Julio de 1943- había tenido lugar un juicio similar contra ciudadanos soviéticos que habían colaborado con los alemanes en la matanza de 7.000 judíos en Krasnodar en Julio de 1942. Por cierto, también se contó entre los acusados - ausentes- en el juicio de Krasnodar el entonces comandante del XVII Ejército (ver SALOMONI, 2010: 185-187).

Pero, en 1948, tuvo lugar un importante cambio en el contexto general de la política interna soviética. Recordemos que, en mayo de ese año, tuvo lugar la proclamación del Estado de Israel. Y ya desde 1946 el régimen soviético - por boca de Zhdanov- había denunciado públicamente toda forma de nacionalismo, incluyéndose también el sionismo. El ambiente de hostilidad contra el Comité Antifascista Judío, cuya andadura oficialmente empezó en verano de 1942, aunque se pueden rastrear ya algunos antecedentes que datarían de otoño de 1941 (ver SALOMONI, 2010: 105-109).

También empezó entonces una campaña propagandística contra el nutrido grupo de escritores soviéticos - como Ehrenburg o Grossman- que habían escrito abundantemente sobre la especificidad del holocausto judío. En un memorándum presentado el 19-XI-1946 ante el Departamento de Política Extranjera del Comité Central del PCUS se decía (citado en SALOMONI, 2010: 283):

El EAK [siglas en ruso del Comité Antifascista Judío] trata de manera equivocada el papel y la posición de la población judía en la vida de la Unión Soviética, limitándose [...] a afrontar cuestiones particulares, pone en evidencia su existencia de forma separada de la de otros pueblos de la URSS. Esto exagera hasta tal punto el papel de la población judía, y en particular de los intelectuales judíos, que sea una impresión errónea sobre la función de guía, por no decir incluso sobre el papel decisivo de los judíos en todos los sectores de la vida soviética. Al mismo tiempo, guarda sistemáticamente slencio sobre la vida y las actividades de los otros numerosos pueblos de la URSS.


Esto contrastaría ostentosamente con el famoso discurso de Gromyko ante la Asamblea Genera de las Naciones Unidas del 14-V-1947, donde éste defendió que la existencia del intento de Solución Final aplicado por el III Reich contra los judíos justificaba la fundación de un Estado judío en Israel; así, la URSS también votó a favor de la famosa Resolución 181 en favor de la partición de Palestina, así como también reconocería diplomáticamente el Estado de Israel el 17-V-1948. Salomoni, en este punto, observa que los dirigentes soviéticos aceptaban la existencia de una identidad nacional judía, pero exclusivamente fuera de las fronteras de la URSS (ver SALOMONI, 2010: 296). En definitiva, el nacionalismo ruso no toleraría la existencia de ninguna otra identidad nacional en la Unión Soviética.

La culminación de este proceso tendría lugar ya en Enero de 1948, cuando el Presidente del EAK fué asesinado. La organización sería disuelta en Noviembre de ese mismo año, siendo detenidos y procesados más de un centenar de sus dirigentes y miembros destacados entre 1948 y 1952.

En fin, ¿para qué me he extendido en esta cuestión colateral, pensará quizás alguno? Y yo respondería que, precisamente, resulta primordial entender que el contexto político e intelectual en la Unión Soviética no permetía que, en un juicio ante un tribunal militar, se presentase de forma destacada como cargo contra Ewald von Kleist una masacre perpetrada, precisamente, contra judíos. Más bien, interesaba entonces resaltar más que era especialmente punible el afán de los invasores fascistas en romper la unidad de los pueblos que conformaban la Unión Soviética.

En fin, sólo me queda hacer una consideración más sobre la biografíade S.W. Mitcham. Espero no tardar mucho en postearla :D

Un saludo,


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Von Kleist
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Mensaje por Von Kleist »

Buenas Shrike

El tema de la política oficial de Stalin frente a la población de origen judio en la URSS es desde luego interesante y viene a ofrecer, una vez más, una clara prueba de la hipocresia moral y la brutalidad del comunismo stalinista. Algún comentario al respecto:

Pero, en 1948, tuvo lugar un importante cambio en el contexto general de la política interna soviética. Recordemos que, en mayo de ese año, tuvo lugar la proclamación del Estado de Israel.


En realidad, en 1948 más que un cambio, se produce una vuelta a los orígenes. Stalin siempre había considerado a los judios un grupo etnico de raiz burguesa, sin conciencia social e incapaz de asimilar el comunismo, y de hecho, venía aplicando desde la década de los 20 una política oficial de exclusión de los ciudadanos sovieticos de origen judío. Tanto es asi que, mucho antes que Hitler subiera al poder, en 1928 Stalin creó en el extremo oriental más recóndito de la URSS una "República Autónoma Hebrea", en realidad, un macro ghetto destinado a agrupar a los judios residentes en la Unión Sovietica, en Birobidzhán, junto a la frontera china, una región inhóspita con clima extremo y bastante alejada de las zonas más desarrolladas de la URSS. Lo cual, paradojícamente, presenta evidentes similitudes con el famoso "Proyecto Madagascar" nazi.

había denunciado públicamente toda forma de nacionalismo, incluyéndose también el sionismo. El ambiente de hostilidad contra el Comité Antifascista Judío, cuya andadura oficialmente empezó en verano de 1942


El CAJ, como tantas cosas bajo el régimen de Stalin, fue tolerado mientras fue políticamente útil, es decir, durante la guerra. Una vez derrotada Alemania, Stalin ya no necesitaba ni al CAJ ni a los judíos, de modo que volvió a su política anterior -nada disimulada- de antisemitismo y aislamiento del colectivo judío en la URSS.

resulta primordial entender que el contexto político e intelectual en la Unión Soviética no permetía que, en un juicio ante un tribunal militar, se presentase de forma destacada como cargo contra Ewald von Kleist una masacre perpetrada, precisamente, contra judíos. Más bien, interesaba entonces resaltar más que era especialmente punible el afán de los invasores fascistas en romper la unidad de los pueblos que conformaban la Unión Soviética.


Yo creo que hay que entender que la justicia bajo el régimen de Stalin se basaba en el principio de "juicios farsa", como los famosos procesos de Moscú. Cuando no se disponía de cargos contra un acusado, estos directamente se fabricaban. Y creo que en el caso de Kleist es palmario que los cargos presentados contra el eran directamente falsos, y que en todo caso, si era culpable de "haber tratado amistosamente" a la población local, que alguién explique que ley internacional, ya sea positiva o consuetudinaria, violó.

Saludos


Shrike
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Mensaje por Shrike »

Von Kleist escribió:
Yo creo que hay que entender que la justicia bajo el régimen de Stalin se basaba en el principio de "juicios farsa", como los famosos procesos de Moscú.


Correcto. Los juicios de carácter político tenían más valor propagandístico que otra cosa.

Cuando no se disponía de cargos contra un acusado, estos directamente se fabricaban.


En el caso concreto de Ewald von Kleist debemos tener en cuenta diversas consideraciones. Éste mismo admitía en 1946 que entre los cargos contra él estaban las masacres perpetradas en la retaguardia del Primer Ejército Panzer en el Caucaso en verano de 1942, fundamentándose en la evidencia recogida por las autoridades soviéticas en Junio de 1943, tal y como figura en el expediente correspondiente a dichas masacres.

Y creo que en el caso de Kleist es palmario que los cargos presentados contra el eran directamente falsos


Entonces, ¿dispones de evidencia concreta que contrarreste la evidencia, recogida en el expediente correspondiente - y citado en el artículo de K. Feferman-, que sustentaría la veracidad de la comisión de masacres de judíos en la retaguardia del Primer Ejército Panzer en Agosto y Septiembre de 1942? [La negrita es una adición posterior, 12:56 del 30-XII-2010.]

Por otra parte, creo que debemos diferenciar entre los cargos que Ewald von Kleist menciona en 1946 - que incluye los informes elaborados a partir de las pesquisas llevadas a cabo en Junio de 1943- con el veredicto de 1948, al menos según nos cuenta el ensayo biográfico de S. Mitcham de 1989 - ese el único cargo concreto mencionado por Mitcham, al menos. Son dos elementos que, en rigor, deben situarse cada uno en su contexto concreto: el primero, en 1945/1946, justo antes de que se iniciase la campaña contra el CAJ/EAK en la URSS; el segundo, en 1948, ya en la culminación de la campaña iniciada por boca de Zhdanov y que derivó en la persecución contra los miembros del Comité Antifascista Judío y la censura de la literatura soviética sobre el holocausto judío publicada hasta esa fecha, 1948.

Por otra parte, ya he detallado de modo verosímil porque el contexto de la política interna soviética de 1948 no dejaría lugar a una sentencia que incluyese, de modo destacado y específico, las masacres de judíos de Agosto y Septiembre de 1942. Si se censuró la literatura que divulgaba los crímenes del III Reich contra los judíos, resulta evidente que eso tampoco se detallaría de modo específico en la sentencia de un tribunal militar soviético de 1948.

Pero el modo definitivo de solventar las dudas sería consultar el texto de la sentencia completa de 1948, más que basarlo todo en una referencia de tercera mano publicada 40 años más tarde, pero desgraciadamente eso escapa a mis actuales posibilidades. Agradeceré si tú - o cualquier otro- puede aportar esa fuente primaria aquí :D

y que en todo caso, si era culpable de "haber tratado amistosamente" a la población local, que alguién explique que ley internacional, ya sea positiva o consuetudinaria, violó.


Irrelevante para nosotros en la actualidad pero sí un crimen a ojos del régimen estalinista, que en 1948 tendría especial interés en resaltar este cargo por encima de otros.

Un saludo,


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Von Kleist
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Mensaje por Von Kleist »

Buenas Shrike

Entonces, ¿dispones de evidencia concreta que contrarreste la evidencia, recogida en el expediente correspondiente - y citado en el artículo de K. Feferman-, que sustentaría la veracidad de la comisión de masacres de judíos en la retaguardia del Primer Ejército Panzer en Agosto y Septiembre de 1942?


No dispongo de una evidencia concreta, en los términos que planteas. Pero creo haber ofrecido argumentos suficientes para probar la debilidad de tales acusaciones. Recapitulando:

:arrow: La responsabilidad y el control de las acciones represivas del SD en la retaguardia nunca recaia sobre los mandos militares, que solo tenían un control meramente formal o administrativo de los Eintzasgruppen;

:arrow: En esas fechas que mencionas, Kleist aun no era comandante del Grupo de Ejércitos A; ante cuyo CG estaban adscritos los miembros del SD.

:arrow: Abundantes testimonios que acreditan que Kleist se opuso al maltrato de la población civil y buscó siempre la colaboración de esta..

:arrow: Mencionabas una unidad del Heer implicada en las matanzas, pero como tú mismo admitiste, no hay datos disponibles acerca de qué unidad concreta fue, de quien recibió las órdenes, en que circunstancias actuó...etc.

Convendrás conmigo que en un juicio imparcial, con tales argumentos a favor y en contra, Kleist tendría muchas posibilidades de salir absuelto... al menos bajo mi punto de vista.

Por otra parte, ya he detallado de modo verosímil porque el contexto de la política interna soviética de 1948 no dejaría lugar a una sentencia que incluyese, de modo destacado y específico, las masacres de judíos de Agosto y Septiembre de 1942. Si se censuró la literatura que divulgaba los crímenes del III Reich contra los judíos, resulta evidente que eso tampoco se detallaría de modo específico en la sentencia de un tribunal militar soviético de 1948


Evidentemente, porque el oportunismo político de Stalin ya había sacado todo el jugo propagandístico que podia sacarse del CAJ, y tampoco era cuestión de recordar el experimento de Birobidzhán y medidas similares contra los judíos que venian aplicandose ya desde los años 20. Pero independientemente de eso, creo que -al menos por los datos que se han posteado hasta la fecha- no hay ni una sola prueba que implique a Kleist en la comisión de tales matanzas.

Saludos


Shrike
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Mensaje por Shrike »

Von Kleist escribió:No dispongo de una evidencia concreta, en los términos que planteas. Pero creo haber ofrecido argumentos suficientes para probar la debilidad de tales acusaciones. Recapitulando:

:arrow: La responsabilidad y el control de las acciones represivas del SD en la retaguardia nunca recaia sobre los mandos militares, que solo tenían un control meramente formal o administrativo de los Eintzasgruppen;

:arrow: En esas fechas que mencionas, Kleist aun no era comandante del Grupo de Ejércitos A; ante cuyo CG estaban adscritos los miembros del SD.


Pero las cuatro masacres detalladas tuvieron lugar en el área de retaguardia del Primer Ejército Panzer, estando él entonces aún al mando del mismo. Como se ha dicho, la máxima autoridad ahí era él y su Cuartel General.

En cambio, él explicó en 1946 todo el asunto a L. Goldensohn que no refleja este importante hecho. Al contrario, se dedica a "echar pelotas fuera".

:arrow: Abundantes testimonios que acreditan que Kleist se opuso al maltrato de la población civil y buscó siempre la colaboración de esta..


Pero para el caso concreto que nos ocupa, sólo disponemos de su poco creíble versión autojustificativa.

:arrow: Mencionabas una unidad del Heer implicada en las matanzas, pero como tú mismo admitiste, no hay datos disponibles acerca de qué unidad concreta fue, de quien recibió las órdenes, en que circunstancias actuó...etc.


Lo cuál no quita que la masacre tuviese lugar en el área de retaguardia del Primer Ejército Panzer. Por otra parte, era habitual en la URSS que unidades de primera línea de la Wehrmacht, al margen de las "Divisiones de Seguridad", operasen también en las áreas de retaguardia, ya fuese para operaciones de seguridad o de represalia.

Convendrás conmigo que en un juicio imparcial, con tales argumentos a favor y en contra, Kleist tendría muchas posibilidades de salir absuelto... al menos bajo mi punto de vista.


Es probable como ya he dicho en algún post anterior, pero me faltaría una explicación plausible de porque él deforma la narración de los hechos, más allá de diferir en detalles poco relevantes razonablemente achacables a una honesta pero inexacta versión debido al paso de los años. En este caso, resulta poco creíble que, precisamente, falte a la verdad de modo flagrante al decir que las masacres tuviesen lugar fuera de su jurisdicción, cosa que no es cierta; su versión con ese error redunda demasiado en favor del interés de von Kleist para pensar que fuese fortuito y no deliberado.

Por otro lado, resulta llamativo que fuese en Octubre de 1942 cuando Hitler le regaló la hacienda de cien hectáreas en la Silesia.

A ver si me llega el librito de marras sobre von Kleist, y puedo poner fin a este "Caso Kleist" :wink:

Un saludo,


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Mensaje por alejandro_ »

Buscando información sobre las responsabilidades en Stalingrado me encontré de casualida con esta información, posteada por José Luis en FSG. La traducción es también suya:

Para ilustrar al lector cómo era la manera de funcionar de Hitler, Boeselager* cuenta un ejemplo con el Generalfeldmarschall von Kluge:

[Aunque una vez hubo más que flores (se refiere Boeselager a otro ejemplo anterior). Era el 60º aniversario de Kluge, y Hitler lo llamó para felicitarlo. De alguna forma se había enterado de que Kluge quería construir un nuevo establo en la finca rural de su mujer. Al final de la conversación dijo Hitler, “Herr Feldmarschall, entiendo que desea construir un nuevo establo. Me place informarle que por sus servicios al pueblo alemán voy a disponer de material de construcción para usted en un valor de 250.000 marcos del Reich. Recibirá un cheque por la cantidad apropiada muy pronto”.

Cuando colgaron, Kluge me llamó a su despacho. Lo vi tan incómodo que tuve que escucharle. Dijo, “Boeselager, oyó usted lo que me dio el Führer por mi cumpleaños. ¿Qué tiene que decir?”. Respondí rápidamente, “Herr Feldmarschall, no soy capaz de recordar que los reyes de Prusia hayan hecho jamás semejantes concesiones a sus generales durante una guerra. Hasta donde mi conocimiento alcanza, semejantes cosas sólo sucedían después de la victoria final. Yo daría el cheque a la Cruz Roja”. Kluge respondió, “Tendré que pensar sobre esto un poco más”, y me dijo que yo estaba despedido.

Nunca oí nada más de Kluge sobre el regalo de Hitler. Temía que lo aceptara. No lo podía comprender. Sabía que en Prusia un mariscal de campo victorioso era siempre recompensado por su soberano. Pero no durante la guerra, ¡y no porque tuviera 60 años de edad! ¡Eso era simple soborno!]


* Philipp von Boeselager, oficial que participó en el atentado del 20 de Julio.

Johannes Steinhoff et al, Voices from the Third Reich: An Oral History, (First Da Capo Press edition 1994), pp. 360-61

Saludos.


Shrike
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Mensaje por Shrike »

Saludos,

Tras un periodo de maduración, he decidido publicar el post que anuncié a finales de 2010. Este periodo prudencial en parte se debe a circunstancias de la vida - trabajo, familia, otros intereses...- pero también a un hecho de carácter personal pero que está relacionado con el tema del hilo.

Desde el primer día que abrí este hilo tuve como tesis de fondo del mismo que, analizada la evidencia, se puede concluir que el grueso de la alta oficialidad, al contrario de sus versiones publicadas posteriormente a 1945, tuvo un comportamiento y actitud hacia el régimen nazi y su política criminal la guerra merecedores de ser calificados como dudosos y equívocos en el mejor de los casos, o cómplices y autores de decisiones claramente criminales. Este juicio se fundamenta en que todos podrían haber seguido al ejemplo dado por el coronel general Ludwig Beck, en una fecha tan temprana como el verano de 1938, de presentar su dimisión antes que someterse y obedecer a la voluntad de Hitler y su política criminal; por otra parte, aducir que el miedo físico propio o por sus familias les motivaba está totalmente fuera de lugar: el mismo caso de Beck nos muestra que ser consecuente - presentar su dimisión como Jefe del EMG- al rechazo a la política nazi no suponía padecer represalias, ya que Beck sólo fué perseguido - estando ya muerto- tras haber participado en el complot antihitleriano del famoso "20 de Julio" en 1944.

Sin lugar a dudas, y mostrándome algo escéptico ante determinadas declaraciones de honorabilidad, resulta interesante tener en cuenta todo el asunto de los "sobornos" - otros prefieren hablar de "donativos"- para comprender que determinadas actitudes entre la alta oficialidad alemana bajo el régimen nazi quizás temía más por su bienestar y comodidad - como poseer buenas casas, palacetes, vivir sin desahogos económicos...- antes que por valores más elevados. Como ya mostré en su momento, ello ya era percibido así por ciertos oficiales subordinados que veían con muy malos ojos estas prácticas; en este sentido, el testimonio traído por Alejandro resulta muy oportuno :wink: Quizás, según algunos, ello no tenía poco o nada de inmoral; cada uno tiene su escala de valores, y en la mía considero que quién cobraba de bajo mano - y siendo ello mal visto entre sus contemporáneos- mientras ejercía "XX función" y luego se lo calla y trata de justificarlo con argumentos como el "honor" y el "patriotismo" callando, a su vez, sobre los beneficios que percibía sólo merece mi desprecio.

Y bien, resultó que a principios de este Enero estuve explicando todo este asunto a un amigo mío, de mi misma edad - 27 años- además de ser persona por lo demás culta e instruída que, justo ahora, acaba de terminar de escribir su tesis doctoral. Pues bien, su reacción me sorprendió totalmente, especialmente por su violento y visceral rechazo a mi relato. En síntesis, se limitó a aducir que:

:arrow: "El Ejército alemán ha sido el mejor de toda la Historia."

:arrow: "Los soldados de la Wehrmacht combatieron y actuaron de modo honorable durante toda la guerra."

:arrow: Y al responderle que ello no era objetivamente cierto, añadió la coletilla: "Los soldados aliados también cometieron crímenes. Y los crímenes, en todo caso, eran cosa de las Waffen SS."

Y ahí se cerró en banda, negándose a atender a razón, dato o argumento alguno. Al final la cosa degeneró un poco más y tomó un tono bastante amargo y tenso, especialmente cuando le cuestioné la validez de las - algo escasas me admitió- lecturas sobre historia de la Segunda Guerra Mundial - más de un forista del FMG se hubiese enervado al escuchar la de tópicos que me soltó, del tipo de "los Panzers eran los mejores en la guerra" o "el Königstiger fué el mejor tanque" :wink:

¿A dónde quiero ir a parar con todo esto? Bien, a raíz de dicha discusión me desmotivé un poco para continuar el hilo, ya que empecé a dudar de si el "público lector" sería receptivo a mis argumentos, ya por mi falta de capacidad para expresarlos de modo adecuado y convincente, ya por los prejuicios que muy posiblemente tengan el grueso de componentes de dicho "público lector". Pero bien, creo que al menos valdrá la pena imponerme al desaliento y, por lo menos, finalizar el post que prometí sobre Samuel W. Mitcham :D

Hasta ahora,
Última edición por Shrike el 05 Abr 2011, 20:24, editado 1 vez en total.


Shrike
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Mensaje por Shrike »

Bien, aquí pasaré a analizar algunos pasajes de interés sobre el ensayo biográfico sobre Ewald von Kleist por Samuel W. Mitcham incluído en la obraeditada por C. Barnett (ver referencia al final del post) y que Alejandro tuvo la amabiblidad de sintetizarnos.

Primero hay que decir que la obra editada por Barnett está lejos de tener un criterio unificado en el enfoque de las biografías que recoge. Cada autor va bastante a su aire, desde algunas con un encendido tono hagiográfico , como la del mariscal británico Lord Michael Carver sobre Manstein, quién es etiquetado como "apolítico", mientras el autor sólo cita algún pasaje de sus Memorias e inexactitudes - admito que la referencia al supuesto "strategist Delbrück" me confundió (en CARVER, 1989: 235); por otro, tenemos ensayos de gran valor como el de Barry Leach sobre Franz Halder o el de E. Ziemke sobre von Runstedt - las conclusiones de éste último son especialmente demoledoras.

En el caso de Mitcham, su tono tiende a ser notoriamente favorable a la figura del mariscal de campo von Kleist (especialmente en su conclusión, v. MITCHAM; 1989: 260). Respecto a su política hacia las minorías nacionales en territorio soviético ocupado, me resultó interesante su relato - ya citado y traducido por Alejandro- sobre la política que sostuvo en el Cáucaso (v. MITCHAM, 1989: 257). En ese sentido, coincide con la política descrita por K. Feferman en el artículo que cité respecto a las masacres de judíos cometidas en Agosto-Septiembre de 1942 en el área de retaguardia bajo la jurisdicción del Cuartel General del Primer Ejército Panzer, bajo el mando del aún coronel general von Kleist. Según Feferman, los llamados "judíos de las montañas" se salvaron de ser exterminados sistemáticamente en las primeras semanas gracias a la intercesión de determinados personajes notables entre los habitantes de la región (FEFERMAN, 2007: 106); en cambio, los judíos asquenazíes que habitan Mozdok y Nal'chik no contaron con esos padrinos, siendo perseguidos y exterminados en su totalidad durante las primeras semanas de ocupación. Aquí cabe cuestionarse seriamente un aspecto que ya traté anteriormente, aunque sólo tangencialmente.

Von Kleist afirmó, en su entrevista a L. Goldensohn en 1946, haber hecho gestiones entonces para salvar "judíos" en el Cáucaso en otoño de 1942. Ahora, a la luz de los datos, quizás sea cierto que sí salvó de ser asesinados algunos "judíos" - los conocidos como "judíos de las montañas"- pero, en cambio, no se sabe si movió siquiera un dedo en favor de los cientos de "judíos asquenazíes" que habitaban Mozdok y Nal'chik. Una vez más, quedaría claro que Ewald von Kleist distó de dar una versión completa y sincera de los acontecimientos en su entrevista de 1946, y que resulta fundada la sospecha que la distorsión de los hechos no es casual y fruto del paso del tiempo, si no deliberada y con intención de mostrar la mejor versión de los hechos.

Pero retornemos al ensayo de Mitcham. Entre sus fuentes, cita a una obrita de un tal Clyde R. Davis (DAVIS, 1979). Movido por la curiosidad, durante las pasadas Navidades moví cielo y tierra para adquirirla, siendo mis esfuerzos finalmente coronados por el éxito y a mediados de este último Enero pude leerla. A la vida de von Kleist le dedica diez páginas - a doble columna, eso sí-, estando dedicado al resto a presentar una selección de un centenar - entre un total de más de 500- de fotografías pertenecientes a la colección privada del mariscal que, al ser capturado éste en Abril de 1945, el oficial que lo capturó se quedó como recuerdo/"trofeo de guerra" dichasas fotografías y el uniforme de gala del mismo Ewald von Kleist.

Mitcham cita a Davis cuando refiere a los cargos a los que habría sido acusado en su juicio ante un tribunal militar soviético en 1948 (en MITCHAM, 1989: 260), el de haber tratado de alienar la amistad entre los pueblos de la Unión Soviética. Y Davies, a su vez, cita una fuente en alemán; y no sólo eso, si no que detalla cuál es el origen exacto de este dato (cf. DAVIS, 1979: 17 y nota 66 en IBÍD.: 109). Resulta que ante ese mismo tribunal también fué juzgado el contralmirante Hasso von Bredow, quién informó de ese detalle del juicio a Walther K. Nehring en la biografía que éste publicó sobre el mismo mariscal von Kleist en 1974; curiosamente, éste había sido antiguo jefe de estado mayor a las órdenes de Heinz Guderian, siendo posteriormente uno de las fuentes de información para Kenneth Macksey en su conocida - y muy favorable- biografía sobre H. Guderian (ver MACKSEY, 2003: XI-XII; se corresponde al prólogo de la reciente edición española por Inédita).

¿Conclusión de todo esto? Pues que la cita de tercera mano de Mitcham habría que tomarla con muchísimas pinzas, ya que viene filtrada de dos fuentes a priori potencialmente favorables a la figura de von Kleist: von Bredow y Nehring.

A modo de conclusión, también hay que decir que la figura de Mitcham como historiador creo que está lejos de ser un autor ecuánime sobre sus fuentes. Samuel Mitcham es un historiador militar de la Henderson State University en Arkadelphia, Ark. En 1991 escribió el prólogo, bajo encargo del autor, de Forgotten Legions: Obscure Combat Formations of the Waffen-SS. Según R. Smelser y E.J. Davies, Mitcham se muestra especialmente entusiasta al hablar de estas minorías nacionales encuadradas en las filas de las Waffen SS, resaltando sólo los aspectos más heroicos de estos soldados enrolados en las SS (SMELSER y DAVIES, 2008: 185). En esta perspectiva, no me parece que el autor se vaya a mostrar especialmente escéptico ni crítico ante fuentes que versen sobre la figura de Ewald von Kleist o de la Wehrmacht en general.

:arrow: CARVER, Lord Michael (1989). "Manstein" en BARNETT, Corelli (ed.). Hitler's Generals, pp. 221-246. Weidenfeld and Nicolson, Londres (1989). 26 páginas.

:arrow: DAVIS, Clyde R. (1979). Von Kleist. From Hussar to Panzer Marshal, Lancer Militaria, Houston, Tx. 110 páginas.

:arrow: MACKSEY, Kenneth (2003). Guderian: Panzer General, Greenhill Books, Londres. XII y 228 páginas. [3ª edición, 1ª edición de 1975.]

:arrow: MITCHAM, Samuel W., Jr. (1989). "Kleist" en BARNETT, Corelli (ed.). Hitler's Generals, pp. 249-263. Weidenfeld and Nicolson, Londres (1989). 15 páginas.

Un saludo,


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tercioidiaquez
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Mensaje por tercioidiaquez »

A dónde quiero ir a parar con todo esto? Bien, a raíz de dicha discusión me desmotivé un poco para continuar el hilo, ya que empecé a dudar de si el "público lector" sería receptivo a mis argumentos, ya por mi falta de capacidad para expresarlos de modo adecuado y convincente, ya por los prejuicios que muy posiblemente tengan el grueso de componentes de dicho "público lector". Pero bien, creo que al menos valdrá la pena imponerme al desaliento y, por lo menos, finalizar el post que prometí sobre Samuel W. Mitcham


Independientemente de lo que gente de fuera o de dentro del fmg piensen, yo creo que este tema tiene (o tendrá) seguidores entre lo que me cuento, aunque me temo que tan solo para leer y poco poder aportar.


“…Las piezas de campaña se perdieron; bandera de español ninguna…” Duque de Alba tras la batalla de Heiligerlee.
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Mensaje por Carlogratto »

tercioidiaquez escribió:
A dónde quiero ir a parar con todo esto? Bien, a raíz de dicha discusión me desmotivé un poco para continuar el hilo, ya que empecé a dudar de si el "público lector" sería receptivo a mis argumentos, ya por mi falta de capacidad para expresarlos de modo adecuado y convincente, ya por los prejuicios que muy posiblemente tengan el grueso de componentes de dicho "público lector". Pero bien, creo que al menos valdrá la pena imponerme al desaliento y, por lo menos, finalizar el post que prometí sobre Samuel W. Mitcham


Independientemente de lo que gente de fuera o de dentro del fmg piensen, yo creo que este tema tiene (o tendrá) seguidores entre lo que me cuento, aunque me temo que tan solo para leer y poco poder aportar.


Ya somos dos

Saludos!


alejandro_
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Mensaje por alejandro_ »

Hola Shrike

He leido tu mensaje con mucha atención, un pequeño apunte:

Resulta que ante ese mismo tribunal también fué juzgado el contralmirante Hasso von Bredow, quién informó de ese detalle del juicio a Walther K. Nehring en la biografía que éste publicó sobre el mismo mariscal von Kleist en 1974


La última parte de la frase no la entiendo, ¿von Bredow informó a Nehring y éste a su vez a Davies? cuando lo le por primera vez pensé que Nehring había escrito una biografía sobre Kleist.

¿Conclusión de todo esto? Pues que la cita de tercera mano de Mitcham habría que tomarla con muchísimas pinzas, ya que viene filtrada de dos fuentes a priori potencialmente favorables a la figura de von Kleist: von Bredow y Nehring.


Sí, esto es evidente. Si tomamos una fuente soviética del juicio, la historia es muy diferente. Buscando por internet sobre el tema, encontré un libro publicado en 1979 y titulado "La inevitabilidad de la retribución: material sobre juicios a traidores a la Madre Patria, torturadores fascistas y agentes imperialistas de inteligencia". Un capítulo -escrito por el coronel S. Miretsky está titulado "Criminales en uniformes de mariscal de campo", y da detalles sobre el juicio a Von Kleist y Schorner. Evidentemente, no es una fuente neutral, pero hay algunos detalles interesantes:

- Von Kleist se escudó en que las tropas que cometieron los crímenes no estaban bajo su mando y eran de la Gestapo/SD. Sin embargo en la República Autonoma de Kabardino-Balkar fueron ejecutadas más de 2.000 personas, y se destruyeron 222 grandes fábricas, una planta hidroeléctrica en Baksan, hospitales, institutos, zonas residenciales... se causó un daño muy grave a la agricultura de este país. Todo ésto está recogido en las actas del comité republicano para emergencias, y contienen evidencias de testigos, fotográficas, y documentos de organizaciones públicas y estatales.

- A partir de 1942, cuando los alemanes retroceden en Rusia, autorizó la destrucción de todos los stocks de comida, animales, equipo industrial y ferroviario, asi como cualquier instalación o puente. Las áreas fueron evacuadas de civiles. Esto último tiene su miga porque según la acusación, era secuestro. Von Kleist sugirió evacuar forzosamente a todo civil que pudiese levantar armas o trabajar.

El capítulo se puede leer en http://militera.lib.ru/h/sb_neotvratimo ... ie/15.html y con el traductor de google se entiende bastante bien. El año pasado se ha publicado un artículo que seguro que es muy interesante:

http://www.istrodina.com/rodina_articul ... 3543&n=159

Saludos.


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