Las campañas de Aníbal en Italia

Los conflictos armados en la historia de la Humanidad. Los éjércitos del Mundo, sus jefes, estrategias y armamentos, desde la Antiguedad hasta 1939.
de guiner
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Mensaje por de guiner »

Pues estimado capricornio, he leído por encima algo y el ejército de Marco Junio Pera se establece en Teano en 216 y al año siguiente pasa a manos de Fabio. Livio no menciona ningún ataque (a no ser que me lo haya saltado). :conf:

Un saludo.


capricornio
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Mensaje por capricornio »

Hola de nuevo Valerio:
Como fuentes del artículo de la revista da:

• APIANO (1980): “La guerra de Aníbal”, dentro de la edición Historia Romana. Editorial Gredos. Madrid.
• LIVIO, T. (1990): Historia de Roma desde su fundación. Editorial Gredos. Madrid.
• PLUTARCO (1944): Vidas paralelas: Fabio Máximo; Claudio Marcelo; Marco Catón; Quinctio Flaminino. Joaquín Gil Editor. Buenos Aires.
• POLIBIO (1981): Historia Universal. Editorial Gredos. Madrid.

Pero tampoco he encontrado nada en ellas. Lo más parecido a un atisbo de operaciones militares del ejército de Pera que conozco está en Livio:

(XXIII,14): For the consul was not wanting in any business which was to be done by him; and the dictator, Marcus Junius Pera, after the sacred ceremonies were concluded, and after having, as is usual, proposed to the people that he might be allowed to mount his horse; besides the two legions which had been enlisted by the consuls in the beginning of the year, and besides the cohorts collected out of the Picenian and Gallic territories, descended to that last resort of the state when almost despaired of, and when propriety gives place to utility, and made proclamation, that of such persons as had been guilty of capital crimes or were in prison on judgment for debt, those who would serve as soldiers with him, he would order to be released from their liability to punishment and their debts. These six thousand he armed with the Gallic spoils which were carried in the procession at the triumph of Caius Flaminius. Thus he marched from the city at the head of twenty-five thousand men.

(XXIII,17): After Acerrae was plundered and burnt, Hannibal, having received intelligence that the Roman dictator with the new-raised legions was seen at some distance from Casilinum, and fearing lest, the camp of the enemy being so near, something might occur at Capua, marched his army to Casilinum.

(XXIII,19): However, when the rigour of winter began to abate, marching his troops out of their winter quarters he returned to Casilinum; where, although there had been an intermission of the assault, the continuance of the siege had reduced the inhabitants and the garrison to the extremity of want. Titus Sempronius commanded the Roman camp, the dictator having gone to Rome to renew the auspices. The swollen state of the Vulturnus and the entreaties of the people of Nola and Acerrae, who feared the Campanians if the Roman troops should leave them, kept Marcellus in his place; although desirous himself also to bring assistance to the besieged. Gracchus, only maintaining his post near Casilinum, because he had been enjoined by the dictator not to take any active steps during his absence, did not stir; although intelligence was brought from Casilinum which might easily overcome every degree of patience.
.......................................Gracchus, grieved at the intelligence, but not daring to fight contrary to the injunctions of the dictator, and yet aware that he must fight if he openly attempted to convey in provisions, and having no hope of introducing them clandestinely, collected corn from all parts of the surrounding country, and filling several casks sent a message to the magistrate to Casilinum, directing that they might catch the casks which the river would bring down.

(XXIII,22,3): Manius Pomponius, the praetor, as the dictator was now gone to the army after the loss of Casilinum, at the earnest request of all, brought in a bill upon the subject.

(XXIII,24): The dictator, speaking briefly and modestly of himself, attributed much of the glory of the campaign to the master of the horse, Tiberius Sempronius Gracchus............................... After the election of the magistrates, the dictator returned to his army, which was in winter quarters at Teanum, leaving his master of the horse at Rome, to take the sense of the fathers relative to the armies to be enlisted and embodied for the service of the year, as he was about to enter upon the magistracy after a few days.


Lo más parecido a combates que se puede leer es el intento de socorro lanzando suministros al río por parte de Graco en ausencia de Pera. Y tal vez la misteriosa mencion a "la gloria de la campaña". ¿Qué gloria si han perdido Casilino y precisamente su ejército era quien podía haberla auxiliado?

No sé, me da la impresión que tal vez el autor del texto se confunda con otro ataque a un campamento (¿el de Galba cuando persigue a Aníbal en 211 tras acercarse a Roma?). Aunque este es mencionado por el autor en su artículo (aunque atribuido erróneamente al otro cónsul, Cneo Fulvio Centúmalo, y no a Galba). Me tiene desconcertado. Seguiremos investigando.

Un saludo

PD: ¿Qué te parece la obra de Gaetano De Sanctis, "Storia dei romani"?


de guiner
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Mensaje por de guiner »

capricornio escribió: ¿Qué te parece la obra de Gaetano De Sanctis, "Storia dei romani"?


Espera que la lea, que ya me la he descargado. :cool:

No, en serio. No me gusta leer historias generales de Roma. La mayoría de libros del tema que tengo son de autores greco-latinos o monográficos arqueológicos sobre algún tema específico. Prefiero leer la fuentes que tragarme repeticiones del mismo tema que te lo abordan desde diferentes puntos de vista historiográficos; o esos otros, que el autor expone una teoría nueva (para que se lo publiquen) y te endosa un tomo carísimo para exponerla en una página.

Para mí son más interesante los hallazgos arqueológicos que suelen dar la razón a hechos que se creían poco probables. Véase, por ejemplo, los hallazgos hechos en el Palatino en los 80 y la tienes que liar parda con la "Soprintendenza speciale per i beni archeologici di Roma" para poder verlos; o te abren o tienes que agarrar una pata cabra para romper el candado. Cosa que no sería la primera vez. :mrgreen:


Un saludo.


capricornio
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Mensaje por capricornio »

o tienes que agarrar una pata cabra para romper el candado. Cosa que no sería la primera vez. :mrgreen:


:D Como me gusta ver que el mundo de la Historia domina el empleo de esa herramienta tan utilizada en otros muchos campos....

La obra está en italiano y es de principios de siglo XX. El tomo donde habla de la 2ª guerra púnica es el Volumen III parte II. Lo que he ojeado me ha parecido interesante (aunque mi italiano deja mucho que desear). Lo busqué porque era bastante mencionado por otros autores, en especial sajones, particularmente para seguir la evolución de las legiones romanas durante la guerra. Seguro que con tu dominio del tema y del idioma le puedes sacar más provecho.

Un saludo


capricornio
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Mensaje por capricornio »

Continuando con las campañas de Aníbal en Italia, voy a hacer un inciso en un momento decisivo para el resto de la guerra. Se trata de la expedición de Asdrúbal desde Hispania a Italia, emulando a su hermano Aníbal.

Los antecedentes de esta expedición arrancan en 216 cuando Asdrúbal, estando en Hispania y tras sofocar la rebelión turdetana, recibe instrucciones de Cartago de pasar con un ejército a Italia (Livio XXIII, 27). Para hacerlo solicita la llegada a España de otro ejército púnico que le releve y evite la desafección de las tribus hispanas. Este ejército llega en 215 bajo mando de Himilcón (Livio XXIII, 28). Una vez asegurado el relevo, en la primavera de 215 Asdrúbal inicia la marcha hacia el norte donde junto al Ebro, el ejército romano de los hermanos Cneo y Publio Cornelio Escipión asedia una localidad ilergavona, Ibera. Asdrúbal a su vez ataca posiciones de los aliados romanos, lo que motiva que estos levanten el cerco de Ibera y se dirijan a enfrentarle en Dertosa (Livio XXIII, 29). La batalla se salda con la derrota de Asdrúbal, que ve de este modo frustrados sus planes.

No vuelve a haber noticias de un intento de expedición a Italia hasta el 208 a.C, tras ser derrotado Asdrúbal en Baecula por el hijo y sobrino de los fallecidos generales romanos Publio y Cneo Escipión (Livio XXVII,20). Esta vez el relato habla de una iniciativa propia de Asdrúbal, no de una orden de Cartago.

La ruta seguida por él para salir de la península parece fue por los Pirineos Occidentales. Contaba con abundante disposición de oro y plata para poder rehacer su maltrecho ejército, muy dañado en Baecula. Recluta hispanos y tras cruzar los Pirineos, parece que continua el reclutamiento de soldados entre los galos, quedando detenido antes de cruzar los Alpes por la llegada del invierno y el cierre de los pasos de montaña. Su salida de Hispania fue probablemente avanzado el otoño de 208 a.C.

A Roma llegan las noticias desde Marsella (Livio XXVII,36), del inminente cruce de los Alpes por parte de Asdrúbal en la primavera de 207 a.C. De los nuevos cónsules elegidos ese año, a Cayo Claudio Nerón le es asignado el sur de Italia para proseguir la lucha contra Aníbal, mientras que a Marco Livio, más tarde conocido como "Salinator", le toca el norte para enfrentar a la nueva amenaza en ciernes. Los romanos se proponen a toda costa evitar la unión de ambos ejércitos. La calidad de las tropas disponibles en ese momento en el frente norte es calificada de deficiente por el nuevo cónsul. Del año anterior hay dos ejércitos en la zona. Uno en Etruria y otro en la Galia Cisalpina. Son nombrados nuevos pretores en la zona. Lucio Porcio tomará el control del ejército que cubra la Galia Cisalpina, mientras Cayo Terencio Varrón, el cónsul derrotado en Cannas, actuará de propretor en la Toscana. Como medidas urgentes, se reciben tropas auxiliares desde Hispania y Sicilia, al tiempo que se ordena el reclutamiento de dos legiones de esclavos (al igual que se hiciera tras Cannas). Estas legiones de esclavos (la XIX y XX) son asignadas a Etruria bajo mando de Varrón (Livio XXVIII,10). Cabe suponer que ese ejército de Etruria del año anterior pasó a ser el ejército consular de Marco Livio, aunque dado que por parte del Senado ese año se permitió la libre disposición de tropas por parte de los cónsules (Livio XXVII,38,7), no se puede descartar que Marco Livio se quedase con el más veterano ejército de la Galia, y el de Etruria pasase a la Galia Cisalpina bajo mando del pretor Lucio Porcio. El hecho de tener que reclutar legiones de esclavos indica el grado de agotamiento que tenía en ese momento el censo romano para engrosar los ejércitos tras 11 años de guerra en su propio territorio.

Se reporta el paso de Asdrúbal por la Galia (Livio XXVII,36) y se menciona el reclutamiento de dos nuevas legiones urbanas (Livio XXVII,36,12), pero de las que había el año anterior en Roma no se dice donde van y más tarde se alude a un movimiento de dichas legiones urbanas y su sutitución por una legión venida de Capua y nuevos reclutamientos (Livio XXVII,43,5). Esto me hace pensar que las legiones urbanas del año anterior o bien inicialmente no se movieron de Roma y sólo cuando se constató el paso de Asdrúbal por los Alpes y el reclutamiento de 8.000 ligures para incrementar los efectivos de su ejército (Livio XXVII,39,1), fue cuando se ordenó que saliesen de la ciudad, siendo sustituidas por los efectivos de Capua y nuevas levas, o por el contrario y como era norma habitual, constituyeron el núcleo de un nuevo ejército romano. Ese año sólo hay constancia de la existencia de dos nuevas legiones en Hispania (elevándose el total a 4), por lo que es probable que estas correspondiesen con las dos urbanas del año anterior (de las que una además consta que se movió a Arretium en Etruria durante un tiempo: Livio XVII,24). En Livio XXVII,39,6 se dice que los Arvernos (tribu gala a la que perteneció el siglo y medio más tarde famoso Vercingetorix), también se unen a Asdrúbal en su camino hacia Italia, y que su llegada es antes del verano. Pero el rápido tránsito se ve detenido por su intento de sitio de Placentia, que termina en fracaso, y que le hace perder tiempo (Livio XXVII,39,10) que es aprovechado por los romanos para terminar de alistar sus ejércitos.

En el sur de Italia la campaña se inicia con gran agresividad por parte de los romanos, al más puro estilo del difunto Marcelo (no en vano Nerón era su lugarteniente el año 209), infringiendo tres golpes a Aníbal consecutivos (en el límite entre Apulia y el Salentino, en Grumentum y en Venusia), que le obligan a aguardar en Metaponto la llegada de refuerzos desde el Brucio por parte de su subordinado Hannón. De nuevo en marcha el ejército del cónsul Nerón y el de Aníbal, abandonan las cercanías de Metaponto y acampan en Canusio (Apulia).

Asdrúbal envía 6 emisarios a su hermano Aníbal avisando del punto de encuentro de ambos ejércitos en Umbría (Livio XXVII,43,5). Pero estos emisarios son interceptados por los romanos que los conducen a Tarento y descubren los planes púnicos (Livio XXVII,43,1). Las primeras disposiciones que se toman son enviar las legiones urbanas a Narnia para ayudar al bloqueo del ejército de Asdrúbal en su camino hacia el Sur y servir de apoyo a las desplegadas en Etruria. En su lugar, la legión existente en Capua es mandada a Roma, al tiempo que se recluta nueva gente para terminar de completar la defensa de la ciudad. Aparte de este dispositivo, el cónsul Nerón decide desplazarse desde su campamento de Canusio, junto a una legión reforzada de sus mejores hombres y jinetes (Livio XXVII,43,8), para acudir como complemento del dispositivo en el norte de Italia. Su salida nocturna de su campamento pasa desapercibida a los cartagineses, emprendiendo una marcha frenética hacia el norte para unirse al ejército de Marco Livio. Nerón buscaba resarcirse de la afrenta a que le sometiera Asdrúbal en 211 a.C. en Hispania, cuando lo tuviera rodeado en un desfiladero y escapara mediante artimañas (Livio, XXVI,17).

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El miedo a que Aníbal pudiese descubrir la treta y atacase al resto de su ejército consular en Canusio estaba en mente de Nerón en todo momento, razón por la cual debía ser muy rápido. Cuando estaba próximo a los campamentos de Marco Livio y el pretor Lucio Porcio en Sena, envió mensajeros para avisar de su llegada y del modo en que se deseaba que se hiciese, siéndole indicado que fuese de noche y en secreto, alojándose en el campamento principal, de modo que no llamase la atención del enemigo (Livio XXVII,45,16). Tras deliberar sobre el modo de actuación, Nerón consideró de suma importancia actuar de manera inmediata, a pesar del cansancio acumulado de sus hombres, dada la situación que había dejado en el Sur. Hasta ese momento, el ejército del pretor Lucio Porcio se había encargado de seguir al contingente de Asdrúbal, tratando de desgastarlo con escaramuzas pero sin entablar batalla.

Se ordenó a los ejércitos romanos, consistentes en un ejército consular, uno de un pretor y el contingente de Nerón recién llegado, salir al campo de batalla. Asdrúbal detectó escudos diferentes a los que habitualmente había visto a los ejércitos de Porcio y Marco Livio, además de caballos sucios e individuos más bronceados, junto con un doble sonido de trompetas que denotaba la presencia de dos cónsules, por lo que dedujo que habían llegado refuerzos a los romanos. Esto le hizo ordenar una retirada nocturna sin combatir. Pero al día siguiente, abandonado por sus guías y marchando junto al río Metauro, tratando de localizar un vado para cruzarlo, dió tiempo a sus perseguidores romanos para que le dieran caza. Inicialmente la caballería comandada por Nerón, a la que se unió la infantería ligera que mandaba el pretor Lucio Porcio, fueron los primeros en hostigarlos. Trató el general púnico de alcanzar una eminencia para establecer un campamento, pero la llegada del cónsul Marco Livio con la infantería pesada y la formación de la línea romana, le hizo desistir de su intento de fortificarse ante lo inevitable del choque.

Los romanos contaban en su ala derecha con los efectivos de Cayo Claudio Nerón. En el centro estaba el pretor Lucio Porcio, y en el ala izquierda el otro cónsul, Marco Livio. Frente a ellos, en el ala izquierda púnica y opuestos a los hombres de Nerón, sobre una colina se encontraban los galos. Asdrúbal en persona dirigia el ala derecha con los soldados hispanos, enfrente del cónsul Marco Livio. En el centro de su formación, los ligures, con los elefantes en vanguardia, se oponían a los efectivos que comandaba el pretor Lucio Porcio.

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La colina impedía avances en el ala derecha romana, centrándose los más feroces combates en el ala izquierda de Marco Livio, con su oponente Asdrúbal. Se produce una carga de los elefantes que como es habitual terminan lanzándose contra ambos contendientes. Asdrúbal había previsto esto y dotó a los conductores de una maza y una especie de escoplo para darles muerte rompiéndoles el cuello en caso de que algo así sucediese.

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La lucha se encontraba en un impás cuando Nerón, tras repetidos intentos fallidos de progresar en la colina, toma el control de varias cohortes inactivas y las desplaza al ala izquierda romana, flanqueando a los hispanos de Aníbal y atacándoles por el lateral y espalda.

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Comienza entonces una carnicería de hispanos y ligures, que prosigue con los galos, aunque muchos de estos se dan a una desordenada fuga. El propio Asdrúbal decide correr la misma suerte que sus hombres y se lanza a la lucha cuando todo está perdido, resultando muerto.

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Livio habla de 56.000 muertos del bando cartaginés y 5.400 prisioneros. Las bajas romanas ascenderían a unos 8.000 hombres (Livio XXVII,49,11). Además se libera a 4.000 romanos que habían sido hecho presos por las huestes cartaginesas. Se cita que un cuerpo de ligures y galos escapó de la batalla y que fue dejado huir por los romanos para que extendieran la noticia de la derrota púnica (Livio XXVII,49,15). Apiano (Guerra de Aníbal 8,52), da como composición del ejército púnico 48.000 infantes, 8.000 jinetes y 15 elefantes. Polibio sitúa el número de estos últimos en 10 (Historias, Libro 11, capítulo I) y los muertos cartagineses en no menos de 10.000 y en 2.000 los romanos.

Tras esto, Nerón inició esa misma noche, a marchas forzadas, su regreso a Canusio, algo que consiguió en tan solo 6 días, constituyendo junto a la marcha de Escipión de Tarraco a Carthago Nova, la más veloz documentada de la guerra (Livio XXVII,50,1). En cuanto las noticias llegaron a Roma, la explosión de alegría fue inmensa. Pero no había terminado aún el episodio. Como cruel venganza, Nerón transportó consigo una sorpresa para Aníbal: La cabeza de su hermano y varios prisioneros. Esta fue llevada hasta las avanzadas púnicas, al tiempo que se liberaba a dos prisioneros para que corriesen a contar al general cartaginés el desastre sufrido. Este recibió un importante golpe moral, porque su ansiado refuerzo había sido aniquilado y su propio hermano muerto. Decidió entonces retirarse al Brucio, evacuando sus posiciones en Lucania, siendo a partir de ese momento este, el escenario del resto de la guerra en Italia contra Aníbal.

Cabe hacer algunas reflexiones sobre la entidad de los ejércitos participantes. Asdrúbal escapa inicialmente de Baecula con un ejército disminuido de entre 10 a 15.000 hombres como máximo. Antes de pasar por los Pirineos Orientales, es muy probable que llegara a acuerdos y reclutara efectivos celtíberos. Este hecho se refrendaría en Apiano 8,53, donde comenta que celtíberos huidos habrían retornado a Hispania o se habrían podido unir a Aníbal en el Sur. Los celtíberos eran un pueblo que habitaba las actuales provincias de Teruel, Soria y Logroño. Esto encajaría perfectamente en una ruta de salida de España por los Pirineos Occidentales. Además sus buenas relaciones con este pueblo hispano ya quedaron patentes cuando nos cuenta Livio que son comprados y traicionan a Cneo Escipión en el 211 a.C. No es difícil pensar que el cruce de la cordillera pirenaica lo haga con menos de 25.000 hombres.

Su paso por la Galia es posible que le permitiese aumentar aún más los efectivos. No olvidemos que hay menciones a haber reclutado galos para sus campañas en Hispania. En concreto un contingente al mando de Moenicapto y Civismaro (Livio XXIV,42,12) que fallecen en un enfrentamiento en Hispania contra los romanos. Livio cita expresamente a los arvernos, pueblo celta que habita al NO de los Alpes como uno de los que se le une a Asdrúbal. De ser así, no creo que fuese un contingente de menos de 10.000 hombres. Por último hay una mención a la unión de 8.000 ligures. Esto sitúa los efectivos en torno a 43.000. Hay que tener presente que ínsubros y boyos estaban alzados contra Roma y no es descartable que con la llegada del hermano de Aníbal se adhirieran a su ejército.

Creo que la cifra de muertos púnicos de Livio es exagerada y persigue igualar la magnitud de la victoria a Cannas, de modo que de alguna manera esta parezca similar, algo que también hace Apiano estableciendo una comparativa.
Antes de entrar en otras disquisiciones hay que tener en cuenta que en el bando romano los efectivos debían ser de no menos de 53.000 hombres (20.000 del ejército del pretor, 25.000 del ejército consular de Marco Livio y 7.000 de Cayo Claudio Nerón).

La magnitud del enfrentamiento habla de una gran batalla con efectivos que totalizaban unos 100.000 hombres entre los dos bandos, con una posible ligera superioridad romana, aunque no hay fuente directa que dé un desglose del total de efectivos del ejército de Asdrúbal, excepto Tito Livio cuando da las bajas y prisioneros del mismo elevándolo a 60.000 soldados, así como Apiano.

Aparentemente, el ejército púnico es aniquilado, aunque queda constancia de la huida de contingentes de galos y ligures, que probablemente totalizaban inicialmente cerca del 50% de efectivos del mismo. Apiano incluso cita a celtíberos huidos. No obstante, si Asdrúbal hubiese tenido la posibilidad de salvar un tercio de su ejército, creo que se hubiese replegado con ellos. Es curioso que Livio multiplica por cuatro las bajas romanas respecto las que da Polibio. Las descripciones de Livio y Polibio coinciden en la igualdad del enfrentamiento hasta la maniobra de Nerón. De algún modo se atisba una cierta paridad numérica. Por comparar con otros combates durante la segunda guerra púnica en que ejércitos parejos se enfrentan y uno es aniquilado por el otro, el número de huidos no solía alcanzar el 25%, y los muertos solían doblar a los capturados. Aplicando esas cifras a un ejército de 50.000 hombres, estaríamos ante 12.500 huidos, 25.000 muertos y unos 12.500 prisioneros.

De cualquier manera, este enfrentamiento supuso todo un reto para Roma. Asdrúbal demostró ser un general capaz, que reclutó un gran ejército sobre la marcha y del que se destaca que hizo él viaje de su hermano en menos tiempo que él. Llegado el momento decisivo, debió intentar sortear un cerco romano que mirando al mapa resulta patente que era una misión muy compleja. A ello hay que unir la mala suerte de la captura de sus mensajeros enviados a Aníbal, que puso aún más en alerta a los romanos (que mandaron a las legiones urbanas a taponar el sur de Umbría). Igualmente se cuenta que sus guías le abandonan sin ser capaces de encontrar un vado para pasar el Metauro cuando el ejército romano le está pisando los talones. Esto le obliga a enfrentar a los romanos, con un buen planteamiento táctico, apoyando sus peores tropas en un punto fuerte del terreno que impidió que fuesen doblegadas, mientras lo mejor de sus hombres se empeñaban en los combates principales. Es posible que una superioridad numérica romana fuese lo que permitiese que Nerón sacase unas cohortes del ala derecha con las que flanqueó al ejército cartaginés por el ala opuesta. Igualmente es destacable el recurso para controlar a los elefantes en caso de estampida, de modo que se evitase una carga contra las filas propias. También cabe mencionar que su hermano Aníbal no pudo desarrollar acciones ofensivas que le facilitasen las cosas. No en vano tenía tres ejércitos romanos que le tapaban el paso y acosaban (el de Quinto Fulvio Flaco en Lucania, el consular de Nerón pegado como una lapa por donde quiera que se moviera, y el del pretor en Tarento). Por último es preciso recordar que además de todo lo dicho, fue preciso un esfuerzo extraordinario de un grupo seleccionado de hombres que cruzó Italia de sur a norte para llegar a tiempo al envite y cuyo papel en la batalla es decisivo, desequilibrando la misma.

Por parte romana, hay que hablar del competente esfuerzo realizado por Nerón para tomar parte en el encuentro, precedido por su agresiva acción de desgaste sobre el ejército de Aníbal, que en buena medida contribuyó a la inactividad de este, así como su sigilosa salida nocturna de su campamento sin ser detectado.

Tampoco hay que dejar de lado, ante la dificultad de reclutar tropas (con 12 de las 30 colonias negándose a aportar contingentes), como vuelven a echar mano de los esclavos con los que forman un ejército que ponen bajo mando de Varrón. Este personaje tan denostado por su papel en Cannas, sin embargo no dejó de ser empleado por la República para organizar y controlar provincias, lo cual hace dudar que se le llegara a responsabilizar del desastre de Cannas del modo en que Polibio y Livio (probablemente influenciado por el primero) dejan entrever, para gloria del otro cónsul, Emilio Paulo, suegro de Escipión Africano y abuelo de Escipión Emiliano-mecenas de Polibio-. Ya al año siguiente de Cannas este hombre fue mandado como procónsul a Piceno a reclutar un ejército, cargo en el que estuvo varios años. Cuando hubo problemas en Etruria en el 208 a.C, también fue seleccionado para acudir inicialmente con una legión urbana a Arretium, y en 207 a.C., fue elegido propretor de la provincia toscana reclutando un nuevo ejército de esclavos.

En resumen, el año 207 se salda para Roma con un rotundo éxito en todos los frentes. En Hispania la guerra quedará al borde de su finalización, se conjura en el norte de Italia el peligro del ejército de Asdrúbal, y en el sur, el ejército de Aníbal es desgastado en tres encuentros, que unido a los acontecimientos que se suceden, le hacen desistir de continuar controlando una parte de Lucania, replegándose al Brucio.
En Apiano 8,54 podemos leer una interesante cita a una flota de refuerzo a Aníbal con 100 barcos mercantes llenos de suministros y soldados que es desviada a Cerdeña debido a la falta de remeros y que es diezmada con el hundimiento de 20 naves y el apresamiento de otros 60 barcos por parte del pretor en Cerdeña. Livio (XXVIII,4,4) menciona sin embargo que el enfrentamiento naval es en aguas de Sicilia y es el procónsul Marco Valerio Levino quien de retorno desde África se encuentra con una flota de 70 quinquerremes púnicos, de los cuales apresa 17 y hunde 4. Este segundo episodio habría influido para que Aníbal decidiese abandonar Lucania y se encerrase en el Brucio.

Un saludo


capricornio
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Duelo en Numistro
Hay muchos momentos destacados durante la Segunda Guerra Púnica, que a lo largo del tiempo han sido destacados por los diversos historiadores y autores, como de importancia capital en el devenir y resultado de la misma. Casi como leyenda épica se ha hecho especial hincapié en el paso de los Alpes, las primeras batallas campales en suelo itálico en Trebia y Tresimeno, y como no, Cannas. De esta última son ríos de tinta los que se han escrito, sobre el impacto que supuso y la oportunidad que pudo perder Aníbal de dirigirse contra la ciudad de Roma. Igualmente Metauro ha sido otra batalla igualmente destacada que supuso el repliegue definitivo de Aníbal al Brucio. También el episodio de Capua y la posterior marcha a Roma acampando frente a las murallas son acontecimientos que han suscitado el interés a lo largo de los tiempos de los aficcionados a la Historia y a la Segunda Guerra Púnica.

Sin embargo, la batalla de Numistro en el año 210 a.C. ha pasado casi desapercibida en el devenir de la guerra y apenas ha despertado especial seguimiento. En estas líneas voy a comentar las razones por las que creo que fue la gran oportunidad perdida de Aníbal de avivar el fuego de la rebelión en el sur de Italia debido a las especiales circunstancias que se dieron en ella.

La situación previa
Es necesario en primer lugar describir la situación de la guerra en ese momento y volver a acudir al insustituible Tito Livio para conocer la disposición de los ejércitos romanos en dicha campaña.
El año anterior se ha producido la caída de Capua, y la consiguiente recuperación de la totalidad de Campania para las armas romanas. Aníbal ha fracasado en su treta sobre Roma, pero aún retiene localidades del norte de Apulia, como Salapia y Herdonea, posesiones en el Samnio, en Lucania, Salentino y su feudo del Brucio.

En ese momento el bando romano afronta una acuciante falta de mano de obra que trabaje el campo y pueda ponerlo en producción de manera que se pueda abastecer a la población y evitar la hambruna. Igualmente sus ejércitos están exhaustos pues las grandes derrotas del principio de la guerra y la continua apertura de nuevos frentes de rebelión o lucha en Italia, Sicilia e Hispania, ha obligado a sucesivos reclutamientos que han dejado el censo en mantillas, no quedando hombres libres que puedan dedicarse a la agricultura y a duras penas completar los ejércitos y flotas (Livio XXVI,35,1). Asimismo, la inseguridad en las zonas rurales ha impedido la puesta en labor de numerosas tierras. A estos problemas debe sumarse la debacle de los hermanos Escipión en Hispania a comienzos de 211 a.C, que ha dejado literalmente desmantelado el ejército romano allí existente. Estos motivos y el hartazgo tras sucesivas campañas ha llevado a que en el mismo 211, tras la toma de Capua se licencie a medio ejército del procónsul Quinto Fulvio Flaco (Livio XXVI,28,10-11), y a la salida de medio ejército del pretor Claudio Nerón de Campania con destino a Hispania (Livio XXVI,17,1) bajo su propio mando. Aunque Livio no lo cita expresamente, el hecho de que dejen de aparecer como ejércitos romanos en la nómina anual y no se les dé por licenciados, induce a pensar que el medio ejército que trae a la península ibérica a comienzos de 210 a.C. Escipión Africano (Livio XXVI,19,7), hijo y sobrino de los generales finados en Hispania, sea el medio ejército restante del pretor Cayo Claudio Nerón en Campania. Por último, el ejército del procónsul Apio Claudio Pulcro que conquista Capua antes de mediados de año junto al de Quinto Fulvio Flaco, y tiene dos años de campaña menos que él, es muy posiblemente el que pasa a manos del cónsul Cneo Fulvio Centúmalo y se desplaza a operar en Apulia durante el mismo 211 a.C.

El otro cónsul en 211, Publio Sulpicio Galba, había constituido otro ejército consular, que es el que enfrenta a Aníbal en las puertas de Roma e inicia su persecución. Este ejército acaba el año 211 operando en el norte de Apulia según reseña Tito Livio.

Al inicio de 210 a.C., aparte de la cuestión relativa a qué provincia debía ir cada uno de los nuevos cónsules (Marcelo y Levino: Livio XXVI,22,13), se produce una redistribución de los ejércitos romanos disponibles. Para proseguir la guerra en la Galia, se decide que se desplace allí el ejército del cónsul en 211, Publio Sulpicio Galba, quien deja su mando a Cayo Letorio y es destinado a la guerra en Grecia, pero viendo como la legión allí destinada ha sido licenciada, quedando sólo al mando de una flota (Livio XXVI,28,13). El ejército de 211 en la Galia es destinado a Sicilia. De los dos ejércitos de Sicilia, el de desterrados permanece, pero el que tuviera Marcelo hasta la primera mitad de 211 (Livio XXVI,21,1) que a partir de ese momento pasó a manos del pretor de extranjeros Marco Cornelio Cetego (Livio XXVI,21,18), es igualmente licenciado, siendo sustituido por el venido de la Galia, quedando bajo control ahora del nuevo cónsul Levino. Por su parte Marcelo pasa a Italia y recibe como tropas, el ejército que el pretor Marco Junio Silano tenía en Etruria en 211. Con él pasa a operar en el Samnio. Por su parte Cneo Fulvio Centúmalo prosigue como procónsul con su ejército en el norte de Apulia (Livio XXVI,28,12). En Campania queda con el equivalente a medio ejército (una legión más un alae sociorum), el procónsul Quinto Fulvio Flaco. Las que habían sido legiones urbanas el año anterior en Roma pasan a Etruria a cubrir el hueco dejado por la marcha con Marcelo del ejército del año anterior (Livio XXVI,28,7). Se reclutan dos nuevas legiones urbanas. En resumen, se reduce el total de legiones en un número de cuatro de veteranas tropas que en 211 tenían Marcelo en Sicilia (dos: Livio XXVI,28,14), una de las de Fulvio Flaco en Capua y la de Levino en Grecia. El despliegue al sur de Roma es menor que el año anterior, existiendo para esta campaña de 210, dos ejércitos completos (Marcelo entre el Samnio y el norte de Apulia, y Centúmalo también en el norte de Apulia) y otro medio en Campania (Quinto Fulvio Flaco).
Aníbal entre tanto se encuentra en Apulia, aunque desconocemos el sitio exacto.

Las operaciones militares ese año comienzan exitosamente para los romanos. Gracias a una traición urdida entre un lugareño y Marcelo (Livio XXVI,38,6), Salapia pasa a sus manos, perdiendo Aníbal una importante guarnición de caballería (Livio XXVI,38,14). Esto le obliga a ir al Brucio, muy posiblemente a reponer efectivos (Livio XXVII,1,8). Entretanto, Marcelo progresa en el Samnio tomando al asalto las localidades de Meles y Maronea (Livio XXVII,1,2). En este punto, Aníbal realiza una incursión sorpresa muy rápida hacia Apulia, aproximándose al ejército de Centúmalo (Livio XXVII,1,9), que en ese momento está situado en las cercanías de Herdonea. Mientras las infanterias chocan entre sí, el púnico le ataca por la espalda con su caballería, al mismo tiempo que a su campamento, destruyéndolo por completo. El procónsul muere y sólo logran escapar 3.336 hombres que serían desterrados a Sicilia (Livio XXVII,8,16), aunque esa cifra no concuerda con los muertos mencionados por Livio de entre 13 y 7.000 (Livio XXVII,1,17) y las cifras que se suponen a un ejército de un procónsul que el año anterior ha sido cónsul, y que difícilmente bajará de 20.000 hombres. En este punto el relato de Apiano difiere (Guerra de Aníbal, 8,48) en como se producen los hechos y el número de bajas que eleva a 8.000 soldados.

En este instante, Roma sólo posee en el sur de Italia las guarniciones de las ciudades que le son fieles y el ejército de Marcelo, aparte del medio ejército de Campania. Este último (Livio XXVI,28,10-11), dado lo limitado en hombres (12.600) y sobre todo, la necesidad de custodiar la hasta hace medio año rebelde Campania, se encuentra aferrado al territorio que defiende. La situación en ese momento, supone que de enfrentarse Aníbal con Marcelo y lograr destruirlo, puede quedarse como el único ejército operativo de todo los territorios al sur de Roma, con lo que eso hubiera supuesto de encender de nuevo la rebelión en la zona de la península que ya de por sí le era proclive. Incluso la posibilidad de recuperar Campania.

Sin embargo Livio describe a un Aníbal huidizo tras su éxito en Herdonea. Es preciso aludir a que su llegada relámpago desde el Brucio a Apulia para enfrentar a Centúmalo, se hace con infantería ligera (Livio XXVII,1,10). De acuerdo a Livio el ejército de Centúmalo tenía menos efectivos que el de Aníbal (Livio XXVII,1,11) y quizás, conocedor de esta circunstancia, se atrevió a enfrentarlo con efectivos ligeros. Aunque no veo al romano sacando sus tropas si pensaba que éra inferior numércamente. Además del desgaste del primer combate y la evacuación que ordena de la población civil de Herdonea, Aníbal aparenta tomar una ruta directa hacia Lucania, que quizás muestra su disposición a abandonar la zona.

Informado del desastre, y posiblemente reforzado con los supervivientes del ejército de Centúmalo (Livio XXVII,1,20), Marcelo decide salir en persecución del púnico con el único fin de darle caza y enfrentarlo en batalla campal (Livio XXVII,2,1). Desde el Samnio se dirige igualmente a Lucania, dando alcance en Numistro al ejército de Aníbal. Esta localidad se encuentra lindando con los Hirpinos, Lucania y Apulia. Marcelo, tras instalar su campamento (Livio XXVII,2,3) saca el primero a su ejército al campo de batalla y ofrece combate que el general cartaginés no rechaza (Livio XXVII,2,4). Dos viejos conocidos de sus enfrentamientos en Nola en 216, 215 y 214, volvían a verse las caras.

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Antes de entrar en el desarrollo de la batalla, es preciso hacer unas precisiones sobre el ejército de Marcelo. Constaba de dos legiones romanas que fueron reclutadas en el año 213 a.C. para servir como legiones urbanas en la ciudad de Roma bajo mando del pretor urbano Marco Atilio. Al año siguiente (212), son destinadas a Etruria bajo mando del pretor Marco Junio Silano. En ese momento es de suponer que se les adosan las pertinentes alae sociorum, que por tratarse de un ejército de un pretor, ser un año de gran dificultad de reclutamiento y estar en una zona que en ese momento no soporta combates, probablemente no excedían en número al de soldados romanos. En el año 211 permanecen en la Toscana con el mismo jefe. Cabe decir que Marco Junio Silano era el mando que estaba en Neapolis cuando Aníbal se aproxima por 3 veces a esta ciudad en 216 a.C, después de la batalla de Cannas, evitando que la plaza se rebele o Aníbal haga tentativa sobre ella, pese a producirse escaramuzas de caballería. Será quien acompañe a Escipión Africano en su viaje a Hispania. En los tres años previos a su marcha hacia Apulia, estas tropas ahora comandadas por Marcelo, no han participado en ningún combate, y aunque con veteranía de 3 años, su experiencia combativa es nula.

La batalla
Para conocer algunos detalles de la batalla es preciso acudir al relato de Livio y al breve comentario de Frontino. El campamento romano está en el llano y el cartaginés en una elevación. El ala derecha cartaginesa se apoyaba en una colina, mientras el ala izquierda romana que la iba a enfrentar se situaba junto al pueblo de Numistro. Se trataba de la I Legión. En el lado derecho romano formaba la correspondiente alae sociorum. La primera linea cartaginesa se componía de soldados hispanos, honderos baleares y los elefantes que son sacados al principio de la batalla.

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Marcelo ponía en vanguardia a la mitad de sus efectivos, lo que induce a pensar en una cierta estrechez del campo de batalla, aparte de una prudente actitud que le permita en un momento dado reforzar los puntos que estuviesen pasando apuros o maniobrar ante un ataque enemigo. Igualmente Aníbal mantenía fuerzas en la reserva, que Livio menciona que son más tarde empleadas como relevo en el transcurso de la batalla.

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En el gráfico he supuesto que los velites salen a interceptar a los honderos baleares. Es muy probable que dichos velites permanecieran como primer escalón de defensa contra la carga de los elefantes cuyo objetivo primario era llegar hasta los hastatii, de modo que se allanase el camino a la primera línea de infantería pesada hispana que iba a chocar inmediatamente contra ellos.

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El núcleo de la batalla se desarrolla cuando se produce ese encuentro entre infanterías pesadas. Los hastatii y los infantes hispanos de Aníbal se enzarzan en un combate cuerpo a cuerpo.

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La lucha se prolonga durante horas. Cuando la primera linea romana se encuentra agotada es relevada, entrando en lugar de la I Legión, la III, y como recambio del alae sociorum derecha, la izquierda.

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En el bando púnico también entran tropas frescas. Esto provoca que se reavive el combate. Livio cuenta que ningún bando obtiene ventaja y el combate se extiende hasta la noche que de este modo se convierte en árbitro e interrumpe la lucha (Livio XXVII,2,7), volviendo los contendientes a sus campamentos.

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A la mañana siguiente, Marcelo vuelve a sacar sus tropas a la salida del sol, manteniéndolas en el campo hasta avanzado el día. Aníbal declina el enfrentamiento. Los romanos recogen los despojos del campo de batalla e incineran a sus muertos. La noche siguiente Aníbal abandona el campamento en silencio y se dirige hacia Apulia. Marcelo deja a sus heridos en Numistro junto a una guarnición bajo mando de Lucio Furio Purpúreo, e inicia la persecución del ejército cartaginés, dándole alcance en Venusia. Se libran escaramuzas entre ambos contendientes, pero no vuelve a haber batalla campal. Continuan moviéndose a través de Apulia sin volver a luchar. Los púnicos se movían de noche tratando de lograr ventaja y sorprender así a sus rivales, mientras los romanos lo hacían de día y con exploración previa.

Aquí es importante señalar que mientras el relato de Livio habla de un enfrentamiento que acaba en tablas, Frontino, describe el escenario del combate como flanquedado por precipicios (Estratagemas II,2,6), factor aprovechado por Aníbal "como defensa" obteniendo así la "victoria".

Frontino, en Estratagemas II,3,9, comenta que Marcelo derrotó en frecuentes ocasiones a Aníbal, y que eso indujo a este último a situar sus campamentos en posiciones defendidas naturalmente, y condicionaba la disposición táctica de sus tropas en la batalla para permitir un repliegue con pocas pérdidas en caso de que el combate fuese mal. Pero al mismo tiempo, que le diera opción de perseguir a las tropas enemigas si estas estuvieran en retirada. Parece deducirse de esto una tendencia a combatir próximo al campamento propio en el general púnico, que explicaría las relativamente pocas bajas que le causaban los enfrentamientos desfavorables.
Plutarco se hace eco en su Vida de Marcelo, 24, de la batalla de Numistro, pero cita como fuente a Livio (al menos en lo relativo a la carta que envía al Senado avisando del desastre de Herdonea y de su marcha en búsqueda del general cartaginés) y su relato es casi idéntico.
De los diversos autores parece deducirse que el campo de batalla era estrecho. Esto explica que sólo una legión y un alae sociorum formen la linea romana. Al menos en uno de los laterales de la planicie donde se produce el combate, parecía existir algún tipo de elevación o precipicio. El campo de batalla está en llano y aparenta que es Aníbal quien baja desde su campamento hasta las estribaciones de dicho llano en respuesta a la salida de tropas de Marcelo.
Por estar cerca una población, cabe suponer que existiese un río en la zona. Aunque no se menciona, en la recreación que he realizado es el elemento que limita el otro flanco del campo de batalla y hace que este sea relativamente estrecho.
Estas características del escenario conducen a que las respectivas caballerías tuvieran muy poco margen de acción. De hecho no se las menciona. Por otra parte, la cartaginesa viene de combatir en Herdonea con un papel muy relevante en el ataque al campamento y a la retaguardia romana, por lo que cabe pensar que el número de jinetes y caballos heridos fuese significativo y dado el lapso de tiempo relativamente breve desde que ocurrió, es muy posible que Aníbal no tuviese especial interés en desgastarla mucho. Las he colocado en retaguardia y con una participación irrelevante.
Visto de esta manera, Numistro debió ser un combate eminentemente de infantería. Dada la condición de militar de Frontino, y aunque en su libro también hay algunos errores o inexactitudes, doy por bueno que en el combate pudieron llevar la mejor parte los cartagineses, y como tal considerarles como vencedores, aunque Livio y Plutarco (que le sigue), describan un encuentro sin ventaja. El detalle del relevo romano pudiera indicar un retroceso debido al empuje de la infantería púnica y la necesidad de pararlo, o bien un relevo debido al desgaste de ser rechazos por sucesivos asaltos sobre tropas situadas en terreno dificultoso. El encuentro se rompería con el repliegue romano a su campamento cuando la luz declinó. Las palabras de Frontino aludiendo al aprovechamiento del terreno como defensa por parte de Aníbal y ser la clave de su victoria, hace pensar que el combate fue un intento de Marcelo de llegar al campamento púnico situado en la elevación, siendo rechazado.
¿Pudo ser una victoria significativa cartaginesa? Aparentemente no. El ejército de Marcelo tiene heridos que se quedan en la ciudad de Numistro, pero el resto prosigue su acoso a Aníbal. Al día siguiente además volvería a salir al campo de batalla. Por analogía con la batalla del segundo día en Canusio el año siguiente, este detalle de salir de nuevo al campo de batalla en la mañana posterior, pudiera indicar que Marcelo trataba de resarcirse de un encuentro no favorable el día previo, aunque esto no es norma que se pueda seguir pues hay ejemplos de diversa índole. De cualquier manera, el resto de la campaña se la pasa Marcelo detrás de Aníbal, enfrentándole en escaramuzas, logrando que el púnico no emprenda ninguna operación ofensiva. Y el interés que debía tener Aníbal por tener ese combate decisivo que le dejara el sur de Italia a sus anchas no era menor después del combate de Numistro.
Por otro lado, si el combate hubiera sido muy favorable al púnico, ¿no habría sido él quien más afán mostrara en volver a plantear batalla y eliminar de ese modo al general enemigo que se le oponía y que operaba el único ejército que quedaba con capacidad de impedirle avivar de nuevo el fuego de la rebelión en la mitad sur de Italia?
En muchos aspectos la descripción de la batalla de Numistro recuerda a Canusio. Las legiones que inician el combate son relevadas a mitad. No hay mención expresa a la caballería cartaginesa. Hay una previsible carga de elefantes, aunque aquí aparenta ser al principio de la batalla (como en Zama). Parece que los romanos pudieran tener un número significativo de heridos.

Conclusiones
Aníbal comienza negativamente el año con la pérdida de Salapia. En Herdonea consigue un gran éxito al destruir el ejército de un procónsul. Este éxito le deja prácticamente con un único oponente al sur de la ciudad de Roma, pues el medio ejército romano de Campania constituye más una fuerza de ocupación, que un contingente desplegable en campaña.

La posibilidad de aniquilar en una batalla, al que ha sido su rival más rocoso desde Cannas, el más afamado general romano del momento, y al tiempo quedarse como único ejército operativo al sur de Roma (a excepción del mencionado contingente romano en Campania), sin duda debió constituir una grandísima oportunidad que se le presentó al general cartaginés, en un momento en que retrocedía posiciones en Apulia, y apenas hacía un año que había perdido Campania.

El detalle de evacuar Herdonea pese a su victoria y permanecer con su ejército en Apulia, hace dudar de la fé que en ese momento pudieran profesar por él, los que hasta ese momento habían sido sus aliados. Por otra parte el hecho de que sea Marcelo el que le ofrece batalla quizás signifique que el púnico lleva a su ejército desgastado del enfrentamiento reciente en Herdonea y prefiere no tomar la iniciativa. Pero el aceptarla, unido a la mención de Frontino de que aprovechó el terreno para lograr la victoria, tal vez indican que tenía preparado algún tipo de truco o ardid. Livio relata que el resto de campaña prosigue con un Marcelo prudente para evitar trampas.

El resultado del combate es dudoso, aunque cabe imaginar que se trató de una batalla de desgaste, por la larga duración y ser la luz el árbitro que decide el encuentro. Una victoria de Aníbal, encajaría con el hecho de que los romanos debieran hacer un relevo en un momento dado y que se haga mención a tener bajas que quedan en Numistro junto a una guarnición. Por otra parte, la alusión de Frontino a que el general púnico se aprovechó del terreno como defensa para obtener la victoria, apunta a un campo de batalla estrecho, que en principio debiera haber favorecido a los romanos por anular una de las armas preferidas de Aníbal como era su caballería. Quizás el no poder extender los romanos toda su línea, siendo esta previsiblemente superior en número a la de su oponente con lo que esto suponía de ventaja para flanquear, condujo a enfrentar dos infanterías, en las que una experimentaba su primer combate y la otra acumulaba no menos de diez batallas campales contra ejércitos romanos. Esto habría llevado a que finalmente la muy veterana infantería púnica empujase o rechazase a la romana y le causase más bajas, o bien que los romanos se estrellasen sin progresar una y otra vez contra un enemigo situado en posición ventajosa (como le ocurriera a Nerón en Metauro mientras permaneció atacando a los galos que defendían una colina).

Un saludo

PD: Valerio, encontré la mención al asalto de Aníbal al campamento de Marco Junio Pera en Frontino, Estratagemas II,5,25. También aparece en Polieno 6:38, 6. Parece que habría sido durante una noche tormentosa en que Aníbal lanza cuatro oleadas con 600 jinetes sobre el campamento romano que persiguen agotar a las tropas en él guarecidas, obligándolas a una vigilia total. Agotados los romanos por el desvelo del acoso nocturno, se ven sorprendidos a la mañana siguiente por el asalto del descansado grueso del ejército púnico que logra la toma del mismo. Cabe suponer una huida más o menos ordenada de los defensores, pues este ejército no es mencionado como destruido, y además es heredado el año 215 por el cónsul sufecto Fabio Máximo. Quizás en eso consistió el éxito de la campaña que proclama Pera en el Senado y al que alude Livio. El maestro de caballería de Pera, Graco, es nombrado cónsul pero el propio Pera no vuelve a aparecer nombrado con ningún cargo militar en el resto de la guerra. El episodio puede ocurrir antes de las elecciones consulares (final de 216) o una vez celebradas estas y reintegrado Pera a su ejército hasta que el nuevo cónsul tome el mando del ejército (primer trimestre de 215). El hecho de que Pera exhortara a Graco a que en su ausencia no se arriegase a combatir con Aníbal, y la presencia de este ejército cerca de Casilino tratando de auxiliarla, pudiera indicar que el episodio fue antes de dichas elecciones consulares, estando por ello especialmente sensibilizados. Otro hecho que pudiera indicar que fue antes de esto es que las tropas más bisoñas de este ejército son mandadas a Sicilia junto a los desterrados de Cannas. Tal vez era una manera de castigarlos por su comportamiento en esta acción.

PD2: En relación al episodio de la aproximación de Aníbal a Roma en 211 y cual fue el ejército que se le opuso bajo los muros de la ciudad, Frontino en Estratagemas III,18,3 habla de un decreto del Senado ordenando a los ejércitos que sitiaban Capua para no moverse del cerco de la capital campana antes de que esta fuese capturada. Esto, aparte de la lógica de la acción, que hacía complicado que el púnico llegara y ya hubiese un ejército romano esperándole venido además del mismo sitio que él, Capua (como narra Livio), confirma la impresión de que la versión más ajustada de los hechos en este caso corresponde a Polibio con la presencia en la ciudad eterna de ese ejército consular de Galba finalizando su alistamiento.


de guiner
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Mensaje por de guiner »

capricornio escribió:Valerio, encontré la mención al asalto de Aníbal al campamento de Marco Junio Pera en Frontino


Cierto. Lo acabo de leer y es un poco confuso para argumentar la gloria que Livio atribuye a Marco Junio Pera.


pudiera indicar que el episodio fue antes de dichas elecciones consulares


Si que tuvo que ocurrir antes pues en Livio XXIII, 24, párrafo que por cierto ya lo mencionaste anteriormente, Marco Junio Pera, tras ser felicitado, convoca las elecciones en las que salen elegidos cónsules Lucio Postumio Albino por tercera vez y Tiberio Sempronio Graco, que era comandante de la caballería y edil curul antes de las elecciones.

Livio también menciona que Marco Junio Pera regresa a los cuarteles de invierno en Teano, quedando Tiberio Sempronio Graco en Roma pues empezaba su mandato en pocos días y tenía que tratar con el senado sobre la leva y el avituallamiento del ejército para aquel año.

Pero claro, al poco llega la noticia del descalabro de Lucio Postumio Albino (que había sido elegido cónsul en ausencia) en el bosque de Lítana ante una emboscada de los boios (cerca de Módena, en la Galia Cisalpina). Aquí tenemos una pérdida de 2 legiones mas las tropas de los aliados (Livio da una cifra total de ese ejército de 25.000).

Tras este desastre el ejército de Marco Junio Pera se encomienda a Tiberio Sempronio Graco y se decide dejar de lado la Galia por aquel año.

PD: Los boios se hicieron una buena copa con el cráneo de Postumio. :mrgreen:

Un saludo.


capricornio
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Mensaje por capricornio »

Hola Valerio:

Tienes razón con la cita de XXIII,24. Parece más lógico que si el episodio glorioso al que alude Livio ha sido ese del asalto al campamento, este hubiese sido antes de las elecciones consulares. Haciendo un repaso para tratar de ubicar cuando pudo ocurrir ese asalto al campamento romano, la secuencia de hechos que da Livio es la siguiente:

Marco Junio Pera sale de Roma con su ejército:
XXIII,14,8:Partió así de la Ciudad con veinticinco mil hombres.

Claudio Marco Marcelo abandona con su ejército Casilino para ir en socorro de Nola:
XXIII,14,15-16:Marcelo dio las gracias a los embajadores y les dijo que siguieran la misma política y aplazaran los asuntos hasta que él llegase. Dejó entonces Casilino hacia Calatia y desde allí marchó, cruzando el río Volturno, por los territorios de Satícula y Trébula, sobre las colinas que dominan Suessula, y llegó así a Nola.

Inmediatamente después de la 1ª batalla de Nola, Aníbal se dirige a Acerra, la cual comienza a asediar, cayendo rápidamente. Tras esto se encamina a Casilino.
XXIII,17,9-10: Después de saquear y quemar Acerra, Aníbal marchó a Casilino como consecuencia de la información que recibió sobre la marcha del dictador hacia Capua con sus legiones. Temía que la proximidad del ejército romano pudiera provocar una contra-revolución en Capua.

Aparentemente el ejército de Pera pareciera buscar relevar en Casilino al ejército de Marcelo que había marchado a Nola, o acudir en socorro de la localidad que ha comenzado a ser asaltada por el ejército púnico sin que aparentemente haya hecho acto de presencia el ejército de Pera, cosa que leemos en Livio en XXIII,18. Aníbal inicia el asalto, resultando fallido. Es curioso que en XXIII,18,8 comenta que Aníbal está a punto de barrer a los defensores en una salida al lanzar contra ellos los elefantes. Pero ¡si ya no le quedaban! No logra sobrevivir a Trebia más que uno. La siguiente remesa de 40 le llega con Bomílcar ya entrado el año siguiente (215) con motivo de la 2ª batalla de Nola.

Pero no acaban aquí las dudas. Porque de acuerdo al relato de Livio (XXIII,18,12), Aníbal marcha a Capua a pasar el invierno con la mayor parte de su ejército, mientras mantiene el asedio de Casilino con unos pocos efectivos. Este comentario nos mete en febrero con el ejército de Aníbal en Capua y Casilino sin haber caído. Y su retorno sería cuando vuelve el clima suave (XXIII,19,1), lo que fácilmente nos lleva a marzo. Y en ese momento sitúa a Tiberio Sempronio Graco al mando del campamento romano pues Pera marcha a Roma para tomar nuevos auspicios (XXIII,19,3). De ser así los hechos, y dado que Cannas sucede a comienzos de agosto de 216, el mandato de Dictador de Pera habría expirado, y Graco ya estaría comenzando a ejercer de cónsul. Por otra parte, ¿cuándo se celebraron las elecciones consulares ese año? Esto significa que esos hechos, de suceder con ese protagonista (Graco), debieron de haberlo sido antes del final del invierno (diciembre-febrero). En cuyo caso toda la historia del ejército de Aníbal "acomodándose" en Capua, pierde toda credibilidad. Además, si los efectivos que asediaban la ciudad de Casilino eran escasos por estar el grueso de sus tropas en Capua, el ejército de Pera lo tendría relativamente fácil para romper el cerco.

De nuevo hay otra contradicción en XXIII,19,4:
XXIII,19,4: Marcelo deseaba igualmente ayudar a la guarnición sitiada, pero fue detenido por el desbordamiento del río Volturno y también por las súplicas del pueblo de Nola y Acerra, que temían a los campanos en caso de que los romanos retiraran su protección.
Acerra ya ha caído antes de que Aníbal se dirija a Casilino (XXIII,17,6). Y esa crecida del río no podía mantenerse todos los meses que se nos cuenta que dura el asedio que provoca hasta una hambruna.

En XXIII,19,18 leemos como Casilino se rinde.


En XXIII,22,3, volvemos a tener noticias de Pera y son relativas a su reincorporación a su ejército:
Dando cumplimiento al deseo unánime, el asunto fue presentado por el pretor, Marco Emilio, en ausencia del dictador, que había marchado a reunirse con el ejército tras la pérdida de Casilino.
Este párrafo nos indica que Casilino cae en ausencia del Dictador y que la rendición acarrea que el Dictador abandone Roma.

Debido a la discusión para renovar el disminuido Senado, leemos en XXIII,22,12-13-14 la designación de un segundo Dictador (hecho insólito) para esta tarea, cosa que no habría pasado si Pera hubiese permanecido en la ciudad:
Se decidió, en última instancia, designar dictador a un hombre que había sido antes censor y que era el más anciano de los que habían desempeñado aquel cargo, para que revisara las listas de los senadores. Cayo Terencio fue llamado para que designase al dictador. Dejando una guarnición en Apulia, regresó a Roma a marchas forzadas, y la noche después de su llegada designó, de acuerdo con la antigua costumbre, a Marco Fabio Buteo para ejercer como dictador durante seis meses sin jefe de la caballería

Pero en XXIII,23,14 se nos da otra pista sobre el momento temporal en que nos movemos:
La noche siguiente, el cónsul regresó de nuevo junto al ejército, sin permitir que el Senado lo supiera, ya que no quería ser detenido en la Ciudad por las elecciones.
Esto significa que Varrón, aún con su mandato en vigor, regresa a Apulia y aún no se han producido las elecciones.

Y en XXIII,24,1-2-3-4-5:
Al día siguiente, el Senado, al ser consultado por Marco Pomponio, el pretor, aprobó un decreto para escribir al dictador pidiéndole que, si los intereses del Estado lo permitían, viniese a Roma para llevar a cabo la elección de los nuevos cónsules. Que trajera con él a su jefe de la caballería y a Marco Marcelo, el pretor, para que los senadores pudieran saber por él mismo en qué estado se encontraban los asuntos de la república y decidir en consecuencia. Al recibir la citación acudieron todos ellos, tras dejar lugartenientes al mando de las legiones. El dictador habló brevemente y con modestia acerca de sí mismo, concediendo la mayor parte de la gloria a Tiberio Sempronio Graco, el jefe de la caballería, y luego convocó las elecciones. Los cónsules electos fueron Lucio Postumio, por tercera vez y elegido en su ausencia, pues estaba por entonces administrando la provincia de la Galia, y Tiberio Sempronio Graco, jefe de la caballería y también por entonces edil curul.
En este periodo de la República la toma de posesión de los nuevos magistrados es en torno a los idus de marzo (XXIII,30,20).

El capítulo prosigue (XXIII,24,8-9):
[î]Tras la elección de los diversos magistrados, el dictador volvió con su ejército a los cuarteles de invierno en Teano. El jefe de la caballería se quedó en Roma; como tomaría posesión en pocos días, le era preferible consultar al Senado sobre el alistamiento y equipamiento de los ejércitos del año siguiente[/i]
El hecho de volver a los cuarteles de invierno el Dictador y tomar posesión en pocos días el nuevo cónsul, parece indicar que las elecciones consulares fueron en febrero(?). Por otra parte el durar la Dictadura 6 meses y haber sido nombrado Pera tras Cannas (agosto), implicaría que su mandato expiraba en torno a Febrero.

Tras esto, Livio prosigue con el relato de la muerte de Postumio Albino y la labor "joyero-sacramental" que como bien recuerdas realizan los galos con su cráneo.

Hay una mención que confirma que el ejército de Pera está operativo en XXIII,25,7:
Detalló primeramente las fuerzas de infantería y caballería del ejército del dictador, y la proporción en cada una de tropas romanas y aliadas
Pero al mismo tiempo da a entender que ha sufrido bajas respecto los efectivos que salieron de Roma unos meses atrás, pues de lo contrario no sería necesario hacer recuento del modo en que se hizo. Y ahí encajaría el ataque al campamento de Pera como causa de esas posibles bajas. Pero por otra parte no parece que estas sean excesivas porque en 215 se permiten detraerle a este ejército los reclutas bisoños para mandarlos a Sicilia (Livio XIII,25,13)
Los menos aptos del ejército del dictador también serían enviados allí, sin fijárseles término para el fin de su servicio excepto el prescrito para el servicio regular.

Pero aquí surge una de las dudas sobre que efectivos son para el ya recién elegido cónsul Graco y cuales para el sustituto de Postumio. En XXIII,25,11 leemos:
El ejército del dictador fue asignado al cónsul.
Esto indicaría que en ese momento en que sólo hay un cónsul (Graco), sería él quien se hiciese cargo de dicho ejército. Pero el tema no es tan sencillo.

Lo primero sería preguntarse quien componía el ejército de Pera. En XXII,57 Livio cuenta:
Por la autoridad de los Padres, se nombró dictador a Marco Junio y jefe de la caballería a Tiberio Sempronio. Estos ordenaron un alistamiento y se inscribió a todos los que tenían más de diecisiete años, e incluso a algunos que aún vestían la pretexta; con tales reclutas se formaron cuatro legiones y mil de caballería. También mandaron decir a la confederación latina y a otros estados aliados que alistaran soldados de acuerdo con los términos de los tratados. Se ordenó tener dispuestas corazas, proyectiles y otros materiales y se retiraron de los templos y los pórticos los antiguos despojos de los enemigos. La escasez de hombres libres hizo necesario un nuevo tipo de reclutamiento; se armó con cargo al erario público a ocho mil jóvenes robustos, de entre los esclavos, tras preguntarles si estaban o no dispuestos a servir.
Esto significa que de las 4 legiones romanas alistadas, 2 son de esclavos. Precisamente esas son las que Graco mandará al año siguiente ya de cónsul.

Pero, ¿estos esclavos salieron con el ejército de Pera o no estuvieron listos hasta comienzos del año siguiente?
En XXIII,14,4-8 se dice:
La fuerza entonces disponible estaba compuesta por las dos legiones que habían sido reclutadas por los cónsules a principios de año, la leva de esclavos y las cohortes alistadas en territorios del Piceno y de la Galia Cisalpina. El dictador decidió aumentar aún más sus fuerzas mediante la adopción de una medida a la que sólo un país en un estado casi desesperado podría rebajarse, cuando el honor debe ceder el paso a la necesidad. Después de cumplir debidamente con sus deberes religiosos y obtener los permisos necesarios para montar su caballo, publicó un edicto por el que todos los que hubieran resultado culpables de delitos capitales o que se encontraran en la cárcel por deudas y estuvieran dispuestos a servir bajo sus órdenes, quedarían libres del castigo y se cancelarían sus deudas. De esta manera fueron alistados seis mil hombres, y él los armó con los despojos tomados a los galos y que habían sido llevados en la procesión triunfal de Cayo Flaminio. Partió así de la Ciudad con veinticinco mil hombres.
Las dos legiones reclutadas por los cónsules a que se refiere, cabe suponer que son legiones urbanas reclutadas a principio del año 216 (probablemente para sustituir a las formadas en 217 (Livio XXII,10,10-11) que previsiblemente se unen a los ejércitos consulares de Cannas).

Luego habla de la leva de los aliados, que de acuerdo a la tradición debía ser de igual o ligeramente superior en número a lo reclutado por los romanos. Adicionalmente Pera recluta a 6.000 ex-convictos. El total de efectivos "romanos" de este ejército ascendería a unos 14-16.000 soldados (8-10.000 de las legiones urbanas existentes y 6.000 ex-convictos), a los que habría que sumar unos 9-11.000 aliados hasta totalizar los 25.000 efectivos con los que Pera parte de la ciudad.
Pero en la descripción de este ejército de Pera no se dice nada de los 8.000 esclavos, que serían la base de dos legiones, las cuales junto al respectivo contingente aliado, constituirían un segundo ejército. Por las numerosas menciones posteriores, sabemos que es este segundo ejército el que mandará Graco en 215. Tras ser elegido Fabio Máximo como cónsul sufecto sustituyendo al dimitido Marcelo (sufecto a su vez de Postumio), se hace cargo del ejército de Pera (XXIII,23,32):
Los cónsules dividieron los ejércitos entre ellos: el ejército que estaba en Teano, que había estado mandando el dictador Marco Junio pasó bajo el mando de Fabio, Sempronio se hizo cargo de los esclavos voluntarios y de veinticinco mil soldados proporcionados por los aliados....
Esto pareciera indicar que los esclavos no estaban en el ejército de Pera, o bien que se desgajan de él si han llegado a pertenecer. Lo que parece que es nuevo es el abultado contingente de aliados, que junto a los 8.000 esclavos elevaría el total de hombres de Graco a 33.000.

Hay que tener presente que en 215 hay un tercer ejército que se forma o más bien que se remodela. Se trata del que se hace cargo Marcelo en sustitución de los desterrados. Estos son unos 10.000 hombres. Cifra coincidente con dos legiones. Precisamente se cuenta que este relevo se hace con las legiones urbanas y tomando los efectivos que se necesite del ejército que viene de Sicilia. Livio XXIII,25,15-16:
Las dos legiones alistadas en la Ciudad se asignaron al otro cónsul que sucediera a Lucio Postumio; se dispuso que sería elegido tan pronto se obtuvieran auspicios favorables. Las dos legiones de Sicilia serían llamadas a la mayor brevedad posible, y el cónsul a quien se asignaran las legiones de la Ciudad obtendría de aquellas los hombres que precisase.

y Livio XXIII,31,2-3-4:
En lo referente a los ejércitos, se decretó que Tiberio Sempronio debía fijar un día para que las dos legiones ciudadanas fueran a reunirse en Cales, y que desde allí marcharían hacia el campamento de Claudio que dominaba Suésula. Las legiones que allí estaban, en su mayoría tomadas del ejército que combatió en Cannas, debían ser transferidas por Apio Claudio Pulcro a Sicilia, y las legiones en Sicilia debían ser traídas a Roma. Marco Claudio Marcelo fue enviado a tomar el mando del ejército que había recibido la orden de reunirse en Cales, y recibió la orden de llevarlo hasta el campamento de Suésula.
Pero si las legiones urbanas creadas en 216 son la base del ejército de Pera, necesariamente estas dos legiones urbanas que integran el ejército de Marcelo fueron reclutadas tras Cannas para suceder a las anteriores. Lo que implica que tras la famosa batalla lo que se hizo fue echar mano de las legiones urbanas existentes junto a contingentes aliados y los convictos para formar un ejército (el de Pera), y se reclutó cuatro legiones nuevas. Dos de ellas de esclavos, para formar un segundo ejército, y otras dos como nuevas legiones urbanas que ya en 215 son las que relevan a los desterrados en el ejército de Marcelo (que es el cónsul sufecto elegido inicialmente para reemplazar a Postumio Albino.

Pero, ¿cuándo estuvo listo este ejército de esclavos?
Graco ordena que su ejército se reuna en Sinuesa (XXIII,32,12):
Tiberio Sempronio hizo saber a sus soldados la fecha en que debían reunirse en Sinuesa
Aparentemente este no es el cuartel de invierno del ejército de Pera pues el mismo se encontraba en Teano Sidicino. Luego la cosa apunta a que el ejército de esclavos, aunque se ordenara su formación después de Cannas, no estuvo preparado hasta la primavera de 215. La siguiente alusión a este ejército consular está en Livio XXIII,35,8:
El cónsul Tiberio Sempronio había, entre tanto, purificado a su ejército en Sinuesa, el punto de encuentro designado, y después de cruzar el Volturno asentó su campamento cerca de Literno.
que viene a confirmar que su punto de reunión fue en Sinuesa, desde donde penetra en Campania para dar comienzo a la campaña de 215.

Pero toda esta cronología de hechos, ¿dónde sitúa el asalto al campamento de Pera? Pues parece lógico pensar que lo primero que hiciera Aníbal en cuanto llegó a Casilino fuera meter el miedo en el cuerpo a Pera. La actitud de Graco de eludir el enfrentamiento se puede explicar como posterior al incidente. Por ello me inclino a pensar que probablemente este asalto fue antes de finalizar 216 y al muy poco de llegar el ejército romano a la zona de Casilino.

Un saludo


de guiner
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Mensaje por de guiner »

Estimado capricornio, vamos a ir por partes que menudo trabajo has puesto. Vamos a ver si aclaramos un poco el inicio de tu kilométrico post porque si te respondo a todo nos liamos; por lo menos yo.

Marco Junio Pera sale de Roma con su ejército:
XXIII,14,8:Partió así de la Ciudad con veinticinco mil hombres.


Es XXIII, 14, 4 pero sí:

"ea sex milia hominum Gallicis spoliis, quae triumpho C. Flamini tralata erant, armauit, itaque cum uiginti quinque milibus armatorum ab urbe proficiscitur"

Claudio Marco Marcelo abandona con su ejército Casilino para ir en socorro de Nola:
XXIII,14,15-16:Marcelo dio las gracias a los embajadores y les dijo que siguieran la misma política y aplazaran los asuntos hasta que él llegase. Dejó entonces Casilino hacia Calatia y desde allí marchó, cruzando el río Volturno, por los territorios de Satícula y Trébula, sobre las colinas que dominan Suessula, y llegó así a Nola.


Cierto. Marcelo se hallaba en Casilino con su ejército. Las últimas noticias que se tenían de él eran que, después de la batalla de Cannas, había sido enviado a Canusio (XXII, 57, 1, - 57, 7).


"ipse a Casilino Caiatiam petit atque inde Uolturno amni traiecto per agrum Saticulanum Trebianumque super Suessulam per montes Nolam peruenit"

Es XXIII, 14, 12-13, no XXIII,14,15-16. Pero bueno. Tu traducción tiene una marcación diferente.

Inmediatamente después de la 1ª batalla de Nola


Espera. Aquí te saltas que, tras la llegada de Marcelo, Aníbal sale del territorio nolano y se acerca a Nápoles. Hay que tener en cuenta que le urgía apoderarse de una plaza fuerte costera a la que pudieran llegar las naves desde Africa sin peligro. Nápoles estaba defendida por el prefecto M. Junio Silano . Aníbal desiste de atacar la ciudad y se dirige hacia Nuceria. Después de un prolongado asedio acepta la rendición por hambre de Nuceria. La ciudad es saqueada e incendiada. A continuación se dirige otra vez hacia Nola, la cual ya había sido ocupada por Marcelo.

Ahora si que llegamos a la batalla. Livio dice:

"Lo cierto es que difícilmente me atrevería a afirmar -cosa que hacen algunos historiadores- que perecieron 2.800 enemigos mientras que los romanos no sufrieron más de 500 bajas".

"uix equidem ausim adfirmare, quod quidam auctores sunt, duo milia et octingentos hostium caesos non plus quingentis Romanorum amissis"

XXIII, 16, 15.


Aníbal se dirige a Acerra, la cual comienza a asediar, cayendo rápidamente. Tras esto se encamina a Casilino.
XXIII,17,9-10: Después de saquear y quemar Acerra, Aníbal marchó a Casilino como consecuencia de la información que recibió sobre la marcha del dictador hacia Capua con sus legiones. Temía que la proximidad del ejército romano pudiera provocar una contra-revolución en Capua


Es XXIII, 17, 7. Pero ya no lo voy a indicar más. Tu traducción va acelerada. :mrgreen:

Aparentemente el ejército de Pera pareciera buscar relevar en Casilino al ejército de Marcelo que había marchado a Nola, o acudir en socorro de la localidad que ha comenzado a ser asaltada por el ejército púnico sin que aparentemente haya hecho acto de presencia el ejército de Pera, cosa que leemos en Livio en XXIII,18. Aníbal inicia el asalto, resultando fallido. Es curioso que en XXIII,18,8 comenta que Aníbal está a punto de barrer a los defensores en una salida al lanzar contra ellos los elefantes. Pero ¡si ya no le quedaban! No logra sobrevivir a Trebia más que uno. La siguiente remesa de 40 le llega con Bomílcar ya entrado el año siguiente (215) con motivo de la 2ª batalla de Nola.


Un inciso. ¿De donde sacas lo de que Pera busca relevar al ejército de Marcelo; Marcelo ya se había ido y estaba en Nola, no sabemos si Pera había salido aun de Roma. Por su posterior llegada si que se supone que era ese su propósito. Además, Casilino estaba bien defendida:

"En aquel momento ocupaban Casilino 500 prenestinos y unos cuantos romanos y latinos a los que había llevado hasta allí la noticia del descalabro de Cannas...y esas eran las fuerzas que los romanos tenían en Casilino. Se les suma también una cohorte perusina de 460 hombres...Y eran hombres más que suficientes para defender unas murallas tan reducidas."

XXIII, 17, 8-12.

Aníbal tiene que desistir de su empeño, fortifica el campamento con una pequeña guarnición y se retira a Capua, a sus cuarteles de invierno.

M. Junio Pera, y aquí voy a especular yo, es posible que llegara a las proximidades de Casilino tras la marcha de Aníbal a Capua. Y lo digo porque la siguiente vez que aparece el dictador es en XXIII, 19, 1-4:

"Pero como el invierno se iba ya atemperando, (Aníbal) tras sacar a sus soldados de los cuarteles de invierno regresa a Casilino, donde, si bien se habían detenido los ataques, sin embargo la prosecución del asedio había llevado a los vecinos y a la guarnición al último grado de necesidad. T. Sempronio estaba al mando del campamento romano por haber marchado a Roma el dictador (M. Junio Pera) a repetir los auspicios*"

*Por haber habido un defecto de forma

Graco acampaba cerca de Casilino y tenía órdenes de Pera de no actuar en su ausencia. Marcelo tenía problemas en enviar refuerzos debido a las súplicas de nolanos y acerranos por temor de un ataque de los campanos si las tropas romanas se retiraban de la zona. A esto tenemos que sumarle la crecida de las aguas del río Volturno.

Pero no acaban aquí las dudas


Estimado capricornio, vamos a dejar claro antes esta primera parte que si no nos liamos. El asunto estriba en ese lapsus de tiempo en el que se nombra a M. Junio Pera, osea, desde que sale de Roma con 25.000 hombres hasta que lo volvemos a ver otra vez en la ciudad repitiendo los auspicios. Esta segunda vez ya nos lo indica Livio que fue cuando "el invierno se iba ya atemperando"; nos quedaría por saber cuando sale de Roma. Si Cannas fue en agosto, luego tenemos unos 30 días de luto en Roma, luego se nombra a M. Junio Pera dictador, le toca reclutar tropas, sale de Roma pero le toca volver, poco tiempo tuvo el hombre.

Esto lo nombras más abajo como otra duda sobre el mandato de M. Junio Pera y la estancia en marzo de T. Sempronio Graco cerca de Casilino. Ten en cuenta que por esta época el calendario no iba muy equilibrado y los cónsules iniciaban su mandato en marzo; además que el cargo de dictador no tenía fecha de inicio sino 6 meses de duración.

PD: Los elefantes si que parece que le crecieron a Aníbal. :mrgreen:

Un saludo.


de guiner
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Mensaje por de guiner »

Vamos a seguir un poco más, estimado capricornio.

Pero no acaban aquí las dudas. Porque de acuerdo al relato de Livio (XXIII,18,12), Aníbal marcha a Capua a pasar el invierno con la mayor parte de su ejército, mientras mantiene el asedio de Casilino con unos pocos efectivos. Este comentario nos mete en febrero con el ejército de Aníbal en Capua y Casilino sin haber caído. Y su retorno sería cuando vuelve el clima suave (XXIII,19,1), lo que fácilmente nos lleva a marzo. Y en ese momento sitúa a Tiberio Sempronio Graco al mando del campamento romano pues Pera marcha a Roma para tomar nuevos auspicios (XXIII,19,3). De ser así los hechos, y dado que Cannas sucede a comienzos de agosto de 216, el mandato de Dictador de Pera habría expirado, y Graco ya estaría comenzando a ejercer de cónsul. Por otra parte, ¿cuándo se celebraron las elecciones consulares ese año? Esto significa que esos hechos, de suceder con ese protagonista (Graco), debieron de haberlo sido antes del final del invierno (diciembre-febrero). En cuyo caso toda la historia del ejército de Aníbal "acomodándose" en Capua, pierde toda credibilidad. Además, si los efectivos que asediaban la ciudad de Casilino eran escasos por estar el grueso de sus tropas en Capua, el ejército de Pera lo tendría relativamente fácil para romper el cerco.


El asunto de la finalización del cargo de M. Junio Pera ya lo comenté en el post anterior. El calendario no andaba muy bien por aquella época y a esto hay que sumarle que el senado estaba muy disminuido como bien comentas más adelante al mencionar a M. Fabio Buteón y su designación como dictador por seis meses sin comandante de caballería, ya que no era para dirigir la guerra sino para completar el senado.

Tras elegir a 177 nuevos miembros para el senado, Buteón abandona el cargo. Y efectivamente, como también mencionas más abajo, Terencio Varrón se marcha de Roma esa misma noche para no ser retenido por causa de las elecciones. Ya lo habían hecho ir para elegir a un dictador que completara el senado.

Entre las idas y venidas de Varrón y de Pera, al que ya mencioné que tuvo que volver a Roma para repetir los auspicios por un defecto de forma, no veas como estaban las cosas. :mrgreen:

De nuevo hay otra contradicción en XXIII,19,4:
XXIII,19,4: Marcelo deseaba igualmente ayudar a la guarnición sitiada, pero fue detenido por el desbordamiento del río Volturno y también por las súplicas del pueblo de Nola y Acerra, que temían a los campanos en caso de que los romanos retiraran su protección.
Acerra ya ha caído antes de que Aníbal se dirija a Casilino (XXIII,17,6). Y esa crecida del río no podía mantenerse todos los meses que se nos cuenta que dura el asedio que provoca hasta una hambruna.


Acerra sí había caido pero Livio se refiere a los acerranos que estaban en la zona de Nola. Ya nos menciona lo que hacen los habitantes de Acerra al inicio del asedio:

"antes de que concluyesen las obras del enemigo se escabulleron en el silencio de la noche aprovechando las fortificaciones aún no acabadas y la desatención de la vigilancia y por donde a cada cual empujó la seguridad o el azar, por caminos o campo a traviesa, buscaron cobijo en las ciudades campanas de las que tenían la certeza de que no habían cambiado de bando".

XXIII, 17, 5-6

Además, Livio habla de las súplicas de nolanos y acerranos, no de la ciudad de estos últimos:

"Tanto la crecida de las aguas del río Volturno como las súplicas de nolanos y acerranos..."

XXIII, 19, 4

Sobre la crecida del río y la situación de las tropas hay que tener en cuenta un párrafo en especial. Las tropas que ya mencioné y que estaban dentro de Casilino:

"se apoderaron de la parte de la ciudad que está a este lado del Volturno -pues está dividida por este río-..."

XXIII, 17, 10



En XXIII,19,18 leemos como Casilino se rinde.


Livio nos habla de los premios concedidos a los soldados prenestinos y perusinos que habían defendido Casilino a final de XXIII, 19 e inicios de XXIII, 20. Esto refuerza lo que ya comenté sobre las tropas que defendieron la ciudad.

Para medio aclarar la situación hasta ahora:

Imagen


-Tenemos al prefecto M. Junio Silano en Nápoles.
-Marcelo está en Nola.
-Aníbal pasa el invierno en Capua.
-Acerra ya ha caido.
-Casilino es defendida por los prenestinos y perusinos.
-El rectángulo azul es el campamento de Pera, el cual, tras la caída de Casilino se repliega a Teano.

Ten en cuenta que Livio mete muchos datos en un periodo relativamente pequeño de tiempo.

La cuestión sería simplificar las cosas y no pegar saltos espacio-temporales, que parecemos el Enterprise en Star Trek. :mrgreen:

PD: Las próximas dudas, estimado capricornio, mira a ver si puedes ir poniéndolas una a una. :rezo:

Un saludo.


capricornio
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Mensaje por capricornio »

Estimado Valerio:
Por no enrollarme mucho, a continuación, pongo los lugares y en algunos casos la fecha en que estimo que cada ejército y protagonista está durante estos acontecimientos (con el mismo color pongo cuando coinciden en algún sitio o momento):

Ejército de Marcelo: Ostia (mitad agosto)-Roma-Teano Sidicino-Canusio (mitad septiembre)-Casilino (principio octubre)-Calatia-Satrícula-Trébula-Suésula-Nola (mitad octubre)-1ª Batalla de Nola (mitad noviembre)-Suésula
Ejército de Aníbal: Cannas (mitad agosto)-Hirpinos (final agosto)-Neápolis (mitad septiembre)-Capua (principio octubre)-Neápolis-Nola (mitad octubre)-Neápolis-Nuceria (sitio hasta primera quincena noviembre)-1ª Batalla de Nola (mitad noviembre)-Acerra-Casilino (principios diciembre)-Capua (desde final diciembre a mitad enero)-Caída de Casilino (principios febrero)
Ejército de Pera: Toma posesión en Roma (mitad septiembre)-Alistamiento ex-convictos (principio de octubre)-Salida con su ejército de Roma (mitad noviembre)-Casilino (principios diciembre)-Caída de Casilino (principios febrero)-Teano Sidicino (mitad febrero)

Esta secuencia de hechos anterior a las elecciones, sitúa la caída de Casilino en torno a comienzos de febrero. Esto implicaría un asedio de aproximadamente dos meses de duración. Y es en este periodo desde inicio de diciembre hasta la caída de la localidad a comienzos de febrero en el cual debe ocurrir el episodio del asalto al campamento de Pera, el intento de suministro de Graco a los sitiados, el refugio invernal en Capua del ejército de Aníbal, el retorno de Pera a Roma para repetir ritos y la crecida del Vulturno.

Lo más crudo del invierno cabe pensar que sea la última semana de diciembre y la primera quincena de enero. Eso conlleva la presencia del grueso del ejército cartaginés en torno a Casilino en dos periodos de tres semanas cada uno: del 7 al 21 de diciembre y del 15 de enero al 7 de febrero. La llamada de Pera a Roma para repetir augurios debió ser a finales de enero. En ese periodo Graco trata de socorrer a los sitiados que ya estarían en situación crítica debido al hambre y al frío. También debe ser en esas fechas de finales de enero la crecida del Vulturno.

El ataque al campamento es situado por Polieno como ocurrido en torno a Casilino y por Frontino como realizado estando el Dictador en él. Esto cierra la horquilla temporal aún más. Después de invernar en Capua, el grueso de las tropas de Aníbal, coinciden en Casilino con el ejército romano y Pera presente en él, menos de dos semanas (del 15 al 30 de enero). Antes de invernar debieron coincidir unas tres semanas (del 7 al 21 de diciembre). A mi juicio las mayores posibilidades son que el asalto al campamento fuese del 7 al 21 de diciembre. Eso habría obligado a un repliegue romano y facilitado que Aníbal completara el cerco de la ciudad apenas llegado a sus proximidades. Recordemos que de acuerdo a Livio el primero en aproximarse a Casilino habría sido Pera y es eso lo que lleva a Aníbal a desplazarse a la zona a enfrentarlo.

Un saludo

PD: Viendo tu mapa, el Vulturno no habría impedido acercarse a Marcelo al lado Este de la ciudad de Casilino. Eso evidenciaría que sería en la mitad Oeste donde se concentra la guarnición. Al ser obligado el cruce del cauce para acceder a esa parte con el auxilio, se entiende que Marcelo no intentara hacerlo si el río venía crecido.


de guiner
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Mensaje por de guiner »

Estimado capricornio, ahora si que va cuadrando todo.

Lo único que añadir es que Marcelo también tenía en mente una posible defección de Nola si abandonaba la ciudad para acudir en ayuda de Casilino.

Ahora debemos suponer que las felicitaciones del senado a M. Junio Pera, a pesar de la caída de Casilino, fueron por sus levas y el tapón que le hizo a Aníbal en la parte sur de entrada al Lacio.

De momento y hasta las elecciones de 215 creo que la cosa ya va estando más clara.

Recibe un saludo.


capricornio
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Mensaje por capricornio »

Estimado Valerio:
Aunque las estimaciones de tiempos que he puesto pueden variar sensiblemente, de ser ciertos todos los hechos narrados, el tiempo necesario para que se lleven a cabo creo que no puede variar mucho más de dos semanas respecto a la estimación realizada. La suposición de los días más crudos del invierno es la parte más imaginativa pues dicho periodo muy frío puede iniciarse y acabarse en otras fechas. Pero de la descripción sabemos que es a mitad asedio. Y de la duración total de este, la estimación creo que es bastante ajustada teniendo presente los acontecimientos que suceden antes de él y justo después, los cuales tienen en algún caso una referencia temporal clara como es las elecciones y toma de posesión del nuevo cónsul y la duración de la Dictadura de Pera de la que sabemos cuando acaba y consecuentemente cuando empieza.

Destacaría también las virtudes de Tito Livio como gran recopilador de sucesos. Los cuales convenientemente complementados con otros autores da un relato bastante coherente de la mayoría de hechos. Aunque algunos los adorne con un carácter heróico, divino o mitológico, o trate de adjudicar al enemigo defectos que no tuvo, su mayor virtud consiste en contar los hechos muy pormenorizadamente, lo que permite hacer una reconstrucción de los mismos bastante buena. En este caso por ejemplo, de su lectura puede parecer que Casilino resistió muchos meses, cuando la reconstrucción permite ver que debió andar por sólo dos. El asedio de Nuceria tampoco excedió un mes y el de Acerra fue relámpago. La estancia de Aníbal en Capua a mitad del asedio de Casilino debió de durar no más de tres semanas, en las que difícilmente se pudo corromper y perder su virtud. Pero no es complicado ver que el periodo de frío extremo que cuenta, se habría producido cronológicamente en las fechas más crudas del invierno, lo cual es coherente. Que eso pudo provocar que el ejército de Aníbal se acuartelara y hacerlo en la cercana Capua tiene su lógica. Él mismo da tal profusión de detalles que no es difícil darse cuenta lo que puede estar exagerado de lo que encaja cronológica y razonadamente. Particularmente me parece el autor más completo para entender el conflicto.

Coincido plenamente contigo en la importancia que le dieron los romanos al bloqueo del paso de Campania al Lacio. Lo primero que hace Marcelo tras Cannas es mandar a su legión a Teano Sidicino. Y cuando trae a los derrotados en Cannas, los sitúa en Casilino. Pera se dirige a Casilino cuando inicia su campaña y finalmente inverna en Teano Sidicino. Quizás incluso en el mismo campamento que montara Marcelo con su legión marina.

Sin duda el reclutamiento dada la escasez de hombres disponibles fue un éxito y es posible que la felicitación fuera más por ese aspecto. Echando de mano de convictos, adolescentes, esclavos manumitidos y aliados, forma dos ejércitos, que aunque bisoños, permiten encarar la guerra y contener la rebelión del sur de Italia.

Aquí retomo a un punto que me genera duda. Dependiendo de la traducción que maneje, en XXIII,32,1 se lee (en español):
Los cónsules dividieron los ejércitos entre ellos: el ejército que estaba en Teano, que había estado mandando el dictador Marco Junio pasó bajo el mando de Fabio, Sempronio se hizo cargo de los esclavos voluntarios de allí y de veinticinco mil soldados proporcionados por los aliados; las legiones que habían vuelto de Sicilia se asignaron al pretor Marco Valerio; a Marco Claudio se le envió con el ejército que estaba acampado sobre Arienzo para proteger Nola; los pretores marcharon a sus respectivas provincias en Sicilia y Cerdeña.

Y en inglés:
The consuls divided the armies between them. The army which Marcus Junius the dictator had commanded fell to the lot of Fabius. To that of Sempronius fell the volunteer slaves, with twenty-five thousand of the allies. To Marcus Valerius the praetor were assigned the legions which had returned from Sicily. Marcus Claudius, proconsul, was sent to that army which lay above Suessula for the protection of Nola. The praetors set out for Sicily and Sardinia

En la traducción en español parece que los esclavos voluntarios hubiesen estado en el ejército de Pera al decirse que se hace cargo de los esclavos "de allí". En la traducción al inglés se dice que sencillamente que a Graco le tocó el ejército de esclavos junto a 25.000 aliados.

Mi latín :mrgreen: no me permite aclarar la duda. La diferencia es importante porque si los esclavos estuvieron con Pera, estaríamos hablando de un ejército compuesto por las dos legiones urbanas, 8.000 esclavos y 6.000 convictos, que sumarían aproximadamente los 25.000 hombres del total del ejército. No habría contingentes aliados. Si no es así, sí que habría componentes itálicos hasta un número de casi 10.000.
En esta segunda posibilidad, el ejército de esclavos se habría terminado de alistar en el primer trimestre de 215.

Un saludo


de guiner
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Mensaje por de guiner »

capricornio escribió:Aquí retomo a un punto que me genera duda. Dependiendo de la traducción que maneje, en XXIII,32,1 se lee (en español):
Los cónsules dividieron los ejércitos entre ellos: el ejército que estaba en Teano, que había estado mandando el dictador Marco Junio pasó bajo el mando de Fabio, Sempronio se hizo cargo de los esclavos voluntarios de allí y de veinticinco mil soldados proporcionados por los aliados


Para no meternos en latinajos, estimado capricornio, esta traducción que has puesto en castellano es más correcta que la que tienes en inglés. Te pongo la que yo manejo:

-"Los consules dividieron los ejércitos entre sí. A Fabio le correspondió el ejército de Teano, al frente del cual había estado el dictador M. Junio, y a Sempronio, los esclavos voluntarios que allí había y veinticico mil aliados"

Y en inglés:
The consuls divided the armies between them. The army which Marcus Junius the dictator had commanded fell to the lot of Fabius. To that of Sempronius fell the volunteer slaves, with twenty-five thousand of the allies.


Y ahora, te la pongo en inglés también:

-"The consuls divided the armies between them; the army at Teanum which M. Junius the Dictator had been commanding passed to Fabius, Sempronius took command of the volunteer slaves there and 25,000 troops furnished by the allies"

-Livy. History of Rome. English Translation by. Rev. Canon Roberts. New York, New York. E. P. Dutton and Co. 1912. 1.



¿Te das cuenta de la diferencia?. Esta traducción también es más correcta que la que tu manejas en inglés. La tuya, por no nombrar no nombra ni a Teano. :mrgreen:

La diferencia es importante porque si los esclavos estuvieron con Pera, estaríamos hablando de un ejército compuesto por las dos legiones urbanas, 8.000 esclavos y 6.000 convictos, que sumarían aproximadamente los 25.000 hombres del total del ejército. No habría contingentes aliados. Si no es así, sí que habría componentes itálicos hasta un número de casi 10.000.
En esta segunda posibilidad, el ejército de esclavos se habría terminado de alistar en el primer trimestre de 215.


Los esclavos (los 8.000 que nombras), efectivamente, fueron los que se ofrecieron voluntarios y que el estado había comprado y armado después de Cannas: v. XXII, 57, 11.

Y contingentes aliados, ya lo dicen las cuatro traducciones que hemos puesto: 25.000.

PD: ¿Creías que te ibas a salvar del latín?. :cool:

-"consules exercitus inter sese diviserunt. Fabio exercitus Teani, cui M. Iunius dictator praefuerat, evenit; Sempronio volones, qui ibi erant, et sociorum viginti quinque milia"


Un saludo.


capricornio
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Mensaje por capricornio »

Estimado Valerio, gracias por la traducción correcta.
Si el ejército de Pera era de 25.000 hombres y su composición era 100% romana (aunque los esclavos no fuesen ciudadanos, aparenta que todo el ejército es sacado de la propia ciudad sin que haya tropas aliadas: 10.000 de las legiones urbanas, 6.000 ex-convictos, 8.000 esclavos y otros 1.000 jóvenes algunos vistiendo aún la toga praetexta), cabe pensar que los 25.000 aliados de los que se habla para el ejército de Graco en realidad sean para equilibrar ambos ejércitos con mitad y mitad de cada. Además se dice que los más bisoños (que serían esos 1.000) marchan a Sicilia. Si adicionalmente le quitamos los 8.000 esclavos, el antiguo ejército de Pera se quedaría con sólo 16.000 hombres frente a los 33.000 (25.000 aliados + 8.000 esclavos) del de Graco. Parece más lógico que tras haber incorporado los romanos a 25.000 hombres tras Cannas (10.000 para las nuevas legiones urbanas que sustituyen a las idas con el ejército de Pera, los 6.000 convictos, los 8.000 esclavos y unos 1.000 adolescentes), los aliados aporten otros 25.000 y que estos sean distribuidos equitativamente entre ambos ejércitos. Por otra parte, si la leva fue así, evidencia que los aliados italicos tardaban más en incorporarse (imagino que por estar en provincias y probablemnte de origen más rural, aparte de que la base del ejército de Pera fueron las legiones urbanas ya existentes) que sus contrapartes romanas, porque estos aliados que mencionan para el ejército de Graco habrían llegado en marzo, mientras que el ejército de Pera de procedencia "romana", parece estar listo a mediados de noviembre (unos 4 meses antes) ¿Qué opinas?

Voy a volver a abusar con el tema de las traducciones del latín. Cuando citaste a Postumio Albino y su nombramiento, recordaste que es elegido cónsul por tercera vez (XXIII,24,4). Lo cual es cierto pues previamente había sido cónsul en 234 y 229 a.C. Pero la duda viene por la traducción al inglés que poseo que admite otra interpretación:

He then gave out the day for the comitia, at which the consuls created were Lucius Posthumius in his absence, being then employed in the government of the province of Gaul, for the third time, and Tiberius Sempronius Gracchus, who was then master of the horse and curule aedile.

La tercera vez que se indica aquí, puede tomarse como que el cónsul está ocupado en el gobierno de la Galia por tercera vez. En 216 se le cita expresamente como pretor para ese territorio nombrado en ausencia (XXII,35,7-8). Al ser elegido cónsul, también en ausencia parece evidente que va a permanecer en esa misma zona destinado. Esta posibilidad existe también porque el primer año sin ejército en la Galia parece ser el 215 tras ser aniquilado el contingente que manda el mismo Postumio Albino.Y eso implicaría que en 217 no dejó de haber contingente en la Galia (aunque Livio no lo menciona expresamente) y por tanto pretor. Y en ese caso pudiera ser que Albino ya fuese ese año gobernador, avalado además por el hecho de que en 216 se le nombra para el cargo "en ausencia". Si vas a cambiar de destino no tiene mucho sentido quedarte en el destino actual y no acudir a Roma a las elecciones. Hay además alguna evidencia más que pudiera apuntar a que en 217 hay un pretor en la Galia con un ejército. Con lo cual la expresión por tercera vez podría tener sentido de ser interpretada como aplicada al cargo de gobernador de esa zona (aunque el cónsul tenga un imperium superior al de pretor). ¿Cómo lo traducirías de la versión en latín?

Gracias de nuevo
Un saludo


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