Las campañas de Aníbal en Italia

Los conflictos armados en la historia de la Humanidad. Los éjércitos del Mundo, sus jefes, estrategias y armamentos, desde la Antiguedad hasta 1939.
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capricornio
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La Campaña de 211 a.C.
El año anterior acaba con Aníbal en las cercanías de Tarento donde de nuevo fracasa en el intento de toma de la ciudadela y en el posterior ataque a la colonia romana de Brindisi. Estando en la zona recibe una embajada campana que le informa de la desesperada situación de Capua, cercada esta vez por una doble empalizada con foso, tendida por los dos ejércitos consulares de Apio Claudio Pulcro y Quinto Fulvio Flaco, a los cuales se ha unido el ejército del pretor en Suésula, Cayo Claudio Nerón.

En Roma son elegidos nuevos cónsules Cneo Fulvio Centúmalo y Publio Sulpicio Galba en sustitución de Apio Claudio y Quinto Fulvio Flaco. Se ordena a los ahora procónsules proseguir con el cerco de Capua con sus respectivos ejércitos del año anterior.

Contando el desglose de Tito Livio (XXVI,1) y una cita de Polibio, ese año el despliegue romano habría llegado a 27 legiones. Estas serían:
Dos urbanas (reclutadas del año anterior 212 con muchas dificultades, al servicio del pretor urbano Cayo Calpurnio Pisón)
Cuatro en Sicilia (dos al servicio del pretor Cayo Sulpicio -las desterradas de Cannas y Herdonea- y dos del ejército del procónsul Marcelo)
Dos legiones "marinas" embarcadas en la flota de Sicilia (bajo mando de Tito Otacilio)
Dos en Etruria (bajo mando de Marco Junio Silano que para formarlas tomó en 212 las dos urbanas de 213 las cuales fueron sustituidas en Roma en 212 con muchos problemas).
Dos en la Galia (bajo mando del propretor Publio Sempronio Tuditano y reclutadas para ese destino en 214)
Dos en Hispania (bajo control de los procónsules Cneo y Publio Cornelio Escipión hasta que son casi aniquiladas a principio de la campaña)
Dos en Cerdeña (al servicio del pretor Lucio Cornelio Léntulo)
Una en Grecia con la flota allí operativa (bajo mando del propretor Marco Valerio Levino)
Cuatro en Capua (al servicio de los procónsules Apio Claudio Pulcro y Quinto Fulvio Flaco, la mayor parte de las cuales son licenciadas una vez se rinde Capua)
Dos en Suésula (bajo mando de Cayo Claudio Nerón y unidas al cerco de Capua, parte de las cuales partirán a Hispania una vez rendida la capital campana a cubrir las perdidas ocurridas con la muerte de los Escipiones)
Dos en formación y presentes en Roma (para servir con el nuevo cónsul Galba)
Dos por alistar (para servir con el segundo cónsul Cneo Fulvio Centúmalo)

Este despliegue plantea que los dos ejércitos consulares de ese año serían de nueva recluta. El hecho de que las legiones urbanas no se mencionen expresamente como integrantes del dispositivo que sale a enfrentar a Aníbal bajo los muros de Roma, hace pensar que o bien la mención a las dificultades en reclutarlas el año anterior (Livio XXV,5) indica que no llegasen a reconstruirse (o se hiciese de modo incompleto) y la alusión de Polibio a dos legiones en proceso de formación se corresponde con las urbanas y son estas las que persiguen a Aníbal en su huída (lo cual sería aventurado pues dejaría a Roma desprotegida). O bien los romanos estaban "relativamente" sobrados de efectivos y las dejaron en Roma mientras el nuevo ejército consular era el que salía a perseguir al púnico. Del relato de Livio (XXVI,28) sabemos que el año siguiente (210), los cónsules salientes (Galba y Centúmalo) dejaron ejércitos operativos, ya que Cneo Fulvio Centúmalo permaneció con el suyo de procónsul en Apulia, mientras el de Galba partió a la Galia para servir con el pretor Cayo Letorio.

Aníbal inicia la campaña dejando en el Brucio parte de su tren de suministro y partiendo con su caballería, elefantes y tropas ligeras a socorrer a sus aliados campanos. Mientras, la caballería conjunta campana y cartaginesa hostiga a los sitiadores romanos. Aníbal se presenta en Campania en un valle próximo al monte Tifata y toma la fortificación romana de Calatia. De allí se encamina a Capua donde trata de romper el cerco. En una doble maniobra desde el interior de la ciudad y desde el exterior, los aliados campanos y cartagineses atacan distintos puntos de la empalizada romana. Los procónsules despliegan sus ejércitos, Apio Claudio para repeler a los defensores salidos de la ciudad, y Quinto Fulvio Flaco para oponerse al ejército de Aníbal en la parte exterior. En el anillo interior los romanos consiguen empujar a los defensores hasta la puerta por la que han salido, resultando mortalmente herido el procónsul Apio Claudio Pulcro, pero en el exterior, algunas "cohortes" de infantería hispana apoyadas por elefantes consiguen penetrar la línea romana llegando hasta la empalizada del campamento, donde finalmente son rechazados sin lograr tomarlo. El volumen de bajas varía según las fuentes, desde unas pocas a varios miles, aunque no podemos olvidar que Aníbal parte con tropas ligeras, lo que explicaría que no se enfangase en combates frontales contra una infantería pesada romana y pueda ser más creíble la versión que minimiza la envergadura del combate o el desgaste sufrido en él (avalado por dirigirse inmediatamente a marcarse el farol de Roma, algo que con muchas bajas seria poco creíble).
Tras fracasar en su intento en Capua, Aníbal decide cambiar de estrategia y levanta su campamento dirigiéndose hacia el Lacio con la intención de llegar a Roma.

En este punto voy a seguir principalmente el relato de los hechos de Polibio que describe la llegada del cartaginés sin oposición hasta las cercanías de Roma por el NE de la misma, cruzando el río Anio y plantando su campamento en la cercanías ¡Aníbal ad portas!

Se produce una escaramuza de caballería entre romanos y númidas cerca de la porta Colina que termina con la retirada de los jinetes africanos hacia su campamento.

En ese momento en Roma se encontraba casi alistado uno de los dos ejércitos consulares de nueva formación de ese año. Este hecho resulta providencial para la suerte de la ciudad. Los romanos forman bajo las murallas ofreciendo batalla, la cual dependiendo de la fuente es rehusada o aceptada por el púnico. De cualquier modo, fuere por no llegar a sacar sus tropas, o debido a desatarse una tormenta que hace a ambos contendientes replegarse, el enfrentamiento no llega a producirse y Aníbal comienza su retirada.

En ese momento se inicia el saqueo de la comarca circundante con abundante toma de botín. El ejército romano bajo mando del cónsul Publio Sulpicio Galba inicia la persecución de los púnicos, destruyendo los puentes sobre el río Anio, de modo que obligan a Aníbal a vadear el mismo para poder cruzarlo. Esta ocasión es aprovechada por el ejército romano para atacar la retaguardia del convoy púnico que transporta una parte importante del botín, consiguiendo recuperarlo, atrapando a quienes lo custodiaban, no teniendo los hechos más graves consecuencias gracias a la intervención de la caballería cartaginesa. Tras cinco días de persecución y cerciorado Aníbal de la inutilidad de su movimiento al no conseguir distraer la atención de ninguno de los ejércitos sitiadores de Capua, decide urdir una emboscada nocturna contra el ejército perseguidor de Galba. Esa noche ataca y asalta el campamento romano, el cual consigue ser evacuado a una colina cercana, no sin tener antes bajas importantes. Liberado de su perseguidor pone camino al Brucio donde llegaría a Tisia. Esta localidad habría sido tomada por los romanos mediante traición. La llegada relámpago de Aníbal pone en fuga a la recién instalada guarnición romana, recuperando Aníbal el control de la plaza. Inmediatamente marcha contra la cercana Reggio a la cual está a punto de sorprender, pero finalmente consiguen evitar ser tomados.

Mientras los romanos logran la rendición de Capua y la de las dos últimas ciudades campanas en manos de los cartagineses, Atella y Calatia.

En Sicilia, Marcelo, tras haber conseguido a finales del año anterior la toma de Siracusa gracias a una traición y la derrota junto al río Himera del grueso del contingente cartaginés superviviente, conservando estos únicamente la ciudad de Agrigento, retorna en verano a Roma, siendo obligado a ceder el mando de su ejército en la isla al pretor de extranjeros Marco Cornelio Cethego. En medio de la pugna política contra él, se le concede una ovación y no un triunfo, argumentando que no ha logrado la pacificación total del territorio. También se le deniega el retorno de las legiones desterradas, desplegadas al oeste de la isla. El pretor Marco Cornelio además inicia la búsqueda de agraviados por Marcelo con intención de formar una comisión que se presente al Senado a exponer sus quejas. Ya sin Marcelo en la isla, se produce el desembarco de un contingente púnico de 8.000 soldados y 300 jinetes, el cual reaviva la sublevación de algunas localidades como Murgantia, Hybla y Macella. Al mismo tiempo los soldados desterrados descontentos por no poder retornar comienzan a tener un comportamiento negligente. Vencidos estos obstáculos, el pretor Marco Cornelio consigue hacerse con la situación y aplacar la rebelión.

En Hispania, a principios de año se había producido la derrota de los Escipiones en un período de un mes en las batallas de Cástulo e Ilorci, en las cuales los ejércitos romanos resultan destruidos y los procónsules muertos, perdiéndose alrededor de 20.000 hombres. Tras salvar in extremis la situación el tribuno Lucio Marcio con los soldados supervivientes del desastre, se envía con carácter urgente a Cayo Claudio Nerón por vía marítima con la mitad del ejército que poseía en Suésula, partiendo desde Puteoli. Al poco de llegar se pone en marcha y consigue cercar junto a un desfiladero a Asdrúbal Barca, quien negocia una rendición, período en el cual aprovecha para evacuar a su ejército de la comprometida posición en que se encontraba, engañando al romano.

En Campania, tras la pacificación total del territorio y el subsiguiente ajuste de cuentas, los ejércitos sitiadores son licenciados conservándose únicamente la mitad de uno de ellos formado por una legión romana y su "alae sociorum" asociada reforzadas.

Y de este modo concluye la campaña de 211.

Un saludo


capricornio
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La campaña de 210 a.C.

Tras la reconquista completa de Campania el año anterior y la casi pacificación de Sicilia, de la cual sólo queda un reducto cartaginés en el sur de la isla en torno a Agrigento, tras una primera elección consular fallida (uno de los candidatos renuncia por su condición física y el otro fallece), salen nombrados Marco Claudio Marcelo y Valerio Levino. La polémica rodea al primero que ve como llega una comisión de siracusanos al Senado a expresar sus quejas. Igualmente otra comisión de campanos llega para quejarse de Quinto Fulvio Flaco, el otro triunfador del año anterior. Estos hechos motivan que aunque inicialmente Sicilia es el destino de Marcelo, se opte por cambiarlo con Levino, pasando este a la isla mientras el primero tendrá a Italia por su área de operaciones. Recibe el ejército de Etruria como ejército consular y tras desplazarlo al Samnio comienzan las operaciones ese año. En la zona de Apulia se encuentra también el ejército del procónsul Cneo Fulvio Centúmalo, el cual opera en la zona en torno a Herdonea. En Campania, el ejército que llevó a cabo el sitio ha sido notablemente reducido, quedando con una dimensión de una legión romana y una alae sociorum reforzada.

Aníbal mientras tanto se encuentra acampado probablemente en el Brucio, pues es allí donde finalizó la campaña del año anterior. Las primeras noticias existentes son su desplazamiento a Apulia donde recibe a dos nobles de Salapia a los cuales escucha hablar el uno contra el otro sobre una conspiración. Tras atribuir esto a una rivalidad personal los deja marchar.

Pero uno de ellos ha urdido la traición y finalmente la consuma aniquilando a su guarnición de caballería númida, cayendo de este modo en manos romanas. Marcelo se hace cargo de la misma. Aníbal tras el duro golpe de la pérdida de la localidad de la que se dice era su amante Iris, y de la guarnición de caballería, retorna al Brucio, muy probablemente para reponer tan sensible pérdida.

Mientras, una flota romana de suministro a la ciudadela de Tarento es interceptada en Sapriportus por una flota tarentina la cual consigue destruir la nave capitana romana y apresar muchas de las otras. El resto consigue huir renunciando a llegar a su destino.

Sin embargo en tierra los romanos cosechan un éxito al sorprender una salida de forrajeros de la ciudad de Tarento a los campos vecinos y causarles un importante número de bajas.

Marcelo mientras se dirige con su ejército al Samnio donde toma al asalto la ciudad de Maronea. Tras eso prosigue en la misma zona conquistando de la misma forma la ciudad de Meles donde Livio nos habla del apresamiento de una guarnición cartaginesa de 3.000 hombres y abundante botín.

El ejército del procónsul Fulvio Centúmalo desarrolla una campaña de saqueo en torno a Herdonea, la cual espera que termine rindiéndose o cambiando de bando. Enterado Aníbal del desdén y negligencia con la que esto tiene lugar, decide salir del Brucio a marchas forzadas con tropas ligeras, presentándose ante la localidad de Apulia y ofreciendo batalla a los romanos bajo mando de Centúmalo. Ordena a su caballería atacar la retaguardia romana y el campamento de estos. Este ataque por detrás acarrea la desbandada de la VI legión que ocupaba dicha zona trasera y posteriormente la de la V, que ocupaba la vanguardia. El procónsul y once legados mueren en la acción. Tras esto Aníbal evacúa a la población de la ciudad hacia Metaponto (Lucania) y Thurium (Brucio), temeroso de que en cuanto se marche se plasme finalmente la traición de la misma.

Enterado Marcelo de lo sucedido se encamina con su ejército consular en busca de Aníbal, al cual logra interceptar junto a Numistro, entablando batalla campal de la cual no parece que ninguno de los contendientes obtuviese ninguna ventaja llegando hasta las horas de la noche. Al día siguiente los romanos vuelven a salir al campo de batalla pero los cartagineses rehusan el encuentro. Esa misma noche Aníbal emprende la huída. Marcelo deja una guarnición en la localidad y a sus heridos y sale en persecución del púnico que se dirige hacia Apulia. En las cercanías de Venusia se producen escaramuzas entre ambos ejércitos, tras lo cual prosiguen las operaciones en Apulia sin que se conozcan más combates.

En Sicilia se produce la caída de Agrigento y la conquista total de la isla por los romanos. Antes de retornar a Roma, el cónsul Levino recluta a 4.000 mercenarios en la región de Agathyrna y los manda a Reggio como refuerzo para realizar saqueos en el Brucio. Retornado a Roma Levino para organizar las elecciones consulares, deja al mando en la isla al pretor Lucio Cincio Alimento y ordena al jefe de la flota Marco Valerio Mesala que con la mitad de los barcos lleve a cabo una campaña de saqueo en territorio africano. Esta se lleva a cabo en Útica de manera exitosa tomando botín y prisioneros, que informan del envío a Hispania de Masinisa con un ejército de 5.000 númidas para reforzar a Asdrúbal Barca con la intención de que este pase a Italia desde allí.

Mientras en Cerdeña una flota cartaginesa asola las costas de la isla sin que el pretor pueda evitarlo pues cuando llega, ya han levado anclas.

Con estos acontecimientos finaliza el año. Es destacable que los romanos "sólo" opusieron a Aníbal el ejército de Marcelo y el de Fulvio Centúmalo en la zona de Apulia-Samnio, pues el medio ejército de Fulvio Flaco en Campania no participa en las operaciones, ni existían otros efectivos en Lucania o el Salentino. A raíz de la destrucción del ejército del procónsul Cneo Fulvio Centúmalo es el ejército de Marcelo el único que queda en activo para oponerse al púnico en dicha zona sur (en Etruria y la Galia había dos ejércitos más). Sin duda una ocasión de oro para Aníbal de haber podido derrotarle, pues en todo el Sur de Italia tan solo le hubiera quedado como rival el medio ejército de Campania. Hubiese sido una reactivación de la rebelión en el Sur.

Sin embargo es importante señalar que Marcelo no sólo comienza a seguirlo para evitar que se mueva libremente, sino que no rehuye el combate, impidiendo que pueda aprovechar la circunstancia de haber sólo un ejército consular en el sur de Italia. Y al final de la campaña, Aníbal ha perdido sus últimas posesiones en Apulia (Herdonea y Salapia) y retrocedido en el Samnio (Maronea y Meles).


Por último me gustaría añadir algo ocurrido en la campaña anterior sobre lo que dije que Livio no hablaba y que he podido encontrar en el libro XXVI,6 de su obra y que asemeja mucho la descripción que del asalto nocturno al campamento del ejército de Fulvio Flaco, perseguidor de Aníbal tras abandonar Roma, hace Apiano (Guerra de Aníbal, 7, 41).

Sin embargo Livio sitúa esto como narrado por algunos autores pero ocurrido en su campamento de Capua (durante la 2ª batalla). Este es el texto:

In other authors I find the battle to have been by no means so important, and that there was more of panic than fighting; that a party of Numidians and Spaniards suddenly bursting into the Roman camp with some elephants, the elephants, as they made their way through the midst of the camp, threw down their tents with a great noise, and caused the beasts of burden to break their halters and run away. That in addition to the confusion occasioned, a stratagem was employed; Hannibal having sent in some persons acquainted with the Latin language, for he had some such with him, who might command the soldiers, in the name of the consuls, to escape every one as fast as he could to the neighbouring mountains, since the camp was lost; but that the imposture was soon discovered, and frustrated with a great slaughter of the enemy; that the elephants were driven out of the camp by fire. However commenced, and however terminated, this was the last battle which was fought before the surrender of Capua.

Un saludo


capricornio
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La campaña de 208 a.C.
Tras el agitado final de año de 209 con la disputa entre el tribuno de la plebe Bíbulo y Marco Claudio Marcelo, este consigue alzarse con el consulado, siendo un subordinado suyo en Sicilia, Tito Quinctio Crispino, quien ocupará el otro puesto consular. Tras alistar los refuerzos necesarios para completar las plantillas de los que van a ser sus respectivos ejércitos consulares da inicio la misma. Marcelo prosigue al mando de su ejército del año anterior el cual permanece en Venusia, mientras Crispino se hace cargo del de Fulvio Flaco en Lucania. El ejército consular de Fabio Máximo del año anterior en Tarento pasa a manos del pretor en la zona del Salentino, Quinto Claudio Flamino. Por último en Campania permanecen efectivos próximos al medio ejército bajo mando ahora del procónsul Fulvio Flaco que toma las tropas que el año anterior comandaba Quinctio Crispino.
Aníbal acaba la campaña del año anterior replegándose al Brucio, por lo que cabe suponer que ese ha sido el lugar donde ha invernado.

Desde Lucania Crispino inicia las operaciones dirigiéndose al Brucio para asediar Locri. Le traen maquinaria de asalto desde Sicilia y comienza el cerco. Aníbal reacciona desplazándose con su ejército al cabo Lacinum al sur de Crotona. Crispino decide abandonar el cerco y dirigirse hacia Apulia al encuentro de Marcelo, mientras el pretor en Sicilia Lucio Cincio Alimento le toma el relevo con efectivos traídos desde la isla, al tiempo que la mitad del ejército con base en Tarento se desplaza desde allí a unirse a la operación.

Aníbal sale en persecución de Crispino, pero a la altura de Petelia tiende una emboscada con 3.000 jinetes y 2.000 infantes a los efectivos que vienen desde Tarento, avisado por los habitantes de Thurium. 2.000 romanos mueren y otros 1.200 son apresados. El resto retorna a Tarento.

En una posición entre Venusia y Bantia acampan ambos cónsules romanos en dos campamentos diferentes. Aníbal llega a la zona persiguiendo a Crsipino y acampa frente a ellos. Los cónsules sacan sus ejércitos presentando batalla pero el púnico rehusa aceptarlo ante la magnitud de los efectivos oponentes. Comienza un impás en el trascurso del cual los cónsules deciden hacer una salida de reconocimiento a una colina emplazada entre los campamentos romanos y el cartaginés. Durante la misma son emboscados por la caballería cartaginesa que mata a Marcelo y hiere muy gravemente a Crispino. Algunos prefectos aliados caen también en la celada.

Aprovechando la parálisis que esto provoca en las filas romanas, Aníbal se decide a explotar su éxito y decide tomar la relativamente cercana Salapia mediante engaño aprovechando que poseen el anillo consular de Marcelo. Sin embargo los romanos han sido más rápidos que él y han mandado mensajeros informando de la novedad a todas las localidades circundantes. Alertadas por esto, cuando llegan mensajeros de Aníbal haciéndose pasar por romanos con una carta del cónsul y avisando de la llegada esa misma noche de él a la ciudad, deciden a su vez tender una trampa a los púnicos. El general cartaginés adelanta una tropa de 600 aliados itálicos suyos vestidos como romanos, los cuales son dejados pasar a la ciudad, momento en el que las puertas se cierran de golpe y son masacrados por los defensores. Descubiertos sus planes, Aníbal decide retornar al Brucio a socorrer a Locri, lo cual hace a marchas forzadas adelantando efectivos ligeros y avisando a su guarnición en la localidad de su inminente llegada la cual se coordinará con una salida de los defensores.

Mientras el ejército consular de Marcelo se dirige a Venusia mandado por el hijo del cónsul fallecido, mientras Crispino se dirige con el suyo a Tarento donde invernará. El hijo de Fabio Máximo es enviado a Venusia a hacerse cargo del ejército de Marcelo.

Magón, jefe de la guarnición que defiende Locri, coordina con Aníbal el ataque sobre los romanos, siendo estos totalmente sorprendidos por la llegada de Aníbal, huyendo hacia los barcos de modo precipitado, abandonando la maquinaria de asalto. De este modo el sitio queda levantado. Parece que en este combate fuera apresado Lucio Cincio Alimento, pretor en Sicilia, pues es conocido que fue prisionero de Aníbal, cosa que aprovechó para escribir sobre la guerra aportando información del bando cartaginés (es un autor de referencia de Livio). Al año siguiente es sustituido como pretor en Sicilia. Livio no obstante se hace eco de un posible retorno de él a Sicilia y de la posibilidad de que fuera uno de los tres comisionados mandados a Crispino por el Senado para designar Dictador, lo cual no casaría con el haber sido atrapado en la batalla del asedio de Locri.

Roma envía tres comisionados a Crispino para que nombre un dictador para convocar las elecciones consulares, ante la imposibilidad de trasladarse por la gravedad de sus heridas. Estos le indican igualmente que el pretor de Tarento se haga cargo de las tropas de él y las distribuya en guarniciones para proteger a los aliados. Antes de acabar el año y como consecuencia de sus heridas Crispino fallece y en su lugar es enviado desde Etruria el pretor Cayo Hostilio Túbulo a hacerse provisionalmente con el mando de su ejército hasta que el nuevo cónsul llegue a relevarle.

Con estos eventos acaba la campaña de este año, que si bien no tuvo grandes enfrentamientos, sí fue pródigo en emboscadas (Petelia, Venusia, Salapia), en su mayor parte favorables a los cartagineses, y en la cual Aníbal pudo salvar a su aliada Locri por dos veces (de Crispino y de Cincio Alimento).

Un saludo


Isocrates
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Mensaje por Isocrates »

Antes de seguir, he visto que tengo una nueva medalla. Doy las gracias por ello a quienes me han propuesto (gracias Shrike por tu constancia :D) y a la autoridad competente.

Pero especialmente, y no puedo dejar de hacerlo habida cuenta de nuestra bien conocida amistad y estima mutua, a Capricornio, ya que cualquier evaluación honrada me lleva considerar esta medalla como suya en sus tres cuartas partes (bueno, por lo menos la mitad :D). Por supuesto, no dudo que seguiremos profesándonos el mismo afecto que hasta el momento


capricornio escribió:Supuestamente desde antes de la debacle de 211 de los hermanos Escipión, Sagunto estaba ya bajo dominio romano. En Almenara hay restos arqueológicos que apuntan a la posible ubicación de un campamento romano de los Escipiones en la zona. Si el territorio en cuestión era de dominio romano es posible que los movimientos dentro de él no estuviesen controlados por sus enemigos.


No es sencillo pensar que un movimiento de tropas de ese tipo pase desapercibido.


Aunque hay una mención específica en Livio (XXVI,20) relativa a que Asdrúbal Barca acampa en el invierno en la zona de Sagunto. El problema es un debate de mayor alcance y va ligado a que invierno se refiere realmente, y en que año llega realmente Escipión Africano a Hispania. Del relato de Livio parece deducirse que Nerón se presentaría a comienzos del verano de 211, y a finales del mismo llegaría Escipión, por lo que el invierno al que alude sería el de 211-210. La toma de Cartago Nova sería en 209 (algo también sujeto a discrepancia). Hay historiadores que retrasan la llegada de Escipión a 210, por lo que el invierno en que acampa Asdrúbal en sus proximidades sería el de 210-209. La cuestión es complicada, porque suponer una estancia de sólo 2-3 meses a Nerón tampoco es algo que cuadre demasiado. Aunque el escape de Asdrúbal pudiera ser un detonante de su cese, un relevo tan rápido (incluidas comunicaciones entre Hispania y Roma informando de los sucesos y el mes de traslado desde Italia), sólo tendría sentido si estuviese previsto de antemano ese refuerzo y el enviarlo con nuevos mandos fuese sólo cuestión de elegirlos (cosa que según cuentan fue objeto de debate). De cualquier modo, si el límite norte del dominio cartaginés es Sagunto, al menos hasta el invierno de 211-210, pensar que van a tener perfectamente controlados los movimientos de sus enemigos más allá de esa zona, no pasa de ser una suposición.



Pero hay una diferencia entre "perfactamente controlado" y no detectar un gran ejército hasta que llega a las puertas de Cartago Nova. Por no señalar que no quedaría más remedio que asumir que los cartagineses no tienen ni idea de lo que hacen los romanos en su zona de influencia, mientras los romanos tienen un conocimiento casi perfecto de lo que hacen sus rivales en un aplísimo marco geográfico de la suya. No es imposible, pero es realmente extraordinario.


He medido la distancia más directa entre Tarragona y Cartagena (por el interior de las provincias de Alicante y Valencia, actuales carreteras A-31 y A-35) y son unos 530 km, lo que arroja una media de 75 km/h. De Sagunto a Tarragona hay 230 km y de Sagunto a Cartagena unos 400 km por tanto.


75 Km, casi nada.


Y que hay quien pensaba que la diferencia de prestigio era suficiente como para merecer la pena falsear los hechos.

Pero ni en ese caso de intento de hacer pasar por asalto lo que era traición pasa a la historia como tal.


Esas cosas son como las cucarachas. Si sabemos de un caso en el que se intentó, es difícil creer que no hubiera casos en los que se consiguiera.


Como ya he comentado, solo si todo sucede en dos semanas puede considerarse que la acción de marcelo tiene alguna influencia. De hecho, ya que Anibal se marcha al llegar Aproximarse Marcelo habría que tener en cuenta que habría tardado más en irse de no haberse lanzado el romano sobre él.

Eso sólo sería cierto si Aníbal, tras los tres días de combates iniciase su marcha al Brucio antes de lo que lo hubiera hecho al enterarse de estar Caulonia bajo asedio (hecho del cual desconocemos en que momento tiene noticias e incluso si hubiese sido su preferencia cosa que ya vimos en Capua, Tisia o Locri en 212, 210 y 207 que no fue su prioridad). Pero aún en este supuesto de que Aníbal hubiera permanecido más tiempo en Apulia de no aparecer Marcelo de por medio, vale también hacer la lectura de que estando allí se hubiese enterado del ataque a Manduria o del propio a Tarento con más rapidez, estando aún más cerca para responder a los mismos (le hubiese bastado con reforzar la guarniciones). Luego el papel de Marcelo sí que parece determinante para obligarle a ir al Brucio, factor decisivo para alejarlo del principal objetivo romano de la campaña de ese año, Tarento.


Bueno, ninguna fuente nos dice que Anibal fuera al Brucio obligado. Por lo demás, por lo que sabemos el ataque a Manduria es bastante después y Marcelo podía haber esperado varios días, quizá incluso semanas, antes de "lanzarse sobre él" dando una mayor oportunidad a los de Caulonia, y dando también más tiempo a Fabio en Tarento.



Lo que no hace es confirmar que Marcelo derrotase a Anibal. Lo que no contradice la versión de Polibio

Quizás el gran desgaste al que alude Posidonio algo influiría en que tuviese que retornar a su base de operaciones.


Pero Posidonio no hace mención a que lo desgatara en ninguna acción concreta. Ni a que "tuviera que retornar" a ningún sitio. De hecho, más parece que se refiere al desgaste de la lucha continua que a ninguna gran acción en particular.

¿Genérica?
¿Qué hay de "genérico" en: "marcello nunca derrotó a Anibal? Parece una frase bastante concreta y clara.

Sí, genérica porque no concreta en que combates se enfrentaron ni como se desenvolvieron estos.


Concreta perfectamente los sujetos implicados.

"los romanos eran buenos generales" es una afirmación genérica "César era un buen general", no.


Por otra parte, ser derrotado por Anibal no era ninguna deshonra para una general romano, sin embargo haberle derrotado, ah... eso si hubiera sido algo extraordinario.

¡Dejaría de serlo! Livio cuenta como a Cneo Fulvio Flaco lo condenan a muerte y al final se la conmutan por el destierro. Hombre, decir que una derrota no es una deshonra.....


Quiero decir que "no era noticia". Lo extraordinario es ser quien derrotó a Anibal, no uno más de los derrotados por él.

¿Por qué "cambiarlo radicalmente"? El resultado es el que es: el ejército de Anibal se marcha y el de Marcelo no puede seguirle.

Pues si el resultado del combate es una derrota y me cuentan Livio y Plutarco que los romanos han tenido 3.000 muertes frente a 8.000 los cartagineses, y además el primero de ellos que los romanos persiguen hasta la puerta de su campamento a los púnicos cuando en realidad han sido ellos los derrotados, creo que si no es un cambio radical, poco le falta.
Aquí la cuestión es que porque el ejército ganador no siga al perdedor y sepamos que tuvo muchas bajas no se puede inferir la derrota del primero.


No "no siga", sino que quede tan afectado por la batalla que no sea capaz de seguirlo aún queriendo hacerlo su general. Y que a continuación quede acantonado e inmovilizado el resto de la campaña. No es solo que "no siga al perdedor"




¡Pues no hubo batallas en la 2GP con los ganadores no persiguiendo a los perdedores (Baecula, Trebia, Cannas, Dertosa, ...)! Y que además ese razonamiento no se le aplique a los cartagineses para el mismo combate si supuestamente ellos han ganado y están en plena forma. Lo lógico sería que terminasen de acorralar a Marcelo y sus supervivientes en su campamento, como hicieran en Cannas con los romanos que replegaron y permanecieron en sus campamentos.


En ninguna de ellas sabemos que el general al mando quería seguir adelante, y le fuera imposible. En cuanto a Anibal, no quería entablar batalla antes, y no quería volver a hacerlo después. ¿La prueba? Tras la batalla del segundo día, en la que ninguna fuente duda de la victoria cartaginesa, Anibal no tenía la más mínima intención de acorralar a Marcelo. Lo que quería Anibal, tras vencer en la batalla, era seguir su marcha. Y es exactamente lo que hizo después de volver a derrotar a Marcelo. Y Marcelo lo que quería hacer, incluso después de haber sido derrotado, era seguir plantando cara a Anibal. Lo sabemos porque es lo que hizo después de ser derrotado el segundo día. ¿Y que tuvo que hacer tras ser nuevamente derrotado? Arrastrarse hasta un lugar en el que acuartelar sus tropas y abandonar la campaña por el resto del verano.



Bueno, no me refiero que tuviera ejércitos mayores -aunque sea probable-, me refiero a que sus recursos, en forma de otros ejércitos operando en el teatro de operaciones, en forma de recursos económicos, de suministros y posibilidad de reclutar y reemplazar hombres, eran muy superiores a los de Anibal.

Para los enfrentamientos directos entre ambos, esos otros factores (alguno de ellos discutible), no tienen ninguna influencia en el resultado de las batallas.


Eso es altamente inexacto. Es suficiente suponer que Marcelo no pueda conseguir refuerzos tras la batalla de cara a la campaña del año siguiente. Por otro lado, por supuesto que tener varios ejércitos operando en los alrededores es un factor fundamental. Si solo hay un ejército Anibal puede arriesgar el desgaste de un enfrentamiento a cambio de aniquilarlo, con tres ejércitos y suministritos y reemplazos debe tener más cuidado.




Aníbal no perdía sus enfrentamientos con Marcelo por falta de suministros,



Simplemente, no los perdía. :lol: :lol:

ni porque a comienzos del año siguiente los romanos hiciesen una leva superior a la suya, ni porque tuviesen más recursos económicos (lo cual da para un debate), ni porque llegase un ejército romano de refuerzo a mitad batalla. El resultado de las batallas estaba ligado al comportamiento y dirección militar de los efectivos envueltos y no a esos otros factores.


No, es por la leva superior a la suya del año anterior; por los recursos para equiparlos e instruirlos el año anterior etc, etc...


Y el análisis de los contingentes empleados por Aníbal y Marcelo, parecen arrojar una paridad (excepto en los elefantes que es algo único del bando púnico), lo cual es lógico pues dos líderes militares inteligentes como eran ambos, no se hubiesen medido con una inferioridad patente de alguno de ellos frente al otro.


No solo el mantenimiento de la paridad dependía de esos recursos, sino que sería absurdo pensar que un "lider militar inteligente" no hiciera uso de ella a los largo de varias campañas.


¿Pero cómo no describir como se describió y celebró la primera derrota de Anibal en suelo italiano? La derrota del general que había masacrado más ejércitos romanos que nadie

Para empezar ningún general romano, excepto Escipión en Zama, consiguió aniquilar por completo un ejército de Aníbal. Luego las victorias de las que hablamos son de proporciones mucho menores. Suponen desgastes de mayor o menor porte a su ejército pero nunca desarticularlo, ni impedir su marcha.


Pues así fue la victoria romana contra, por ejemplo, Pirro. Y es célebre y celebrada.


Por lo tanto no es nada comparable a lo que Aníbal logra en Trebia, Tresimeno, Cannas, Silaro o Herdonea. En esas batallas los ejércitos romanos son destruidos en su mayor parte, sobreviviendo contingentes de pequeña envergadura comparados con el total. Incluso en Canusio, creyéndonos las cifras de muertos de Livio, hablaríamos de aproximadamente un tercio de bajas mortales, lo cual lo aleja de cualquiera de las derrotas romanas frente a él que he mencionado a efectos comparativos, y en donde no suele bajar del 75% las bajas cosechadas (entre muertos y prisioneros). La obra de Livio da muestras del pesar de Roma cuando se producía una derrota, cosa que excepto el caso de Canusio y la polémica con el tribuno, no vemos en ninguna de las otras batallas en las que se enfrentan Marcelo y Aníbal.


En lo que denominas "la polémica con el tribuno" vemos precisamente el malestar en Roma por la derrota. Por lo demás, como bien dices, acostumbrados a derrotas aniquiladores una derrota "normalita" no resulta tan grave y, además, siempre puede maquillarse. Más aún para quien, tras el saqueo de Siracusa, debía haber amasado una fortuna –que es una de las cosas que siempre hacía las cosas más fáciles en Roma-


Para las victorias, excepto la batalla del Metauro, y la mención a la ovación a Marcelo cuando regresa de Sicilia, no recuerdo ahora mismo ninguna otra en la que se citase que hubo celebración en Roma, ni en el caso de las victorias de Graco sobre Hannón, ni en las tomas por asalto, sitio o traición de numerosas localidades por Flaco o Fabio.


¿Y las victorias sobre Hannon se celebran mientras no se celebran las victorias sobre Anibal? Deberás reconocer que resulta algo extraño.

No se trata de invernar, sino de si su marcha al Brucio es algo extraórdinario que indica una derrota. En todo caso, no podría distinguirse por ello entre una derrota y una victoria que le desgastado.

Una vez que sabemos que las visitas de Aníbal al Brucio en ese periodo no son sistemáticas y sólo algunas de ellas para invernar, pues este hecho parece estar vinculado a la zona de operaciones en la que se desenvuelve en cada año, observamos a media campaña visitas que sólo pueden ir asociadas al hecho de sufrir un revés militar.


Solo por curiosidad ¿Que Anibal pase por el Brucio -quizá camino de Caulonia- demuestra que fue derrotado y que Marcelo retirara su ejército de la campaña y no volviera a a moverlo hasta recibir nuevas levas muchos meses después no demuestra nada? Vaya.

La dinámica de operaciones cartaginesa entre 216 y 212 muestra un ejército púnico bajo mando de Hannón operando desde el Brucio, llegando en sus movimientos hasta el Samnio caudino, Campania y Lucania, y otro ejército, el de Aníbal, moviéndose entre Apulia, Samnio caudino, Campania, Lucania, el Salentino e incluso en una ocasión el Lacio. El bárcida se apoya además en una serie de guarniciones que tiene desplegadas a lo largo de sus poblaciones fieles en esos territorios y en las que pareciera que invernan parte de sus efectivos al final de las campañas, a los cuales recogería al comienzo de las mismas. Aníbal, en un par de ocasiones se vale de Hannón para traerle refuerzos desde el Brucio a las zonas en donde se encuentra desplegado (2ª batalla de Nola en 215 y Metaponto en 207). Pero en otras ocasiones se dirige en persona al Brucio para volver nuevamente a la zona de despliegue (De Apulia al Brucio tras la pérdida de Salapia y retorno a Herdonea también en Apulia en 210, también desde Apulia regreso al Brucio tras Canusio y marcha a Tarento en 209, vuelta al Brucio tras sufrir una emboscada en el Salentino y marcha a Grumentum en 207).

En todos los casos esos movimientos van asociados a victorias romanas en batalla, en toma de ciudades con su guarnición o a gran desgaste del ejército cartaginés por participar en numerosas batallas sucesivas. No tenemos la cita literal, excepto en los refuerzos de Hannón, que ligue la vuelta al Brucio con la incorporación de efectivos para reponer bajas, pero a la vista de los hechos, y como tiene por costumbre desenvolverse el general púnico, es más que probable que esa fuera la causa.



Hace bien poco mantenías que Anibal había marchado desde Apulia directamente a Caulonia a levantar el sitio -cuando defendías que los tres días de retraso de Marcelo habían sido decisivos-. Si hubiera sido así, su paso por el Brucio era obligado. Así que a ti mismo te ha parecido hace bien poco que existía una explicación para el movimiento de Anibal que no tendría nada que ver con una derrota.


Evidentemente, la salida de Caulonia a Tarento y la caída de Tarento son acontecimientos muy próximos en el tiempo. Pero no hay nada que señale la proximidad entre esos episodios los de comienzos de la estación.

El vínculo lo establece la comunicación de Fabio con Marcelo y Fulvio Flaco coordinando las operaciones. Sabemos que responden a un plan previo. No se dice nada del momento exacto en que se desencadena cada una, pero el cercano despliegue geográfico de los ejércitos romanos, la proximidad de Manduria a Tarento (un solo día de marcha), el orden en que suceden los acontecimientos, la constatación de que en el objetivo principal hay una traición pactada, la falta de reacción a las operaciones entre Lucania y el Samnio caudino una vez caído Tarento, dibujan un panorama mucho más proclive a una rápida sucesión de acontecimientos, que no a una dilatación entre ellos que habría permitido a Aníbal acudir a todos los frentes, cosa que no ocurre.


Cosa que no ocurre por apenas un par de días. Por otro lado, que la traición de Tarento estuviera pactada al comienzo de la campaña es solo una especulación. Y aún con ella Anibal está a punto de "llegar a todo". Es casi inconcebible que los acontecimiento se desarrollen con tal rapidez. Y de ser así es materialmente imposible que Anibal reforzase y recuperase en el inexistente interín un ejército gravemente disminuido tras la derrota.
Otra posible derivada de que tenga que ser Aníbal quien auxilie Tisia al final de la campaña de 211 y Caulonia en 209, ambas en el Brucio es que ya no está operativo el segundo ejército cartaginés de Hannón, bien porque su envergadura haya menguado tras la 2ª batalla de Beneventum o porque se haya distribuido en guarniciones, como el contingente que reforzó Capua, o porque el propio Hannón fuera capturado en la misma Capua en 211 y el que se menciona en 207 sea otro.


En realidad, diría que nada indica que siguiera activo un segundo ejército cartaginés.


¿Otra "deducción lógica"? Porque ni Livio ni Plutarco dicen que Anibal cambiase su ruta original tras la batalla ¿No?

Lo que no dicen es ni cual era su ruta de huida


De hecho, ni tan siquiera dicen que estuviera huyendo.

inicial ni si la cambia o la deja de cambiar. Lo que cuenta Livio es que huye intentando eludir el combate y que tras producirse este en las mismas cercanías de Canusio, es cuando se dirige al Brucio. Antes del combate no dice donde se dirige, tan sólo que trata de eludir el enfrentamiento. En ningún caso afirma que tras la batalla mantenga la misma ruta que llevaba. El año anterior, tras combatir con Marcelo en Numistro, se dirige a Venusia donde se producen escaramuzas tras las cuales permanece en operaciones en Apulia sin retirarse al Brucio.


La cuestión, una vez más, es que si hubiera sido derrotado y eso le habría forzado a cambiar de planes, es extraordinario que ningún narrador romano lo dijera. Por otra parte, nada indica que Anibal hiciera algo distinto de lo que pensaba hacer tras su victoria del segundo día


Respecto a Flaco, análogamente a Marcelo es un político discutido. Su hermano es condenado a muerte por su derrota en Herdonea en 212 y su pena es conmutada por destierro gracias a él, lo que no es difícil imaginar que le debió costar bastante crédito político y quien sabe si incluso pecuniario. Militarmente derrotó a Hannón en Beneventum y es el único de los dos procónsules que conquistó Capua que aún vive. Su acción es probable que se extendiese con la persecución hasta Roma de Aníbal. En 209 y siendo de nuevo cónsul, termina la conquista de los Hirpinos y de la parte de Lucania lindera con ellos. En un proceso parecido al de Marcelo, en 210 es acusado de brutalidad por los habitantes de la ciudad capturada, consiguiendo una comisión de estos si no me falla la memoria llegar al Senado a plantear su queja a la vez que los siracusanos contra Marcelo. Creo que fue Shrike quien planteó las rivalidades políticas de Fabio con Marcelo, pero no parece descabellado que se pueda extender a Flaco y a Escipión Africano. No sé si Fabio pudo ser el instigador de las acciones, pero no se puede obviar que fue tan brutal como los otros en la toma de Tarento y sin embargo no sufrió campaña alguna en su contra por ello, al menos que conste. Sólo recuerdo las críticas de las que fue objeto durante su dictadura de 217 tras Tresimeno por no enfrentar a Aníbal, que le privó del mando de una parte de su ejército. Ya fuere por venganza o por rivalidad, es difícil no pensar en él como posible instigador de dichos acosos a sus rivales políticos.


Casi tan difícil como pensar que Marcelo o Flaco no fueran culpables de las acusaciones y que no sacaron una tajada descomunal de las victorias romanas para su propio peculio. Por las luchas de la época final de la república sabemos cuan ineficientes eran los tribunales de senadores para juzgar senadores. Por lo demás, que los “tropezones” propios fueran aprovechados en la vida política por los rivales, no significa que no existieran. Posiblemente las acusaciones eran todas esencialmente ciertas.




Eso, al margen de ni deducirse ni señalarse de ningún párrafo de Livio o Plutarco, es altamente improbable. Tan improbable como que el prudente Fabio organice una campaña sobre la base de que un brucio no va encontrar una muchachita más complaciente mientras él hace planes en Roma.

Se supone que del "enamorado" le han informado los romanos en Tarento. El control del individuo se hará a través de tarentinos afines a Roma, por lo que cualquier novedad en ese terreno podría ser detectada. Independientemente de que la causa real de la traición sea esa u otra menos prosaica, el tener un traidor "tocado" es una garantía de éxito fácil, algo que casa muy bien con la personalidad de Fabio de tomar pocos riesgos. Lo peor que le podía pasar era una especie de Salapia como la que padece Aníbal en 208 tras la emboscada a Marcelo y Crispino donde mueren unos 500 hombres.


Bueno, lo peor que le puede pasar es que el “enamorado” encuentre otra forma de ocupar su tiempo, o caiga enfermo o herido y Anibal llegue a tiempo de salvar Trento.

DE todas formas, sigue sin haber al inicio de la campaña la más mínima mención ni el menor indicio de que Fabio tuviera conocimiento de la existencia del traidor.
Respecto al área de operaciones de los distintos generales romanos, leemos en Livio XXVII,7:
Quintus Fabius Maximus for the fifth time, and Quintus Fulvius Flaccus for the fourth
having entered on their offices of consuls on the ides of March, on the same day, Italy was decreed as the province of both, their command, however, was distributed to separate districts. Fabius was appointed to carry on the war at Tarentum; Fulvius in Lucania and Bruttium. Marcus Claudius was continued in command for the year.

Aunque no aclara la jurisdicción de Marcelo, no parece muy lógico que sea mayor que la de los cónsules.


En buena lógica, sería la correspondiente para cumplir la misión que se le encomendara ¿Y qué misión se le encomendó?


Sí, hace falta dinero... vamos a ver... ¿Quien acababa de tomar una de las ciudades más ricas del mediterraneo occidental?

¿Y en manos de qué probable rival político ha caído una ciudad, tampoco manca en riqueza llamada Tarento (Livio XXVII,16)?


Tarento no solo había sido ya profusamente saqueada sesenta años antes, sino que nunca estuvo al nivel de Siracusa en riqueza y recursos.

/quote]
Sin ser mal pensado, no creo que estuviera a su alcance mucho menos que pudo estar al de Marcelo. Además, a ese señor Livio dice textualmente que se le dan 100 talentos extra para llevar a los de la ciudadela de Tarento (Livio XXVII,10):
There were drawn out as many as four thousand pounds of gold, from which five hundred pounds each were given to the consuls, to Marcus Marcellus and Publius Sulpicius, proconsuls, and Lucius Veturius, the praetor, who had by lot obtained Gaul as his province; and in addition, one hundred pounds of gold were given to the consul Fabius, as an extraordinary grant to be carried into the citadel of Tarentum. The rest.....
En Roma había muchos adinerados compradores de clientela y es difícil que todos coincidieran en la unanimidad para apoyar a un candidato como Marcelo. [/quote]

¿Pero quienes eran sus rivales para el Consulado? Porque sin saber ni tan siquiera eso no parece que tenga mucho sentido del dinero que tuviera, por ejemplo, Fabio.



Pues no. Si Manduria cae pocos días antes de iniciarse el sitio a Tarento, lo normal es que Anibal estuviera ya en caulonia. De hecho, si como señala usted en otro sitio, es posible que la noticia le llegase tras la caída de los mercenarios, entonces es posible que también la de Manduria le llegase después.

Cuanto antes ocurriera la caída de Manduria, más probabilidad de que pasara con Aníbal de camino hacia Caulonia sin haber llegado a ella. Eso es evidente. Lo que es claro es que la noticia de la caída de Manduria le debe llegar, en el caso más desfavorable para Aníbal, un par de días antes que la de Tarento. Y si cae varios días antes, con ese mismo número de días de antelación. Por ello existe la posibilidad de que cuando va camino de Caulonia sepa ya lo ocurrido con Manduria.


No, si “absolutamente imposible” no es. Simplemente ni tiene sentido ni hay nada en las fuentes que hagan pensar en ello.


Por otro lado, un contingente de 8.000 hombres refugiados en una elevación, no debe llevarle a Aníbal demasiado tiempo de superar (Livio XXVII,15). Pero si así fuese, por el hecho de parapetarse y decir textualmente Livio que la posición les libraba de un ataque inmediato, el panorama aún es peor para el púnico porque supone que pasa aún más tiempo en la zona y eso da más margen para enterarse de lo que pueda haber ocurrido en Manduria, que insisto que está a un día de Tarento. Es muy complicado que Aníbal no supiese nada de la presencia del ejército de Fabio en el Salentino y sobre la caida de Manduria antes de que se inicie el sitio de Tarento.


Si, como comentas, la diferencia entre los dos hechos es unos dos días, no hay nada de extraordinario que las dos noticias lleguen a la vez a quinientos kilómetros de distancia. Por lo demás, una cosa es la caída de Manduria, respecto a la cual poco se podía hacer una vez producida, y otra el sitio de Tarento que podía requerir tomar medidas “por si las moscas”. En todo caso, en condiciones normales Tarento hubiera resistido hasta la llegada de Anibal, ya que el ejercito de Marcelo ya no estaba en condiciones de interferir en su aproximación


¿No decía usted mismo que había reforzado su ejército en el Brucio?

Sí, Livio habla de la "más grande expedición". Lo cual no quita que en Tarento, su ciudad más importante, tuviese una gran guarnición -entre otras por tener que defenderse de los romanos de la ciudadela- con la que contase para la realización de acciones en la zona, mientras las de los Hirpinos y volcenses no es previsible que fuesen de magnitud parecida. Por ello es compatible el hacer el esfuerzo para salvar su principal posesión, hacerlo con un ejército disminuido pese a haberlo reforzado, y realizarlo contando además que posee un contingente importante al mando de uno de sus principales subordinados -Cartalo- en la posición que va a socorrer. Pero en los Hirpinos, aparte del ejército de Flaco, tiene a dos días de marcha al ejército de Marcelo en Canusio (supuesto que aún no se ha movido a Venusia). Y no hay datos objetivos para pensar que sus guarniciones en la zona sean de gran calibre. Aparte de que Flaco ya le ha rechazado en Capua durante un sitio con cerco, por lo que no debe tener demasiadas ganas de volver a medirse con él, al igual que le ocurría con Marcelo.


A lo largo de estos años Anibal no entra batalla si no resulta estrictamente necesario. Por lo demás, el significado de “ejercito disminuido” empieza a resultarme oscuro ¿Sue enfrentó a Marcelo con un “ejército disminuido”, según ese criterio?
Sigue usted sin explicarme porque Anibal no hace cruzar primero el botón, si tanta importancia tenía. Me limito a señalar que, si la intención de Anibal es la que nos cuenta Polibio- volver a Capua para sorprender a los sitiadores de una forma u otra- eso no se hace llevando un gran botín que te ralentiza. Así que es evidente que nunca pensó en llevárselo con él. Y es Polibio quien nos cuenta "el plan", yo me limito a señalar una consecuencia lógica del mismo.

Creo que es la primera vez que lo pregunta, pero la contestación es obvia. El paso de un río es algo lo suficientemente delicado como para embotellar al grueso de tu ejército contra el vado, esperando a que pase lo más lento. Máxime cuando tu enemigo te está pisando los talones.


Siempre empleando el lenguaje de forma que parezca que el ejército cartaginés huye. El caso es que los romanos no le “pisan los talones”, y nada hace pensar que se hubieran atrevido a atacar. Solo al encontrarse con la mayor parte del ejercito al otro lado del río inician su acosó, y pese a él lo único que no consigue pasar el vado es el botín. El botín se queda atrás, no por la imposibilidad material de hacerlo cruzar antes o después, sinio porque es evidente que Anibal no puede pretender llevárselo si va a realizar una marcha rápida sobre Capua –como efectivamente hizo-

No quiero imaginar si el enemigo cae en ese momento sobre tu ejército y este tiene al río a su espalda.


Eso sería si la única aproximación posible al río fuera la perpendicular, lo normal sería un enfrentamiento con el río aun lado. Pero no hay que olvidar que lo normal sería ningún enfrentamiento en absoluto

Un Tresimeno a la inversa cambiando lago por río.


:lol:
Eso es mucha imaginación. Con su superioridad en caballería y en terreno abierto ni en sus sueños más vívidos los romanos cogen por sorpresa al ejército cartaginés.

Pero es que además, si paso lo más lento primero, lo previsible es que la cabeza de tu columna deba esperarlo, porque lo más lento suele ir a la cola, precisamente por ser lento. Usted plantea detener completamente el ejército para esperar a esa cola y proteger su paso, dando tiempo a ser cazado contra un río todo el grueso de tus tropas. Y eso suponiendo que el otro lado del río está perfectamente reconocido y tenemos cierta certeza de que no hay efectivos enemigos de consideración, porque si no hemos hecho un pan como unas tortas.


Acampo un día más cerca del río y paso a la mañana siguiente, o hago salir ese día el bagaje por delante. O construyo un puente. Pensar que el Annio pidiera ser un problema para el ejército que había cruzado desde Hispania hasta Italia cruzando y vadeando infinidad de rios y torrentes de mayor caudal no me parece muy realista. Y, obviamente, antes de cruzar el río Anibal ha reconocido ambas orillas. Mande lo que mande por delante, antes ha ido la caballería a ver que había. Por otra parte, no es que proponga eso, Es que esas son algunas de las opciones principales si el objetivo fundamental de Anibal es saquear y llevarse botín de una zona rica. El caso es que no ser que resulta evidente que el botín le traía, en este caso, poco más o menos sin cuidado. Hiciera lo que hiciese no podía llevarselo en las marchas forzadas hacia Capua.



Aníbal debe conseguir botín permanentemente para poder pagar a sus tropas mercenarias. Ninguna rapiña es desdeñable. Atribuir a un mérito de él, el que los enemigos le destruyan un puente y le sorprendan al vadear el río capturándole parte del tren de saqueo no tiene asiento. No olvidemos que le alcanzan por tener que vadear, no por llevar botín, cuya velocidad no debe ser inferior a la del resto de su tren logístico.


¿El puente era suyo?
No se trata de atribuirle ningún mérito, sino de analizar los hechos ¿Iba a llevar el botín en unas marchas forzadas sobre Capua? Por otra parte, nada indica que Anibal fuese “sorprendido”. Y no olvidemos que le alcanzan porque parte del ejército ya ha cruzado, que en caso contrario no se hubieran acercado… como no lo habían hecho hasta ese momento. Por lo demás, me temo que lo habitual es que el botín sí sea más lento que el tren logístico –sea cual fuera el que llevase Anibal, era muy ligero, es capaz de sacar más de un día de ventaja marchando a un ejército romano que no lo precisa para moverse por su territorio-.

En las labores de forrajeo y saqueo, lo lento es la labor de rapiña en sí. El transporte es tan lento como el resto de transporte que de por sí debe llevar. Y ahí es donde Livio aporta al debate la existencia de versiones que defendían que el saqueo fue camino a Roma y otras que tras su partida de ella.


Parece evidente que, si Anibal planeó un viaje de “ida y vuelta” de Capua a Roma, tuvo presentes lo aspectos logísticos. Para una aproximación tranquila, robando, quemando y rapiñando todo lo necesario y un poco más, y una vuelta veloz para poder sorprender a las legiones que hubieran levantado el cerco. En esa “vuelta veloz” no podía haber labores de rapiña, saqueo o suministro.
Pues más de un día de marcha. Si Anibal se entera de que los ejércitos de capua no se han movido y ese día no se mueve, y además debe hacer unas cuantas horas de marcha por la noche para sorprender a los romanos, entonces es que lleva más de un día de marcha de ventaja.

Pero es que en ese supuesto los exploradores romanos avisarían que el ejército de Aníbal se había detenido durante el día y algo sospecharían los romanos, digo yo.

Pero es que el ejercito de Anibal se detuvo. Con gran inferioridad en caballería ligera es complicado enterarte de lo que hace el otro.


Ni Anibal tan estúpido como para no utilizar su ventaja en caballería cubriendo algo más que su ruta.

Pues hombre, no me veo yo a Aníbal cubriendo tanto territorio enemigo y desconocido como para controlar todos los caminos de acceso a Roma de modo que la incomunique de un insignificante mensajero a caballo y además anticipándose a todos sus potenciales observadores. Aparte de que ya en 211 muy probablemente Aníbal ya no es tan superior en caballería como lo es en los primeros años de la guerra.


En realidad, le basta con tener controladas las dos vías principales. Se trata de que el mensajero no llegue antes que él, no que no llegue. Por otra parte, como demuestra la “sorpresa” de Flaco, no era tan sencillo saber donde estaba Anibal, y hasta no tener seguridad de su marcha Roma (cualquiera) no iba a volver a mandar un mensajero para anular la petición de ayuda.


Sobre la reacción del ejército romano de Capua, si este esperó órdenes de Roma y fue él mismo el que informó al Senado de la ruta que seguía el ejército de Aníbal hacia el Lacio una vez abandona Capua, cabe pensar en cuatro días de retraso (dos de un mensajero de ida y otros dos de vuelta supuesta una decisión muy rápida acuciada por la urgencia). Si el ejército de Aníbal se retrasa por el camino saqueando y detenido por el puente destruido en Fregellae, se explica la recuperación de parte del margen. ¿Tanto como para que sea un ejército de Capua el que se exhibe bajo las murallas de Roma formado? ¿Son las legiones urbanas? ¿un ejército consular en formación para la campaña de ese año? Difícil respuesta.



Personalmente, en esta cuestión no creo que existan electos para dudar de Polibio. Sin duda, no eran un ejército de Capua.

Evidentemente, solo coinciden en que el ejército forma. Decir que el episodio es el mismo parece una tanto imaginativo.

(…) omito volver a copia las fuentes

No es sólo que los campamentos de ambos estén a las afueras de la ciudad, que el de Aníbal en ambas fuentes esté a una distancia similar y se de la referencia del río Anio, que los romanos formen las haces y lo hagan frente a las murallas y que al final no se produzca lucha entre el grueso de ambos ejércitos frente a la ciudad. Ahí están los textos para que cada cual juzgue. Puede cambiar el origen del ejército romano, la ruta de aproximación a Roma seguida por Aníbal, si hay o no una escaramuza de caballería o el hecho de si Aníbal llega a formar o no su ejército para la batalla, pero el lugar, el momento y el hecho de que los romanos forman frente a la ciudad alberga pocas dudas sobre que describen el mismo episodio. La diferencia principal entre ambos autores radica principalmente en la persecución de Aníbal una vez abandona Roma.


No, la diferencia principal es que Livio crea un episodio central imaginario con ejércitos formando y el tiempo impidiendo por dos veces la batalla y casi el propio Anibal reconociendo la protección “supeior” de la que goza la ciudad. Livio se pierde en una anécdota fantasiosa y ni entiende ni describe correctamente los movimientos de las tropas. Uno nos narra movimientos de tropas en el margo de una guerra, y otro episodios semi mitológicos y anécdotas varias.
No. Quien cambia sus planes tras la batalla es Marcelo. Lo que hiciesen con sus planes cada uno de ellos antes de la batalla no puede servirnos para deducir lo que sucedió en la batalla.

Hombre no es que sea la bola mágica, pero si tras una batalla uno abandona sus objetivos antes de ella, no es difícil deducir que dicha batalla te ha influido notablemente. Sobre los planes de Marcelo previos lo único que sabemos es que recibió la orden de "endurecer" las operaciones al máximo. Si forzó a Aníbal a abandonar Apulia y dejar sus planes iniciales de sublevar Canusio, y además le desgastó como para tener que recoger refuerzos en su base y le retrasó quizás decisivamente como para permitir concluir las operaciones en el área del Salentino antes de que llegara, creo que el papel de Marcelo no es desdeñable. A costa de elevadas pérdidas, pero de importancia decisiva.


Tras la batalla del día anterior –en la que había vencido- Anibal no pensaba hacer nada distinto a continuar su ruta. Y Marcelo pensaba impedírselo. Por lo demás espero que te des cuenta que es contradictorio darle a Marcelo simultáneamente el mérito de que Anibal abandone antes Apulia… y de que se retrase en hacerlo. Que tuviese que recoger refuerzos es una especulación y, además, por lo que sabemos los hubiera solicitado igual antes de dirigirse a Tarento (cómo así hizo). Sinceramente, no se ve la importancia decisiva de Marcelo por ninguna parte. Bueno, sí. Al dejar libre a Anibal desde prácticamente el inicio de la campaña consigue que casi llegue a tiempo a Tarento.


Those heroes that shed their blood and lost their lives... You are now lying in the soil of a friendly country. Therefore rest in peace. There is no difference between the Johnnies and the Mehmets to us where they lie side by side now here in this country of ours...
capricornio
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Mensaje por capricornio »

Lo primero es agradecer las palabras de todos, los que han nominado por acordarse de uno y al premiado por esas líneas que me ha dedicado pese a nuestra rivalidad forística, a veces ciertamente intensa. Pero como dice el refrán, "A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga", así que a disfrutarla y a seguir con el debate. Ya puedo ponerme de nuevo el cuchillo en la boca :D

Aunque los acontecimientos han sido tratados y discutidos largo y tendido y el mapa con los movimientos expuesto en un post previo, pongo un resumen de toda la campaña del año 209 a.C.

Imagen

La campaña de 209 a.C.
Quinto Fulvio Flaco es nombrado Dictador por Marcelo para convocar las elecciones consulares tras negarse Levino a hacerlo (se lo proponía la asamblea popular y además hay que recordar que el año anterior, cuando venía de Grecia a Roma a tomar posesión de su cargo como cónsul, Levino recogió a la comitiva de Capua que acusó a Flaco de brutalidad tras tomar la ciudad). Como resultado de las mismas salen elegidos cónsules el propio Fulvio Flaco y Fabio Máximo. Tito Quinctio Crispino es nombrado pretor en Campania para sustituir a Flaco haciéndose cargo de su medio ejército del año anterior (1 legión + 1 alae sociorum), Cayo Aurunculeyo como pretor en Cerdeña con las mismas dos legiones, Cayo Hostilio Túbulo como pretor urbano y Lucio Veturio Filón como pretor en la Galia. Cayo Calpurnio Pisón proseguirá en Etruria siendo su ejército ahora las dos legiones urbanas del año anterior. Las dos legiones que servían el año anterior en Etruria pasan a Lucania bajo mando de Quinto Fulvio Flaco. El ejército que mandaba Valerio Levino en Sicilia pasa a Tarento bajo control de Fabio Máximo. Se trata de dos veteranas legiones reclutadas en 214 para servir en la Galia Cisalpina donde permanecieron hasta que en 210 Valerio Levino las llevara a Sicilia a sustituir al ejército de Marcelo en la isla. Marcelo prosigue con su mismo ejército del año anterior en Apulia. En Sicilia, en la parte occidental sigue de procónsul Marco Valerio Levino y el Pretor Lucio Cincio Alimento en el antiguo reino de Siracusa. Cada uno con efectivos próximos a un ejército, repartiéndose las legiones desterradas que se refuerzan con los 3.336 supervivientes derrotados en la 2ª batalla de Herdonea del año anterior e incorporando un ejército de mercenarios que había estado al servicio del reino de Siracusa, además de los jinetes númidas de Mutines. En Hispania sigue Escipión Africano. 70 quinquerremes permanecen en Sicilia bajo mando de Marco Valerio Mesala y repartidos en cada mitad de la isla, mientras otros 30 viajan a Tarento con Fabio Máximo. En Grecia prosigue Galba con su flota. El año anterior, tras la conquista total de Sicilia por Levino, reclutó a unos 4.000 mercenarios los cuales mandó a Reggio. Este año el contingente allí se eleva a un total de 8.000 hombres. Para servir en Roma se reclutan dos nuevas legiones que sustituyan a las que han marchado a Etruria. Livio cuenta que los cónsules se distribuyen sus zonas de operaciones (Flaco lo hará en los Hirpinos, Lucania y Brucio y Fabio en el Salentino) y acuerdan un plan cuyo objetivo último es recuperar Tarento. Fabio ordena a Fulvio y Marcelo que endurezcan al máximo las operaciones para mientras él, poder llevar a cabo su campaña en el Salentino.

El inicio de operaciones parece ser en el Brucio cuando el contingente de 8.000 hombres de Reggio, comienza a asolar la campiña alrededor de Caulonia. Culminada esta operación inician el asedio de la ciudad.

Aníbal parece haber invernado o bien en Apulia (donde acaba la campaña anterior), o en la zona de Tarento (Zonaras). Lo cierto y verdad es que el primer movimiento que se le conoce es en Apulia donde se encamina tratando de rebelar a la población de Canusio de acuerdo al relato de Livio. Marcelo que ha debido acampar en la misma provincia, saca a sus tropas de los cuarteles de invierno y se dirige en persecución de Aníbal. Este trata de evitar el enfrentamiento levantando su campamento y alejándose del lugar, pero es finalmente alcanzado por Marcelo que comienza una refriega cuando el púnico inicia el montaje de su campamento. Tras esta primera escaramuza finalizada al acabarse la luz, ambos ejércitos acampan. Al día siguiente Marcelo ofrece batalla y Aníbal la acepta. Los púnicos comienzan a presionar y el ala derecha romana cede. Marcelo trata de relevarlos pero la maniobra es un fracaso y se produce una desbandada que se salda con 2.700 muertos.

Al día siguiente, tras exhortar a sus hombres, Marcelo vuelve a ofrecer batalla que es aceptada por Aníbal. En sus alas se encuentran sus legados Cayo Claudio Nerón y Lucio Cornelio Léntulo mientras en el centro es el propio Marcelo quien coordina los movimientos. La batalla permanece igualada hasta que Aníbal ordena una carga con elefantes que cosecha un éxito inicial pero finalmente son repelidos volviéndose contra sus propias lineas lo que aprovechan los romanos para contraatacar en esa zona. Los púnicos se dan a la desbandada y Marcelo ordena a su caballería cargar tras ellos. En la puerta del campamento cartaginés mueren dos elefantes ralentizando la entrada, lo que facilita la labor de los romanos. La batalla se salda con 3.000 muertos en las filas romanas y 8.000 en las púnicas de acuerdo a Livio y Plutarco. Esa misma noche Aníbal marcha hacia el Brucio, mientras Marcelo permanece en la zona debido al gran desgaste que han sufrido sus tropas.

En los Hirpinos y la zona de Volcei, Fulvio logra el cambio de bando de varias localidades que no dudan en entregar a sus guarniciones púnicas a los romanos.

Aníbal se dirige a Caulonia, donde avisados los mercenarios adoptan una posición defensiva que les permita aguantar. Finalmente se rinden al general púnico.

Mientras Fabio ha lanzado un ataque sobre Manduria, la cual lograa tomar capturando una guarnición de 4.000 hombres, marchando hacia Tarento. Tras seis días de sitio y ayudado por un traidor, consigue entrar en la ciudad, capturando 30.000 prisioneros y abundante botín.

Enterado Aníbal del asedio de Tarento parte desde el Brucio a socorrerlos con el mayor ejército que puede reunir, llegando tarde por muy poco. Tras permanecer en la zona varios días desiste y se marcha a Metaponto donde trata de emboscar a Fabio urdiendo una estratagema en la que finalmente el veterano cónsul no cae. Finalmente regresa al Brucio.

A comienzos de verano Marcelo desplaza a su ejército desde Canusio a Venusia, permaneciendo allí el resto del año, lo cual le vale una feroz campaña política de sus enemigos que además le achacan haber perdido las dos batallas y a la cual, él mismo consigue desbaratar con su intervención en el Foro, logrando además ser elegido cónsul nuevamente para el año 208.

Un saludo

PD: Encontré la narración de Polibio (Libro 3 Capítulo XXVIII) sobre el combate con Minucio Rufo de 217 que hace caer en desgracia a Fabio Máximo y es interesante pues describe los combates y ciertamente Rufo llevó todas las de ganar, aunque en el siguiente capítulo destaca que se sobrevaloró la acción en demasía (XXIX):
"CAPÍTULO XXVIII
Aníbal acampa en Gerunio.- Ventajas de Minucio sobre Aníbal. Informado Aníbal por sus batidores
(aquí fue donde interrumpimos el hilo de la historia), de que en los alrededores de Luceria y Gerunio existía mucha abundancia de granos y que esta última plaza era acomodada para almacenes, tomó la resolución de pasar allí el invierno, y costeando el monte Liburno, condujo su ejército a las mencionadas ciudades. Apenas llegó a Gerunio, plaza distante de Luceria doscientos estadios, procuró atraer a su amistad a los habitantes por el agrado, y aún les dio testimonios de sus promesas. Mas despreciadas sus instancias, emprendió poner sitio a la ciudad. Apoderado de ella prontamente, pasó a cuchillo los moradores, pero dejó intactas la mayor parte de las casas y los muros, con el fin de servirse de ellas para trojes durante el invierno. Hizo acampar al ejército frente a la plaza y fortificó su campo con foso y trinchera. Desde aquí enviaba los dos tercios de su ejército a la recolección de granos, con orden a cada uno de los que se hallaban encargados de esta labor de traer una cierta medida para los de su propia compañía. Él con la tercera parte guardaba el campamento y cubría desde varios puestos a los forrajeadores. Como el país era generalmente llano y descampado, el número de forrajeadores casi infinito y la estación muy oportuna para el acarreo, era innumerable la cantidad de granos que al día acumulaban. Entretanto Minucio conducía de cerro en cerro las legiones que había recibido de Fabio, persuadido siempre a que el tiempo le presentaría ocasión de venir a las manos con los cartagineses. Pero oyendo que éstos ya habían tomado a Gerunio, que forrajeaban la campiña y que se hallaban atrincherados delante dela ciudad, dejó las cumbres y descendió por la ladera al llano. Llegado a una colina que está en el país de los larinatos, llamada Calela, se acampó en sus alrededores, resuelto de todos modos a batirse con el enemigo. Apenas advirtió Aníbal la aproximación de los romanos, deja salir al forraje un tercio de su ejército, y él con los dos restantes se dirige al enemigo y se atrinchera en un collado distante dieciséis estadios dela ciudad, con el propósito a un tiempo de aterrar a los contrarios y poner a cubierto a sus forrajeadores. En el transcurso de la noche destacó dos mil lanceros para ocupar una cima ventajosa de un cerro que mediaba entre los dos campos y dominaba de cerca el de los romanos. A la vista de esto, Minucio, llegado el día, envió su infantería ligera a atacar el cerro. Después de una obstinada refriega, los romanos por fin se apoderaron del puesto y trasladaron allí todo el campo. Aníbal hasta cierto tiempo retuvo consigo la mayor parte del ejército, por estar al frente uno y otro campo. Pero viendo que pasaban muchos días, se vio en la necesidad de destacar a unos para el apacentamiento de los ganados y separar a otros para el forraje, cuidadoso según su primer proyecto de no consumir el botín y hacer los mayores acopios de granos, a fin de que durante el invierno reinase la abundancia, tanto en hombres como en bestias y caballos, pues fundaba en éstos las principales esperanzas de su ejército.
Para entonces Minucio, habiendo advertido que la mayor parte de los enemigos se hallaba esparcida
por la campiña en las ocupaciones antes mencionadas, sacó su ejército a la hora del día que le pareció más oportuna, se aproximó al campamento de los cartagineses, formó en batalla a los pesadamente armados, y distribuida en piquetes la caballería e infantería ligera, la envió contra los forrajeadores, con orden de no dar cuartel a ninguno. Este accidente colocó a Aníbal en el mayor embarazo, pues ni se hallaba en estado de contrarrestar a los que tenía al frente, ni dar socorro a los dispersos por la campiña. Los romanos que salieron contra los forrajeadores, dieron muerte a muchos de los desmandados; de los que quedaron formados en batalla llegó a tal extremo la insolencia, que arrancaron la empalizada y por poco no sitiaron a los cartagineses. Aníbal, mientras, lo pasaba malamente; pero en medio de este contratiempo permanecía firme, ya rechazando a los que se acercaban, ya defendiendo su campamento aunque con trabajo, hasta que acudió al socorro Asdrúbal con cuatro mil de los que se habían refugiado al campo inmediato a Gerunio. Entonces, recobrado algún tanto, sale contra los romanos, se forma en batalla a corta distancia del campo, y evita, aunque con trabajo, el peligro que le amenazaba. Minucio, después de haber muerto un gran número de enemigos en la refriega del campamento y haber pasado a cuchillo muchos más en la campiña, se retiró lleno de bellas esperanzas para el futuro. Al día siguiente los cartagineses abandonaron las trincheras, y el general romano marchó allá y ocupó su campamento. Pues Aníbal, temeroso de que los romanos no se apoderasen por la noche del campo de Gerunio, a la sazón indefenso, y se hiciesen dueños del tren y acopios de municiones, decidió abandonar éste y volverse otra vez a acampar en aquella parte. De aquí adelante los cartagineses fueron más cautos y reservados en los forrajes, y los romanos, por el contrario, más osados y animosos."
Última edición por capricornio el 14 Oct 2011, 14:33, editado 2 veces en total.


capricornio
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Mensaje por capricornio »

La cuestión de la aproximación a Cartago Nova da para largo, pero conociendo la importancia del factor sorpresa en el éxito, es posible que se arrancase de noche la marcha, que se planificase alejada de poblaciones para evitar ojos indiscretos o que se pernoctase en las poblaciones aliadas de modo que no hubiese que montar un campamento al aire libre visible desde kilómetros. En especial en territorio propio, creo que hay posibilidades de ser discreto y retrasar las noticias sobre el avance. De Tarraco a Cástulo, donde acampaba Asdrúbal Barca hay entre 3 y 3 días y medio a caballo. Y de allí a Cartago Nova alrededor de 4 a marchas forzadas por una orografía montañosa. Por otra parte el detectar que los romanos se aproximan no quiere decir que vayan a por la capital púnica en Hispania, algo que no habían hecho antes en toda la guerra. Es probable que aún detectados, se pensase que venían hacia el Saltus Castulonensis que da acceso a la Bética. Hasta prácticamente la actual Valencia, es compatible que los romanos vengan por la costa (junto a su flota) y si alguien los detecta piense que van a girar hacia el interior para tomar camino de la Oretania. La principal aliada en la zona de los romanos es Sagunto, junto al mar y en un desplazamiento al sur, ir por la costa hasta ella era lo previsible. Aunque desde ahí, una hipotética ruta por el interior contradice al hecho de llevar a la flota de Lelio de compañera de viaje, por lo que considero como muy probable que siguiese por las llanuras litorales hasta el norte de la provincia de Alicante, donde la costa cambia de orografía a una acantilada hasta las cercanías de la actual Villajoyosa y es probable que desde ahí volviesen a pegarse al mar.

Probablemente el ejército de Asdrúbal Barca es inferior al de Escipión, que cuenta con unos 25.000 hombres. Eso explicaría que Asdrúbal Barca, si se hubiese enterado de la marcha y creyese que iba hacia la Oretania, decidiese esperarlo en Cástulo al tiempo que avisaba a Magón y Asdrúbal Giscón para acudir a la zona desde Gades y la Lusitania.

Inclusive una traición admite variantes que no desmientan la mayor parte de lo contado. Por ejemplo que hubiese pactado con algunos hispanos al servicio de los púnicos que defendieran la parte de la muralla que da a la laguna (aunque eso supondría una seguridad sobre los turnos de guardia el día que van a llegar difícil de creer).

En mi opinión esa zona de la muralla está mal defendida entre otros motivos porque en la salida hecha desde la puerta principal hacia el istmo, nos cuentan que Escipión ha diezmado a los defensores. Si esto no se llega a producir quizás hubiese habido gente suficiente para repeler ataques desde cualquier parte de las murallas. Escipión tiene hombres de sobra para atacar desde muchos puntos, inclusive los quinquerremes.

75km/día es mucho, pero si pensamos en lo de los hombres de Cayo Claudio Nerón y su marcha desde Venusia hasta el río Metauro llegando de noche, el combate al día siguiente y el retorno justo tras la batalla en 6 días de nuevo a Venusia, parece casi poca cosa.

Respecto al escenario de Canusio y si el ataque de Marcelo es más o menos oportuno, yo creo que hay que plantearse todos los escenarios posibles. El primero es que Marcelo no le ataque y Aníbal, con su ejército intacto se entere que hay problemas en Caulonia por estar cercada por un contingente pequeño de 8.000 hombres y todavía no se haya desencadenado el ataque sobre el Salentino de Fabio. Puede adelantar tropas ligeras y caballería bajo su mando o con Hannón o cualquier otro subordinado (tal y como hace en 208 con el socorro de Locri) y mientras dejar el grueso de su ejército cerca del teatro de Apulia y Tarento acuartelado. O bien, hacer como en los ejemplos que puse de otros años, en los cuales el estar una población suya en situación angustiosa no siempre le lleva a una acción prioritaria de socorrerla, insistiendo en el que sea su objetivo prioritario de ese año. Aparentemente en este, es alimentar una rebelión en Apulia. Y si el ataque sobre Manduria también se ha desencadenado, si está intacto Aníbal, dudo mucho que se alejase de Tarento, su principal ciudad entonces, sin dejar como mínimo un refuerzo extra ante la nueva amenaza, antes de acudir a Caulonia. En este escenario Aníbal se acercaría a Caulonia dejando a dos ejércitos romanos intactos en las cercanías de Tarento (el de Fabio y el de Marcelo que en este caso no habría entrado en combate).

El hecho de que en Caulonia se realice un saqueo previo y no se vaya directo a por la población quizás indica que era claramente una operación de distracción para llevarse a Aníbal lejos. Incluso el replegarse a una posición que permitía la defensa en vez de huir a Reggio a toda máquina encaja con la idea de la distracción. Pero aún en el caso de que Aníbal estuviera intacto, la operación del Brucio sólo permite a los romanos ganar unas dos semanas de tiempo desde donde está Aníbal en Apulia, que correspondería con el tiempo en ir a la zona, derrotar a los enemigos y volver hacia Apulia-Tarento. Y eso suponiendo que de camino al Brucio no se entere antes del ataque romano en el Salentino y decida cambiar de preferencia, con lo cual no se retrasaría ni eso. ¿Qué implica esto? A mi juicio que Fabio tenía muy claras las traiciones pactadas de antemano y conocía que los suyos iban a ser golpes relámpago. Incluso Manduria, de ser cierto el dato que da Livio, es una ciudad más defendida (guarnición de 4.000 hombres) que por ejemplo Cartago Nova. Con ese escenario de tiempos, la única posibilidad de los romanos es saber que las traiciones son seguras, o bien que Aníbal no va a poder acercarse por estar ocupado de más.

Para ello Marcelo debe realizar algo como lo del año anterior en Numistro, continuado en Venusia y en el resto de Apulia. Una campaña de acoso implacable. El Numistro de este año 209 se llama Canusio.
El problema para él es que la primera batalla le sale mal y su ejército pierde una parte importante del contingente. Y la segunda, se salda una victoria con otro desgaste añadido muy grande que le deja aún más muertos y una gran cantidad de heridos que hace que su ejército haya quedado muy mermado. Y aunque el de Aníbal haya podido salir tan mal o peor parado que él, seguirlo con lo disminuido que ha quedado por territorio controlado por su enemigo (las zonas de Lucania y el propio Brucio que previsiblemente atraviesa desde Canusio hasta Caulonia están bajo control cartaginés o muy cerca del territorio que este domina), entraña unos riesgos bastante grandes. Aparte de la cuestión del muy posible reparto de zonas de actuación entre los generales romanos que ya mencioné para los cónsules Fabio y Flaco.

El desgaste de Aníbal en los enfrentamientos debe ser elevado y puede ser una de las causas (junto al socorro de Caulonia) que le empujen a retornar a su base porque si no, se está alejando de una zona, el Salentino, donde hay un ejército romano venido desde Sicilia, del que no sabemos el momento exacto de su llegada ni si es desembarcado en la colonia romana de Brindisi o directamente en la costa del Salentino cerca de Manduria, lo que añadiría un factor sorpresa imprevisto en su arrivo que derivaría en dos posibles escenarios. Uno sería que se ignora su desembarco o este no se ha producido cuando ocurre Canusio, en cuyo caso las decisiones de Aníbal no se ven condicionadas por su existencia y retirarse de la zona cuando supuestamente estás relativamente fresco porque ha sido tu enemigo doblemente castigado y ha quedado fuera de combate, y además cuando es muy probable que el ejército de Flaco ya esté en acción en los Hirpinos, teniendo además pendiente la conquista de la ciudadela de Tarento (toma intentada en varias ocasiones de manera fallida por Aníbal en los últimos años), y la posibilidad de rebelar localidades en Apulia que fue lo que te movió inicialmente allí, y todo ello para socorrer a una localidad cercana a tu base de operaciones donde debes poseer contingentes propios de reserva, que está siendo atacada por una tropa de escasos 8.000 hombres, bajo mi punto de vista sería una decisión ilógica. Si Flaco no ha lanzado aún su ataque (del cual sabemos que está igualmente coordinado pero no conocemos el momento en que se desencadena, aunque Livio cuanta el éxito conseguido con la rendición de las poblaciones justo después del combate de Canusio) y dado que su ejército llega a la zona desde Etruria y pudiera no haber venido aún, sería la única opción con algo de lógica para que un Aníbal victorioso decidiese ir a socorrer Caulonia en lugar de seguir en la zona de Apulia-Tarento. Este escenario presenta una aparente única presencia romana del ejército de Marcelo mientras no llegan los dos ejércitos de sus colegas. El otro escenario es que Aníbal conoce la llegada de Fabio al Salentino o el ataque sobre Manduria y pese a ello marcha al Brucio para repeler un ataque secundario. Y respecto Flaco, si este ha llegado como parece deducirse del orden con el que lo cuenta Livio (aunque esto no siempre es correcto), aún menos motivos para pensar que Aníbal deba retornar a repeler la incursión en Caulonia (que todo hay que decirlo está más al interior de la zona dominada por los cartagineses, de los cuales conocemos que en 208 poseían guarnición en la muy cercana Locri y ya en 215 cerraron las puertas a los romanos de Apio Claudio que perseguían a Bomílcar de lo que cabe pensar que desde ese año existía probablemente esa guarnición).

Y si Fabio ya estaba en el Salentino, reitero que es algo de lo que debería andar avisado (De Manduria a Canusio puede haber un par de días para un jinete), y teniendo objetivos en Apulia desde el inicio de la campaña, si de verdad ha resultado ampliamente victorioso, cabe imaginarle relativamente pocas bajas y por lo tanto pegada suficiente como para golpear a otro ejército romano, ya sea el de Flaco o el recién llegado al Salentino, e incluso terminar de triturar a Marcelo, cosa que no hace, o en el peor de los casos presentarse ante Manduria y colar un refuerzo o suministro sin entablar combate.

Una precipitación de Marcelo sólo se explicaría para el caso en que hubiese actuado sin estar presentes los dos cónsules, pero en especial el caso de Flaco (del cual dependen los mercenarios de Caulonia que aparentan iniciar la campaña), parece muy poco probable. Yo me inclino por una acción romana prácticamente simultánea o sucesivamente desencadenada en todos los frentes, única manera de asegurar que Aníbal no pueda acudir a socorrerlos a la vez.

Hasta hace poco no me había dado cuenta del detalle, pero en 210 Aníbal pierde una ocasión de oro. Tras la 2ª batalla de Herdonea, el único ejército romano completo al sur y este de Capua es el de Marcelo. De haberlo derrotado hubiera dejado a Roma con el medio ejército de Campania como única fuerza en el Sur para intentar repeler algo. Y es muy probable que este estuviera repartido en guarniciones en la hasta hace poco (mitad de 211) rebelde Campania. El hecho de que tras Numistro, Aníbal parezca querer escabullirse de Marcelo, afianza la idea de que no era un general con el que le fueran demasiado bien los enfrentamientos, tal y como decía Posidonio o sus defensores ante el tribuno en el Foro al aludir a que le huía.

Eso es altamente inexacto. Es suficiente suponer que Marcelo no pueda conseguir refuerzos tras la batalla de cara a la campaña del año siguiente. Por otro lado, por supuesto que tener varios ejércitos operando en los alrededores es un factor fundamental. Si solo hay un ejército Anibal puede arriesgar el desgaste de un enfrentamiento a cambio de aniquilarlo, con tres ejércitos y suministritos y reemplazos debe tener más cuidado.

Pero es que Aníbal debe tener claro que persigue. Si pretende rebelar a los aliados itálicos de Roma debe mostrar que los puede proteger y que además es capaz de derrotar a los romanos como lo hiciera hasta Cannas. Y si pretende eludir a Marcelo porque le desgasta en exceso, lo que no debe es sacar a sus huestes al campo de batalla. Eludir las escaramuzas sería dfícil, pero la batalla campal no. Es evidente que Aníbal sabe que hay más ejércitos romanos aparte del de Marcelo (excepto en el 210 en que se quedan casi en una especie de duelo al sol en Numistro). Pero una vez que Aníbal acepta el envite y se enzarza en una batalla campal, el resultado de la misma no se ve condicionado por los suministros, ni porque existan otros ejércitos enemigos más o menos cerca. No le voy a negar que ciertas maniobras que puedan causar más bajas en las líneas propias quizás se eviten por el factor desgaste, pero aunque cada año mucho más limitado por su retroceso paulatino, Aníbal recluta entre sus aliados brucios y lucanos y traslada poblaciones aliadas de Apulia y Campania a su zona de dominio en el Sur (hay dos menciones a traslados de población a Thurii y a Metaponto). Posee además uniformes y equipamientos romanos con los que sabemos que más o menos parcialmente equipa a parte de sus hombres. Incluso el ejército de Marcelo de 210 son las legiones que habían servido en Etruria los dos años anteriores (212 y 211), las cuales habían sido reclutadas en 213 como legiones urbanas para servir en la ciudad de Roma. Su primer combate lo viven con Marcelo ese año al tomar Maronea y más tarde Meles, siendo Numistro su primera batalla campal. Algo parecido se puede decir de los participantes en la 2ª batalla de Nola en 215, que ese año realizan su primera campaña. Habían sido reclutados entre 217 y 216 y habían ejercido de legiones urbanas sin entrar en combate. El mérito de Marcelo de coger tropas con muy poca experiencia, ponerlas delante de las muy veteranas tropas de Aníbal, cuyo núcleo trae de sus campañas en Hispania y tienen por tanto entre 5 y 10 años de experiencia en campañas ininterrumpidas en las fechas de los combates que estamos tratando, y conseguir plantarles cara y hacerles retroceder en varios casos hasta su campamento, creo que es algo a tener muy en cuenta. Sin entrar en el factor moral de ponerse delante del que tanta veces ha aniquilado ejércitos consulares. En 209 en Canusio, son las mismas tropas del año anterior, ahora sí con una campaña de veteranía en combate, casi toda ella trascurrida acosando al ejército de Aníbal, las que se vuelven a medir a los mismos oponentes.

Pues así fue la victoria romana contra, por ejemplo, Pirro. Y es célebre y celebrada.

Sí, pero Canusio no supone ninguna marcha de Aníbal de Italia, además de sembrarse la duda sobre el resultado por la acción política del tribuno.

Más aún para quien, tras el saqueo de Siracusa, debía haber amasado una fortuna –que es una de las cosas que siempre hacía las cosas más fáciles en Roma-

En Roma y creo que en todas partes desde hace unos cuantos años :D

¿Y las victorias sobre Hannon se celebran mientras no se celebran las victorias sobre Anibal? Deberás reconocer que resulta algo extraño.

No, lo que digo es que de esas victorias de Graco sobre Hannón tampoco hay noticias de celebraciones. O pudiera ser también el caso de las victorias de los Escipiones en Hispania, alguna de ellas en momentos muy críticos para la República. Luego el ganar a un ejército púnico con mayor o menor envergadura, rara vez se traduce en los textos, con menciones a celebraciones en Roma. Hablo de memoria, pero sólo recuerdo mención a celebración con el caso del Metauro, por el pánico previo desatado en Roma, y la cicatera ovación a Marcelo por la toma de Siracusa. No hay más mención a victorias romanas, ya sean de más o menos enjundia, que se citen como celebradas.

Solo por curiosidad ¿Que Anibal pase por el Brucio -quizá camino de Caulonia- demuestra que fue derrotado y que Marcelo retirara su ejército de la campaña y no volviera a a moverlo hasta recibir nuevas levas muchos meses después no demuestra nada? Vaya.

Demostrar no lo demuestra porque no hay mención expresa, pero es significativo que Aníbal acuda con todo su ejército (que debía andar sotre los 25.000 hombres antes de Canusio y de creer las cifras de muertos, que a mi juicio están engordadas, habría quedado alrededor de 17.000), a atajar un ataque secundario de 8.000 mercenarios, existiendo muchas posibilidades de que ya conociera la presencia de los dos ejércitos consulares próximos a la zona que acaba de abandonar, además de tener una cita de Livio de que cuando acude a socorrer Tarento lo hace con el "la más grande expedición ", que creo que deja intuir que incorpora nuevos hombres a su plantel para marchar hacia su objetivo o bien que va con todo lo que puede de lo que le queda disponible. Si el ejército de Marcelo es el ejército consular del año anterior, y el de Fabio este año es el ejército consular de Levino también del año anterior, al cual cabe suponerle una dimensión similar al de Marcelo, y si en Canusio Aníbal se ha medido supuestamente con éxito con su ejército y tras volver al Brucio y partir para enfrentar a otro similar como es el de Fabio lo hace con el "la más grande expedición", parece que o ha habido una merma o ha reforzardo sus tropas. En el primer supuesto se debería principalmente a la acción de Marcelo e implica que marcha con lo que tiene disponible, y en el segundo cabe pensar que motivo le hace tener que reforzarlo. O bien es porque de su experiencia del enfrentamiento con Marcelo sabe que necesita más tropas para enfrentar un ejército de esa talla (en cuyo caso ya indica que la cosa no habría ido todo lo fina que sería deseable), o bien que tras él, ha quedado diezmado y debe cubrir bajas.

Sobre lo que le pasa al ejército de Marcelo, creo que es evidente que ha sufrido un desgaste muy importante (cerca del 25% de su ejército muerto). Acaba de perder una batalla y ganar otra de modo muy sangriento tras rechazar una carga de elefantes. Pero los únicos datos que poseemos del desarrollo tanto de la primera como de esa segunda batalla indican una derrota y una victoria para cada bando con abundantes muertos (aparte de la acusación del tribuno). Por otro lado hay una mención de Livio a un reparto de áreas de actuación. El movimiento de Marcelo a Venusia supone colocarse en una posición dentro de Apulia lindera con Lucania que permite interceptar incursiones. Pero es evidente que la batalla le ha dejado mermado y hasta el año que viene no hay leva.

Hace bien poco mantenías que Anibal había marchado desde Apulia directamente a Caulonia a levantar el sitio -cuando defendías que los tres días de retraso de Marcelo habían sido decisivos-. Si hubiera sido así, su paso por el Brucio era obligado. Así que a ti mismo te ha parecido hace bien poco que existía una explicación para el movimiento de Anibal que no tendría nada que ver con una derrota.

Creo que es compatible. Tengo el ejército muy mermado y debo reponer bajas rápidamente. Además, cerca de mi base están asediando una ciudad aliada mía. Parece una opción razonable ya que debo ir al Brucio, atender el asunto de Caulonia. Y si su visita es sólo para socorrer Caulonia porque en realidad ha salido bien parado de Canusio, los tres días que ha estado batallando pueden ser los que le falten para llegar a Tarento (aunque aquí hay la duda de si la noticia del asedio que Plutarco dice que dura 6 días, le llega estando en Caulonia o a posteriori en otra base del Brucio mientras afila las uñas, una vez eliminado el contingente mercenario, en cuyo caso el retraso de la acción de Marcelo no habría sido tan decisivo. La traducción del texto ya comentamos que se prestaba a interpretaciones sobre el momento exacto en que conoce el ataque sobre Tarento).

Cosa que no ocurre por apenas un par de días. Por otro lado, que la traición de Tarento estuviera pactada al comienzo de la campaña es solo una especulación. Y aún con ella Anibal está a punto de "llegar a todo". Es casi inconcebible que los acontecimiento se desarrollen con tal rapidez. Y de ser así es materialmente imposible que Anibal reforzase y recuperase en el inexistente interín un ejército gravemente disminuido tras la derrota.

Es cierto que una rápida sucesión de acontecimientos hace que "nos sobre año", pero creo que si analizamos tan exhaustivamente como hemos hecho con este 209 cualquier otra campaña de otro año, probablemente a muchos ejércitos romanos les sobra "el año entero" pues no sabemos nada de nada de lo que pasa. El caso de los ejércitos romanos en la Galia desde la emboscada en la selva Litana a Postumio Albino a comienzos de 215 es un ejemplo de ello. Salvo una escuetísima mención a la toma de Atrinum en 213 por Sempronio Tuditano, parece que la guerra allí se hubiese acabado hasta la llegada de Asdrúbal en 207.

Por otro lado la llegada desde Sicilia del ejército de Fabio abre expectativas al asunto que creo que hay que madurar. Siempre daba por hecho que llegaba vía terrestre, por lo que Aníbal debería haberlo detectado, y el otro día repasando el historial de las legiones reparé en que viene de Sicilia. Quizás sí es un auténtico sorpresón su desembarco en el Salentino y pilla en cueros a los de Manduria, lo que explicaría una toma relámpago al asalto. La verdad es que el plan romano cada vez me parece más sofisticado. Aníbal está confiado en la única presencia del ejército de Marcelo en la zona (en Apulia) y de repente aparece un ejército consular que viene desde lejos, de Etruria, hacia los Hirpinos y Volcei y otro ejército consular por vía marítima desde Sicilia desembarca en el Salentino. Y desde Reggio se lanzan los 8.000 mercenarios contra Caulonia.

Sobre recuperar efectivos, aunque esto no pasa de la mera especulación, creo que basta con que Aníbal haya podido perder alrededor de 5.000 hombres (no los 8.000 que dan Livio y Plutarco), y que pase en su trayecto al Brucio por cuatro guarniciones de 1.500 hombres cada una o mande avisarlas y se lleve la mitad de cada una de ellas, para haber podido "paliar" los muertos sufridos en su núcleo de fuerza. Y pongamos que deja 3.000 heridos en las mismas guarniciones y que también consigue avisar para disponer de otros 1.000 ó 2.000 soldados adicionales de alguna leva en preparación o directamente dejando los heridos como guarnición y llevándose a los sanos. Si su ejército original rondaba los 25.000 hombres antes de Canusio, con estas cifras parte hacia Tarento con entre 21 y 22.000. De algún modo entraría dentro del concepto de "la más grande expedición". Hay menciones en Livio a la llegada de contingentes de refuerzo a Aníbal desde el Brucio y la existencia de guarniciones más o menos voluminosas. Este escenario planteado, de algún modo, se basa en dicha posibilidad. Pero bueno, no deja de ser una suposición.

En realidad, diría que nada indica que siguiera activo un segundo ejército cartaginés.

Deja de haber noticias de él en 212 con la 2ª Batalla de Beneventum y la emboscada a Graco en Lucania. Luego se menciona el envío de 2.000 hombres a Capua como refuerzo y ya en 211 la caída de esta localidad. Las bajas en Beneventum y la distribución de sus efectivos en guarniciones podrían explicar dicho fin del 2º ejército entre el 212 y el 211.

La cuestión, una vez más, es que si hubiera sido derrotado y eso le habría forzado a cambiar de planes, es extraordinario que ningún narrador romano lo dijera. Por otra parte, nada indica que Anibal hiciera algo distinto de lo que pensaba hacer tras su victoria del segundo día

Hombre, hay dos que nos dicen que es derrotado en la batalla del tercer día, uno de lo cuales describiendo pormenores del combate. Igualmente nos cuenta que ha venido a sublevar poblaciones de Apulia y que tras la batalla se marcha al Brucio. Desde luego su plan inicial no lo cumple. Y el motivo de que levante el campamento de donde se encontraba cuando trataba de llevar a cabo su plan inicial es la llegada del ejército de Marcelo, pues también nos lo dice Livio. Sobre la idea que tuviera Aníbal tras ganar la batalla del segundo día, es algo de lo que no hay información. Ni de si ya en ese momento habían llegado los dos ejércitos consulares de Fabio y Flaco a sus respectivas zonas y si Aníbal lo sabía. Por ignorar, también desconocemos en que momento se entera del ataque a Caulonia, que por poder ser, pudiera ocurrir incluso de vuelta al Brucio. Quizás nos movemos ya en un terreno demasiado especulativo.

En buena lógica, sería la correspondiente para cumplir la misión que se le encomendara ¿Y qué misión se le encomendó?

Pues yo lo veo de otra forma. Sabemos que el Salentino es el área de Fabio, Lucania y Brucio de Flaco. En Campania está Crispino. ¿Qué provincia del sur de Italia nos queda sin nadie que se encargue de ella?
Efectivamente, Apulia. ¿Es lógico pensar que el área de operaciones de Marcelo era Apulia? Creo que todos los indicios apuntan a ello. Marcelo acaba allí la campaña del año anterior, donde muy probablemente inverna, estando allí se presenta Aníbal y le da batalla en Canusio. Y tras la misma se mueve a Venusia, lo que supone quedarse en el límite de su zona de operaciones. Lo que no veo con mucha lógica es que un procónsul tenga más área de jurisdicción que un cónsul, algo que a bote pronto no recuerdo que ocurriera en toda la guerra púnica en la península italiana.

Tarento no solo había sido ya profusamente saqueada sesenta años antes, sino que nunca estuvo al nivel de Siracusa en riqueza y recursos.

En Livio XXVII,16 nos cuentan sobre el botín:
The troops then ran off in all directions from the slaughter, to plunder the city. Thirty thousand slaves are said to have been captured; an immense quantity of silver, wrought and coined; eighty-three thousand pounds of gold; of statues and pictures so many that they almost equalled the decorations of Syracuse. But Fabius, with more magnanimity than Marcellus, abstained from booty of that kind. When his secretary asked him what he wished to be done with the statues of their gods, which are of immense size and represented as fighting, each having his peculiar habit, he gave orders that their angry gods should be left in the possession of the Tarentines.
Que aunque excluye a la parte artística, al contrario que en Siracusa, deja entrever que el botín fue muy importante. El bando fabiano, aparte de Fabio padre contaba también con el hijo. No sabemos los candidatos para el consulado de 208, pero aunque fuesen candidatos de paja, es muy probable que las familias principales siempre colocasen a alguien como aspirante. Los cónsules de 211 (Fulvio Centúmalo y Galba) son de bajo perfil pues hasta ese momento sus méritos en la guerra han sido o discretos o desconocidos. Es probable que Fulvio Centúmalo sea pariente de Fulvio Flaco. El propio Flaco era lugarteniente de Servilio Gémino. Apio Claudio, Crispino o Claudio Nerón lo eran de Marcelo. Creo que es razonable pensar que si un bando presentaba un candidato, sus bandos rivales hicieran lo propio.

A lo largo de estos años Anibal no entra batalla si no resulta estrictamente necesario. Por lo demás, el significado de “ejercito disminuido” empieza a resultarme oscuro ¿Se enfrentó a Marcelo con un “ejército disminuido”, según ese criterio?

No hay una cita que fije el volumen exacto de tropas de Aníbal. Lo que sí que sabemos es que Canusio es al principio de la campaña por lo que es lógico pensar que el ejército de Aníbal estaba "completo" tras invernar. ¿Hasta qué nivel? Bajo mi punto de vista, si se enfrenta a Marcelo en batalla campal al día siguiente de las escaramuzas, debe tener una envergadura similar a la del romano, por lo que la cifra de 25.000 hombres pudiera no andar alejada. El concepto de ejército disminuido indica el mayor volumen de tropas que ha podido reunir tras sufrir una merma importante, siendo de envergadura significativa, pero inferior al de inicio de campaña. En 210, en Numistro, el ejército de Aníbal viene de disputar la 2ª batalla de Herdonea, por lo que cabe suponerlo desgastado, aunque aparentemente en grado pequeño pues la descripción del combate parece apuntar a que fue rápido y contundente por parte púnica.

Por lo demás, me temo que lo habitual es que el botín sí sea más lento que el tren logístico –sea cual fuera el que llevase Anibal, era muy ligero, es capaz de sacar más de un día de ventaja marchando a un ejército romano que no lo precisa para moverse por su territorio-.

El día (o menos) de ventaja solía ser porque Aníbal salía de noche de sus campamentos y los romanos hasta que no había luz no emprendían la marcha temerosos de alguna estratagema del cartaginés, aparte de ir por sitios de orografía más elevada para evitar sorpresas de las que Aníbal es maestro consabido. Pero con Marcelo o Nerón se ve claramente que cuando los romanos quieren alcanzarlo y marcarlo muy de cerca, lo hacen. Aunque es verdad que el ejército de Aníbal para esta expedición a Capua seguida hasta Roma, nos dice Livio que está formado por efectivos ligeros, probablemente más que los carros el factor más limitante en una marcha es la infantería pesada. Carros con la logística siempre es necesario llevar. Y sobre si su marcha de regreso a Capua fue rápida, Polibio cuenta que la emboscada a Galba es al quinto día, lo que unido a que parece que aún no haya llegado a Capua y dado que la distancia entre Roma y Capua está alrededor de 250 km, no parece que el ritmo llevado fuese el más rápido posible, ya fuere por llevar abundante botín, por no poder ir más rápido, por tener que tomar precauciones contra el enemigo o porque Aníbal no quería extenuar a sus tropas. La rapiña pudo ser a la ida, durante la estancia en Roma o a la vuelta. Parece que diversos autores la sitúan en uno u otro momento.

No, la diferencia principal es que Livio crea un episodio central imaginario con ejércitos formando y el tiempo impidiendo por dos veces la batalla y casi el propio Anibal reconociendo la protección “superior” de la que goza la ciudad. Livio se pierde en una anécdota fantasiosa y ni entiende ni describe correctamente los movimientos de las tropas. Uno nos narra movimientos de tropas en el margo de una guerra, y otro episodios semi mitológicos y anécdotas varias.

Livio sin duda es tan supersticioso como el que más e interpreta muchas cosas como desgracias derivadas de no cumplir con los Dioses. Y le da una importancia enorme a los hechos sobrenaturales o a los que él da tal condición, en toda su narración, lo cual no deja de ser una fuente impagable que indica un rasgo del carácter romano de la época. No es el único que menciona la tormenta y los dos ejércitos formando. Dión Casio por ejemplo también lo hace en su libro XV en un párrafo que conocemos de Zonaras. Pero reitero que Polibio cuenta como el ejército romano forma las haces, luego no son tan distintas en lo que cuentan. Apiano le da un toque más exótico cuando habla de la población de hombres de más edad en las murallas y las mujeres y niños acopiando armas arrojadizas.

Un saludo

PD: He actualizado el mapa de 209 con los movimientos previos de los ejércitos de Fabio y Flaco.
Última edición por capricornio el 11 May 2011, 00:01, editado 1 vez en total.


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La campaña de 213 a.C.
Tras celebrarse las elecciones consulares, salen como nuevos cónsules el hijo de Fabio Máximo, Quinto Fabio como cónsul patricio y el que fuera Maestro de caballería en 216 y cónsul en 215, Tiberio Sempronio Graco como cónsul plebeyo. El primero hereda el ejército de su padre, dejando el suyo en Luceria (Apulia) al nuevo pretor de extranjeros Marco Emilio Lépido. Graco prosigue con su ejército de esclavos manumitidos en Lucania. A la Galia es enviado Publio Sempronio Tuditano (quien sacara a un grupo de efectivos del campamento menor de Cannas y consiguiera evacuarlos de la zona) tomando el control de las dos legiones que el que fuera legado de Marcelo en 215, Marco Pomponio, tuviera el año anterior como pretor en dicha zona. Marcelo prosigue en Sicilia con su ejército operando en el antiguo reino de Siracusa y el pretor Léntulo en la mitad occidental con las dos legiones desterradas, correspondiendo el control de la flota a Tito Otacilio. Marco Valerio Levino prosigue en Grecia con su flota y una legión embarcada, y en Cerdeña con sus dos legiones sigue un año más como propretor Quinto Mucio Escévola. En Piceno continúa Varrón con una legión, y se reclutan dos legiones para servir en la ciudad de Roma bajo mando del nuevo pretor urbano, Marco Atilio.

Aníbal por su parte invernó en la zona entre Apulia y el Salentino, tras haber rapiñado en el sureste de Lucania las campiñas metapontinas y de Heraclea. Probablemente se aprovechó de la marcha de Levino a Grecia con sus efectivos que protegían esa zona.

La campaña se inicia con el asalto del cónsul Quinto Fabio hijo, a la ciudad de Arpi, en el norte de Apulia. Azuzado por un notable local que ofrece la deserción, pese a que él había sido quien la había entregado a los púnicos, finalmente el cónsul se encaminó a sitiarla, y aprovechando una zona del muro menos protegida y una violenta tormenta, consigue penetrar en la ciudad donde comienza una lucha urbana. Los defensores arpinos cambian de bando, así como 1.000 hispanos de la guarnición. Ante la imposibilidad de retenerla, el resto de cartagineses pacta su salida hacia Salapia a cambio de marcharse de la ciudad sin combatir, lo cual es aceptado. En Salapia se unen a Aníbal.

En el frente de la Galia se produce la primera novedad en años. El ejército de Sempronio Tuditano toma la ciudad de Atrinum al asalto, capturando a 7.000 hombres y un importante tesoro. Se cree que es la actual Adria en la desembocadura del Po.

Ya rondando el verano, Aníbal se desplaza de Salapia hacia el Salentino, donde comienzan a rebelarse pueblos de la zona a su favor. Uno de ellos pudiera ser Manduria, de cuya recaptura por los romanos tenemos noticias en 209.

En Lucania la situación aparenta estar en calma lo que lleva a Graco a que ordene a uno de los prefectos aliados de su ejército, Tito Pomponio Veyentano, a comenzar campañas de saqueo en el vecino Brucio. Estas probablemente influyen notablemente en que dos localidades de la zona, Cosentia y Thurii, retornen a la disciplina romana, pese a estar bajo dominio cartaginés desde 215. Pero poco le van a durar las alegrías a los romanos en este frente pues en el trascurso de las desmandadas salidas de saqueo de Veyentano en territorio brucio, es sorprendido en una por el ejército de Hannón, sobrino de Aníbal, el cual masacra a la mayoría de sus hombres atrapándole a él. Este episodio pudiera ser el mismo que describe Livio el año anterior como sucedido en Lucania y del cual afirma que es la zona donde es atrapado Veyentano (Livio XXV,3).

En Sicilia Marcelo abandona el cerco de Siracusa con una parte de sus tropas y comienza a subyugar la rebelión de otras poblaciones de la isla, tomando Heloro, Erbeso y Megara Hyblaea. Los cartagineses mientras, bajo mando de Himilcón, desembarcan en Heraclea Minoa al sur de la isla con un ejército de 25.000 infantes, 3.000 jinetes y 12 elefantes. Desde allí se dirigen hacia Agrigento tomándola. Uno de los cabecillas siracusanos aliado de ellos, Hipócrates, parte desde Siracusa eludiendo el cerco, con 10.000 peones y 500 jinetes para unírsele, pero Marcelo, que se encuentra retornando a Siracusa tras conocer el desembarco cartaginés, intercepta al contingente siracusano en Acrilae, derrotándolo por completo. Tan sólo logra escapar la caballería. El ejército púnico en la isla mientras avanza hacia Siracusa acampanado a 8 millas. Simultáneamente la flota de Bomílcar entra en el puerto de la ciudad con suministros. Los romanos a su vez desembarcan una legión de refuerzo en Panormo (Palermo). Esta legión pudiera ser una de las dos que desde Sicilia viajaron a Roma dentro del movimiento habido para traer las legiones desterradas, y de las cuales Livio dice que tomó el control Levino como pretor de extranjeros en 215 para servir en Apulia y la zona de Brindisi, ya que las menciones posteriores al ajército de Levino siempre hablan de una única legión, aunque esto es una especulación mía. Eso también hace dudar que estos hechos ocurran en 213 y no a finales de 214. Aparte de que si dicha legión era de las que protegía el Salentino y Apulia, y es dejada por Levino en su marcha en el verano de 214 a Publio Valerio, su marcha a Sicilia explicaría que en verano de 213 Aníbal comience a recibir pueblos pasados de bando en esa zona.

Finalmente la legión consigue eludir la persecución de Himilcón llegando al cabo Pachynum donde es recogida por Apio Claudio Pulcro, pretor de la mitad oriental de la isla. Bomílcar retorna a Cartago con su flota escapando de la superior flota romana. Himilcón viendo que Marcelo se ha unido al resto del dispositivo que cerca Siracusa donde es bastante fuerte, decide iniciar una campaña por otras zonas de la isla. Toma Murgantia, importante centro de suministro romano, capturando gran cantidad de grano. La guarnición romana de Enna provoca una matanza en la población, para dar un escarmiento a los que piensan pasarse a los púnicos. Se acerca el final de año y Apio Claudio viaja a Roma para presentarse a las elecciones consulares, dejando en su lugar en su campamento cercano a Siracusa, a Tito Quinctio Crispino. Este mejora notablemente las condiciones del mismo construyendo nuevos alojamientos a 5 millas de Siracusa en un lugar llamado Leoncia.

En la península itálica mientras, un grupo de notables tarentinos ofrece la entrega de la ciudad a Aníbal, espoleados por una cruel venganza de los romanos que han masacrado a los rehenes tarentinos que trataban de marcharse de Roma. Aprovechando la confianza de los guardias, logran reducir a los que vigilan una de las puertas, dan paso al ejército de Aníbal que se lanza a tomar la ciudad. Los romanos supervivientes, liderados por Marco Livio, se refugian en la ciudadela. Son reforzados esa noche desde Metaponto por la guarnición romana de esa otra ciudad. Desde allí se permiten acosar a los nuevos dueños de la ciudad, lo que provoca que Aníbal levante una empalizada y un foso para defenderse de estas incursiones. Para burlar la salida a mar abierto del puerto, cuyo control ejercen los romanos desde la ciudadela, Aníbal opta por transportar los barcos por tierra y desembarcarlos en mar abierto, de modo que se pueda ejercer un bloque naval con la flota tarentina de la ciudadela aún en poder de los romanos. Aníbal deja al frente del bloqueo a Hannón, mientras él marcha a invernar a un lugar distante unos tres días de marcha de la zona, que probablemente se encuentra al sur-sureste de Canusio, en Apulia.

Y con estos acontecimientos termina la campaña del año 213, caracterizada por las operaciones en el Salentino de Aníbal, y las romanas al norte de Apulia y en la Galia Cisalpina Oriental, todo ello dentro de la península itálica, y por las muy activas por ambos bandos en la isla de Sicilia.

Un saludo


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La campaña de 214 a.C.
Celebradas las elecciones consulares resultan elegidos cónsules Fabio Máximo nuevamente y Marco Claudio Marcelo. Como pretores son seleccionados el hijo de Fabio, Quinto Fabio, quien con dos legiones de nueva recluta operará en Apulia, Publio Cornelio Léntulo en Sicilia, heredando la parte occidental mientras en la oriental sigue Apio Claudio Pulcro, disponiendo para servicio en la isla de los efectivos desterrados que participaron en Cannas los cuales tras la batalla en agosto de 216 estuvieron repartidos bajo mando de Varrón en Apulia y de Marcelo en Campania, a los que se sumaron las tropas más bisoñas del ejército reclutado de urgencia por el dictador Marco Junio Pera. Graco prosigue con su ejército de esclavos en su base de Luceria (Apulia). Varrón continua en Piceno con su legión reclutada el año anterior. Levino hace lo propio inicialmente con las dos legiones que vinieron de Sicilia el año anterior al rotar con las desterradas y finalmente solo con una de ellas y su flota en el Salentino patrullando para prevenir posibles incursiones desde Grecia. Los cónsules cuentan con un ejército consular cada uno. Fabio Máximo Verrucoso en Campania y Marcelo inicialmente con el suyo en la misma zona con cuartel de invierno en Cales. En la Galia Cisalpina Marco Pomponio está al mando de un ejército de dos legiones aparentemente de nueva recluta, que tapa el hueco dejado tras la aniquilación en la zona del ejército de Postumio Albino el año anterior. En Cerdeña el contingente se mantiene con dos legiones continuando de pretor Mucio Escévola. Igualmente para servir en la ciudad de Roma se reclutan dos legiones que quedan bajo mando de Fulvio Flaco. En Hispania los Escipiones siguen como procónsules con su ejército con dos legiones romanas. Aunque Livio habla de 18 legiones para este año, 6 de ellas de nueva recluta, excluye en su cuenta las de Hispania y la segunda legión de Levino: esta segunda legión es muy probablemente la quinta legión que aparece en Sicilia cuando se desencadenan los combates en el reino de Siracusa a mediados de año, la cual desembarca en Panorno (actual Palermo).

Aníbal por su parte recibe aviso de los habitantes de Capua de que los romanos están realizando un reclutamiento masivo, por lo que temen que esté dirigido a preparar un ataque sobre ellos. Esto motiva que Aníbal se mueva desde Arpi en Apulia hacia Campania. Fabio Máximo que ha invernado en Suésula comienza a seguirlo en cuanto llega a territorio campano y ordena a Sempronio Graco que desde Luceria se traslade con sus tropas a Beneventum, en el Samnio, de modo que pueda apoyar en el marcaje del púnico. El hueco dejado en Luceria por Graco es ocupado por el hijo de Fabio, Quinto Fabio, quien se dirige hacia esa localidad del norte de Apulia.

Simultáneamente Aníbal recibe una comisión de tarentinos que le ofrece la entrega de la ciudad lo cual el general púnico comienza a madurar sin tomar ninguna medida al respecto. Entre tanto comienza el saqueo de la campiña entre Cumas y el promontorio de Misenum, realizando un cambio de curso inesperado hacia el puerto de Puteoli, el cual trata de tomar al asalto. La fuerte guarnición romana de 6.000 hombres lo rechaza y al tercer día el cartaginés se marcha hacia Neápolis a seguir sus saqueos. Estando allí recibe una nueva comisión de nolanos que le ofrecen la entrega de la ciudad por tercera vez. Avisado Marcelo de esto se dirige con un contingente de 6.000 hombres y 300 jinetes desde Cales a Suésula y de allí a Nola. Aníbal que ha visto sus dos intentonas anteriores fracasadas, acude sin mucha fé a la ciudad campana a realizar el tercer intento. Fabio aprovecha esta circunstancia para iniciar el asedio de Casilino.

El general púnico también desea contar con el apoyo de su segundo ejército en la zona y ordena a Hannón que desde el Brucio se dirija a Beneventum en el Samnio, ciudad hacia donde también marcha Tiberio Sempronio Graco y su ejército de esclavos. Al llegar, acampa junto al campamento de Hannón que se encuentra asolando la campiña alrededor de la colonia romana: El general romano saca sus hombres a ofrecer batalla. Hannón, con su ejército formado por 17.000 infantes brucios y lucanos y 1.200 jinetes númidas y mauros, acepta el envite. Las tropas romanas tremendamente motivadas por la promesa de su general de manumitirlos si ganan, consiguen tras un árduo enfrentamiento aniquilar al ejército enemigo, del cual escapan sólo unos 2.000 hombres, en su mayor parte caballería. Por el lado romano perecen 2.000 soldados.

Mientras en Nola, Marcelo recibe refuerzos traidos por su lugarteniente Marco Pomponio desde Suésula. Previo a salir a dar batalla, prepara una estratagema consistente en que su caballería bajo mando de Cayo Claudio Nerón salga furtivamente de noche de la ciudad a seguir al ejército cartaginés de modo que al día siguiente y una vez comience la batalla, se presente por la espalda de este y sorprenda a los púnicos por su retaguardia. Tal y como tenía previsto Marcelo alinea sus tropas y Aníbal acepta el envite. La infantería romana consigue presionar y hacer que los cartagineses comiencen a retroceder hacia su campamento. Pese a que en ese momento Marcelo contaba con la aparición de su subordinado, esta no se produce pues ha perdido el rastro del ejército enemigo, llegando de vuelta a la ciudad una vez que la batalla ha concluido. El combate finaliza con el ejército de Aníbal replegando a su campamento ordenando Marcelo que no se les siga y retornen a la ciudad. Livio da una cifra de 2.000 muertos por el lado cartaginés contra 400 del romano. Aunque el siguiente día Marcelo vuelve a ofrecer batalla, Aníbal no la acepta y a la noche del tercer día opta por levantar el campamento y marcharse hacia Tarento.

En Casilino, la guarnición de 2.000 campanos y 700 cartagineses resiste el asedio de Fabio, quien alertado que los campanos preparan un ataque sorpresa a su campamento, solicita a Marcelo que acuda en su ayuda. Este deja una guarnición de 2.000 hombres en Nola y se dirige a Casilino. Tras varios asaltos fallidos Fabio propone abandonar el objetivo pero Marcelo insiste en constinuar. Tras redobalr los esfuerzos un sector de campanos salen de la ciudad y pactan con Fabio la entrega a cambio de dejarles llegar a Capua. Cuando proceden a hacerlo y abren la puerta de la ciudad, Marcelo lanza a sus tropas contra ellos aniquilándolos y tomando la localidad y su guarnición prisionera. Tras esto retorna a Nola mientras Fabio se dirige al Samnio con su ejército.

Graco se traslada con su ejército a Lucania desde donde envía a contingentes aliados a saquear la campiña enemiga. Esto se lleva a cabo de modo desordenado y Hannón se toma cumplida venganza tendiéndoles una emboscada en la cual mata a 15.000 de ellos, tras lo que retorna al Brucio. Este epiosdio, por su similitud, pudiera ser el mismo que el propio Livio describe como ocurrido al año siguiente (213) en el Brucio.

Fabio da inicio con sus tropas a una agresiva campaña contra las localidades rebeldes del Samnio caudino que se salda con la captura al asalto de Compulteria, Telesia, Compsa, Mele, Fufifullae y Orbitanium. Compulteria aparece también como capturada por Fabio el año anterior en el relato de Livio lo que induce a pensar en una repetición del mismo hecho. "Mele" queda la duda de si es la "Meles" que toma Marcelo en 210. Livio prosigue su relato adjudicando la toma de la localidad de Blanda (en Lucania lindando con el Brucio) al ejército de Fabio, pero por la lejanía a la zona donde opera (Samnio) y la siguiente captura conocida de él (Aecae en Apulia lindando con el Samnio), todo hace pensar que en realidad Blanda pueda ser una captura del ejército de Graco, que es quien opera en dicha zona. La campaña de Fabio acaba con la captura de Aecae, dando Livio como saldo final de la operación la captura de 25.000 enemigos y 370 fugitivos romanos.

El hijo de Fabio por su parte captura la localidad de Accua, al sureste de Luceria, moviéndose inmediatamente a las cercanías de Herdonea donde instala un campamento.

Aníbal mientras, de camino a Tarento arrasa con cuanta campiña encuentra excepto la del propio Tarento, a quien quiere ganarse. Pero tres días antes de su llegada el jefe de la guarnición de la ciudad, Marco Livio, enviado por Levino, preparó las defensas poniendo guardias en muros y puertas, lo que evitó ninguna sorpresa. Viendo la imposibilidad de tomarla, el general púnico marcha hacia Salapia en la costa norte de Apulia, no sin recoger grano previamente en la costa de Lucania (Heraclea y Metaponto, ambas aún bajo control romano) y caballos salvajes entre el Salentino y Apulia.

Mientras, ese verano los acontecimientos se precipitan en Sicilia e Iliria. La muerte del rey de Siracusa Hierón, aliado de Roma, y el ascenso en la línea de mando tras una serie de asesinatos de los procartagineses Hipócrates y Epícides, da un vuelco a la situación inesperado. Se ordena a Marcelo que se traslade con su ejército a la parte occidental de la isla. Los romanos poseen igualmente una flota de 100 barcos lista para comenzar las operaciones junto a Siracusa. Una flota púnica se dirige al cabo Pachynum. Los primeros acontecimientos conocidos suceden cuando una columna de 4.000 hombres mandados por Hipócrates ataca a las tropas mandadas por el pretor de la parte oriental de la isla, Apio Claudio Pulcro, causándole bajas importantes. Marcelo trata de alcanzar una solución política con los notables siracusanos que gobiernan la ciudad para que Hipócrates y Epícides abandonen la isla.

Epícides acude a la ciudad de Leontino y subleva a la población. Los notables siracusanos, envían tropas a controlarla junto a efectivos romanos, pero estas últimas llegan antes. Marcelo con su ejército y Apio Claudio con los suyos asaltan la ciudad, huyendo Hipócrates y Epícides a la cercana Erbeso. Marcelo ordena ejecutar a 2.000 desertores romanos que estaban enrolados en las tropas ahora rendidas.El contingente siracusano mandado a controlar la rebelión de Leontino es interceptado por un mensajero antes de llegar que consigue que las tropas detengan su avance y se encaminen a Megara Hybalea. Los jefes tras apartar a los sediciosos de la tropa tratan de tomar Erbeso por traición para lo que se adelantan con la caballería pero fracasan y retornan a Megara Hybalea. Con el grueso de las tropas marchan a asaltar la población nuevamente pero interceptados por Hipócrates y Epícides los convencen para no cumplir las órdenes, por lo que sus jefes los llevan de vuelta a Megara Hybalea. Allí son intoxicados con una falsa petición a los romanos para exterminarlas, lo que provoca su total sedición y pase al de bando de Hipócrates y Epícides. Llegados a Siracusa consiguen hacerse con el favor popular y el control de la ciudad, asesinando a los notables que la gobiernan y siendo ellos elegidos nuevos pretores, apresando un cuadrirreme romano en el puerto y la delegación que iba en él. Marcelo levanta su campamento en Leontino y se dirige a Siracusa iniciando el ataque a la ciudad. Tras ser rechazado en sus asaltos contra las murallas terrestres en la zona del Exapilo y las que dan al mar en Achradina, en parte gracias a los ingenios de Arquímedes, inicia un largo asedio. Deja a Apio Claudio al mando y con un tercio de sus tropas inicia una campaña contra otras zonas de la isla rebeladas contra ellos. En primer lugar marcha hacia el sur a Heloro, que se rinde cuando ve aparecer su ejército. A continuación va a Erbeso que igualmente se rinde. En Megara Hybalea la resistencia es mayor y debe ser tomada al asalto, asolándola a continuación como escarmiento.

La flota cartaginesa del cabo Pachynum retorna a Cartago e informa de los sucesos, retornando al mando de Himilcón con un poderosos ejército de 25.000 infantes, 3.000 jinetes y 12 elefantes que desembarca en Heraclea Minoa, dirigiéndose a la cercana Agrigento la cual es tomada. Enterado Hipócrates de la llegada de Himilcón, parte a buscarlo con 10.000 infantes y 500 jinetes desde Siracusa burlando el cerco. Sin embargo este contingente se encuentra en las cercanías de Acrilae por los hombres de Marcelo que retornan de las cercanías de Agrigento tras el desembarco cartaginés. Se produce un enfrentamiento a resultas del cual los siracusanos son aniquilados, huyendo Hipócrates a la ciudad de Acrilae con su caballería superviviente. La llegada de Himilcón hace que Marcelo retroceda hasta Siracusa. Los cartagineses se acercan hasta 8 millas de la ciudad. Una flota púnica al mando de Bomílcar logra entrar en Siracusa con suministros mientras los romanos desembarcan en Panorno, al norte de la isla, una legión de refuerzo. Probablemente es una de las dos que salió de Sicilia a comienzos de 215 con destino Apulia. Pese a que Himilcón trata de interceptarla para evitar que se una al resto del contingente romanos, finalmente la legión logra llegar a las cercanías de Siracusa donde Apio Claudio se hace cargo de ella.
Bomílcar se hace a la mar retornando a Cartago mientras Himilcón viendo la fortaleza del dispositivo romano en Siracusa opta por dirigirse al interior de la isla a rebelar nuevas poblaciones.

Mientras en Iliria, también en verano, el rey de Macedonia Filipo desembarca con 120 birremes en la zona y ataca Orico y Apolonia, en territorio ilirio. Una embajada de la primera llega a Brindisi informando a Levino de los sucedido y pidiendo ayuda. Este se embarca junto a su legión y llega a la zona en dos días. Se presenta en Orico expulsando a la guarnición macedonia y se encamina a la cercada Apolonia donde entra secretamente de noche. Al día siguiente constatada la negligencia en el campamento macedonio, procede a un asalto nocturno pero pierde a 3.000 hombres muertos o prisioneros. Trata de huir en su flota por el río pero al serle cortado el paso por los romanos , desembarca, quema sus naves e inicia el retorno a Macedonia por tierra. Levino inverna en Orico.

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La campaña de 215 a.C.
El Dictador Marco Junio Pera marcha a Roma a convocar las elecciones consulares tras haber encarado uno de los periodos más críticos de la guerra, inmediatamente después de Cannas. Una parte importante de Campania, del norte de Apulia, los Hirpinos, zonas de Lucania y del Samnio Caudino además del Brucio, se han pasado al bando cartaginés. En el sur, los sobordinados de Aníbal han iniciado una campaña contra las ciudades griegas, que ha cosechado numerosos e importantes éxitos. El Maestro de caballería Tiberio Sempronio Graco queda al cargo de las cuatro legiones reclutadas de urgencia tras Cannas. Se encuentra acampado junto al Volturno aguas arriba de Casilino, que en esos momentos está siendo cercada inmisericordemente por Aníbal. Con órdenes expresas de rehuir el combate, procede a emplear el río como medio de hacer llegar suministros a los cercados mediante diversas estratagemas las cuales son descubiertas por los púnicos. Finalmente y tras varios meses la guarnición capitulará pactando con Aníbal el precio de su liberación.

En esa tesitura resultan elegidos cónsules el propio Graco y en ausencia Lucio Postumio Albino, hasta entonces pretor en la Galia. Llegan noticias de Tito Otacilio al mando de la flota en Sicilia, informando que Lucio Furio, quien tomara el mando en la isla una vez Marcelo quedó en Campania al mando de una parte de los restos del ejército de Cannas, ha resultado gravemente herido en una incursión en África. Se ordena a Otacilio y al pretor en Cerdeña, Aulo Cornelio Mammula que consigan los suministros que requieren por sus propios medios. Son nombrados pretores Marco Valerio Levino de extranjeros, Apio Claudio Pulcro para Sicilia, Quinto Fulvio Flaco como urbano y Quinto Mucio Escévola para Cerdeña.

Al poco de esto llegan noticias de que Postumio Albino ha sido emboscado por los Boyos en la Galia y él y su ejército aniquilados. Debido a la falta de efectivos, se decide que ese año no habrá ningún ejército romano en la Galia que lo sustituya. Las dos legiones urbanas del año anterior parten hacia Cales para que Marcelo se haga cargo de ellas y las conduzca al campamento de Suésula. Los supervivientes de Cannas que estaban en el ejército de Marcelo del año anterior y los que aún permanecían bajo mando de Varrón en Apulia, son desterrados a Sicilia, sumándoles algunos soldados noveles del ejército de Marco Junio Pera reclutados en otoño del año anterior. Relevan de este modo a las dos legiones que el año anterior estaban estacionadas en Sicilia que vienen a Italia pasando finalmente a manos del pretor de extranjeros Levino para operar en Apulia, siéndole asignada además una flota de 25 naves para patrullar la costa entre Brindisi y Tarento. Se elige cónsul sufecto a Marcelo para sustituir a Postumio Albino, pero el hecho de que tanto él como Graco sean plebeyos hace que se excusen en los augurios para obligarle a dimitir, resultando elegido en su lugar Fabio Máximo, de origen patricio. Este se hace cargo del ejército de Marco Junio Pera invernado en Teanum Sidicinum. Graco toma el mando del ejército de esclavos junto a 25.000 aliados. Varrón es destinado como procónsul de Apulia a Piceno para que reclute una legión para defensa de ese territorio. Al pretor urbano Flaco se le da el mando sobre una flota de 25 naves para patrullar la costa del Lacio, mientras Tito Otacilio prosigue con la suya en Sicilia.

Filipo V de Macedonia, ante lo sucedido en Cannas, decide unirse a la guerra con el bando cartaginés, mandando una delegación de embajadores a Italia a pactar los términos del acuerdo con el púnico. Filipo debería tratar de desembarcar en Italia por el Adriático con un ejército que se uniera al de Aníbal. La delegación desembarca en territorio italiano y es interceptada en Apulia, y es llevada a Luceria a hablar con el pretor Levino al cual informan que van a Roma. Tras proseguir su marcha, llegan a Campania donde pactan con Aníbal los términos del acuerdo, enviando el general cartaginés a tres embajadores junto a la Delegación con el propósito de que vayan a Macedonia.

Simultáneamente, el pretor saliente de Cerdeña, Aulio Cornelio Mammula, informa que el nuevo pretor Quinto Mucio Escévola padece los efectos de la insularidad, además de solicitar nuevos refuerzos. El pretor urbano Quinto Fulvio Flaco alista una nueva legión con destino a la isla y como mando de la misma parte Tito Manlio Torcuato. Desde Petelia, en la costa del Brucio, llega una delegación pidiendo ayuda ante el asedio cartaginés. El Senado le responde que les resulta imposible enviársela y que decidan su suerte.

En esos momentos el despliegue cartaginés consta de un ejército bajo mando de Himilcón que opera en el Brucio contra las ciudades griegas de la Magna Grecia, probablemente en conjunto con efectivos brucios, y el ejército principal de Aníbal que se encuentra en Campania tras haber invernado en Capua. Existe un tercer contingente bajo mando de Hannón del cual habrá noticias operando en Lucania.

Petelia resiste el asedio púnico, pero tras once meses cae finalmente en manos de Himilcón. Tras esto el ejército de Himilcón se dirige a Cosentia, que se rinde a los pocos días. La siguiente operación es contra Locri. Adelantando su caballería, captura a los forrajeadores de la ciudad que están acopiando grano en previsión de un ataque de los africanos y brucios. Manda una delegación brucia a pedir la rendición, pero tras la negativa, decide presentarse con su caballería fente a los muros de esta. Ante esta visión los locrienses aceptan capitular permitiendo que la guarnición romana bajo mando de Lucio Atilio escape en secreto hacia el puerto, desde donde se embarca a Reggio. Pese a la persecución de Himilcón, no logra alcanzarlo. Los romanos refuerzan Reggio con tropas mandadas desde Sicilia por Apio Claudio Pulcro. Las tropas cartaginesas que se acercaban a este último enclave se retiran, quedando Locri en sus manos, aunque aceptando el control del puerto por los habitantes locales. Los aliados brucios de Aníbal se quejan por no haber consumado el ataque a Reggio y dejar cierta autonomía a los locrienses.

En Campania entre tanto, los aliados de Aníbal tratan de sumar a la rebelión a los habitantes de Cumas, pero al no lograrlo, deciden tenderles una trampa. Citan al senado cumano en la ciudad de Hamae donde va a tener lugar una celebración religiosa. Previendo la jugada, los notables cumanos avisan a Graco sobre los acontecimientos. Este, parte desde Sinuesa, cruza el Volturno y acampa en Literno, ordenando acopiar víveres en Cumas. Los campanos por su parte están acampaos junto a Hamae con un ejército de 14.000 hombres al mando de su jefe Mario Alfio. Esa misma noche el cónsul romano ordena el asalto al campamento enemigo consiguiendo tomarlo dando muerte a 2.000 hombres incluido su jefe, tras lo cual se dirige a Cumas previendo la reacción de Aníbal que está en la muy cercana Capua. Desde su campamento en el Monte Tifate, el general cartaginés parte hacia Hamae pensando en sorprender a los romanos, pero enterado de que se han marchado a Cumas y debido a su falta de tren de asedio, retorna a su campamento del Monte Tifate a recogerlo. Cumas es un puerto marítimo y por tanto objetivo prioritario para Aníbal que de ese modo podría tener una vía de entrada de refuerzos. Mientras el ejército de Fabio se encuentra en Cales, en el Ager Falernus, sin cruzar el Volturno, con el cónsul aún en Roma realizando ritos religiosos.
Aníbal prepara una torre de asedio mientras Graco ordena la ejecución de otra de más altura sobre los muros de la ciudad. Desde esta consiguen incendiar la de los cartagineses, que comienzan a abandonarla en desbandada, lo cual es aprovechado por Graco para realizar una salida que les causa 1.400 bajas y les empuja hasta su campamento, ordenando un rápido repliegue para evitar un contraataque. Aníbal saca al día siguiente a su ejército ofreciendo batalla, pensando que envalentonado por su éxito el cónsul la aceptará, pero Graco prudentemente permanece dentro de Cumas, lo que hace que finalmente Aníbal retorne al Monte Tifate.

Una vez levantado el cerco de Aníbal, el cónsul romano se dirige desde Cumas a Grumentum en Lucania, donde se enfrenta a las tropas cartaginesas comandadas por Hannón que se encuentran en la zona. Le causa 2.000 muertos contra 280 propios, obligándole a retornar al Brucio. Graco vuelve a Cumas.

Levino por su parte inicia acciones bélicas contra los Hirpinos desde Apulia, tomando al asalto los pueblos de Vescellium, Vercellium y Sicilinum, matando a los cabecillas de la rebelión y capturando a 1.000 hombres, tras lo cual retorna a Luceria.

La embajada macedonia mientras, tras embarcar de vuelta a su país, es interceptada por los romanos los cuales descubren la presencia de los embajadores púnicos y los planes que tienen. Son enviados en barco hacia Roma siendo interceptados en Cumas por la flota romana de la zona donde se informa a Graco que aún está en la ciudad de lo ocurrido. Uno de los barcos de la embajada logra escapar dando aviso de lo sucedido lo que provoca el envío de una nueva delegación macedonia y el consiguiente retraso hasta el verano de los planes de alianza púnico-macedonia.

El descubrimiento del acuerdo por los romanos, provoca el alistamiento de 25 naves adicionales que son enviadas desde Ostia a Tarento para Levino, donde embarcarán a una parte del ejército de Apulia. El resto quedará bajo mando de Lucio Apustio en Tarento.

Graco se pone en camino desde Cumas hacia Luceria donde relevará a Levino, de modo que este se dirija al Salentino a proteger ese sector de una posible intervención macedonia.

En Campania el ejército de Fabio entra finalmente en acción tomando al asalto Trébula donde captura la guarnición púnica existente. La campaña prosigue con la toma de Compulteria y el apresamiento de los defensores campanos y cartagineses. Esta localidad aparece también como capturada el año siguiente por el mismo Fabio, lo que induce a pensar que o bien es un error de Livio que figure en uno de los dos años (preferentemente el año 214 pues se trata de una campaña con muchas capturas), o bien que tras ser tomada en 215 volvió a manos cartaginesas. Por último Fabio asalta Austicula y apresa a su guarnición. Tras estas operaciones, en una arriesgada maniobra, pasa a su ejército entre la ciudad de Capua y el Monte Tifate en dirección a Suésula, donde releva a Marcelo que se encamina a Nola a preparar su defensa frente a otra aproximación de Aníbal.

En Cerdeña se ha desencadenado una rebelión encabezada por un notable local llamado Hampsicora quien pide socorro a los cartagineses. En ese momento el pretor está enfermo y aún no ha llegado la legión de refuerzo. Estos mandan una flota con un ejército de 12.000 infantes, 1.500 jinetes y 20 elefantes bajo mando de Asdrúbal Calvo. Una tormenta desvía el curso de la misma que se ve obligada a dirigirse a la isla de Ebusus (Ibiza) a realizar reparaciones. Llegan los refuerzos romanos a Carales, a los cuales se une la marinería de la flota que los ha traído. Tito Manlio consigue juntar un ejército de 22.000 infantes y 1.200 jinetes con los que parte a atacar el campamento de Hampsicora. Allí está su hijo pues él está reclutando rebeldes en otras partes de la isla. En la batalla mueren 3.000 sardos y otros 800 son capturados. El resto huye a Cornus para unirse a Hampsicora. La flota púnica arriba finalmente a la isla desembarcando las tropas en el oeste de la misma y retornando a. Cartago. Tras enterarse Manlio regresa a Carales. Hampsicora aprovecha para comenzar a rapiñar la campiña de los aliados romanos en la isla. Manlio acude a interceptarlo antes de que llegue a Carales. Cerca de Cornus acampan ambos ejércitos, romano y sardo-cartaginés. Se produce la batalla campal, durante la cual el ala sarda cede ante el empuje romano, lo que permite a estos envolver a las tropas púnicas que son aniquiladas, muriendo 12.000 hombres y siendo otros 3.700 hechos prisioneros incluidos los jefes. Hampsicora huye a Cornus, pero finalmente los romanos logran rendirla. Pacificado el territorio Manlio retorna a Roma con la legión que trajo, que probablemente quedó como legión urbana.

En el mar también hay novedades pues Tito Otacilio que retorna de una operación de saqueo en África con la flota de Sicilia, se dirige a las costas de Cerdeña donde intercepta a la flota cartaginesa que ha desembarcado a Asdrúbal Calvo, apresándole 7 barcos con sus tripulaciones y dispersando al resto.

Bomílcar entretanto desembarca con un ejército de refuerzo para Aníbal de 4.000 númidas y 40 elefantes en las proximidades de Locri. El pretor en Sicilia Apio Claudio parte para tratar de interceptarlo con su ejército hacia Mesina donde embarca hacia Locri. Bomílcar (cuñado de Aníbal) mientras, se dirige hacia el interior del Brucio a unirse con su hijo Hannón. Una vez en Locri, la ciudad se niega a abrirle las puertas a los romanos por lo que Apio Claudio retorna a Sicilia.

Levino mientras se prepara con su flota para partir a Iliria para detener allí a Filipo, dejando el mando del resto de contingente terrestre a Lucio Apustio.

En Campania, Marcelo tras ser relevado en Suésula por Fabio, llega a Nola desde donde ese verano comienza a hacer salidas de saqueo sobre el Samnio caudino y los Hirpinos lo que fuerza a Aníbal, azuzado por sus aliados, a acercarse para tratar de tomar la ciudad y privarle de la base de operaciones para dichos saqueos. Marcelo se apresta entonces a defenderla del ataque de Aníbal. que había sido erróneamente informado que las salidas del romano eran desordenadas. El general cartaginés llama a Hannón que acuda desde el Brucio con los refuerzos recién llegados mientras Bomílcar permanece allí sustituyéndole. Aníbal rodea completamente la ciudad provocando la salida de los hombres de Marcelo que inician escaramuzas interrumpidas por una tormenta. Estas persisten y al tercer día, viendo Marcelo que una parte de los cartagineses ha salido a forrajear, saca a sus tropas presentando batalla y marchando hacia el campamento cartaginés. Aníbal manda a llamar a los que están forrajeando mientras el resto de su ejército sale a dar batalla. Voluntarios nolanos permanecen en la ciudad a la espera de una señal de Marcelo. Tras un feroz combate, los cartagineses son empujados hacia su campamento y optan por replegarse. Los hombres de Marcelo hacen lo propio. Livio habla de 5.000 bajas púnicas frente a 1.000 romanas, además de la captura de 600 hombres más y 2 elefantes. Otros 4 paquidermos mueren en la batalla. Al día siguiente se recogen y queman los cadáveres del campo de batalla. Al tercero se produce la deserción de 1.272 jinetes númidas e hispanos. Entonces Aníbal ordena a Hannón retornar al Brucio con sus hombres mientras él parte hacia Arpi en Apulia para invernar.

Fabio aprovecha la marcha de Campania de los ejércitos cartagineses para recolectar grano en las proximidades de Nola y Neápolis y llevarlo a Suésula, campamento que es reforzado. Entonces con su ejército se dedica a saquear la campiña de Capua hasta que los campanos montan un campamento con 6.000 hombres incluida caballería, que se dedica a atacar a los forrajeadores romanos, lo que provoca que Fabio retorne a Suésula.

Hannón de regreso al Brucio ataca Reggio junto a sus aliados, fracasando en el intento. Mientras un ejército de brucios asedia Crotona, la cual no puede resistir, refugiándose los supervivientes en la ciudadela. Tras la mediación de Hannón y los habitantes de Locri pactan el abandono de la misma con un salvoconducto para llegar a Locri.

En Apulia, con los ejércitos de Graco en Luceria y el de Aníbal en Arpi, se producen escaramuzas de escasa importancia.

En el reino de Siracusa se produce la muerte del rey Hierón y el ascenso al poder de su hijo Gelo, procartaginés, pero su súbita muerte aborta el cambio de bando. Sube al trono entonces el nieto Hierónimo. Influenciado por sus tíos cambia de bando. Dos cartagineses Hipócrates y Epícides comienzan a tentar pueblos con guarnición romana mientras el rey junto a un ejército de 15.000 hombres marcha hacia Leontium. Allí es asesinado, tomando el mando su tío Andranodoro que se declara procartaginés, comenzando la guerra en Sicilia de lo cual informa Apio Claudio dando cuenta de haber concentrado sus tropas junto a la frontera del reino siracusano.

Fabio Máximo, antes de acabar la campaña, fortifica Puteoli dejando una guarnición, partiendo a Roma a organizar las elecciones consulares.

Un saludo


JuanAA
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Mensaje por JuanAA »

Mis felicitaciones a Capricornio e Isocrates porque han demostrado saber mucho del tema. En cuanto a la "victoria de Marcelo" otro argumento para tomar en cuenta de que el vencedor fue Anibal es el hecho de que este venia huyendo y como le pisaban los talones tuvo que pelear; terminado el combate pudo volver a huir sin ser perseguido.


de guiner
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Mensaje por de guiner »

Estimado capricornio, he andado bastante desconectado del foro. Permíteme una pregunta; ¿tiene alguna finalidad la forma cronológica en la que presentas los hechos o es que se han trasladado los post desde otro hilo?.
Es que me he puesto a leerlos y algunas cuestiones se pueden llegar a distorsionar sin concretar los antecedentes previos a las acciones. Y de hecho, juraría que ya se ha consumado alguna que otra. :roll:

Perdona la pregunta pero, en mi humide parecer, se han pasado por alto algunas puntualizaciones que podrían poner las cosas en su sitio. De ahí mi duda por el desarrollo cronológico.

Un saludo.

Isocrates escribió:"los romanos eran buenos generales" es una afirmación genérica "César era un buen general", no.


¡ Que cese todo ruido !. Otra vez, ¡ silencio !.
¿ Quién de entre la multitud me ha llamado ?. Oigo una voz, más vibrante que toda la música, clamar César, César. Habla. César se detiene a oírte
. :wink:


de guiner
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Mensaje por de guiner »

REP

Me ha salido 20 veces lo de 504 Gateway Time-out. :shock:


capricornio
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Mensaje por capricornio »

El tema se originó aquí:
http://www.militar.org.ua:8080/foro/iqu ... 5-780.html

y lo proseguimos en este hilo.

Un saludo


de guiner
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Mensaje por de guiner »

Vale, ya me voy centrando. Tu post en el hilo de la VI Leg. te lo contestaré en éste; por cierto, está muy bien encaminado tu análisis en ciertos sentidos.

En Livio XXVI,21 menciona el regreso de Marcelo a Roma en 211, la entrega de las tropas a su sucesor y la llegada de Marco Cornelio.


Anteriormente, si mal no recuerdo, me decías que al ejército de Marcelo se le pierde la pista:

Pero al ejército de Marcelo dejado en 211 se le pierde la pista y sabemos de la llegada de otro nuevo desde la Galia.


Pero aquí ya has encontrado que se lo entrega a su sucesor. En el párrafo que te puse y me cito citando, nunca mejor dicho:

"A Marco Marcelo le fueron decretadas las legiones con las que había dirigido la guerra cuando cónsul."

Esto para el año 209. Ya cuadra un poco más, porque de licenciarlos en algún momento omitido o pasado por alto en el AUC creo que va a ser que no.

Ya en 211 es elegido pretor en Apulia (XXV,41). Normalmente en ese puesto solía estar el pretor designado como de extranjeros o peregrino. Luego era un tipo con cierto peso y parece muy posible que sea el Marco Cornelio que a mitad de 211 se desplaza a Sicilia a relevar a Marcelo, haciéndose cargo de su ejército.


Aquí me parece que me has ahorrado el trabajo de buscarlo. Sí que es el mismo Marco Cornelio. En el verano del 211 se le encarga asignar tierras a Mérico y a los hispanos que con él se habían pasado a los romanos. En ese momento Marcelo había sido llamado a Roma a instancias del pretor Gayo Calpurnio. Allí el senado, en audiencia en el templo de Belona, le deniega la licencia de su ejército (lo que te comentaba arriba), y como el senado no tragó con esto pues Marcelo les pidió entrar en Triunfo, cosa que también se le negó, quedando en la solución intermedia de la "Ovación". A instancias de los tribunos de la plebe se le sigue manteniendo su mando militar y cito "el día en que entrara en ovación en Roma".
¿Pero que le pasa en Sicilia a Marco Cornelio mientras tanto?, pues que mientras está buscando una ciudad con sus tierras para asignárselas a Mérico y a los hispanos, una flota cartaginesa desembarca 8.000 infantes y 3.000 jinetes númidas. Defeccionan las ciudades de Murgentia, Ergetium, Hybla, Macella y otras cuantas menores.
Los númidas, al mando de Mutines (destacado allí por Aníbal), se dedican a saquear toda Sicilia.
Mientras tanto, el ejército de Marcelo, que estaban mosqueados al no ser trasladados junto a su jefe a Roma, estaba a un paso de la sedición. Súmale a eso que se les mantenía aun la prohibición de invernar junto a las ciudades. Pero mira por donde, Marco Cornelio los apacigua, somete a las ciudades que se habían pasado a los cartagineses y les asigna Murgentia a los hispanos. Mató dos pájaros de un tiro. :mrgreen:

Pues creo que con todo esto podemos llegar a la conclusión, sino corrígeme, estimado capricornio, que el ejército de Marcelo salió poco o nada de Sicilia; buena tierra, por cierto.

A Marcelo parece ser que le importaba más la concesión de un Triunfo, que el senado tuvo a bien no concederle (como te comenté arriba), que el ejército que dejó en la isla.

NOTA: La audiencia se le concede a Marcelo en el templo de Belona pues éste se hallaba junto a la Puerta Carmental, fuera de la muralla. Marcelo hubiera perdido su mando si entraba en Roma antes del Triunfo (si le era concedido); de ahí mi reseña de la petición de los tribunos de la plebe de que conservara el mando militar "el día en que entrara en ovación en Roma".

PD: Vaya saltos cronológicos que estamos dando.

Un saludo.


capricornio
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Mensaje por capricornio »

Valerio, Polibio cuenta que cuando Aníbal se dirige a Roma en 211, tras desistir de permanecer frente a la ciudad, da media vuelta y es seguido por el ejército consular de Galba. Livio luego menciona que Fulvio Centúmalo y Galba terminan el año operando ambos en Apulia con sus respectivos ejércitos consulares.

Sin embargo, cuando Aníbal llega a Roma, no parece que el ejército de Fulvio hubiese comenzado siquiera a formarse. Eso me hace sospechar que tal vez heredase el ejército de Apio Claudio una vez cayó Capua.

Livio menciona que del ejército de Quinto Fulvio Flaco, la mitad de efectivos son licenciados, pero del perteneciente al fallecido Apio Claudio también desplegado en torno a la capital campana (al menos en la versión en inglés), no se dice nada.

Y en los años sucesivos sólo se alude como desplegado en Campania ese ejército reducido de Flaco compuesto por una legión reforzada y un contingente aliado de 7.000 hombres.

¿Fue licenciada la totalidad del ejército de Apio Caludio y se formó otro ejército consular nuevo para Fulvio Centúmalo? ¿Heredó este último el del primero? ¿Qué opinas?

Un saludo y gracias por las respuestas

PD: ¿Qué ejército crees que fue el que se desplegó bajo las murallas de Roma para oponerse a Aníbal? ¿Uno venido de Capua bajo mando de Flaco como cuenta Livio (entre otros) o el nuevo ejército consular en formación de Galba, como defiende Polibio? En las páginas anteriores hemos debatido sobre esta cuestión.


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