Foro Militar General

estimado huarlot te cito textualmente lo tuyo y lo mio

Cita:
haber dificultado el transito de los convoy britanicos por el metiterraneo desde Sicilia a Tunez y pasando por Malta si la hubieran ocupado, obligando a los convoy britanicos a tener que dar la vuelta a Africa para poder llegar a alejandria, .
eso si lo consiguieron y te recominedo que le eches un vistazo a "pedestal" y al Viaje del "Ohaio" esos son HEROES y lo demas Historietas del abuelo

es que los ingleses pasaban por ciudad del cabo sin tener ocupada malta los italianos
el problema de malta es que desde alli se atacaba los convoys italianos a Africa

Cita:
vamos mejores cosas que morirse como se murieron en los puertos de perderlos en tierra mejor en el mar cumpliendo objetivos.
y supieron morir como valientes en el mar, si puedes mira la lista de buques hundidos y mira que tuvieron un valor que los alemanes en el mar no les igualaron, y que sin sus sacrificios Rommel habria perdido en 1941

Vamos a ver yo no hablo de héroes que en todos los bandos las hay, si cito obligando a los convoy a los británicos a tener que dar la vuelta a africa, es al principio de la guerra y una vez tomada Malta por los Italianos, eso hubiera obligado al primer convoy que iba para Egipto en vez de ir por el metiterraneo, tener que dar un rodeo, cosa que la ofensiva inglesa hubiera sido mas tarde, e incluso no realizada ya que tal vez tendrían que destinar tropas a Grecia,.

improvisacion ,nadie la duda, y falta de combustible, tambien. pero cuando se pusieron las pilas al 25% los convoys ya iban por el Cabo

, yo no quito al merito de los marinos Italianos, como a los soldados que estaban con Rommel su tremendo valor yo solo digo que los acorzados fueron destruidos por los propios Italianos para que no calleran el manos alemanes y tal vez los hubieran ariesgado un poquito mas por ejemplo tomando Malta a los británicos les hubiera costado mucho mas dominar el maditerraneo, sin menos preciar a los marinos de ambos contenientes ya que ellos cumpliar ordenes y lo hacían lo mejor posible.

es que la actuacion de la Marina, puede ser un fracaso logistico y operativo, pero de cobardes nada, ya veras como al terminar este hilo tendras un monton de heroes navales italianos y yo digo mis preferidos . Salvatore Todaro y Luigi Durand de la Penne

Buenas Torpedo

1º la mision de los italianos era proteger el convoy, por tanto rehusar el combate y salir por patas para llegar a africa
2º la mision de la flota britanica era hundirlo ,ya que tenian superiodidad en cañones,aviones y radar
3º si tienes peores armas has de evitar el contacto el maximo tiempo posible y si puedes huir, para mi no es de cobardes

De acuerdo, pero lo que dice Campioni, o viene a decir, es que "de combatir, cuanto más lejos mejor". Lo que no deja de ser indicativo de su actitud timorata. Sobre todo cuando tus cañones son de 321 mm frente a los 381mm del adversario.

Saludos

V. Tarento: La humillación de Regia Marina

Desde el inicio de las hostilidades, el almirante Campioni, comandante en jefe de la flota italiana, había confiado en que el puerto de Tarento, ubicado en el talón de la bota italiana, era un refugio seguro para su armada. Aparentemente, el puerto estaba bien defendido con cañones antiaéreos, globos cautivos y redes contra torpedos. Sin embargo, el almirante Cunningham, decidido a aliviar la amenaza de la flota italiana contra los convoyes británicos habia dado luz verde a un plan de ataque sorpresa nocturno contra el puerto. Este ataque se lanzaría desde el portaaviones Illustriuos que lanzaría sus torpederos a unos 200 Km. del objetivo. Un incendio en el Illustrious obligó a posponer la fecha inicial prevista (21 de Octubre) hasta la siguiente noche de luna llena, que sería la del 11 de Noviembre. El ataque correría a cargo de los aviones torpederos Fairey Swordfish, un biplano de la década de los 30, de anticuado diseño y baja velocidad de vuelo (unos 250 km/h), aunque también era un avión muy robusto y con gran capacidad para encajar daños.

En caso de salir bien, el "premio" a esta audaz misión era sumamente atractivo, ya que el reconocimiento aereo de la RAF había localizado en Tarento a cinco de los seis acorazados italianos (el sexto acorazado llegaría poco antes del ataque), junto con ocho cruceros, veinte destructores y otras unidades menores. Pese a que en principio se había previsto que el portaaviones Eagle participara también en el ataque, este no estaba en condiciones operativas, por lo que se redujo la dotación ofensiva a la modesta cantidad de 21 Swordfish que podía lanzar el Illustrious.

La primera oleada de aviones formada por 12 torpederos, despegó a las 20:30, y otros 9 lo hicieron una media hora después quedando averiado uno de los Swordfish en cubierta. Cuando, tras más de dos horas de vuelo, los Swordfish alcanzaron Tarento, siendo recibidos por el fuego antiaéreo italiano, lo que no impidió que los 6 primeros aviones lanzaran sus torpedos contra los acorazados fondeado en el puerto. Mientras tanto, los aviones restantes se dirigían hacia el mar interior de Tarento para bombardear objetivos secundarios e instalaciones portuarias. El efecto de la primera salva de torpedos fue devastador, resultando alcanzados tres acorazados italianos: el Littorio, el Conte di Cavour y el Caio Duilio los cuales recibieron un impacto. La defensa antiaérea, presa de la confusión y desconcertada por la baja altura de vuelo de los aviones británicos, solo pudo derribar uno de los aviones atacantes.

Cuando se retiraron los aparatos de la primera oleada de ataque, llegaron los aparatos de la segunda, 7 en total. Nuevamente los torpederos británicos pudieron lanzar sus torpedos, logrando dos nuevos impactos en el Littorio y otro más en el Caio Duilio. Nuevamente, solo uno de los Swordfish resultó derribado, logrando retirarse el resto sin mayores contratiempos.

El ataque contra Tarento, realizado con unos medios extremadamente modestos, había supuesto una auténtica escabechina para la Regia Marina, que de un plumazo vió reducida a la mitad su flota de acorazados. El flamante Littorio resultó semihundido, y aunque pudo ser reparado con cierta rápidez estuvo fuera de servicio durante cuatro meses. El Caio Duilio quedó varado y fuera de servicio seis meses, mientras que el Conte di Cavour, precisaba importantes reparaciones que no llegaron nunca a completarse antes del final de la guerra. También resultaron averiados el crucero Trento y el torpedero Libeccio.

Pero, más allá de la gravedad de los daños materiales, el ataque a Tarento supuso un duro golpe a la moral de la Regia Marina además de un éxito operativo de primer orden para la Mediterranean Fleet. Mussolini ordenó evacuar a lo que quedaba de la flota con destino a Nápoles y otros puertos más al norte, lo que supuso un enorme alivio temporal para los convoyes británicos con destino a Malta y Alejandría además de eliminar la operatividad de la flota italiana durante meses.

Pero por encima de todo, Tarento demostró el riesgo que corrían las flotas concentradas en un puerto ante un posible ataque de la aviación embarcada, asi como sirvió para consagrar al portaaviones como nuevo "rey de los mares" en sustitución del acorazado. En ese sentido, los japoneses iban a tomar muy buena nota de las lecciones extraídas de Tarento e iban a ponerlas pronto en práctica, en el Pacífico.

VI. El combate del Cabo Teulada o Cabo Spartivento

Después de que el ataque sorpresa sobre Tarento (Operación Judgement), hubiese inflingido graves daños a la flota italiana, el alto mando naval británico dedujo que todos los acorazados italianos habían quedado dañados o fuera de servicio temporalmente. Por ello, el almirantazgo británico decidió aprovechar la tesitura favorable para enviar un convoy con aviones y especialistas de la RAF a través del Mediterráneo con destino a Malta y Alejandría. El convoy sería escoltado por la Fuerza H de Gibraltar, pero como esta solo contaba con un acorazado disponible, debería hacer un alto al sur de Cerdeña para esperar a que una agrupación naval salida de Alejandría con un 1 Crucero Pesado, 4 cruceros y 5 destructores se les uniera antes de continuar la ruta hacia el Canal de Sicilia, la parte más peligrosa de la travesía por su proximidad a las bases italianas.

El 25 de noviembre, la inteligencia naval italiana detecto los movimientos del convoy, y al día siguiente fue informada de la salida de la flota de Alejandría. Esto convenció al alto mando italiano de que algo importante se tramaba, por lo que se dio orden de movilizar al grueso de la flota, incluyendo los dos acorazados disponibles, el Vittorio Veneto y el Giulio Cesare, junto con 6 cruceros pesados y 14 destructores. La agrupación de acorazados y su escolta de destructores sería mandada por Campioni, mientras que la segunda flotilla de cruceros pesados (Bolzano, Fiume, Gorizia, Pola, Trieste, Trento) era mandada por el almirante Angelo Iachino. Las dos agrupaciones navales italianas debían concentrarse al sur de Cerdeña, desde donde sería más fácil interceptar al convoy proveniente de Gibraltar. Por supuesto, era esencial que el ataque se produjera antes de la flota de Alejandría pudiera unirse al convoy de Gibraltar, pues de ser así, la Regía Marina tenía una oportunidad única de librar una batalla decisiva con superioridad numérica local.

El 27 de Noviembre por la mañana, el reconocimiento italiano detectó la presencia del convoy británico a la altura del Cabo Bón, frente a la costa de Tunez. Pero a no se informó a Campioni que entre los buques británicos se encontraba un portaaviones, así que Campioni dio órdenes de dirigirse a toda máquina al encuentro de la flota enemiga. En el ínterin, sin embargo, se produjo la unión de ambas flotillas inglesas, hecho que le fue notificado vagamente a Campioni por los datos de reconocimiento. El almirante italiano dudó, pero finalmente decidió seguir adelante confiando que en caso de no contar con superioridad local, podría romper el contacto con la flota británica.

Mientras tanto el almirante James Somerville, al mando del convoy, se enfrentaba a sus propios problemas. Sabedor de que los italianos lo habían localizado, dio órdenes de despegar a los aviones con destino a Malta, pero estos no pudieron llegar a su destino por falta de combustible. La flota de Somerville estaba integrada por el portaaviones Ark Royal, el acorazado Ramillies, el crucero de batalla Renown y su correspondiente escolta de destructores y unidades auxiliares. Procedente de Alejandría, se unió a Somerville la Fuerza D del Almirante Holland, con el crucero pesado Berwick, los cruceros ligeros Manchester, Newcastle, Sheffield y Southampton y una flotilla de destructores.

Nuevamente, al igual que ocurrió en Punta Stilo, Campioni tenía el importante handicap de que no controlaba directamente el apoyo aéreo que necesitaba su flota, desventaja aun más acusada enfrentándose a una agrupación enemiga que contaba con dos portaaviones.
El avistamiento entre ambas flotas se produjo hacia el mediodia del 27 de Noviembre de 1940, unos 50 kilómetros al sur del Cabo Teulada. De forma casi calcada a Punta Stilo, ambas flotas tenían distintas ventajas sobre la adversaria. Los británicos contaban con la aviación embarcada del portavioones, pero los Cruceros pesados italianos con sus cañones de 203 mm, superaban a los británicos armados con piezas de 152 mm.

La batalla comenzó con el duelo artillero entre los cruceros italianos y británicos, que iban a la vanguardia de sus respectivas formaciones. En este primer intercambio de salvas, los italianos hicieron valer el mayor calibre de sus cañones dañando al crucero Berwick con dos impactos. Pese al cariz favorable del combate para los italianos, pocos minutos después, Iachino recibió orden de romper el contacto, al parecer debido a la falta de cobertura aerea, ya que la Regia Aeronautica no estaba en disposición de acudir con prontitud en apoyo de Campioni y este temía la entrada en acción de la aviación embarcada enemiga.

En ese momento el crucero Renown intentó aprovechar la maniobra de retirada italiana para atacar a los cruceros italianos por la retaguardia, pero el acorazado Vittorio Venetto lo evitó lanzando varias salvas de 381mm que ahuyentaron definitivamente al buque británico. El encuentro del cabo Taluada, concluyó, por tanto en unas nuevas tablas, siendo quizás algo más favorable para los italianos, que habían dañado un crucero enemigo, a costa de solo un destructor dañado. Pero la misión italiana fue un fracaso, ya que ni pudo interceptar el convoy ni tampoco infligir daños de importancia a la flota enemiga. La lentitud de acción de la aviación italiana se había mostrado una vez más decisiva a la hora de forzar un resultado en una batalla

Por su parte, la actitud del almirante Somerville al no ordenar una persecución de la flota enemiga le costó recibir duras críticas por parte de sus superiores del almirantazgo. Pese a ello, la misión de Somerville era proteger el convoy, objetivo que cumplió con eficiencia.

En resumen, la batalla de Teluada no cambió prácticamente en nada la situación estratégica. El golpe de Tarento y los dos indecisos combates navales que se habían producido hasta la fecha, seguían dandole a la Royal Navy la ventaja operativa en el Mediterraneo cuando terminó el año 1940. No obstante, la aviación alemana aun no había hecho su irrupción en este teatro de operaciones.

VII. Matapan: el "Midway" del Mediterraneo (I)

Con la entrada del año 1941, el teatro Mediterraneo fue adquiriendo una progresiva importancia para el OKW, que preparaba las operaciones terrestres contra Grecia y Yugoslavia, un paso previo imprescindible para asegurar el flanco meridional de Barbarroja. El alto mando germano, preocupado por la acumulación de tropas de la Commonwealth en Grecia, solicitó al Comando Supremo que la Regia Marina se desplegara e hiciese todo lo posible para bloquear el paso de los convoyes británicos hacia Grecia.

Los servicios secretos alemanes informaron a los italianos de que el momento era propicio, ya que la Mediterranean Fleet solo tenía disponible un acorazado (el Valiant), pero lo cierto es que los briánicos disponían de otros dos: el Warspite y el Barham. Estas informaciones, junto con las presiones ejercidas por Hitler ante Mussolini, hicieron que la Supermarina se decidiera finalmente a pasar a la ofensiva.

Consecuentemente, se prepararon planes de intervención para un despliege ofensivo de la flota en el Mediterraneo Oriental. Sin embargo, la premura de tiempo hizo que la mayor parte de los detalles operativos se estudiaran de forma apresurada o directamente se obviaran. La flota italana se desplegaría en la zona del Peloponeso, bajo la cobertura aerea de unidades alemanas e italianas destacadas en Rodas y Sicilia. En caso de avistamiento de unidades enemigas, los buques italianos debían atacar solo si la relación de fuerzas respecto al enemigo les era favorable, y naturalmente, tenían la misión de atacar y destruir cualquier convoy enemigo que encontraran en su ruta.

Dado que la Regia Aeronáutica solo podía desplegar en la zona apenas 40 aparatos, la Regia Marina iba a contar con el apoyo del X Fliegerkorps alemán, con base en Sicilia, por lo que por primera vez se iba a montar un dispositivo de colaboración aeronaval italo-germano.

La flota italiana zarpó de Nápoles el 26 de Marzo de 1941. La agrupación principal, mandada por el almirante Angelo Iachino, con el acorazado Vittorio Veneto y una escolta de destructores, debía encontrarse con la división cruceros más allá del estrecho de Messina. Sin embargo, las cosas muy pronto comenzaron a torcerse para los italianos. El 27 de marzo, y pese a la anunciada cobertura aerea alemana, un hidroavión de reconocimiento inglés avistó a la escuadra italiana, mandando de inmediato un mensaje a su base anunciando la salida de los navios de Iachino, mensaje que fue interceptado por los servicios de escucha italianos, y notificado a Iachino.

La misión, apenas comenzada, había perdido el factor sorpresa. Sin embargo, Iachino tenía los informes alemanes que indicaban que los británicos solo disponían de un único acorazado operativo en la base de Alejandría, por lo que, ante la falta de órdenes contrarias por parte de la Supermarina, decidió seguir adelante con la misión.

Hola a todos:

Nuestro amigo Von Kleist describe a la perfección los encuentros mayores entre la Regia Marina y la Mediterranean Fleet y la Fuerza H. Pero también mientras tanto se producen otros encuentros menores, casuales muchos de ellos, que gota a gota socavarían el poder de la Regia Marina

CABO SPADA

Para los italianos el combate de Punta Stilo había sido un éxito, redondeado por la llegada a Bengasi de la totalidad del convoy de 5 mercantes que recordemos había movilizado a la mayor parte de las unidades mayores de la Regia Marina. Esta apreciación, llevaría a Supermarina a proyectar una misión doble para la II Divisione Incrociatore, bombardear Sollum, ahora en posesión de los británicos; y dirigiendose a aguas cretenses atacar a los convoyes imperiales.

A partir de informaciones de los servicios de inteligencia italianos, Supermarina ordena a la II Divisione Incrociatore, formada por los Incrociatori leggeri RN Bande Nere y RN Colleoni, zarpar el 17 de julio de 1940 de Trípoli, posponiendo el bombardeo de Sollum; con intención de sorprender un convoy imperial formado por 6 mercantes y petroleros que partís de los Dardanelos (Turquía); confiando en la excelente velocidad de los 2 Incrociatori leggeri de la Clase Condottieri, máxima de 35 nudos.

Mientras tanto, en aguas cercanas a Creta la Mediterranean Fleet mantiene 2 fuerzas de rastreo antisubmarino en vistas a proteger el paso de convoyes, conformadas una por el crucero ligero HMAS Sidney y el destructor HMS Havock, y la otra por la 2ª Flotilla de Destructores ( HMS Hyperion, HMS Ilex, HMS Hero, HMS Hasty).

A las 6 de la mañana del 19 de julio, los cruceros italianos se encuentran entre el Cabo Cerigotto (Ática) y el Cabo Spada (Creta), navegando a 25 nudos, y con el amanecer debería haberse puesto en el aire el hidroavión de reconocimiento. El Amirante Casardi, dada la excelente visibilidad y encontrarse próximo a tierra (Creta), decide no catapultar el aparato, contando con el reconocimiento que prestaría la Regia Aeronautica, de acuerdo con las ordenes establecidas. Poco después, a las 6h17’, los vigías de los cruvceros avistan a la 2ª Flotilla de Destructores Imperiales de vuelta encontrada. Poco pueden sospechar los italianos que el HMAS Sidney y el HMS Havock se encuentran en ese momento a 60 millas de la flotilla avistada. El avistamiento es mutuo, así que el mando de los destructores británicos radía su posición al crucero australiano, poniendo proa hacia éste.

Ignorando la presencia del crucero británico, el Almirante Casardi, jefe de la división italiana, ordena aumentar a 30 nudos, en vistas a alcanzar a los destructores británicos, iniciando el fuego hacia las 6h27’ a una distancia de poco más de 17.000 mts, manteniendo la aproximación con vistas a usar en el combate la artillería secundaria. Los destructores británicos lanzan torpedos con intención de retrasar a los cruceros italianos, lograndolo, y haciendo que poco después los cruceros italianos den 32 nudos. A las 7h30’ desde el RN Bande Nere se divisa un buque que resultará ser el HMAS Sidney, que permanece oculto tras la calima matutina. El fuego australiano es eficaz desde el primer momento, alcanzando al poco protegido RN Bande Nere, y poco después a su gemelo RN Colleoni, que alcanzado en las calderas queda immediatamente al garete. Casardi, decide dejar al immovilizado crucero a merced de los imperiales, mientras retitrandose puede salvar al RN Bande Nere.

El RN Colleoni sería finalmente hundido por un torpedo, salvandose la práctica totalidad de la tripulación.



RN Bartolomeo Colleoni, clase Condottieri I, poco antes de ser hundido.

Tras Punta Stilo, el combate de Punta Spada pone de manifiesto de nuevo las carencias de la Regia Marina, falta de radar, tiro artillero ineficaz (en una hora no alcanzarían a sus contrapartes con consecuencias), y ausencia de cooperación con la Regia Aeronautica, a falta de aviación naval propiamente dicha, si descontamos los aparatos de reconocimiento portados por las unidades mayores. Por otra parte los cruceros de la clase Condottieri estaban someramente protegidos, a cambio de obtener grandes velocidades, por lo que su elección para la misión de atacar al tráfico fue desde principio errónea, como demostró el encuentro de Punta Spada.

Sin contar con la artillería secundaria, en Punta Spada los italianos contaban con 16 cañones de 152 mm., frente a los 8 del crucero australiano. Bien es cierto que el excesivo gasto de munición del HMAS Sidney frente al RN Colleoni, obligó a los destructores a perseguir al RN Bande Nere, falto el crucero autraliano de munición, como había ocurrido anteriormente con ocasión del hundimiento del RN Espero



HMAS Sydney, ex HMS Phaeton, clase Leander

Saludos.

Buenas

Gracias por el aporte, Roy. Como entenderás -por razones principalmente de tiempo- no puedo extenderme sobre cada una las acciones navales menores ocurridas en el Mediterraneo, así que se agradece este y cualquier otro aporte, que resultan sin duda de interés para el hilo.

Nuevamente, muchas gracias por tu contribución y ayuda al tema.

Saludos

Y yo os doy las gracias a los dos por todo el trabajo.

Hola a todos:

agradecer a Nou Moles y a Von Kleist vuestras palabras.

De siempre me atrajo el escenario mediterráneo de la SGM, y no podía creer que los militares italianos fueran los memos que nos quisieron hacer ver británicos y alemanes. Ciertamente hubo memos entre los italianos, empezando por el Duce y algunos de los mandos superiores de los Ejercitos, y algún que otro mando en este caso embarcado, como Casardi.

En las narraciones de Von Kleist veremos como el grado de memez de Roma, ya desde antes del 10 de junio de 1940, y la doblez de Berlín conducirían a desatres como el de Matapán o sangrarían la flota mercante y los escoltas italianos.

Saludos.

Hola a todos:

Continuaremos pues con las operaciones de menor importancia, o con aquellas que movilizando el grueso de la Flota Italiana resultaron fallidas.

EL DEBUT OPERATIVO DE LA 9º DIVISIÓN DE ACORAZADOS (I)

Tras Punta Stilo, finalmente la totalidad de los 6 acorazados italianos estaban alistados, entre ellos los novísimos RN Vittorio Veneto y RN Littorio, armados cada uno de ellos con 9 cañones de 381 mm., calibre similar a la de los viejos acorazados de la Clase Revenge (HMS Ramillies y HMS Royal Sovereign) y los de la Clase Queen Elisabeth ( HMS Warspite y HMS Malaya), coetáneos de los anteriores pero recientemente modernizados, incluyendo propulsión, en 1939.

Tras Punta Stilo, ambas armadas estaban de nuevo dispuestas al combate, y a mantener sus convoyes al tiempo que interceptar los contrarios. En Agosto y Septiembre de 1940, Británicos e Italianos movilizan a sus fuerzas con objetivos dispares. Los británicos suministrar a Malta, a la vez que reforzar la Mediterranean Fleet; los italianos interceptar el convoy Alejandría-Malta.

Británicos. Operation Hats

El Combate de Punta Stilo, Action off Calabria para los Imperiales, fue considerado un éxito por los italianos, mientras que el Comanadante en Jefe de la Mediterranean Fleet, Almirante Cunningham sacó conclusiones acertadas de lo que consideraba un fracaso.

Entre éstas destacaban la desventaja que suponía contar con los acorazados HMS Ramillies y HMS Royal Sovereign, pues su baja velocidad obligaba al conjunto de la Flota a navegar acorde a ella, y evaluada como causa del resultado del combate de Punta Stilo. Al mismo tiempo Cunningham coligió la importante ventaja italiana en cruceros pesados, de los que la Mediterranean Fleet carecía en verano de 1940; sumada a la ventaja numérica de los cruceros ligeros italianos frente a los imperiales.



Acorazado Británico HMS Royal Sovereign, gemelo del HMS Ramillies, Clase Revenge (1916). Capaces de un máximo de 21 nudos.*

Las valoraciones de Cunningham elevadas al Almirantazgo no cayeron en saco roto. Desde el Océano Indico se transferiria a la Mediterranean Fleet el crucero pesado HMS Kent; y tras escoltar un convoy rápido vía circunvalación de África el crucero ligero HMS Ajax, y el crucero pesado HMS York. Desde el Atlántico vía Gibraltar, se transferiría la Force F, conformada en torno al acorazado HMS Valiant y el novísimo portaaviones HMS Illustrious, que llegarían acompañados del crucero antiaéreo HMS Calcuta, tras reparaciones; y el crucero ligero HMS Coventry.

Todos los refuerzos coincidirían en la llamada Operation Hats, que sería aprovechada por la Mediterranean Fleet para abastecer a Malta, y recoger el convoy procedente de Gibraltar, junto con la Force F.

El 29 de agosto, parte de Alejandría el convoy con destino a Malta, configurado por 3 mercantes y 4 destructores de escolta. El 30 de agosto, parten desde Gibraltar la Force F, acompañada por la Force B (HMS Renown, HMS Ark Royal, HMS Sheffield y una decena de destructores) que dará escolta a la primera hasta su encuentro con la Mediterranean Fleet. Desde Alejandría parte la Mediterranean Fleet, para alcanzar al convoy despachado el día anterior, posteriormente reunirse con la Force F, y de vuelta a Alejandría bombardear puestos italianos. Conforman la agrupación de la Mediterranean Fleet los acorazados HMS Warspite y HMS Malaya, el crucero pesado recientemente incorporado HMS Kent, y los cruceros ligeros HMS Orion, HMAS Sydney, HMS Gloucester y HMS Liverpool, así como 13 destructores



* el HMS Ramillies sería pasado a reserva en 1944, y desguazado 1948. El HMS Royal Sovereign sería transferido a la URSS en 1944, donde serviría con la Flota del Norte con el nombre de Архангельск (Arcangel), aunque permaneció inactivo. Desguazado en 1949.

Saludos.

Matapán (II). La reacción de la Mediterranean Fleet

Las noticias de la salida de la escuadra de Iachino a alta Mar fueron rápidamente recibidas en Alejandria por parte del mando operativo de la Mediterranean Fleet. El almirante Cunningham, decidido a no desaprovechar la oportunidad de salir al encuentro de la flota italiana, reaccionó con rapidez organizando varias agrupaciones navales que iban a buscar batalla contra los italianos. Así, en la misma tarde del día 27, Cunningham organizó la salida de dos flotillas: la fuerza A, bajo su propio mando, formada por los acorazados Warspite, Valiant y Barham con una escolta de 9 destructores zarparía de Alejandría, con la adición del portaaviones Formidable, que se uniría más tarde.

En segundo lugar, la fuerza B mandanda por el almirante Pridham-Wippell, con 4 cruceros ligeros (Orion, Ajax, Perth y Gloucester) partiría del puerto del Pireo, en Grecia, para unirse a la agrupación de Cunningham en la zona de Gaudo, cercana al Cabo Matapán, precisamente adonde se dirigía la escuadra italiana. Esto, naturalmente, no fue un hecho casual. Las decodificaciones de ULTRA, especialmente gracias a las intercepciones de mensajes cifrados de la Luftwaffe, habían revelado a la inteligencia aliada los planes italianos y el destino de la escuadra de Iachino, por lo que la Mediterranean Fleet iba a combatir conociendo perfectamente las intenciones del enemigo.

Cunningham era consciente de que los buques italianos, más veloces que los suyos, solo podrían ser atraidos hacía un combate decisivo si Iachino no se daba cuenta de que iba a enfrentarse a fuerzas superiores en número. Por lo tanto, el almirante inglés previó usar la fuerza "B" como cebo para atraer a Iachino hacia la más poderosa fuerza "A", para luego poner en liza su aviación embarcada, que debería atacar a los buques italianos obligándoles a reducir su velocidad y presentar batalla.

En definitiva era un plan que requería una buena coordinación entre las fuerzas intervinientes, y sobre todo, que los italianos no sospecharan que de hecho, se dirigían directos a la trampa tendida por Cunningham.

tambien hay que contar que no estaba cuidada como dios manda la marina italiana,en las cosas de eritrea y somalia los Italianos lo pasaron muy mal por el pesimo mantenimiento de sus naves,alli perdieron creo que 5 submarinos y 3 naves de superficie,al que los britanicos no les costo mucho localizar,mandar a pique o capturar,ya que segun tengo entendido algunas naves fueron abandonadas...

un saludo

Matapan (III): El combate inicial

En la madrugada del 28 Marzo de 1941, mientras los acorazados británicos de la Fuerza "A" y los cruceros de la Fuerza "B" se aproximaban al cabo Matapán, la flota de Iachino continuaba confiadamente su navegación hacia el mismo. Antes del amanecer, los aviones británicos comenzaron a explorar la zona, sabedores de que la flota italiana andaba cerca, extremo que quedó confirmado cuando hacia las 7 de la mañana comenzaron a llegar los primeros informes de avistamiento de buques enemigos. Pese a que estos primeros informes eran algo confusos, y señalaban incluso la presencia de 3 acorazados, Cunningham no se dejó impresionar y siguió adelante con su plan original.

Los cruceros ligeros de Pridham-Wippel pusieron proa hacia la zona donde los buques italianos habían sido detectados. No iba a pasar mucho tiempo antes de que la flotilla "cebo" de cruceros británicos topara con la agrupación italiana. A las 7.55, los buques ingleses, casi de improviso, se encontraron de frente con los buques italianos. Se trataba de la agrupación de Cruceros de la 12ª flotilla de Sansonetti con el Trieste, Bolzano y Trento.

Sobre las 8.10 los italianos abrieron fuego desde unos 22 km, sin conseguir ningún impacto. Siguiendo el plan, Pridham-Wippell ordenó virar a sus cruceros para simular la retirada, y Sansonetti picó el anzuelo dando órdenes a su flotilla para lanzarse en persecución de los buques enemigos, creyendo que estos realmente rehuian el combate. Sin embargo, Iachino sospechó de esta retirada tan fácil y, a las 8.55 de la mañana ordenó a Sansonetti suspender la persecución, poniendo rumbo oeste para reunirse con el grueso de la flota italiana. En cuanto la flotilla italiana invirtió el rumbo los cruceros británicos lo imitaron, situándose a la retaguardia de los cruceros pesados de Sansonetti.

Este movimiento por parte de los cruceros ligeros enemigos hizo desconfiar a Iachino acerca de las intenciones inglesas, por lo que decidió hacer frente a la amenaza y destruir a la agrupación de Pridham-Wippel. Eran cerca de las 11 de la mañana cuando Iachino cursó ordenes a sus barcos para dividirse en dos grupos, poner proa al enemigo, rodearlo y destruirlo haciendo fuego desde dos lados. Los buques italianos se situaron rápidamente en posición y comenzaron a hacer fuego sobre la Fuerza "B" desde unos 23 kilometros, y aunque los cruceros británicos no fueron tocados, y pudieron emprender la huida, la situación se estaba tornando muy peligrosa para ellos.

Mientras tanto, Cunningham informado del peligro que corrían sus cruceros ligeros, ordenó inmediatamente realizar un ataque aéreo con los aviones del Formidable. En apenas un cuarto de hora, sobre las 11.15, los primeros aviones británicos sobrevolaron la escuadra italiana, torpedeando al Vittorio Veneto, que pudo escapar indemne maniobrando para esquivar los torpedos. Sin embargo, el ataque aereo había cumplido su objetivo primordial, ya que las maniobras evasivas que tuvo que realizar el acorazado italiano permitieron a la Fuerza B escapar del radio de tiro enemigo.

Ante el cariz desfavorable que estaba tomando el combate y sin tener confirmación acerca del apoyo aéreo solicitado para sus buques, Iachino, aun desconociendo la cercanía de los acorazados de la Fuerza "B" tomó la decisión de ordenar la retirada y volver a la base de Tarento. Pero los aviones del Formidable aun no habían dicho su última palabra.

Kaiser_87ct escribió:tambien hay que contar que no estaba cuidada como dios manda la marina italiana,en las cosas de eritrea y somalia los Italianos lo pasaron muy mal por el pesimo mantenimiento de sus naves,alli perdieron creo que 5 submarinos y 3 naves de superficie,al que los britanicos no les costo mucho localizar,mandar a pique o capturar,ya que segun tengo entendido algunas naves fueron abandonadas...

un saludo

en el mar rojo no hicieron todo lo que se podia , no emplearon muy bien el concepto de "flota en potencia"
hecho a considerar como "in-creible" es las dos huidas de la nave colonial "eritrea" que huyo de los ingleses llegando a japon y que luego escapo de lso japoneses arribando a la India britanica
http://livianas1939.blogspot.com/2008/10/sloop-clase-eritrea-italia.html

Matapan (IV): El Veneto, tocado

Mientras los buques italianos intentaban escapar de la zona de Matapán, los aviones de la RAF con base en Creta siguiendo las instrucciones de Cunningham, se unieron a los ataques aereos contra la flota de Iachino. De esta forma, varios bombarderos Blenheim atacaron a los italianos desde alta cota, aunque sin conseguir ningún impacto directo, y por tanto, sin lograr reducir la velocidad de crucero de los barcos enemigos.

Parecía que los rápidos barcos italianos nuevamente iban a lograr espacar indemnes, pero la segunda oleada de aviones lanzados desde el Formidable iba a cambiar la situación. Dicha oleada formada por la muy modesta cantidad de 5 aviones (3 Albacores y 2 Swordfish) localizó al enemigo alrededor de las 3.10 de la tarde, y se aprestó al ataque, centrando su atención en el acorazado Vittorio Veneto. Uno de los aviones británicos pudo situarse a unos 1.000 metros del acorazado italiano y soltar su torpedo, justo antes de ser derribado. El torpedo, lanzado a quemarropa, dio de lleno en la popa del Veneto, explotando junto a la hélice izquierda. El acorazado embarcó bastante agua y quedó temporalmente detenido, pero, afortunadamente para Iachino, los equipos de reparación pudieron arreglar suficientemente el buque para recuperar su gobierno, y para que volviera a navegar, si bien a una velocidad de unos 15 nudos.

No obstante, a esas alturas los problemas para Iachino se multiplicaban: no solo tenía su buque insignia seriamente dañado, sino que además los ataques aéreos enemigos contra sus barcos se iban sucediendo uno tras otro. Sin embargo, el almirante italiano no perdió la sangre fria y supo reaccionar con serenidad. La prioridad era salvar al Veneto, por lo que ordenó al resto de la flota adoptar una formación defensiva formando varias columnas, con los cruceros y destructores formando una pantalla protectora en torno al acorazado. Además por suerte para él, las reparaciones en el Veneto le permitían ahora navegar a 19 nudos una velocidad suficiente para mantener las distancias respecto a la flota enemiga. Y Iachino confiaba en que la puesta de sol vendría en su ayuda para evitar nuevos ataques aéreos sobre sus buques.