Foro Militar General

Hola a todos.

Este fin de semana tuve el placer de conocer al coronel (r) J.L.B (no puedo decir su nombre, sólo siglas, por petición propia), que durante los hechos de febrero de 1981 se encontraba destinado en el Palacio de Buenavista (Cuartel General del Ejército), con el empleo de Teniente Coronel.

Sobre estos asuntos de los puntos oscuros del 23-F le pregunté si había podido ver cuál era la actitud de Armada durante esa tarde/noche. Me respondió que Armada andaba aparentemente tranquilo aunque sus maneas denotaban tensión. Iba de su despacho al de Gabeiras (el entonces JEME), su superior, preguntando constantemente si habían llamado preguntando por él. Le pregunté al coronel si a día de hoy no le parece extraño un hecho: desde el momento de la entrada al Congreso de los guardias civiles, y desde que a la Brunete se le da la orden de movilizarse, se hablaba continuamente de que los movimientos se hacían en nombre de Armada y del Rey. Sabino Fernádez Campo llama a la Brunete, y Juste pregunta por Armada. Milans llama al Palacio de Buenavista y no quiere hablar con Gabeiras, sino que pregunta por Armada. Y Armada insiste al Rey para que le permita salir de Buenavista e instalarse en la Zarzuela a su lado. Sin embargo, a pesar de que todos estos hechos apuntan, cuanto menos, a la implicación de Armada, el Rey no ordena arrestarlo. O, cuanto menos, aislarlo. En lugar de eso, lo dejan en el Cuartel General de Ejército, con libertad de movimiento y acceso a todos los despachos y teléfonos. Y es más, cuando a eso de las diez de la noche Gabeiras se marcha a reunirse con la JUJEM, lo deja a cargo del Cuartel General, y virtualmente como jefe e todo el Ejército. A un señor cuyo nombre invocaban en la Brunete desde las cinco de la tarde...

Mi interlocutor, el coronel destinado en el Cuartel General esa noche, me contestó que evidentemente eso no era normal. Que si unidades rebeldes se movilizan y se ponen nominalmente bajo el mando de un general, lo lógico habría sido arrestar inmediatamente a ese general. No dejarlo en el centro de poder del ejército, en comunicación con todas las capitanías generales. El coronel JLB me aseguró que en determinados momentos, durante la ausencia de Gabeiras, Armada les habló sobre la necesidad de salvar la situación del Congreso desalojando a Tejero con órdenes de Milans, para a continuación proponer él a los diputados una solución política al caos general del país. Les explicó el aparato legal que hacía válido el procedimiento de ser votado en las Cortes esa misma noche y puede decirse que convenció a todos los presentes sobre la bondad de su plan. Cuando Gabeiras volvió se enteró de estas arengas de Armada, pero tampoco ordenó aislarlo o detenerlo. Es más, se reunió con él y todos los generales presentes en Buenavista, y al poco, Armada salía del Cuartel general rumbo al congreso con la bendición de Gabeiras. El coronel JLB no lo presenció, pero me aseguró que muchos testigos vieron a Gabeiras despedirse de Armada con un abrazo y las palabras "a tus órdenes, presidente".

Para mi interlocutor está muy claro que Armada gozó de total libertad "desde arriba" esa tarde/noche porque se quería que el plan siguiese adelante. Y siguió adelante, porque si el objetivo era que Armada se plantase en el Congreso con unos diputados secuestrados y amedrentados con noticias de asonada en Valencia y la Brunete, se cumplió. Tejero ya sabemos que no le facilitó el acceso, y ahí fracasó el golpe. El coronel JLB no cree que la sugerencia de Sabino al Rey de que Armada no fuese a la Zarzuela fuese realmente un acto contra Armada, ni el hecho que cortocircuitó el golpe. Sabino no quiso que Armada estuviese junto al Rey porque en todos los cuarteles de España se hablaba de Armada y el Rey como conductores de la operación, y por si ésta fracasaba, convenía no relacionar demasiado a Armada con el Rey sentándolos en el mismo despacho. Pero no se tomaron más medidas sobre el general, no lo detuvieron, no lo incomunicaron, no lo interrogaron, le dieron todos los accesos a teléfonos y despachos en el Cuartel General... porque realmente así se quería.

Otro hecho que refuerza esto es que, en cuanto se tienen noticias de las Cortes, a quien primero llama al Rey es a Armada. No telefonea al presidente de la JUJEM, ni tampoco a Gabeiras, sino que llama por teléfono al segundo JEME, con el deseo de que se presente en la Zarzuela (ya sabemos que Sabino lo disuadió). ¿Qué sentido tiene saltarse la cadena de mando en una situación tan crítica?

Cartaphilus escribió:. Y es más, cuando a eso de las diez de la noche Gabeiras se marcha a reunirse con la JUJEM, lo deja a cargo del Cuartel General, y virtualmente como jefe e todo el Ejército.

Seria muy virtualmente, porque en la practica el Rey suplanto al JEME desde la Zarzuela, hablando personalmente con todos los generales/almirantes para asegurar su lealtad. A partir de ese momento, cuando el Rey habla con los diversos comandantes en persona, lo que pudiese hacer Armada o cualquier otro desde el CG carecía de valor.

Al JEME es muy lógico que el Rey lo sustituyese porque los capitanes generales a Gabeiras, literalmente, no le dirigían la palabra. Se la retiraron cuando se produjo aquel "milagro" por el que seis generales de división fueron ascendidos de golpe a tenientes generales para que Gabeiras pudiese ocupar el puerto de JEME sin saltarse a nadie en el escalafón, tal como Gutiérrez Mellado impuso. Para nombrar a Armada segundo JEME (que fue una exigencia, una orden en toda regla, del Rey al Ministro de Defensa) no se anduvieron con tantos remilgos y le dieron el cargo pasando por delante de varios generales más antiguos en el escalafón. Lo que también da qué pensar. ¿Por qué el Rey exigía la vuelta de Armada a Madrid, hasta el punto de forzar el Rey al Ministro, unas semanas antes del 23-F?

En cuanto al poder del que gozaba Armada esa noche en el Cuartel General, hay que recordar que las cadenas de mando aquel día no funcionaron como debían. Empezando por la Zarzuela, que se la saltaba a la torera (llamaban a Juste pero no a Quintana Lacaci; llamaban a Armada pero no a Gabeiras...). Armada, con línea directa a todas las capitanías generales, demostró que tenía un poder enorme. La prueba está en que cuando salió a las Cortes para "negociar" con Tejero, lo hizo con el apoyo total del Ejército (Cuartel General y Capitanías).