Anécdotas Militares

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Rus.
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Anécdotas Militares

Mensaje por Rus. »

- (Anécdota del Tanque pesado KV-1) : Ya en 1941, en el día 19 de agosto, un comandante soviético llamado Zinoviy Kolobanov fué destinado a dirigir uno de estos tanques, el famoso y estoico KV-1. Durante este periodo histórico se desarrollaba la batalla de Krasnogvaerdeysk, parte de la batalla de Leningrado, y Zinoviy fue destinado a proteger cerca de la ciudad de Krasnogvaerdeysk, la carretera de Kinigsep conjuntamente con 4 tanques pesados del mismo modelo que se dividirían y defenderían otras secciones. Situado en una posición boscosa, en la ladera de una colina, con una excelente panorámica de la carretera, tropas de reconocimiento alemanas, compuestas por semiorugas, motocicletas, camiones y tanques, transcurrían por la misma. Las ordenes no fueron otras, efectuaron un disparo al primer tanque, seguidamente efectuaron dos disparos al segundo y por último destruyeron el último de los vehículos de la caravana. Durante 30 minutos, destruyeron nada mas y nada menos que 22 tanques alemanes.

- El KV-1 en todo el conflicto sufrió 135 disparos, y sufrió un problema técnico en uno de los manguitos hidraúlicos de la torreta bloqueándola, después de haber destruido nda mas y nada menos que 43 carros de combate alemanes, 19 cañones, 11 semiorugas así como las bajas propias de un conflicto de tales magnitudes, Kolobanov fué junto con sus hombres, condecorados con la orden de Lenin, y Usov (Artillero) con la Orden de la Bandera Roja.


AFOCES
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Mensaje por AFOCES »

Un amigo me envía esta anécdota real redactada con mucha gracia. Como ingenio no le faltan a nuestros soldados no es extraño que haya sucedido y, por tanto, aquí tiene su sitio.

EL “HUMVEE”, LA RUEDA Y LOS cojo***

El día había empezado mal para la Sección cuando en la papeleta del servicio diario les tocó salir se escolta de protección de un “pez gordo”, algún político de visita, algún altísimo mando militar o algún mandamás de la organización cuya boina azul (o casco en este caso) portaban los soldados que desde muy temprano revisaban los motores de los “Bemeerres”, los fusiles, las municiones, los chalecos y demás equipo.
Andaban todos jodidos y enfurruñados pues resultaba que el “pájaro” de turno había solicitado que a la escolta española, asignada por ser aquella nuestra zona de responsabilidad, se sumasen un par de vehículos norteamericanos.
Debió ser que el personaje en cuestión vería nuestros flamantes Nissan Patrol entoldados y diría que allí se montase Rita, que él quería uno de aquellos modernísimos y bestiales todo terrenos yanquis, los Hummer.
Así que el convoy sale desde Jablanica dirección norte , en dirección a un pueblo que se llama Gorni Vakuf y dónde se daban de hostias unos y otros sin descanso ni miramientos, y los españoles allí en medio, toma valle del Neretva y la madre que lo parió.
La cosa marcha como siempre, que si disparan a los vehículos, que si por allí caen bombazos de mortero, que si ojo no asome vuecelencia la gaita, hasta algún camarada es herido y curado sobre la marcha y “tira pálante, que esto no es ná cohones”
Avanzan los vehículos por la difícil carretera y los que van dentro de los Nissan miran con mucha envidia las puertas de sólida chapa de los “Humvees” y luego acarician la lona del vehículo español, “Toldos Cuenca” pone en un cartelito, y con la vieja resignación hispana y el no más viejo humor se descojonan de la risa:
- Pos no tienen que llevá caló ni ná ésos ahí metidos
- Yo prefiero el Nissan
- ¡Donde va a comparar compadre!
Y los hombres que van en la caja, clavándose el afuste de la radio, los hierros de la lona y sujetándose con las rodillas como pueden sonríen y reparten tabaco entre ellos, justo cuando un pepinazo cae cerca y hace que la lona del vehículo se estremezca y los hierros suenen que ni una bailaora en un tablao de Sevilla:
¡Taclataclaclactlaclaclacclac!- con las suspensiones rebotando y el teniente que va delante acordándose de los japoneses, del ministerio y de la madre que parió a encargado de compras y material.
Entonces de repente el convoy se detiene, se activan las alertas, se despliegan los hombres, ¿qué pasa?, ¿qué pasa?...
Resulta que a uno de los vehículos norteamericanos se le ha pinchado unos de sus neumáticos, gordos, sólidos y teóricamente semiblindados.
Allí está el caucho desparramado sobre el asfalto y el conductor mirándolo con cara de no saber siquiera que el cacharro aquel tenía ruedas. Dentro un oficial yanqui agarra la radio y empieza a transmitir coordenadas y novedades, se le ve muy serio y compungido:
- ¡Houston, tenemos un problema…!
El oficial español que parla inglés que le escucha y comunica al convoy la noticia de que hay que esperar pues los norteamericanos han solicitado, “por avería grave” el cambio de vehículo y están preparando en su base el helicóptero, un “Chinuk” nada más y nada menos, para los legos en materias militares el helicóptero en cuestión es ése negro y enorme de dos rotores y del que suelen colgar cosas como camiones o cañones:
- ¿Y cuanto hay que esperar mi teniente?- pregunta un legionario con barba de varios días, descamisado y con el chaleco antifragmentos abierto, se le ve al hombre cansado, con ojeras y como se dice en España, hasta los mismos cojo***.
- Pues un par de horas lo menos… Mientras preparan y arrancan y pitos y flautas…
- ¡vaya putada mi teniente!, hoy había celebración de cumpleaños del cabo Rogelio…
- ¡Es verdad!, pero hay que joderse, ya sabéis, España nos mira y eso…
- ¿Y por qué no cambian la rueda mi teniente?

La pregunta es tan obvia que resulta casi estúpida, pero todos se miran asombrados y se ponen en pie, sonrientes. ¡Seremos gilipollas!, se dicen y el teniente que parla hereje les dice a los norteamericanos que oye, que eso que cuelga del bastidor es otra rueda y que se pone sustituyendo a la otra y listo.
Pero los yanquis se miran unos a otros con cara de haba:
- ¿What?
- ¡Que la rueda desnortaos!
Pero los soldados yanquis no mueven un músculo. Y las horas empiezan a pasar lentas, muy lentas, y los legías venga mirar el reloj y en la base el cabo Rogelio destapando la primera botella de “Yonigualquer”, y entonces se levanta uno, flaco, desgarbado, con un cigarro entre los labios y se queda mirando la rueda pinchada:

- ¡Mi teniente permiso pa cambiar la rueda!
- Estos no traen la llave de ruedas de pulgadas.
- Eso lo arreglo yo si me da usted permiso…
El teniente se acerca al oficial aliado y le comenta el plan, que esto lo arreglamos nosotros y así nos quitamos de esa posición tan expuesta y tal y tal. El otro accede no sin antes advertir al oficial español la diferencia de medida entre ellos y los atrasados europeos que usan el sistema métrico decimal y que por tanto las herramientas que traen en dotación los españoles no sirven:
- ¡Nema Problema amigo!, en dotación los españoles traemos también el ingenio- dice sonriente el español, a su espalda se oye un grito anónimo.
- ¡Y los cojo*** mi teniente!
El legionario flaco y con cara de pícaro agarra una llave fija de medida superior al tornillo del “Humvee”, luego con un destornillador plano ocupa el espacio que quedaba y empieza a apretar con fuerza. Los norteamericanos se quedan patidifusos cuando se escucha el seco ¡Clac! del primer tornillo cediendo:
- ¿WHAAAATTTTT?
Y más de piedra se quedan cuando los compañeros del legionario se turnan para aflojar los tornillos del vehículo, meter el gato de un Nissan, que apenas puede levantar al mastodonte americano, quitar el neumático pinchado y poner el otro.
Los norteamericanos no ha dejado de tomar notas en ningún momento, todos con sus lapicitos y cuadernitos con el sello del US ARMY. Y mientras el “pez gordo” que ha visto toda la operación sin abrir la boca decide que el viaje de regreso lo hará en uno de aquellos destartalados Nissan españoles que serán más inseguros e incómodos, pero que seguramente le llevarán a donde quiera ir sin tener que esperar un helicóptero, no porque resulten mejores vehículos, todo lo contrario, sino porque resulta que los tíos aquellos mal afeitados, mal encarados, que rumiaban en español palabras que al “pez gordo” le sonaban fatal, resulta que son los más avispados soldados de toda la unprofor, los únicos capaces de sacarle de un atolladero con un destornillador y una llave grande.

Y así el convoy regresa sin más novedad a la base y sin más bajas que una rueda semiblindada de “Humvee” tirada en una curva de la M-16 cerca del pueblo de Gorni Vakuf, en el valle del Neretva. Seguro que si la rueda es española, allí no se queda.
Y el cabo Rogelio pudo celebrar su cumpleaños junto a sus camaradas que se pegaron toda la noche partiéndose el pecho de risa mientras se imaginaban el “Chinuk” a medio camino recibiendo la noticia:
- Charlie uno, Charlie uno, aquí base…
- Aquí Charlie uno, cambio…
- Regrese de inmediato, misión cancelada, cambio…
- ¿Motivo?
- Un soldado aliado que según mensaje recibido del mando español “estaba hasta los cojo*** de esperar”
- Ok, Roger, regresando a base, Charlie uno cierro…

(Relato basado en hechos reales ocurridos durante el servicio de la AGT CANARIAS en Bosnia y Herzegovina entre abril y octubre de 1993).
Un saludo


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Nobunaga
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Anécdotas Militares

Mensaje por Nobunaga »

Y como esa "cienes y cienes" que diria mi abuela


Mi primer deber como Infante de Marina es estar permanentemente dispuesto a defender a España, y entregar si fuera preciso mi propia vida
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jek703
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Mensaje por jek703 »

AFOCES escribió:Un amigo me envía esta anécdota real redactada con mucha gracia. Como ingenio no le faltan a nuestros soldados no es extraño que haya sucedido y, por tanto, aquí tiene su sitio.

EL “HUMVEE”, LA RUEDA Y LOS cojo***

El día había empezado mal para la Sección cuando en la papeleta del servicio diario les tocó salir se escolta de protección de un “pez gordo”, algún político de visita, algún altísimo mando militar o algún mandamás de la organización cuya boina azul (o casco en este caso) portaban los soldados que desde muy temprano revisaban los motores de los “Bemeerres”, los fusiles, las municiones, los chalecos y demás equipo.
Andaban todos jodidos y enfurruñados pues resultaba que el “pájaro” de turno había solicitado que a la escolta española, asignada por ser aquella nuestra zona de responsabilidad, se sumasen un par de vehículos norteamericanos.
Debió ser que el personaje en cuestión vería nuestros flamantes Nissan Patrol entoldados y diría que allí se montase Rita, que él quería uno de aquellos modernísimos y bestiales todo terrenos yanquis, los Hummer.
Así que el convoy sale desde Jablanica dirección norte , en dirección a un pueblo que se llama Gorni Vakuf y dónde se daban de hostias unos y otros sin descanso ni miramientos, y los españoles allí en medio, toma valle del Neretva y la madre que lo parió.
La cosa marcha como siempre, que si disparan a los vehículos, que si por allí caen bombazos de mortero, que si ojo no asome vuecelencia la gaita, hasta algún camarada es herido y curado sobre la marcha y “tira pálante, que esto no es ná cohones”
Avanzan los vehículos por la difícil carretera y los que van dentro de los Nissan miran con mucha envidia las puertas de sólida chapa de los “Humvees” y luego acarician la lona del vehículo español, “Toldos Cuenca” pone en un cartelito, y con la vieja resignación hispana y el no más viejo humor se descojonan de la risa:
- Pos no tienen que llevá caló ni ná ésos ahí metidos
- Yo prefiero el Nissan
- ¡Donde va a comparar compadre!
Y los hombres que van en la caja, clavándose el afuste de la radio, los hierros de la lona y sujetándose con las rodillas como pueden sonríen y reparten tabaco entre ellos, justo cuando un pepinazo cae cerca y hace que la lona del vehículo se estremezca y los hierros suenen que ni una bailaora en un tablao de Sevilla:
¡Taclataclaclactlaclaclacclac!- con las suspensiones rebotando y el teniente que va delante acordándose de los japoneses, del ministerio y de la madre que parió a encargado de compras y material.
Entonces de repente el convoy se detiene, se activan las alertas, se despliegan los hombres, ¿qué pasa?, ¿qué pasa?...
Resulta que a uno de los vehículos norteamericanos se le ha pinchado unos de sus neumáticos, gordos, sólidos y teóricamente semiblindados.
Allí está el caucho desparramado sobre el asfalto y el conductor mirándolo con cara de no saber siquiera que el cacharro aquel tenía ruedas. Dentro un oficial yanqui agarra la radio y empieza a transmitir coordenadas y novedades, se le ve muy serio y compungido:
- ¡Houston, tenemos un problema…!
El oficial español que parla inglés que le escucha y comunica al convoy la noticia de que hay que esperar pues los norteamericanos han solicitado, “por avería grave” el cambio de vehículo y están preparando en su base el helicóptero, un “Chinuk” nada más y nada menos, para los legos en materias militares el helicóptero en cuestión es ése negro y enorme de dos rotores y del que suelen colgar cosas como camiones o cañones:
- ¿Y cuanto hay que esperar mi teniente?- pregunta un legionario con barba de varios días, descamisado y con el chaleco antifragmentos abierto, se le ve al hombre cansado, con ojeras y como se dice en España, hasta los mismos cojo***.
- Pues un par de horas lo menos… Mientras preparan y arrancan y pitos y flautas…
- ¡vaya putada mi teniente!, hoy había celebración de cumpleaños del cabo Rogelio…
- ¡Es verdad!, pero hay que joderse, ya sabéis, España nos mira y eso…
- ¿Y por qué no cambian la rueda mi teniente?

La pregunta es tan obvia que resulta casi estúpida, pero todos se miran asombrados y se ponen en pie, sonrientes. ¡Seremos gilipo****!, se dicen y el teniente que parla hereje les dice a los norteamericanos que oye, que eso que cuelga del bastidor es otra rueda y que se pone sustituyendo a la otra y listo.
Pero los yanquis se miran unos a otros con cara de haba:
- ¿What?
- ¡Que la rueda desnortaos!
Pero los soldados yanquis no mueven un músculo. Y las horas empiezan a pasar lentas, muy lentas, y los legías venga mirar el reloj y en la base el cabo Rogelio destapando la primera botella de “Yonigualquer”, y entonces se levanta uno, flaco, desgarbado, con un cigarro entre los labios y se queda mirando la rueda pinchada:

- ¡Mi teniente permiso pa cambiar la rueda!
- Estos no traen la llave de ruedas de pulgadas.
- Eso lo arreglo yo si me da usted permiso…
El teniente se acerca al oficial aliado y le comenta el plan, que esto lo arreglamos nosotros y así nos quitamos de esa posición tan expuesta y tal y tal. El otro accede no sin antes advertir al oficial español la diferencia de medida entre ellos y los atrasados europeos que usan el sistema métrico decimal y que por tanto las herramientas que traen en dotación los españoles no sirven:
- ¡Nema Problema amigo!, en dotación los españoles traemos también el ingenio- dice sonriente el español, a su espalda se oye un grito anónimo.
- ¡Y los cojo*** mi teniente!
El legionario flaco y con cara de pícaro agarra una llave fija de medida superior al tornillo del “Humvee”, luego con un destornillador plano ocupa el espacio que quedaba y empieza a apretar con fuerza. Los norteamericanos se quedan patidifusos cuando se escucha el seco ¡Clac! del primer tornillo cediendo:
- ¿WHAAAATTTTT?
Y más de piedra se quedan cuando los compañeros del legionario se turnan para aflojar los tornillos del vehículo, meter el gato de un Nissan, que apenas puede levantar al mastodonte americano, quitar el neumático pinchado y poner el otro.
Los norteamericanos no ha dejado de tomar notas en ningún momento, todos con sus lapicitos y cuadernitos con el sello del US ARMY. Y mientras el “pez gordo” que ha visto toda la operación sin abrir la boca decide que el viaje de regreso lo hará en uno de aquellos destartalados Nissan españoles que serán más inseguros e incómodos, pero que seguramente le llevarán a donde quiera ir sin tener que esperar un helicóptero, no porque resulten mejores vehículos, todo lo contrario, sino porque resulta que los tíos aquellos mal afeitados, mal encarados, que rumiaban en español palabras que al “pez gordo” le sonaban fatal, resulta que son los más avispados soldados de toda la unprofor, los únicos capaces de sacarle de un atolladero con un destornillador y una llave grande.

Y así el convoy regresa sin más novedad a la base y sin más bajas que una rueda semiblindada de “Humvee” tirada en una curva de la M-16 cerca del pueblo de Gorni Vakuf, en el valle del Neretva. Seguro que si la rueda es española, allí no se queda.
Y el cabo Rogelio pudo celebrar su cumpleaños junto a sus camaradas que se pegaron toda la noche partiéndose el pecho de risa mientras se imaginaban el “Chinuk” a medio camino recibiendo la noticia:
- Charlie uno, Charlie uno, aquí base…
- Aquí Charlie uno, cambio…
- Regrese de inmediato, misión cancelada, cambio…
- ¿Motivo?
- Un soldado aliado que según mensaje recibido del mando español “estaba hasta los cojo*** de esperar”
- Ok, Roger, regresando a base, Charlie uno cierro…

(Relato basado en hechos reales ocurridos durante el servicio de la AGT CANARIAS en Bosnia y Herzegovina entre abril y octubre de 1993).
Un saludo



Genial :grosrire: :grosrire: :grosrire: :grosrire:

Saludos.

:militar13:


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Manimor
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Anécdotas Militares

Mensaje por Manimor »

Saludos.

Muy buena anécdota y, para mí, bastante creíble. En los EUA son así, si no tuvieran latinos sería imposible... encontrar pan sin mantequilla. Los procedimientos son muy útiles, pero a veces deberían creerse un poco sus propias películas y saber improvisar.

Tras leer el hilo -esperaba que saliera algo parecido- voy a contar lo que sucedió, a mediados de los ochenta en el Cuartel de Casablanca en Zaragoza, a un conocido que me lo fue relatando según le llegaban broncas y demás.

Él era cabo primero y le tocó en la puerta, uno de los escasos días de lluvia con que cuenta el año en la ciudad, cuando apareció un oficial superior de muy malas pulgas, haciendo preguntas, etc.

-¡Cabo! Traiga la hoja de... (no me acuerdo la orden exacta).
-A la orden de usía, mi coronel...
-¡TE-NIEN-TE coronel! -le corrigió dando golpecitos en su divisa.
-¡Cabo PRI-ME-RA! -Le contestó mi conocido del mismo modo.

El Tte. Cnel. no le dijo nada más en persona, pero... ya se pueden ustedes imaginar.

El joven dejó el ejército y se dedicó a la seguridad privada... le iba más.


"Quien anda con integridad será salvo, quien va por dos caminos caerá en uno de ellos." Prov. 28; 18.
M a r i a
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En Bosnia y Herzegovina.

Mensaje por M a r i a »

AFOCES escribió:Un amigo me envía esta anécdota real redactada con mucha gracia. Como ingenio no le faltan a nuestros soldados no es extraño que haya sucedido y, por tanto, aquí tiene su sitio.

EL “HUMVEE”, LA RUEDA Y LOS cojo***

El día había empezado mal para la Sección cuando en la papeleta del servicio diario les tocó salir se escolta de protección de un “pez gordo” ...


Muy bueno, pero que muy bueno.

Conozco uno de nuestros CLP, y los americanos, pero ya lo diré otro día.


La verdad, la firmeza, la lealtad, el honor,... y la obediencia, fama, honor y vida son caudal de pobres soldados; que en buena o mala fortuna la milicia no es más que una religión de hombres honrados
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Xent Anset
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Palabra de honor.

Mensaje por Xent Anset »

AFOCES escribió:PALABRA DE HONOR

Ya casi no se habla de la Palabra de Honor, que en idioma español significa que una persona empeña su palabra en que hará algo a lo que se ha comprometido y empeña en eso su honor personal. Esta palabra hoy en día ha perdido su uso y los jóvenes en muchas ocasiones nunca han oído hablar de ella.Si gustan saber que significa tener: palabra de honor lean la siguiente anécdota:
[...]
En México existe el HEROICO COLEGIO MILITAR DE MEXICO fundado en tiempos del virreinato de Nueva España en 1675. Sus componentes han luchado por su tierra honorablemente desde su fundación hasta hoy en día. y como muestra es este relato.
En el año de 1892 murió don Carlos Fuero, heroico militar mexicano.(una calle en la ciudad de Saltillo, otra en Coahuila y una en Parral, Chihuahua, lleva su nombre) y formado en dicho colegio.

Esta es una de las anécdotas de su vida:
En la guerra civil entre los partidarios de Maximiliano y los juaristas, a la caída de Querétaro, quedó prisionero de los Juaristas el General don Severo del Castillo, Jefe del Estado Mayor de Maximiliano.Fue condenado a muerte, y su custodia se encomendó al Coronel Carlos Fuero.

La víspera de la ejecución dormía el Coronel cuando su asistente lo despertó. El General Del Castillo, le dijo, deseaba hablar con él. Se vistió de prisa el coronel Carlos Fuero y acudió de inmediato a la celda del condenado a muerte. No olvidaba que don Severo había sido amigo intimo de su padre.
-- Carlos -- le dijo el General, -- perdona que te haya hecho despertar. Como tú sabes me quedan unas cuantas horas de vida, y necesito que me hagas un favor.
Quiero confesarme y hacer mi testamento. Por favor manda llamar al padre Montes y al licenciado José María Vázquez.--
-- Mi General-- respondió Fuero, --no creo que sea necesario que vengan esos señores.--
[...]
El final de esta historia es muy feliz. El General Del Castillo no fue pasado por las armas. Sostenes Rocha le contó a don Mariano Escobedo lo que había pasado, y éste a don Benito Juárez. Juárez, conmovido por la magnanimidad de los dos militares, indultó al General y ordenó la suspensión de cualquier procedimiento contra Fuero. Ambos eran hijos del Colegio Militar; ambos hicieron honor a la Gloriosa Institución.

http://www.onemagazine.es/noticia/6412/ ... honor.html
Saludos.


Me he quedado profundamente admirado por el gran sentido del honor de ambos militares, sin importar que militasen en bandos opuestos, ambos se mostraron igual de dignos en el cumplimiento de la palabra empeñada. Menos mal que el presidente Benito Juárez tuvo en cuenta esta gran muestra de honor por parte del general del Castillo y lo indultó, al igual que al coronel que creyó en su palabra.


AFOCES
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De: Triconio de Guardia

Mensaje por AFOCES »

En no pocos episodios, han sido los propios ciudadanos quienes con una salida inesperada, han dado lugar a la anécdota.

Una señora soltera, ya de edad avanzada, que vivía como ama de llaves en la casa del cura del pueblo, acudió a votar el día de unas elecciones. No llevaba encima el DNI, y para colmo, ni siquiera aparecía en las listas de la mesa electoral. A pesar de todo, la señora seguía empecinada en su derecho a introducir la papeleta en la urna. La discusión fue subiendo de tono y se hizo necesaria la presencia de los guardia civiles de servicio en el colegio electoral.

- Pero vamos a ver señora - trataba de argumentar el presidente de la mesa - . Usted no figura en las listas, ni tampoco trae el DNI consigo. ¿Cómo hacemos entonces para que pueda votar? Todo ante la atenta mirada de la pareja de guardias civiles.

- Pues yo vivo en la calle..., en la casa del cura.
- Pero aquí no figura.

Uno de los guardias trató de intervenir para aclarar la situación
-Pero señora ¿el cura la ha empadronado?

La señora miró de arriba abajo al guardia y repuso:
- Sí... Pero empadronarme, lo que se dice empadronarme, sólo un par de veces, y ya hace de eso mucho tiempo.
Una sonrisa.


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Xent Anset
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Anécdotas Militares

Mensaje por Xent Anset »

LANZAMIENTO DE GRANADAS

En mi país (Cuba), se acostumbra que en todas las carreras universitarias se imparta la asignatura de Preparación Militar. Pues bien, cuando yo estaba en Primer Año de la carrera, durante la Preparación Militar me tocó aprender a lanzar las granadas.
Confieso que nunca he sido bueno jugando a la pelota y lanzando nada.
Por suerte se trataba de granadas de instrucción, carentes de explosivo aunque provistas de detonador, que cuando se tiraban hacían ruido pero sin que hubiese peligro alguno.
Agarro la granada, le quito el seguro, la tiro pero tan torpemente que estuvo a punto de caerme en la cabeza (si llega a tener explosivo...). El profesor militar me hace recogerla, ponerle otro detonador y volverla a tirar. Esta vez la granada fue a parar a un matorral. Me ordena recogerla y me interno entre las plantas, más o menos por donde la vi caer.
Pero justo allí habia un panal de avispas, las que empezaron a picarme cada vez que me adentraba en la zona donde yacia mi granada. Estuve un buen rato tratando de penetrar en el sitio y por desgracia las detonaciones que hacian las granadas de mis compañeros alborotaban cada vez más a las avispas. Finalmente, luego de estar cerca de una hora tratando de penetrar donde las furiosas avispas costudiaban mi granada, desistí. Por suerte el profesor, luego de tanto rato, ocupado como estaba de enseñar a cada alumno, se habia olvidado de que mi granada cayera allí, así que me quedé callado y allí la dejé, en poder de las furiosas avispas. Aún debe estar allí.


AFOCES
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Un pulso entre soldados aliados.

Mensaje por AFOCES »

En todas las maniobras conjuntas se producen muestras de camaradería entre militares de distintas naciones. Durante la misión de Afganistán, por ejemplo, intercambiaban raciones de combate con comida mediterránea por efectos del Ejército norteamericano... En las últimas maniobras de la OTAN, desarrolladas en territorio español, ha habido una nueva muestra en forma de pulso.¿Quién ganó?
http://www.elconfidencialdigital.com/de ... 40086.html
Saludos


AFOCES
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El sueño de G.

Mensaje por AFOCES »

AFOCES escribió:Al tomar posesión de un nuevo destino - en este caso del área logística - el jefe habló con sus subordinados con idea de ponerse al día de los problemas existentes en la unidad. Como era su costumbre, se reunía con ellos cada mañana para asignar los trabajos del día. La reunión se celebraba en su despacho y era muy útil. Se ponían, delante de su mesa, una serie de sillas, en "primer escalón" y solo una en segundo para ser ocupada para el que no cabía en la primera fila. En ella tenía la costumbre de sentarse, siempre, G.

Desde el principio observó que G. participaba muy poco o nada en lo que allí se trataba. Es más ¡¡se quedaba dormido al cabo de un minuto de iniciarse la sesión!! Como estaba solo en segunda fila el resto de participantes no se daba cuenta. El hombre tenía fama de ser un buen profesional; el jefe lo miraba pero no le decía nada pues podía ser una circunstancia ocasional por una mala noche... pero no... pasaron unos días y seguía quedándose "frito" a poco de iniciarse la reunión. El jefe llegó a pensar que era un rollo y que sus intervenciones quizás eran aburridas o largas en exceso. De manera que trataba de enmendarse incluyendo algo gracioso, interesante u ocurrente para ganar la atención de aquel dormilón impenitente. Pero... no lo conseguía.

La verdad es que estaba realmente incómodo de manera que, a los tres o cuatro días, llamó a G. para tratar de solucionar tan extraño problema. Y G. le dijo que siempre tenía un sueño con el que no podía luchar hasta el punto que hacía unos meses había dejado de conducir. El jefe le aconsejó que fuese al médico y como no había "Centro del sueño" en la Zona lo mandaron a Madrid donde le diagnosticaron una enfermedad cuyo nombre no recuerdo pero que desgraciadamente era importante.

Hace bastante tiempo que no veo a G. pero se que ha mejorado. Y, al recordarle, debo mostrar mi satisfacción por la comprensión que todos los compañeros tuvieron con él - a pesar de no conocer su enfermedad -.
Saludos.
Hace ya mucho tiempo - Enero 14 - conté la anécdota anterior. Trisquel se mostró interesado en conocer el mal que padecía el amigo G. Prometí contestarle pero G. se había marchado a Galicia. Pero... hace solo un rato le he visto y me apresuro a responder a lo prometido. Me dijo G. que las personas como él con ronquido intenso seguido de paradas respiratorias durante el sueño y somnolencia diurna padecen un SINDROME DE APNEA HIPOAPNEA DEL SUEÑO . Es lo que padece él que sigue tratamiento.

Lamento Trisque no haberte contestado antes.
Saludos.


AFOCES
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Educación y respeto.

Mensaje por AFOCES »

El presidente Obama embarca en el helicóptero presidencial sin responder al saludo del "marine". Una vez abordo advierte su olvido, baja del helo y saluda al "marine".
https://www.youtube.com/watch?v=VYjJD0nVxYQ
Saludos.


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Ismael
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Educación y respeto.

Mensaje por Ismael »

AFOCES escribió:El presidente Obama embarca en el helicóptero presidencial sin responder al saludo del "marine". Una vez abordo advierte su olvido, baja del helo y saluda al "marine".
https://www.youtube.com/watch?v=VYjJD0nVxYQ
Saludos.
Igualico que los políticos de aquí :green:


Si Dios me hubiere consultado sobre el sistema del universo, le habría dado unas cuantas ideas (Alfonso X el Sabio)
Debemos perdonar a nuestros enemigos, pero nunca antes de que los cuelguen (H.Heine)
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emanuel
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Mensaje por emanuel »

Ismael escribió:
AFOCES escribió:El presidente Obama embarca en el helicóptero presidencial sin responder al saludo del "marine". Una vez abordo advierte su olvido, baja del helo y saluda al "marine".
https://www.youtube.com/watch?v=VYjJD0nVxYQ
Saludos.
Igualico que los políticos de aquí :green:

Al pobre de Obama,con tanto baile y tanto cachondeo...se le va a olvidar un día,hasta de ponerse el braguero...


Shema Israel...
Rhino05
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En Bosnia y Herzegovina.

Mensaje por Rhino05 »

AFOCES escribió:EL “HUMVEE”, LA RUEDA Y LOS cojo***

El día había empezado mal para la Sección cuando en la papeleta del servicio diario les tocó salir se escolta de protección de un “pez gordo”, algún político de visita, algún altísimo mando militar o algún mandamás de la organización cuya boina azul (o casco en este caso) portaban los soldados que desde muy temprano revisaban los motores de los “Bemeerres”, los fusiles, las municiones, los chalecos y demás equipo.
Andaban todos jodidos y enfurruñados pues resultaba que el “pájaro” de turno había solicitado que a la escolta española, asignada por ser aquella nuestra zona de responsabilidad, se sumasen un par de vehículos norteamericanos.
Debió ser que el personaje en cuestión vería nuestros flamantes Nissan Patrol entoldados y diría que allí se montase Rita, que él quería uno de aquellos modernísimos y bestiales todo terrenos yanquis, los Hummer.
Así que el convoy sale desde Jablanica dirección norte , en dirección a un pueblo que se llama Gorni Vakuf y dónde se daban de hostias unos y otros sin descanso ni miramientos, y los españoles allí en medio, toma valle del Neretva y la madre que lo parió.
La cosa marcha como siempre, que si disparan a los vehículos, que si por allí caen bombazos de mortero, que si ojo no asome vuecelencia la gaita, hasta algún camarada es herido y curado sobre la marcha y “tira pálante, que esto no es ná cohones”
Avanzan los vehículos por la difícil carretera y los que van dentro de los Nissan miran con mucha envidia las puertas de sólida chapa de los “Humvees” y luego acarician la lona del vehículo español, “Toldos Cuenca” pone en un cartelito, y con la vieja resignación hispana y el no más viejo humor se descojonan de la risa:
- Pos no tienen que llevá caló ni ná ésos ahí metidos
- Yo prefiero el Nissan
- ¡Donde va a comparar compadre!
Y los hombres que van en la caja, clavándose el afuste de la radio, los hierros de la lona y sujetándose con las rodillas como pueden sonríen y reparten tabaco entre ellos, justo cuando un pepinazo cae cerca y hace que la lona del vehículo se estremezca y los hierros suenen que ni una bailaora en un tablao de Sevilla:
¡Taclataclaclactlaclaclacclac!- con las suspensiones rebotando y el teniente que va delante acordándose de los japoneses, del ministerio y de la madre que parió a encargado de compras y material.
Entonces de repente el convoy se detiene, se activan las alertas, se despliegan los hombres, ¿qué pasa?, ¿qué pasa?...
Resulta que a uno de los vehículos norteamericanos se le ha pinchado unos de sus neumáticos, gordos, sólidos y teóricamente semiblindados.
Allí está el caucho desparramado sobre el asfalto y el conductor mirándolo con cara de no saber siquiera que el cacharro aquel tenía ruedas. Dentro un oficial yanqui agarra la radio y empieza a transmitir coordenadas y novedades, se le ve muy serio y compungido:
- ¡Houston, tenemos un problema…!
El oficial español que parla inglés que le escucha y comunica al convoy la noticia de que hay que esperar pues los norteamericanos han solicitado, “por avería grave” el cambio de vehículo y están preparando en su base el helicóptero, un “Chinuk” nada más y nada menos, para los legos en materias militares el helicóptero en cuestión es ése negro y enorme de dos rotores y del que suelen colgar cosas como camiones o cañones:
- ¿Y cuanto hay que esperar mi teniente?- pregunta un legionario con barba de varios días, descamisado y con el chaleco antifragmentos abierto, se le ve al hombre cansado, con ojeras y como se dice en España, hasta los mismos cojo***.
- Pues un par de horas lo menos… Mientras preparan y arrancan y pitos y flautas…
- ¡vaya putada mi teniente!, hoy había celebración de cumpleaños del cabo Rogelio…
- ¡Es verdad!, pero hay que joderse, ya sabéis, España nos mira y eso…
- ¿Y por qué no cambian la rueda mi teniente?

La pregunta es tan obvia que resulta casi estúpida, pero todos se miran asombrados y se ponen en pie, sonrientes. ¡Seremos gilipo****!, se dicen y el teniente que parla hereje les dice a los norteamericanos que oye, que eso que cuelga del bastidor es otra rueda y que se pone sustituyendo a la otra y listo.
Pero los yanquis se miran unos a otros con cara de haba:
- ¿What?
- ¡Que la rueda desnortaos!
Pero los soldados yanquis no mueven un músculo. Y las horas empiezan a pasar lentas, muy lentas, y los legías venga mirar el reloj y en la base el cabo Rogelio destapando la primera botella de “Yonigualquer”, y entonces se levanta uno, flaco, desgarbado, con un cigarro entre los labios y se queda mirando la rueda pinchada:

- ¡Mi teniente permiso pa cambiar la rueda!
- Estos no traen la llave de ruedas de pulgadas.
- Eso lo arreglo yo si me da usted permiso…
El teniente se acerca al oficial aliado y le comenta el plan, que esto lo arreglamos nosotros y así nos quitamos de esa posición tan expuesta y tal y tal. El otro accede no sin antes advertir al oficial español la diferencia de medida entre ellos y los atrasados europeos que usan el sistema métrico decimal y que por tanto las herramientas que traen en dotación los españoles no sirven:
- ¡Nema Problema amigo!, en dotación los españoles traemos también el ingenio- dice sonriente el español, a su espalda se oye un grito anónimo.
- ¡Y los cojo*** mi teniente!
El legionario flaco y con cara de pícaro agarra una llave fija de medida superior al tornillo del “Humvee”, luego con un destornillador plano ocupa el espacio que quedaba y empieza a apretar con fuerza. Los norteamericanos se quedan patidifusos cuando se escucha el seco ¡Clac! del primer tornillo cediendo:
- ¿WHAAAATTTTT?
Y más de piedra se quedan cuando los compañeros del legionario se turnan para aflojar los tornillos del vehículo, meter el gato de un Nissan, que apenas puede levantar al mastodonte americano, quitar el neumático pinchado y poner el otro.
Los norteamericanos no ha dejado de tomar notas en ningún momento, todos con sus lapicitos y cuadernitos con el sello del US ARMY. Y mientras el “pez gordo” que ha visto toda la operación sin abrir la boca decide que el viaje de regreso lo hará en uno de aquellos destartalados Nissan españoles que serán más inseguros e incómodos, pero que seguramente le llevarán a donde quiera ir sin tener que esperar un helicóptero, no porque resulten mejores vehículos, todo lo contrario, sino porque resulta que los tíos aquellos mal afeitados, mal encarados, que rumiaban en español palabras que al “pez gordo” le sonaban fatal, resulta que son los más avispados soldados de toda la unprofor, los únicos capaces de sacarle de un atolladero con un destornillador y una llave grande.

Y así el convoy regresa sin más novedad a la base y sin más bajas que una rueda semiblindada de “Humvee” tirada en una curva de la M-16 cerca del pueblo de Gorni Vakuf, en el valle del Neretva. Seguro que si la rueda es española, allí no se queda.
Y el cabo Rogelio pudo celebrar su cumpleaños junto a sus camaradas que se pegaron toda la noche partiéndose el pecho de risa mientras se imaginaban el “Chinuk” a medio camino recibiendo la noticia:
- Charlie uno, Charlie uno, aquí base…
- Aquí Charlie uno, cambio…
- Regrese de inmediato, misión cancelada, cambio…
- ¿Motivo?
- Un soldado aliado que según mensaje recibido del mando español “estaba hasta los cojo*** de esperar”
- Ok, Roger, regresando a base, Charlie uno cierro…

(Relato basado en hechos reales ocurridos durante el servicio de la AGT CANARIAS en Bosnia y Herzegovina entre abril y octubre de 1993).
Un saludo

Muy buena anecdota jajajaja :risa2: :risa2: nose porque pero me acorde de aquel video de una conversasion via radio entre una Flota gringa y un faro español


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